La economía cubana está en un círculo vicioso, y aunque el presidente ha hecho un llamado a convertirlo en «virtuoso», no es por sus deseos, consignas o llamado que se va a lograr.
¿Esto es el socialismo próspero y sostenible? Ni es socialismo, ni es próspero, ni es sostenible, no solo económicamente, sino también desde los puntos de vista social y político. Eso explica la estampida.
La solución de la situación de Cuba no puede ser otra que una nueva arquitectura institucional y política que surja del ejercicio real de la soberanía del pueblo
El del «comunismo chino» no es el caso de Cuba o de Corea del Norte, en los que la economía está lejos de garantizar un mejoramiento del bienestar social, y en lugar de mayor prosperidad, la población sufre cada vez enormes privaciones y deterioro de su nivel de vida
La solución al problema cubano, más allá de lo relacionado con el tipo de cambio, requiere de un ambiente político que favorezca transformaciones democráticas que permitan el empoderamiento de los ciudadanos respecto a su destino para que Cuba pueda volver a ser un país vivible.
¿Qué pasaría si en una consulta popular, en lugar de códigos, se busca refrendar el carácter «irreversible» del sistema político cubano o la elección directa entre alternativas del presidente de la República y de los presidentes de los gobiernos provinciales y municipales?
En la Rumanía de Ceau?escu confluyeron las peores características de la crisis del socialismo, lo que condujo al derrumbe de un régimen totalitario con derramamiento de sangre