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Debate

referente

Un referente imprescindible para entender el debate actual

por Ivette García González 1 marzo 2021
escrito por Ivette García González

«He llegado a la conclusión de que la política es demasiado seria para dejarla en manos de los políticos».

Charles de Gaulle (1890-1970)

***

En mi texto anterior hice referencia a la legitimidad y complejidad de las corrientes de pensamiento político que se manifiestan en el debate actual en y sobre Cuba. Es un tema de la mayor importancia porque en el fondo atañe a si lo que debemos hacer los cubanos es reformar, actualizar o transformar la sociedad.    

Como en otras épocas de nuestra historia, a través de esos flujos que cohabitan en un escenario crítico y contradictorio, se perfilan diversos proyectos de país. De ahí el significado de identificarlos según sus referentes, presupuestos fundamentales, promotores, sectores que representan y vías de socialización de sus ideas.

El poder de las ideas hoy en Cuba

Un referente imprescindible para lograr ese propósito es la obra del Dr. Juan Valdés Paz, Premio Nacional de Ciencias Sociales; en particular su texto «Cuba: cambios institucionales que vendrán (1959-2015)», incluido en el libro Revolución cubana. Algunas miradas críticas y descolonizadas, del sello editorial Ciencias Sociales, que luego de mucho batallar vio la luz recientemente. Bajo la coordinación de Luis Suárez Salazar lo preparamos desde el 2015 varios escritores de la Sección de Literatura Histórica y Social de la Asociación de Escritores de la UNEAC, que me honré en presidir entre el 2014 y el 2020.

I

El capítulo de Valdés Paz versiona su exposición en la VII Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales, celebrada en noviembre de 2015 en Medellín, Colombia. Las que entonces denominó como «corrientes de interpretación de las políticas en curso» las consideró «revolucionarias y reformistas», por ende «a la izquierda del actual régimen». También como transversales a la sociedad cubana: instituciones, funcionariado, grupos civiles y dirigentes.

De acuerdo a su análisis, dichas corrientes emergieron del conjunto de los «Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución» aprobados en el VI Congreso del PCC realizado en abril de 2011 —que procuraban un nuevo modelo económico socialista—, las medidas implicadas y su efectiva implementación. 

Ambos modelos económicos, el existente y el que se pretendía, se declaraban socialistas bajo un mismo fundamento: la persistencia del carácter estatal de casi todos los medios de producción, la planificación centralizada de la economía y las prioridades para la distribución del producto, principalmente hacia la política social. Cuán socialista es un modelo económico que no asume la democracia en esa esfera, fue parte de la polémica entonces.

II

En un excelente ejercicio de interpretación sociológica, Valdés Paz identificó en aquel momento cinco corrientes con base en posturas de igual cantidad de actores: dirigentes, funcionariado, intelectuales, cuentapropistas y otros sectores de la población.

Las dos primeras categorías las había definido en su libro La evolución del poder en la Revolución cubana, publicado en dos tomos entre 2016 y 2018 por la Fundación Rosa Luxemburgo en México. Los «Dirigentes», también llamados «cuadros», son los actores del sistema político con facultades de decisión. El «Funcionariado» equivale a la categoría de «burocracia», pero sin incluir a los empleados.

Enero de 1959 y la utilidad de la memoria histórica

A continuación sintetizo aquellas corrientes que reflejan el conjunto de ideas previas e inmediatamente posteriores a los Lineamientos y al proceso de reformas anunciado hace diez años.

1. Convencional. De inspiración soviética. Su visión es la del Socialismo de Estado, equiparando socialización y estatización. Entiende la democracia como provisión de bienes y servicios por parte del Estado. Concibe las reformas como concesiones, por tanto, deben ser limitadas y reversibles. Frenan su implementación y consideran que estas deben preservar sobre todo la función reguladora del Estado y el sector estatal de la economía. Sus actores son dirigentes, funcionariado y sectores de la población dependientes de las políticas públicas.

2. Guevarista. Se inspira en el ideario del Che, sobre todo lo concerniente a la construcción del socialismo y el papel de la subjetividad. Se distingue de la anterior en que su visión del socialismo concede un mayor papel a la participación de los sujetos sociales en los asuntos públicos; respecto a las reformas, pone énfasis en limitar las que atañen al mercado y en reforzar las funciones del Estado, sobre todo la planificación, a la vez que en limitar los poderes del funcionariado. Entre sus actores incluye, además, a intelectuales.

3. Socialistas críticos. Se inspiran en diversas corrientes y en las críticas al Socialismo Real. Ven el socialismo como un proceso ascendente de autogobierno y autogestión de la población, una permanente socialización y democratización de todas las esferas. Consideran que las reformas deben transcurrir en un escenario de información abierta, de consulta y debate. Reclaman medidas de salvaguarda socialistas, entre ellas las que limitan el proceso de privatización en favor de la cooperativización. Aspiran a que las reformas produzcan una menor estatización y una mayor socialización. Sus actores son intelectuales, profesionales y sectores colectivistas de la población.

4. Socialdemócrata. Se inspira en la socialdemocracia histórica de izquierda y la experiencia del capitalismo norte-europeo. Concibe el socialismo como una economía mixta bajo reglas capitalistas y un Estado benefactor. La democracia debe basarse en el perfeccionamiento de los mecanismos de representación política y social. Frente a las reformas, opta por la aceleración de la desestatización de la economía y la generalización de las relaciones mercantiles. Entre sus actores está parte del funcionariado (administrativo y económico) y sectores autogestionarios de la población.

5. Socioliberales. Tiene importantes convergencias con la anterior. Se inspira en el liberalismo social y en la reforma china. Opta por un «socialismo de mercado» competitivo, con una desestatización y desregulación al máximo del sistema económico. Restringe la democracia a la esfera política y considera debe ser sobre todo representativa y delegativa. Las reformas deben ser de manera continuada y acorde a la eficiencia. Asume que un mayor patrón de desigualdad es inevitable y debe ser compensado con asistencia social focalizada. Sus actores son los mismos anteriores, más algunos profesionales.

III

Como puede verse, salvando las diferencias en cuanto a ritmos, prioridades y alcance de las reformas, todas las corrientes favorecían el proceso. Aunque el objetivo era la economía, tales posicionamientos, como ocurrió en los años sesenta, dejaban ver los diversos modos de entender el socialismo y pensar el futuro de Cuba.

Tanto las dos primeras corrientes —Convencional y Guevarista—, como las dos últimas —Socialdemócrata y Socioliberal— mostraban importantes coincidencias y solo algunos matices diferenciadores. De las cinco, solo en la Guevarista y la Socialista Crítica el autor identificó a intelectuales. Al tratarse de una interpretación sociológica del contexto económico, predominan actores del funcionariado, cuentapropismo y de los sectores populares dependientes de las políticas públicas. Obviamente, los dirigentes se ubican en la corriente Convencional.    

¿Cuánto de esa interpretación sociológica realizada en el 2015 está presente en las corrientes de pensamiento político que hoy se articulan en los debates y en las que los intelectuales tienen un papel significativo? Muchas cosas han cambiado en estos seis años, no pocas asociadas a la puja de intereses, aspiraciones y reivindicaciones que entonces quedaron en lo profundo de aquel proceso.

Hoy más que entonces conviene reflexionar y participar. La política está en todas partes, de un modo u otro nos afecta a todos. El consejo que en su tiempo José Ortega y Gasset diera a los jóvenes aplica al resto de los ciudadanos: «(…) haced política, porque si no la hacéis se hará igual y posiblemente en vuestra contra».

1 marzo 2021 33 comentarios 3.840 vistas
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ideas

El poder de las ideas hoy en Cuba

por Ivette García González 23 febrero 2021
escrito por Ivette García González

«(…) de los derechos y opiniones de sus hijos todos está hecho un pueblo, y no de los derechos y opiniones de una clase sola de sus hijos».

José Martí (1853-1895)

***

En materia política, las corrientes de pensamiento se identifican por los elementos principales que defienden desde determinados presupuestos ideológicos: ideas —sobre formas de gobierno, democracia, sistema económico—,  fines —cómo la sociedad debería funcionar— y métodos para lograr los propósitos que las animan. También por los referentes —teóricos y prácticos— más reconocidos de sus principios y valores.[i] Dichas corrientes se orientan a la influencia y acción política a través de diversas formas asociativas: movimientos, partidos, asociaciones, etc., y sus tendencias o facciones.

Hace poco, varios intelectuales respondimos preguntas sobre la actualidad cubana a colegas latinoamericanos. Me correspondió explicar esta cuestión de las corrientes políticas y sus presupuestos en torno a la democracia y el socialismo, que son temas recurrentes. Es asunto importante y complejo, máxime cuando estamos en una coyuntura crítica de nuestra historia. Atendiendo a la brevedad del espacio, propongo centrar la atención en los antecedentes, el contexto y la legitimidad de esa diversidad para pensar y hacer por Cuba.

De dónde venimos

El triunfo de la Revolución (1959) fue un hito trascendental en un escenario crítico. Los cubanos venían pensando y luchando por un nuevo proyecto de país desde diversas corrientes de pensamiento. Rápidamente el debate se profundizó y radicalizó. Decantó toda opción del liberalismo y se enfocó en el tipo de socialismo que convenía a Cuba.

Resultado de un conjunto de factores en el que pesó no poco la hostilidad de los EEUU, tuvo lugar un cambio en la correlación de fuerzas internas a favor del Partido Socialista Popular (PSP, comunista) articulado con la URSS. A esto habría que agregar el voluntarismo y la euforia que acompañan a toda revolución y el significado del liderazgo de Fidel Castro. En consecuencia, se asumió el modelo soviético, lo que aseguraba el respaldo económico y la defensa del país en tiempos de Guerra Fría. Su diseño, de inspiración estalinista, se caracterizó por ser estatista, verticalista, burocrático y con una enérgica ideología de Estado; el mismo se institucionalizó desde mediados de los años setenta del siglo pasado.

Durante décadas hubo una convivencia relativamente conflictiva entre heterodoxia y ortodoxia, marchas, contramarchas y crisis económicas recurrentes. Aparecieron intentos reformistas en determinados momentos, pero, como tendencia, el pensamiento crítico y renovador fue asfixiado una y otra vez. Aunque se implementaron determinadas reformas, por lo general económicas, estas se presentaron y manejaron desde arriba como indeseadas, imprescindibles y reversibles, en aras de preservar lo básico.

Esas y otras limitaciones padecieron los países europeos de igual matriz ideológica que colapsaron: el control absoluto de la sociedad y la intolerancia de la diferencia desde el poder. En la variante cubana los ejemplos sobran, aunque fueron parte de los silencios de estas décadas: Congreso Cultural (1968); Congreso de Educación y Cultura (1971); Quinquenio Gris; cierre de la revista Pensamiento Crítico y del Departamento de Filosofía de la Universidad de La Habana; los intentos reformistas de los ochenta, ahogados con el llamado «Proceso de rectificación —de ratificación según algunos críticos— de errores y tendencias negativas» (1986); la depuración del CEA (Centro de Estudios sobre América) en los noventa, entre otros.

El escenario de la polémica hoy

El contexto actual donde tienen lugar las contradicciones y polémicas es más complejo, crítico y diverso. Tres importantes fenómenos se relacionan y/o explican:   

1) El modelo social socialista asumido —que abarca todas las esferas— se agotó hace tiempo. La crisis escaló de lo económico hasta ser estructural y sistémica. Asistimos a la fractura de la hegemonía y el consenso políticos, a la pérdida de confianza en el poder y en las perspectivas de futuro. Se han debilitado el ideal de la Revolución y el Socialismo.

Como en los países que lo inspiraron, la variante cubana de ese modelo foráneo derivó en el ejercicio del poder por una burocracia política devenida en nueva clase, al estilo —salvando las distancias— de la que describiera el comunista yugoslavo Milovan Djilas en su obra  homónima. Tal fenómeno, junto a otros verificados en la URSS y los estados socialistas de Europa Central y Oriental, son examinados por Carlos Taibo en su importante libro Las transiciones en la Europa Central y Oriental, publicado en 1998.

Por su parte, uno de los intelectuales marxistas cubanos más brillantes, Juan Valdés Paz —en La evolución del poder en la Revolución cubana, publicado por la Fundación Rosa Luxemburgo en México, 2018—, identificó y escribió hace unos años sobre las que denominó nuestras «patologías políticas»: unanimismo, autoritarismo, burocratización, amiguismo o sociolismo y corrupción. Como la sociedad es una totalidad, esas fallas la atraviesan y corroen todos los ámbitos.

2) El país atraviesa hoy la peor crisis económica de las últimas décadas, provocada por los recurrentes frenos internos a las reformas, el endurecimiento del bloqueo de los EEUU y la pandemia del Covid-19. Las brechas socioclasistas, la tensión social y la incertidumbre se han multiplicado al calor de la implementación de la estrategia anunciada en julio de 2020, especialmente la apertura de tiendas en MLC incluso para productos de primera necesidad, y el comienzo de las políticas de ajuste, con la llamada «Tarea Ordenamiento» a inicios de este año.  

El discurso oficial sigue siendo triunfalista y desconectado de muchas realidades. Que se realicen rectificaciones a pocos días de iniciado el proceso de «ordenamiento» se presenta como muestra de flexibilidad y capacidad de corrección. Pero tantas rectificaciones en sectores diversos y por reacciones populares a través de las redes sociales, cuestiona la competencia de los diseñadores, la representatividad popular de los diputados y el papel de la prensa oficial.      

3) Ampliación del malestar social y el espectro crítico. En esto último destacan intelectuales y artistas, quienes han logrado más capacidad de socialización a través del correo electrónico primero y de la apertura de internet a datos móviles desde 2018. Todavía  no existe, sin embargo, un proyecto contra-hegemónico articulado.

El Estado, bajo la dirección del Partido Comunista, conserva el monopolio de los medios masivos de comunicación y tiene la capacidad —que ejerce casi sin limitaciones— para restringir el acceso a internet a través del costo elevado, la censura de sitios, medios, personas, páginas disímiles y los apagones digitales en circunstancias incómodas.

Pero a pesar de lo anterior y de las insuficiencias de los espacios de debate, la modificación del espectro comunicacional es una realidad irreversible. Muchos ciudadanos se informan mejor hoy del acontecer nacional e interactúan con ese segmento contestatario que pone sobre la mesa virtual de medios alternativos y redes sociales sus críticas, reflexiones y  aspiraciones para Cuba. Este es el ámbito más sensible para la burocracia política. No es casual que lo ideológico siempre se ratifique desde el poder como la prioridad.

Tampoco es novedad de Cuba. Djilas alertaba hace años de este fenómeno en Europa, pero lamentablemente en la Isla se retiraron sus ideas de la circulación. Dos de sus lecciones y avisos fueron: 1) «(…) la nueva clase se encuentra inevitablemente en guerra  con cuanto no administra o controla y ha de aspirar deliberadamente a vencerlo o destruirlo» y 2) «Lo que más atemoriza a la nueva clase es la crítica que expone y revela la manera cómo gobierna y detenta el poder».

Otra vez sobran los ejemplos del patio. Menciono dos que vienen por vías diferentes pero con el mismo sustento y propósito. 1) La ofensiva criminalizadora a través de los medios masivos de comunicación y la represión de toda voz crítica y 2) El listado de actividades prohibidas para el trabajo independiente, publicado hace poco por Cubadebate. Tan estratégicas para el país parecen ser la defensa como la edición y maquetación de libros, el periodismo, la investigación científica, los clubes deportivos o los servicios funerarios. La lista raya en el absurdo, insulta la inteligencia y viola derechos consagrados por la Constitución. Es otra vuelta de rosca contra los profesionales del pensamiento, la creación, el periodismo, etc.  

Y sin embargo se mueve…

Pero la realidad es terca y el pensamiento atañe a la naturaleza humana. Somos «animales políticos», como decía Aristóteles. Y hoy el debate cuenta con tres ventajas: el alto nivel de instrucción del pueblo, el acceso a información e ideas diversas por vías alternativas, y que esta vez los posicionamientos no se basan solo en teorías y referentes foráneos sino en la experiencia propia.   

La principal desventaja es la ausencia de un ambiente democrático que favorezca la socialización de ideas desde el respeto al «pluralismo político», concepto expuesto en Articulación Plebeya y que disparó alarmas en las instancias partidistas. Sin embargo, se trata de un principio clave para el ejercicio del poder. Implica pluralidad y convivencia con la diferencia, por tanto, participación de varios grupos sociales en la vida democrática. Requiere de pensamiento, expresión y socialización a través de los medios de comunicación. No es algo a lo que se pueda renunciar. La sociedad es, por su naturaleza, heterogénea.

Repasando los últimos sesenta y dos años y viendo la sociedad en su conjunto, parece que estamos en el momento más crítico. Las fórmulas empleadas arriba y abajo son hoy anacrónicas. Einstein aseveró: «No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo». Pero vivir con la crisis puede ser positivo. Este sabio nos recuerda igualmente que «La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche. Es en la crisis donde nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias».

La ausencia de un ambiente democrático para el debate de ideas y la acción cívica es injusto, injustificado y errático. Cuba es un país de pensamiento fértil y un pueblo instruido, con capacidad de comprensión y discernimiento. No ver esas fortalezas es arriesgado para todos. Complica y retrasa el proceso de transición porque radicaliza posiciones y abona el camino a la violencia. El costo que tendrían que pagar la nación y las actuales y futuras generaciones sería alto. Y no nos perdonarán. Eso es tener sentido del momento histórico, e insisto: es lo verdaderamente revolucionario.

[i] Una sistematización del tema ha sido muy bien lograda por la académica argentina Moira Pérez. Ver su texto: “Tres enfoques del pluralismo para la política del siglo XXI”, en http://www.revistas.unal.edu.cu

23 febrero 2021 53 comentarios 6.096 vistas
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Editorial sobre el Telegram de LJC

por Consejo Editorial 28 septiembre 2020
escrito por Consejo Editorial

Ejercitar públicamente el derecho a la opinión implica de manera automática aceptar el hecho de caer bajo la lupa del escrutinio. Es ya casi un hábito para La Joven Cuba, adaptada a la vigilancia constante, que cualquier falta desate un aguacero de críticas, constructivas algunas y calumniosas otras. Irónicamente, a LJC se le aplica la lupa que mencionaba Galeano haciendo referencia al proyecto socialista cubano: magnifican errores y minimizan aciertos.

En días pasados, en uno de nuestros artículos incurrimos en un error, algo que aunque es común en cualquier medio de comunicación –por ejemplo, Granma debió corregir un texto esta semana–, no es frecuente en nosotros dado el celo con el que trabajamos. Por esa equivocación ofrecimos públicamente disculpas, tanto el autor del texto en cuestión como el equipo de LJC, costumbre poco habitual en medios cubanos. También en fecha reciente, han despertado comentarios negativos en diferentes espacios sobre algunos debates ocurridos en nuestro grupo público de Telegram, LJC-Grupo de debate.

Aunque se ha descontextualizado el contenido de muchos de esos comentarios y otros se han exagerado, reconocemos que en algún momento ha fallado la moderación en ese foro de Telegram. Se tomarán las medidas pertinentes para regular el espacio, con el fin de que sea reflejo genuino del espíritu moderado, reflexivo y serio que hemos intentado imprimirle a nuestro trabajo.

Además, ofrecemos disculpas a quienes se han sentido ofendidos por dichos comentarios, marcados muchos de ellos por la ligereza. Descalificar personas o instituciones es una práctica que merece nuestra total desaprobación. La dinámica que seguimos es la de promover la confluencia de ideas y posturas, siempre que estas tiendan a buscar el mejoramiento de nuestro país.

Dicho esto, consideramos importante señalar algunos ejemplos de la manipulación a la que antes hicimos referencia. Cuando en uno de los comentarios, un forista –recordemos que es un grupo público- señaló a Cuba como una dictadura, nuestro editor lo contradijo y argumentó que tales discursos sólo provocan más radicalización. Esto fue sacado de contexto, exagerado y utilizado como una prueba en su contra. Es evidente que se trata de una campaña de descrédito –basada en la desinformación y motivada por objetivos turbios- cuando intercambios informales entre foristas se le intentan atribuir a LJC, aunque la mayoría del equipo ni siquiera es parte de ese grupo.

El uso de fragmentos de nuestro foro como herramienta descalificadora, puestos a disposición de un público que en su mayoría no está familiarizado con ese espacio, es un acto burdo de manipulación. Que se utilice un medio digital como Cubadebate para legitimar este tipo de altercados, es muestra de cuánto ha degenerado el debate público no sólo en redes sociales sino en los medios a disposición del Estado y el Partido en el país.

