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reforma

Cambiar la montaña y el mar

por Mario Valdés Navia 20 octubre 2020
escrito por Mario Valdés Navia

Las filosofías orientales –de los países del Oriente, quiero decir− ayudan a comprender mejor algunos aspectos de la realidad que se tornan complicados si insistimos en analizarlos con enfoques meramente caribeños. Tal es el caso de los avatares cubanos actuales cuando los enfocamos a la luz del principio de “La montaña y el mar”, del famoso samurai Miyamoto Musashi, uno de los padres del Bushido −el Camino del Guerrero−, expuesto  en su texto clásico El Libro de los Cinco Anillos, o Manuscrito del Fuego, de 1672.

“Montaña y mar” significa que es perjudicial hacer lo mismo una y otra vez. Puedes repetir algo una vez, pero no una tercera. Según Musashi, cuando intentas lograr algo ante un adversario, si no funciona la primera vez, no obtendrás ningún beneficio apresurándote en hacerlo de nuevo. Él recomienda cambiar abruptamente la táctica, haciendo algo completamente diferente. La ciencia del arte de la guerra implica educar a la mente y el cuerpo para: “actuar como el mar, cuando el enemigo es como una montaña, y actuar como una montaña, cuando el enemigo es como un mar”.

Como parte del “milagro japonés” de los años 50 y 60, que convirtió al derruido país en la segunda economía mundial, el libro se volvió texto obligado en las facultades de economía. Los nuevos hombres de negocios nipones aprendieron a aplicar principios samuráis a la gestión empresarial con éxito espectacular, tanto al interior del país como en la competencia internacional.

En la China de los años setenta, el pensamiento de Confucio se unió a la reinterpretación del Tao te King de Lao Tse, y sobre todo de El Arte de la Guerra, de Sun Tzu y su complemento, El Arte de la Guerra II, de Sun Bin, para fundamentar las reformas de Den Xiao Ping y la creación de lo que parecía imposible: un socialismo de mercado con características chinas. Los comunistas chinos comprendieron mejor por qué su ideograma de “crisis” está compuesto de dos caracteres: “peligro” y “oportunidad”. Controlaron los primeros y explotaron las segundas. Desde entonces sus relaciones con el resto del mundo hablan de alianzas, no de hermandad perpetua.

China asumió que existen intereses permanentes, pero no amigos eternos.

En El Arte de la Guerra el maestro chino Sun Tzu había postulado que: “el principio más elevado de todos es la flexibilidad […] Relajarse mientras el enemigo se agota a sí mismo […] Lo que parece blando y flexible puede ser fuerte y firme, mientras lo que parece invencible puede ser débil. El sauce se pliega al viento y se mantiene en pie, el robusto roble se quiebra y cae. El agua se adapta a cualquier terreno, pero desgasta la roca más dura.”

Es muy interesante apreciar, a la luz de este principio, cómo han reaccionado históricamente los vendedores y compradores del mercado cubano a las imposiciones de la centralización estatal durante medio siglo. Ante disposiciones administrativas que coartaron su existencia, se replegaron a las sombras de la economía sumergida. Cuando el Estado, obligado por las circunstancias, les abrió la más pequeña hendija la han aprovechado desplegando todo su potencial en breve tiempo.

Lenin y los bolcheviques lo comprendieron en pocos años y, en cuanto hicieron amainar la agresión externa e interna con sus victorias contundentes, abandonaron la contingentación en especie y obligatoria de productos del agro. En 1921, retornaron a las relaciones de mercado, favorecieron la inversión de capital privado y el capitalismo de Estado y estimularon la cooperativización voluntaria. Hasta que, hacia 1929, Stalin impuso el predominio burocrático y el Estado totalitario segó los cauces de los emprendimientos privados y colectivos.

https://jovencuba.com/2019/01/21/los-modelos-de-socialismo/

Hasta la resiliencia mostrada por el régimen capitalista en sus más de doscientos años de vida parece coincidir con los consejos del famoso samurái. Liberalismo y proteccionismo, monetarismo y keynesianismo se han turnado en la conducción económica del sistema, según los intereses y peculiaridades de las diferentes etapas históricas.

La Cuba de hoy se plantea hacer reformas necesarias al modelo, pero los enfoques son a veces preocupantes. No es lo mismo aplicar estrategias nuevas por convicción, que hacer cosas diferentes porque no quede otra alternativa. O se aplican soluciones nuevas, apropiadas a la magnitud de los problemas que tenemos, o seguiremos dándole vuelta a la noria de la crisis, culpando a peligros conocidos e ineludibles y despreciando las oportunidades de cambiar.

Es preciso distinguir que no se sustituyen importaciones porque no tengamos dinero para seguir comprando al mundo, sino porque hay que rehacer y desarrollar el agro y la industria nacional sobre bases propias. No se aumentan los salarios para que los trabajadores regresen al sector estatal, sino porque tienen derecho inalienable a ganar según el valor de su fuerza de trabajo y aporte al bien común. No se reunifica la moneda porque se haya depreciado el CUC, sino porque todo país moderno requiere de una para que funcione eficazmente su economía interna.

La insistencia en el empleo de métodos y formas obsoletas, o su sustitución a regañadientes, por factores coyunturales, no es solución para la crisis estructural cubana. Es necesario preservar la independencia nacional y las ventajas del socialismo en las esferas en que ha dado resultados, pero cambiar todo lo demás. Si “la montaña y el mar” era una opción victoriosa para los guerreros samuráis, también ha de serlo para los patriotas cubanos en un momento como este que tanta falta hace.

20 octubre 2020 14 comentarios 518 vistas
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Tiempos de desagradecidos homeopáticos

por Resumen Semanal 19 septiembre 2020
escrito por Resumen Semanal

¡Muy buenas! El agradecimiento en Cuba no puede ser para críticos ni gusanos, Ciego de Ávila no acaba de decidir si quiere ser la otra capital del país, la homeopatía nos salvará a todos y vamos a hablar (otra vez) del Día Cero. Somos LJC, y este es nuestro resumen semanal de la agenda mediática del país.

