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miguel diaz canel

DC Díaz-Canel

DC visto desde D.C.

por Luis Carlos Battista 18 mayo 2023
escrito por Luis Carlos Battista

En los últimos cinco años, la presidencia de Miguel Díaz-Canel ha enfrentado numerosos desafíos. Su mandato comenzó en 2018 con la incidencia de una política exterior de la administración Trump caracterizada por la agresividad y la irracionalidad, imbuida en una mentalidad de suma cero. A principios de 2020, la pandemia de la Covid-19 empeoró la situación económica a nivel global, y Cuba, un país dependiente de las remesas y el turismo, no quedó inmune a los efectos de esta crisis. Recientemente, la invasión de Rusia a Ucrania ha debilitado en los planos político y económico a uno de los principales aliados del gobierno. Venezuela, el otro gran socio, también sufre una crisis política y económica, que parece ser reversible a largo plazo.

Si bien no es posible controlar el contexto internacional, sí lo es moderar la respuesta a estas condiciones. Cuando asumió la jefatura del Estado en 2018, Díaz-Canel apostó por considerarse abanderado del continuismo estático tras los aires refrescantes del 2016. Como era predecible, esa decisión (¿o imposición?) afectó negativamente la psicología social, y disminuyó la esperanza de progreso en la Isla. Si bien es humano errar, es irresponsable a estas alturas no rectificar el discurso inmovilista, en especial luego de los sucesos del 11 de julio de 2021.

Cinco años después de asumir la presidencia, Díaz-Canel aún no ha logrado trasladar a los ciudadanos una idea clara de progreso. Las manifestaciones de insatisfacción y disenso son cada vez más reprimidas por el Ministerio del Interior, bombero de los pirómanos ortodoxos del Partido Comunista.

La respuesta al inmovilismo no se hizo esperar: el 11 de julio de 2021, el mandatario recibió su primer llamado de atención. A partir de ahí, y ante la represión desatada, muchos cubanos han optado por emigrar. Da lo mismo si es a Miami, a Madrid, a México o a Montevideo. Basta confirmar que, desde octubre de 2020, más de 413.000 cubanos han arribado de manera irregular solo a los Estados Unidos (aproximadamente un 5 % del censo electoral de 2023). Un país que ve a sus mejores hijos marcharse, no deja de sospechar de aquellos que le dirigen.

Incertidumbre

(Foto: Reuters)

En un sistema cerrado a las críticas y que vive en una situación de autocomplacencia, el gobierno sigue apostando por la censura, el falso triunfalismo, la improvisación y el reconocimiento superficial de errores, sin estrategias constructivas a largo plazo. El país aún mantiene un elevado índice de economía informal y existe desconfianza generalizada hacia la política bancaria y fiscal en la nación, justificada ante la escasa preparación de sus «mandamases».

Además, con un espacio de acción muy reducido y números insuficientes, las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes) han quedado relegadas, salvo raras excepciones, a ser actores secundarios en una economía precaria.

La incertidumbre continuará. Los indicadores económicos son alarmantes, con números rojos que se acumulan. Los niveles de recuperación del turismo languidecen comparados con los otros mercados de la región (apenas el 15 % de ocupación habitacional), y de esta forma se ve comprometida la principal fuente de ingresos del país. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ubica a la Isla entre los países con más baja inversión extranjera de América Latina. La población se torna cada vez más envejecida, con las consecuentes implicaciones socioeconómicas.

Envejecemos

(Foto: Diario de las Américas)

Para colmo, el gobierno se mantiene leal a una política exterior revisionista y controvertida de la mano de Venezuela, Nicaragua, Rusia y Bielorrusia, Estados con una tensa relación con las organizaciones internacionales y buena parte de los países occidentales. La relación, pagada a conveniencia con petróleo más barato, es cuestionable ante la crisis energética actual. Incluso empeorará con un parque termoeléctrico cada vez más obsoleto y deficiente, sin perspectivas de inversión.

Con una economía empobrecida y un gobierno ideológicamente aislado, es notable la disminución de la influencia de Cuba en la región. En este contexto, la única esperanza de la élite política cubana parece ser la asunción de un papel de satélite chino en una eventual guerra fría entre China y Occidente.

18 mayo 2023 9 comentarios 1,4K vistas
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Simbolismo

Brutales simbolismos

por Néster Núñez 29 abril 2023
escrito por Néster Núñez

Cuando en este país suceden a diario tantas cosas absurdas y dolorosas por las que uno indignarse, no vale la pena dejarse molestar uno por los cartelitos que colgaron esta vez en los postes, previo al 1ro de mayo —pienso. Pero padezco este mal de leerlo todo, aunque trate de evitarlo, y me parecen tan absurdos, tan falta de todo, que termino haciendo unas pocas fotos que no son ni medianamente buenas, lo reconozco.