La adjetivación, lamentablemente, es cosa común en marcos cerrados. LJC también tiene en su poder capturas de pantalla donde quienes hoy nos denuncian en redes sociales y medios partidistas, denigran a intelectuales, artistas y diplomáticos cubanos con calificativos muy bajos. Sin embargo, nos negamos a circular esas conversaciones privadas. La espiral de las descalificaciones no lleva a nada bueno y deseamos romperla.

En los últimos cuatro años, la administración Trump ha apoyado emprendimientos digitales de origen cubano con escasos o inexistentes estándares periodísticos y a numerosos activistas en redes sociales que utilizan la descalificación y la desinformación entre sus métodos. LJC también ha sido víctima de este sector reaccionario, con repetidas amenazas a su editor.

Grupos en Cuba, impotentes ante esa marea digital y limitados en sus medios para afectar seriamente a sus atacantes foráneos bien pertrechados, han imitado algunas de estas prácticas y la han emprendido –como ahora con LJC– contra proyectos nacionales que sí se encuentran bajo su radio de acción. Es un nefasto ciclo de bullying digital en el que medios pagados por una potencia global -Estados Unidos- presionan a un país pequeño –Cuba-, y algunos funcionarios de este han decidido hacer lo mismo con los medios que le estorban, muchas veces incurriendo en la injusticia y la falta total de ética.

Regresando a nuestro espacio en Telegram, la mayoría de los foristas allí asumen términos y giros coloquiales para comunicarse entre ellos, algo que puede ser utilizado –y fabricado– contra LJC. Es responsabilidad nuestra acompañar entonces a los foristas, promoviendo una cultura que permita debatir con argumentos y no con injurias. En cierta ocasión la anterior primera secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas, Susely Morfa, manifestó que había que utilizar las mismas armas que el enemigo en la batalla ideológica. Era ese tipo de armas las que se estaban usando en nuestro grupo de Telegram, algo que no se repetirá, pues LJC no coincide con tales actitudes.

Agradecemos a nuestros críticos por su ejercicio. Con él, señalan deficiencias que pasamos por alto, ayudan a seguir mejorando nuestros servicios y ampliando nuestra audiencia. Reiteramos que se tomarán las medidas necesarias para que una situación de este tipo no vuelva a suceder, inspirados en la idea guevariana de “trabajar por nuestro perfeccionamiento interno como una obsesión casi, como una impulsión constante; cada día analizar, analizar honestamente qué hemos hecho, corregir nuestros errores y volver a empezar el día siguiente”.

Nuestro Telegram en seis meses tiene 900+ seguidores en su canal oficial y 200+ en su espacio de debate, es relativamente joven pero se le exige un nivel de moderación al nivel de otros medios con mayores recursos materiales. Cambiaremos lo que sea necesario y buscaremos los medios para estar a la altura. También seguiremos ejerciendo la crítica como el ejercicio del criterio que es, para intentar “desvanecer con mano piadosa la sombra que oscurece la obra bella”. A continuación, adelantamos algunas reglas que implementaremos en nuestro foro de debate de Telegram, donde la opinión de los foristas no debe ser atribuida a nuestro proyecto, pero agradeceremos la colaboración de todos en señalar cualquier violación ética.

Reglas para debatir en el foro público de Telegram LJC-Grupo de debate:

  1. Los debates en el grupo estarán enfocados en los temas políticos, sociales, económicos y culturales que son objeto de atención de La Joven Cuba y otros que sean interés de los miembros, siempre que no se alejen de esas categorías.
  2. Los foristas deberán respetar ante todo la diversidad de criterios, aun cuando estos difieran de la opinión propia. La ubicación en el espectro político, la filiación o no a cualquier tendencia, no puede ser motivo para atacar una opinión.
  3. El foro no será lugar para descalificar personas, instituciones o medios. El ejercicio de la crítica debe estar regulado por la ética y el respeto.
  4. No debe editorializarse en el foro. La exhibición exclusiva de preferencias políticas sin participar en los debates que tengan lugar y los contenidos compartidos, no será permitida.
  5. Los administradores del grupo velarán por el cumplimiento de estas reglas de convivencia. A ellos podrá dirigirse quien desee comentar o reportar algo referido a La Joven Cuba y sus espacios.

Puede acceder a nuestro canal de Telegram en el siguiente link: https://t.me/lajovencuba

28 septiembre 2020 51 comentarios 776 vistas
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proyecto

Repensar el proyecto de país

por Ivette García González 25 agosto 2020
escrito por Ivette García González

“Quien no quiere pensar es un fanático; quien no puede pensar es un idiota, quien no se atreve a pensar es un cobarde”.

Sr. Francis Bacon (1561-1626)

Los cubanos solemos convivir siempre con una nación real y otra soñada. Somos seres racionales pero también pasionales e inconformes. Por eso, y para bien, cada cierto tiempo se vive una coyuntura especial donde el foco se sitúa en repensar el proyecto de país para superarlo.

Estamos en uno de esos momentos críticos. El debate desde diversas corrientes de pensamiento acerca de variados tópicos de la vida en Cuba y el proyecto de la Revolución se ha incrementado. El acceso a internet, a pesar de su elevado costo, ha permitido más socialización de ideas y participación cívica.

La avidez por la información, muy limitada en los medios de comunicación oficiales, que fueron los únicos hasta hace poco, favoreció descubrir sucesos y asuntos silenciados, controversiales e incluso historias inéditas en redes sociales y fuentes alternativas. De ahí a emitir criterios no iba nada. Se trata de una población instruida, afectada por crisis económicas recurrentes, cuyo escenario es de desgaste institucional  y erosión del consenso en torno al liderazgo político.

Pero como diría Albert Einsten (1879-1955) “Es en la crisis donde nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias”. Y en nuestro caso está la ventaja, por primera vez, de que coinciden ahora tres grupos generacionales con experiencias diferentes y muy ricas dentro de la Revolución.

Tres generaciones con capacidad de pensar, debatir y aportar a un nuevo proyecto.

Los últimos 20 años han sido de marchas y contramarchas, empantanamiento e inmovilismo. Sin embargo, los trazos generales del modelo (económico) y los cambios fueron acuerdos de los congresos VI (2011) y VII (2016) del Partido Comunista (PC), plasmados en los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución (2011), la Conceptualización del Modelo Económico y Social (2016) y el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social al 2030 (2016). En consecuencia, el país ha retornado al estado de crisis más agudo luego de los 90, una crisis estructural del modelo, agotado hace más de 10 años.

Ahora, en medio del escenario más complejo –crisis económica + Covid19  + endurecimiento del bloqueo estadounidense-, el gobierno ha lanzado un paquete de medidas que estratégicamente responde a aquellos pendientes. Sin embargo, las primeras implementadas y no previstas han generado, por su impopularidad, una mayor tensión social.

A pesar de todas las limitaciones, la sociedad civil se ha diversificado y ampliado durante estos años. Las voces del debate que emana de ella, encuentran receptividad y acompañamiento de la gente, desde diversos orígenes (de dentro y fuera de la Isla, también por primera vez), edades y posiciones socioclasistas. Cuadro que invita a promover algo más, un ciclo de debates y talleres temáticos, o foros acerca del país que queremos, por ejemplo. A través de fórmulas participativas, de debate abierto, respetuoso y constructivo, de lo cual es ejemplo La Joven Cuba, se podrían ir construyendo consensos que contribuyan a la transformación que demanda la nación.

Muchos son los tópicos que se han puesto sobre la mesa. Convendría ir sistematizándolos en campos de reflexión y análisis, develando sus dicotomías  y su relación con él, o los, proyectos de país que piensan los cubanos hoy.

1.- Transformaciones económicas.

La apertura económica no está en discusión, pero sí el qué, cómo y hasta dónde. Algunas cuestiones básicas de consenso en la sociedad civil son: el respeto, estímulo, ampliación y reconocimiento jurídico de las diversas formas de propiedad y gestión de las micro, pequeñas y medianas empresas. La prioridad del sector agropecuario y pesquero, el plan alimentario y su convergencia estratégica con la soberanía alimentaria.

Sigue siendo legítimo y urgente la ley general de empresas, el redimensionamiento del sector estatal y la autonomía de sus empresas, la descentralización del comercio exterior sin que para los actores no estatales tenga que mediar el Estado, y una mayor apertura del sector externo a todas las formas de gestión. También la reforma del sistema fiscal que estimule a productores y empresarios, y la complementariedad de las diversas formas de gestión estatal y no estatal (privadas y cooperativas). Asimismo, la unificación monetaria y cambiaria, ahora más complicada con las recientes medidas. Una vez más se prioriza la succión de la ahorros ciudadanos, lo recaudatorio, que genera más tensión y no decide la salida de la crisis al no tocar la esfera productiva.

Junto con lo anterior tendrán que encararse distorsiones del modelo que afectan la naturaleza del sistema y frenan las mejores intenciones de los cambios: la estatalización por la socialización, que se arrastra desde 1960 y que en la Constitución vigente se reitera expresando que la propiedad socialista es la estatal en representación del pueblo, cuando en realidad debería ser la cooperativa; la primacía de los mecanismos administrativos y burocráticos en lugar de los económicos y financieros en los procesos de ese carácter; la competencia desleal entre actores económicos en base al ejercicio del poder político y no a la eficiencia; la sangría financiera que representa la hiperbolización del aparato del Estado y el PC y, la persistencia en seguir apostando por una fórmula de socialismo vulgar donde la redistribución es el eje que define al sistema.

2.- Quiérase o no, el ámbito de lo político es parte de lo que debe ser cambiado.

A pesar de que en lo económico nos va la vida, es el político un ámbito más conflictivo y definitorio en el mediano y largo plazo. Se necesita voluntad política para implementar los cambios económicos,  y para que no se puedan paralizar una vez más cuando salgamos de la emergencia. Además, el modelo político también necesita actualizarse al tiempo que vivimos. No es un debate nuevo, los procesos de reforma en otros países socialistas ofrecen lecciones respecto a esta resistencia que vemos en Cuba.

La importancia de aligerar el aparato del Estado y el Partido también tiene repercusión política. La burocracia que han producido es cada vez más perjudicial al avance de las reformas y pone en peligro la preservación del sistema. Por otro lado, urge debatir sobre temas que afloran con frecuencia y que hasta ahora no han tenido cambios si no para más atrincheramiento del pensamiento conservador en los sectores de poder y para más control social. Entre ellos la función del PC en la sociedad, la legitimidad de los derechos y libertades de expresión, prensa, asociación incluyendo lo político, reunión y manifestación, el reconocimiento explícito a la no discriminación por preferencias políticas, la pena de muerte, la necesidad de un tribunal constitucional, la democracia, el sistema electoral y la pertinencia de incorporar fórmulas de democracia directa que puedan hacerse efectivas.

El Socialismo, en tanto sistema que sucede y se alterna con el capitalismo desde el siglo pasado, y que es la expresión más sólida, radical y actual de la izquierda internacional, debe ser próspero y sostenible, pero también democrático. Hace unos meses decía López-Levy “Para la izquierda no hay mejor política que el apego a la democracia como principio”. Y como diría el colega Víctor Rolando Bellido: “(…) las estructuras verticalistas no sirven para crear la nueva sociedad. Son pura opresión (…) aunque enmascarada con cosméticos muy eficientes y eficaces. El camino es la red, la construcción horizontal de las interacciones, de los vínculos democráticos desde las bases, con transparencia, cercanía, honestidad y rendiciones de cuenta continuas y constantes.”

3.- La Habana y las provincias: la problemática regional y la unidad de los cubanos.

Solo con el proyecto de justicia social de la Revolución a partir de 1959 se priorizó resolver los desequilibrios regionales. Sin embargo, es fenómeno de matriz colonial que no se soluciona en plazos cortos. Hoy es un problema que requiere atención por sus diversas implicaciones, incluida la del incremento de una cierta animadversión entre capitalinos y compatriotas de otras provincias. De este tipo de discriminación no se habla, o se habla muy poco en Cuba. Sin embargo, es muy lacerante para quienes la sufren y perjudica sobremanera la unidad nacional.

Las recurrentes graves crisis y fenómenos sociales conexos comienzan y terminan en las provincias. Y a eso se suman las consecuencias de la verticalización del sistema, la centralización y el inmovilismo conveniente a algunos sectores de poder, que no favorecen una vida más autónoma y próspera a los municipios. Los procesos de descentralización local, con mayor o menor acierto, diversos ritmos e impactos, se vienen implementando en el resto de América Latina y forman parte del debate en Cuba hace años. Ojalá se abra paso pronto la “Política para impulsar el desarrollo territorial”, aprobada recientemente en el Consejo de Ministros.

En las regiones fuera de La Habana, sin embargo, impresionan el talento, la limpieza y hospitalidad. La falta de oportunidades que empuja a emigrar en busca de mejores condiciones de vida en una capital deteriorada, y la implementación de determinadas políticas de efectos negativos para unos y otros, son elementos de base lamentables. La inmigración inducida por el Estado para emplear fuerza de trabajo procedente de las provincias orientales sobre todo, en labores de muy baja calificación y en los cuerpos represivos, caso de la PNR, es una de ellas. La implementación del Decreto Ley 217 (1997), que violenta el derecho de cualquier ciudadano a la libertad de movimiento y  a establecerse en cualquier parte de su país, es la otra, a pesar de las mínimas adecuaciones que se hicieron luego en el 293 de 29 de octubre del 2011.

4.- La cuestión migratoria: cubanos somos todos.

Este ha sido un tema que ha provocado una dolorosa ruptura en la familia y la sociedad cubanas, tanto de la que vive fuera de la Isla  -1.654.684 emigrantes (14,59%)- como de la que está dentro, 11,338.138 habitantes. La debida sanación de heridas no se ha producido, aunque se han dado pasos importantes. Es fenómeno que roza lo político en todos los tiempos, a pesar del empeño en decir que es una emigración económica. Su incremento sucesivo tiene implicaciones muy serias en lo demográfico y económico para el país. Y también alcanza lo sociocultural, la psicología individual y colectiva de los que quedan viviendo en la isla y los que viven en otros países.

El asunto requiere un profundo debate. Que los intereses de los emigrados no sean solo cuestión de ellos, que los diálogos gubernamentales con esa emigración no estén condicionados a su posición política respecto al modelo de socialismo que rige en la isla. Se trata de derechos, de que esos emigrados son tan cubanos como los que estamos dentro. En realidad, el hecho de que muchos cubanos busquen su realización profesional y personal en otros países, pone en tela de juicio la legitimidad del proyecto y del modelo socioeconómico y político implementado, aun con el bloqueo estadounidense.

Reformas al modelo vs naturaleza del sistema socialista… sin tapujos.

En el fondo de todos los debates está la disyuntiva de hasta dónde las reformas cuestionan el socialismo como sistema. Ignorar o subestimar los derechos individuales por los colectivos, sustituir la explotación del hombre por el hombre por la explotación del hombre por el Estado y apelar a la infinita gratitud del pueblo por los derechos que conquistó y que ante él se les muestran como concedidos, no son prácticas consustanciales del sistema, sino distorsiones del modelo.

Con esas prácticas se le niega al soberano, el pueblo, su capacidad y legítima autoridad para el discernimiento, elección y escrutinio de todo lo público. Al mismo tiempo, se vulgariza al socialismo, que como sistema muy joven necesita inevitablemente de la retroalimentación constante y el pensamiento crítico.

No sería ocioso el debate sobre los modelos de socialismo que se han implementado  desde 1917. En Cuba increíblemente no es un conocimiento extendido. Incluso se habla siempre del modelo “económico” y no del “social”, que contempla todas las demás dimensiones, política y social incluyendo lo cultural e ideológico. Si se quiere transformar el modelo social preservando el socialismo, hay que ir al fondo sin tapujos ni esquemas teóricos preconcebidos.

Y también se precisa repensar el socialismo. Tiene que ser próspero, sostenible y democrático, pero el discurso oficial omite, de la frase, precisamente esta última cualidad. Se ha dicho incluso que es una redundancia porque si es socialismo tiene que ser democrático. ¡Pero resulta que no es así! La experiencia de la mayoría de los modelos de socialismo que han existido evidencia lo contrario. Pareciera que esa falla es un problema consustancial o una regularidad. Por tanto, con más razón requiere con urgencia un análisis a fondo y con la mayor transparencia.

El debate de nuestro tiempo en torno al proyecto de país tiene que ser verdaderamente revolucionario. Requiere una mirada holística, crítica y propositiva que asegure preservar indiscutibles conquistas y transformar todo lo que sea necesario. Para eso son fundamentales: el contexto actual con las ventajas consustanciales de las crisis, el nivel de debate existente y la energía incomparable de  la sociedad civil, alejados de todo esquematismo mental y preconceptos caducos. No olvidemos que, como expresó Octavio Paz (1914-1998) “La ceguera biológica impide ver, la ceguera ideológica impide pensar”.

25 agosto 2020 45 comentarios 892 vistas
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bosque

Contando arboles sin ver el bosque

por Arturo López-Levy 13 julio 2020
escrito por Arturo López-Levy

En su muro de Facebook, el embajador y director Eugenio Martínez me denuncia por una supuesta “irónica ofensa” a los trabajadores del MINREX. Insinúa que soy parte de una campaña para “sospechosamente y sincronizadamente” (el uso abigarrado del lenguaje es del autor) defender el césped de la calle G en la Habana. Es una acusación rara. El motivo es una opinión que di sobre la pavimentación de un segmento del paseo peatonal de la calle G en la Habana, cerca del Minrex y la Casa de las Américas.

Comentario de Arturo López-Levy en Facebook

Comentario del Embajador Eugenio Martínez en Facebook

No debería resultar raro a un funcionario encontrar críticas ciudadanas a una decisión gubernamental sin previa audiencia pública, sin deliberación ni transparencia. “Un pueblo no se funda, General, como se manda un campamento” -dijo el más grande de todos los cubanos. Interpelar a funcionarios, que se supone trabajan para servirnos, no es ofender. Si se aplica la Declaración Universal de Derechos Humanos, el estándar internacional de sí un país es democrático o no, los funcionarios deberían participar en el debate público sin pretensiones de superioridad y respetando la pluralidad política del país.

Nada anormal hay -insisto desde los derechos humanos universales- en que ciudadanos opuestos a una posición oficial “sincronicen” sus demandas comunes. Se llama libertad civil y asociación democrática. El director Martínez debería adaptarse pues es mandatario de un pueblo (los mandantes) cada día más plural. Un funcionario puede decidir ser “atildado, comedido y obediente”, cual “soldado de la revolución”, pero la ciudadanía tiene el mínimo derecho de no imitarlo. El paradigma de república de José Martí, que la constitución de Cuba proclama, postula un ciudadano crítico y suspicaz ante todo poder.

Quizás el director deba usar las probabilidades. “Sincronizar” opiniones que van desde Cubadebate, que se planteó la cuestión en términos nada amigables, hasta un grupo numeroso de ciudadanos en el país y la emigración, a derecha, centro e izquierda, pasando por el cantautor Silvio Rodríguez, es sospechosamente -para usar los términos del director- difícil. Cero es el número de las audiencias públicas celebradas en el municipio Plaza para deliberar y decidir este asunto de patrimonio público y en el que bien podrían participar expertos en urbanismo, arquitectura, medio ambiente e impacto social que nos ofrezcan intervenciones inteligentes y sostenibles en el espacio público, o sea, de todos.

No es la primera vez que se producen arreglos cuestionables, en varios lugares del país. Entre los más recientes se podrían mencionar la barrabasada denunciada por Alfredo Prieto con las aceras de la Rampa -sin el debido cuidado que dicha gestión merecía- y el talado de los árboles de Prado, que también provocaron airadas críticas.

Solo alguien con la paranoia a todo voltaje puede ver una “irónica ofensa” a los trabajadores del MINREX cuando me refiero a ellos como “cultos” e informados. Expresé mi desilusión por su escandaloso silencio con un par de preguntas: “¿Han dicho algo? ¿Ya no les importa?”. Contando los dieciséis árboles que no cortaron, el director Martínez se quedó sin ver el bosque. Cualquier gobierno que vaya a modificar la avenida de los presidentes debe consultar a la población. De allí, la analogía con el parque central de NYC en mi post. Ciertas áreas publicas son justificadamente un tercer rail.

