La Joven Cuba
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Fidel

Teleología del cambio

por Consejo Editorial 27 enero 2014
escrito por Consejo Editorial

cambio-cubaPor: Harold Cárdenas Lema (harold.cardenas@umcc.cu)

Cuba es ahora el país de lo posible, en los últimos años nos hemos transformado más que en varias décadas de historia, sin embargo las incertidumbres persisten. ¿Cuál es el objetivo final de ese cambio? ¿A dónde vamos? ¿Existe algún plan respecto al futuro del país? ¿Cuál es el papel de los ciudadanos? Estas son algunas de las preguntas que existen en torno a un país que cambia.

Los cubanos nos sentimos mucho más identificados con una nación que cambia que una estática, es por eso que nos interesa tanto conocer cuál es la dirección que tomamos, y cuál es el objetivo final. Si no conocemos esto, ¿cómo podremos medir cuánto hemos avanzado? ¿Cómo puede existir consenso social respecto a un modelo de país al que aspiramos pero todavía sigue siendo vago en detalles? No se trata de encontrar certezas en una obra que se construye paso a paso, pero sí deberíamos buscar garantías de algún tipo.

 Algunos dicen que existe un Plan Maestro, otros creen que en nuestro rumbo predomina la incertidumbre, otros ven en los Lineamientos una dirección definida, el caso es que el asunto no está claro para muchos. Conocer el rumbo es muy importante, la Revolución del 59 triunfó porque existía un plan definido y el Programa del Moncada dejaba claras las metas, los Lineamientos palidecen junto a la obra que escribió Fidel encarcelado y cuyas metas ya están mayormente cumplidas. Leyendo los Lineamientos podemos saber más cuál es el país que no queremos que el que estamos buscando, resulta necesario para corregir el rumbo y salvar las finanzas del país pero el economicismo tecnocrático no aúna voluntades ni nos dice cuál es el puerto al que nos dirigimos.

Por otra parte, el cambio es esperanzador pero este no significa que sea automáticamente para bien porque el rumbo se lo dan los

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27 enero 2014 217 comentarios 253 vistas
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Siete retos para los jóvenes de América Latina

por Consejo Editorial 28 diciembre 2013
escrito por Consejo Editorial

fernando-martinez-herediaPor: Fernando Martínez Heredia (Intervención en la presentación de la Red de Redes En Defensa de la Humanidad, durante el 18º Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, Quito, Ecuador, 12 de diciembre de 2013)

El tema que me han pedido desarrollar me parece muy procedente, porque junto al conocimiento y la confraternidad entre los participantes, las acciones de solidaridad y demás actividades, estos Festivales son también espacios donde se examinan y debaten cuestiones fundamentales para los jóvenes que trabajan por la creación de un mundo de justicia y libertad para todos.

 Quisiera exponer siete desafíos que a mi juicio deben enfrentar los jóvenes de América Latina y el Caribe. Sin dudas hay más retos, y la formulación general no puede tener en cuenta los ámbitos específicos que condicionan la identificación de las realidades, los modos de comprender y sentir, las contradicciones y los conflictos que se enfrentan, los objetivos e instrumentos que se privilegian. Además, seré sintético, como corresponde al tiempo disponible.

 Primer reto. Los jóvenes tienen características generales en cuanto tales que no debemos olvidar nunca; ellas siempre son importantes, y pueden llegar a ser decisivas. Pero no existen los jóvenes en general. El primer reto parte de la realidad de que una gran parte de los jóvenes de nuestro continente se enfrentan todos los días al desafío de sobrevivir y encontrar un lugar en el mundo. Padecen hambre o carecen de alimentación suficiente, de servicios de educación y de salud, de empleo, y viven en familias precarias. Saben del trabajo infantil, de la delincuencia de los pobres, la prostitución y el consumo de drogas baratas. Esos jóvenes no están aquí, no conocen lo que hacemos ni nuestros escritos –muchos no podrían leerlos–, ni es probable que les interesen. No suelen votar, porque no sienten suya la política que existe en sus países. Por consiguiente, muchos pueden ser acarreados precisamente por los culpables de la vida que llevan, si les resuelven algunas de sus necesidades perentorias.