Lo bueno son los carteles. Por insulsos, en algunos casos. O por reiterativos, vacíos de sentido, y porque ofenden el sentido común y la inteligencia de los ciudadanos. No hay que explicar demasiado, según entiendo. Basta contrastar el optimismo y la falsedad de tales proclamas con la realidad que se vive, que se sufre día a día, exacerbada por estas semanas de escasez de gasolina. Tanta escasez, que decidieron suspender en todo el país las grandes marchas de “reafirmación revolucionaria” por el día de los trabajadores. No sé si había sucedido alguna vez, y bajo cuáles circunstancias.

Simbolismo

(Foto: Néster Núñez/LJC)

Pues a pleno sol sigo caminando, porque me gusta y porque un taximoto que antes cobraba 80 pesos hasta mi destino ahora pide 200, en el mejor de los casos. Caminar hace bien —me digo para relajarme, y añado—: Mente sana en cuerpo sano…

Pero mi mente, que alguna vez estudió psicología social y campañas y estrategias de comunicación, y hasta creó mensajes de bien público, lee otro cartel y de inmediato le surge una pregunta que pudiera parecer insulsa, pero no: ¿Quién, o quiénes, los hizo? ¿Quién fue el genial equipo creativo?

Simbolismo

(Foto: Néster Núñez/LJC)

Simbolismo

(Foto: Néster Núñez/LJC)

Yo supongo que todo ocurrió un viernes, pasado ya el mediodía, en el departamento de propaganda de la institución encargada (¿el PCC?). Era viernes, y el cuerpo lo sabe. Los trabajadores estaban jugando dominó esperando a que dieran al menos las dos de la tarde, para no irse tan temprano, cuando llegó el jefe:

—¿Cómo anda por acá mi aguerrido y laborioso colectivo? No, no se detengan, ¡qué pasa! ¿No hay confianza? Pueden escucharme mientras terminan esa data… Compañeros camaradas, compañeras… hace aproximadamente tres minutos y 33 segundos nuestro esforzado colectivo recibió la honrosa misión de diseñar, elaborar y distribuir por toda la ciudad los carteles conmemorativos de este primero de mayo. No tengo que recordarles que estos carteles tienen la misión de convocar a las masas al desfile, de arrastrarlas, si se me permite la palabra, y además, deben encerrar, también, si se me permite la palabra, deben encerrar la idea de unidad esperanzadora y que al final del camino encontraremos el futuro esperado. Por cierto, se venderá cerveza de pipa al finalizar el desfile, y habrá una orquesta de primer nivel amenizando la tarde.

Simbolismo

(Foto: Néster Núñez/LJC)

 

No voy a hacer el cuento muy largo. El Jefe se fue en su Lada a resolver otro asunto importante, no sin antes proponerle al colectivo hacer un Domingo Rojo, trabajo voluntario, si no terminaban ese mismo viernes los carteles.

Con tal entusiasmo, el colectivo creativo del departamento de propaganda dio lo máximo de sí. Y no lo digo en tono de burla. Supongamos que no era un viernes, sino otro día cualquiera, incluso en horario de la mañana, acabados de llegar de casa… ¿Qué desayunó esa gente? ¿Cómo llegaron al trabajo? ¿Cuánto le pagan y cuantos días les alcanza el salario? ¿Cuántos de ellos revenden la pintura o los pinceles para llegar a fin de mes? ¿O cuántos trabajan en una Mypime como rotulista o diseñador, para hacer unos pesos extra?

La gente piensa como vive, dijo alguien. La base económica condiciona la ideología.

Para los Juegos Panamericanos de La Habana 91 se diseñó una tremenda campaña de comunicación. El estadio olímpico no se terminó, pero los jóvenes llevaban en las muñecas los pulsitos de colores chillones y se hizo famoso aquel cartel en los muros: “Somos felices aquí”. Después, en plan meme, aunque no había internet, salió la ingeniosa respuesta: Imagínate allá. (respuesta que no negaba la felicidad isleña, pese a la tremenda crisis). La UJC, con Robertico Robaina al frente, hizo la tarea propagandística, que no impidió el maleconazo y la tremenda estampida de los balseros en el 94, porque, otra vez, la gente piensa como vive. La propaganda no puede cambiar esa realidad.

