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Debate

Mejor del 2018: Camino a un error

por Consejo Editorial 28 diciembre 2018
escrito por Consejo Editorial

(A partir de hoy compartimos con nuestros lectores los textos más leídos del 2018. El siguiente texto fue publicado el 26 de Enero de 2018)

Solo dos de los Cinco Héroes han sido nominados diputados a la Asamblea Nacional, lo cual no sería extraño de ser un hecho fortuito pero todo indica que forma parte de cierto favoritismo en la política de cuadros del país. Un criterio de selección que tememos, sea basado en la obediencia y no en la capacidad política, que ha hecho mella en los espíritus y ayer tuvo su expresión. Escribimos porque este es un momento de definición, no respecto a un enemigo externo sino entre nosotros.

En La Joven Cuba se publicaron casi 380 artículos y 111 Cartas a Obama dedicadas a la campaña por el regreso de los Cinco. Tuvimos una relación de comunicación con varios de ellos, nuestro logo original fue dibujado a mano por Gerardo Hernández cuando estaba en prisión. No hubo alegría mayor que su regreso, pero siempre tuvimos cierta aprehensión por tenerlos de vuelta, el temor de que nuestras contradicciones internas y errores conocidos alcanzaran a nuestros héroes.

Esta situación ocurre por tener un mecanismo invisible de selección de cuadros, que ha permitido privilegiar líneas de pensamiento determinadas dentro de las fuerzas que componen la Revolución

Vimos el proceso ocurrir poco a poco. Quizás comenzó a gestarse durante la campaña de las cintas amarillas, idea de René González que cargada de simbolismo, movilizó a Cuba entera, quizás demasiado. Hubo recelos desde entonces, falta de respaldo institucional, celo quizás porque las instituciones creadas para cosas así, quedaban a la saga. Una sola oportunidad tuvo René de hacer algo por sí mismo y fue lo más exitoso en comunicación política de la última década, ¿se imaginan si alguien así estuviera al frente de la ideología en nuestra país? ¿En un país tan necesitado que le recuerden que sigue siendo una Revolución?

Pero a algún jefe no le gustaron las cintas amarillas, secreto a voces en ciertos círculos, vergonzoso para quien se siente revolucionario de verdad

En Noviembre de 2015 Osmany Sánchez publicó su artículo Cinco cargas para matar bribones donde expresaba: “Quiero que ver a los Cinco asumir responsabilidades en la dirección de nuestro proyecto social!!!” Así, con tres signos de exclamación, y no menciona a dos ni tres, cinco. Luego aclara sus razones: “No se trata de poner a dirigir a alguien solo porque es “confiable”, los Cinco han demostrado que además de ser magníficos revolucionarios, son también excelentes profesionales“.

Osmany va más allá en su análisis: “Sé que algunos no estarán cómodos con mi propuesta, se sentirán amenazados. La corrupción y los corruptos son un gran enemigo de este país. Lo dijo Esteban Morales y más tarde Raúl le dio la razón. No nos basta con una carga para matar bribones. Necesitamos Cinco“. Luego, a mediados de 2016 ya ocupaban responsabilidades laborales que a todos nos parecían honrosas como paso necesario antes de asumir empeños mayores.

Pero estábamos preocupados, conversábamos el tema pero nunca lo exteriorizamos por disciplina y fe en el sentido común.

Aún así, con sutileza alertamos del problema. En Junio de 2016, Harold Cárdenas publica su artículo El destino de los héroes, donde expresa: “La persona que decidió a dónde irían a trabajar los Cinco debe ser muy segura de si misma. ¿Cómo se asigna responsabilidades a los hombres más legitimados en la historia reciente de Cuba?“. Luego agrega: “con mucho menos esfuerzo otros han llegado muy lejos en la pirámide sociopolítica“. Quizás nuestras preocupaciones se resumen en una frase del texto: “Los países crean héroes y luego no saben qué hacer con ellos“.

Ayer Olga Salanueva compartió un mensaje en su muro de Facebook que enseguida fue reproducido masivamente en redes sociales y varios medios internacionales, con intenciones muy variadas. Como conocemos la humildad de Olga, el sacrificio que ha hecho su familia y lo justo de sus palabras, vaya a ella nuestro apoyo. Nuestra admiración por su familia no ha hecho más que crecer en las últimas horas. Resulta reconfortante también ver los cientos de personas que compartieron su mensaje. Triste ver otros criticar su mensaje apelando al recurso de no darle armas al enemigo o sugiriendo hacerlo en el “lugar y momento adecuado” (que nunca aparece). Su actitud es cómplice de este intento por hacer distinciones entre los Cinco.