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28 diciembre 2013 22 comentarios 332 vistas
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Cuba, los intelectuales y la Torre de Marfil

por Consejo Editorial 5 diciembre 2013
escrito por Consejo Editorial

Autor: Julio César Pérez Verdecia (julio.verdecia@umcc.cu)

Si la verdad debe ser dicha para la construcción de los caminos de la utilidad y la virtud, para reconocer el error y criticarlo proponiendo soluciones o enfoques que permitan entender lo que parece inentendible. Entonces al intelectual cubano le vale una reflexión necesaria.

Ya es tendencia molesta ver cómo el ejercicio del academicismo, persistente en muchos escenarios universitarios e incluso fuera, se tolera como algo natural, a veces completamente alejado del enfoque político, ensimismado sólo en la pura epistemología. Cuestión que la crítica por miedo al rango científico o los cargos de algunos evade, sin llamar a la necesaria reflexión.

¿De qué hablo? Pues me refiero a los muchos simposios, talleres conferencias, publicaciones y cualquier otro evento, que dan los necesarios créditos para una buena evaluación, pero cuyos resultados parecen ser solo hechos para el ámbito académico, como si la sociedad no estuviese esperando los mil remiendos que necesita para salvar los errores que por lógica naturaleza emanan del propio hombre.

Puede que alguien no lo crea pero hay hasta un plan que cumplir e informes que rendir sobre este aspecto, y no serían malas prácticas si la objetividad fuera común denominador. Debo recordar que ya Martí, Marinello, Carlos Rafael Rodríguez y Fidel han hablado del papel de la intelectualidad en el contexto revolucionario. Él que resumiendo ideas, debe estar comprometido con la verdad y el ejercicio de la crítica revolucionaria.Crítica que no se esconde ni se mueve en el secretismo, ni en los pasillos, ni se queda entre las relatorías de los eventos.

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5 diciembre 2013 156 comentarios 301 vistas
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Amnesia Colectiva

por Consejo Editorial 2 septiembre 2013
escrito por Consejo Editorial

amnesia-colectivaPor: Harold Cárdenas Lema (harold.cardenas@umcc.cu)

 “No quisiera que las cosas tomen rumbo equivocado, y sepulten mis creencias, mis raíces, mi pasado…” X Alfonso

Vivimos en los tiempos de la amnesia colectiva, la Posmodernidad llegó a Cuba junto al Período Especial y juntas se encargaron de hacernos olvidar muchas cosas. El contexto nos obligó a hacer tabula rasa y nos dejamos seducir (in)conscientemente. Un país sin memoria es un país sin futuro pero aún estamos a tiempo de encontrar en el pasado algunas pistas para enrumbar la nación.

He venido escribiendo últimamente sobre esto, un artículo sobre el bloqueo que en su cotidianidad de medio siglo nos hace olvidar que existe pero sigue implacable como nunca en su doble expresión, ambas dolorosas e impunes. Hubo otro sobre Stalin y la expresión del estalinismo en Cuba que pocos mencionan pero muchos sufrimos, sería fácil señalar con el dedo actitudes y técnicas de dirección heredadas de lo más negativo del pasado soviético.

Escribí un post sobre Fidel con mirada crítica, motivado por la preocupación de que ocurra en Cuba como en otras naciones y cuando llegue el momento de analizar su figura en todas sus dimensiones, de manera racional y no emocional, se vaya al extremo de la hipercrítica olvidando su obra y consagración al servicio del pueblo. La reacción de algunos de mis amigos me demostró que quizás nuestro país no está listo para ello todavía, lo respeto, tratemos entonces de tener la cultura política suficiente para que cuando llegue el día, lo hagamos con justeza.

Todos son artículos que tienen en cuenta el pasado para interpretar nuestra realidad actual, el que los escribe y quien los lee estarán marcados por sus experiencias de vida, es entonces que debemos echar a un lado los prejuicios y apelar a la empatía, ponerse en el lugar del otro para entender por qué piensa así, sin olvidar nuestra individualidad. La amnesia colectiva debe ser sustituida por la memoria histórica, el recuerdo de lo ocurrido con todas sus luces y sombras.

Nadie me podrá hacer olvidar mi circunstancia, los apagones que marcaron mi niñez, el clamor del barrio cuando llegaba la electricidad, los envoltorios de colores que coleccionábamos en la enseñanza primaria como si fueran álbumes de filatelia, las latas de cerveza y refresco que coleccionábamos en el barrio como trofeos y quedaban fuera de nuestro alcance económico. No puedo olvidar nada de eso, va conmigo donde quiera que voy y está en cada palabra que escribo.