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Gracias por la crítica.

Un artículo de Teresa Melo para Cubadebate, donde contrapusiera “un número alto de personas muy sacrificadas, de entrega honesta, de trabajo” a todo aquel infidente que criticase al gobierno, provenga de cualquier punto ideológico – “tanto parásito carente de sentimiento y sentido común y conocimiento, a quienes lo único que sobra de verdad es el tiempo”- (otra vez) ha desatado (otra vez) un “fiero debate” sobre los límites y el papel de la crítica en nuestra sociedad.

A Melo, cuyo artículo ofendiera con justeza a buena parte de la nación, se la ha sumado ahora, junto con Mariela Castro -digamos que por lo mismo de siempre- y a Paquita de Armas -por haber osado criticar la fiesta/videoclip irresponsable de Jorge Jr.- a la Santísima Trinidad de mujeres auto nominadas revolucionarias que la oposición trumpista ha atacado con ojeriza.

Ante esto, actores mediáticos pro gubernamentalistas han exigido, con cierta dosis de ironía, que se las defienda de la misma forma en que se defendió en las redes sociales a feministas independientes de organizaciones estatales,. Se obvia así las notables diferencias entre un ataque mediático encabezado por medios opositores y otros dirigidos desde medios de comunicación nacional.

https://jovencuba.com/2020/09/15/nacion-insultada/

Por supuesto, más allá de los desequilibrios esperables, nada justifica el acoso, la demonización y el linchamiento mediático. Más preocupante que el odio virtual, que en algún momento llegará a su fin, resulta preguntarse qué visión tienen las autoridades ante la reacción popular a estas declaraciones. La respuesta a Melo, como lo fuera a Sobrino Nieto, solo es sorprendente para quienes todavía entienden la comunicación política como el clamar desde un púlpito.

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Las dos capitales pándemicas.

Ante el hecho de que en un mismo día las provincias de La Habana y Ciego de Ávila continuaron reportando la mayor cantidad de casos positivos a la COVID-19 en el país y que en cada una de ellas se abrió un evento de transmisión local, el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, insistió en la necesidad de trabajar para evitar la negligencia en estos casos.

El mismo día se inició un evento de transmisión en el área de salud del policlínico “Marcio Manduley”, del municipio de Centro Habana, en el cual se han confirmado 14 casos positivos con la enfermedad y detectado 117 contactos, dijo el ministro de Salud Pública, José Angel Portal Miranda. También se abrió otro evento en el consejo popular Venezuela, del municipio avileño de igual nombre, que acumulaba 19 pacientes positivos.

Acerca del evento abierto en Centro Habana, el gobernador de la capital,  Reinaldo García, dijo que desde varios días atrás se comenzó a trabajar como foco, en tres manzanas. A partir de la confirmación de los últimos pacientes, dijo, se decidió incrementar el universo a tres manzanas más, con lo cual se amplió además la población a pesquisar y la toma de muestras PCR en el lugar.

Compleja es también la situación epidemiológica en Ciego de Ávila, provincia que en los últimos 15 días acumula 259 pacientes diagnosticados con  COVID-19, la mayor tasa de incidencia por cada cien mil habitantes del país – 59,26.

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Volvemos a ponernos hipocráticos.

A pesar de la carencia de evidencia científica que demuestre su efectividad, el gobierno cubano y Labiofam siguen insistiendo en mercantilizar como propuestas viables medicamentos homeopáticos, como demuestra un reciente artículo y podcast publicado en Cubadebate.

Obviando tanto la ausencia reveladora de literatura académica científica que valide la eficiencia del PrevengHo-Vir como el trabajo continuado que la revista Juventud Técnica ha ido llevando a cabo en los últimos años para desmentir la eficacia de la medicina homeopática, el artículo defiende las ya conocidas “cinco gotas bajo la lengua con intervalo de una semana” como muy efectiva, aun cuando “contra la extensión de su uso operen los tradicionales prejuicios hacia la medicina homeopática”, confundiendo homeopatía con medicina tradicional, la cual sí posee comprobados resultados eficaces.

No existe ningún tratamiento homeopático aprobado por la Organización Mundial de la Salud para la prevención o tratamiento de la COVID-19. “No hay evidencia actual para recomendar un tratamiento anti-COVID-19 específico” para pacientes con la enfermedad confirmada, dice el manual de tratamiento clínico de la enfermedad de la OMS. Existen muchos ensayos clínicos en curso que prueban varios antivirales potenciales; pero no soluciones homeopáticas.

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Para cerrar, en otro orden de noticias:

  • Luego de que esta semana se haya filtrado una escala pretendida de salarios a ser implementada luego de la reforma cambiaria y monetaria -que no reunificación, pues todavía tendríamos dos monedas- volvemos (lo ha adivinado: otra vez) al debate sobre para cuando es lícito esperar un supuesto Día (al menos no Punto) Cero donde se elimine una de las dos monedas cubanas que circulan actualmente. Es una medida que Cuba lleva esperando desde que se aprobaran los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución en el IV Congreso del Partido Comunista de Cuba en el año 2011. Si bien dicha medida hubiera sido preferible en una situación favorable (tener una economía con un sector productivo fuerte y alta complementariedad, un balance positivo en el comercio de bienes, en la cuenta corriente, la balanza de pagos, una posición en términos de deuda manejable, holgura fiscal suficiente, acceso a fuentes de financiamiento, un prestamista de última instancia y un buen “ambiente de negocios” que haga atractivo el país) cupiera señalar que en dicho caso probablemente no hiciera falta una reforma.

