La Joven Cuba
opinión política cubana
  • Inicio
  • Quiénes Somos
    • Equipo
    • Historia
    • Nosotros
    • Consejo Asesor
  • Grupo de Estudios
    • Libros
    • Dossiers
  • Contacto

Sostenibilidad Ambiental

Estudio de los efectos sociales de la contaminación ambiental y el cambio climático. Evaluación de experiencias en prevención de desastres, seguridad alimentaria y resiliencia social en función de la sostenibilidad

Ian

El desastre de Ian: una jugada cantada

por Redacción 3 octubre 2022
escrito por Redacción

Por Mabel Torres y José Manuel González Rubines

Para los romanos, septiembre era el séptimo mes de su calendario y estaba bajo la protección de Vulcano, dios del fuego. Lo destructivo de ese elemento está marcado en algunos de los acontecimientos del período. Por ejemplo, el día 19 en tres años diferentes, México ha sido sacudido por sismos de gran magnitud. En Cuba, a la lista de ciclones que han impactado el país en ese mes del presente siglo, como Iván en 2004 e Irma en 2017, se suma ahora Ian. 

El cuarto huracán de la temporada, cuyo paso por la zona occidental la madrugada del 27 dejó un saldo de tres fallecidos y daños materiales cuantiosos, vino a eclipsar los resultados del referendo popular que terminó con la aprobación del nuevo Código de las Familias. Sin embargo, por estar gran parte de la atención dedicada a ese suceso legislativo, él mismo fue recibido con inusitada tibieza mediática e insuficiente preparación previa a la catástrofe .

Cinco días después de su visita, aún persisten las afectaciones al Sistema Electroenérgetico Nacional (SEN), que sufrió un colapso y dejó toda la isla a oscuras. Las labores de recuperación constituyen un desafío mayor de lo acostumbrado, pues desde hace meses el país atraviesa una crisis con el suministro de energía a los hogares y el abastecimiento de productos de primera necesidad, como alimentos, aseo y medicinas.

Pese a que se ha achacado a Ian las afectaciones al SEN, el parte de la UNE publicado en la cuenta en Twitter de la Presidencia de la República correspondiente al 23 de septiembre, mostraba una situación nada alentadora: ocho unidades de diferentes termoeléctricas fuera de servicio y la CTE Antonio Guiteras completamente apagada, lo que generaba un déficit 1063 MW.

Con un panorama desolador es fácil entender la ola de protestas iniciada el jueves 29, mayormente en La Habana y zonas cercanas. Los manifestantes han demandado, sobre todo, la restitución del servicio eléctrico, aunque en no pocos casos se escucharon gritos de «Libertad» e increpaciones por la mala gestión del Gobierno. En algunos sitios, las autoridades locales fueron al encuentro de los manifestantes para escucharlos y ofrecer explicaciones, también se dieron cortes de Internet y despliegues policiales y de militares vestidos como civiles.

Ian

Protestas en La Habana por el prolongado apagón. (Foto: CNN)

Ciclones pasados, ¿tiempos mejores?

Desde 1851, septiembre se posiciona con un récord de 637 eventos meteorológicos ocurridos en la cuenca atlántica, incluidos depresiones tropicales, tormentas y huracanes. De el período, en el área se han contabilizado sesenta y ocho huracanes de categoría tres en la escala Saffir-Simpson; cincuenta y ocho de categoría cuatro y trece de categoría cinco.

Una revisión a los resúmenes de temporada, publicados por el Instituto de Meteorología (Insmet), así como el seguimiento a reportes de prensa correspondientes al paso de los huracanes más severos que han afectado Cuba en el siglo XXI, arrojan luces sobre la estrategia gubernamental seguida antes y después de Ian, así como respecto a la atención que el Estado le otorgó a la etapa preventiva.

Puesto que preservar las vidas humanas figura como primer objetivo frente a cualquier desastre natural, el total de personas evacuadas es un buen punto de partida para el análisis. En el caso de Ian, aunque el dato no ha sido precisado, se conoce que al menos en Pinar del Río fueron resguardadas cerca de 50 000 personas.

Si bien no en todos los casos las fuentes consultadas diferencian entre cuántos ciudadanos se reubicaron fuera de sus hogares en refugios del Estado y cuántos encontraron resguardo con familiares y amigos; las cifras correspondientes a huracanes como Michelle (2001), Iván (2004), Paloma (2008) e Irma (2017) muestran una alarmante diferencia con respecto a Ian.

IanAnte la llegada de Paloma y Ike en 2008, la cantidad de evacuados superó, en el primer caso el millón de personas; en el segundo la cifra se duplicó. Tan solo con Ike, el número de refugiados representó el 23% de la población.

El trabajo de la Defensa Civil en estas décadas, unido a la disciplina ciudadana, permitieron que ni con Gustav ni con Paloma hubiera pérdida de vidas humanas; mientras que en otros casos el número de muertes se asocian, en su mayoría, a negligencias de las personas. Aun así, generalmente han estado muy por debajo que las del resto de países del área.

Quizás uno de los fenómenos a los que más recuerda Ian, sea al ciclón Gustav de 2008, que también pareció ensañarse con Isla de la Juventud y, sobre todo, con Pinar del Río, donde dejó numerosas pérdidas en los municipios de San Cristóbal, Los Palacios, Viñales, Bahía Honda, Consolación del Sur, La Palma, Minas de Matahambre y Candelaria.

El saldo de Gustav se tradujo en daños a 120 mil 509 viviendas, 314 instalaciones de salud y 370 escuelas, además de 21 mil 941 derrumbes totales. Todo ello, junto a los destrozos ocasionados a la telefonía, los servicios de electricidad y la agricultura, fueron cuantificados por el gobierno cubano en una suma de 2 097 millones de USD. En otras ocasiones, el monto de los daños se comportó como muestra el siguiente gráfico:

Ian

Daños ocasionados por huracanes de gran intensidad en Cuba en el siglo XXI

Como reflejan estos datos obtenidos a partir de los resúmenes del Insmet y medios de prensa, es posible establecer un valor promedio de 1 600 millones de USD en concepto de pérdidas provocadas por huracanes de gran intensidad durante el siglo XXI en Cuba.

Ian, un huracán desatendido

Días antes de la llegada del fenómeno, publicaciones de usuarios en redes sociales resaltaban el poco tratamiento mediático que se le había dado, en contraste con situaciones similares anteriores en que, aun siendo organismos ciclónicos de menor intensidad, se saturaban los canales de comunicación con mensajes relacionados a las acciones de prevención.

En su parte de las 5:30 a.m. del 23 de septiembre, el Insmet alertaba sobre la peligrosidad de la depresión tropical Nueve. Al día siguiente, a las 8:00 a.m., la Defensa Civil emitía su primera nota, en que decretaba la Fase Informativa para las provincias desde Pinar del Río hasta Cienfuegos. A las 5:30 a.m. del 26, en su Aviso de Ciclón Tropical #13, el Insmet anunciaba que Ian era ya un huracán y que tenía todas las condiciones para fortalecerse. Desde un inicio, el cono de probabilidades coincidió en que el fenómeno afectaría el occidente y la Isla de la Juventud.

La jugada estaba cantada, como reza la frase popular. No obstante, un análisis de las cuentas en Twitter de algunos gobiernos y autoridades demuestra que, efectivamente, Ian fue asumido con considerable frialdad.

Por ejemplo, el perfil de Presidencia Cuba, que tiene 312.7 mil seguidores, generó los días previos a la llegada del huracán —o sea 23, 24, 25 y 26 de septiembre— treinta y cinco tuits. De ellos, veintidós fueron dedicados al referendo y posterior aprobación del Código de las Familias, y solamente siete al paso del meteoro y el peligro que implicaba.

Algo similar sucede con la cuenta de Miguel Díaz-Canel, quien además de presidente de la República, lo es también del Consejo de Defensa Nacional en situaciones de desastre. Este usuario generó trece tuits para sus 700.2 mil seguidores. De ellos, nueve sobre el Código y únicamente tres sobre Ian.

Bastante más alarmante resulta en este sentido el contenido de la cuenta de Yamilé Ramos Cordero, primera secretaria del Partido Comunista en Pinar del Río, provincia con mayores afectaciones. En el período analizado, la funcionaria, con una cuenta especialmente activa, compartió más de treinta tuits sobre la legislación por aprobar y el referendo, casi todas consistentes en imágenes acompañadas de alguna consigna.

En contraste, solo ocho publicaciones están relacionadas con el huracán, mayormente caracterizadas por la vaguedad («Puntualizamos las medidas para enfrentar la tormenta tropical Ian y minimizar los daños en #PinardelRío #Cuba #CódigoSí» – 6:25p.m. del 25 de sept.) y un notable apego al consignismo («Ian se ha convertido en Huracán categoría I. Proteger las vidas humanas, palabra de orden en #PinardelRío» – 6:59 a.m. del 26 de sept.).

La cuenta del Gobierno Provincial mostró un comportamiento más a tono con la situación meteorológica, pues de dieciocho tuits, nueve fueron destinados a reportar la evolución del huracán y a cubrir las reuniones del Consejo de Defensa Provincial. Sin embargo, faltaron en este canal las orientaciones concretas a la población así como los datos de lo que el territorio estaba haciendo para prepararse.

Con una actividad mucho menor, la cuenta del Gobierno Provincial de Artemisa publicó solo siete tuits, de los cuales uno estaba relacionado al huracán. Asimismo, de los once mensajes generados por Gladys Martínez Verdecia, primera secretaria del PCC en ese territorio, solo uno fue para el ninguneado ciclón.