Cada uno tiene sus demonios, obsesiones y guerras que librar. Los cubanos estamos tan sumidos en la cotidianidad y la lucha diaria por alimentar a la familia que ya no hablamos con la misma vehemencia sobre grandes proyectos sociales, ya no soñamos como antes, las utopías y la confianza en el futuro quedaron relegadas por la irrupción del individualismo.

El orgullo histórico de ser la isla que se enfrentó medio siglo a la mayor potencia del mundo se menciona muy poco, las carencias ocupan nuestras conversaciones y perdemos de vista nuestros logros, que por costumbre ya se dan por sentado. Como si nuestro nivel de sanidad, escolaridad, o seguridad pública fueran comunes en un país latinoamericano. En la búsqueda de lo que nos falta podemos perder el camino avanzado y ahí es cuando el olvido puede resultar fatal.

Vivimos en los tiempos de la amnesia colectiva, en un país que tiene un rumbo incierto, con un destino que está en nuestras manos y capacidad de aprender de los errores. Busquemos entonces que nuestros demonios, obsesiones y guerras que librar, favorezcan al bien común. Que de aquí a unos años la amnesia colectiva sea una dolencia temporal superada por la memoria histórica. Y lo único que hayamos olvidado, sea la enfermedad misma.

2 septiembre 2013 115 comentarios 441 vistas
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Entrevista a Abel Prieto

por Consejo Editorial 17 agosto 2013
escrito por Consejo Editorial


abel-prieto“El concepto de privatización está absolutamente excluido como política en Cuba”

Por Atilio A. Borón*

Abel Prieto, actual diputado y exministro de Cultura de Cuba estuvo en Buenos Aires el pasado mes de julio participando de una serie de actividades académicas.

Atilio Boron: Quisiera comenzar pidiéndote una reflexión sobre la importancia que la Revolución Cubana siempre le asignó al tema de la cultura, algo que muchas veces queda eclipsado por el énfasis casi excluyente que se pone sobre las transformaciones económicas y políticas desencadenadas desde el triunfo de la Revolución.

Abel Prieto: Atilio, recuerda aquella frase de Fidel cuando dijo que una revolución sólo puede ser hija de la cultura y de las ideas. Un concepto muy martiano y muy gramsciano a la vez, y que tiene que ver mucho con las ideas del Che acerca de la creación de un hombre nuevo, que es lo que define realmente la transformación socialista del ser humano y su entorno. Lo que realmente ha llevado a la Revolución Cubana hasta aquí -de un modo u otro, con zigzagueos, con retrocesos, con dificultades, con obstáculos a veces que parecían insalvables- ha sido la hegemonía en términos culturales de las ideas del socialismo. 

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17 agosto 2013 58 comentarios 354 vistas
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Fidel

por Consejo Editorial 13 agosto 2013
escrito por Consejo Editorial

fidel-castro-ruzPor: Harold Cárdenas Lema (harold.cardenas@umcc.cu)

Escribir algo honesto sobre Fidel es complicado, de antemano sabes que si renuncias a la apología o la difamación habrán muy pocos que vean con buenos ojos el escrito, así que lo que viene a continuación es un ejercicio casi suicida…

Mi generación no conoce al Fidel Castro guerrillero, nunca lo escuchó hablar en la Plaza de la Revolución con una paloma al hombro ni lo vio bajar de la Sierra Maestra. La imagen que tenemos sobre él es muy injusta, está permeada por la indetenible vejez y el desgaste político de alguien que durante décadas se echó sobre los hombros los destinos de un país, con todas las glorias y penas que esa responsabilidad significa. Mi generación tiene que hacer un arduo ejercicio a la hora de valorarlo porque la imagen que nos ha llegado está deformada por el tiempo y el contexto. Mi generación conoce poco a Fidel.