Unificación monetaria: Ser o no ser

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19 septiembre 2020 5 comentarios 423 vistas
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Dígase una gallina

por Resumen Semanal 13 septiembre 2020
escrito por Resumen Semanal

¡Muy buenas! La industria alimentaria se reencarna en una gallina decrépita, Ciego de Ávila molesta al doctor Durán y la Policía Nacional Revolucionaria objeta los grupos de Telegram. Somos LJC, y este es nuestro resumen semanal de la agenda mediática del país.

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Prueba #1: Gallina metropolitana pide confianza y disciplina a los economistas.

Mediante un comunicado emitido por su canal de Telegram y replicado en medios de propiedad estatal, el Banco Metropolitano ratificó a sus clientes que obtendrán “todas las informaciones pertinentes una vez se pronuncien las autoridades que en nuestro país rectorean estos temas y que como siempre se anuncian de manera oportuna por los Medios de Comunicación Masiva.” Así, la entidad bancaria desmintió oficialmente los rumores de una supuesta reunificación monetaria fechada el día primero de octubre.

¿Qué puede ocurrir con el cambio de moneda en Cuba?, según el economista Pavel Vidal

Continúa pues la confusión sobre el supuesto Día Cero y la discusión entre economistas cubanos respecto a la mejor manera de implementarlo. Aun teniendo en cuenta lo razonable de los audios filtrados, siguen siendo explicaciones incompletas e imprecisas merecedoras ya de un anuncio oficial más allá del Banco Metropolitano, sobre todo teniendo en cuenta la necesidad de una integralidad estratégica para esta cuestión que también aborde lo comunicativo, para así incentivar superiores niveles de producción.

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Prueba #2: Gallina avileña retrocede.

Ya La Habana no está sola: Ciego de Ávila ha retrocedido a la fase 1 de transmisión autóctona limitada de Covid-19. Nuestro presidente pidió trabajar para que el aislamiento permita frenar una transmisión que se creía bajo control.

Ciego de Ávila había vuelto a la normalidad el pasado 20 de julio, como el resto del país -exceptuando La Habana. Díaz-Canel apeló a la responsabilidad de los avileños, a quienes reprochó no tener la percepción de riesgo necesaria. “A eso nos está llevando la indisciplina, el incumplimiento de las medidas y, en general, la situación complicada que tiene Ciego de Ávila”, dijo Díaz Canel al informar de la muerte de un ciudadano residente en la provincia.

Así, el mandatario replicó la idea que el Doctor Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología, expresara a finales de julio, sobre que la responsabilidad última de los rebrotes recaía en los ciudadanos: “El pueblo se ha apretado los pantalones y no se puede permitir que una parte de la población no lo haga”.

“Lo que ha ocurrido en Ciego de Ávila debe servir de alerta a otros territorios, independientemente de que no hayan salido casos en meses anteriores, porque el virus se mueve y está presente en cualquier lugar”, dijo Durán el lunes pasado.

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Prueba #3: Gallina menopaúsica en la industria alimentaria.

“decrépito, ta

  1. adj. y s. [Persona] de edad avanzada que tiene disminuidas las facultades físicas y psíquicas:

fue dama de compañía de una anciana decrépita.

  1. Que está en franca decadencia:

ideales decrépitos.

Y una definición de gallina:

gallina

  1. f. Hembra del gallo, de menor tamaño que este, con cresta pequeña, cola sin plumas largas y patas sin espolones:

gallina ponedora.

  1. com. col. Persona cobarde y tímida:

ese gallina no se enfrentará a su jefe.

  1. gallina de Guinea. gallineta, ave galliforme.”

Santiago Sobrino Martínez, ministro de la Industria Alimentaria, explicó en la Mesa Redonda televisiva de este miércoles que el sector de la agricultura está a cargo de un nuevo plan para producir el MDM cubano, el cual definió como una materia prima cárnica, de la cual el país importa grandes volúmenes y gasta elevadas sumas de divisas.

“Se trata de un programa de otras especies, de ganado menor: patos, conejos… La agricultura tenía una planta que se está recuperando, y en la medida en que eso avance pudiéramos producir más comida y ahorrar en sustitución de importaciones”, dijo.

Aunque el funcionario no habló de gallinas, en una imagen transmitida a los espectadores se menciona ese animal dentro del citado programa.

De acuerdo a la terminología avícola, se les denomina “decrépitas” a las aves que por su avanzada edad han mermado su producción de huevos. En Cuba se molería la carne de estas gallinas para elaborar la masa cárnica MDM.

La ponencia del ministro, así como su desafortunado olvido de cifras que debiera manejar con soltura y la alusión al término “gallinas decrépitas” provocaron un aluvión de críticas y chistes al respecto. En reacción a esto, la intervención fue retirada del muro de Facebook de la Mesa Redonda, en YouTube la editaron para eliminar el fragmento con las erróneas cifras y la explicación de las susodichas croquetas, y en Cubadebate eliminaron la palabra “decrépitas”. Semejante operativo cuasi-revisionista, más digno de la campaña de Donald Trump, agravó aún más problema.

Habemus pues un debate sobre la industria agropecuaria nacional, sus posibilidades de auto sustentabilidad y las capacidades que posee para desarrollarse.

Cambiar a quien deba ser cambiado

La alimentación en Cuba es un problema sensible, crítico en las condiciones coyunturales actuales de la economía nacional, agravada por la pandemia del Covid-19, el bloqueo de Estados Unidos y una deficiente gestión de la gubernatura, en un escenario de incremento sostenido de los precios e inexistencia o desabastecimiento de productos alimenticios básicos, añadido a una nueva estrategia económica llevada a ralentí.