A partir de hoy, se puede escuchar a los cubanos que desean verse representados por todos ellos como diputados o en responsabilidades mayores, se puede ignorar una petición que fácilmente lograría apoyo masivo de llegar a los medios, o incluso peor, tomar el camino de las represalias discretas contra los héroes de nuestra generación. En cuál sea la respuesta, va la ética de la Revolución. Tristemente, no nos sorprende haber llegado a este punto. Reproducimos sus palabras a continuación:

Mensaje de Olga Salanueva en Facebook:

Queridos amigos

Desde su regreso, en cuanto salgo de mi casa o de otro lugar con mi esposo, soy testigo de las múltiples y continuas muestras de cariño, afecto, admiración y también agradecimiento que pone de manifiesto todo el que se siente patriota y se cruza con Rene. Siempre me da la impresión, por la forma tan cercana en que se dirigen a él, de que es como cuando te encuentras a tu amigo de la infancia o a tu hermano de pronto en la calle, que sabes que no lo ves hace tiempo pero nunca lo dejaste de tener presente. Unos le dicen hermano, otras lindo, otros cuídate, te amamos, te queremos, tu eres nosotros, que Dios te bendiga, ustedes hacen falta a Cuba, pa’qué decirles, hasta uno quiso que la esposa lo besara y de las fotos ni hablar..

Digo todo esto porque estoy segurísima que el pueblo se ve representado en ellos y así se los manifiesta. Desde hace varios días muchas personas en la calle y otros en los medios nos vienen preguntando unos y dando por seguro otros, que los cinco saldrían candidatos a diputados en estas elecciones. Quiero aclarar que digo NOS porque a mí también me preguntan a diario, supongo que esto también le sucede al resto de los familiares de los cinco.

Al salir el listado de los candidatos, ha sido como una explosión de opiniones que nos llegan y les aseguro que no tengo respuesta para muchas de las interrogantes, He decidido entonces responder a las que puedo y decirles lo único que sé en cuanto a René González Sehwerert y las elecciones. Quisiera aclararles a algunos amigos que tratando de dar explicación a la no inclusión de tres de ellos realmente cometen errores.

René González regresó a Cuba en 1961 y desde entonces para los efectos de nuestras leyes es cubano porque así lo decidieron primero sus padres y luego él. Como tal pasó por tres años el servicio militar y luego voluntariamente estuvo 2 años en Angola como soldado de esta patria. Como cubano se le llamó a cumplir su misión en Estados Unidos aunque allí permaneció con sus derechos de nacimiento. Todos recordamos que renunció a la ciudadanía norteamericana para poder regresar a su pueblo y con su familia 23 años después. Aclarado esto no hay por qué pensar que René no es cubano.

Otros han tenido dudas respecto a que no tengan disposición de ser diputados y representar a su pueblo ante la Asamblea. Duele en el alma nada mas de pensar que alguien se le haya ocurrido tal idea. Jamás dudó René un segundo en dar su disposición ante la tarea de representar a su pueblo en las entrañas de la mafia de Miami, a riesgo de su vida y dejando en pleno año 1990 a su esposa y su hija de seis añitos, pasando ellas por la vergüenza de ser familia de un desertor. El resto de la historia la mayoría la saben.

A la oficina de René un día llegó un representante del sindicato de Cultura, al cual él pertenece por ser vicepresidente de la Sociedad Cultural José Martí. Le dejaron una planilla a llenar con sus datos personales alegando que había sido propuesto por este sindicato a candidato a diputado. El la llenó y la entregó. Al resto de los cinco les sucedió de igual manera propuestos por diferentes lugares. Hasta ahí lo que sabemos, nunca más fue consultado, ni llamado, ni nadie se le acercó para pedirle ni opinión ni otra disposición.

René siguió trabajando como siempre lo ha hecho y lo he visto hacer desde hace 35 años en cada tarea que se le ha asignado, entregado en cuerpo y alma, con tremenda alegría y optimismo que todo el que lo conoce bien sabe que siempre lo acompañan, con su tremenda transparencia y acometida contra lo mal hecho. Todo a pesar de que esta tarea no tiene nada que ver con su vocación, y de que ni siquiera puede ejercer la profesión que ama. Hasta ahí lo que sé, ayer de pronto el listado de los candidatos y la avalancha de preguntas.