Fuimos los últimos testigos que coincidieron con él en la historia de este país. Hubiera sido emocionante verlo en la Caravana de la Victoria o en Playa Girón pero nos tocó presenciar su aparición en una televisión que lo favorecía bien poco. Hubiera sido tremendo estar entre el pueblo que él tocaba con sus manos cuando caminaba por los barrios pobres sin preocuparse por su seguridad personal pero cuando vinimos a tener conciencia política ya era demasiado tarde, la edad comenzaba a causar sus estragos y sus salidas públicas eran cada vez menos. Creo que me quedaré con las ganas de verlo personalmente, de ver si me ocurre como a Daniel Chavarría y me pongo todo nervioso en su presencia, me quedaré con las ganas de verlo y viviendo en su misma época es algo imperdonable.

No entendemos aquella frase tan común de “¡Comandante en Jefe ordene!” aunque quizás hubiéramos dicho igual si hubiéramos estado en el lugar de nuestros padres. Los tiempos son distintos y las personas también. Mi abuelo es un combatiente también que nació un 15 de agosto el año siguiente al de Fidel, con él me une una relación semejante a la que comparto con el líder, a veces tenemos desavenencias e incomprensiones pero nos une algo más importante y es sentirnos parte de algo, ya sea una familia o un proyecto de país alternativo.

En la mirada sobre Fidel existe sin dudas un componente generacional, nuestros padres no lo piensan sino que lo sienten, nosotros no actuamos así porque no somos producto de su misma circunstancia. En la actualidad unos pueden elogiarlo y otros difamarlo, lo cierto es que el Comandante tenía razón cuando hace 60 años dijo que la historia sería la encargada de juzgarlo. Por lo pronto me resultan absurdas las teorías que lo acusan de enriquecerse a expensas del pueblo, las que lo subestiman o las que lo presentan como un semidiós que nunca se equivoca.

En algún momento tuve que definir qué postura tomar hacia Fidel, cómo interpretarlo, opté por encontrar en él a un ser humano con virtudes y defectos como cualquier otro. Alguien dotado de un desinterés extremo, inclinado hacia el altruismo, dotado de disímiles armas sicológicas y de un liderazgo natural. Alguien que también se equivoca, que compartió los prejuicios sociales existentes en los 70 y tuvo poco tino para escoger a las generaciones que lo relevarían en el cargo. Es decir, un ser imperfecto pero humano como yo, con el semidiós no podría identificarme nunca. Este Fidel que lucha, se equivoca pero lo vuelve a intentar una y otra vez, ese me parece admirable.

No sabía qué escribir en el día de su cumpleaños, creo que el mejor homenaje que puedo hacerle es ser sincero, al menos es lo que él preferiría. Nunca necesité que dijera en el 2005 que la Revolución se podía destruir, ya lo sabía de antemano, tampoco necesito que nadie me diga quién es Fidel, ya lo sé. Fidel Castro es un guerrillero, tan solo por eso merece mi respeto, lo demás, son solo circunstancias.

13 agosto 2013 101 comentarios 511 vistas
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Nelson Mandela en la Universidad de Matanzas (+ Fotos)

por Consejo Editorial 25 julio 2013
escrito por Consejo Editorial

mandela1 Por: Luis Espino

(En días que el mundo observa con preocupación la enfermedad de Nelson Mandela, nos propusimos traer a ustedes una brevísima crónica publicada en la página web de nuestra universidad. Este fue el día en que el símbolo internacional contra el Apartheid visitó la Universidad de Matanzas)

El 26 de Julio del año 1991 quedó en la historia de la Universidad de Matanzas “Camilo Cienfuegos” por un hecho memorable. Ese día nos visitó el líder sudafricano Nelson Mandela. Los que tuvimos la dicha de estrechar su mano, de verlo tan de cerca, pudimos comprender por qué siempre se ha dicho que su grandeza descansa en su candidez y modestia.

Han pasado 22 años y nunca hemos olvidado aquel domingo cuando el Rector, arquitecto Ángel Vega García, me mandó a buscar de mandela2 urgencia a mi casa. La nota que llevaba su chofer era muy breve: “Sé que es domingo y estás disfrutando de tu merecido descanso, pero necesitamos que vengas rápido con tu cámara fotográfico. Es muy importante”. Me presenté enseguida con una magnífica cámara Zenit profesional que yo tenía.

Mandela se reunió con los estudiantes sudafricanos en el salón del Rectorado y después en el despacho del Rector. Cuando salió empecé a tomar fotos por todo el pasillo hasta que salió a la calle. Venía con su esposa Willy Mandela. Todos los estudiantes extranjeros, que estaban en la Universidad, lo siguieron hasta que se despidió en el auto que lo llevaría a la Plaza 14 Festival donde se celebraba el acto nacional por la efemérides del Moncada. Allí, junto al Comandante en Jefe, habló para todo el país y el mundo.