Simbolismo

(Foto: Néster Núñez/LJC)

Y en el 96, el ahora presidente Díaz-Canel era el primer secretario del partido en Villa Clara, y convocó a un grupo de expertos en comunicación para diseñar la campaña para lograr la sede de la emulación nacional por el 26 de Julio. Así que en el departamento ideológico saben de la importancia de este asunto. Solo que la realidad es tan evidente, que los argumentos no les alcanzan para convencer a nadie.

Una muestra son los carteles en los postes. Ni los simples trabajadores que los escribieron se creen lo que ponen. Que el país avanza, dicen. ¿Hacia dónde? Que estamos ganando… ¿A quién? Que Viva Cuba libre… ¿Libre de quién o de qué?

Simbolismo

(Foto: Néster Núñez/LJC)

Hay uno que sí, que me dolió porque expresa lo que sentimos muchos y porque está de cabeza y porque allí, paradójica, casualmente, había una patrulla. Brutal simbolismo en una imagen.

Simbolismo

(Foto: Néster Núñez/LJC)

29 abril 2023 10 comentarios 1,9K vistas
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clásicos

Clásicos

por Jorge Fernández Era 12 marzo 2023
escrito por Jorge Fernández Era

—¿Estás viendo el Clásico?

—El evento me ha recordado el «cambio de mentalidad de los cuadros y su capacidad para aprovechar la inteligencia colectiva en la búsqueda de soluciones a los problemas que estamos enfrentando». Lo ha dicho Marrero.

—No me referí a «los clásicos», solo hablé «del Clásico».

—Yo igual. Mientras oía la transmisión televisiva me preguntaba cuánto talento se desperdicia en responsabilidades que ponen tope, como en los precios, a esa inteligencia colectiva. Rodolfo, el narrador deportivo, no merece estar ahí, sino invitarlo a los encuentros que pululan en Paseo y Boyeros. No siempre contamos con la perspicacia de un tipo que sentencia, en medio de un juego y con devastadora sagacidad, algo que nadie fue capaz de predecir: «Italia quiere ganar».

—¡Qué bárbaro! Seguramente se contuvo con otra frase que hubiera sido el súmmum de los profetas: «Cuba anhela perder».

—¡Cómo no van a ser derrotados, si cada vez que los televisan parece que están en la cola de la papa y solo quedan de las chiquiticas!

—Es que el rendimiento ha estado tan bajo como el de la caña.

—Moncada, que debía ser «la chispa que prendiera la llama de la rebelión», no le ha dado ni los buenos días a la pelota.

—¿Y qué me dices de Luis Robert en segunda? Lo frieron en un momento en que no hay ni aceite.

—Porque no oyó al primer secretario: «Si no vamos a la base, no estamos resolviendo nada».

—Así es. Ese cátcher tenía la bola escondida, como hacen los… receptores. Robert no supo «comprobar que las acciones van por el camino correcto».

—De haber estado Gil como coach en tercera, le gritaba al doblar por segunda: «¡Tenemos que apretar el paso!».

—Es que no todos se entregan al equipo. «Seguir haciendo Revolución implica la subordinación de los intereses individuales a los colectivos».

—Hará falta otra… estrategia si pretendemos volver algún día a los planos estelares.

—Y otro salario. ¿Imaginas la depresión de los que juegan en casa cuando conversan o debaten con los de la Major League Baseball?

—«El debate sano, mientras se haga por los canales que para este existen, contribuye a mantener la cohesión que nos ha hecho sortear los momentos más difíciles».

—¿Podrá existir un momento más difícil?

—«Hay que guapear», dice el presidente. Fue mucho al Condado cuando estaba al frente del Partido en Villa Clara.

—Pero nuestros atletas están como idos. «Fuera de juego», diría Padilla.

—Los bardos de la prensa cantan a la visita del mandatario como diputado por Santa Clara: «Vibró el orgullo / rodó alguna lágrima inconforme / el amor a la patria y a la historia se puso la pañoleta al cuello y vistió de uniforme / la fuerza de un torrente de ideas contenidas esperaba su momento para tejer el voto por todos / porque todos los días, en cada pedazo de Cuba, hay una porción de futuro».

—«El futuro hecho pedazos», titularía yo ese poema.

—«La era del robot sapiens».

—¿Te place más ese título?

—No. Hablaste de la prensa y recordé un interesante artículo. Versa sobre la creación de robots humanoides con «la intersección de la inteligencia artificial y la robótica».