Mi respuesta: Pregúntenle por favor a la comisión, yo no encuentro razón alguna para que los cinco no sean diputados. Se lo merecen en primer lugar, están más probados que el chocolate, Cuba los necesita también a ellos. Es muy de mal gusto tratar de establecer diferencias entre los cinco, cuando el imperio lo intentó con todo su poderío se cogió el c… con la puerta. Siempre serán hermanos y revolucionarios probados.

Una amiga en facebook manifiesta: “Dudo que alguna comisión de candidatura los haya excluido porque sí, esas comisiones están integradas por gente de bien. Dudo que alguien pueda obviar a los Cinco, porque son el corazón mismo de esta Isla. Alguna otra razón debe haber, supongo…”

Compañera, siento decirle que no hay error alguno. Tres de los cinco fueron obviados por la comisión, lo que representa, en mi opinión, una nueva y gran injusticia contra los cinco héroes de la República de Cuba.

Revolucionariamente siempre.

Olga Salanueva Arango.

28 diciembre 2018 1 comentario 271 vistas
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Reciprocidad

por Alina Bárbara López Hernández 7 noviembre 2018
escrito por Alina Bárbara López Hernández

Para Harold, en su cumpleaños…

El espacio televisivo Hacemos Cuba transmitió el pasado viernes un programa cuyo objetivo era explicar cómo se efectúa el procesamiento de las opiniones expresadas en el proceso de consulta popular sobre el Proyecto de Constitución. El invitado fue Homero Acosta, Secretario del Consejo de Estado y miembro de la comisión redactora desde la génesis del documento.

Conocimos que existen dos grupos para asimilar las opiniones de la ciudadanía: uno para el procesamiento de la información y otro para el análisis de la misma. Se precisó que el grupo de análisis está formado por treinta personas, ocho miembros de la Comisión Redactora y veintidós especialistas de la esfera jurídica.

El proceso concluye en una oficina donde un denominado Grupo Central despacha con los miembros de los subgrupos de análisis, en acaloradas discusiones según nos cuentan. Es un momento crucial, aquí se decide qué modificaciones, añadidos o supresiones tendrá el Proyecto para entregarlo finalmente a la Asamblea Nacional con el fin de ser valorado y aprobado.

Quiénes conforman el Grupo Central no fue aclarado, pero en la toma televisiva de una de las discusiones se aprecia a tres personas presidiendo la amplia mesa: el propio Homero Acosta; José Luis Toledo, jefe de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos de la Asamblea Nacional y a otro miembro que no logré identificar. Confieso que no me tranquiliza nada el hecho de que sean ellos quienes decidan, dada la postura que caracterizó a los dos primeros durante el debate en el seno de la Asamblea dedicada a valorar el Proyecto antes de que pasara a consulta popular.

Para Homero Acosta, que manejó una curiosa terminología médica, la consulta permitirá: “Palpar la voluntad popular”, “auscultar la opinión del pueblo”, “tomarle el pulso a la opinión del pueblo”. No me cabe duda de que lograrán estos tres objetivos, y el resultado se materializa en las opiniones ofrecidas durante la consulta, desde las personas más sencillas hasta los intelectuales reconocidos, desde los ancianos hasta los jóvenes, hombres y mujeres, cubanos residentes dentro y fuera de la Isla; entre todos, en un proceso de construcción colectiva, las contribuciones al Proyecto han sido sumamente aportadoras.

Nos entregaron un documento con dificultades de estilo y redacción y se les devuelve editado y corregido. Nos ofrecieron una perspectiva con omisiones históricas en su preámbulo y ellas fueron reveladas, entre otros muchos por renombrados profesores y catedráticos de Historia. El proyecto asume un marxismo-leninismo alejado de la dialéctica marxista, y llamamos la atención sobre ello. Posee imprecisiones conceptuales peligrosas para una Cuba verdaderamente democrática, y a cambio proponemos modificaciones sustanciales. Tiende al empoderamiento de la clase dirigente, y les formulamos el modo de empoderar al pueblo.