Respeto la importancia de un servicio exterior profesional, reconozco sus méritos técnicos, pero ninguna parte del funcionariado estatal está exenta de crítica. Como el director ha considerado dos simples preguntas una  “irónica ofensa”, aprovecho para reiterar que hay críticas legítimas no ya a la participación ciudadana de los funcionarios sino a su labor concreta y específica.

Por ejemplo,  definir las relaciones del gobierno con los emigrados como entre la “nación y la emigración” es un error político. La emigración es parte inseparable de la nación,  que  por cierto es mucho mas que el estado-partido.  Partido viene de parte, no de todo. Solo desde una indefendible premisa de separación se puede sospechar del interés de los emigrados en asuntos de la isla para mandarlos a ocuparse solo de los asuntos del país donde viven, viendo sincronizaciones que no son. A los emigrados nos preocupa y ocupa lo que ocurre en nuestro país de origen y tenemos derecho a expresarlo, con todo el respeto que imponen las relaciones civilizadas, pero con los mismos derechos que cualquier residente en la Isla, e incluso cualquier alto funcionario del estado.

Dice el director Martínez que en el mundo se han visto horrores, y que este del paseo peatonal pavimentado no lo es. Tiene razón. La actitud escéptica y crítica del ciudadano ante el estado, no la presunción iluminada de partido o funcionario alguno es el mejor remedio para evitar y mitigar horrores y errores en el mundo y en Cuba.

Para que nadie “sospeche” que oculto nada, aclaro que la constitución unipartidista de 2019 no responde a mi preferencia socialdemócrata.  Insté a votar por ella por realismo. Hay un bloqueo norteamericano contra Cuba, que justifica un ordenamiento de emergencia del estado cubano. Tengo también la paciente esperanza de que, si se implementa la constitución; con los niveles prometidos por sus gestores de reforma económica, deliberación, consulta y participación, se agotarán sus limites en un razonable tiempo y habrá que pasar a un marco más libre y democrático, ojalá “de la ley a la ley”.

Dicho esto, es un hecho que sus partidarios defendieron la idea del consenso “hasta el cansancio”, como forma óptima de legitimar las decisiones. El mandato del pueblo -según la propia explicación del unipartidismo- no es solo de la reiterada “continuidad”, es también de cambios. Aunque el uso del consenso no es una panacea (tiene altos costos de transacción, y tiende a posponer y dilatar decisiones), es el paradigma postulado constitucionalmente. Para implementarlo se necesita consulta, deliberación y transparencia. Si ese hubiese sido el procedimiento, la decisión hubiese generado menos críticas, y quizás los trabajadores del MINREX hubiesen opinado contra el desacierto. No fue el caso.

13 julio 2020 38 comentarios 744 vistas
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Hablemos de Marx

por Yassel Padrón Kunakbaeva 20 mayo 2020
escrito por Yassel Padrón Kunakbaeva

Todo parece indicar que el interés sobre la figura de Karl Marx está a la orden del día en la escena intelectual cubana. Lo que es perfectamente comprensible, pues los cubanos estamos en un momento de repensarnos a nosotros mismos,  nuestro orden social, y existe una gran disputa entre corrientes por configurar un determinado sentido común. Una de las cosas que están en cuestión es la pertinencia del marxismo, socialismo y comunismo en nuestra sociedad, y eso lleva directamente a Marx.

Todavía recuerdo como hace dos años se proyectó la película El Joven Marx en el cine 23 y 12. No era una proyección normal de temporada sino que tenía cierto matiz conmemorativo y político. No era casualidad que estuviera presente en primera fila el héroe René González y el cine se llenó. Desde ese día me di cuenta de que la disputa alrededor de la figura de Marx se haría cada vez más importante. El tiempo no ha hecho sino darme la razón.

En el artículo Marx vs Marx, publicado en esta misma página, pueden leerse las opiniones de Carlos Abel Olivera sobre el ilustre pensador alemán. Me interesa responderle, pues sus argumentos me parece que ilustran las críticas que se le hacen a la teoría marxista cuando se quiere sustentar ideas conservadoras. Sobre todo, me resulta muy interesante la tendencia a contraponer un Marx a otro, un aspecto de su obra al resto.

Para discutir los argumentos de Olivera decidí separarlos en tres: separación del Marx teórico del revolucionario, ataque a la teoría del valor-trabajo y cuestionamiento del papel central de la lucha de clases.

Separación del Marx teórico del revolucionario, el viejo y el joven

En su texto, Olivera traza una línea clara que separa al Marx de la genialidad teórica, analista de los modos de producción y el Marx de la plusvalía y la revolución comunista. Esto no es nuevo, durante el siglo XX corrieron ríos de tinta intentando fundamentar esa separación. Se quiso, por ejemplo, establecer una distancia radical entre el Marx de los años de juventud, romántico y revolucionario, y el maduro, frío teórico del modo de producción capitalista (división a la que Althusser incluso llamó corte epistemológico). Esta línea de pensamiento responde, por supuesto, a una pulsión ideológica.t

De lo que se trata es de la vieja cuestión que definiera Rosa Luxemburgo: revolución o reforma. Por supuesto, respecto al capitalismo. Los que no pueden concebir la lucha revolucionaria como vía para superar el capitalismo, no pueden conciliar esa idea con la genialidad manifiesta del autor de El Capital en el resto de su obra. Entonces no les queda más remedio que considerarla un añadido extraño, producido por un romanticismo de juventud, las limitaciones de la época, un error teórico, o por deshonestidad intelectual.

Sin embargo, lo cierto es que la vinculación entre teoría y práctica revolucionaria es algo inherente a la producción teórica de Marx. Sugiero leer las Tesis sobre Feuerbach. Marx fue un crítico de toda la teoría tradicional contemplativa, que pretende establecer una relación inmediata con el objeto. Entonces, cuando se le quiere reducir a ser el autor de una explicación sobre los modos de producción, y se le reprocha la referencia a un deber ser extraño, en realidad se le está intentando leer como un teórico tradicional, algo que expresamente él pretendía no ser.

Este error es común entre los economistas que estudian a Marx, incluso entre los que cultivan la economía política marxista. Lo estudian (y enseñan) como si fuera el fundador de una escuela dentro de la ciencia económica. Pero lo cierto es que la obra de Marx es teoría revolucionaria desde el principio al fin. Esto solo se puede entender cabalmente cuando se tiene una comprensión clara de la Filosofía Clásica Alemana, y del lugar que ocupa Marx con respecto a ella.

No se trata, por supuesto, de que Marx subordine la teoría a las necesidades de una ideología vista como algo externo. Desde el punto de vista marxista, lo importante es superar los peores reflejos ideológicos de la modernidad, que son los inconscientes, los que hacen que los paradigmas epistemológicos pretendidamente objetivos de las ciencias tradicionales sean estructuralmente apologéticos de la sociedad burguesa. Esto se logra de la manera más eficaz siendo intelectualmente orgánicos a una práctica anticapitalista.

¿Se puede decir que el Marx de los años de madurez abandonó estas posiciones? ¿Que retrocedió con respecto a su oncena tesis sobre Feuerbach? Yo creo que no.

Puede conducir al error la evidente inclinación de Marx hacia el estudio de lo existente, más que a pensar los escenarios de la revolución, también el pathos teórico que se respira en sus obras y su acercamiento a Hegel. Sin embargo, esto respondía a las circunstancias que le tocaron vivir, donde todo el estudio del modo de producción capitalista estaba por hacer, así como la crítica de la economía política burguesa. Marx era un hombre que amaba pensar, pero demasiado consciente de lo que lo separaba de Hegel y la teoría tradicional para caer en la exaltación de la contemplación y el teoricismo.

Sí, es cierto que se acercó a Hegel, porque las categorías hegelianas son útiles para captar las relaciones dentro de una totalidad orgánica en un momento dado de su desarrollo. Y cuando se dirige la mirada hacia el pasado y el presente es inevitable que aparezca la tentación de la lechuza hegeliana. Sin embargo, en El Capital la crítica teórica se mantiene inextricablemente unida a la crítica ético-práctica y la referencia a la sociedad comunista como solución a los problemas del modo de producción capitalista. La teoría de la plusvalía solo se puede entender a partir de esta referencia implícita a un futuro donde cada cual reciba lo que le toca. No se trata tampoco de una utopía abstracta, es dialéctica enfocada hacia el futuro, previsión a partir de la contradicción inmanente del sistema.

Decir que Marx fue hegeliano es impreciso. El marxismo es un producto de la disolución del hegelianismo, y como tal se encuentra en una posición polémica permanente con la posición contemplativa del hegelianismo. Es necesario estudiar a Hegel para entenderlo, pero sobre todo es necesario entender lo que lo separa de Hegel.

La teoría del valor-trabajo

No es casual que se ataque con virulencia y tan a menudo a la teoría del valor-trabajo. Con el ascenso de la extrema derecha en los últimos tiempos, han surgido en Latinoamérica y el mundo hasta youtubers que le dedican espacio a refutar la teoría del valor-trabajo. No es nuevo. Desde hace más de 100 años los pensadores orgánicos al capitalismo atacan esa teoría, sobre todo muchos economistas. A su vez, han corrido ríos de tinta explicándola y defendiéndola.

No es casual. Sin duda responde a que la teoría del valor-trabajo es la base de la teoría de la plusvalía, la cual es el más profundo fundamento teórico de la lucha política anticapitalista. Todos los escépticos o enemigos de esa lucha la cuestionarán. En el contexto cubano eso adquiere gran importancia, pues de lo que se trata es de si ahora tiene sentido o no ser comunista y antimperialista.

En el artículo mencionado más arriba, Olivera nos dice que la teoría del valor-trabajo no tiene fundamento racional, que quienes la defienden lo hacen por fe, e incluso nos da un veredicto en materia de teoría económica: el valor es subjetivo. Estos son viejos tópicos de la crítica burguesa. No me es posible exponer aquí en su totalidad la teoría del valor-trabajo. Exposición que un economista podrá hacer mejor que yo. Me limitaré a dar algunos elementos.

La mayoría de las incomprensiones con respecto a esta teoría provienen del desconocimiento de la naturaleza del método dialéctico. Un desconocimiento que desgraciadamente han compartido tanto críticos como defensores. Por ejemplo, se acusa a la teoría del valor-trabajo de un objetivismo vulgar, como si esta postulara que basta con poner un reloj en las fábricas para saber el valor de los productos. Bueno, resulta que en efecto la interpretación más popular de la teoría del valor en los manuales dogmáticos de la Unión Soviética era así: groseramente objetivista. No obstante, eso está muy lejos de ser lo que aparece explicado en el primer capítulo de El Capital.

Primero es necesario entender que en el método dialéctico la exposición que explica un sistema siempre comienza por un momento abstracto, que a su vez expresa un aspecto esencial de ese sistema. Lo que Marx explica en el Capítulo I es una sociedad ideal de puros productores de mercancías. Un mercado ideal. Se trata de algo que nunca ha existido, pero que tampoco es una fantasía. Es una abstracción útil al modo en que lo es la teoría del gas ideal en la física termodinámica. Entonces, se puede decir que Marx solo pudo escribir el Capítulo I luego de un gran trabajo de procesamiento de información empírica: no se trata de un punto de partida sino de un punto de llegada.

Marx llega a establecer la relación entre el valor de una mercancía y el tiempo de trabajo socialmente necesario para producirla a través de un complejo rodeo deductivo. Jamás se le habría ocurrido pensar que el valor se pudiera calcular de manera vulgar midiendo tiempo, porque él sabía que en una sociedad mercantil es solo en el intercambio donde se hace efectivo el carácter social de los trabajos privados como eslabones del trabajo colectivo: un carácter social que implica la igualdad de todos los trabajos y el intercambio de cantidades equivalentes de trabajo.

Porque además, Marx sabía que existen trabajos complejos que aparentemente equivalen a una mayor cantidad de trabajo simple de un trabajador manual. Eso que se le llama valor agregado. Solo que aquí de lo que se trata es de que en el trabajo de un artista, por ejemplo, están concentrados años de estudio, preparación y recepción de experiencia acumulada culturalmente. Hay tiempos que equivalen a más tiempo, algo que puede parecer absurdo a mentes positivistas, pero no a Marx, que se había educado en la escuela de la Filosofía Clásica Alemana. Pero hay una forma de evitar esta apariencia de paradoja: Marx siempre habla indistintamente del tiempo de trabajo socialmente necesario como gasto de fuerza de trabajo humana socialmente necesaria, una expresión que hace más simple entender su punto de vista.

Los productores no tienen que medir ese gasto de fuerza de trabajo humana para intercambiar sus mercancías. Es el mercado el que, cuando se estabiliza, expresa en la relación del valor de cambio de las mercancías una proporción tal que permite a los productores intercambiar cantidades equivalentes de trabajo. De ese modo, el cambio, la distribución y el consumo se pueden manifestar como momentos coherentes con la estructura de la producción. Cada productor recibe una parte del producto global acorde a su parte en el gasto global de fuerza de trabajo de la comunidad, y puede actuar como un eslabón de una totalidad orgánica que se reproduce.

De modo que sí, para Marx existe un fundamento objetivo del valor de cambio en la cantidad de fuerza de trabajo gastada durante la producción. Solo que esa correlación nunca se establece de manera directa, sino a través de la mediación que representa la sociedad mercantil.

A esto hay que añadir que en el Capítulo I se refiere solo a esta sociedad mercantil ideal. Todavía no está hablando de las interferencias que introduce la existencia del resto de las categorías de la economía: las diferentes formas de capital, la plusvalía, la oferta y la demanda. Todas esas categorías establecen más y más mediaciones en la formación del precio, hasta llegar a la sociedad capitalista que vemos. Lo que Marx está diciendo es que todo ese castillo se sustenta sobre la célula básica de la mercancía, y que es en ese gasto de fuerza de trabajo humana donde hay que buscar en última instancia el fundamento del valor. Espero haber aportado algo de luz sobre el tema.

La colaboración o la lucha

En el artículo Marx vs Marx, Olivera nos habla acerca de la colaboración entre los seres humanos, lo cual contrapone a la lucha de clases. Pone como ejemplo de colaboración, entre otras cosas, la construcción de las pirámides y antiguos canales. Realmente, me cuesta pensar que la relación que existía entre el faraón y los trabajadores a pie de obra sea un ejemplo modelo de cooperación.

Este es otro de los viejos tópicos antimarxistas, la minimización de la lucha de clases. El cual lleva de nuevo a la exaltación de la reforma por encima de la revolución. Detengámonos a pensar: ¿Es realmente así?

Desde luego que la historia de la humanidad no es solo la lucha de clases. También es cierto que el Manifiesto Comunista no puede ser tomado como una obra de validez universal: su función era inmediatamente política y divulgativa. Sin embargo, la lucha de clases y la confrontación revolucionaria han tenido un papel insustituible en la historia.

Las estructuras económicas que han conocido las sociedades humanas han sido, hasta hoy, estructuras de dominación. Eso significa que han existido intereses objetivamente contrapuestos, irreconciliables en última instancia dentro de esa estructura económica. La coexistencia pacífica entre las clases, la paz social bajo un sistema político, han puesto en un segundo plano esas contradicciones; las políticas reformistas logran que el pacto social se mueva en un sentido o en otro, dándole un respiro a los explotados y alargando la vida del sistema. Pero llega un momento en que el sistema ha agotado sus capacidades para soslayar las contradicciones.

En esa circunstancia, las clases dominantes se aferran a sus intereses y no hay ningún diálogo o reforma que permita cambiar el status quo. No queda más remedio que una salida revolucionaria, donde se puedan construir nuevas relaciones en contra de la voluntad de los viejos poderes.

Tal vez en los países centrales del capitalismo existe aún hoy espacio para encontrar caminos dentro de la política reformista que pueden mejorar la vida de la gente dentro de los marcos del sistema. En los países periféricos esas posibilidades son muy inferiores. La propia estructura económica global, el intercambio desigual, el carácter retrógrado de las oligarquías, reducen hasta lo ínfimo dichas posibilidades. Es por eso que para los países del Sur el camino que queda muchas veces es el revolucionario, lo cual no necesariamente significa un alzamiento armado.

Frente al círculo vicioso del atraso económico y la falta de soberanía política, se abre para los países subdesarrollados la opción de una revolución socialista de liberación nacional.

Quedaría mucho más que decir al respecto. Sobre todo hablar sobre las complejidades del momento actual que vive el mundo bajo el capitalismo, y el estado de la lucha contra ese sistema. También sobre el lugar que ocupa Cuba en ese contexto. Pero la idea central era hablar de Karl Marx y aspectos de su pensamiento que a menudo son cuestionados, malinterpretados o falsificados. Defender el sentido auténtico de las ideas del Viejo es una tarea impostergable.

20 mayo 2020 24 comentarios 518 vistas
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Polemizar desde la diferencia

por Alina Bárbara López Hernández 17 enero 2020
escrito por Alina Bárbara López Hernández

A propósito del texto Ángel para un final, hace unos días tuvo lugar en este foro una polémica entre la autora Alina B. López Hernández y Ernesto Estevez Rams. Por el valor de los argumentos aportados desde ambas partes reproducimos a continuación el debate de forma íntegra. Comienza Ernesto Estevez Rams (EER) haciendo referencia al texto de Alina López Hernández (ALH):

EER: «Casi finalizando el año se aprobó un cronograma legislativo que se extenderá hasta el 2028. Si las reformas habían marchado con lentitud por la carencia de un marco constitucional, según se explicó al requerir una nueva Constitución, esta demora de casi nueve años para poner al día la legislación es inexplicable. ¿Seguirán demorando entonces las reformas que deben atenerse a las leyes por venir?»

Se deben aprobar un total de 107 normas juridicas de aqui al 2028. De ellas 70 se haran antes del 2023 para un 67.9 %. O sea en tres años veremos casi el 70% de las nuevas normas jurídicas discutidas y aprobadas.

En el año 2020 se aprobaran, entre otras, las leyes correspondientes a: 1) ley de revocación, que establece el procedimiento de revocación de los elegidos a los órganos del poder popular y la asamblea nacional; 2) ley de servicio exterior que norma al servicio exterior; 3) ley de organización y funcionamiento del gobierno provincial; 4) ley de organización y funcionamiento del gobierno municipal; 5) ley de reclamación de los derechos constitucionales; 6) ley de procedimiento administrativo; 7) ley sobre los tribunales populares; 8) ley de procedimiento penal; 9) ley de procedimiento civil, laboral y económico; 10) ley de defensa y seguridad nacional; 11) ley de salud publica; 12) ley de la vivienda; 13) ley de funcionamiento de la presidencia y vicepresidencia.

Entre el 2021 y el 2022 se legislara entre otras sobre 14) Codigo de la familia (que lleva referendum); 15) ley del medio ambiente; 16) Codigo penal; 17) ley de transparencia y acceso a la informacion; 18) ley de ejecucion de las sentencia penales; 19) ley de patrimonio cultural; 20) ley de de decrecho de autor; 21) ley de monumentos; 22) ley de identidad; 23) ley de empresa; 24) ley de extranjeria; 25) ley de migracion; 26) ley de extranjeria; 27) ley de ciudadania; 28) ley de la contraloria; 29) ley de la fiscalia; 30) ley de la administracion central del estado; 31) ley de asociaciones; 32) ley de sociedades mercantiles; 33) ley de reciclaje; 33) ley de arbitraje y mediacion; 34) ley de tierras; 35) ley de notaria; 36) ley de estado civil.

Dificilmente un cronograma legislativo demorado y mucho menos reformas demoradas. Solo en el proximo anho tendremos definidas importantes leyes de proteccion de los derechos amparados en la constitucion y su reclamacion legal y ante tribunales. En los dos primeros anhos, esas leyes esenciales se completan junto a un conjunto de legislaciones de caracter economico y sociales incluidos un nuevo referendum sobre el codigo de la familia. Si se ve en conjunto, en este periodo legislativo se aprobaran en su integralidad la aparte esencial de las leyes dirigidas a garantizar el cumplimiento de la constitucion y las reformas economicas.

Por que hasta el 2028? porque hay que legislar de todo, desde cada ministerio y aspecto de la vida del pais. habran nuevas leyes sobre la educacion, sobre la educacion superior, sobre la division administrativa territorial, sobre defensa civil, sobre el servicio militar, sobre la libertad de culto, sobre el cine, sobre la proteccion animal, sobre seguridad social, sobre servicio electrico, sobre servicios policiales, sobre innovacion y ciencia, sobre atencion a menores, sobre proteccion contra incendios, sobre parques y areas protegidas, … y asi hasta 107. Son muchas leyes, con muchas complejidades tecnicas que requieren un trabajo de mesa muy cuidadoso.