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Para cerrar, también se habló de esto:

– ¿Sabían que existen grupos de compraventas de artículos en redes sociales? Pues la Policía Nacional Revolucionaria lo sabe. En fecha reciente, en el Tribunal Provincial de Villa Clara fueron juzgados los dos primeros casos asociados a la reventa de productos en plataformas digitales. Según reportara Glenda Boza Ibarra para El Toque, varios administradores de dichos grupos ya han recibido advertencias al respecto, alegadamente amparadas en el artículo 75, inciso 1 y 2 del vigente Código Penal (Ley 62), referidos a la “actividad socialmente peligrosa” o “peligrosidad social predelictiva”.

Policía advierte a creadores de grupos de compraventa en Telegram

Un jurista afirmó a Cubadebate que el administrar dichos grupos puede asumirse como ejercer un negocio no autorizado en el país -si asumen su función como un negocio y lucran con ella- o de complicidad con actividades ilícitas -si no lo hicieran.

– No es noticia, pero vale apuntarlo: el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, extendió hasta el 14 de septiembre de 2021 “las restricciones comerciales vigentes contra Cuba”, en el interés de la seguridad nacional norteamericana. Continúa así una tradición de larga data proveniente de la administración Clinton de justificar el mantenimiento del embargo/bloqueo, decida usted que término prefiere.

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13 septiembre 2020 10 comentarios 795 vistas
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urgente

Lo urgente y lo fundamental

por Mario Valdés Navia 27 agosto 2020
escrito por Mario Valdés Navia

Los dioses inmortales no tenían nada urgente entre manos, se entretenían en cualquier cosa con tal de matar el tiempo: hazañas, fiestas, caprichos, amores, desventuras. En la vida de los mortales −individuos o pueblos− es muy importante distinguir lo urgente y lo fundamental. Lo primero, para resolverlo con premura y poder seguir haciendo lo segundo, de lo que depende lograr crecimiento y prosperidad en el breve espacio de nuestras vidas. Esa relación es la que existe entre la lucha de los cubanos contra la covid-19 y la realización de las reformas para abrir cauces a las fuerzas productivas de la nación.

Por los avatares constantes del proceso revolucionario, el gobierno se ha vuelto especialista en afrontar crisis de diferente tipo (naturales, económicas, políticas). En esos casos siempre el mecanismo de solución es similar: soportar la caída con estoicismo y valor hasta tocar fondo, disponer de las reservas salvadas para aplicarse con disciplina a la reconstrucción y encontrar, a base de entusiasmo y creatividad, nuevas metas para enfocar el esfuerzo colectivo.

Con este protocolo de resiliencia se han superado huracanes, epidemias, políticas de sucesivas administraciones estadounidenses, bloqueos y la desaparición de la URSS y todo el socialismo europeo. La prueba del éxito ha sido la sobrevivencia de un modelo que, al decir de mi abuelo dicharachero: “No lo tumba nadie, pero no lo arregla nadie tampoco”.

Durante estas etapas de crisis y/o alucinaciones colectivas, se adoptaron medidas y modos de hacer que luego se asumieron como normas de actuación sin que nunca hayan demostrado su eficacia a largo plazo. Hace medio siglo, cuando se aspiraba a eliminar el uso del dinero mediante los pagos a conciencia y aumentar los trabajadores agrícolas para hacer grandes zafras, se quitaron los conductores de las guaguas. Así seguimos hasta hoy, con choferes increíbles que simultanean conducción, cobro del pasaje y organización de los pasajeros en ómnibus repletos.

Volviendo a lo actual, los éxitos cubanos en la lucha contra la covid-19 asombran al mundo y a veces pasan inadvertidos ante el seguimiento del más reciente parte diario. Más allá del repunte negativo ocurrido tras la desescalada en La Habana, lo importante es que Cuba no ha tenido que declarar la fase de pandemia a nivel de  país, el contagio se ha controlado y el número de muertes en cinco meses no supera la sumatoria de solo cinco días de los fallecidos por influenza y neumonía en 2018: 22 diarios.

(Puede interesarle: La vida en la postnormalidad)

Al mismo tiempo, el exitoso accionar de Cuba ha sentado pautas con el pesquisaje casa por casa, el envío de brigadas médicas a más de treinta países y la aprobación de un candidato vacunal contra el virus sars-cov-2, único entre los países pobres. El carácter centralizado del Estado y su poderoso sector público de salud, que une atención primaria de calidad, instituciones científicas de alto nivel e industria farmacéutica desarrollada, ponen de manifiesto los logros del socialismo cubano en esta esfera.

Como parte del manejo de la crisis pandémica, el gobierno dio a conocer una estrategia que incluía el relanzamiento de varias de las transformaciones previstas desde hace una década. Mas, un mes después, lo cierto es que solo se ha aplicado lo urgente (venta de productos imprescindibles en $ para nutrir las exhaustas arcas estatales), mientras que lo fundamental (la reanudación de las reformas) parece haber quedado, una vez más, para las calendas griegas.

Altamente preocupante fue la reciente presentación pública de un grupo de jóvenes economistas que están trabajando en el mal llamado proceso de unificación monetaria. Primero, porque cuando se esperaba que anunciaran el cómo y cuándo ocurriría, se limitaron a explicar por qué es necesario hacerlo. Segundo, porque no dijeron una palabra sobre la dolarización creciente y directa del país en los últimos tiempos, ya sin el tapujo del CUC, y cómo esto sería manejado tras la reunificación −la unificación fue en 1915, cuando surgió el peso cubano.

(Puede interesarle: El peso cubano cumple 104 años)

La batalla urgente contra la covid-19 está ganada, aunque será imprescindible mantener muchas de las limitaciones impuestas hasta que haya vacunas efectivas. Ahora es imprescindible retomar lo fundamental: la marcha de las reformas. De hecho, algunos modos de hacer anti-covid deberían traspasarse al proceso reformatorio en pos de hacerlo más transparente y que pierda el carácter esotérico que se le ha conferido artificialmente.