Ofrece un papel activo al capital extranjero en detrimento del nacional, y se le deja claro que  la oportunidad de salvar la nación debe ser, primero, de los cubanos. Le falta correspondencia entre los derechos declarados y los protegidos, y señalamos tales incoherencias. Nos dieron una ley de mínimos y demostramos que podía hacerse un proyecto más confiable y que no sea estrictamente dependiente de las leyes complementarias (casi siempre decretos leyes) en aspectos esenciales… En fin,  son muchos los aspectos que demuestran que la ciudadanía cumplió con creces su papel. ¿Qué no todos piensan igual? ¿Qué hay discrepancias marcadas en algunos aspectos?, es muy cierto.

Ocurre que la famosa imagen de un monolito para representar al pueblo, solo existe en el discurso político de nuestros dirigentes.

La exposición de Acosta fue muy clara: esta no es una consulta vinculante, la opinión de los ciudadanos que debaten el documento, aun en aspectos en que sea mayoritaria, no incidirá obligatoriamente en la transformación de determinados aspectos del mismo, pues el enfoque no es cuantitativo. El invitado aseguró, sin embargo, que todos los planteamientos se tienen en cuenta, que el pueblo puede “sentirse orgulloso de haber construido una constitución” y que hay que lograr legitimidad y consenso.

Ahora nos tocará reciprocarles. La versión del Proyecto que redacten tras la consulta nos permitirá palpar, auscultar y tomarle el pulso a la burocracia política. Las ciudadanas y ciudadanos gozamos de buena salud. Veremos nuestros decisores.

7 noviembre 2018 35 comentarios 496 vistas
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Arnold August y las acusaciones ligeras

por Consejo Editorial 8 octubre 2018
escrito por Consejo Editorial

Editorial de La Joven Cuba

El escritor canadiense Arnold August recientemente estuvo en la Universidad de Matanzas impartiendo una conferencia, donde aprovechó para descalificar a La Joven Cuba y sus miembros. Esta es nuestra opinión al respecto.

Que un escritor extranjero apoye a Cuba en su legítimo reclamo de soberanía, es importante. Que tal escritor se tome la molestia de impartir conferencias explicando las dinámicas que impone el bloqueo a Cuba, es necesario. Que aproveche su presentación para influir en el debate nacional sobre cuáles formas de participación política son legítimas en Cuba, para encumbrar a unos y descalificar a otros, es un error.

August llegó y habló en malos términos de LJC y sus miembros. Uno de nuestros editores es profesor allí y estaba en la universidad mientras el visitante despotricaba contra este proyecto fundado por jóvenes hace 8 años. Como siempre, alguien aprovechó para acumular méritos políticos apoyando estas acusaciones ligeras, y lo llevó un paso más allá. Afirmó que uno de los miembros de LJC es un agente enemigo, de la CIA para ser exactos, y el escritor no lo rectificó. Esto merece un comentario.

La acusación de ser “agente de la CIA”, se utiliza en Cuba para neutralizar socialmente a determinadas personas y crear un halo de sospecha sobre ellas. Es una condición que a menudo se emplea a la ligera y que pone en el acusado la responsabilidad de demostrar su inocencia en lugar de ser el acusador el que necesite demostrar sus argumentos. Esta acusación viola la presunción de inocencia, pero es efectiva porque logra amedrentar algunos.

Si algo nos enseña la historia es que los verdaderos agentes de la CIA en Cuba son encarcelados inmediatamente, sin que se hable públicamente al respecto. Recordemos a Miguel Álvarez, ex asesor de Ricardo Alarcón de Quesada (anterior presidente de la ANPP), que fue condenado a 30 años de prisión en Cuba por cargos de espionaje. No hubo una palabra al respecto en los medios. Las personas que tienen acceso a información de inteligencia, no andan comentando a la ligera asuntos de tan grave naturaleza.

Que todavía algunos individuos en Cuba estén usurpando las funciones del Ministerio del Interior, alimentando purgas y atacando la credibilidad de otros sin aportar evidencias, eso sí es un problema.

¿Por qué Arnold August dice tal cosa como si fuera normal? Pertenece a una corriente de pensamiento, influyente en algunas instituciones, que solo reconoce como legítimas las formas de participación política que están subordinadas u organizadas por el Estado. Además, tiene una relación personal con individuos cuya función en la estructura estatal, es monopolizar el debate.

Como sabe todo el que lo conoce, el mejor promotor de Arnold August y su obra, es Arnold August. Que venga a presentar sus investigaciones y libros, a mostrar su solidaridad con el país, se agradece. Pero alguien que ostenta la medalla de la amistad con Cuba, no debería estar alimentando el fuego de las diferencias internas en el país.