25 julio 2013 2 comentarios 337 vistas
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Al borde del des-Mayo

por Consejo Editorial 4 mayo 2013
escrito por Consejo Editorial
romerias-de-mayo

Inauguración de las Romerías de Mayo

Por: Harold Cárdenas Lema

El primer aguacero de mayo me sorprendió el día primero en camino a la capital, rumbo a las Romerías de Mayo y con un cansancio mortal por el desfile de ese día en la mañana, empezaba el mes y me mojé para la buena suerte, por si acaso…

Me recibió Carlos Alberto Pérez en una esquina de una calle que este guajiro no se sabe el nombre, me llevó por otra desconocida a un reparto de cuyo nombre no quiero acordarme, a casa de su tocayo Carlos Almaguer. Allí me albergaron gracias a la hospitalidad que propician las redes sociales y las buenas intenciones, dormimos muy poco esa noche, apenas dos horas.

Llegamos a las 4:00 am al aeropuerto internacional José Martí, mi primer viaje en avión, aunque fue un viaje corto en que no salimos de los límites nacionales fue una experiencia tremenda. Los dos Carlos me acompañaban, ambos blogueros, pero me llamó la atención que el creador de La Chiringa de Cuba padeciera durante y después del vuelo los afectos de la presión en los tímpanos, cualquiera creería que una chiringa estaría acostumbrada a esos avatares.

En Holguín nos esperaba Luis Ernesto Ruiz, que desde el comienzo se ha convertido en guía y compañero de nosotros. Confieso que me acecha cierto complejo de culpa por estar acá mientras tantos amigos, hermanos y colegas de la blogosfera no están compartiendo acá con nosotros, lo interpreto no como privilegio vano sino como una responsabilidad enorme sobre nuestros hombros.

Esta ciudad se nos ha presentado como algo mágico, una fiesta a la que hemos llegado oportunamente y no cesa de impresionarnos, desde la hospitalidad que se respira caminando en las calles hasta la belleza de sus mujeres. Carlos y yo estamos suponiendo que el Período Especial no pasó por aquí.

Hoy la curiosidad me llevó a conocer dos viejitos que me encontré en una esquina tomando ron y cuando les dije que venía de Matanzas, a esa hora uno era descendiente de Pérez Prado y el otro conocía la provincia de memoria. Gente sencilla y de una humildad extrema pero con cuotas de dignidad que muchas veces no encuentras en los lugares más encumbrados. A veces la vida nos recuerda que la felicidad, aunque facilite mucho las cosas, no es tan sencilla como la acumulación de bienes materiales.

Ahora comienzan las Romerías de Mayo en todo su esplendor, esta es la ciudad de los parques y en cada uno constantemente se realizan actividades de todo tipo. Una locura creadora semejante a la que vivió Cuba al inicio de la Revolución, quizás estemos necesitando algo semejante en términos políticos, que la Revolución Cubana vuelva a ser tan revolucionaria como es de cubana.

Se siente extraño pisar las calles en las que Guiteras armara un inmenso movimiento clandestino, la provincia que vio nacer a Fulgencio Batista y un cuarto de siglo después diera a luz a Fidel y Raúl con cinco años de diferencia, sin duda se trata de un lugar de contrastes. No puedo evitar pensar en un Reinaldo Arenas formándose aquí, antes que anocheciera, cuando la política cultural cubana aún no lo había excluido y ocurriera su conducta posterior.

Sin duda ha corrido mucha agua desde el primer aguacero de mayo que me sorprendiera en Matanzas rumbo a la Habana, 48 horas después lo real maravilloso se pone al alcance de la mano y las Romerías de Mayo se convierten en lugar de reunión para blogueros de otras provincias que aún están por venir. Los próximos días prometen pero son tantas las actividades que no hay tiempo para dormir; conversando de madrugada con los muchachos de Buena Fe, tratando de no perderse los conciertos de rock o trova, compartiendo con los blogueros holguineros y escribiendo casi al amanecer un post. Estoy al borde de un des-Mayo.

4 mayo 2013 52 comentarios 329 vistas
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