Propongo que, a partir de las medidas anunciadas por el gobierno, se haga un  panel semanal sobre la marcha del proceso de reformas donde se presenten especialistas y funcionarios encargados de aplicarlas y expertos del Centro de Estudios de la Economía Cubana de la UH y otros tanques pensantes, cubanos e internacionales, que puedan dar a conocer sus criterios, coincidentes o no con los de los funcionarios. Ah, y que el público, debidamente identificado, pueda hacer preguntas y comentarios a los panelistas.

Para ello sería preciso utilizar un lenguaje asequible al cubano promedio, suficientemente instruido y conocedor de su realidad para entender cualquier mensaje divulgativo bien elaborado. Por suerte, muchos economistas, sociólogos y politólogos criollos escriben asiduamente en revistas de divulgación, medios masivos de comunicación y redes sociales, al tiempo que los funcionarios han adquirido experiencia en presentaciones en los medios.

El momento es apropiado para que el pueblo sepa que no solo tenemos brillantes científicos en la esfera de la salud, sino también en las ciencias sociales y económicas, quienes desde hace mucho tiempo han venido repensando a Cuba e investigando cómo reformar el modelo para hacerlo más apropiado para todos. Así, lo urgente y lo fundamental se darían la mano, no solo en bien de la salud de la familia, sino también de la administración de la casa, que no otra cosa significa economía en griego antiguo.

27 agosto 2020 21 comentarios 285 vistas
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La Ofensiva Revolucionaria

por Joany Rojas Rodríguez 18 agosto 2020
escrito por Joany Rojas Rodríguez

“(…) hay que decir que no tendrán porvenir en este país ni el comercio ni el trabajo por cuenta propia ni la industria privada ni nada. Porque el que trabaja por cuenta propia que pague entonces el hospital, la escuela, lo pague todo, ¡y lo pague bien caro! (…)” Estas palabras fueron dichas por Fidel en el discurso pronunciado el 13 de Marzo de 1968 en la escalinata de la Universidad de La Habana, en un acto conmemorativo del asalto al Palacio Presidencial. Las repercusiones que tuvo el discurso son bien conocidas: anunció el inicio de lo que hoy se conoce como La Ofensiva Revolucionaria de 1968.

El objetivo fundamental de esa campaña fue acabar, de una vez y por todas, con los vestigios de la época pre-revolucionaria, lo cual era fundamental para la construcción de una sociedad nueva y la forja de El Hombre Nuevo, que no era más que el concepto del revolucionario austero y virtuoso, dispuesto a cualquier sacrificio y alejado de todo tipo de ambición material.

Debo confesar que este hecho me era por completo ajeno, pues nací mucho después, y además no es algo de lo que se hable con frecuencia. Ni siquiera lo enseñan en la escuela, y nunca he oído que celebren el aniversario de aquel discurso, que tuvo consecuencias directas en la vida cotidiana de los cubanos. Me parece sospechoso dado su significado y connotación, siendo nosotros tan dados a enaltecer los grandes hechos históricos, que aquello se haya mandado al país del olvido. Y al parecer sin pasaje de vuelta.

El gobierno revolucionario ya había nacionalizado las grandes empresas y compañías a inicios de la década de los sesenta. La socialización de los grandes medios de producción era un paso indispensable en la conformación de una sociedad socialista. Sin embargo, la expropiación de pequeñas y medianas empresas y de cualquier tipo de negocio privado era un paso radical que iba más allá. Muchos no entendieron de qué manera incidía la expropiación de un puesto de pan con croqueta en la construcción del socialismo, pero como dije más arriba se pretendía la destrucción total del viejo paradigma social. Sobre las ruinas de la anterior se erigiría una sociedad nueva, formada por seres humanos incorruptibles, monásticos y virtuosos, y, por encima de todo, revolucionarios y sacrificados, dispuestos a inmolarse por la patria nueva.

Y es verdad, era un ideal digno por el cual luchar, porque en eso consiste la belleza de los ideales, sirven de faro y guía para ser mejores, pero ese deseo no puede ser impuesto, ni ir en contra de las lógicas más elementales. Fueron expropiados comercios de víveres, carnicerías, bares, establecimientos de comida, a saber, restaurantes, cafeterías, etc. También lavanderías, barberías, zapaterías, talleres de mecánica automotriz, talleres de artesanía, carpinterías y todo aquello que representara un atisbo de independencia económica y autosuficiencia. Por supuesto, aquello no tenía cabida en la nueva sociedad socialista, ya que, en esa sociedad, sería el estado el garante absoluto de la satisfacción de las necesidades del pueblo, de todas las necesidades del pueblo.

Definitivamente, la belleza de los ideales es tentadora. ¿Qué razones se esgrimieron para este golpe definitivo al emprendimiento individual? Según el discurso al que ya hice referencia, se habla en primer lugar de las ganancias que dejaban estos negocios. Otro argumento es la actitud revolucionaria y moralidad de sus dueños y de la clientela. También se refiere a la legalidad, tanto en los documentos como en las fuentes de suministros. Se expresa dudas sobre las condiciones higiénicas e incluso se cuestiona que la mayoría de estos establecimientos no prestaban ningún servicio social a la comunidad. Pero si la venta de alimentos al por menor no es un servicio social a la comunidad, entonces no entiendo el concepto.

Es curioso cómo en dicho discurso se arremete contra los bares. Por las expresiones usadas puede inferirse que estos eran vistos como focos conspirativos, donde la degradación de la moral revolucionaria era demasiado grande como para no tenerla en cuenta. Y yo me pregunto: ¿no hubiera sido más beneficioso si en lugar de suprimir el sector privado se hubiera llevado a cabo un reordenamiento de este en función de una relación armónica y complementaria con la empresa estatal? Ah, sí, es lo que van a hacer ahora…cincuenta y dos años después.