Que en redes sociales interpele a los jóvenes que escriben en nuestro foro, que intente amedrentarlos incluyendo en el debate a sus amigos funcionarios y periodistas que ostentan responsabilidades gubernamentales, que se dedique a la vigilancia digital para sacar de contexto publicaciones personales, provocando confrontaciones entre cubanos, que haga todo esto con anuencia estatal, es peligroso. LJC le responde porque hacer silencio sería permitir la impunidad, pero esa dinámica de las agresiones digitales no nos interesa, nunca la iniciamos y francamente no la necesitamos.

A Arnold August le es fácil repetir acusaciones que a él no le constan, las hace en Cuba a sabiendas de que en su país eso sería imposible sin consecuencias legales. No dejamos de apreciar su solidaridad con la lucha del pueblo cubano, pero debería cuidarse de atribuir imputaciones sin base e intentar inhabilitar políticamente a quienes participan en el debate público nacional, mucho menos venir y hacerlo en la cuna donde surgió LJC. En su condición de extranjero, su actitud no está muy lejos de ser un acto de injerencia. Nuestra mejor respuesta a estos ataques, será aportar aún más y mejor al debate nacional.

8 octubre 2018 55 comentarios 405 vistas
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Nueva Carta Magna

por Consejo Editorial 12 agosto 2018
escrito por Consejo Editorial

En 2019 Cuba tendrá nueva Constitución. Mucho se habla en la calle sobre el tema, y eso, es buena señal. El interés y el debate que suscita en el país este cambio, permitirá lograr el ejercicio popular que se quiere. Todos y cada uno de los que tienen algo que decir, podrán hacerlo y aportar, a lo que a partir de ahora será por mucho tiempo, la nueva Carta Magna de este país.

Aunque la experiencia ha demostrado que en Cuba hay seriedad y responsabilidad para alcanzar resultados positivos antes estas consultas, lo más novedoso en estos casos será el debate mismo y lo que las personas sean capaces de decir.

En esta ocasión el diálogo trasciende las fronteras y llega a cada uno de los rincones donde están los cubanos. No solo en la Isla sino también en el exterior, se debatirá este Anteproyecto que cambiará alrededor del 70 por ciento de lo que hoy rige al país.

Hablar de temas tan delicados como la familia, la tolerancia, la discriminación; analizar las nuevas formas de gobierno, cómo organizar estructuralmente mejor al país; reconocer nuevas figuras sociales y económicas, declarar derechos internacionales, de ciudadanía, posiciones diplomáticas y otros muchos temas en un documento como este, pone a Cuba en una posición muy avanzada con respecto a otros países de la región y del mundo.

Sin embargo, lo fundamental es que los cubanos se sientan identificados con todo lo que proponga la nueva Constitución, que se domine, que se cumpla que haga de Cuba un mejor país, pero que sobre todo sea capaz de representar a los que vivimos en esta Isla.

(Editorial de la revista número 18 de La Joven Cuba)

12 agosto 2018 5 comentarios 221 vistas
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Proyecto Constitucional: ser y parecer

por Alina Bárbara López Hernández 30 julio 2018
escrito por Alina Bárbara López Hernández

“Lo esencial es invisible a los ojos”, dice el adorable Principito de Antoine de Saint Exupery. “Quien lleva mucho dentro necesita poco afuera”, aconsejaba Martí a la pequeña María Mantilla. “Es mejor ser que parecer”, reza un antiguo proverbio. Frases ciertas. Pero lo que es una verdad para la literatura, la moda o la vida, puede no serlo para la política. En política nada debe ser invisible a los ojos, se necesita por igual adentro y afuera; en fin, hay que ser y parecer.

Una constitución confeccionada por el pueblo debe parecer eso y no otra cosa. No basta con un equipo de 13 que elaboró el Anteproyecto de Constitución durante varios años, una comisión de 33 que la revisó y transformó durante pocos meses, un buró político que la analizó por cuatro días, y una Asamblea Nacional de 605 diputados que la debatió por apenas un día y medio.[1]El pueblo, en cada uno de sus ciudadanos, debió ser protagonista del proceso desde su génesis. Nuestros criterios debieron emerger desde el primer momento y más cuando se trata de una reforma total de la Constitución vigente. La rauda aprobación del documento por la Asamblea da la sensación de una barrera entre los dirigentes (políticos y diputados) y los ciudadanos. Incluso, la anunciada y posterior consulta popular desconoce la participación de la ciudadanía como activa y solo le confiere un papel secundario y casi ritual.