Preparándonos los artemiseños para enfrentar el evento metereólogico,todos como siempre atentos a los medios oficiales para evitar daños humanos.#PCC #Artemisa #Cuba pic.twitter.com/itgUoGCQMi

— Gladys Martínez Verdecia (@GladysArtemisa) September 26, 2022

Por su parte, el saldo más dispar de las cuentas analizadas en el período lo arroja la de Luis Antonio Torres Iribar, primer secretario del PCC en La Habana: de cuarenta y dos tuits generados, treinta y ocho fueron sobre el Código de las Familias y solo uno sobre Ian.

Si bien Twitter no es el único canal de comunicación que existe, ni los analizados son todos los perfiles a tener en cuenta, los resultados son reveladores, dado que reflejan una tendencia que se vio también en los medios tradicionales de difusión, como la televisión: el referendo por la aprobación del Código de las Familias acaparó la atención mientras la tormenta —literalmente en este caso y no solo como refrán popular— avanzaba hacia nosotros.

¿Qué esperar después de Ian?

En una reunión sostenida el pasado miércoles por el presidente Miguel Díaz-Canel y altos funcionarios del gobierno para evaluar el impacto del huracán, trascendieron las primeras cifras asociadas a pérdidas en la agricultura, de la cual 8 mil 583 hectáreas han sido afectadas. El número anterior se corresponde en su mayoría a siembras de plátano (5 233 ha), café (1350 ha), yuca (937 ha), tomate (112 ha) y arroz (313 ha), entre otros cultivos.

Un encuentro posterior del mandatario con presidentes de los consejos de defensa provinciales de la zona occidental reveló que 228 familias en Pinar del Río no tienen hogares a los que regresar. Además, se registraron alrededor de 36 mil viviendas afectadas entre ese territorio y Artemisa, así como 2 mil 213 derrumbes totales en la provincia más occidental.

Luego de una etapa preventiva deficiente, que distó de lo implementado en otras circunstancias, la pregunta que se impone es: ¿qué esperar después de Ian? Una parte de la respuesta podría buscarse en las experiencias de recuperación de la última década con Sandy (2012), Matthew (2016) e Irma (2017).

De acuerdo con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), un año después del paso de Sandy por Santiago de Cuba, la mitad de las trescientas mil viviendas dañadas habían sido reconstruidas. Asimismo, una nota publicada por el diario Granma, precisa que en abril de 2018 se había recuperado el 83.8 % de las casas afectadas por Matthew (2016) e Irma (2017). Destaca además el texto que de las 43 mil 689 viviendas que sufrieron algún impacto, 9 mil 449 quedaron listas tan solo cien días después.

También con respecto a Irma, el reporte de temporada del Insmet sostiene que: «Fueron protegidas 1 863 589 personas (…), 11 689 continuaron recibiendo apoyo estatal hasta mucho después del paso del huracán, con alimentos y otros recursos de primera necesidad, en las provincias de Ciego de Ávila, Camagüey, Villa Clara, Holguín, Sancti Spíritus, La Habana, Las Tunas, Matanzas y Guantánamo».

Ian

Instalaciones para el tabaco destrozadas por Ian. (Foto: Diario de Cuba)

Ante los males a consecuencia de Irma, el gobierno cubano asumió el 50% del precio de los materiales de la construcción que se comercializaron a las personas damnificadas, una práctica que también ha implementado en otras ocasiones y que ha anunciado repetirá con los damnificados actuales.

Sin embargo, hoy el panorama es otro. Debe tenerse en cuenta la devaluación progresiva de la moneda nacional y el consecuente aumento del valor del dólar en el mercado negro, unido a los insuficientes salarios y las carencias materiales que enfrenta la sociedad cubana. Por ejemplo, según el Anuario Estadístico de Cuba. Enero-Diciembre de 2021, publicado por la ONEI, en Pinar del Río, provincia más afectada por Ian, el salario medio mensual en entidades estatales y mixtas es de solamente 3 917 CUP (35.60 USD al cambio en CADECA y aproximadamente 19.58 USD en el mercado negro).

Que el Estado haya decidido hacerse cargo de la mitad de los gastos, no eximirá a muchas familias de un prolongado calvario mientras intenten obtener una nueva vivienda o consigan reparar la propia.

La crisis sistémica que atraviesa el país se ha visto también reflejada en lo relacionado a este evento hidrometeorológico: insuficiente preparación y capacidad limitada de respuesta gubernamental ante los problemas generados. Asimismo, es notable la opacidad informativa y las coberturas mediáticas que apelan constantemente a lo emocional como recurso para esconder la falta de datos concretos o la impericia.

Pese a saberse su recorrido y posible intensidad con antelación, el huracán afectó zonas por las que ni siquiera pasó y dejó en evidencia tanto la precariedad económica e infraestructural del país, como la volatilidad de su situación política. No obstante, todavía es muy pronto para valorar sus efectos. El panorama que dejó Ian es mucho más desalentador que el que encontró. Y lo peor es que a la temporada ciclónica todavía le quedan dos meses. Como dijo el emperador romano Julio César, «la suerte está echada».

3 octubre 2022 35 comentarios 2k vistas
6 FacebookTwitterLinkedinTelegramEmail
Cambio climático

Los cubanos y el cambio climático

por Angel Utset 5 junio 2021
escrito por Angel Utset

La realidad cubana actual hace que sea difícil asumir la lucha contra el cambio climático como una prioridad. Sin embargo, al igual que la Covid-19 no respeta fronteras y su erradicación es una batalla internacional, este también nos afecta a todos. Es comprensible que dediquemos atención a asuntos más urgentes, pero no podemos estar de espaldas a un problema global.

Muchos gobiernos han tomado medidas al respecto. Quizás una de las que podría parecer más sorprendente es la prohibición de la venta de automóviles de gasolina y diésel en Europa a partir de 2035 y el fin de su circulación en 2050, cuando solo podrá haber automóviles eléctricos en las calles. Si se tomara la misma medida en la Isla –lo que parece improbable-, los «almendrones» tendrían sus días contados.

Cuba no está exenta del calentamiento global. Por el contrario, la región del Caribe sufre no solo un aumento de la temperatura media anual, como en todas partes, sino además una ligera disminución de las precipitaciones con un preocupante refuerzo de las sequías. En otras regiones, especialmente en las altas latitudes, el aumento de la temperatura se acompaña de más precipitaciones e inundaciones.

Cambio climático

Investigaciones sobre el cambio climático

Para ocuparse del estudio del tema a nivel mundial, desde 1988 existe el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) -ganador en 2007 del Premio Nobel de la Paz-, que ha publicado numerosos informes elaborados a partir de aportaciones de centenares de estudiosos de los cinco continentes. Pocas veces en la historia ha habido tanta colaboración y consenso científico como en estos materiales. El sexto estará listo a finales de 2021.

Estos informes y otros estudios publicados muestran que el calentamiento actual es más rápido e intenso que en otros períodos de cambios climáticos del planeta. Los científicos han probado además que la causa es la actividad humana, específicamente el aumento de la concentración relativa de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera, debido a la quema de combustibles fósiles.

El CO2 y otros gases llamados de «efecto invernadero» (GEI) aumentan la capacidad de la atmósfera para absorber la energía del sol y provocan un calentamiento constante del sistema tierra-océano-atmósfera a nivel global.

Cambio climático 4

Una de las consecuencias inmediatas del cambio climático es el aumento de eventos extremos. Por su importancia, el IPCC dedicó a ello un informe especial. Las estadísticas señalan que la duración de períodos cálidos y olas de calor ha aumentado en los últimos años. No obstante, el nivel de confianza de esos datos es aún bajo para asegurar que hay una tendencia al aumento en la variabilidad del clima, lo que no lo desliga del calentamiento global, sino que únicamente apunta a que la información es aún insuficiente.

Desde el punto de vista probabilístico, los eventos extremos son aquellos cuya ocurrencia es estadísticamente pequeña. Un símil adecuado a la relación entre cambio climático y aumento de la frecuencia de estos eventos puede encontrarse en el tráfico. Conducir a exceso de velocidad por una autopista no es por sí solo causa de accidente. Pero si en una autopista muchos conductores van a exceso de velocidad, aumentará la probabilidad de accidentes y la gravedad de las consecuencias de estos.

El calentamiento global trae más energía al sistema océano-tierra-atmósfera. Por lo tanto, en principio, cambios en la probabilidad e intensidad de los eventos extremos.

En la práctica, el aumento de la variabilidad climática implica para Cuba sequías más fuertes y frecuentes, especialmente en el este de la Isla, así como precipitaciones intensas y olas de calor. También se espera un aumento en la cantidad e intensidad de los huracanes que visiten el país.

Frenar el cambio climático: iniciativas y negacionismo

Según el IPCC, a estas alturas ya no podemos detener el cambio climático, pero sí frenarlo. Para ello debe lograrse una reducción de las emisiones de GEI y aumentar las fuentes de absorción de CO2, como los bosques. De acuerdo a datos del Banco Mundial para 2016, China emitió 9 894 millones de toneladas de GEI, más del 30% del total mundial. Este país y Estados Unidos, India y Rusia, son responsables de más de la mitad de las emisiones del planeta.

Las iniciativas para paliar el problema perjudican los intereses de poderosas compañías, que han tratado de frenarlas. Políticos, especialmente de derechas, se han pronunciado abiertamente contra las medidas de mitigación del cambio climático y en defensa de los intereses de las industrias perjudicadas.

Cambio climático 5

Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, es uno de los «negacionistas» más activos (Foto: Evaristo Sa / AFP)

Jair Bolsonaro, el actual presidente de Brasil, es uno de los «negacionistas» más activos. También el expresidente de EEUU, Donald Trump, asumió actitudes similares, que lo llevaron a rechazar incluso los informes científicos de la propia administración norteamericana y a sacar a su país del Acuerdo de París, a donde volvió con Biden. En España, el ex Primer Ministro Mariano Rajoy se refirió despectivamente a las proyecciones climáticas, citando a «un primo de Sevilla», con supuestamente más conocimiento que los expertos del IPCC.