¿Acaso no había nadie que alertara de las consecuencias que esta Ofensiva podía traer, y que de hecho aún sufrimos hasta el día de hoy? Hay muchos otros elementos relacionados con la ofensiva que no menciono aquí porque no haría sino repetir lo que ya está dicho de manera detallada, con abundante información en varios medios digitales. No obstante sí quiero hacer referencia a uno del que no se habla mucho, y que es para mí el más importante: el ser humano.

Muchas de estas pequeñas y medianas empresas, o negocios privados, como quieran llamarle, que fueron confiscadas en la Ofensiva Revolucionaria de 1968, formaban parte del patrimonio familiar de muchos cubanos que, por generaciones y con gran esfuerzo, sacaron adelante para garantizar a sí mismos y a sus descendientes una vida mejor. El despojo de los bienes que  con tanto sacrificio adquirieron, tuvo costos humanos irreversibles. Familias enteras quedaron en la ruina, algunos enloquecieron, otros buscaron la salida en el suicidio, otros emigraron, y muchos vivieron el resto de su vida desahuciados.

La alta dirigencia revolucionaria haría bien en pedir disculpas, porque, además de ser políticamente correcto, sería un alivio a tantos rencores y amarguras contra la Revolución, que al día de hoy son heridas aún sin cerrar, y que tuvieron su origen en aquellos días de 1968, cuando creíamos que los ideales se cosían a mano y que teníamos el paraíso a la vuelta de la esquina.

18 agosto 2020 63 comentarios 1.674 vistas
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El covid-19 y las reformas en Cuba

por Mario Valdés Navia 22 abril 2020
escrito por Mario Valdés Navia

Todo parece indicar que la humanidad tendrá que acostumbrarse a vivir con el covid-19 por un tiempo más largo del previsto inicialmente. Si demoró cuatro meses descubrir el primer millón de contagiados, al segundo se arribó apenas tres semanas después. Ya China prevé un rebrote en su territorio para octubre y los países que ralentizaron la expansión inicialmente, como Rusia, Islandia y Perú, ahora atraviesan por un contagio galopante. Mientras no haya vacunas eficaces solo la inmunidad poblacional/comunitaria dominará la extensión.

Cuba apuesta exitosamente por acorralar las cadenas de contagio y aplanar la curva ascendente, pero no puede impedir la expansión. Fortalezas y debilidades del país se manifiestan al unísono en este nuevo frente de batalla. Mientras el alto nivel del sistema de salud y la producción biofarmacéutica alientan la confianza, la escasez de alimentos y otros bienes de consumo obligan al pueblo/población a salir a la calle a jugársela ante el sars-cov 2.

En las redes sociales proliferan los memes que hacen mofa de la gordura y el stress que provoca el encierro en todo el mundo. De hecho, en la mayoría de los hogares cubanos estamos exentos de esas preocupaciones. Día a día, muchos salimos –siempre con nuestro necesario y agobiante nasobuco− en pos de comida y artículos indispensables que se tornan particularmente difíciles de encontrar.

Pena y vergüenza dan las críticas a personas que están en colas para comprar comida a los suyos.

Apoyo cualquier medida para castigar a indisciplinados e irresponsables, organizar el acceso y respetar las medidas de protección indicadas, pero basta de tratar de abochornar a miles de necesitados que no son ni suicidas, ni asesinos, simplemente tienen que salir a luchar por llevar algo a su mesa familiar.

En este contexto de aislamiento social el Estado fortalece su papel de distribuidor, pero hay muy pocas cosas que puedan racionarse para toda la población por la vía de la libreta de abastecimientos equitativa, o las dietas especiales. Por eso creo que la descentralización de provincias y municipios debe aumentar y que cada gobierno demuestre así su capacidad real de manejar la crisis y proteger mejor al pueblo con los recursos que logre afanar.

Algo similar ocurre con el fomento de la micro, mini y mediana empresa, así como la formación de cooperativas, postergados una y otra vez. Este es el momento de tomar acciones para liberar las fuerzas productivas, tesis que ya no se bien qué significa. Como estudiante y profesor que fui de M-L aprendí que el socialismo se hacía para eso −en primer lugar liberar la fuerza de trabajo de los obreros−, la vida me hizo comprender mi error a tiempo.

Si hoy no se puede seguir importando tanto en comida creo que el dinero existente debía invertirse solo en los productores probadamente eficientes y eficaces, sean estatales, cooperativos o privados. De todos modos, lo de no importar ahora es cuestionable y ha de ser tratado puntualmente, pues parece que los grandes stocks de alimentos invendibles en otros lugares han provocado una caída de los precios que bien se podía explotar para las grandes compras que suele hacer Cuba.

Más que convocar al honor indiscutido de los productores, lo necesario hoy es invertir más en el agro y su industria asociada.

Los fondos multimillonarios para hacerlo están ahí: hay que paralizar ya proyectos interminables y de dudosa trascendencia −al estilo del trasvase este-oeste− y la inversión inmobiliaria en la construcción de habitaciones turísticas cuando las existentes apenas se llenan a un 60%. Según la OIT, el turismo internacional demorará años en reestablecerse; mientras que la baja explotación de los millones de hectáreas de tierras fértiles que tenemos haría pensar dos veces al mismo Dios si es tan necesario querer transformar radicalmente el paisaje oriental.

Hasta ahora, la mayoría de las medidas que ha tomado el gobierno central han sido acertadas y fortalecen su rol de benefactor social, pero no serán suficientes si esta situación se alarga por meses y se extiende la magnitud del contagio. Para sobrevivir, todos los sujetos económicos han de incrementar su papel en el abastecimiento del deprimido y minimizado mercado interno.

Las reformas liberalizadoras son hoy más necesarias que nunca. Así, las colas podrán disminuir, habrá más que repartir a nivel de cuadras y barrios y el pueblo/población podrá estresarse por tener que quedarse en casa, y quien sabe si hasta engordar –los que quieran− en esta cuarentena.