Una escueta nota de la Agencia Cubana de Noticias informaba: “Las diez Comisiones Permanentes de la Asamblea trabajarán a puerta cerrada desde hoy miércoles hasta el viernes, antes de la plenaria —prevista del 21 al 23 de julio— donde se debatirán las actualizaciones de la Carta Magna vigente”. Esta actitud, que separó los debates de la Asamblea del pleno conocimiento y la participación popular directa, al televisar solo algunos resúmenes, contrasta con otros procesos constitucionales en nuestra historia.

La Asamblea que conformó la primera constitución republicana, de 1901, trabajó durante largos meses. Las sesiones fueron intensas y la mayoría públicas. La presencia de espectadores sirvió de caja de resonancia para los debates, efectuados en el teatro Irioja, actual Martí. El público que asistía desde palcos y balcones, participaba aprobando o condenando las intervenciones de los constituyentes. Muchas veces el Presidente de la Constituyente tuvo que amenazar con expulsar a los presentes por las manifestaciones de apoyo o rechazo a alguna intervención.

La prensa también fue protagonista activa, y daba a conocer tanto las opiniones de los políticos como las de los lectores. Publicaciones como el Diario de la Marina, La Lucha, La Discusión, Patria, el estrenado El Mundo, y otros de la capital y del resto de Cuba ofrecían resúmenes diarios de lo discutido en la convención. El periódico La Discusión, por ejemplo, en su sección “Asamblea Constituyente”, publicaba un resumen de los debates de la noche anterior.

Las cartas y telegramas sobre el tema inundaron los periódicos, muchas veces con copia a la Asamblea. De esta forma, la construcción de la Constitución que normaría la vida republicana fue calando en la opinión pública como ejercicio ciudadano, abierto al debate, en el que de una forma u otra pudo participar buena parte de los cubanos interesados en los destinos de su patria.

El proceso que dio lugar a la Constitución de 1940 fue muy superior. Había existido una revolución de por medio. Las sesiones también fueron públicas y la prensa seguía cada día lo acontecido, entrevistaba a ciudadanos, políticos, intelectuales y especialistas en Derecho. Sin embargo, lo que distinguió a este período de debates fue el rol desempeñado por la radio, que vivía su época de oro.  Esta tuvo el derecho a transmitir, a micrófono abierto, todas y cada una de las sesiones de la Asamblea Constituyente. El propio Partido Comunista, recién legalizado, la apreciaba como el medio de propaganda por excelencia, pues: “la Radio, cuya baratura la pone hoy al alcance de las familias más modestas, llega diariamente a todos los rincones de un país, desde el palacio de un millonario a la choza de un pastor”.[2] Y a todos los rincones de Cuba llegaron las controversias de la Asamblea Constituyente. Por si fuera poco, en los parques de poblados, pueblos y ciudades, fueron ubicados altoparlantes para que los ciudadanos pudieran escuchar la programación radial que informaba, minuto a minuto, de los debates.

La riqueza y seriedad de las discusiones, unidas a la preparación teórica y jurídica de los delegados puede constatarse por cualquier persona que solicite el Diario de Sesiones de la Asamblea Constituyente de 1940, dos enormes tomos disponibles en muchas bibliotecas de Cuba.

Es cierto que la Constitución vigente desde 1976 no concibe una Asamblea constituyente, y determina como único órgano con capacidad legal para esto a la Asamblea Nacional del Poder Popular. Aun así, no se justifica que las dos constituciones elaboradas en la República burguesa, con tener ese carácter, parecieran más cercanas al pueblo que el actual proceso de gestación de una Constitución socialista. Como afirmara un especialista en Derecho Constitucional: “lo más importante es colocar al pueblo en el lugar de la decisión, no solo final, sino en todos los momentos del proceso de creación, porque esta será la garantía de la legitimidad de la constitución y de su armonía ética con las aspiraciones sociales de la mayor cantidad de personas posibles”.[3]

En una época en que la revolución de las comunicaciones ha convertido al mundo en una aldea global no se necesitaría abrir, literalmente, las puertas del parlamento, ya bastante hacinado. Habilitar altoparlantes y radiar las sesiones sería un anacronismo. Sin embargo, televisar todas las sesiones en vivo; publicarlas en los sitios de internet; habilitar telefonos y un sitio web para que el que desee pueda votar, párrafo a párrafo, en tiempo real, (como se hace con los Premios Lucas, o en Telesur) y constatar los resultados de la votación también en tiempo real, o proponer modificaciones; esos serían mecanismos actuales que podrían lograr que nuestra nueva Constitución no solo sea, como nos juran, del pueblo y para el pueblo; sino que también lo parezca.