—Inteligencia artificial sobra. El Consejo Nacional de Innovación analizó «los retos, obstáculos y resultados de las entidades estatales reconocidas hoy como empresas de alta tecnología (EAT)».

—¿No es mejor invertir en empresas que se dediquen a resolver el problema más acuciante de los cubanos: «EAT»? «Vivir y morir con hambre» le llama el periódico Trabajadores.

—No se descuida la jama. Volvemos a una torta que está viva «desde la práctica de hombres y mujeres portadores de una herencia aborigen». Apostamos por el reconocimiento del casabe como patrimonio cultural inmaterial de la Unesco.

—«Unasco» le dicen en las redes. ¿No podrían proponer otra cosa más sustanciosa?

—«Mejor es posible». «Estamos ganando». «Vendrán tiempos mejores». El parte meteorológico es cada vez más conciso.

—Haría falta que la visita de Canel a Planta Mecánica haya tenido como fin «continuar identificando las trabas que aún limitan la aplicación de la ciencia y la innovación en el tejido empresarial cubano».

—Lo clásico. El campeonato está duro. No estaría mal que esa «fábrica de fábricas» ensamblara robots criollos que se reúnan todos los días y den respiro a nuestros dirigentes.

12 marzo 2023 14 comentarios 1,6K vistas
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arrendamiento

Arrendamiento

por Jorge Fernández Era 5 marzo 2023
escrito por Jorge Fernández Era

—A que no adivinas cuál será la solución definitiva de los problemas más acuciantes.

—¿Hay alguno que sea «menos acuciante»?

—Déjate de subterfugios semánticos y súmate con la ruleta rusa a mis elucubraciones.

—Si la cosa viene desde Rusia, debe ser la visita del general de ejército Nikolai Patrushev, secretario del Consejo de Seguridad de la Federación. No creo que Cuba acepte ayudar militarmente a Putin para enfrentar la agresión ucraniana.

—Esa obsesión tuya de que nuestro país apoya la operación especial que enseña a los campesinos ucranianos a sembrar trigo… Ni Cuba (que pertenece, a pesar de lo que avanza, al Grupo de Países Menos Adelantados) ni Rusia (que lleva un año sin adelantar mucho en su excursión transfronteriza) están en condiciones económicas para ello. De esa visita lo único que puede esperarse es una donación de carros «patrushevros». Así que frío frío…

—Se ha divulgado «el contenido de un acuerdo entre los gobiernos de México, Brasil, Colombia y Cuba para enfrentar la inflación y contenerla». «Por ejemplo, si Argentina registra aumentos injustificados en un rubro como la indumentaria, podría acudir a uno de los socios, como Brasil, para obtenerla a menor valor por un periodo determinado, a cambio de otro ítem más asequible».

—Cuba puede ofrecer estrés a cambio de que Brasil envíe alcohol. Su consumo mitigaría… el estrés por el precio injustificable de todos los rubros. Pero no es eso.

—Tiene que ver, di que sí, con medidas domésticas para enfrentar el alza desmedida de la salida legal e ilegal de… dinero de las arcas familiares. En Cienfuegos se realizan «batidas contra vendedores agrícolas ilegales, distorsionadores de precios, acaparadores y otras figuras que atentan contra el correcto desarrollo de las dinámicas sociales». El periodista las define como «una de las rectas de enfrentamiento directo al delito más sistemáticas y de mejores resultados en la provincia».

—Así que rectas. Qué manera de tirar curvas con «medidas adicionales como la venta forzosa o el decomiso». Ya lo oirás cantando, a ritmo de la comparsa Dinámica Social, que «Cienfuegos es la ciudad que más me cobra a mí». Pero prosigue.

—«Es el momento para un nuevo maquillaje, la panacea de la renta básica universal, cantidad que sería entregada a todo habitante para que satisfaga sus necesidades básicas, trabaje o no trabaje».

—¿Se refiere a los 1538 pesos con que el Ordenamiento aseguró la vida?

—«Hay revolución en la moda, en los desodorantes, en las toallas sanitarias, en el papel higiénico. Revolución en todo, mientras no haya revolución en nada».

—Ese libelo debe ser resultado del «corte interesado de la presencia revolucionaria en las redes». «Meta cerró de un tirón 363 cuentas de Facebook, 270 páginas, 229 grupos y 72 cuentas en Instagram»…

—…haciendo invisible el cumplimiento de nuestras metas. Pero el artículo lo reproduce Cubadebate, se titula «Maquillando el cadáver del capitalismo». Se murió y no me enteré.

—Llevaba décadas de pura agonía.