22 abril 2020 16 comentarios 470 vistas
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Dos casillas y cuatro oportunidades

por Frank García Hernández 19 febrero 2019
escrito por Frank García Hernández

Extraño la Unión Soviética. Soy muy crítico con ella, pero colecciono imágenes de su vida cotidiana y los países socialistas de la Europa del Este. Quizá por prohibidos, y por una rebeldía casi esquizofrénica, Enver Hoxha y Tito me parecen atractivos. La estética maoísta me es casi tan interesante como el constructivismo de la Rusia bolchevique. En mis tiempos libres me dedico a buscar partidos comunistas en lugares como Andorra o Palau; a propósito, en Swazilandia existe el Swaziland Communist Party (SWACOPA). No hay un revolucionario igual a otro.

Las multiplicidades de las izquierdas, de manera abierta, fueron ajenas a la práctica cubana durante años. Una uniformidad de bloque hacía que las otras banderas del 1ro. de Mayo en la Plaza de la Revolución solo fueran las de las organizaciones hermanas. Pero desde adentro, y hace años, aún más después de la Navidad de 1991, en la isla han cobrado fuerza criterios marxistas, no digamos disidentes (es un término que pendula desde lo trillado hasta lo peligroso) más bien autónomos, propios.

Criterios que el mismo Gobierno Revolucionario -aunque hace más de dos décadas que no publica El Capital-, ayudó a formar. Hoy, sería interesante ver qué sucedería si en el desfile del Día Internacional de los Trabajadores alguien sale con un cartel donde se lea: ¡Abajo la burguesía cubana y mundial! o ¡Comunismo sí! ¡Propiedad privada no! 

No es un marxismo, son varios.

Las elecciones para la nueva Constitución solo traen dos casillas y cuatro oportunidades. Pero detrás de ellas, hay intenciones que no precisamente convergen.

Por una mera cuestión de principios, yo debiera votar SÍ. Soy comunista y la Constitución reconoce al comunismo como la sociedad donde el ser humano alcanza su dignidad plena –no estoy de acuerdo en aceptar al socialismo dentro de esta realización: es un tránsito aún muy primitivo- y en su artículo 5to. se propone construirlo.

Sin embargo, por si no bastara que la burguesía como clase ya existe en Cuba, y empleando los instrumentos establecidos puede hacerse, no solo de puestos en el parlamento, sino también de la presidencia –somos una República-; por si esto no bastara, ahora se le reconoce, de manera constitucional, su propiedad privada. Un paso que la protege, al menos, mientras dure esta Carta Magna. Y si bien la propuesta de llegar al comunismo implica que en algún momento se les expropiarán sus medios de producción, no impide que esta nueva clase emergente crezca, se haga sólida, y puje con una fuerza hasta el momento no pensada. Amparada por la Constitución.

Esa reflexión crece en parte de la juventud que llegó al marxismo sin coincidir plenamente con el actual gobierno. Ambos se encuentran en Fidel, pero entre los primeros abundan quienes lo recuerdan más dentro de la intransigencia revolucionaria anticapitalista. Para Fidel las medidas que se hubo de tomar en los años noventa fueron “una vergüenza” y no dudó en frenarlas. Respetaba a China, pero no era su línea. Y eso se recuerda.

Quizá por ello un amigo y camarada de 25 años al dar a conocer su intención de voto para el 24 de febrero explica que porque es marxista, votará NO. Lo publica en Facebook junto a una foto del Comandante. Y es que los jóvenes comunistas ya no se encuentran todos en la UJC. Hoy, algunos que no dudan decirse rojos, lo asumen con posturas teóricas sólidas, en buena medida contrarias a las prácticas de gobierno.

En la joven militancia organizada, Marx es el gran ausente.

En el NO también hay una importante dosis de descontento. Es lo que se llama voto de castigo. No es teorizado ni organizado, es producto de una cotidianidad atravesada por la crisis del pan, del transporte, el 349 –aunque este es más de élite cultural-. Y otros tantos agobios cotidianos. Acumulados.

En lo personal no puedo ir en contra. Aunque sé muy bien que el NO tiene consigo un amplio espectro, donde no solo están las iglesias conservadoras y la débil extrema derecha organizada, el simple hecho de estar junto a ellas me impide hacerlo. Recuerdo las últimas elecciones de la Nicaragua aun sandinista, cuando todavía Ernesto Cardenal apoyaba un FSLN enfrentado a la Unión Nacional Opositora de Violeta Chamorro. Votar en contra era girar a la derecha. Y aquel Partido Comunista entró a la UNO. Además, de cierta manera, cae sobre mi voto el empoderamiento de la derecha latinoamericana y una Venezuela bajo amenaza de invasión gringa.

Aprovechar para decidir algo, aunque no lo creas.

La participación será alta. Por pura estimación calculo que quienes decidan quedarse en casa no pasarán del 5%. Y también por pura estimación me parece ver que no se ganará ni por encima del 90% y ni por debajo del 70%. Me arriesgo a hablar de un 80 a 86%, y más exacto, de 83 a 86. No hay encuestas oficiales –al menos no públicas- y ningún medio de prensa extranjero, serio, se atreve a hacer pronósticos. Solo la derecha cubana de Miami calcula, sin ninguna base, de un 35% a un 45% de voto negativo.

Es cierto que hemos vivido años con una Carta Magna que muy pocos leyeron, que no resuelve que la libra de frijoles negros esté a diez pesos, los colorados a veinte y la carne de cerdo a 45, 50 o 55 –al menos en La Habana-, pero sí hay ganas de decir. Aunque sea en una casilla cuadrada, con un lápiz chino que le mordisquearon el casquillo de la goma de borrar, y después sigas, como si nada, a buscar el pan que cierran a las doce.

