Por: Greter Torres Vazquez Estudiante de primer año de Ingienería Informática
Universidad: “Carlos Rafael Rodriguez”
En la sección “Acuse de recibo”, del periódico Juventud Rebelde del dia jueves 22 de marzo de 2012, se encontraba la carta de un ex-recluso a esa sección que me indignó mucho cuando la leí. Se trataba de la carta de Yosvany Echeverría González, residente en Prolongación de calle C No. 37, entre 4ta. y 5ta. , reparto Chichi Padrón, Santa Clara, en la cual denunciaba los obstáculos que algunas personas prejuiciosas le han interpuesto en el camino de conseguir trabajo.
Este ex-recluso explico que cumplió 12 años y medio de condena, en la cárcel mantuvo buena conducta, además de calificarse como albañil encofrador, carpintero, soldador y cocinero. El 17 de enero recibe su libertad, y el Juez de ejecución le informa que debe arreglar todos sus documentos en dos días, además de disponer de siete días para buscar trabajo.
Ahora es cuando empiezan los problemas; señala Yosvany que consiguió empleo en la Campaña Antivectorial, pero el propio Juez de ejecución lo impidió porque, según él, debe laborar en un centro con horario cerrado y que tampoco puede ser en Salud Pública. Posteriormente accedió a un trabajo como estibador en un almacén de