Agreguesele que ya desde ahora muchos de esos anteproyectos de leyes estan siendo discutidos con actores importantes. Pongo un ejemplo que me toca de cerca. Al pleno de la Academia de Ciencias le han presentado en diversos momentos documentos referidos a la ley de ciencia en elaboracion, los academicos hemos discutido y elaborado informes sobre dicha ley que han provocado la vuelta a la mesa de escritura y nuevos documentos modificados, y el proceso se repite. Luego hay un proceso de debate, ya ocurriendo, que hace que cada ley requiera un tiempo de maduracion de ideas, de busqueda de concensos. Eso lleva tiempo y esfuerzo, pero sobre todo tiempo, pues involucra a cientos de actores en muchos casos. Leyes como esta, no se estan haciendo en un despacho cerrado, se estan haciendo en debate e interaccion. Podemos imaginar procesos similares para otras tantas leyes. Eso hace, que apresurar cronogramas forzados para dar la ilusion de avance, pueda hipotecarnos con leyes no maduradas lo suficiente con las que cargariamos en los anhos por venir.

Quiero esto decir que hay que esperar la aprobacion decada ley para ver cambios? No creo, como demuestran los acontecimientos de estos ultimos anhos. Se haran cambios que despues seran puestos a discusion en sus correspondientes leyes. Lo que este cronograma hace explicito es que, contrario a una lentitud, veremos una aceleracion de los procesos de cambios en todos los ambitos del pais. Nos esperan tiempos muy interesantes de disenho del pais de cara a la existencia de una nueva constitucion.

ALH: Gracias por las precisiones estimado Ernesto, pero ya todos habíamos tenido acceso al cronograma gracias a El Toque. A mí me parece que en las condiciones de la economía cubana, por ejemplo, dos o tres años para una ley de empresas es demasiado, habida cuenta de que los lineamientos llevan perfilando ya esos temas cruciales desde hace bastante. Lo otro es que con una asamblea de más de 600 miembros se podría ser más expedito en el tema de la legislación. Es evidente que la percepción del tiempo es muy relajada ante la gravedad de la situación del país, saludos.

EER: Citemos a Marx de manera completa: «Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen arbitrariamente , en condiciones legidos por ellos, sino en condiciones directamente dadas y heredadas del pasado. La tradicion de todas las generaciones muertas oprime, con peso muy pesado, el cerebro de los vivos. Y aun cuando parezcan ocupados en transformarse en transformarse a si mismo y en transformar las cosas,e n crear lo inedito, es precisamente en estas epoca de crisis revolucionario cuando evocan temerosos los espiritus del pasado, cuando les piden prestados sus nombres, sus consignas, sus costumbres, para aperecer en la nueva escena de la historia bajo este disfraz respetabley con ete lenguaje prestado. Es asi como Lutero se cubre con la mascara del apostol Pablo, como la Revolucion de 1789 a 1814 se arropa sucesivamente con el traje de Republica romana y luego con el Imperio romano, y como la Revolucion de 1848 no supo hacer nada mejor que parodiar, ya en 1789, ya a la tradicion revolucionaria de 1793 a 1795. Es asi como el principiante que aprende un idioma nuevo lo traduce siempre a su lengua materna y no logra asimilarse el espiritu de este nuevo idioma y servirse de el libremente hasta que puede manejarlo sin recordar su lengua materna, y hasta olvidando esta ultima»

El preambulo de la frase es muy interesante porque habla de la inevitabilidad objetiva de cualquier actor social de apropiarse de alguna manera del pasado de donde viene. Los ejemplos son muy interesantes porque Marx apela de experiencias, cada una en su ambito, revolucionarias, no reaccionarias. Y el epilogo cierra la frase al reafirmar la inevitabilidad de beber de lo viejo hasta que lo nuevo haya colmado un nuevo pensamiento, que ya no apela a ese pasado como legitimacion. Ese proceso dialectico, se infiere de Marx, no es brusco (no es que un buen dia dejamos de hablar del pasado como fuente de legitimacion) sino paulativo y evolutivo, los discursos van cambiando en interaccion con el propio cambio de la realidad objetiva. Eso es precisamente lo que yo veo en el discurso de la direccion actual del pais. Un discurso que apelando al pasado ya va construyendo nuevos tropos. Hablamos de continuidad inicialmente, hoy se le acota como continuidad dialectica. Hablamos de un socialismo pero ahora decimos prospero y sostenible, conceptos, sobre todo el ultimo, que habian quedado soslayado en enunciaciones pasada. Podemos seguir poniendo ejemplos. Hay un cambio paulatino del discurso que aun apela, por validos, a conceptos emanados del pasado reciente y no tan reciente. Diaz-Canel ha recuperado en sus ultimos discursos el «patria o muerte» como continuidad de aquel libertad o muerte, y como consigna aun eficaz y sin sustituto frente a las renovadas agresiones desde los EE.UU. que se empenha en un reeditar la misma politica fallida de mas de una centuria. Menos mal que somos continuidad dialectica y no ruptura dogmatica. Menos mal que apelamos a lo fundacional de la Revolucion a la vez que nos proponemos seguir cambiando.

EER: «La Constitución del 2019 aumentó los cargos por designación y blindó a la burocracia ante la ciudadanía al considerar contenidos pétreos o inmutables cualquiera de los concernientes al sistema político.»

ARTÍCULO 1. Cuba es un Estado socialista de derecho y justicia social, democrático, inde-pendiente y soberano, organizado con todos y para el bien de todos como república unitaria e indivisible, fundada en el trabajo, la digni-dad, el humanismo y la ética de sus ciudada-nos para el disfrute de la libertad, la equidad, la igualdad, la solidaridad, el bienestar y la prosperidad individual y colectiva.

ARTICULO 4. (…) El sistema socialista que refrenda esta Cons-titución, es irrevocable. Los ciudadanos tienen el derecho de combatir por todos los medios, incluyendo la lucha arma-da, cuando no fuera posible otro recurso, contra cualquiera que intente derribar el orden político, social y económico establecido por esta Consti-tución.

Se me antoja que aqui caben varias lecturas pero ninguna en la que al definir de esta forma el caracter socialista de la republica se blinde a la burocracia. Y que el caracter irrevocable de esa voluntad sea reafirmacion de ese blindaje. Por el contrario a lo que afirma la autora, si algun burocrata pretende cambiar el caracter socialista, haciendo trasiegos en la forma de propiedad, atentando contra su caracter democratico, basado en la justicia social y disenhado con todos y por el bien de todos, el articulo 5 nos da el derecho de levantarnos, a nosotros los ciudadanos, hasta en armas contra el usurpador de la voluntad popular refrendada en esta constitucion.

Pero ademas tenemos el articulo 7:

ARTÍCULO 7. La Constitución es la norma jurídica suprema del Estado. Todos están obli-gados a cumplirla. Las disposiciones y actos de los órganos del Estado, sus directivos, funcio-narios y empleados, así como de las organiza-ciones, las entidades y los individuos se ajus-tan a lo que esta dispone.

Que establece entre otras cosas, que ningun funcionario, de donde pudiera provenir el supuesto burocrata, esta por encima de la constitucion, lo que es, a todas luces, todo lo contrario a un blindaje. Y para reafirmar esa voluntad constitucional antiblindaje a la burocracia, el articulo 9 y 10 nos lo aclara mas aun:

ARTÍCULO 9. Cumplir estrictamente la le-galidad socialista es una obligación de todos.Los órganos del Estado, sus directivos, funcio-narios y empleados, además, velan por su respe-to en la vida de toda la sociedad y actúan dentro de los límites de sus respectivas competencias.

ARTÍCULO 10. Los órganos del Estado, sus directivos, funcionarios y empleados están obligados a respetar, atender y dar respuesta al pueblo, mantener estrechos vínculos con este y someterse a su control, en las formas es-tablecidas en la Constitución y las leyes.

ALH: Estimado Ernesto, realmente es un placer polemizar con alguien que haya leído esta obra de Marx, para mí uno de sus mejores textos históricos pues analiza el auge y fracaso del ideario más radical de una revolución paradigmática como fue la francesa, pero puede servir para el análisis de cualquier reflujo revolucionario como creo que ocurre en Cuba. Este tipo de intercambio sí amerita tiempo, no ocurre así con los vulgares comentarios de PostCuba.

Sobre sus principales objeciones: Todos nos nutrimos del pasado, la historia existe como ciencia precisamente porque resuelve una necesidad humana, nunca se rompe totalmente con lo sucedido y por ello se conformaron las nacionalidades y las naciones; incluso, aquellos grupos humanos ágrafos apelan a la memoria para cohesionarse. Como historiadora asumo ese principio. Pero cuando Marx habla del pasado en este texto se refiere a la idea de mantener vivo un ideal político del pasado en nuevas condiciones que requieren cambios. Por eso hace la crítica, que usted confunde con un elogio, y que no se entiende tampoco si se descartan las dos primeras oraciones del texto: “Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijéramos, dos veces. Pero se olvidó de agregar: una vez como tragedia y la otra como farsa”. Quizás una consigna del inicio de la revolución como “Patria o muerte” u otra más cercana como “Socialismo o Muerte”, que también el presidente evocó en una de sus últimas intervenciones, tenían un significado heroico y épico en momentos de génesis de un proyecto que, al ir cambiando tanto, y no precisamente para bien, ya no tiene el peso simbólico que tuvo en aquella época.
Vuelvo a Marx, que un poco más adelante en el mismo texto afirma: “La revolución social del siglo XIX [era la época que le correspondió vivir, para nosotros sería la revolución del siglo XXI] no puede sacar su poesía del pasado, sino solamente del porvenir. No puede comenzar su propia tarea antes de despojarse de toda veneración supersticiosa por el pasado. Las anteriores revoluciones necesitaban remontarse a los recuerdos de la historia universal para aturdirse acerca de su propio contenido. La revolución del siglo XIX debe dejar que los muertos entierren a sus muertos, para cobrar conciencia de su propio contenido”.

La dialéctica incluye al mismo tiempo la continuidad y la ruptura, por eso se la representa como una espiral, no hay continuidad dialéctica por un lado y —como usted le llama erróneamente— “ruptura dogmática” por otro, ambos momentos son parte del desarrollo, la continuidad y la ruptura, claro que nunca la ruptura significa que se retorna al mismo estadío, siempre se producen cambios. Su percepción del desarrollo como paulatino y evolutivo, como una línea ascendente, es profundamente mecanicista pero muy asumida entre nosotros. Aquí dejo un fragmento sobre este aspecto tomado de mi artículo “Nominalistas y realistas. Los modernos teólogos de la economía cubana”, disponible en la web: “Una filosofía que los dirigentes del gobierno recepcionaron desde dos perspectivas, una interna, que se debió a la fuerte influencia del positivismo filosófico propio de la época en que se formaron, cuya concepción general del desarrollo era unilateral y metafísica, al no considerar los saltos cualitativos en este proceso y atender solo a las transformaciones graduales, lo que se derivaba de su aceptación de los conceptos darwinianos de “orden” y “dirección”.
Otra perspectiva fue externa, proveniente del marxismo soviético. Ella se recibió en Cuba a través de las relaciones del viejo partido comunista afiliado a la Comintern, y resultaría decisiva cuando la joven revolución se alineó de modo absoluto con ese partido. La idea de que una vez victoriosa, la revolución socialista no puede retroceder, y de que la sociedad marchará siempre adelante, hacia un futuro glorioso, reviste una visión metafísica de la historia. Uno de los aportes del marxismo había sido la capacidad de percibir las contradicciones en los procesos de desarrollo, no ver el devenir de las sociedades de manera teleológica, como resultado de un camino previsto que sigue siempre una pauta trazada; por el contrario, es aceptar que las contradicciones que están en la base de tales procesos provocan rupturas y continuidades.

El desarrollo visto dialécticamente no es una línea, sino una espiral continua, que admite también los retrocesos como parte consustancial. Sin embargo, no siempre los sistemas que declaran su adhesión al marxismo han sido consecuentes con este método científico. Al reducirlo a su dimensión ideológica y, —ya tomado el poder—, convertirlo en una ideología de Estado, se muestran ajenos al análisis de las contradicciones, y emerge así una concepción del desarrollo signada por la reverencial admisión, cual obligatoria e inexorable tendencia, del destino humano hacia el progreso. Ello explica el inmovilismo que caracterizó a los países del socialismo real. Expresa también el inmovilismo de la Cuba actual, que no logra actualizarse a pesar de todas las reuniones, congresos y conferencias para discutir, cual torneos de teología, cómo precisar mejor los conceptos”.

Así que, estimado Ernesto, coincido con usted cuando afirma que hay “un cambio paulatino del discurso”, sin embargo, ¿no cree que ya es hora de que ese cambio se manifieste también en la realidad?. En Cuba “han sido las imágenes preconcebidas de la realidad, concretadas en conceptos, y no la realidad misma, la que ha determinado un accidentado camino que en poco tiempo cumplirá seis décadas. El intentar adaptar el mundo a un discurso preconcebido en lugar de partir de él para comprenderlo y lograr, entonces, transformarlo, ha significado un costoso saldo para el futuro nacional”.
Sobre el proceso en que se declaró el carácter irreversible del sistema político y social en Cuba, cosa que hubiera espantado a Marx pues la marcha de la historia no se decreta, escribí para este blog un artículo que le sugiero consultar para no agobiar a los foristas con esta polémica, se llama “Crónica de un meteorito”.

Mis saludos para usted y gracias por comentar, después de ser criticada por Marcos Velázquez Cristo, que aunque lleva su apellido no se le parece, ser enjuiciada por usted resulta, sencillamente, un oasis de cordialidad.

EER: Hola Alina, Marx analiza la realidad en el 18 Brumario refiriendose al pasado de diversas formas. El texto, coincido que brillante en forma y contenido, tiene muchas lecturas pero evitare ser retorico. Yo entiendo la tesis a Marx sobre la repeticion de la historia, la segunda vez como farsa pero no coincido cuando haces la lectura refiriendo el discurso actual comparado al del 1959. Lo entenderia si el discurso de 1959 hubiese sido un calco del discurso de la Revolucion de 1933. No lo fue aun cuando retorma ideas. Si fijas la atencion en las tesis del 18 Brumario de Luis Bonaparte, la referencia, en cuanto a revoluciones, no es a la evolucion de un mismo proceso continuo sino al intento de repetir como calco intentos anteriores. La propia idea de 18 Brumario hace referencia al golpe de estado de Napoleon y es en tono sarcatico, al burlarse del intento mediocre de Luis Bonaparte de repetirlo. La Revolucion hoy no es otra Revolucion intentando copiar la del 1959, es continuidad historica de la misma y por tanto no se aplica las tesis de 18 Brumario. En Cuba hoy, no estamos intentando repetir un triunfo revolucionario a lo 1959, no hace falta, no hemos perdido el poder logrado en esa fecha. Hoy no se entra en la carroza militar-popular a la capital por tropas guerrilleras, ni se organiza un gobierno liberal-burgues, ni tan siquiera renuncia el primer ministro para forzar la transformacion del proceso a uno mas radical. No hay un 18 Brumario en la Cuba actual. El discurso hoy es de continuidad y agrego dialectica porque no es estatico, es cambiante porque han sido cambiante las circunstancias historicas y sesenta anhos de la practica del poder implica cambios. No es farsa porque no repite en un proceso nuevo, calco de procesos anteriores.

La tesis de la dialectica como espiral es de las que nunca me ha satisfecho, es una buena imagen en el siglo XIX, en el siglo XXI, con todo el avance que tenemos desde las ciencias naturales en cuanto a la complejidad conque las leyes de la naturaleza actuan, y su posible extrapolacion a la sociedad, me parece ya obsoleta y demasiado simplista. La dialectica es mas que una imagen tan simple, ya sea mecanicista a lo Hegel o en su tesis marxista como espiral. Creo que no es ni uno ni lo otro. En primer lugar porque la idea de progreso como es concebido por la filosofia del siglo XIX y buen aparte del XX esta en franca crisis. Todavia en Marx y Engel la evolucion, entendida a lo Darwin, se veia como progreso y no como cambio sin flecha. Eso se lee en los textos de Engel sobre todo pero se trasluce de los de Marx. No podia ser de otra manera si para entonces no conociamos la cuantica, ni la relatividad, ni los fenomenos no lineales, ni la teoria del caos determinista, ni la biologia molecular o la biologia de sistemas, etc. Hoy entendemos la evolucion no como una flecha hacia formas «superiores», sino cambio hacia formas mas complejas en algunos casos y hacia «otra cosa» en otras. En biologia, es que no sabemos cuanto es lo que soporta la materia organica en terminos de complejidad. Sospechamos que hay un limite para estos tozudos enlaces de carbono e hidrogeno. Creer que la espiral dialectica de complejidad es ilimitada es una buena idea para el siglo XIX, ya hoy no tanto Se aplicara lo mismo a la sociedad? no lo se, ni me atrevo a especular por no tener elementos de juicio para hacerlo de manera informada. Solo dire que a la luz de lo que sabemos hoy, lejos del positivismo inocente que incluso permeo al marxismo, sobre la inevitabilidad que tiene la temporalidad de los seres sobre este planeta y su mas que probable extincion en un frio cosmico, parece que lo complejo es mas efimero que lo simple a nivel cosmico y la dialectica no es por ello falsa. Falsa es la idea que nos hemos hecho de ella, como indicativa de progreso en espiral. Esto pudiera sonar pesimista, pero no lo es. Los cientificos estamos para tratar de entender las leyes objetivas del unjverso, no para adornarlo con el fin de complacer espectativas, para eso estan las religiones y han hecho un papel pesimo en ello.

Pero no quiero ser tan pedante como para ponerme en plan filosofico hasta el final.

Volviendo al aqui y el ahora. Mi disonancia con tu tesis es que la referencia al 18 Brumario que haces no me parece adecuada en lo mas minimo. Mi primera respuesta tampoco fue buena y te dio la idea equivocada. Ahora creo haberme explicado mejor. Nosotros partimos de posiciones divergentes, tu, como lo entiendo, partes de considerar que la Revolucion como continuidad de 1959 ya agoto su ciclo historico (corrigeme si ierro). Yo parto de considerar que no, que en el contexto actual, objetivo y subjetivo, su continuidad cambiante es la unica garantia de mantener el proceso historico, esta vez si visto como progreso aun si es de caracter limitado o local. Mi tesis es que la Revolucion en su expresion concreta e institucionalida, en sus organizaciones, estado y demas componentes, con sus aciertos y desaciertos, es el proceso que debemos defender como pueblo a partir de asumir la necesidad de que siga cambiando sin renunciar a principios fundacionales. Entre esos principios yo asumo tambien el de la propiedad social sobre los medios fundamentales de produccion. Partir de ese principio me hace ver la irrevocabilidad de este sistema social refrendado en la constitucion como un acierto, no como un error. Es, en primer lugar, un acierto politico en el contexto actual donde no se puede soslayar las amenazas externas e internas. Evita que se le busque, en esta constitucion, la legitimidad a un proceso de reconversion capitalista a lo Yeltsin. Claro esta, ponerlo alli no basta, pero es, en terminos de jurisprudencia, un resguardo importante. Tampoco creo que Marx se hubiera escandalizado de ello, a partir de un analisis de la historia que nos trajo hasta aqui. Esta claro que esa irrevocabilidad es tambien temporal, al fin y al cabo, si aspiramos al comunismo como dice la propia constitucion, entonces en algun momento tendra que ser revocado por necesidad. Saludos y feliz anho nuevo.

ALH: Seguimos debatiendo: Primero lo más general, coincido contigo en que la idea del progreso está en crisis, su concepción antropocéntrica ha cedido ante una perspectiva ecologista y compleja, que concibe al hombre como parte de un gran entramado en el cual todos los hilos tienen valor. En Cuba este punto de vista precisa de una legislación que, por ejemplo, proteja a los animales y al medio ambiente en general, en lo que la ciudadanía se comporta más activa que el gobierno. Pero la idea de que la dialéctica se explique cual una espiral donde se muestran avances y retrocesos no me parece para nada desactualizada y mucho menos simplista como te parece a ti. Veamos un ejemplo sencillo: ahora en muchos países se prohíbe el uso del plástico por los daños al medio ambiente, se legisla el uso de los anticuados cartuchos de papel, en apariencia esto puede aparentar un retroceso, sin embargo, la conciencia de que hay que preservar el planeta y del daño para todas las especies hace comprender que no se ha vuelto a un estadio anterior sino superior.