Más allá de esas menciones, pocos gobernantes rechazan el cambio climático y sus causas antropogénicas, avaladas por una inmensa cantidad de datos y refrendadas por prácticamente toda la comunidad científica. La Unión Europea, el Reino Unido, China y otros países industrializados tienen planes muy serios para alcanzar la «Neutralidad del Carbono» a mediados de este siglo. El objetivo es lograr que las emisiones de GEI se compensen con las absorciones.

En Reino Unido el gobierno ha trazado un plan de diez puntos llamado «La Revolución Industrial Verde», lo que recuerda la transformación que se inició en ese país a finales del siglo XVIII. La Unión Europea tiene un «Pacto Verde» con objetivos similares.

Además de la ya mencionada sustitución de automóviles contaminantes por eléctricos, se promueve el empleo de energías renovables, la electrificación de la industria, la utilización de hidrógeno «verde» como combustible, el mejoramiento de la eficiencia energética de los edificios y el aumento sustancial del área boscosa, entre otras medidas. El proceso se asume como una oportunidad de desarrollo e inversión, más que como un freno a la industria.

Cuba y el Acuerdo de París

La Organización de las Naciones Unidas auspició el Acuerdo de Paris, un tratado internacional jurídicamente vinculante que entró en vigor en 2016 y ha sido ratificado por 188 países. El Acuerdo pretende reducir la emisión de GEI y lograr que el calentamiento del planeta a finales de siglo sea menor que 2°C, comparado con los niveles pre-industriales.

Cambio climático 2

Adopción del Acuerdo de París

El Acuerdo de París compromete a las partes firmantes a realizar esfuerzos en la reducción de emisiones, a través de «Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional» (NDCs, en inglés), mecanismos legalmente vinculantes cuyas acciones deben informar regularmente, además de que serán sometidos a control cada cinco años. Los gobiernos adquieren así un compromiso frente a la comunidad internacional.

El Acuerdo también prevé ayudas a los países en desarrollo para acometer las inversiones y acciones dirigidas a la lucha contra el cambio climático. Muchos de esos fondos provienen de fuentes norteamericanas a las que Cuba no tiene acceso debido al bloqueo.

En otros casos, la Isla tiene pleno derecho, como en EUROCLIMA, un programa financiado por la Unión Europea dirigido a América Latina en el que participa. Hay muchas otras fuentes de financiación, especialmente dirigidas a pequeñas comunidades y asociaciones independientes.

A pesar de que las emisiones de GEI de Cuba son comparativamente pequeñas, el país también tiene que asumir sus compromisos.

En 2016 según el Banco Mundial, la Isla emitió 28 millones de toneladas de CO2. La evolución de estos datos se corresponde con la historia reciente: un desplome a finales de los ochenta y comienzos de los noventa, durante el Período Especial; y una subida luego, para estabilizarse sobre los 28 millones de toneladas de CO2. En los últimos años ha habido una tendencia decreciente.

Cambio climático 3

Emisiones de GEI de Cuba

Cuba ha presentado un borrador preliminar de su NDC ante las autoridades del Acuerdo de París, que consta de solo seis páginas e incluye cinco contribuciones hasta 2030:

  1. Incremento en un 24% de la generación de electricidad por energías renovables, que implica una reducción de 3.06 MtCO2 en las emisiones.
  2. Aumento de la eficiencia energética, disminuyendo la emisión en 0.7 MtCO
  3. Disminución del empleo de combustibles fósiles en el transporte, lo que limita las emisiones en 1 MtCO
  4. Aumentar en un 33% la cobertura de bosques, que retira 16.99 MtCO2 de la atmósfera.
  5. Reducir las emisiones en la industria porcina en 0.8 MtCO2

El documento advierte que la consecución de esos objetivos depende del contexto internacional, especialmente del bloqueo norteamericano.

No dudo de la calidad técnica y profesionalidad de los investigadores del Instituto de Meteorología y otras instituciones que produjeron el borrador. No obstante, la falta de precisión en cómo se conseguirá disminuir esas cantidades de GEI y especialmente su vinculación con el bloqueo hace que la propuesta no parezca más que buenas intenciones.

El NDC cubano no es el único impreciso. En otros casos tampoco se aclara cómo se conseguirán los compromisos plasmados. Es por eso que, además de la vigilancia y control de Naciones Unidas, la sociedad civil debe presionar a los gobiernos nacionales y extranjeros para que actúen contra el cambio climático, cuyas afectaciones llegan sin dudas a todos.

5 junio 2021 17 comentarios 2k vistas
4 FacebookTwitterLinkedinTelegramEmail
randy perdomo

Randy Perdomo: un delegado animalista

por Redacción 24 febrero 2021
escrito por Redacción

Randy Perdomo García es un joven matancero que desde el año 2017 fue electo Delegado del Poder Popular en la circunscripción 78 del municipio yumurino. Su estilo de trabajo es muy autónomo y bastante atípico. Según Manuel Osvaldo Torres Pérez, coordinador y activista de la Red de Bienestar Animal BAC- Matanzas:

«Desde el nacimiento de la red, Randy Perdomo ha sido uno de nuestros colaboradores más activos. Es grande la admiración y agradecimiento hacia su persona, su entrega, vocación cívica, amor por su gente y por el movimiento animalista. La primera gran feria de adopciones en Matanzas fue posible gracias a su gestión y participación. Recuerdo cuando meses atrás nos sentamos aquí en casa para conversar y buscar alternativas que favorecieran la protección y el bienestar animal en la ciudad.

Hablamos de la manera de involucrar a la gente, educar a niños y jóvenes, atraer veterinarios, y hasta de un posible refugio en la circunscripción a la que pertenecemos. Randy Perdomo es un líder nato, un joven excepcional que predica con el ejemplo, que no teme decir lo que piensa. Así se ha ganado el respeto y afecto de personas de diferentes generaciones. Gracias infinitas por su amor a la causa animalista».

LJC le agradece que converse con nosotros acerca del tema de la protección animal y sus repercusiones legislativas.

¿Dónde está la Ley de Bienestar Animal?

Se te ve constantemente al lado de los animalistas matanceros. Eso no es común en otros delegados del Poder Popular. ¿Cómo Randy Perdomo se relacionó con este movimiento?

Quiero agradecerles también por la oportunidad de intercambiar sobre la comprensión de muchas y muchos en la gestión y movimiento animalista en nuestra urbe yumurina. 

Un sentimiento individual siempre me ha acercado al afecto y atención de los animales. Cuando niño residía en una naciente urbanización junto a mis padres y mi hermano Raulito. Teníamos pocos vecinos y era necesario custodiarnos. Junto al silencio de la noche y a los ruidosos ventiladores rusos, había un solo factor que nos interrumpía el sueño: los ladridos de Blanqui.

Era blanco, robusto y problemático. Después de las 8pm no había quién transitara por aquel polvo rocoso si no era identificado por él como morador de los hogares cercanos. Y algo que todavía tengo fresco, nos acompañaba en las mañanas a nuestras escuelas y hasta la parada. Mi mamá llegaba para viajar hasta la clínica donde laboraba y tenía que hacer mil acciones para desorientarlo. Siempre esperaba en la esquina de la escuela donde estudiábamos.

Blanquito fue el primer afecto que tuve por un animal. Luego que murió tuve una perrita salchicha. Te he querido mencionar estos episodios personales pues creo que los animales son de los recuerdos que siempre nos acompañan en el desarrollo de la personalidad.

Frecuento las redes digitales y soy lector de mensajes o publicaciones a veces divergentes, cuestionadores, críticos o coincidentes. Además de apreciar acciones como la de una vecina, Yamilet, que al regreso de su trabajo, lo primero que hacía era depositar alimentos a los perros abandonados en un parque cerca de donde vivimos; o de muchísimos jóvenes que alentaban a jornadas de campañas públicas desde Facebook o por grupos de whatsapp de manera muy activa. Esto contiene una esperanza social y un reclamo popular digno de acompañamiento y viabilidad.

Descubro el movimiento, sin acercarme directamente, en mi etapa universitaria. Luego, al residir en Matanzas, al interiorizar su magnitud y trascendencia, me sumé y apoyé. Siempre digo que lo hago como Delgado del Poder Popular y como un ciudadano más.

Desde los inicios como Delegado de base de la demarcación que represento en la Asamblea Municipal de Matanzas; en el vínculo real, permanente y sistemático con los electores, al atender y responder sus planteamientos, hay frecuentes menciones a la protección animal y al maltrato a ellos.

Además, en la comunidad residen varios actores sociales con liderazgo e inclinación por estos asuntos del movimiento. Son dignos de admirar y acompañar. Por eso tengo el deber de respaldar su bondad y afecto. Es un acto de justicia y compromiso emancipatorio de la ciudadanía, efectiva y afectiva, que represento con tremendo honor.

Me he relacionado mucho con el movimiento desde la coordinación de una de las iniciativas de gestión sociocultural que tenemos en la comunidad, las «Ferias Familiares». Hemos organizado hermosas actividades. Es impresionante el poder de convocatoria que tienen y la alegría que desborda en los niños y familia en general.

Muchos piensan que la protección animal debió ser más explícita en el articulado de la Constitución del 2019. Randy Perdomo, ¿cuál es tu criterio al respecto?

Relacionado con la inclusión de la protección animal en la Constitución he escuchado y leído varias opiniones. Muy personalmente creo que la política de protección animal puede desarrollarse en norma de inferior rango como el Decreto Ley que se ha informado. Pero teniendo en cuenta el amplio y novedoso debate popular que generó la consulta del proceso constitucional, las miradas se enfilaron hacia otros artículos y se desviaron de tal perspectiva.