—Ya me tienes acomplejado, no pongo una. Voy a hacer un último intento de ser proactivo, como nos piden nuestros más conspicuos guías. Canel, por ejemplo, acaba de hacer un llamado a la «creatividad, mente abierta, romper trabas e incluso aprovechar lo que ya está estipulado y no se implementa porque se desconoce».

—O se desconoce porque no se implementa.

—El presidente considera «primordial seguir perfeccionando la labor del Poder Popular y con ello continuar propiciando espacios de debate, de participación popular, esencia y raíz del genuino y democrático proceso eleccionario que vive el país».

—Espacios de debate que no incluyan discutir sobre el proceso eleccionario que, en su perfección democrática y con la consigna «¡El voto, unido, jamás será vencido!», nos ahorra elegir.

—Marrero ha sentenciado que hay que tener «mucho optimismo, visión de futuro, esperanza y la seguridad de que vamos a salir adelante».

—Es fácil. Para eso Cuba es miembro pleno de los Menos Adelantados.

—Tribuna de La Habana, por su parte, declara que «No luchamos contra molinos de viento».

—¿Lo dijo algún Sancho Panza?

—Es el título de una reseña sobre el Pleno Provincial del PCC.

—Ríndete entonces. Mi entusiasmo por la solución definitiva no viene dado por esos acontecimientos trascendentales que mencionas, sino por la política de arrendamiento en pos de aprovechar locales subutilizados e improductivos. Se les consignan a diversos actores que solicitan gestionar dichos inmuebles para emprendimientos locales u otra modalidad de gestión no estatal.

—¿Tan importante es lo del arrendamiento?

—Imagina cuánto podría resolverse. Yo mismo, en estos días, estoy pujando una oficina para un proyecto ahí. Pero llamo, llamo, y ni Canel ni Marrero me contestan.

5 marzo 2023 9 comentarios 1,5K vistas
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Justicia Social

La justicia social en Cuba: muerte en tres tiempos

por Alina Bárbara López Hernández 16 enero 2023
escrito por Alina Bárbara López Hernández

Pocas imágenes ilustran la deriva del proceso sociopolítico en Cuba con tanta claridad como la de Esmeralda Cárdenas Hidalgo —mujer negra, trabajadora de Servicios Comunales, que protestaba por los apagones, la falta de alimentos y la pobreza—; abofeteada y tirada al pavimento de una calle habanera por un hombre que se presentaba como defensor de la Revolución.

Si alguien hubiera profetizado algo así en la época de los actos multitudinarios, cuando Fidel Castro declaraba que esta era la revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes, nadie le hubiera creído. Pero no se trata de juzgar un hecho que indica el alejamiento de ideales y principios por mucho tiempo compartidos; es más importante explicar cómo se ha llegado al punto en que la justicia social ha desaparecido como meta del horizonte político cubano.

Primera estocada

La noción de justicia fue una de las apelaciones de la Revolución que más impregnó el imaginario social. Aun cuando era evidente que el proceso fue autoritario desde sus inicios, que cercenó libertades individuales que conducirían con el tiempo a un Estado todopoderoso en detrimento absoluto de la autonomía ciudadana; también es cierto que la gente contó por muchos años con una serie de beneficios, entre los cuales los sólidos y eficaces sistemas de Salud, Educación y Seguridad Social fueron pilares. Hubo una época en Cuba en que la consigna: «Nadie quedará desamparado» no era, como hoy, una burla cruel.

Esa noción fungió como amalgama que permite explicar el mantenimiento de altas cotas de consenso frente a evidentes errores de política económica y social, y a prácticamente ninguna libertad política.

El derrumbe del socialismo europeo, fuente nutricia del modelo insular, dio su primera estocada a la justicia social entre nosotros. Como se ha repetido hasta la saciedad, todos entramos en similares condiciones en el Período Especial, pero no todos salimos igual… y muchos jamás salieron. Desde entonces, la clase burocrática que nos dirige ha recargado en los sectores más pobres su incapacidad para reformarse y desarrollar la economía.

La pobreza ha crecido no solo debido a las restricciones del bloqueo norteamericano y a las medidas del gobierno de Donald Trump —como se afirma con ánimo justificativo—, sino motivada por los propios paquetes de políticas y medidas que en los últimos treinta años, y de manera paulatina, han olvidado la esencia de lo que debiera ser una revolución socialista. Porque concebir como socialismo el control de la propiedad estatal y la planificación económica centralizada, olvidando al humanismo y la justicia social; es lo mismo que pretender disfrutar de una bella melodía únicamente leyendo su partitura.