El segundo aspecto en que quiero disentir con todo respeto, es en tu idea del alcance del texto de Marx. Su fundamentación de la evolución de un proceso revolucionario que se va tornando caricatura o deformación de sí mismo, es válida para cualquier proceso histórico, contexto o época, sin que asuma al marxismo como una receta ni mucho menos. Su análisis de la legislación francesa, que va protegiendo a una clase empoderada de los reclamos populares está viva entre nosotros en medio de un proceso legislativo. Propongo que debatamos este fragmento: “El inevitable Estado Mayor de las libertades de 1848, la libertad personal, de prensa, de palabra, de asociación, de reunión, de enseñanza, de culto, etc., recibió un uniforme constitucional, que hacía a estas invulnerables. En efecto, cada una de estas libertades era proclamada como el derecho absoluto del ciudadano francés, pero con un comentario adicional de que estas libertades son ilimitadas en tanto en cuanto no son limitadas por los «derechos iguales de otros y por la seguridad pública», o bien por «leyes» llamadas a armonizar estas libertades individuales entre sí y con la seguridad pública. Así, por ejemplo: «Los ciudadanos tienen derecho a asociarse, a reunirse pacíficamente y sin armas, a formular peticiones y a expresar sus opiniones por medio de la prensa o de otro modo. El disfrute de estos derechos no tiene más límite que los derechos iguales de otros y a la seguridad pública» (cap. II de la Constitución francesa, art. 8). «La enseñanza es libre. La libertad de enseñanza se ejercerá según las condiciones que determina la ley y bajo control supremo del estado (lugar cit. art. 9). «El domicilio de todo ciudadano es inviolable, salvo en las condiciones previstas por la ley» (cap. II. art. 3), etc. Por tanto, la Constitución se remite constantemente a futuras leyes orgánicas, que han de precisar y poner en práctica aquellas reservas y regular el disfrute de estas libertades ilimitadas, de modo que no choquen entre sí, ni con la seguridad pública. Y estas leyes orgánicas fueron promulgadas más tarde por los amigos del orden, y todas esas libertades reguladas de modo que la burguesía no chocase en su disfrute con los derechos iguales de las otras clases. Allí donde veda completamente «a los otros» estas libertades, o consiente su disfrute bajo condiciones que son otras tantas celadas policíacas, lo hace siempre, pura y exclusivamente, en interés de la «seguridad pública», es decir, de la seguridad de la burguesía, tal y como lo ordena la Constitución. En lo sucesivo, ambas partes invocan, por tanto, con pleno derecho, la Constitución: los amigos del orden al anular todas esas libertades, y los demócratas, al reivindicarlas todas. Cada artículo de la Constitución contiene, en efecto, su propia antítesis, su propia cámara alta y su propia cámara baja. En la frase general, la libertad; en el comentario adicional, la anulación de la libertad. Por tanto, mientras se respetase el nombre de la libertad y sólo se impidiese su aplicación real y efectiva -por la vía legal se entiende-, la existencia constitucional de la libertad permanecía íntegra, intacta, por mucho que se asesinase su existencia común y corriente”.

Nuestra nueva Constitución remite, como aquella que critica Marx, a una legislación futura que pondrá límites a los principios recogidos en la Ley de leyes. Esto no se trata entonces, como afirmas, de una comparación entre el golpe de Estado de Napoleón y el de su sobrino Luis, es algo mucho más profundo y pertinente. Otro punto a debatir: tú crees que yo parto de considerar “que la revolución como continuidad de 1959 ya agotó su ciclo histórico”. Te corrijo con énfasis. Yo pienso todo lo contrario, la revolución no solo no ha agotado su ciclo histórico, sino que una parte de los objetivos que se propuso en 1959 aún están incumplidos o cumplidos parcialmente. El primero de ellos fue lograr la verdadera independencia económica, pasamos de ser dependientes de los EE.UU. a serlo del campo socialista y, actualmente, nuestra propia Constitución nos hace dependientes del capital extranjero. Problemas graves que se denuncian en el Programa del Moncada, por el que tantas personas lucharon en Cuba, todavía son deudas pendientes.

Otro conflicto irresuelto, este del período socialista de la revolución, es convertir la propiedad actualmente estatal en verdadera propiedad social, utópica aspiración sino se democratizan las formas de participación ciudadanas en las decisiones económicas y los sindicatos no vuelven a ser, como fueron antes de la revolución, verdaderas organizaciones que defiendan los intereses de los trabajadores. La revolución hoy no intenta copiar la del 59, ojalá lo hiciera, en aquellos años iniciales todavía había posibilidad de debatir y discrepar sin ser considerado un enemigo o un mercenario como ocurre actualmente. Y por último —por ahora claro, este debate vale la pena seguirlo—, tú dices que no se ha perdido el poder logrado en 1959, pero cuidado, ¿de qué poder hablas? Está el poder del ejército o los órganos de seguridad y del gobierno, y también existe el poder simbólico, tan importante como aquellos, es el que hace partícipes a los ciudadanos de un sistema político por voluntad propia, por ideales compartidos. Cuando se derrumbó el socialismo en Europa del este, nadie tuvo que arrebatar esas banderas porque ya nadie las sostenía. Allí se había quebrado el poder simbólico sin el cual el sistema político era un cascarón vacío que implosionó sin que hasta hoy haya sido reivindicado nuevamente. Ahora me despido, mañana nos encontramos de nuevo en este foro, por suerte democrático como no lo son nuestros medios, saludos cordiales.

EER: Hola Alina, Seguimos sin dudas. Debo agradecer tu paciencia en aclarar algunos puntos que tenia en confusion sobre tu posicion actual.

El argumento referido a la dialectica daria para un debate de muchas paginas, mi punto de vista es desde mi perspectiva de Fisico y por tanto, parte, probablemente, de lugares conectados pero distintos a los tuyos. Eso quizas sea una limitante de mi postura, al carecer de las referencias a la filosofia que manejas con mas holgura que yo, pero a la vez la veo por ello mismo, menos atada a concepciones filosoficas prestablecidas y en eso, algo de ventaja quiero ver. La linea final es que creo que ambos ganamos con confrontar las visiones desde angulos distintos. Mi vision esta influida por la perspectiva de fisicos como Steven Weiberg, premio Nobel de Fisica y una de las mentes mas brillantes del siglo XX, no tan mediatico como el menos profundo Hawkins. Lo menciono por si quisieras buscar sus libros y ver expuesto, con el brillo que yo no puedo, algunos de estos argumentos. Hay dos puntos de contencion aqui, que pueden parecer sumergidos pero estan presente. Primero, sin son las llamadas leyes de la dialectica universales o no y, mas radical aun, si son realmente leyes. Segundo, en la tesis de espiral, hay de manera explicita en Engels y poco menos en Marx, la idea de espiral «ascendente». Ambos puntos estan muy relacionados. Agrego que tambien me resulta contencioso pensar si las leyes de la dialectica son leyes sociales o leyes naturales. En cuanto a leyes naturales tengo mis dudas si la vision es la de espiral ascendente. Hasta donde nos lleva el conocimiento hoy de la cosmologia, el universo parece marchar hacia el frio cosmico donde no solo la vida seria imposible sino que la complejidad quimica que da lugar al ser consciente de cualquier tipo parece imposible. Ello no niega que de manera local y en una ventana temporal finita, el desarrollo de la materia sea, en terminos de complejidad, ascendente. Eso, despues de todo, es lo que hemos visto en la tierra. Pero sabemos que la complejidad no es ilimitada y que la confrontacion de distintas interacciones las hace colapsar si rebasa determinadas dimensiones o escalas. Sospecho que en la idea de espiral ascendente hay una influencia marcada de la vision decimononica de la ciencia con su vision de progreso ilimitado. Aun si Marx no fue positivista, no pudo escapar de ese paradigma preponderante en la epoca.

Este tema pudiera parecer ajeno al meollo cubano de este intercambio pero no lo es. En el determinismo mecanico con el que se interpreto a Marx, se pretendio ver la sucesion de sistemas sociales como una cadena inevitable de causas y efectos que mas o menos seria algo como: esclavismo conduce irremediablemente a feudalismo que conduce irremediablemente a capitalismo que conduce irremediablemente a comunismo. Hosbawn, el historiador marxista, contendia intensamente esa interpretacion de la historia sobre la base misma del marxismo algo que explica en su libro «Como cambiar al mundo». Pero incluso mas alla de Hosbawn, esa cadena aun desde la perspectiva de la espiral, con espacio para retrocesos y avances, era en todo caso vista como ineludible por la dichosa referencia a lo de «ascendente».

Hoy incluso, entendemos la evolucion no como un proceso de «ascender» sino con una perspectiva menos piramidal del cambio. Tu ejemplo de la vuelta a los cartuchos es interesante pero anecdotica. Aqui hablamos de determinantes mas vastos. La humanidad va adquiriendo, en la medida que conoce mas, conciencia objetiva de sus limites pero, a diferencia de los cientificos decimononicos, la variable tiempo juega un papel que antes no se le consideraba. Cambiaremos lo suficiente antes de que condenemos irremediablemente la vida humana en el planeta? No se trata en este caso, tan siquiera del apocalipsis nuclear (que es una realidad potencial aterradora), sino de algo mas gradual y que hoy se manifiesta en la accion de un mundo, basado en el consumo desenfrenado, sobre el cambio climatico pero manhana, puede ser en otras amenazas al desequilibrio de la biosfera.

Pero ahora acoto. En nuestro caso, abandonar la vision determinista de la historia implica que la victoria no esta cantada de antemano, ni siquiera a largo plazo. Eso pone mayor presion sobre los individuos y sobre el aqui y el ahora. No tenemos ni el consuelo de pensar que si la Revolucion es derrotada, en algun momento posterior de la historia, volveremos. Quizas no nos de tiempo. Y es que sabemos hoy, y Marti anunciaba, en las pequenhas batallas de territorios geograficamente chiquitos, se juega la historia de la humanidad toda. Cada derrota de una vision poscapitalista particular, aun en apariencia pequenha por su locus geografico, adelanta segundos esenciales e irrecuperables hacia un posible punto de no retorno en la degradacion del habitat humano. Nos parece remoto, pero tales destinos se juegan en la batalla por Cuba. Y ello no es por ser Cuba algun tipo de ombligo del mundo, sino por ser, en este contexto y por esas casualidades causales de la historia, un lugar neuralgico donde las repercusiones de su devenir implican cuando menos, el destino de un hemisferio.

Esa vision no tiene que conducir a un pesimismo anulante, por el contrario, debe ubicarnos en que es lo esencial y que no lo es en esta pugna. Debemos rebasar la vision aldeana en cada debate de ideas, rebasar lo localismos y descubrir esencias para no desgastarnos en la multitud de pequenhos hechos que caracterizan a un sistema complejo. La teoria de la complejidad tambien nos dice que las variables de control, en muchos casos, son pocas, por mas que en apariencia parezca indomable el sistema. Eso es, en el plano de la sociedad, uno de los acierto mas grandes de Marx.

Hablo de ruptura dogmatica, porque veo irreal suponer que una ruptura de la Revolucion hoy, en el contexto extremedamente desbalanceado en el que existe, pudiera ser otra cosa que la derrota de la aspiracion racional a un mundo mejor en esta isla y por tanto en este hemisferio. Cualquier ruptura conduciria a nuestra aniquilacion simbolica y real por parte de los EE.UU. Es desde esa perspectiva que veo acertado politicamente la afirmacion simbolica en nuestra constitucion del caracter irrevocable de nuestro sistema. Irrevocabilidad, como he dicho antes, que no significa una inmovilidad imposible y antidialectica, sino asumiendo a ese sistema como cambiante y ahora si, tomando a la dialectica como local y temporal, en espiral ascendente.

Concluyo, todo esta argumentacion con mi tesis central: La Revolucion que triunfo en el 1959 y que evoluciono hasta lo que es hoy (con independecia de lo que hubieramos querido, pronosticado o aspirado) tiene que ser el punto de defensa de los revolucionarios para plantearnos en su evolucion, no en su ruptura, la via mas acertada para sostener la posibilidad no determinada de contender con exito, desde esta isla, la vision apocaliptica del capitalismo. Sobre el 18 Brumario te escribo en otro comentario, este ya ha sido peligrosamente largo. Saludos y gracias.

EER: En su prologo a la segunda edicion del 18 Brumario Marx, al hablar del contexto y las razones por las que escribio esa obra dice «Por su parte, Proudhon intenta presentar el golpe de Estado como resultado de un desarrollo histórico anterior. (…) Cae con ello en el defecto de nuestros pretendidos historiadores objetivos. Yo, por el contrario, demuestro cómo la lucha de clases creó en Francia las circunstancias y las condiciones que
permitieron a un personaje mediocre y grotesco representar el papel de héroe» Para luego acotar que su obra trata sobre dichos sucesos de diciembre de 1851 que tuvieron a Luis Bonaparte (ese «heroe» del que Marx habla en tono despectivo) como protagonista.

Marx habla del pasado heroico de la burguesia mientras, como fuerza revolucionaria, demolia al feudalismo y al hablar de ello dice refiriendose a la legitimacion del pasado: «En esas revoluciones, la resurrección de los muertos servía, pues, para glorificar las nuevas luchas y no para parodiar las antiguas, para exagerar en la fantasía la misión trazada y no para retroceder ante su cumplimiento en la realidad, para encontrar de nuevo el espíritu de la revolución y no para hacer vagar otra vez a su espectro.»

Marx esta analizando un proceso historico cuyo comienzo inmediato el ubica en febrero del 1848 y cuya culminacion es precisamente el golpe de estado de Luis Bonaparte el 2 de Diciembre de 1851. Apenas tres anhos. Esa revolucion que comenzo con la derrota de Luis Felipe I, el rey de los banqueros, Marx narra su primera etapa como, aun cuando no fue iniciada por el proletariado, es arrebatada por esta o dicho por el «Arrancada por el
proletariado con las armas en la mano, éste le imprimió su sello y la proclamó república social.» Pero ya en su segunda etapa desde mayo de 1848 (apenas tres meses despues) la define como el de fundacion de un republica burguesa. Sobre ese proceso el propio Marx narra «Venció la república burguesa. A su lado estaban la aristocracia financiera, la burguesía industrial, la clase media, los pequeñoburgueses, el ejército, el lumpemproletariado organizado como Guardia Móvil, los intelectuales, los curas y la población del campo. Al lado del proletariado de París no estaba más que él solo.»

Luego, no se trata de la degradacion de un proceso revolucionario proletario, se trata de una revolucion burguesa que derrocando, y debo insistir en ello, derrocando a una posible revolucion proletaria, termina hegemonizando para la burguesia los instrumentos del poder politico (los economicos ya los habia logrado en buena medida durante el mismo reinado de Luis Felipe I). Tu cita sobre la constitucion, es precisamente Marx narrando como la burguesia que habia derrocado el intento, vuelvo a insistir, intento proletario, vuelca su hegemonia de clases sobre una constitucion que no es otra cosa que «una reedición republicanizada de la Carta Constitucional, de 1830». El golpe de estado de Luis Bonaparte es un golpe de estado dentro del orden burgues.

Extrapolar ese proceso y su analisis por Marx a la Cuba de 2019 es audaz por desatinado. Primero el proceso cubano es todo lo contrario al narrado. EL triunfo de una revolucion liberal burguesa que dura muy poco y luego es radicalizada para tornarse en una revolucion socialista. En la Revolucion cubana, del lado de la Revolucion estaba el proletariado, el campesino, una porcion no despreciable de la pequenha burguesia y la clase media; del lado de la burguesia sietemesina y su sacrocracia, casi nadie mas. Aqui la que se quedo sola fue la burguesia salvo una porcion muy minoritaria del resto de la poblacion. La constitucion cubano no fue una reedicion de la constitucion de 1940, sino, refrendada mas de 15 anhos despues del triunfo del 59, tiene un caracter que ya no es burgues y es el reflejo de la victoria contra la burguesia nacional y extranjera. Aun si en forma puedes trazar paralelos, en contenido expresa la hegemonia de esas clases triunfantes contra la burguesia y no viceversa. Eso hace que la lectura del pasaje de Marx que citas, debe verse no en su parecido formal, sino en su contenido de clases. Expresan contenidos diametralmente opuestos.

Al comparar la primera revolucion burguesa en Francia con la de 1848, Marx dice que la segunda es al reves de la primera. La revolucion de 1848 no es siquiera continuidad de la primera. Entre ellas habia pasado de todo, el ascenso primero republicano de Napoleon y luego imperial y la restauracion monarquica. La burguesia habia retrocedido respecto a la revolucion inicial, habia sido politicamente derrocada y habia vuelto a permear el poder desde su creciente hegemonia economica.

La Cuba del 2019 es continuidad de la del 1959. En todo ese periodo las fuerzas de la Revolucion no perdieron el poder politico, no ocurre restauracion burguesa alguna y el transito se da como continuidad simbolica entre los protagonistas de la revolucion de 1959 y su relevo generacional.

Mas aun, el golpe de Luis Bonaparte es el golpe de los sables. Marx narra las sucesivas paralizaciones de la Asamblea Nacional, las componendas de Luis Bonaparte a espaldas de ella a quien termina derrotandola. Entonces en frase lapidaria Marx dice: «Sólo después de eliminar a su solemne adversario, cuando él mismo toma en serio su papel imperial y cree representar, con su careta napoleónica, al auténtico Napoleón, sólo entonces es víctima de su propia concepción del mundo, el payaso serio que ya no toma a la historia universal por una comedia, sino su comedia por la historia universal.»

La constitucion cubana del 2019 no es resultado de la lucha entre facciones de clases, ni el presidente cubano anda de componendas contra el poder parlamentario, ni es el poder de los sables el brazo de poder del presidente. Por el contrario la constitucion de 2019 es resultado de un proceso de consulta amplisimo, emana del poder superior de la Asamblea Nacional sobre el Consejo de Estado y en alianza con este, como representacion simbolica de un poder mas amplio. Esta constitucion amplia derechos ciudadanos, acota alcances del estado y sus funcionarios, aclara procesos, democratiza aun mas el poder evitando caudillismos. Nunca he visto, ademas, a Diaz Canel, posando de emperador de los cubanos ni ejecutando a dirio «golpes de esatdo en miniatura». Tampoco lo he visto pretender la tunica de ningun emperador sino todo lo contrario, convoca a diario a que el liderazgo de Fidel se comparta entre todos los revolucionarios.

No, no es una buena extrapolacion el 18 Brumario de Luis Bonaparte con la Cuba revolucionaria del 2019 y citarlo fuera de contexto no aclara nada, solo ofusca entender las realidades y los retos de hoy en este pais.

Y aqui lo dejo otra vez por largo. Me has obligado a relecturas y te lo agradezco aun si es a costa del tiempo precioso que le robo a otras obligaciones de trabajo totalmente ajenas a estos temas. No puedo garantizarte que en el futuro inmediato pueda dedicar estas horas al debate aun gustandome mucho. El fin de semestre me obliga a redactar examenes, calificar; la academia de ciencias me obliga a evaluar premios; la comision de carrera de Fisica que presido a elaborar planes y mis estudiantes a atenderlos. Te reitero las gracias por este intercambio que me obliga a seguir leyendo tus articulos que retan a pensar aunque sea por lo general para discrepar de ellos.

ALH: Estimado Ernesto. Comprendo bien lo precioso de tu tiempo, por eso aprecio que lo hayas destinado a este intercambio. Yo, como Mañach, creo que sostener a una polémica es un deber cívico, y aunque también he tenido mucho trabajo en los últimos días, como miembro de la Academia de la Historia tuve que ser jurado del premio de la crítica científica, oponente a una tesis doctoral como integrante del tribunal permanente de Ciencias Filosóficas, revisar dos tesis de maestría que tutoreo, e incluso repasar la plana de mi próximo libro que casi sale, ello sin contar mi trabajo como editora y mi responsabilidad como articulista de este blog, así que como verás también he destinado un espacio a esta conversación contigo porque creo que vale la pena y porque el tono es respetuoso, lo que no quiere decir concordante.

