Análisis de las problemáticas y demandas vinculadas a los procesos culturales y la creación artística y literaria
(“Tras la huella del estalinismo” es la tercera parte de la entrevista realizada a Leonardo Padura, sugerimos leer antes la primera y segunda parte)
El hecho de que Cuba haya protegido al asesino de Trotsky lo interpreto que como una toma de partido a favor de un esquema de pensamiento específico. ¿Hasta qué punto asimilamos los cubanos los dogmas y esquemas de raíz estalinista que llegaron a Cuba? ¿Cuánto perdura aún?
“Creo que se asimilaron totalmente. Ante una petición de la URSS de que este hombre viniera a Cuba, no había para el gobierno cubano otra opción que recibirlo, aunque la razón de su traslado se debiera a que estuviera cabrón por vivir en la URSS, porque su mujer era la que no resistía vivir allí, y Cuba fuera el único lugar alternativo, porque ningún otro país lo aceptaba.
Cuba no tuvo otro remedio que aceptarlo, con la condición que venía desde Moscú, de que Mercader debía permanecer en el anonimato. Que tampoco fue tal. Este es un botón de muestra de algo que se practicó a todos los niveles de la sociedad cubana, esa relación absolutamente de calco respecto a los conceptos económicos, sociales y políticos soviéticos y no podía ser de otra forma porque eso significaba lo que en aquella época se llamaba “revisionismo ideológico” y Cuba estaba en la esfera más cercana a la URSS.
El problema fundamental es que el modelo económico socialista que existió y se puso en práctica fue el modelo estalinista, pues no hubo otro.
Cuando Lenin muere en el año 1924, se estaban haciendo experimentos económicos en la URSS muy difíciles de entender. Cuando uno estudia esa época cuesta trabajo entender exactamente qué cosa era lo que querían y cómo lo querían, porque había ocurrido una gran crisis económica, es el momento en que Bujarin le dice a los campesinos: “enriquézcanse”, porque era la única manera de que no hubiera hambre en ese país.
Muere Lenin en 1924, ocurre la lucha por la sucesión, la Oposición dirigida por Trostsky, el error infinito de apreciación de Trostsky respecto a las capacidades de Stalin, más la imposibilidad que tenía ya de vencer a este porque tenía controlada las bases mismas del Partido. Entonces Stalin se hace del poder y a partir de 1929 comienza todo un proceso de colectivización de la tierra y la creación de una economía socialista de carácter estalinista.
En un momento del libro Vida y Destino, Vasili Grossman dice: “durante el período de la colectivización general, vio convoyes atestados de familias sacadas de los Gulags, vio caer en la nieve a personas extenuadas que ya no volvían a levantarse, vio pueblos cerrados sin un alma, con las puertas y ventanas tapiadas, vio a una campesina arrestada, cubierta de harapos, el cuello carniseco, las manos oscuras de trabajadora, a la que quienes escoltaban miraban con espanto, la mujer, enloquecida por el hambre, se había comido a sus dos hijos ”.
Hubo canibalismo en la URSS durante la colectivización, Ucrania pide que se considere genocidio porque aunque se le considera la zona más rica del mundo por sus tierras, allí la gente morían de hambre y los padres se comían a los hijos. Todo está demostrado documentalmente, no es mentira. Ese fue el modelo económico que prevaleció con un Estado gigantesco que era el que administraba toda la gran industria, incluso la pequeñísima también. Nosotros seguimos ese modelo económico y en muchos sentidos aún estamos pagando las consecuencias.
Resulta bastante simpático para unos pero dramático para casi todos nosotros, que alguna vez se haya pensado que limpiar zapatos era algo que le correspondía administrar al Estado. Yo recuerdo el día que el limpiabotas insignia de mi barrio, un negro llamado Caridad, le intervinieron su silla de limpiabotas y me dijo que se iba, le habían inventariado hasta los trapos de dar brillo…te podrás imaginar el nivel de locura que hubo al respecto.
Creo que fundamentalmente fue en la economía en lo que se siguió ese modelo, porque afortunadamente para todos nosotros a nivel político no hubo los excesos del estalinismo. La UMAP, que fue algo terrible e inadmisible, fue más o menos como ir a un juego de pelota, unos Quince o ir a la playa en comparación con lo que fue un gulag soviético, eso hay que reconocerlo.”
Estamos convencidos de que el Socialismo que necesita el siglo XXI no puede basarse solamente en el rechazo al modelo de Socialismo del siglo XX que fracasó, tiene que ser la superación de ese, no solo rechazarlo sino lograr algo mejor. Le pregunto entonces a Leonardo, ¿por qué fracasó el Socialismo del siglo XX?
“Estas son preguntas muy complejas de responder, pero si tuviera que encontrar una razón para poder explicar por qué una idea que nace con el principio de que se va a crear una sociedad en la que todos los hombres van a ser iguales y van a vivir con el máximo de democracia, esa idea se pervierte y casi que se convierte en su contrario, si tuviera que encontrar un punto, el más visible sería Stalin.
Pero también creo que desde antes ya esa idea empezaba a tener grandes conflictos en su puesta en práctica. El problema es que el marxismo estudió la sociedad capitalista y previó un posible modelo de sociedad socialista pero la práctica se hizo de una manera muy convulsa, en un tiempo muy convulso (finales de la I GM), en un país convulso (Rusia), de una lucha de facciones absolutamente convulsa en la que un grupo pequeñito de luchadores políticos que tuvieron más perspectiva del momento justo en el que estaban las cosas, se hicieron con el poder.