Entonces, creo que nos urge la auto-responsabilidad y conciencia ciudadana, es un movimiento sensible que se ha posicionado desde acciones bellas y de plena solidaridad. La esencia de la protección no está solo en el rango constitucional sino en el cumplimiento efectivo de la norma que lo regule.

El plazo estipulado para que el Ministerio de la Agricultura apruebe un decreto ley se ha dilatado en el tiempo, aunque parece cercano ya. Randy Perdomo, ¿cómo afecta esto a la situación de crisis y desprotección que se ha agudizado a casi un año de pandemia en Cuba?

El año de pandemia ha trastocado todo y ha sido grande el esfuerzo y trabajo. Entre ellos, el de diputados y organismos centrales como el MINAGRI. Me entusiasma la voz que se ha ido consolidando en exigencias populares. Muy respetuosas e inteligentes. Aquí es donde radica el terreno a ganarse, las empatías sociales, pero la implementación del Decreto y su aprobación tienen urgencia, es cierto.

Meritorias son las comparecencias y la participación de la Sociedad Protectora de Animales y de todas las organizaciones informales y grupos comunitarios que laboran y piden por ello. Igual, me pasa con cuestiones desde mi óptica muy personal. Hay temas como este que no es de propaganda ni de fiebre mediática y sí de abrirse y trabajar desde el afecto y bienestar. Ellos habitan en nuestras comunidades y casas, desde el trabajo comunitario podemos hacer mucho por la educación e iniciativas locales.

El decreto ley del MINAGRI deja fuera algunas facetas de la protección animal en Cuba. ¿Cuál es tu opinión?

Tendría que leerme el Decreto Ley, pero he estado al tanto de las intervenciones y la agenda mediática del propósito. Me parecen oportunas y claras las posiciones de ambas partes. Me gustaría señalar algunas acciones como la necesidad de políticas públicas en la creación de refugios; una política comunicacional para concientizar y motivar sobre el bienestar animal y el rediseño de las clínicas comunitarias veterinarias, todas ellas evidencian concreciones posibles. 

Bienestar animal y ciudadano

¿Se discute sobre la situación del bienestar y la protección animal en la Asamblea Municipal del Poder Popular de Matanzas? ¿Qué recomienda Randy Perdomo a otros delegados?

Todo el movimiento que se desarrolla nos convida a planificar la temática desde los diferentes escenarios y espacios. Pienso presentarlo como puntos en las agendas próximas de los debates de las sesiones de la Asamblea Municipal del Poder Popular y acompañarlo con los debates de los diputados y diputadas al parlamento en las comisiones de análisis. Igualmente, soy miembro de una de las comisiones relacionada con esta temática y ya se ha conversado sobre propuestas concretas.

Uno de los reclamos mayores de estos grupos con los que he tenido intercambio es una sede de refugio para los animales y creo que puede ser realizable y beneficiosa para colaborar y responder en muchas cosas que pueden cambiar, más que el movimiento, la vida en la ciudad.

24 febrero 2021 2 comentarios 2k vistas
1 FacebookTwitterLinkedinTelegramEmail
animal

Las urgencias pospuestas: bienestar animal

por Giordan Rodríguez Milanés 13 noviembre 2020
escrito por Giordan Rodríguez Milanés

Es el 3 de mayo del 2017 en Manzanillo, Cuba. Un joven encierra a un perrito en un cajón. El perrito aúlla. El joven toma una botella de combustible. Su ayudante mira la cámara con estúpida satisfacción. Encienden una cerilla y prenden al animalito. Publico una nota sobre el deleznable suceso en mi muro de Facebook.  Sólo provoca que una legión de comunicadores virtuales me llenaran el chat de «advertencias constructivas» porque «estás exagerando en tu obsesión por desacreditar a tu ciudad y a tu Revolución. Y estás publicando algo que no puedes probar».

El 5 de mayo del 2017, llego a casa y me encuentro con varios compañeritos de Secundaria Básica de mi hija que miran un teléfono. Dos adolescentes lloran y un chico exclama: «Son unos p… esos tipos». Mi hija abraza a nuestro perro Pombo que no entiende la escena, que quiere jugar, y lamer, y correr como hace siempre que llegan los muchachos con su algarabía. Pero esta vez no hay júbilo, sino miradas de dolor y rabia. 

«Mira esto papá, mira esta mierda» –creo que es la primera vez que La Caro se atreve a decir una obscenidad en mi presencia. Me enseñan en video al perrito que corre envuelto en llamas. Uno de los perpetradores hizo el macabro audiovisual.

Esa noche La Caro duerme abrazada a Pombo. Enriquito, un niño de siete años vecino de la Calle Ancha donde ocurrió el hecho, tampoco quiso soltar a su perro Tobías. «Yo creo que mi hijo nunca se va a recuperar de la impresión» -me cuenta una madre.

El perrito asesinado es sepultado en silencio por su dueño: «¿Qué podía yo hacer? Soy un hombre viejo. Ellos dijeron que mi perro les había matado una gallina. Y la policía dijo que no había por donde juzgar a esos tipos».

Decido subir el video a las redes, más que para probar mi nota, para llamar la atención acerca de la crueldad contra los animales en Cuba. Se volvió viral. La radio local transmite un reportaje que, si bien condena tímidamente el hecho, se concentra más en mostrar que la mayoría de nuestros infantes aman los animales y los cuidan. El programa Haciendo Radio, de Radio Rebelde, fue más profundo e incisivo, y sus periodistas enfatizaron acerca de la necesidad de que la sociedad condene esos actos.

Los perpetradores fueron detenidos. Uno de ellos estaba con libertad bajo palabra y fue devuelto a un centro penitenciario. Otro fue únicamente multado por indisciplina social. «Ninguno pudo ser juzgado y condenado por el acto en sí mismo porque en Cuba no hay una legislación que lo permita» –me explicó una ex fiscal, defensora del bienestar animal. 

Como resultado de aquellos sucesos, tuve mis primeros contactos con el Movimiento Cubano en Defensa de los Animales (CEDA), más que una organización, la integración de muchas organizaciones, micro-organizaciones e individualidades. Según me cuenta Valia Rodríguez, una de sus activistas y coordinadora, «CEDA surgió en Mayo del 2016, como un proyecto social y humanitario».

Tiene como pilares «la esterilización de animales domésticos, predominantemente callejeros, como un modo ético de disminuir superpoblaciones en las calles, la adopción responsable, y la educación de la sociedad, con énfasis en niños y jóvenes, en temas relacionados con la tenencia responsable y la lucha contra el maltrato y la violencia hacia los animales».

Una organización como CEDA hubiera sido la adecuada para promover, integrada a la institucionalidad estatal, un proyecto de intervención sociocultural en la zona donde se produjo la quema del perrito. Lo propuse públicamente. Lo conversé con quienes me aplicaron una especie de «profilaxis ideológica» para que no volviera a subir a las redes sucesos como ese. Nunca hubo respuesta. Según Valia Rodríguez, a raíz del suceso aquí narrado, enviaron cartas a Raúl Castro, Primer Secretario del PCC y a Miguel Díaz-Canel, entonces presidente de los Consejos de Estado y de Ministros.

Pero CEDA no es la única organización en Cuba que ha abogado por el bienestar animal. En el reportaje Sin ley y sin voz, publicado en 2006 en la revista Juventud Técnica, por el periodista José Leonardo Vela Mayo, se asegura que: «Tanto la Comisión Nacional de Bienestar Animal (…), como ANIPLANT (Asociación Cubana para la Protección de Animales y Plantas) se oponen al enfrentamiento entre cualquier tipo de animales».

En 1988, cada una presentó al Ministerio de la Agricultura (MINAGRI) dos proyectos de ley que fueron engavetados. Como resultado de la consulta para la aprobación de una nueva constitución en 2018, las autoridades gubernamentales solicitaron información a los animalistas y se les hizo llegar un anteproyecto a través de un grupo denominado Protección de Animales de la Ciudad (PAC). Tampoco hubo respuesta inmediata, aunque a través de la prensa se anunció que un decreto-ley de Bienestar Animal se incluiría en el cronograma legislativo de la Asamblea Nacional para el 2020.

De tal modo, para Adriana, una protectora de Ciego de Ávila, «en nuestro país el proceso de elaboración del decreto-ley de bienestar animal ha transcurrido sin la aprobación de la experiencia del colectivo animalista de la isla». Cuenta además que «se ha reunido una comisión integrada por veterinarios, juristas, especialistas del CITMA, Higiene y Epidemiología, y zoológico, entre otros, coordinada por el Ministerio de la Agricultura, el cual –paradójicamente– en este caso además es parte interesada como parte del maltrato animal».

¿Por qué Adriana se refiere al MINAGRI como «parte del maltrato animal»? La clave pudiera aparecer en el artículo ya citado de Juventud Técnica: «Las lidias (de gallos) casi llegaron a desaparecer del territorio cubano hasta que, hace más de una década, el Comandante Guillermo García Frías creó el primer criadero de gallos finos regulado por el Estado». También aclara: «Hoy la Empresa Nacional para la Protección de la Flora y la Fauna, perteneciente al Ministerio de la Agricultura, supervisa los enfrentamientos que se realizan en las vallas autorizadas de cada provincia».

Todo ello está amparado en la Resolución 255/2006 del MINAGRI, que establece que «la cría y prueba de gallos de lidia tiene su fundamento en la tradición cultivada de la isla». Una descendiente de un muy reconocido gallero del municipio de Yara, me comenta que su padre entiende que la lidia de gallos es un símbolo de la valentía de los cubanos, una tradición fundada en nuestro patriotismo. «Esas «gunajás» –refiriéndose a las peticiones de protección para los animales– nos pueden debilitar» –afirma el gallero.

Otro contencioso no menos importante existe entre el Centro de Higiene y Epidemiología, subordinado al Ministerio de Salud Pública (MINSAP), y los animalistas. Se cuentan por decenas las denuncias públicas contra los procedimientos despiadados de los trabajadores del llamado «zoonosis» que, como única opción para el control de perros y gatos callejeros, usan la captura y posterior sacrificio.