Pero basta de preámbulos y cortesías, respondo concisa a los principales puntos:

1ro. Sobre el determinismo histórico tienes razón en no atribuirlo por completo a Marx. La visión positivista de la ciencia representa ciertamente la idea de una línea ascendente, pero no de una espiral como afirmas, en ella no caben los retrocesos. Durante el siglo XIX casi todas las ciencias sociales que conocemos hoy, con excepción del Derecho y la Historia que lo habían hecho antes, determinan sus objetos de estudio. Lo hacen en momentos en que la Teoría Evolucionista de Darwin revolucionaba el conocimiento del hombre sobre sí mismo. La Biología se convierte así en la ciencia pivote e influye en las ciencias sociales. Los primeros antropólogos adoptaron una metodología inspirada en la de los naturalistas, o sea, en el evolucionismo, y propusieron una historia del desarrollo humano estructurada en una escala de civilizaciones. En la base situaban a las tribus salvajes y en un punto superior a las naciones civilizadas. La antropología evolucionista surge con el propósito de clasificar las diversas sociedades humanas en una línea de desarrollo tecnológico y de organización social dispuesta de lo simple a lo complejo. El empleo de la expresión “sociedades primitivas” para referirse a las colectividades contemporáneas que no han alcanzado un nivel “avanzado” es una consecuencia de esta visión, que las ubica en una escala inferior del desarrollo social y no como sociedades diferentes, como lo harán antropólogos posteriores. Las culturas europeas y estadounidense estaban en las etapas más avanzadas y el resto en etapas prematuras de evolución cultural.

En resumen, los evolucionistas supusieron que todas las sociedades seguían un desarrollo único que iba de lo primitivo hasta la civilización, cuyo paradigma fue la sociedad europea del siglo XIX. Por esta razón se les denominó también evolucionistas unilineales. Esta perspectiva etnocéntrica determinó el enfoque del estudio de las diferentes sociedades.

Uno de esos antropólogos fue Lewis H. Morgan, muy estimado por Engels que le dedicó su libro El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado. A través de dicha obra las ideas de Morgan penetran con fuerza en la URSS y, el relativo aislamiento de los científicos soviéticos respecto a sus colegas de otros países condicionó que, mientras los postulados evolucionistas eran sometidos a crítica y superados por otras escuelas de pensamiento que ampliaban la perspectiva antropológica y sus marcos teóricos: particularistas, funcionalistas, estructuralistas…; en el país de los soviets estos ecos de cambio no llegaran y, por el contrario, se fundieran el evolucionismo unilineal con la concepción del Materialismo Histórico, que los “teóricos” del estalinismo presentaron escindido del Materialismo Dialéctico: el criticado DIAMAT. Entonces se explica esta apreciación falsamente marxista y profundamente teleológica que entraría en Cuba con la manualística soviética y que justifica una idealista y apócrifamente optimista concepción del desarrollo social libre de contradicciones, donde una vez llegado al socialismo, la sociedad simplemente no va a retroceder. Pero la propia historia posterior de la URSS, junto a la casi totalidad del campo socialista, indica que estaban equivocados.

En tu caso, me percato de que la percepción del tiempo histórico que demuestras está imbuida de ese punto de vista, que ya la propia escuela de Historia cubana, aunque tardíamente, en los noventa, empiezó a reconsiderar. Recomiendo que leas algunos teóricos de la escuela de los Annales como Fernand Braudel, que realizó importantes aportes al tema de las duraciones históricas.

2do. Valoras como “audaz por desatinado” el modo en que interpreto la obra de Marx El 18 Brumario de Luis Bonaparte al hacer inferencias a la realidad cubana. Por mi parte, opino que lo desacertado es utilizar la obra de Marx en sentido literal como haces tú. Marx escribe sobre sus experiencias histórico-concretas, de los procesos políticos que conoció o de los que leyó; pero en Marx hay que reconocer lo real detrás de lo aparente, es el “método marxista de análisis” lo que sobrevive, lo que sirve al estudio de procesos anteriores y posteriores, es el aparato teórico y conceptual. Mi profesora de Historia Antigua usaba conceptos marxistas y valoraciones de procesos históricos del tiempo de Marx para enjuiciar la caída del Imperio Romano de Occidente.

En El 18 Brumario se habla del modo en que una revolución, que triunfó por el concurso de diversas clases y sectores va restringiendo su alcance al interés de una de esas clases, la que detenta el poder económico y legislativo y despoja al resto de la sociedad de las libertades por las que al inicio lucharon todos. Me dices que Marx no trata en su referido texto sobre “la degradación de un proceso revolucionario proletario” sino sobre una revolución burguesa; y te respondo: CLARO que NO lo trata, en su época ningún proceso revolucionario proletario vivió para contarlo, en realidad el único intento fue un fracaso absoluto. Pero nuestra época SÍ vió degradarse una experiencia proletaria que se extendió por siete décadas. Allí la clase burocrática terminó hegemonizando para sí los instrumentos del poder político y también los económicos, ¿o ignoras que una buena parte de los empresarios capitalistas rusos de hoy eran los burócratas soviéticos de ayer? No puedes ignorarlo, es notorio y eres una persona muy preparada, lo afirmo sin sarcasmo de ningún tipo. Entonces ¿por qué cuestionas que me apropie del instrumental teórico y del análisis histórico marxista para entender la sociedad en que vivo? No lo acepto, como no acepto tu punto de vista sesgado y mecanicista.

3ro. Lo que dices sobre que no ves posando a Díaz-Canel de emperador de los cubanos o pretendiendo la túnica de algún emperador, lo entendí como una broma. Por supuesto que no lo verás, la Constitución no se lo permite, por encima de él, y de la ANPP, o sea del Estado, e incluso de la sociedad en su conjunto, existe algo que el artículo 5 define como una “fuerza dirigente superior”. Ahora fuiste tú el que extrapoló asuntos relativos a la Francia del XIX hacia nuestra Cuba actual, y no felizmente.

4to. En todo este debate riquísimo hay algo que nunca me has cuestionado y que, a fin de cuentas, es la esencia de mi artículo “Ángel para un final”, ¿por qué llevamos treinta años intentando reformas que no se han concretado en éxitos? Sé que estás muy ocupado, pero me encantaría conocer tu criterio en algún momento, incluso, te invito a que cuando tu trabajo te lo permita escribas un artículo para este blog, del cual casi te podemos considerar un colaborador, aunque sea en los comentarios y aunque sean discrepantes. Saludos cordiales.

EER: Hola Alina, Gracias otra vez por el intercambio. Tratare de ser esta vez mas breve.

1) Quizas no me hice entender bien. No tomo el positivismo como espiral, reconozco su linealidad. Me referia al espiral dialectico a lo Engels que no es positivista pero mantiene la idea de lo ascendente. El propio ejemplo de Morgan avala mi afirmacion. No es cierto del todo que el marxismo sovietico solo acepto la mezcla positivista con una vision mecanica del marxismo, y tampoco que en Cuba esa idea fuese absoluta. Eso daria para otra linea de argumentos. Si coincido que fue una idea preponderante. Recuerdo de muchacho leer, no libros teoricos, sino sencillas novelas de ciencia ficcion sovietica como Guianeya y la Nebulosa de Andromeda que reflejaban ese ideal de sociedad libre de tensiones y contradicciones en avance perpetuo. Yo no tomo el tiempo historico como lineal y mucho menos de avance perpetuo, eso creo haberlo dejado claro en mi comentario anterior. Por el contrario, lo veo lleno de incertidumbres y potencialidades de retroceso lo cual lo hace un reto aterrador pero fascinante. Ni se me ocurriria plantearme, mas acotado en el espacio, que la historia de la Revolucion cubana sea de un avance lineal desde el 59 hasta hoy. Es un proceso complejo con avances, retrocesos y pasos al lado.

2) Tu no usas (en este articulo) el metodo de Marx, tu citas a Marx en el 18 Brumario desde el primer momento como apelacion directa a una frase del presidente. Despues lo vuelves a citar directamente, tampoco para el analisis, sino para hacer paralelos formales entre el proceso constitucional de la Asamblea Nacional Francesa y el nuestro del 2019. Eres tu quien ha usado a un Marx literal para apuntalar un argumento y ese Marx literal no se presta para eso. Ese es el desatino. No tengo mucho mas que agregar aqui salvo apreciar a tu profesora de historia antigua por su uso del metodo marxista y a ti por haber sido, en otros momentos, mas lucida en tales menesteres. Aqui, en este caso, es desatinado.

3) El tema del partido como fuerza superior da para discusion tambien larga y profunda. En el propio debate de la constitucion surgieron dudas sobre, mas que su significado, como se entendia en terminos practicos. Fidel hablaba que la autoridad del partido descansaba en su autoridad moral, como juega eso con el precepto constitucional, no lo tengo claro. Tambien salio a relucir si estaba por encima de la constitucion y entendi que ese no es el caso. La propia constitucion establece que ningun individuo esta por encima de ella, eso incluye como ciudadano, al primer secretario del PCC y todos los funcionarios partidistas. Otros articulos reafirman el caracter vinculante de la constitucion, para todas las organizaciones sin excepcion. Puedes leer el articulo 7. Luego la propia constitucion parece dar respuesta, a determinadas interrogantes que plantea el caracter superior del partido. Me aclara eso todas las dudas? No. No me aclara del todo como se realiza en terminos concretos ese caracter superior, aunque intuyo algunos. Pero no aclarame del todo, no infiere que puedo yo implicar absolutos que no se respaldan por lo que la constitucion legisla que, en muchos terminos, es clara mas alla de interpretaciones sobre la obligatoriedad de su cumplimiento. No hay articulo que diga que el partido puede derogar parcial o totalmente a nuestra constitucion, todo lo contrario, el propio partido ha afirmado que su funcion es la de garante de esa constitucion que los cubanos aprobaron en referendum.

4) Mi vision de la Revolucion Cubana parece partir de una vision distinta a la tuya. Hemos hecho muchas reformas, algunas mas exitosas que otras. Y terceras francamente erradas. Lo veo como el decursar inevitable de un proceso que no puede ser ensayado. Precisamente, es por esa batalla entre diferentes interpretacones del Que hacer? que las contradicciones se manifiestan en el diario y los consensos se hacen dificiles.

Te confieso que evito entrar en discusiones economicas porque no me siento capacitado para ello en lo absoluto. Creo interesante en esta cuestion, el debate que la revista Temas suscito sobre este asunto en el que intervinieron varios economistas destacados del pais incluyendo algunos comentarios muy interesantes de Humberto Perez. En dicho debate se aprecia que el dibujo economico de Cuba no es blanco y negro, como se empenhan en presentar algunos. Te pongo el link para si te es de utilidad: http://www.temas.cult.cu/serie/1922/hablando-del-partido.

Reitero que las revoluciones no son experimentos de laboratorio, donde se ensayan pruebas en espacios contenidos hasta tener la formula. Tampoco son observaciones cosmicas, donde el observador tiene casi ninguna posibilidad de interactuar con el objeto de estudio. Las revoluciones se hacen marchando. Eso es ademas una constante haya revolucion o no. Las propias revoluciones burguesas fueron procesos llenos de retrocesos, pasos al lado, derrotas. La Revolucion Francesa es un buen ejemplo de ello. La revolucion que Marx analiza en el 18 Brumario tambien. El capitalismo lo hace continuamente y no precisamente para bien, en la mayoria de los casos. Las distintas escuelas economicas son ejemplos de ese buscar de caminos posibles para el capitalismo: el liberalismo clasico, el keysianismo, el militarismo economico, el neoliberalismo, etc.

Ninguna escuela economica le ha sido exitosa al capitalismo subdesarrollado en este lado del mundo en los ultimos sesenta anhos, exitosa en terminos de bienestar social y desarrollo integral. Por el contrario, es otro el cuadro cuando uno ve paises como Mexico, un pais vasto y muy rico, con una burguesia nacional que fue muy fuerte y propia, que tuvo quizas la unica revolucion burguesa exitosa de America Latina, y que en 1959 parecia apuntar hacia sendas mas promisorias y hoy se ha vuelto una negacion misma de su historia y un fracaso social y economico tremendo.

Decir que Cuba paso de una dependencia a los EE.UU a otra de la URSS sin matizar la afirmacion es infortunado. La relacion de saqueo con los EE.UU que genero una sociedad donde campeaba la miseria, las desigualdades extremas, el sometimiento politico, los desastres sociales, la atrofia cultural, la mentalidad colonizada, no es la misma relacion que se establecio con la URSS. Esta ultima fue una relacion con un alto grado de dependencia economica pero de un tipo distinto a la existia con los EE.UU incluso en terminos economicos. Solo me detengo a senhalar que esa relacion era la URSS la que salia desfavorecida del intercambio comercial y condono en varias ocasiones, importantes deudas de nuestro pais. Tambien es menos conocido como incluso aporto divisas para que Cuba pudiera comerciar con el mundo capitalista en posible detrimento de su balance comercial con nosotros. La URSS no establecio empresas monopolicas en Cuba que saqueran al pais a costa de la miseria de sus habitantes. Todo lo contrario. Tampoco es cierto que Cuba no supo aprovechar tales relaciones en absoluto. Aprovecho menos de lo que pudo y mas de lo que le niegan. Vuelvo a remitir al debate mencionado mas arriba.

Otro asunto es si, mas alla de las aspiraciones, era realista plantearse en aquel entonces y dada las relaciones economicas de la posguerra mundial y el contexto de guerra fria, el logro de la independencia economica. Quizas el tiempo nos fue dando una leccion de humildad. En 1959 la hegemonia economica norteamericana sobre el mundo capitalista era mucho mas marcada que hoy. Europa comenzaba a emerger del plan Marshall, Japon era poco menos que un protectorado yanqui, China le quedaba anhos para las reformas de Den Xiao Ping y el mundo colonial que se liberaba, se debatia en que procesos economicos eran viables para el tercer mundo. Fue la epoca del desarrollismo como escuela economica que sabemos fracaso. Cuba fue de cuajo aislada de su entorno economico regional, no se trataba solo del bloqueo de los EE.UU, sino del aislamiento continental impuesto por los EE.UU al resto de latinoamerica. En ese contexto, podia la isla tomar un derrotero que no fuese ligado al del campo socialista? Ese mismo campo socialista cuya economia que emergia igual de la devastacion de la II guerra mundial sin plan Marshall para ayudarla, se volvia extensiva y aun en las hazanhas que logro pese a sus propios errores y horrores, en terminos tecnologicos partia con un atraso y desventaja evidente frente a los EE.UU. Con ello no justifico errores, doy contextos. Contextos en que no es menos importante la idiosincracia nacional, nuestra cultura y otras variables mas dificiles de medir. Cualquier decursar hubiera tenido errores, no se si el escogido fue mas desatinado que algun otro hipotetico, pero fue el camino que se tomo y por el que llegamos a un punto crucial en que, tras el derrumbe del espacio sovietico se nos planteo el ahora o nunca. En esa coyuntura, algo bien hicimos que no fuimos sometidos y logramos volver a hacer crecer una economia agredida a extremos de impensable crueldad. La apuesta al turismo y la biotecnologia son dos hechos de ese momento, pero no podemos reducirlo solo a ellos. Solos, sin acceso a los creditos internacionales, bloqueados y con anemia energetica aguda, el pais no colapso por mas que estuvimos bien cerca de ello. Algunos economistas occidentales han calificado el proceso de reorientacion economica de Cuba de los noventa y primeros anhos del milenio como extraordinaria. No nos enganhemos, fue extraordinario.

Hoy volvemos a estar en el ahora o nunca, debates importantes marcan este proceso donde evidentemente la falta de concensos ha marcado la lentitud de los cambios. Creo que vamos emergiendo de esa etapa (demasiado prolongada ya) y vamos entrando en otra donde, soy optimista, aceleraremos el paso. Tambien creo que, en el plano ideologico y politico, vamos realizando nuevos partos. A eso me referido en otros articulos que puedes hallar en la blogosfera, particularmente en mi hogar digital que es la Pupila Insomne, no me voy a extender aqui. Como todo parto, lo dolores son agudos y el «que hacer?» vuelve a ser un dolor de cabeza. Habra avances y retrocesos, erraremos y atinaremos, pero hemos de seguir avanzando con la unica garantia de marcha que es la Revolucion cubana. No hay hoy otra alternativa que sea liberadora.

Y volvi a ser demasido largo por lo que lo dejo aqui. Mi enfermedad cronica del insomnio hace que la mente abuse del cuerpo. Buenas noches.

EER: Estimado Ernesto. Retomo mis obligaciones cívicas después de atender deberes familiares impostergables durante el fin de semana. Entonces, parafraseando como decíamos ayer: Responderé a las principales cuestiones en debate.

1 Mi artículo Ángel para un final, que motivó tus objeciones, parte de la tesis de que en Cuba la burocracia se ha convertido en una “clase para sí” y que obstaculiza cambios y reformas que, aunque acepta en el discurso, ralentiza en la práctica en perjuicio de la mayoría, eso me remite al examen marxista de un proceso que, aunque muy diferente en contenido y época, ofrece una serie de perspectivas similares y herramientas de análisis. Puedes seguir afirmando que soy desatinada al hacerlo, ya eso es un problema en ti de fe y no de razón y, por ende, no vale la pena seguir fundamentando.

2 El tema del Partido es crucial en el análisis de la realidad cubana, su lentitud en despegar cualquier proceso de reformas y el fracaso de muchos experimentos. Es lógico que la declaración de su estatus en la nueva Constitución te suscite algunas dudas, a mí me produce una total inconformidad. Comparando la del 76 y la del 2019 vimos con sorpresa que no solo se reconoce el carácter dirigente del Partido, sino que se incluyó una palabra en apariencia simple pero que lo cambia todo: fuerza dirigente “superior” de la sociedad y del Estado. No puede negarse que los creadores del Proyecto fueron consecuentes con su idea de la superioridad del Partido respecto a todo: Sociedad y Estado; tan es así que no existe un solo reglón de ningún artículo que manifieste que dicha institución está obligada a acatar la Constitución. Véanse sino los artículos 7, 8 y 9 que manifiestan el apremio de que todos los representantes del Estado: directivos, funcionarios y empleados se ajusten a lo que ella prescribe. Insisto, siempre se habla del Estado, y en la referida definición de Estado de Derecho se dice que es la estructura y funcionamiento del Estado los que se rigen por el acatamiento a lo establecido en la Constitución de la República.

El imperio de la ley solo existirá en el caso de que todos los ciudadanos e instituciones tengan las mismas posibilidades de ser protegidos por las leyes que de ser castigados por ellas si no las cumplen. Al dejar entonces a una institución como el Partido Comunista fuera de esta posibilidad, estamos creando una especie de demiurgo político que escapa al imperio de la ley, ya que se sitúa por encima de ella. Ya estamos constatando los lodos que trajeron aquellos polvos. Cuando el ministro de Educación Superior descartó un análisis serio de la expulsión anticonstitucional de algunos profesores de las universidades cubanas, se atrincheró en el artículo 5 para callar las fuertes discrepancias en torno al asunto. Esta actitud arrogante del Partido respecto al Estado y a toda la sociedad no es exclusiva de Cuba, fue propia de un modelo político que fracasó, aquí te dejo una serie de preguntas que se hacían desde la revista Sputnik en febrero de 1989, en el número dedicado al inmovilismo de L. Brezhnev: “¿Debe la dirección del Partido convertirse en un órgano especial del poder, que estará por encima de los restantes órganos? ¿Si el Comité Central es un órgano especial de poder, cómo controlarlo? ¿Se puede protestar su resolución por inconstitucional? ¿Quién responde en caso de fracasar una medida decretada? Si este órgano superior de hecho dirige al país, ¿no debe entonces todo el pueblo elegirlo?”. (p. 44) Hago mías esas interrogantes.