[1]Pues de los cinco días en que sesionó la actual legislatura se dedicaron dos al estudio individual de los diputados, además de que se trataron cuestiones internas, se informó sobre la liquidación del presupuesto del Estado del año 2017, se presentó el nuevo Consejo de Ministros y se hizo una extensa presentación del Anteproyecto a la propia Asamblea.

[2]Juan de los Ríos: “Arte y Política”, en Noticias de Hoy, 15 de mayo, 1940.

[3]Julio A. Fernández Estrada: Una constitución a la medida del futuro, https://cubaposible.com/una-constitucion-la-medida-del-futuro-nuevos-derechos-nuevas-instituciones-nuevas-utopias/

30 julio 2018 59 comentarios 212 vistas
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Ariel Ruiz Urquiola: secuelas de un debate

por Consejo Editorial 5 julio 2018
escrito por Consejo Editorial

Por: Ernesto Mederos García

En Cuba el internet es frágil y caro. Los que vivimos aquí intentamos usarlo para lo indispensable. Facebook es un relajo y esto no necesita argumento. Pero mi catarsis no va sobre esto. Hace varios días noto cierta tirantez entre mis amigos a raíz de la postura o impostura con respecto al encarcelamiento de Ariel Ruiz Urquiola.

La culpa está en todos los que a ratos le hemos pasado paños tibios a esa parte de la Revolución que no es revolucionaria, que es represiva y torpe. Pero también la culpa está en aquellos que guardan silencio ante una disidencia corrupta, inculta y mentirosa, y que además navegan con holgura por el ciberespacio, al menos lo suficiente para verificar las fuentes de lo que encuentran aquí.

Me molesta que ningún medio nacional se haya pronunciado al respecto para informarnos. Y no tiene justificación más allá de la tautología del poder. He leído sobre oportunismo sin entender claramente a qué se refieren: si a los que se han manifestado o a los que no. He leído calificativos como “cobardes de contén” sin evitar pensar en el concepto de “valentía de ultramar”. He visto a mis amigos avergonzarse de otros, bloquearse, amenazarse, ofenderse. He leído a muchos que aquí no dispararon un chícharo pronunciarse como activistas por los derechos humanos.

Ariel es inocente. Pero todo esto es mucho más que Ariel y todos lo sabemos. Y no somos libres de culpa.

5 julio 2018 33 comentarios 290 vistas
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El mensaje actual

por Miguel Alejandro Hayes 9 mayo 2018
escrito por Miguel Alejandro Hayes

Apenas un tercio de la población cubana tiene acceso regular a internet. De ella, la inmensa mayoría  lo usa para redes sociales, Imo y fines académicos. El espacio que queda para los blogs es apenas muy reducido. Siendo así, ¿a dónde llegan los mensajes y debates de estos espacios alternativos? ¿Qué efecto pueden tener en la vida política nacional? ¿Lo aprovechamos racionalmente?

Entre las cosas que están claras, es que los blogs vienen a satisfacer la necesidad de polémica y pluralidad de criterios que los medios tradicionales no cubren, por razones que no vale la pena mencionar. Una de las esencias de estos es enriquecer el proceso de construcción social en Cuba a partir de cierto debate responsable.

¿Qué hacemos con estos espacios conquistados en la red? Los cubanos tenemos muchas virtudes, pero últimamente no hemos formado mucha cultura de debate y eso nos está pasando la cuenta, convirtiendo estos espacios en arena para el descrédito de otros.

No sé si los orígenes de eso está en el autoritarismo de algunos -quiero pensar que sí y que no es algo propio del cubano-, pero lo cierto es que no quedó muy claro lo que era -lo de dentro de la Revolución- y muchos se están aprovechando de eso para ejercer su poco poder de diálogo.

Por suerte hay sectores no tan extremistas que aceptan posturas alternativas y se presentan bastante abiertos en materia de criterios políticos. Sin embargo, lo que ocurre es que muy pocos están dispuestos -según la doctrina de dentro de la Revolución todo- a dialogar con los que están “fuera” de esta. Es ahí donde se acusa de contrarrevolucionarios a cualquiera y se dice que no se tiene nada que hablar con ese, y toda una serie de encadenamientos basados en el dime con quién andas.