Después de una marcha realizada por protectores de los animales en La Habana, a la que se sumaron prominentes personalidades como el cantautor Silvio Rodríguez, y una protesta frente a la sede de zoonosis en La Habana, se estableció un compromiso por parte de esa institución de trabajar en conjunto con animalistas para evitar procedimientos lesivos. Pese a ello, las recogidas y sacrificios de callejeros en las provincias han continuado haciéndose en muchos casos sin honrar ese compromiso.

Los animalistas comprenden la necesidad de regular la población de animales vagabundos por razones higiénicos-sanitarias, pero para CEDA, la solución está en la esterilización y en la educación que promueva la responsabilidad de los protectores y cuidadores, no en el sacrifico.

He aquí lo que parecen ser, visto de modo apriorístico, las principales contradicciones entre los animalistas y el gobierno. ¿Son insalvables? Por supuesto que no. Si el gobierno y sus instituciones aceptaran un diálogo sostenido y sistemático con las organizaciones que protegen a los animales en Cuba, si unos y otros se despojaran de los recelos mutuos que pudieran sentir y, sobre todo, si ni unos ni otros asociaran sus respectivas posturas a condicionamientos ideo-políticos que no son pertinentes, podrían llegar a una conciliación en aras del fomento y la educación del bienestar animal.

Lo que pueden hacer en conjunto instituciones estatales y el movimiento animalista cubano es mucho, muchísimo más, que la aprobación de una Ley de Bienestar Animal, de la cual, a un mes de finalizarse el año en que se anunció su aprobación, apenas se conoce una convocatoria con temas publicada por el MINAGRI, cuyos funcionarios públicamente dan indicios, aunque no lo digan de forma clara, de que no prohibirán las lidias de gallos, lo cual parece una burla.

Y sobre eso, sobre lo que pueden hacer juntos para evitar perritos quemados en plena calle, y niñas y niños durmiendo abrazados a sus mascotas debido a la brutal impresión a que fueron sometidos, volveré próximamente.

13 noviembre 2020 25 comentarios 817 vistas
0 FacebookTwitterLinkedinTelegramEmail
maíz

El maíz de Troya

por Alejandro Muñoz Mustelier 20 octubre 2020
escrito por Alejandro Muñoz Mustelier

Si se hace un recorrido por nuestra historia reciente, la alimentación siempre ha estado en el centro de la problemática nacional, es más, la cuestión del alimento siempre ha tenido visos de poema épico griego, con miles de versos y decenas de años de alabanzas y combates, pero en estos poemas al final se logra un cierre, y el caso está en que nuestra propia Ilíada parece no tener fin, porque no hay un caballo a la vista, ni un augur que recite una profecía con la misteriosa fórmula para entrar a Troya.

Tanto tiempo ha pasado en que el desabastecimiento es norma, que a veces incluso nuestra épica tiene matices de humor –o los tuviera si fuéramos observadores distantes- cuando algunos productos parecen incluso turnarse para desaparecer de los mercados y mantener el status quo de incompleto que rige la canasta alimenticia del cubano. Mientras, la muralla sigue ahí, indemne. ¿Es que no había una profecía en la que -después de todo- lograríamos tener soberanía alimentaria?

Temiendo al “después de todo”, porque la existencia es finita y el cansancio no, parece que el país ha optado por una solución internacional y controvertida. El CIGB (Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología), institución bien conocida por su actuales investigaciones en torno al virus causante de la Covid 19, y por otros increíbles aportes en materia de salud, ha obtenido, probado y ampliado la producción de semillas de maíz híbrido transgénico.

Se supone que estas semillas sean favorables para la producción de la gramínea. Lo cierto es que el uso de estas semillas es casi una generalidad en el mundo, también son bastante controvertidos sus efectos, al fin y al cabo, se trata de introducir en el genoma del maíz, genes exógenos –de otros organismos- para mejorar sus características.

Entre los argumentos que usan los detractores de estos productos están el desarrollo a largo plazo de ciertas enfermedades –alergias e intolerancias- por parte de los consumidores; el desarrollo de características completamente ajenas a su naturaleza, y que pueden resultar indeseables; el desplazamiento del resto de las especies al ser los organismos transgénicos más resistentes; y el desarrollo de resistencia por parte de las plagas.

Cuando pensamos en este tipo de alimentos, por supuesto, nos acordamos de corporaciones como DuPont, Bayer, y Monsanto, el ejemplo por antonomasia de la práctica irresponsable de la ingeniería genética,  lo cierto es que no hay un solo tipo de organismo transgénico ya que su diseño responde a los intereses de quien lo produzca y un buen diseño resultaría beneficioso al ofrecer un mayor volumen de producción, lo que hace posible asignarles menos tierra a estos cultivos.

Por otra parte el número y la cantidad de sus nutrientes pueden ser personalizados a conveniencia, favoreciendo a distintos grupos de consumidores. Además de ser producidos en mucho menos tiempo, se conservan por largos períodos sin descomponerse –si tenemos en cuenta la ineficiencia en nuestras redes de distribución, esta característica es invaluable-, sin hablar de la resistencia a las sequías y las plagas –cosa importante a la hora de sembrar en suelo nacional-.

Según Granma, Las semillas de maíz híbrido transgénico a las que se refirieron el Presidente y el Primer Ministro en un encuentro con científicos y productores del Programa de Soberanía Alimentaria, son resultado de tecnología nacional, por tanto además libera al país de cargas de importación, y pueden producir hasta nueve toneladas por hectárea.

Pero que a nadie se le haga la boca agua ante la idea de saborear las combinaciones genéticas de este maíz, los consumidores serán, por lo pronto, los animales de cría, el ganado, o sea, las prestaciones de esta semilla debieran verse relejadas en la producción de carne, el talón de Aquiles de nuestro poema épico por la comida.

¿Serán estas semillas el caballo de Troya que tanto hemos esperado? ¿Se cumplirá la profecía en lo transgénico? Lamentablemente no, tampoco podemos salivar pensando en la carne, las semillas del CIGB son sólo un pedazo de madera, muy pequeño, con el que empezar a armar el caballo.

No importa cuánta ciencia le pongamos arriba a la alimentación, nuestro problema es aún mayor e incluye formas de producción y distribución ineficientes que nada tienen que ver con las ciencias biológicas o el uso inteligente de la genética, grandes cadenas de intermediarios, abandono del campo, tierras yermas, la escasez como estrategia y modo de vida de algunos sectores e individuos.

Por eso además de los augures de la ciencia, necesitaríamos con urgencia que los augures de las legislaciones, la economía y la administración profeticen en torno al problema épico de la alimentación, para que al final también los precios y la abundancia, sean transgénicos.

20 octubre 2020 9 comentarios 755 vistas
0 FacebookTwitterLinkedinTelegramEmail
iniciativa

Iniciativa de Vida

por Gretchen Sánchez Higuera 25 septiembre 2020
escrito por Gretchen Sánchez Higuera

El mundo arde, fuegos en el Amazonas, Australia y hasta en California destruyen ecosistemas, viviendas y recursos naturales finitos. Del otro lado del globo terráqueo, inundaciones en India, Bangladesh y China dejan miles de muertos en solo este mes de agosto. Intensos huracanes o sequías infernales acechan sin piedad. Las temperaturas altas durante el verano alcanzan records históricos cada año y ya casi no cae nieve durante el invierno de New York. La biblia narra el Apocalipsis, Hollywood el fin del mundo y nosotros vivimos el horrible rostro del Cambio Climático.

En 2018, una joven sueca comenzó su activismo al faltar a clases por tres semanas consecutivas. En lugar de la escuela, se sentó frente al parlamento de su país con un cartel de “Huelga Escolar por el Clima”. Hoy Greta Thunberg es una de las 100 personalidades más influyentes del mundo, según la revista Time. Impulsado por una pequeña iniciativa, el efecto bola de nieve ha empezado.

Este 25 de septiembre, se suponía que el mundo celebraría por segundo año consecutivo el Día Global por la Acción Climática.

En 2019, más de 1000 ciudades, con una participación de alrededor de 4 millones de personas, protestaron por el cuidado del medio ambiente. Se suponía que el 2020 iba a ser “el año de la acción climática”, pero por cuestiones del destino ha sido el año de la pandemia del covid-19. Castigo de la naturaleza, o evolución cíclica, la covid-19 ha cambiado nuestras vidas, pero no puede distraernos de problemas que también son inminentes.

El impacto de la pandemia no puede subestimarse, y la recuperación llevará tiempo. Hoy el mundo prioriza la situación global del coronavirus, cuando cerca de 1 millón de personas han perdido la vida a causa de la enfermedad. Pero la existencia del planeta tierra como la conocemos, está en juego. Del coronavirus saldremos airosos, del cambio climático todavía no queda claro.

La Antártica registra récord de día más caluroso en medio del mes de Febrero. Todavía hoy, cuando sobran los ejemplos y señales de que el planeta anda mal, en muchos países abundan los negadores. Para colmo de males, el presidente de la segunda nación más contaminante del mundo, Estados Unidos, es el Commander in Chief de la negación. Este país genera alrededor del 15% de las emisiones de gases de efecto invernadero, según la Agencia para la Protección del Medio Ambiente de EE.UU. Para completar su plan contra el cambio climático, en noviembre de este año se hará efectiva la salida de USA del Acuerdo de París.

Para países en desarrollo el cambio climático puede parecer un asunto elitista. No lo es.

¿Por qué preocuparse por un problema causado en gran medida, por las principales potencias económicas del mundo? Como consecuencia directa del aumento del nivel del mar en Cuba, en solo 30 años, unos 14 poblados cubanos desaparecerían, lo que podría significar el desplazamiento de más de 40,000 personas a causa de la pérdida de sus viviendas, según un estudio publicado por la revista Cubana de Meteorología.