Fidel Castro estuvo convencido siempre de que defender la justicia social era la forma de mantener, contra todo pronóstico adverso, una base social que sustentara con su apoyo al sistema político. A tenor con ello confirió un peso decisivo al tema, incluso en los años noventa, en que la realidad mostraba los contrastantes modos de vida de personas y familias que recibían o no remesas del exterior; o que trabajaban en el turismo y las firmas extranjeras, con presencia creciente en la Isla.

Las reformas de los noventa incidieron en el aumento de la desigualdad social y la pobreza. Primero, al legalizarse el uso y tenencia de divisas, en agosto de 1993, y cuando en septiembre del propio año fue autorizado el trabajo por cuenta propia. Tales determinaciones, necesarias y positivas, evidentemente beneficiaban más a ciertos sectores sociales.

El surgimiento de tiendas que vendían ropas y alimentos en dólares, dejó fuera de ese mercado a los sectores más humildes, obligados a subsistir con los escasos productos que se podían adquirir por la libreta de racionamiento.

Justicia Social

Durante el Período Especial hubo mayores niveles de protección social que los actuales. (Foto: Hakan Ronnblad)

En 1994, durante los meses de mayo y julio, se determinaron dos nuevas directrices: el aumento de precios y la eliminación de gratuidades. El Estado debía enfrentar un gran déficit presupuestario, intentó entonces sanear sus finanzas incrementando precios y disminuyendo gastos. Anunció con ese fin un considerable aumento de precios en el transporte público, agua, electricidad, servicios postales, combustible y artículos de amplio consumo popular, como tabaco y bebidas alcohólicas.

Subieron un 566 % las dos cajas de cigarros mensuales por libreta de racionamiento; un 270 % el galón de gasolina, un 116 % el costo del pasaje del transporte interprovincial, y 122 % en la electricidad para los núcleos familiares que consumían más de 100 kilovatios hora al mes. Se empezó a cobrar por primera vez treinta centavos mensuales por persona a cada núcleo familiar para sufragar gastos de alcantarillado.

Así lo valoraba Pablo Alfonso en un texto de ese año:

«A mediados de julio el gobierno dio un nuevo paso en su reorganización financiera que algunos observadores han calificado como “política de choque progresivo”.

Apremiado por la dramática realidad económica que enfrenta, el régimen comunista cubano dejó a un lado los sueños del estado paternalista que durante tres décadas fueron acuñados por el respaldo de la ex Unión Soviética. Esta vez el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros suspendió un amplio número de servicios que se ofrecían gratuitamente a la población en las áreas de educación, deportes, cultura y salud pública».

Las gratuidades eliminadas se evidencian en las siguientes medidas:

1.Cobro del almuerzo a estudiantes de la enseñanza pre-escolar, primaria y media, con una tarifa de siete pesos mensuales por alumno.

2.Los matriculados en cursos de idiomas, fuera del sistema regular de educación o de los programas de capacitación de las empresas estatales, tendrían que pagar 20.00pesos

3.Los estudiantes becados debían comprar sus uniformes en la red comercial y recibirían un estipendio para gastos personales con carácter de préstamo.

4.Empezaron a cobrarse las tabletas de Neovitamin 2 que desde 1993 se distribuían gratuitamente para combatir la neuropatía epidémica. Las personas que recibían treinta tabletas mensuales, para cuya producción Cuba recibió ayuda humanitaria, debían pagar 1.50 pesos.

5.Cobro de entradas a museos, actividades, espectáculos y exposiciones en las Casas de Cultura, Comunales y Galerías de Arte.

6.Cobro de servicios en los gimnasios de cultura física, clases de gimnasia musical aeróbica y artes marciales.

7.Cobro de la entrada a competencias deportivas en estadios y salas, de acuerdo a una tarifa de entre 3.00 pesos para palco y 0.50 centavos para gradería.

A lo anterior se agregaba el establecimiento del pago de impuestos por razones diversas y el pago de derechos fiscales para la obtención de numerosos documentos públicos.

Aunque en esa oportunidad no fueron incrementados los precios de la canasta básica normada, los aumentos mencionados representaban un duro golpe al presupuesto familiar de los trabajadores. Si tomamos en cuenta que el salario mínimo en la etapa era de cien pesos, y que un trabajador promedio devengaba aproximadamente 150 pesos mensuales, podremos calcular lo que significaban esas medidas para familias de bajos salarios, con varios hijos, que no recibieran remesas, laboraran en el sector estatal y no se vincularan con el emergente sector turístico.