A los bolcheviques no les tocaba el poder pero lo cogieron, gracias a Lenin y a Trotsky en muy buena medida. Empezaron a experimentar y fueron adaptando conceptos a la realidad, como suele ocurrir, y allí se fueron perdiendo algunos principios básicos de esa idea.
En El hombre que amaba a los perros, más que hablar de un sistema económico-social hablo de la perversión de la utopía, porque fue un sistema socio-económico que entró en crisis, y aunque quedó en el pasado, cometió determinados excesos que son parte de la historia y de la práctica. La utopía está en la mente de los hombres, está en el sueño al cual todos tenemos derecho, de vivir en una sociedad más justa, en un mundo más equilibrado, en el cual la igualdad no sea solo una concepción sino un derecho.
La principal misión del Socialismo del siglo XXI, debe ser cumplir ese sueño utópico que acompaña a los hombres desde la época de los griegos. Ellos sabían que su sociedad no era una democracia real, por lo tanto crearon un concepto utópico en un lugar llamado Atlántida. El deseo de que todos los hombres vivan en igualdad, con las mismas posibilidades, en el máximo de libertad y democracia creo que es la aspiración, posiblemente total y justamente utópica (utopía quiere decir “en ninguna parte”), pero es el derecho que tenemos todos los hombres de poder aspirar, si no nosotros, a que nuestros hijos o nietos tengan la posibilidad de llegar a ese mundo.
Lo terrible es que el fallo del experimento socialista del siglo XX va a retardar muchísimo la posibilidad de una práctica socialista con ese nivel de pensamiento utópico en el siglo XXI, porque las condiciones del mundo cambiaron de una forma radical, aunque también existen signos de cansancio estructural profundo del sistema capitalista que hace pensar en la necesidad de una refundación de muchos principios sociales y económicos.
Y yo no soy filósofo, soy novelista y me estás preguntando cosas de filosofía, política y sociedad…”
Es que no queríamos hacerle una entrevista en calidad de escritor, nos interesa el Padura ciudadano, que participa en el proceso cubano… Le pregunto entonces: ¿Cuba está enmarcada en el modelo de socialismo del siglo XX o del XXI?
“Yo creo que a nivel de modelo Cuba está empezando un tránsito. Si este llegará a un cambio esencial del modelo, no lo sé. Tampoco sé hasta dónde llega la capacidad de transformar tanto la sociedad cubana como para poder decir que se ha renunciado a un modelo porque la propia evolución nos ha llevado a otro modelo, que tendría que ser el socialismo del siglo XXI despojado de cualquier lastre estalinista de los que arrastramos durante años y que perduran aún hoy, aunque en algunas casos ya no sean parte de la política del Estado, pero si forma parte del pensamiento de muchas personas.
Las concepciones estalinistas todavía hoy son la manera de entender la realidad y la relación con nosotros de muchísimas personas con poder de decisión. Haría falta mucho valor, sobre todo de algo de lo cual se habla pero se ve poco: entregar capacidad de decisión a sectores de la sociedad que piensan diferente, pero que sobre todo son más jóvenes. Ser más inclusivos, no condenar siempre al que piensa diferente.
A mi generación le pasó su hora. Si a mí ahora me dicen que si quiero ser el presidente de la República de Mantilla respondo que ni loco, “tú estás arrebatao, tendría que ocuparme de los perros callejeros, que si el otro deja la basura en la esquina, el reguetón a to’ pecho… que va”. No tendría ni remotamente la intención de hacer eso, pero creo que los jóvenes si tienen esa capacidad, esa necesidad de expresión y eso puede ser importante.”
La próxima pregunta era inevitable:Me gustaría que nos explicara según su opinión y experiencias, ¿cuántas de las causas que provocaron el fracaso del Socialismo del siglo XX persisten en Cuba todavía?
“Cuantificar eso es algo muy difícil, creo que lo que está cambiando va directamente contra muchas de esas concepciones. Ejemplo de ello es el concepto de Estado paternalista, se le está restando peso al papel del Estado, sobre todo a nivel económico. Pero tiene que llegar el punto que ese peso también se desplace hacia la sociedad. El peso del estado hacia la sociedad debe disminuir, sería lo lógico, lo marxista porque según la teoría marxista en el comunismo desaparecerá el Estado, sin embargo en la práctica lo que pasó es que se agigantó al Estado hasta convertirlo en un organismo todopoderoso.
Los cambios que están influyendo directamente determinados principios que existieron y que se practicaron en Cuba son un desmontaje de los errores propios de ese Socialismo del siglo XX y habrá que valorar hasta dónde llegan las virtudes de esos cambios como manifestación del Socialismo del siglo XXI.
Pienso que es un privilegio poder asistir a lo que está ocurriendo hoy en Cuba, y también es una responsabilidad, porque aunque a veces no tenemos la palabra, hay que tomarla si tienes la posibilidad. Lo que se está jugando no es el destino de un modelo, es el destino de una nación.
FIN DE LA TERCERA PARTE
Próximamente en la cuarta parte: ¿Qué significa el cambio de mentalidad? ¿Cuánto ha cambiado la prensa cubana? ¿Qué podríamos hacer para crear espacios reales de participación en Cuba? ¿Qué le sucedió a Padura en el Caimán Barbudo? Los excesos cometidos en los 70 y parte de los 80, ¿eran atribuciones personales o formaban parte de una política del Estado?