Pero los negadores no son solo cosa de los países desarrollados, en Cuba muchas personas recuerdan que el cambio climático existe con cada ciclón tropical que golpea la isla, y quizás ni siquiera así.

Algunos le llamarían cultura cívica, otros conciencia ambiental, la realidad es que hay acciones que están a la mano de cualquier ciudadano, no importa el nivel económico del país. El cubano se ha acostumbrado a vivir entre la basura, bota el papel en la calle, echa la basura fuera del contenedor, deja la lata en la playa.

El plan del Estado para el enfrentamiento al cambio climático, conocido como Tarea Vida, no puede ser solo asunto del gobierno. En un plan que tiene como objetivo el 2050 la acción directa de los ciudadanos también tienen que estar contemplada. Cada personas debe estar inmersa y necesita construir su propia iniciativa de respuesta.

Aunque según el sitio web DatosMacro, Cuba ocupa el puesto 107 entre los países emisores de CO2, el parque automovilístico del país contrasta con la posición que ocupa la isla. Con carros rondando que fueron construidos hace más de 70 años, muchos de ellos en pésimo estado de conservación, el país no puede aspirar a continuar reduciendo la huella de carbono. Por otra parte, apuntar a desarrollar las energías renovables tiene que ser objetivo principal para los próximos años.

Buenas iniciativas han surgido en Cuba en los últimos años, como los grupos de bicicleteros o los activistas animalistas ya son una realidad entre la ciudadanía cubana. Unido a los derechos de los animales, también está el derecho del planeta a seguir existiendo.

El cambio climático se ha convertido en un tema de derechos humanos.

El derecho a la vida está en riesgo si no dedicamos tiempo a preocuparnos por el futuro del planeta que habitamos. Ciudadanos del mundo, uníos antes de que el reloj llegue a la hora irreversible.

Quizás usted no sea del estilo de Greta Thunberg, pero si le preocupa el futuro de la humanidad y con ello el suyo propio, comience por educarse a sí mismo y a los suyos. Las acciones son muchas y dependen de la personalidad de cada persona. Lo primero es interiorizar que si queremos un mundo más limpio, tenemos que empezar por un país de hombres y mujeres ecologistas. Las llamas del infierno se acercan cada vez más, mantenga a mano el extintor.

25 septiembre 2020 4 comentarios 502 vistas
0 FacebookTwitterLinkedinTelegramEmail
aves

S.O.S Aves

por Yibril Massip Veloso 18 septiembre 2020
escrito por Yibril Massip Veloso

por Yibril Massip Veloso* y Sergio L. del Castillo Domínguez**

El 19 de agosto del 2020 el presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez lanzó desde su cuenta en la red social Twitter un inesperado tuit. La imagen que lo acompañaba contiene fotografías de algunas de las aves endémicas de Cuba como el Tomeguín del Pinar (Phonipara canora), el Catey (Psittacara euops), el Negrito (Melopyrrha nigra), la Cotorra Cubana (Amazona leucocephala leucocephala) (subespecie endémica), y otras aves migratorias bien conocidas por los cubanos como la Mariposa (Passerina ciris) y el Azulejo (Passerina cyanea).

En un mensaje en letras negras se leía: “Mejor volando. No al contrabando de especies de aves silvestres en Cuba”. Además, escribió: “Defender nuestra Patria es también proteger su fauna y su flora. Debemos enfrentar las ilegalidades que atentan contra la flora y la fauna”. El mensaje era claro. Las especies que allí se mostraban son en efecto, las que más comúnmente vemos en jaulas por las ciudades y campos del archipiélago.

Defender nuestra Patria es también proteger su fauna y su flora. Debemos enfrentar las ilegalidades que atentan contra la flora y la fauna. NO al contrabando de aves silvestres! #SomosCuba pic.twitter.com/2PUfRyYgu3

— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) August 19, 2020

En el contexto de las más recientes acciones por la conservación de la naturaleza en Cuba, este tuit tiene como antecedente una declaración conjunta hecha por la Sociedad Cubana de Zoología, la Sociedad Cubana de Botánica, la Fundación Ariguanabo y la Fundación Antonio Núñez Jiménez.

Firmada en La Habana el 10 de agosto del 2020 por los presidentes de dichas organizaciones de la sociedad civil cubana, en ella se establecen una serie de puntos claves que diagnostican el estado actual de la conservación de la naturaleza en la Isla, y tiene como objetivo contribuir a perfeccionar las acciones para mantener y mejorar el estado actual de los recursos naturales y la biodiversidad en el país.

El pronunciamiento es un punto de partida fundamental para la lucha contra uno de los más importantes peligros que afectan a la naturaleza cubana: la caza, recolecta, captura, uso y comercio ilegal de aves dentro del territorio nacional.

Un amplio número de regulaciones vigentes en la Legislación cubana tratan el tema de la conservación de la naturaleza. La Ley 81 (Ley de Medio Ambiente), establece en el Título VI, Capítulo 2 “Protección y Uso Sostenible de la Diversidad Biológica”, artículo 85 que: “Las especies de carácter endémico, aquellas cuya supervivencia se encuentre amenazada, en peligro o en vías de extinción o las que tengan alguna especial connotación y los ejemplares representativos de los diferentes tipos de ecosistemas, así como sus recursos genéticos serán objeto de especial protección por el Estado, lo cual incluye el establecimiento de rigurosos mecanismos de regulación, control, manejo y protección que garanticen su conservación y uso racional”.

Más adelante, en el Capítulo 6 “Flora y Fauna Silvestre”, artículo 115, inciso c, se establecen cuáles son las especies de flora y fauna silvestre que pueden ser objeto de caza, pesca o recolección, las que pueden ser objeto de manejo y las vedas temporales o permanentes; mientras que en el inciso e, se establece la protección especial de las especies amenazadas o en peligro de extinción, con el objeto de recuperar y estabilizar sus poblaciones.

La mencionada ley ampara a la Resolución 160 /2011 del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de la República (CITMA) que contiene las principales regulaciones para el control y la protección de especies de especial significación para la diversidad biológica en el país. Además, la Ley Forestal No. 85 /1998 establece entre sus objetivos específicos: “Conservar los recursos de la diversidad biológica asociados a los ecosistemas forestales y regular el uso y aprovechamiento de los recursos no madereros del bosque”.

Por último, la Ley 21/1979 (Código Penal) recogía en su Capítulo XXIII “Caza Ilícita”, artículo 294: “El que cace especies en época de veda o en lugares prohibidos, o con armas o trampas no permitidas, o infrinja de cualquier otro modo las disposiciones legales sobre la materia, incurre en sanción de multa hasta doscientas setenta cuotas.”

Sin embargo, en la Ley 62/1987 (Código Penal vigente) no aparece este artículo referente a la caza ilícita, pero si aparecen conductas como la actividad económica ilícita, el contrabando y la receptación, que pueden relacionarse con el comercio ilegal de especies. Aun así, se siguen violando continuamente la mayoría de estas disposiciones oficiales.

A finales del mes de marzo el Consejo de Ministros aprobó un plan gubernamental que pretende dotar de mayor coherencia al sistema de enfrentamiento institucional, donde se ejecuten una conjunción de medidas administrativas, de regulación, control y operativas. Así se pretende alcanzar mayor integridad y eficacia en la prevención y enfrentamiento a los delitos e ilegalidades que atentan en contra de los recursos naturales.

En esa fecha, el Presidente de la República fue muy directo: “Vamos a ordenar todo esto, y hay que hacerlo con la manga al codo”. Fue enfático al señalar que existen ilegalidades que han estado a los ojos de todos, se han ido convirtiendo en cosas normales y no se ha actuado. Aun así, se siguen violando continuamente la mayoría de estas disposiciones oficiales.

Las aves cubanas no son solo aquellas que se encuentran únicamente dentro de las fronteras del archipiélago y no habitan en otro lugar del planeta (nuestros endémicos), sino que el término hace referencia a toda especie que esté presente todo el año, sea residente temporal, o sea transeúnte en nuestro país. A nuestro juicio, la causa de que se nos haga “normal” ver aves enjauladas en las casas o  siendo vendidas en los parques, tiene un origen diverso.

En casi cualquier paisaje cubano es frecuente encontrar individuos adultos, jóvenes e incluso niños en bicicletas con jaulas; sobre todo durante los períodos de migraciones anuales, cuando miles de ejemplares de múltiples especies de aves llegan a Cuba a partir del final del verano, para pasar el invierno, o en otros casos reponer fuerzas para seguir hacia otras tierras al Sur.

Estos individuos aprovechan el conocimiento transmitido durante décadas de caza y la impunidad de sus actos, para capturar a machos y hembras de las más llamativas especies, algunas de las cuales ya se mencionaron. Constituye una “suerte” de tradición en la que los muchachos generalmente se inician sin conocer el enorme daño que ocasionan dentro de los ecosistemas cubanos y regionales.

En la mayoría de las ocasiones se capturan individuos machos, ya que en las aves, por lo general, estos presentan los plumajes más llamativos, sumado a melodiosos cantos, muchas veces únicos e irrepetibles. La captura representa una fuerte presión sobre las poblaciones de las especies, que ven reducido el número de individuos de este sexo, comprometiendo la temporada reproductiva a su regreso a sus sitios de anidación.

Los captores usan los más variados métodos, que van desde poner aves señuelos en jaulas trampas, o reproducir el canto de la especie a capturar haciendo uso de bocinas. Más recientemente estos han hecho uso del montaje de redes de niebla, cuyos finos hilos son casi imperceptibles para estos animales, y son empleadas en trabajos de investigación por técnicos y científicos de todo el planeta.