Las medidas se aplicaron sin distinción a toda la sociedad. Ese sería un enorme error, pues al partir de una serie de privilegios existentes, aumentaban la pobreza de determinados sectores y familias. Es justo reconocer, no obstante, que incluso en medio de la crisis los sistemas de Salud y Educación, si bien muy afectados, no cayeron en los niveles de precariedad actuales.

El programa del médico de la familia se había inaugurado en 1984 y funcionó perfectamente. Contaba con instalaciones apropiadas, excelentes profesionales e interconsultas de especialistas que hacían innecesaria la afluencia y hacinamiento en policlínicos y hospitales. Por su parte, la mayoría de los municipios disponía de servicios de obstetricia y cirugía, lo que permitía que los hospitales provinciales no tuvieran que asumir toda la responsabilidad en esos casos.

Hubo asimismo mayores niveles de protección social que los actuales. Por ejemplo, en 1994 las mujeres embarazadas tenían un programa de apoyo alimentario, que puedo describir con propiedad pues fui una de las beneficiadas. Una vez por semana, y organizado por consultorios, se garantizaba el acceso a un restaurante para una comida gratuita que incluía: fruta, carne y productos lácteos.

La oferta de papa y huevos, sin incremento sustancial de precios, permitió que las familias más pobres, sin acceso a los nuevos mercados en dólares, tuvieran al menos un sustento alimentario elemental, que no existe hoy por la ruina de la agricultura estatal.

El censo correspondiente al 2002, ya ofrecía datos preocupantes en cuanto al desempleo, el limitado acceso a la educación superior de sectores empobrecidos y la grave situación de la vivienda. Sin embargo, la alianza con Hugo Chávez había dado a Fidel los recursos para maniobrar en función de lo que sería su última gran campaña social, conocida con el nombre de Batalla de Ideas. Alrededor de 179 programas se establecieron con el fin de mantener la adhesión de trabajadores y jóvenes al proceso. Uno de los más significativos fue la universalización de la enseñanza.

Se ampliaron las oportunidades educacionales y el acceso a la cultura como vías de superación humana. No obstante, consignas políticas como: «La cultura salva» o «la cultura como escudo de la nación», daban fe de una óptica idealista que romantizaba la situación de personas, familias y barriadas venidas a menos. Entre tanto, se mantenía apartadas a esas personas, barriadas y familias, con preeminencia de población negra, de las nuevas formas productivas. Esos eran los que no podían entrar en la categoría de emprendedores, cuentapropistas y empresarios, pero tampoco de socios de cooperativas jamás creadas.   

La Batalla de ideas tuvo su óptica asistencialista, como evidenció la creación en 2000 de la Escuela de Trabajadores Sociales de Cojímar. Recuerdo que por aquellos años, como profesora de la Universidad de Matanzas, debí asesorar metodológicamente a un grupo de trabajadores sociales. Era en el municipio de Jovellanos, donde un diagnóstico arrojaba resultados alarmantes: personas viviendo en condiciones paupérrimas, familias que dormían en el suelo por carecer de colchones, viviendas en precario estado y carencia de artículos electrodomésticos básicos, como refrigeradores y ventiladores.

Justicia Social

Fidel en la inauguración del primer curso de Trabajadores Sociales en la Escuela de Cojimar, el 10 de septiembre del 2000. (Foto: Fidel, Soldado de las Ideas)

Las inversiones en salud, educación y asistencia social en la referida etapa ayudaron a paliar la situación. La pobreza crecía, pero las personas aún podían acudir a servicios médicos sin necesidad de comprar medicamentos e insumos para ser atendidos. Esto marcaría la diferencia en unos años.    

Segunda —y profunda— estocada

En 2006, con la enfermedad y consecuente retiro de Fidel, quedaba sellada la etapa heroica de la Revolución cubana. Demasiados errores habían lastrado la utopía. Raúl Castro, aún sin ser presidente en funciones ni primer secretario del Partido, favoreció un escenario de enorme expectativa. Su autocrítico discurso del 26 de julio de 2007, generó confianza en muchos sectores.

Su acceso al poder gubernamental tuvo dos períodos bien definidos: uno interino, entre julio de 2006 y febrero de 2008, y uno formal desde esa fecha y hasta 2018. En el primero, lanzó la campaña pro-reforma conocida como Actualización del modelo económico y social cubano, y tomó medidas que devolvían derechos constitucionales a los cubanos: viajar fuera del país, alojamiento en nuestros propios hoteles, compra-venta de casas y autos; todas muy positivas, pero que beneficiaban más a sectores sociales con la solvencia requerida para ejercer tales derechos.