3 Cuestionas que sea cierta la dependencia de Cuba a la URSS, cuestionas entonces los datos aportados por economistas cubanos y por los dirigentes políticos, empezando por Fidel, que explicaron detalladamente la entrada de Cuba en el período especial como resultado de la dependencia a un mercado y a la exportación de determinados productos. Además, solo reconoces la influencia económica y no de otra índole de los soviéticos en la Isla. Quisiera citar mi artículo “Atendiendo las diferencias individuales”, publicado en LJC, donde detallé todas las formas de alineamiento que tuvimos:

Alineamiento legal. En nuestra constitución de 1976 se declaraba explícitamente la relación con la URSS, a pesar que en la letra de una constitución no se debe mencionar a otro país.
Alineamiento económico: Cuba dependió económicamente de la URSS, lo que se acentuó desde su entrada al Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME). Recibíamos petróleo en grandes cantidades y exportábamos azúcar. El desarrollo de una rama como el turismo, que comenzó su auge en la región caribeña desde los setenta, no se admitió en nuestro país hasta después de la caída del campo socialista, con la consiguiente llegada tarde a ese proceso. Fuimos un gran mercado receptor de mercancías provenientes de la URSS y el campo socialista. El 85 por ciento de nuestros intercambios comerciales era con ellos.
Alineamiento tecnológico: Recibíamos del campo socialista las tecnologías y sus piezas de repuesto. La dependencia del petróleo soviético, que tomábamos a precios inferiores que los del mercado mundial tras el boom del alza por la crisis energética de 1973, no conllevó a que requiriéramos una tecnología ahorradora y mucho más competitiva, lo que sería fatal tras el derrumbe.
Alineamiento militar: Cuba no perteneció nunca al Pacto de Varsovia, pero recibió de la URSS tecnología militar, capacitación de oficiales, llegada de asesores militares y de una base de telecomunicaciones cerca de San Antonio de los baños.
Alineamiento ideológico: La enseñanza del marxismo leninismo a través de manuales soviéticos con la consiguiente carga de dogmas que aún se mantienen vivos. La existencia de asesores soviéticos en los departamentos de filosofía de casi todo el país (tengo vivencias personales en la facultad de Marxismo-Leninismo e Historia del Instituto Superior Pedagógico Juan Marinello de Matanzas).
Alineamiento cultural: Productos culturales como cinematografía, literatura y prensa provenientes del campo socialista, fueron muy influyentes hasta la caída del mismo.
Alineamiento en política exterior: Reitero el caso de Checoslovaquia, especie de parteaguas que escindió a la izquierda y que no fue condenado por nosotros. Cuba apoyó de manera incondicional a la URSS y al campo socialista en todos los foros mundiales. En honor a la verdad, quizás en esta esfera estuvieron las mayores diferencias con los soviéticos, aunque muy bien camufladas para el exterior. Estos últimos no aceptaban, si bien se cuidaron siempre de que no trascendiera públicamente, el apoyo de Cuba a la guerra de guerrillas en América. A la larga, y después de muchos gastos, Cuba debió abandonar esa estrategia y hoy funge como mediadora de conflictos entre el gobierno y la guerrilla colombiana.
La comunión con los soviéticos fue de tal magnitud que aún hoy, tras casi treinta años de la desaparición de la URSS, seguimos acunando como a hijo propio al modelo burocrático de socialismo que colapsó allí”.
Claro que la URSS perdió económicamente en esa relación, de acuerdo contigo en eso, pero su ganancia era geopolítica, y eso también pesa mucho, te lo aseguro.

4 Continuas con una perspectiva catastrófica sobre la república burguesa que te lleva a ser muy injusto al afirmar que existía en ella una atrofia cultural y una mentalidad colonizada, eso realmente no amerita tanto un debate como muchas lecturas, te podría sugerir a varios autores: Eduardo Torres Cuevas, Jorge Ibarra, el indispensable Fernando Ortiz, Ana Cairo sin falta, y hasta mis libros El desconocido Juan Marinello y Segundas Lecturas, con mucho gusto te los haría llegar si te interesa ampliar tu cultura histórica.
Buenas noches y hasta mañana, saludos cordiales.

EER:

Hola Alina,

1) En al articulo escribes: «El presidente ha pedido vivir “los próximos días y horas como si triunfara la Revolución otra vez”. Carlos Marx responde:

«La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos. Y cuando éstos aparentan dedicarse precisamente a transformarse y a transformar las cosas, a crear algo nunca visto, en estas épocas de crisis revolucionaria es precisamente cuando conjuran temerosos en su exilio los espíritus del pasado, toman prestados sus nombres, sus consignas de guerra, su ropaje, para, con este disfraz de vejez venerable y este lenguaje prestado, representar la nueva escena de la historia universal»»

Luego planteas en tu comentario, al contender mi valoracion de desatinada sobre la unica cita que haces del 18 Brumario de Carlos Marx, que, «parte de la tesis de que en Cuba la burocracia se ha convertido en una “clase para sí” y que obstaculiza cambios y reformas» Debo entender entonces, que consideras al Presidente como parte, supongo que dirigente, de esa clase burocratica que se ha convertido en «clase para si» y por consiguiente reaccionaria a los objetivos de la Revolucion del 59. Esa es una toma de posicion bastante fuerte.

Concordamos en no concordar, una expresion anglosajona. Que el que lea el articulo original saque sus propia apreciacion de si se trata de un analisis o de usar una cita literal para echarsela encima al presidente.

2) Mi lectura del articulo 7 es distinta a la tuya. El mismo dice:

«ARTÍCULO 7. La Constitución es la norma jurídica suprema del Estado. Todos están obligados a cumplirla. Las disposiciones y actos de los órganos del Estado, sus directivos, funcionarios y empleados, así como de las organizaciones, las entidades y los individuos se ajustan a lo que esta dispone.»

Seguna oracion dice «todos», todos es todos, incluyendo a los dirigentes, funcionarios y militantes del PCC. No excluye a nadie, no dice que algunos si y otros no. EL PCC no es una entelequia abstracta, la forman personas. Luego dice refiriendose a su obligatoriedad: «asi como de las organizaciones», hasta donde mire el PCC es una organizacion. El articulo 9 comienza diciendo: «ARTÍCULO 9. Cumplir estrictamente la legalidad socialista es una obligación de todos.». Todos es todos. Pero tambien quiero referirme al articulo 3 que se menciona poco, el articulo 3, que viene luego de los articulos que definen el tipo de estado y el nombre del mismo, asi como sus simbolos. El articulo 3 dice:

«ARTÍCULO 3. En la República de Cuba la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, del cual dimana todo el poder del Estado. El pueblo la ejerce directamente o por medio de las Asambleas del Poder Popular y demás órganos del Estado que de ellas se derivan, en la forma y según las normas fijadas por la Constitución y las leyes.» Luego la soberania reside de manera intrasferible en el pueblo y de esa soberania dimanan el resto de los poderes. Es decir la constitucion dice en su tercer articulo que la soberania del pueblo no puede delegarse en nadie, incluyendo el PCC. Nadie es nadie.

EL llevado y traido articulo 5, es bueno recordarlo: «ARTÍCULO 5. El Partido Comunista de Cuba, único, martiano, fidelista, marxista y leninista, vanguardia organizada de la nación cubana, sustentado en su carácter democrático y la permanente vinculación con el pueblo, es la fuerza política dirigente superior de la sociedad y del Estado. Organiza y orienta los esfuerzos comunes
en la construcción del socialismo y el avance hacia la sociedad comunista. Trabaja por preservar y fortalecer la unidad patriótica de los cubanos y por desarrollar valores éticos, morales y cívicos.»

Veamos. EL PCC es una fuerza politica dirigente (es muy esclarecedor el uso de la palabra politica y dirigente). Organiza y orienta, nuestra constitucion no le da capacidad de legislar, ejercer funciones ejecutivas, gobernar, administrar empresas estatales, organizar elecciones o referendums, o postular candidatos. Y por ultimo, trabaja por preservar y fortalecer la unidad y desarrollar valores eticos, morales y civicos, dificilmente cuestionables esas funciones simbolicas. Ese articulo establece que el PCC no es un partido electoral a imagen de otros sino sus funciones son de otro tipo.

Estos tres articulos lo aclaran todo? No, no lo hacen. Reitero, tengo dudas por aclarar, pero, tambien reitero, de ahi a decir que le da carta franca de hacer lo que le de la gana por encima de la constitucion va un tramo no respaldado por esos propios articulos. Mi lectura es, en definitiva, totalmente opuesta a la tuya. Creo que es la experiencia de la caida de la URSS la que indujo a dejar claro y sin ambiguedad el caracter vinculante de la constitucion para todos, individuos y organizaciones. Por otro lado la direccion del PCC ha reiterado publicamente, en mas de una ocasion, que su funcion respecto a la constitucion es protegerla como expresion de la voluntad popular de los cubanos. No tengo mucho mas que decir.

3) No pongas palabras en mi boca que no he dicho o escrito. Nunca cuestione la dependencia economica de Cuba a la URSS, todo lo contrario. Vuelve a leer mi comentario que dice y me autocito:

«Decir que Cuba paso de una dependencia a los EE.UU a otra de la URSS sin matizar la afirmacion es infortunado. La relacion de saqueo con los EE.UU que genero una sociedad donde campeaba la miseria, las desigualdades extremas, el sometimiento politico, los desastres sociales, la atrofia cultural, la mentalidad colonizada, no es la misma relacion que se establecio con la URSS. Esta ultima fue una relacion con un alto grado de dependencia economica pero de un tipo distinto a la existia con los EE.UU incluso en terminos economicos.»

Alto grado de dependencia, eso digo. Mi comentario, fue ademas en otra direccion al referrime a la inevitablidad de esa dependencia. Me vuelvo a autocitar:

«Otro asunto es si, mas alla de las aspiraciones, era realista plantearse en aquel entonces y dada las relaciones economicas de la posguerra mundial y el contexto de guerra fria, el logro de la independencia economica. Quizas el tiempo nos fue dando una leccion de humildad. En 1959 la hegemonia economica norteamericana sobre el mundo capitalista era mucho mas marcada que hoy. Europa comenzaba a emerger del plan Marshall, Japon era poco menos que un protectorado yanqui, China le quedaba anhos para las reformas de Den Xiao Ping y el mundo colonial que se liberaba, se debatia en que procesos economicos eran viables para el tercer mundo. Fue la epoca del desarrollismo como escuela economica que sabemos fracaso. Cuba fue de cuajo aislada de su entorno economico regional, no se trataba solo del bloqueo de los EE.UU, sino del aislamiento continental impuesto por los EE.UU al resto de latinoamerica. En ese contexto, podia la isla tomar un derrotero que no fuese ligado al del campo socialista? »

No me voy a repetir, poco tengo que añadir al comentario que le sigue a ese parrafo. Puedes regresar a leerlo. En mi comentario hago referencia a algunas de las dependencias que mencionas. EN el caso de la tecnologica quizas debo refrescar algunas cosas. En ciertas areas economicas la URSS era tecnologicamente mas avanzada que occidente, no eran muchas pero las habia. La URSS no impido que Cuba accediera a otras tecnologias, por el contrario, cuando pudo ayudo a ello, dandole a Cuba creditos en moneda libremente convertible para que las adquiriera. Los obstaculos eran y son otros. Como parte del Plan Marshall, EE.UU impuso a los paises europeos y Japon, la prohibicion en la exportacion de tecnologia avanzada a la URSS y por extension al resto del bloque sovietico, luego, con el triunfo de la Revolucion cubana, extendio esa prohibicion a Cuba asi como a Vietnam y antes a China. Sumale el bloqueo que desde entonces prohibia a companias de terceros paises transferir tecnologia a Cuba que tuvieran patentes norteamericanas. Y ten en cuenta ademas que Cuba vio restringida en grado sumo sus relaciones comerciales con el resto del mundo, particularmente America LAtina, como resultado del aislamiento que le impuso a la isla los EE.UU, como resultado de ello, nuestra reservas de divisas fueron muy limitadas y la capacidad de adquirir tecnologia (y necesariamente menos avanzada debido a las prohibiciones ya senhaladas) estaban muy restringidas.

Luego, el aislamiento de Cuba frente a tecnologias mas eficientes no es culpa de la URSS, la culpa es de los sospechosos habituales. Cuba fue obligada, por el contexto agresivo imperial a depender casi exclusivamente del campo socialista. Estuvimos libre de errores en esta area? No, no he dicho eso, pero el contexto es importante y da dimension justa a unos y otros. El principal obstaculo a la adquision de tecnologia por parte de Cuba ha sido y es la agresividad imperial.

Si, teniamos alineamiento ideologico y en politica exterior con la URSS, no sometimiento. Eran nuestros aliados, no nuestros colonizadores. Su alianza nos permitio sobrevivir, nos permitio avanzar, nos permitio alcanzar niveles de satisfaccion social con justicia y equidad que no habiamos conocido en toda nuestra historia anterior. Eran ademas nuestros aliados en un contexto de guerra fria. Fueron todas las decisiones acertadas? No. Pero la inmensa mayoria lo fueron. La URSS fue nuestra gran aliada, estoy orgulloso de ello y muchos lo estamos.

Influencia cultural tuvimos, pero no alineacion y mucho menos sometimiento cultural. Nos abrimos a corrientes culturales a las que antes no habiamos tenido acceso. Nunca fue prevaleciente, ni se impuso, un imperialismo cultural de la URSS en Cuba. En musica su influencia fue poca en la popular, en la formacion clasica si, y que bien nos vino. En pintura no arraigo mucho, salvo la influencia de las vanguardias rusas y en mayor medida en la cartelistica (sober todo estructuralista) durante determinado periodo. En Cuba, con el triunfo revolucionario, hubo una explosion plastica que bebio de muchas fuentes, propias y de otros lugares. Nuestra vanguardia fue revindicada y Carlos Manuel, Miguel Enriquez, Amelia, etc adquirieron una nueva influencia renovada sobre la plastica. Entro el Salon de Mayo, la influencia Pop, el figurativismo, etc. En la literatura bebimos mas de las fuentes propias y del boom latinoamerucano que de la URSS, Casa de la Americas se constituyo en una de las instituciones esenciales, si no la mas importante, en terminos literarios en el pais. Y se llamo Casa de la Americas, no de la URSS. En cine, desarrollamos una cinematografia propia con la ayuda tecnica y de formacion de los sovieticos. Pero esa cinematografia fue esencialemnte propia y bebio de muchas fuentes, del nuevo cine italiano, frances, latinoamericano, de las tendencias incluso en el lenguaje cinematografico mas avanzado de los EE.UU. Hubo influencia sovietica? si, de lo mejor de su cinematografia.

5) No tengo vision catastrofica de nuestra republica neocolonial, por el contrario la considero balanceada precisamente a partir de las lecturas de Torres Cuevas, Ana Cairo, Martinez Heredia, Fernando Ortiz, Rolando Rodriguez, Le Riverand, Fraginals y muchos otros. No soy injusto, esa republica burguesa neocolonial, como la llamaba Martinez Heredia, era eso: burguesa neocolonial. Eso implicaba atrofia cultural y colonizacion mental, en particular pero no reducido a solo ellos, en los sectores que ejercian el poder de gobierno en esa sociedad. No me extiendo, de eso hemos debatido antes.

Con interes leo tus libros, gracias por tu deferencia, pueden enviarmelos a la facultad de de Fisica de la UH.

Facultad de Fisica, Universidad de la Habana.. San Lazaro y L. CP 10400. La Habana.

Saludos, Ernesto

ALH: Estimado Ernesto, desde tu penúltimo comentario reparé en algo que dijiste y que ahora en este último enfatizas más, veo que te ocupas mucho por “mi posición”, incluso dices que te parece una “toma de posición bastante fuerte”. Me encantaría que esclarezcas a qué te refieres, estos que manejo son mis criterios, me responsabilizo por ellos y los fundamento, te gusten o no, pero realmente los términos “posición” y “línea” no los acepto, pues yo no vivo en una trinchera como les gustaría tanto a nuestros funcionarios de la esfera ideológica, ni tampoco milito en un partido que me exija posicionamientos definidos. Incluso, sin temor alguno aclaro la duda que tanto te alarma: sí considero al presidente parte de la clase burocrática para sí que no logra encontrar un camino expedito al socialismo cubano, pero para nada creo que sea el dirigente de esa clase, el presidente dirige al Estado, por encima de él está una organización SUPERIOR, y aquí sí quedó claro un posicionamiento de esa organización.

Podrás citar todos los artículos que quieras, en NINGUNO verás al PARTIDO obligado a acatar la Constitución, ¿sabes que pasa?, que la simple palabrita que incluyeron y que lo erige como SUPERIOR al Estado invalida tu defensa. La apelación a la soberanía popular, que después de haber bajado al artículo 10 devolvieron al 3, tampoco aclara nada, ocurre que el Partido es selectivo, “de vanguardia” y no un Partido Popular abierto a todos, entonces, si se declara como fuerza SUPERIOR a la sociedad también se erige por encima del pueblo. Para que no fuera así el pueblo debería poder elegir a los que encabezan al Partido, y tú bien sabes que esto no ocurre. Si está por encima de todos, y no es como bien dices “un partido electoral”, queda fuera del control popular.
No es el tiempo el que nos ha dado una “lección de humildad”, es la tozudez con que se insiste en que seamos “salvados” desde fuera y no por “nuestros propios esfuerzos”, hasta el punto que se aprobarán leyes para la inversión extranjera y no para la inversión interna.

Claro que entiendo que la dependencia de Cuba a la tecnología del campo socialista tuvo diversas causas y que la posición de EE.UU. y su intransigencia para el uso de tecnología propia en la Isla fue una de esas causas, aunque no la única, habría que entrar a analizar también si la entrada de petróleo a Cuba a precios preferenciales aun tras la crisis energética del 73 que obligó a un cambio tecnológico al cual el campo socialista no se vio precisado, no fue también una manifestación de dependencia todavía más negativa que la relación comercial que tuvimos.

Sobre la influencia cultural coincido en que no fue determinante, entre otras razones por barreras idiomáticas, pero sí fue muy influyente ideológicamente y en diversos campos de las ciencias sociales: Filosofía (todavía las carreras en las universidades son de Filosofía marxista y no de Filosofía), en la Sociología (carrera que se abrió en Cuba tras la crisis de los noventa y que allá tampoco existía), en la Antropología cultural (la Etnografía soviética, de carácter descriptivo fue influyente hasta los noventa entre nosotros). Esos son apenas ejemplos, le sugiero leer los artículos de Aurelio Alonso sobre los debates entre el Dpto. de Filosofía de la Universidad de La Habana y las escuelas del Partido en torno al tema de los manuales soviéticos. Controversia que, como bien se sabe, quedó resuelta con el cierre de la revista Pensamiento Crítico y con la salida de la universidad de importantes intelectuales como el propio Aurelio, Fernando Martínez Heredia, Juan Valdés Paz, entre otros.

Una visión de la influencia soviética en Cuba constreñida a la necesidad de defendernos tras 1959, niega la estrecha relación ideo-cultural y las influencias que se manifestaron en las filas del Partido desde los años cuarenta. Este tópico lo abordo en mi ensayo “Con cristales de larga duración. Una mirada a la política cultural del Partido Comunista antes de 1959”, que tendré el enorme placer de hacerle llegar si me facilita su email. Hablar de una república con una atrofia cultural y una colonización mental niega a las generaciones que incluso hicieron triunfar a la revolución, fue una vieja tesis ya superada entre la mayor parte de los historiadores. Le dejaré mis libros en el Dpto de Filosofía en cuanto tenga que ir a una reunión del tribunal de grado, saludos.

EER: Estimada Alina. Todos tenemos posiciones respecto a multiples temas. Yo no me «ocupo» de tu posicion, de esa te ocupas tu. Yo converso y pregunto o infiero, como mismo tu has preguntado he inferido sobre mi posicion respecto a determinados temas que te son de interes. Posicionarse no implica militancia necesariamente. Yo he aceptado, por voluntad propia, militar en el PCC. Su linea, en terminos programaticos, refleja mi manera de pensar en terminos de lo que aspiro para Cuba. Soy, de acuerdo a tu criterio, militante del partido que representa a una clase que existe para si. Yo, mirando su composicion, tanto en la base como en su dirigencia, estoy convencido que es el partido que agrupa en su seno, militantes de multiples clases (que existen para si y para otras) como la campesina y la obrera, pero saliendome de la clasificacion ortodoxa marxista y entrando en la clasificacion matematica, tambien incluye a representantes de otras clases como la intelectual, funcionarios publicos (expresion mucho mas amplia a como se asume por muchos en Cuba), etc. Yo la veo como representante del pueblo en la definicion que de pueblo diera Fidel en la Historia me Absolvera y que comienza con esa magnifica frase que define al pueblo, si de lucha se trata. Porque de lucha se trata desde ayer hasta hoy, una lucha sin tregua que se nos hace y que hacemos. El enemigo principal de la Revolucion y la nacion cubana es el imperialismo yanqui. Para mi, todo posicionamiento lo juzgo de la actitud que se asume frente a ese enemigo. Luego matizo. Esa toma de posicion implica que lo mas importante para la nacion cubana es la unidad, por encima de otras diferencias, que nos permita enfrentar a ese enemigo formidable. Y esa unidad con el proposito ya declarado, en el contexto historico concreto en que vivimos, solo puede darse alrededor de la Revolucion no como idea abstracta, sino en su expresion concreta en la sociedad, estado y organizaciones que hoy tenemos. Todas ellas vistas no como algo estatico, si no que han de seguir cambiando para el bien de la nacion y nuestro proyecto de justicia social, socialista y clasista .