Lo anterior me conduce a otra pregunta, ¿hay límites estrechos para el diálogo o es que realmente no sabemos hacerlo? El resultado es que cada cierto tiempo (ya se puede hacer una función matemática para registrarlo) ocurren querellas en los espacios alternativos y comienzan las acusaciones.

Mi opinión como miembro de La Joven Cuba es no dejar que eso nos distraiga de los verdaderos problemas

No se puede andar por ahí diciéndole contrarrevolucionario (o reformista según el caso) a todo el que tenga pensamiento crítico o sea un idealista de la libertad que hoy en Cuba no podemos permitirnos. Por eso apoyo que se deba uno defender de los ataques y considero legítima la respuesta de Osmany ante lo acontecido recientemente con las críticas hechas por Cuba Posible. Ahora, mi opinión como parte de La Joven Cuba, es el llamado a no dejar que eso distraiga la atención de los verdaderos problemas. No somos hinchas de un club de futbol que juegan a agredirse con otros, somos cubanos con la responsabilidad de trasmitir un mensaje.

Mientras esto transcurre, sigue ese modelo que no se actualiza, ese nuevo hotel en construcción en el Vedado -que es para preocuparse-, algunos disidentes revueltos y pares de corruptos sueltos. Eso es suficiente como para no dedicarle tiempo a andar  diciendo que este o aquel es tal adjetivo, solo porque no le gusta o no está de acuerdo con cómo se hacen las cosas en Cuba. O mejor dicho, porque no somos del mismo séquito.

Si nuestro alcance sobre la población en general no es muy amplio, no enfoquemos la labor política en etiquetas y fraseologías, eso puede convertirse en la venda que no nos deje ver el bosque. El poder de la comunicación y el ejercicio del criterio debemos usarlo para enriquecer nuestra cultura política y aprovecharlo racionalmente en debates fértiles. Ese debe ser el contenido de los mensajes que se intenten trasmitir.

La defensa es válida siempre que no desvíen  los objetivos del combate. ¡Ya se verá quienes son los verdaderos revolucionarios!

9 mayo 2018 66 comentarios 344 vistas
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Debate en Al Jazeera sobre relevo presidencial

por Consejo Editorial 21 abril 2018
escrito por Consejo Editorial

El pasado 19 de Abril de 2018 uno de los miembros de La Joven Cuba participó en un debate en vivo en Al Jazeera en el programa The Stream. El programa estuvo dedicado al relevo presidencial en Cuba y duró aproximadamente media hora. En él participaron el profesor Arturo López-Levy (Universidad de Texas), Ramon Saúl Sánchez (Movimiento Democracia), Amalia Dache‐Gerbino  (Universidad de Missouri) y Harold Cárdenas Lema uno de los editores de este blog. Otros colaboradores de LJC como Yassel A. Padrón y Luis Carlos Battista también participaron a través de tweets y videos grabados.

En orden, Arturo López Levy, Harold Cárdenas, Amalia Dache‐Gerbino y Ramon Saúl Sánchez

En orden, Arturo López Levy, Harold Cárdenas, Amalia Dache‐Gerbino y Ramon Saúl Sánchez

La Joven Cuba siempre ha mantenido su postura de defender fuera de nuestras fronteras la soberanía del país, y en suelo patrio tanto defender como cuestionarse lo que beneficie o perjudique a nuestra sociedad. Aunque el debate fue en inglés, Harold resumió escuetamente en su muro de Facebook varios de los puntos que abordó en el debate y los compartimos a continuación junto al video íntegro:

“Díaz-Canel es un líder por sí mismo. Ningún cambio en #Cuba puede ser producto de la presión extranjera. Hay hipocresía cuando se critica la influencia rusa en la política doméstica de #USA mientras este hace lo mismo a Cuba. Creo en la participación política de todos los cubanos que no apoyen una política de cambio de régimen con respaldo extranjero, la soberanía va primero. Socialmente #Cuba es hoy un mejor país que antes, económicamente está mal pero es difícil juzgar porque el embargo distorsiona todo. La narrativa bipolar en blanco y negro no es cierta, Cuba tiene virtudes y defectos, queremos un país con relaciones normales con #USA y así cambiar las cosas que deben cambiar, Díaz-Canel puede jugar un rol positivo en esto”

21 abril 2018 55 comentarios 363 vistas
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