Dichas redes manipuladas sin conocimientos básicos hace que muchas aves mueran,  resulten mutiladas, o pierdan una parte considerable de su plumaje durante el proceso de extracción de la red, y el traslado hasta su destino final.

Sin embargo, las aves que nos visitan no son las únicas afectadas. Las poblaciones de la Cotorra Cubana y el Catey, únicos dos representantes vivos y autóctonos del Orden Psitaciformes (cotorras y pericos) en nuestro país, han sido también diezmadas por la acción del hombre. La afectación principal proviene de la destrucción de los sitios que usan para anidar y de la continua captura de sus pichones para ser vendidos como aves de jaulas.

Estas especies solo son capaces de anidar en oquedades de árboles, mayormente abiertos, elaborados y abandonados por Pájaros Carpinteros, y que son aprovechados además, por muchas otras aves como los Sijúes cotunto y platanero (Margarobyas lawrencii y Glaucidium siju, respectivamente), Cernícalos (Falco sparverius) y Tocororos (Priotelus temnurus).

El afán de obtener portentosas ganancias provenientes de la caza ilegal lleva a los cazadores, en muchas ocasiones, a derrumbar estos árboles, con la consiguiente muerte de los pichones (8 de cada 10 pichones mueren en el proceso de captura y transporte) perdiéndose además un futuro nido.

También son perseguidas otras especies de atractivo canto como el Ruiseñor (Myadestes elisabeth), el Sinsonte (Mimus polyglottos), el Negrito, los Tomeguines del Pinar  y de la Tierra (Tiaris olivaceus). Así como rapaces capturadas para técnicas de cetrería, para exhibición o para usarlas para tomarse fotos junto a ellas, ya sea por privados o en ocasiones por empresas estatales asociadas al turismo.

En esta lista entran el Cernícalo (Falco sparverius), el halcón peregrino (Falco peregrinus), los gavilanes de monte (Buteo jamaicensis) y colilargo (Accipiter gundlachi). Algunas de estas aves están protegidas por CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de la Flora y la Fauna), de la cual Cuba es signataria, o se encuentran bajo alguna categorías de amenaza de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza).

¿Si la normativa para la protección existe, por qué no se toman medidas más eficaces y ejemplarizantes con los infractores?

El aparentemente generalizado desconocimiento, por parte de la Policía Nacional Revolucionaria, de que la tenencia y captura de estas aves constituye un delito; el poco personal que el Cuerpo de Guardabosques del Ministerio del Interior tiene disponible para las múltiples tareas que enfrentan a diario; la ausencia o presencia casi nula de los inspectores ambientales, la apatía de algunos tomadores de decisiones a distintos niveles del gobierno; así como la falta de educación y concientización al respecto en centros educativos del país y de la población en general; son algunos de los factores que inciden de manera negativa y que propician que la situación empeore cada año.

Son muchas las aves capturadas, incluso desde que son pichones, sin saber o importarle, a la mayoría de quienes las cazan o compran, cuántos ejemplares mueren en el proceso. Para nuestra fortuna todo esto parece estar cambiando y ojalá que así sea. Y ahí radica la importancia de la declaración conjunta realizada por estas sociedades y ONGs.

En un hecho inédito en la actualidad nacional, han decidido acompañar al gobierno cubano en la implementación de un Plan Gubernamental para prevenir y enfrentar los delitos e ilegalidades que afectan los bosques, la flora y la fauna silvestre cubana, así como otros recursos naturales.

Pretenden trabajar en “el fortalecimiento de los mecanismos necesarios para contribuir a prevenir, combatir y erradicar la captura, recolecta y comercio ilegal de especies de la vida silvestre, mediante el diseño de nuevas estrategias para la vigilancia, detección y denuncia de estos hechos, así como la aplicación rigurosa de la legislación y disposiciones jurídicas pertinentes” y “contribuir a enriquecer y ampliar en nuestra población los conocimientos y valores de nuestra biodiversidad, y los peligros que ésta afronta”, entre otras acciones decisivas en el ámbito de la conservación de nuestra naturaleza.

Cuba necesita de estas acciones, de la gestión gubernamental y de la gestión ciudadana. Los recursos naturales son nuestra verdadera riqueza como nación y son insustituibles. No solo es un deber ciudadano contribuir al óptimo desarrollo de estas acciones,  informarse debidamente o participar de forma activa en el desarrollo de acciones de conservación, sino que como se plantea en la Declaración, es además “un principio ético básico de cualquier sociedad que contemple en su modelo de desarrollo y economía, el uso sostenible de los recursos naturales, particularmente la biodiversidad”.

Debemos comprender y apreciar que el patrimonio natural cubano es uno de los legados más importantes que recibimos de nuestros ancestros, que debe perdurar como herencia de infinita cubanidad y soberanía en las nuevas generaciones de cubanos. Debe ser protegido hoy como nunca antes, debido a las múltiples amenazas que recibe.

Por estas cuestiones se hace necesario un mayor acercamiento de los ciudadanos a cuestiones tan básicas como el cuidado del ambiente, el que pasa no solo por acciones tan simples como el no tirar basura en nuestras ciudades, campos, ríos y mares, sino por el deber diario de exigir a nuestras instituciones y conciudadanos el derecho a tener un patrimonio natural cuidado y conservado.

Constituye nuestra obligación moral acompañar el desarrollo de estos eventos. Cada acción por pequeña que sea, cuenta. Denunciemos lo que a la vista de todos está mal hecho. Lo que ha constituido por décadas un peligro continuo a nuestra riqueza natural y biológica. Aún falta mucho por hacer y depende de nosotros todos. No tenemos el derecho de enjaular sus alas. ¡Mejor libres, mejor volando!

* Maestro en Ciencias en Biodiversidad y Conservación de Ecosistemas Tropicales, Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, México (2019).

** Maestro en Ciencias en Ecología del Comportamiento y Manejo de Fauna Silvestre, Universidad de Dijon, Francia (2019).

18 septiembre 2020 10 comentarios 829 vistas
0 FacebookTwitterLinkedinTelegramEmail
animal

La Isla y el filtro animal

por Ely Justiniani Pérez 2 septiembre 2020
escrito por Ely Justiniani Pérez

Ciento cuarenta cadáveres. Manuel Litran los tendió uno a uno sobre el asfalto hasta que en la carretera Magny-Cours los cuerpos se mezclaron con el horizonte. Entonces el fotógrafo capturó el escenario: aquel cementerio de perros que podría interpretarse también como el fruto de la infinita arrogancia humana.

La imagen, publicada en 1980 en la revista Paris Match, contenía a todos los canes sacrificados en las perreras de la capital francesa durante solo dos días, luego de que sus dueños los abandonaran a su suerte para irse de vacaciones. “La foto de la vergüenza”, no era más que el reflejo de una fórmula repetida cada verano, una que desgraciadamente aún sucede.

Manuel Litran/Paris Match

El abando de mascotas, el daño físico, la caza furtiva, la reproducción forzada y la experimentación científica con roedores o simios, son solo algunas de las tantas expresiones de crueldad en un mundo cada vez más violento, donde los animales son blancos fáciles. El maltrato animal no es exclusivo de un país o una época. Existió y persiste. Comenzó el día en que los humanos nos creímos con mayor privilegio sobre el planeta que la golondrina, el leopardo o el delfín.

Pese a esto, hace varios años se viene legislando sobre dichas cuestiones desde todas las latitudes. También en América Latina se han visto cambios significativos en el marco jurídico debido a las exigencias populares. 

En algunos países de la región, las penas por abandono o maltrato derivado en la muerte del animal oscilan entre costosas multas y privación de libertad de uno a cinco años. Brasil fue el primer país de la región en convertir a un animal en sujeto de derecho, mientras que Paraguay y Argentina fueron pioneros, desde 1953, en aprobar leyes que contemplaban la represión a los actos de crueldad a las especies, tanto domésticas o domesticadas, como silvestres o exóticas en cautividad. Medidas similares fueron introducidas en la legislación hondureña a partir de 2017.

En Colombia y Bolivia las multas por actos de crueldad y violencia cuestan hasta 60 salarios mínimos y de uno a tres años de carcel. México propone hasta 5 años de prisión a quien participe de alguna manera en peleas de perros, y hasta 9 años a quien dañe, mate o comercialice con determinadas especies salvajes. Estas sentencias se incrementan si el infractor es un funcionario del gobierno. Perú procede de manera similar en estos casos, y además sanciona a quien venda productos de consumo animal que estén falsificados, corrompidos o dañados, poniendo en peligro la vida, salud o la integridad física de los mismos.

Chile, desde 2009 aplica medidas para la tenencia responsable de mascotas y diseñó un registro de cría y venta de animales de compañía. Por su parte, Costa Rica, en 2014, prohibió las peleas de perro y desde 2017 aprobó una Ley para el Bienestar Animal que devino en el fin de la caza deportiva y el cierre de los zoológicos estatales. Ese mismo año, Guatemala declaró inadmisibles la experimentación en animales para fines cosméticos, la explotación de los mismos en circos y la zoofilia, actividades que también son vedadas en la República Dominicana.

Algunas naciones latinoamericanas como Ecuador o El Salvador, no comprenden al animal como un ser sintiente, sino como mueble, cosa o pertenencia de los humanos, o se centran solamente en proteger a los animales de compañía. No obstante, en casi todos es una constante la prohibición de actos de crueldad, la creación de refugios, la mención de derechos y obligaciones de los ciudadanos para con sus mascotas o rebaños, así como las regulaciones para la transportación, cría, caza y comercio. 

Aunque los combates entre animales son vedados en casi todos los países, las peleas de gallos y corridas de toros o espectáculos animales constituyen una excepción en las actividades prohibidas en algunas naciones, por considerarse parte del patrimonio cultural, no obstante, existe una tendencia cada vez mayor a reducir o eliminar estas prácticas. No siempre lo tradicional es hermoso o correcto.