Reconozco la existencia de una funcionarocracia y otros sectores del pais, que son menos de lo que creemos y mas de lo que necesitamos y que hacen un daño tremendo. A la burocracia no la creo una clase porque es heterogenea, sin unidad de accion e intereses. Ellos mismos no son reconocen como clase en si (porque no lo son) y no han tomado conciencia de tal cosa. De hecho, la mayoria de las personas que conozco personalmente y que calificaria de burocratas, son personas mas bien honestas que tienen una actitud rigida y danhina, resultado en ocasiones de determinado decursar personal, de falta de cultura o instruccion, de no lograr analizar la realidad mas alla de determinados prejuicios, de acomodamiento intelectual. Ellos mismos critican y atacan a la burocracia de la que no se sienten parte, pues, cuando les preguntas, se sientes parte del pueblo y no diferenciado de el. Es dificil una clase para si, que se niegue a reconocerse como tal en su propia conciencia social. La mayoria son gente sin muchas prebendas, mas bien en posicion desventajosa frente a otras formas de actuar social o economico, como las asociadas a las formas privadas de la economia. Hace danho la burocracia y lo que hay que hacer es eliminarla sin excluir socialmente a los que hoy actuan de manera burocrata.

Los dirigentes del PCC que conozco a multiples niveles, son personas muy sacrificadas que trabajan en condiciones muy dificiles, y sin grandes estimulos. Fieles a una idea y con actuares mas acertados o menos acertados, pero nunca, concientemente, contra el pueblo o la Revolucion vista como realizacion socialista, sino todo lo contrario. Muchos de ellos, personas capaces e inteligentes, y formidables en terminos de poner todo su actuar en funcion del bien comun. Viven en apartamentos sencillos no muy distintos a los de su vecino y vecinos trabajadores. Incluso puedo referirme a un miembro del buro politico a quien conozco personalmente, que viven en un apartamento de un barrio tan normal como otro, sin glamour alguno, y no disfruta de ventajas o renumeracion economica comparables con las que disfruta, por ejemplo, el empleado de una cafeteria privada en La Habana o, para el caso, un empleado medio del turismo. De hecho, yo, como resultado de mis estancias en el exterior como profesor o investigador, tengo mejor situacion economica que dicho dirigente, a pesar de tambien vivir en un apartamento prefabricado y sin mayores holguras financieras.

Mas peligroso es la existencia de una capa corrupta y corrompedora que si existe, que si tiene conciencia de clase y que llamo protoburguesia. Capa que lo mismo hallamos en el sector privado que en el publico. De esta ultima, alguna de ella, escondida detras de posiciones en el mundo empresarial, sobre todo el mixto. Otros ciertamente, buscando ventaja directa o indirecta de las posiciones de autoridad que ocupan en diversas instancias y esferas, sobre la base de actitudes corruptas y ajenas a la legalidad del pais. Esa capa, en numero mas de lo que quisiera y mucho menos de lo que se afirma, es un cancer que nos corroe y debemos eliminar. No llega a la corrupcion sistemica del capitalismo, donde practicas aqui ilegales, alli son aceptadas, como la compra directa o indirecta de politicos, como vemos en los EE:UU a traves de los PACS, SUPERPACS y su inclusion en juntas directivas de empresas o como propietarios directos en otras, etc. Practicas ninguna existente en Cuba.

Decia, que esa protoburguesia corruptora y corrompida hay que eliminarla, porque ella carga en si, el peligro tremendo de ser la quinta columna que nos destroce desde adentro. Hemos sido debiles con ella y ese lujo no podemos permitirnoslo, hay que destrozarla. Y es protoburguesia porque, en terminos marxista, aun no es propietaria de medios de produccion sino clientelar de determinados vicios y deformaciones de nuestro sistema. Ellos cargan la protoconciencia de una clase excluyente que quiere ser mas y no dudara en tumbar la Revolucion y aliarse con los EE.UU, como lo hicieron en la URSS, si es la via para lograrlo. Considero que aun no ocupa cuotas de poder politico relevante y hemos de luchas por mantenerlo asi, en la misma medida que debemos luchar por reducirles el poder economico mal habido que han adquirido.

Ha sido grato esta conversacion que hemos sostenido, y los momentos tensos hemos tenido el tino de difuminarlos sobre la base del respeto al otro. Mi correo lo debe tener Harold, no quisiera publicarlo, el te lo puedo dar para el ensayo que me ofreciste. Gracias por esta oportunidad de conversar y seguiremos vindones, en este u otros escenarios digitales y quien sabe, si manhana, de manera presencial. Que todo te vaya bien.

Saludos, Ernesto

ALH: Estimado Ernesto, también agradezco mucho la polémica, y no solo porque se trate de contrastar ideas, ejercicio útil y poco frecuente, sino por el tono de respeto y mesura que se ha mantenido en ella. Esto indica que es posible lograr un reclamo de Juan Marinello a comienzos de la década del cincuenta del pasado siglo, en momentos en que, durante la dictadura batistiana, en la televisión no se permitía que los comunistas accedieran a un espacio denominado Mesa Redonda. El notable intelectual invitaba a que todas las zonas de ideología en Cuba tuvieran un espacio para debatir, usted y yo estamos honrando aquella aspiración.

Creo que hemos ido acotando nuestro debate, aunque evidentemente con diferencia de criterios, al tema esencial que propone mi artículo, la existencia de una nueva clase burocrática que entorpece las reformas, y a la imposibilidad de que esa clase sea controlada. Debo aclarar que cuando me refiero al Partido ni por asomo generalizo a todos los militantes e incluso dirigentes. Tengo grandes amigos y también conozco a muchas personas que militan en el Partido y reúnen las virtudes que tú describes, que viven en condiciones hasta de pobreza en algunos casos. Tampoco cuando hablo del Partido lo hago como un ente con vida propia, el Partido es una institución, son los hombres que la dirigen o que la integran los que configuran sus límites o posibilidades.

Cuando menciono una nueva clase me refiero al grupo de personas que ha permanecido dirigiendo el Partido durante seis décadas, que se ha movido en responsabilidades de primer nivel lo mismo en el aparato político que estatal. Cambiar y renovar los dirigentes fue una promesa de los inicios del proceso revolucionario que se incumplió. Así dijo Fidel en 1966: “Esta revolución es afortunadamente una revolución de hombres jóvenes. Y hacemos votos porque sea siempre una revolución de hombres jóvenes; hacemos votos para que todos los revolucionarios, en la medida que nos vayamos poniendo biológicamente viejos, seamos capaces de comprender que nos estamos volviendo biológica y lamentablemente viejos”. (Discurso de Fidel en la Universidad de la Habana el 13 de marzo de 1966, en ocasión del IX Aniversario del Asalto al Palacio Presidencial).

Los cambios y las reformas más exitosas de las experiencias china y vietnamita acaecieron cuando decidieron renovar constantemente a los dirigentes políticos y estatales, única manera de lograr un real cambio de mentalidad. Aquí apenas comenzamos a transitar ese camino, aunque con la salvedad ya planteada de que se ha renovado la figura del presidente pero por encima del aparato estatal existe la organización “superior” del Partido; y, por otra parte, en lugar de que la nueva dirigencia del Estado afiance un camino propio, se sigue apelando hasta el cansancio a la tesis de la continuidad. Si fuera continuidad en el sentido de la independencia y soberanía de Cuba, o en su proyección antimperialista, lo compartiría; sin embargo, al parecer se trata de reacciones similares a viejos problemas.

Te refieres a la existencia de una proto-burguesía, y sí, apoyo esta tesis, y no la restrinjo a los dueños de pequeñas y medianas empresas, denominados eufemísticamente entre nosotros “cuentapropistas”; pues incluyo igualmente en esa denominación a un sector que puede considerarse no una clase propietaria de Derecho, sino de hecho, un sector del empresariado estatal asociado a corporaciones con relaciones directas al capital extranjero. Pero muchos de los modernos empresarios socialistas tienen vínculos de parentesco por consanguinidad o por afinidad con dirigentes del aparato partidista/estatal. Cuando Esteban Morales denunció, con valentía y previsión, la existencia de ese tipo de lazos y de cómo la corrupción podía favorecerse por nexos de familia y clientelismo, fue duramente sancionado. Tenía toda la razón. Esa nueva clase, formada por los viejos dirigentes Parti/estatales, también está conformada por sus descendientes: hijos, nietos, bisnietos, y ellos no comparten el modo de vida austero de otros militantes. Ellos tienen formas de vida y acceso a bienes y posibilidades que en otro tiempo fueron consideradas aquí como “burguesas”. En estos tiempos de democratización de la información podemos constatar esto.

Me decías en otro momento anterior del debate que la fuerza del partido estaba en la moral de sus dirigentes. Fue así por mucho tiempo, en las viejas épocas en que altos dirigentes se vestían con camisas de cuadros y pantalones de mezclilla, cuando compartían junto a la gente del pueblo/población lo mismo un trabajo voluntario que un almuerzo en bandeja, eso ya pasó hace mucho tiempo. Ellos, sus hijos y nietos, salvo excepciones que siempre existirán, viven en condiciones muy diferentes, tienen poder de decidir y puestos clave en el entramado político/económico. Ahora la nueva Constitución declara a ese grupo de poder como “administradores” de la propiedad común sobre los medios de producción, lo cual se diferencia de la letra de la Constitución de 1976. Habida cuenta de que en los países donde se derrumbó el socialismo ese grupo de poder, en su mayor parte, se mantuvo como miembro del nuevo empresariado capitalista, creo que hay razones para que nos preocupemos, yo me preocupo al menos.

Saludos y nos mantenemos en contacto, Harold no encuentra su email, el mío aparece al final del artículo, con gusto le enviaré el ensayo prometido si se comunica.

EER: Hola Alina. Compartimos preocupaciones comunes con enfoques distintos. Yo tambien me preocupo y me molesto con el problema recurrente de familiares de dirigentes que medran a nombre de ellos y a costa del resto. Es una de nuestras deformaciones mas irritantes y debe eliminarse. No seria yo quien negara tontamente esa realidad. Son mas de los que quisiera y menos de los que nos hacen creer. De esto ultimo sobre todo hoy, que pueblan las redes, entre denuncias verdaderas, muchas fotos trucadas o manipuladas fuera de contexto. Pero es ciertamente, reitero, uno de eso problemas que llevamos arrastrando por mucho años, dañino, irritante y corruptor. En Cuba, a diferencia de otras experiencias del espacio sovietico, esos elementos no comparte cuota de poder significativo. Aqui no tenemos, como en la URSS, primeros secretarios del partido con empresas o latifundios bajo su mando, de los que percibian millones en cuentas bancarias. La mayoria de nuestros dirigentes de primer nivel, tiene una vida austera asi como sus familiares. La mayoria, por no decir todos, vive en condiciones materiales por debajo que el dueño de un restaurante privado en la Habana. Pero dicho eso, comparto el temor, que crezca en influencia la corrupcion y amenaze la supervivencia de la Revolucion. Ese es un peligro mas que real. Contrario a ti, creo que la nueva constitucion y la insistencia en el estado de derecho, va camino a ir atajando y aplastando tales peligros.

Creo que vale la pena rescatar una idea central. Yo no me sacrifico porque algun dirigente llame a ello. Yo, y muchos de mis compatriotas, nos sacrificamos porque creemos que la Revolucion, con todos sus defectos, es un sistema social mucho mas justo y humano que su contraparte inevitable. La Revolucion es garante ademas, de nuestra independencia y soberania. Nos sacrificamos por el bien colectivo que esta a salvo de la corrupcion de cualquier individuo. Lo que vemos en el socialismo justamente como aberraciones e ilegalidades, en el capitalismo es la norma, incluso licita. Las leyes de transparencia en Brasil, no impiden que mas de la mitad de su congreso este acusado de corrupcion y sumale el presidente y sus familiares. Pero la mayor corrupcion del capitalismo es el sistema mismo, donde se ampara y justifica que el 1% mas rico se apropie de buena parte de la riqueza creada por el porciento restante. El capitalismo en sus siglos de existencia, no solo no ha logrado eliminar la corrupcion ilicita, sino que exacerba la corrupcion inherente a su organizacion social y, lo que es peor aun, la naturaliza como algo inevitable e intrinseco a las sociedades humanas. El capitalismo no propone horizonte de superacion, el socialismo si. El socialismo aspira a una sociedad sin clases donde no haya corrupcion, el capitalismo intenta decretar el fin de la historia que significa para la humanidad pretender detenernos aqui y ahora. Regresar al capitalismo no es solucion, por el contrario, es entronizar la corrupcion como parte del sistema social.

Pero veamos algunas afirmaciones que haces y que no resisten el peso de las evidencias. Hablas de los dirigentes del partido o estatales que llevan mas de sesenta años en el primer nivel de direccion. Primero, me sobran los dedos de las manos para contar tales dirigentes. En el buro politico se puede mencionar a tres de 17. Ni siquiera Lazo lleva sesenta años en el primer nivel de direccion. La mayoria de las personas en ese nivel de direccion llevan menos de veinte años en el mismo y una parte de ellos, incluso nacieron despues de la Revolucion. Analisis similar puedo realizar con el consejo de estado y el consejo de ministro. En Cuba ha ocurrido una renovacion generacional continua y desde hace muchos años, la direccion de la pais ha descansado en buena medida, en personas de la segunda y tercera generacion de la Revolucion. Por otro lado, la movilidad de dirigentes hacia y desde los primeros niveles de direccion no habla precisamente de una clase que recircula. Los ministros que hoy dirigen en el pais, salvo alguna que otra excepcion, no lo hacian hace algunos pocos años atras, del mismo modo, los que lo hacian hace algunos años atras, hoy no ocupan puestos de direccion de primer nivel y en muchos casos en ningun nivel. En correspondencia con esa realidad, esas compañeras y compañeros, hoy no tiene prerrogativas alguna asociados a cargos. Todo lo contrario a la existencia de una clase que se reproduce en el poder. La nueva constitucion busca ademas, limitar el tiempo que una persona puede ocupar cargo de direccion de primer nivel.

Hacer paralelo entre continuidad e inmovilismo no aguanta tampoco analisis alguno. La apelacion politica a la continuidad es correcta en nuestro contexto como continuidad de la Revolucion, pero resulta que la continuidad de la Revolucion significa cambio y cambios hemos visto, en los ultimos diez años, como no veiamos en los treinta anteriores. Luego apelar a un discurso que se base en manipular la idea de la continuidad para acercarlo a la tesis propia de que significa continuidad de los defectos, no solo no es correcto, es, como argumento, deshonesto. Hoy vemos el significado de continuidad realmente como cambio dentro de la Revolucion y en el discurso del presidente se insiste constantemente en la necesidad de aplastar nuestros defectos, incluyendo la corrupcion y el burocratismo, y se observa un esfuerzo sistematico y coherente en esa direccion. A la vez ese discurso apela a rescatar los valores de justicia y equidad inherente al socialismo sobre la base de la solidaridad humana como valor esencial para cualquier construccion colectiva.

Yo le pido disculpas a los que se quejan de que no contesto sus comentarios. Sencillamente, me sobrepasa en capacidad poder hacerlo de cada uno. Este debate contigo tiene la precedencia de que ambos, hemos ido encontrando, dentro de nuestras profundas divergencias, uno lenguaje comun de respeto a lo largo de muchos post y varios intercambios. De hecho ya este post anda en el segundo nivel de articulos de LJC y amenaza con convertirse en un intercambio entre dos personas que ya nadie mas sigue. Creo que va siendo hora de seguir adelante. Veo que tienes un post nuevo que no he leido aun. Cuando lo haga, quizas comente alli.

Saludos

17 enero 2020 36 comentarios 399 vistas
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Blades y Silvio sobre Venezuela

por Consejo Editorial 20 febrero 2019
escrito por Consejo Editorial

Unas palabras al verdadero Silvio (por Rubén Blades)

Compañero Silvio:

Te escribo a través de la internet abierta, porque sé que no la pueden censurar al punto de que no sepas que te escribí.

Por allí anda rodando una bola que nuevamente atribuyen, de manera falsa, como supuesta declaración tuya, en la que criticas mis opiniones en torno al Sr. Maduro y la situación que se vive en Venezuela. Después de leer un tramo del mamotreto publicado, noté inmediatamente varias cosas:

1. Está mal redactado y posee la ceguera intelectual del típico apparatchik.
2. Lo que han hecho, con mala voluntad, es tomar extractos de cosas que escribí hace años, hicieron un refrito de lo que, según ellos, les resulta conveniente reavivar para sus planes. Ahora, en su ya maduro desespero, comparan la trayectoria del “Che” con la de un tipo que habla con pajaritos y que es incapaz de mantenerse erecto en una bicicleta.
3. Han recurrido tramposamente a un evento ocurrido hace años, cuando un profesor cubano utilizó tu blog como medio para responder uno de mis artículos de opinión. A partir de allí, y sin cuidar las elementales reglas del periodismo, algunos medios amarillistas y/o politizados, afirmaron falsamente que ese escrito era tuyo, cosa que después tú mismo desmentiste públicamente.
4. Ahora han retomado ese mismo falso tema, repitiendo la misma mentira del 2014, aunque tuvieron mucho cuidado de no comentar lo que recientemente opiné, acerca de lo espurio que me resulta el invento de Maduro de una constituyente para desconocer la asamblea electa democráticamente a través del voto popular en el 2015. Tengo muy claro que lo que publica Prensa Latina, tomado de una radio venezolana, es falso y no voy a permitir que me usen en contra tuya, ni que nos enreden en su sinrazones.
5. Realmente es una verdadera vergüenza ver cómo medios que se dicen serios se dejen engañar y atenten contra la verdad, o simplemente se dejen llevar por el afán de defender planteamientos ideológicos falsos.

Que estés bien.
Rubén.

PD: Qué pena que hayan hecho equivocarse a Díaz-Canel, el recién estrenado presidente de tu país, a quien ponen a felicitarte por los “contundentes argumentos”. Parece que al presidente hasta las “fake news” le llegan con años de retraso. No sé si Bob Canel, insigne comentarista cubano será pariente suyo, pero cuando se entere del “embarque”, quizá comente desde el más allá: “FOUL BALL, MI HERMANO”


Rubén (por Silvio Rodríguez)

(No te respondo en tu página porque no encontré como)

Es una pena que haya ocurrido esta confusión con el escrito de Guillermo (aclarada por mi hace 5 años) y más penoso aún que la redundancia te pueda parecer manipulación. Yo soy de los que siempre han admirado al creador que eres y reconozco los incuestionables aportes que has hecho a la canción bailable.

Por otra parte, es obvio que no pensamos igual sobre lo que está pasando Venezuela. Tu piensas que ese país hermano tiene dos presidentes, yo sólo veo a uno: a Nicolás Maduro. El otro es un presidente autoproclamado y en gran medida sostenido desde afuera, una maniobra de presión para desacreditar al gobierno que más elecciones ha hecho en Nuestra América; también para conseguir que los militares incumplan su compromiso patriótico y cedan al clarísimo chantaje que les han hecho repetidamente varios congresistas norteamericanos y, hace sólo unas horas, el mismísimo Presidente de EEUU.

Venezuela es un país que ha venido sufriendo una progresiva asfixia económica, como Cuba, pero carga con la suerte-desgracia de tener una de las reservas petrolíferas más grandes del mundo; por esa razón los que acabaron con Irak, Libia y Siria van ahora a por ella. Para colmo los venezolanos se han atrevido a hacer tratos comerciales con China y con Rusia, cosa que evidentemente pone muy nervioso al tiburón.

Yo soy crítico con la realidad cubana porque la conozco, pero me cuido de opinar sobre lo ajeno, más cuando los círculos de poder despliegan tanta propaganda y hay tantos intereses confundiendo. Es obvio que Venezuela está dividida, pero creo que son los venezolanos quienes deben conversar sus diferencias y resolverlas, sin ningún tipo de presión. Creo que las presiones indignan, y en vez de conducir a la solución de los problemas, avivan las tensiones. No es sólo la paz de Venezuela lo que está en peligro. Qué pena que algunos no se den cuenta del incendio terrible que está en juego.

Qué vivan siempre las sardinas, Rubén. Muy buena suerte en todo.

Silvio.

(Con información de Segunda Cita y Rubén Blades)

20 febrero 2019 12 comentarios 406 vistas
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