19 febrero 2019 22 comentarios 387 vistas
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¿La dialéctica o la piedra?

por Alina Bárbara López Hernández 21 agosto 2018
escrito por Alina Bárbara López Hernández

Uno de los aportes del marxismo fue la dialéctica desde una perspectiva materialista. Esto le permitió no solo identificar como decisivas las trasformaciones que tienen lugar en la vida material de las sociedades, sino percibir el rol de las contradicciones e incluso la posibilidad de los retrocesos en el desarrollo como consustanciales al movimiento social.

Para el marxismo, el devenir no transcurre de manera teleológica, es decir como resultado de un camino previsto que sigue siempre una pauta trazada. Por el contrario, la dialéctica marxista fundamenta que en la base de tales procesos se manifiestan rupturas y continuidades.

La tesis de que una vez victoriosa la revolución socialista no puede retroceder, y que en consecuencia la sociedad marchará siempre hacia adelante, se establece como una visión mecanicista y antimarxista de la historia. El derrumbe del campo socialista hizo trizas muchas constituciones que, como la soviética, declaraban la irreversibilidad de su sistema. No es la letra en un tratado legal lo que permitirá el avance sostenido, sino la implicación de las personas que encuentren en ese sistema la encarnación de sus aspiraciones, y que puedan modificarlo con ese objetivo.

Cuba no incurrió en ese error hasta después de la caída del campo socialista, lo que constituye una paradoja pues la historia acababa de dar una lección que evidentemente no se tuvo en cuenta. Fue en el 2002 que, ante amenazas provenientes del gobierno norteamericano, se modificó la Constitución de la República de Cuba, vigente, con la adición de un párrafo al artículo 3 del capítulo I:

El socialismo y el sistema político y social revolucionario establecido en esta Constitución, probado por años de heroica resistencia frente a las agresiones de todo tipo y la guerra económica de los gobiernos de la potencia imperialista más poderosa que ha existido y habiendo demostrado su capacidad de transformar el país y crear una sociedad enteramente nueva y justa, es irrevocable, y Cuba no volverá jamás al capitalismo”.[1]

Por su parte, el artículo 137 del capítulo XV establecía que la constitución solo podía ser reformada (se entiende que total o parcialmente) por la Asamblea Nacional del Poder Popular en votación nominal, por una mayoría no inferior a las dos terceras partes del número total de sus integrantes, “excepto en lo que se refiere al sistema político, económico y social, cuyo carácter irrevocable lo establece el artículo 3 del Capítulo I”. Subrayo con intención esa palabra, pues constituye un agregado que altera la redacción del artículo 3, donde no se hacía referencia al sistema económico.

El principal dilema de esta cláusula no era que se convertía en una inconsecuencia teórica con el marxismo y entraba en contradicción con el preámbulo de la constitución que nos considera “guiados por el ideario de José Martí y las ideas político-sociales de Marx, Engels y Lenin”. Más grave que ello era el hecho de que al declarar irrevocable (cuyos sinónimos son: inevitable, inapelable, irremediable, necesario, fatal, indefectible, irreparable) no solo al socialismo, sino al sistema (método, régimen, técnica, procedimiento, gobierno, medio, vía, rumbo)  económico, político y social vigente en esa constitución, clausuraba el camino a transformaciones sustanciales, muchas de las cuales se reflejan en el articulado del anteproyecto constitucional que se somete en estos momentos a consulta popular.

Como consecuencia de tal desliz, muchas de las adiciones, modificaciones y eliminaciones presentes en el anteproyecto constitucional actual son inconstitucionales, pues revocan aspectos económicos, políticos y sociales del sistema. Y a ello no estaba autorizado nadie, ni la Asamblea Nacional ni los ciudadanos: artículo 137 dixit.

Son varios los ejemplos de que se modifica el sistema. Los más significativos, en lo económico: la aprobación de la propiedad privada; en lo político: el establecimiento de la Contraloría general de la República como parte de la estructura estatal que no existía antes, la compartimentación de funciones entre un jefe de Estado y un jefe de Gobierno, la eliminación de las Asambleas Provinciales del Poder Popular, la creación del cargo de gobernadores provinciales que son designados, la aprobación de intendentes para la dirección de los municipios que son designados; en lo social: la propuesta del matrimonio igualitario, el pago de la enseñanza postgraduada en algunas de sus manifestaciones.

Este tipo de cláusulas de intangibilidad, o contenidos pétreos (parece que de piedra caliza), siempre llegan a un punto en que se truecan en letra muerta, como muestra el anteproyecto en debate; pero al ser aprobadas se convierten en el modo de encubrir una verdad: lo que realmente se torna irrevocable con un artículo como ese es la burocracia dirigente. La manera en que la voluntad de un grupo superior trata de imponerle límites a la marcha de la historia podría convertir en real la siguiente aporía: si para el 2030 Cuba consiguiera ser una nación “soberana, independiente, socialista, democrática, próspera y sostenible” y se pudiera entonces aspirar a llegar al comunismo, no podría hacerse pues la cláusula de intangibilidad no lo permitiría.

Yo no creo que el anterior dilema pueda manifestarse, pero como sí apoyo todas las transformaciones que sean necesarias para reformarnos y lograr esos seis objetivos, no votaría nunca por una cláusula que funcionara como obstáculo al desarrollo. Bien que se considere al socialismo irrevocable, pero evidentemente necesitamos transformar constantemente al modelo o sistema económico, político y social, para detenernos en este. Prefiero la dialéctica a la piedra.

[1]Ley de Reforma Constitucional, dada en la Sala de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Palacio de las Convenciones, Ciudad de La Habana, a los 26 días del mes de junio del 2002, “Año de los Héroes Prisioneros del imperio”. (Publicada en la Gaceta oficial de la República de Cuba: 27-06-2002)

21 agosto 2018 14 comentarios 211 vistas
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