La aprobación o aplicación de leyes que amparen a los animales no constituye una fórmula instántanea para erradicar el maltrato, pero se traduce en la voluntad política del gobiernos para con estos o para atender a un pueblo que cada vez ejerce mayor presión en búsqueda de respeto hacia otros seres sintientes. El marco social está cambiando. Hoy, cualquier Estado que pretenda seguir una línea progresista sin falsedades, debe abarcar políticas que velen, entre otras cosas, por la protección ambiental y el bienestar de los animales. No hay progreso con impunidad.

DERECHOS DE LOS ANIMALES: UN TEMA PENDIENTE EN CUBA

Mahatma Gandhi expresó que “la grandeza de una nación y su progreso moral pueden ser juzgados por la forma en que son tratados sus animales”. Cuba tiene, en este sentido, una moral bastante disociada. Si bien existen normativas referentes al trato y cuidado de los animales para el consumo o los que habitan en áreas protegidas, desde hace varios años la agenda pública demanda la aplicación de un sistema integral de leyes enfocado en la protección de todas las especies, y que penalice los actos de crueldad contra ellos.

La Isla llega bastante rezagada a la legislación relativa a los animales en el continente,  y no hace precisamente una entrada triunfal. En un contexto donde ya se viene hablando de estos seres como sujetos de derecho, capaces de experimentar felicidad y dolor, el país apunta a la adopción de disposiciones que enfocan el bienestar animal desde las necesidades y deberes de los ciudadanos, sin tener en cuenta realmente los intereses de los animales, y no se ha publicado de manera detallada el destino que tendrán los animales utilizados para el trabajo, consumo o experimentación. 

Actualmente se elabora un proyecto de ley que, según Maria Gloria Vidal Rivalta, presidenta del Comité Nacional de Bienestar Animal de Cuba, “contempla a casi todas las especies e incluye el derecho a la atención, cuidados y protección, el no sometimiento a actos crueles y, en caso de ser necesaria la muerte, su realización de manera instantánea, indolora y sin generar angustia. Además, se prohíben explícitamente las peleas o enfrentamiento entre todas las especies, se regula la comercialización de animales vivos y se estipulan sanciones como multas y privación de libertad en casos puntuales para quienes incumplan con lo reglamentado”.

Representantes del Ministerio de Agricultura y el Centro Nacional de Sanidad Animal han informado a medios oficiales del país que la aprobación de esta nueva política tendrá lugar en noviembre próximo. Aunque la comisión encargada de elaborar el documento está integrada por 42 especialistas del sector estatal y asociaciones oficialmente aprobadas, se extrañan en este grupo a activistas, creadores y responsables de refugios, protectores y representantes de organizaciones que desempeñan una ardua labor animalista a pesar de no ser reconocidos por el Estado Cubano y transitar por un camino muchas veces escabroso para el desarrollo de su trabajo.

Con anteroridad a este, dos proyectos similares habían sido expuestos al Ministerio de Agricultura en 2003 y 2007. El primero fue rechazado por no cumplir con las cuestiones técnicas necesarias, y el segundo, ya mejor elaborado en estos aspectos, también recibió la negativa para su presentación a la Asamblea Nacional. Los motivos reales de este rechazo solo se notificaron de manera informal y sin ofrecer ningún argumento, lo que conduce a entender que el impedimento fue la total ausencia de interés y conocimiento sobre el tema por parte de los encargados de revisar dicha propuesta. Se espera que triunfe la regla universal de vencer a la tercera y que este proyecto que se construye llegue a mejor término.

Las propuestas de cambios arriban en un marco en el que paradójicamente las organizaciones de Flora y Fauna del país dialogan sobre la amplificación de vallas estatales de gallos; un contexto donde el crecimiento de la actividad turística previa a la Covid-19 devino en aumento de la explotación no controlada a los caballos en función de los paseos de los visitantes, y donde, ante recientes crisis de combustible y transporte, el presidente de la República ha llamado a intensificar el uso de los medios de tracción animal y la fuerza animal para la producción agrícola.

En los últimos años Cuba ha sido blanco de varias críticas por no cumplir con la obligatoriedad de adaptar leyes de carácter internacional al sistema jurídico interno. Si bien pertenecemos a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OEI) desde 1972 -lo que presupone la adopción de sus principios y estatutos-, la legislación referente a los animales en la Isla ha permanecido petrificada por décadas.

Uno de los ejemplos más ilustrativos de la incoherencia con las normas de instituciones foráneas a las que estamos afiliados, es el Programa Nacional de Prevención y Control de Rabia, vigente desde 1997, y llevado a cabo por el departamento de Zoonosis del Ministerio de Salud Pública. Dicho programa, a pesar de su importancia en la prevención de enfermedades, se centra solo en gatos, perros y mangostas y aplica métodos que distan mucho de los estipulados a nivel mundial para la captura, manipulación, trato, alojamiento y muerte de los animales.

Los sacrificios que lleva a cabo Zoonosis en un plazo de tres días, si no es reclamado el animal, se han realizado a través de métodos inadmisibles a nivel mundial como la electrocución, la cámara de gas y el evenenamiento por estricnina, que es ahora la sentencia de moda.

En un mundo que aboga por la eutanasia para animales de compañía solo en cuestiones necesarias y a través de métodos rápidos y compasivos, el mejor amigo del hombre y alguno que otro felino atrapado por zoonosis mueren en instalaciones precarias de Cuba después de varias horas de sufrimiento, convulsiones y en medio de la sinfonía de horror de muchos aullidos.

Por otra parte, el sistema educativo y los medios de comunicación carecen de estrategias que sensibilicen a los ciudadanos sobre su relación con los animales, y muchas veces las personas encargadas de su manejo, o de hacer cumplir determinadas leyes, no son precisamente los que más se conmueven ante estos temas.

¿Y DESPUÉS DE LA LEY?

El secretismo tradicional solo nos ha dejado ver el nuevo proyecto a través de una persiana, por lo que aún no podemos afirmar si las próximas medidas serán lo suficientemente abarcadoras, pero no cabe duda de que las leyes representan un instrumento primordial en la resolución de los problemas, cuando no son letra muerta.

No obstante, más allá de lo jurídico y el impulso gubernamental necesario, se requiere de conciencia social y un cambio real en nuestra cultura de relación con los animales. Se necesita un mayor concurso de los ciudadanos en el rescate, esterilización y adopción de animales domésticos, más gente que cree, apoye o colabore con los refugios en la medida de sus posibilidades.

De poco servirá un país lleno de reglas si no están llenas sus calles de personas capaces de sentir empatía por los más débiles y denunciar las manifestaciones de crueldad, o si no están llenas las escuelas y casas de maestros y padres que enseñen a las generaciones a ser piadosas. 

También nuestros medios y profesionales de la comunicación deberían ser portadores de mensajes de bien público que muestren a los animales como seres capaces de sentir, y que denuncien la violencia hacia ellos, que es también la antesala de la violencia social.

Las instituciones veterinarias requerirán de especialistas y ténicos más altruistas, y por supuesto, de que se les garantice mejores condiciones de trabajo y un mayor suministro de medicamentos que hasta ahora no se producen o importan en cantidades suficientes, y solo se pueden adquirir en el mercado negro, sin garantías de calidad.

Quien decida tener una mascota debe ser respaldado ante casos de robo o daño por parte de terceros, pero también debe responder ante su sufrimiento, el daño que este pueda infligir a otros, y sus desechos en las áreas públicas.

Los funcionarios encargados de la venta, distribución e importación de aquello que consumimos, así como las normativas que regulen estas actividades, deberían priorizar que los productos comercializados en el país sean libres de crueldad animal: dígase rechazar la circulación maquillajes y cremas que sean testadas en animales, o evitar la compra-venta de alimentos cuyos productores no cumplan con procedimientos de sacrificio indoloro y cría o tenencia en condiciones adecuadas.

Reza un dicho que “si quieres conocer realmente a alguien, debes mirar la forma en la que trata a un camarero, a un anciano, a un niño y a un animal”. Los animales son, sin dudas, filtros para reconocer a las buenas personas. Cubanos y cubanas aun debemos trabajar nuestra sensibilidad para con estos seres que no tienen voz. El hecho de que puedan sentir debería ser motivo suficiente para garantizarles una vida con decoro.

Un intento por dibujar nuestra relación actual con los animales no distaría mucho de aquella terrible imagen de Manuel Litrán en la Francia de 1980, y no creo que una imagen patria tan nefasta sea algo que debamos permitir. Borremos el horror y transformemos esta nación en una de las que verdaderamente velan por los animales; que las nuevas leyes no sean una mera excusa para salir de la lista de los que no protegen. Hagamos de Cuba un país de mejores personas.

2 septiembre 2020 6 comentarios 876 vistas
0 FacebookTwitterLinkedinTelegramEmail
  • 1
  • 2
  • 3

Ayúdanos a ser sostenibles

Somos una organización sin fines de lucro que se sostiene con donaciones de entidades e individuos, no gobiernos. Apoya nuestra independencia editorial.

11 años en línea

11 años en línea

¿Quiénes Somos?

La Joven Cuba es un equipo de investigación y análisis político que trabaja por un país justo, democrático y sostenible. Con una plataforma digital y un equipo especializado en el análisis de la realidad cubana, aspiramos a ser punto de enlace entre la sociedad civil y los decisores, mediante la investigación y la generación de conocimiento sobre la aplicación de políticas públicas.

@2021 - Todos los derechos reservados. Contenido exclusivo de La Joven Cuba


Regreso al inicio
La Joven Cuba
  • Inicio
  • Quiénes Somos
    • Equipo
    • Historia
    • Nosotros
    • Consejo Asesor
  • Grupo de Estudios
    • Libros
    • Dossiers
  • Contacto
 

Cargando comentarios...