Mientras el Estado de Derecho no se traduzca en expresión real de las garantías políticas y civiles de todos los ciudadanos y, por el contrario, se normalice y tolere el irrespeto y la arremetida violenta contra la libertad de expresión; el país no podrá avanzar hacia la necesaria reconciliación nacional y la edificación de la patria con todos y para el bien de todos que soñó el Apóstol.
Realidades y no mitos, recursos y no lineamientos, libertades y no orientaciones, competencia y no monopolios; es lo que precisan los emprendedores cubanos
Los científicos sociales deben concientizar que un grito de ¡Libertad! constituyó un mensaje vivificante, porque tan solo su anhelo refresca, sana e ilumina todo. Hay que vivir con el tiempo y no contra él.
La historia de este país, desde 1959 hasta la fecha, está repleta de «combatientes revolucionarios» que dañaron y dañan el proceso. Muchos, hoy, ya no residen en Cuba. Otros, solo buscan cristales que romper
Dos grandes adversarios tiene ante sí la clase política que detenta el poder en Cuba: el tiempo malgastado y la pérdida del monopolio de la información y las comunicaciones