A partir de su nombramiento oficial como presidente del Consejo de Estado, en febrero de 2008, enfatizó en la necesidad de recortar gastos y «gratuidades indebidas». Bajo la consigna «sin prisa pero sin pausas», pronto se constató que la prisa se dirigía más a transformar al modelo social que al económico.

Las medidas adoptadas por entonces afectaron a las personas y familias más pobres: cierre de 24 000 comedores obreros; aumento de la edad de jubilación en cinco años para hombres y mujeres; disminución de la edad de inicio laboral a quince años, es decir, las personas que empezaban a trabajar siendo adolescentes debían hacerlo durante medio siglo para tener derecho a una jubilación.

Más adelante se suspendería el derecho al almuerzo de los estudiantes que no estuvieran becados en los centros de educación superior. Ello afectaba mucho más a las familias pobres, que ahora debían garantizar de sus deprimidos salarios, además del transporte, el gasto que implicaba el almuerzo diario de sus hijos, que a veces tenían dos sesiones de clases o actividades en las universidades.

La situación se agudizaba por la disminución sostenida de inversiones en sectores de impacto social directo, como Salud y Educación, que decrecieron en la misma medida en que aumentaban las inversiones en los sectores del turismo e inmobiliarias.

Justicia social

En un análisis de Mario Valdés para LJC, se explica que el mayor recorte en la inversión de salud ocurrió precisamente durante el gobierno de Raúl Castro (2006-2018), en etapas en que la exportación de servicios médico-farmacéuticos fue la principal fuente de divisas del país, por encima del turismo. Su conclusión lógica es: «Todo indica que una parte sustancial de estos ingresos, lejos de consagrarse a modernizar el sector sanitario, fueron destinados a la inversión en el turismo, rama que apenas cubre sus ingresos por el alto índice de valor importado que tiene por peso de producción».

Ante esto se debió ampliar la asistencia social para proteger a la población más pobre, sin embargo, lo que se hizo fue reducirla. Como demuestra la periodista Karla R. Albert, «entre 2006 y 2018, el gasto del presupuesto asignado a la asistencia social se contrajo de 2.2% a 0.3%, mientras que el número de beneficiarios como proporción de la población decreció de 5,3% a 1,6%».

Según el economista Carmelo Mesa-Lago, ello se explica «por el lineamiento aprobado en el VI Congreso del PCC en 2011 que terminó la asistencia social a los asistidos con una familia capaz de ayudarles». En el referido documento se dejaba claro que el Estado transferiría a las familias y al mercado aquellas responsabilidades sociales que decidió no continuar asumiendo.

La ley de presupuesto para 2011 evidenció el marcado deterioro de indicadores asistenciales entre 2009 y 2010. El número de beneficiarios se redujo un 61 % en comparación con el 2005, y como porcentaje de la población total pasó del 5,3 % al 2,1 %. En el propio 2010 se recortaron 237 millones de pesos por «depuración de beneficiarios».

En esa etapa hubo una campaña desde los medios estatales que culpaba al pueblo de su dependencia al Estado, como si ello no hubiera sido una directriz política incuestionable.

Llegó incluso a eliminarse, al considerarlos gratuidades indebidas, los estímulos a trabajadores vanguardias que les permitían acceder a instalaciones turísticas; a pesar de que en realidad no era gratis pues ellos sufragaban sus gastos, si bien en moneda nacional. Desafiando cualquier rasgo de decoro, la misma prerrogativa se mantuvo para altos dirigentes y sus familias. Evidentemente «algunos animales eran más iguales que otros».

Durante esos años, aun con medidas que encarecían la existencia cotidiana de la población, no se aumentaron los salarios de manera general, solo a determinados sectores como salud, educación y empresas priorizadas.

Los jubilados —alrededor de 1,7 millones en estos momentos— constituyen otro sector que sufrió las consecuencias de esas políticas. El economista Mauricio de Miranda demostró en un artículo el desfase del sistema pensional cubano frente al incremento sostenido del costo de la vida, y concluye que las pensiones actuales son «insuficientes e injustas» y condenan a la pobreza.

En julio de 2013, Raúl Castro se lamentaba ante la Asamblea Nacional del Poder Popular: «Hemos percibido con dolor, a lo largo de los más de veinte años de período especial, el acrecentado deterioro de valores morales y cívicos, como la honestidad, la decencia, la vergüenza, el decoro, la honradez y la sensibilidad ante los problemas de los demás». Esa valoración, en realidad, podía atribuirse como anillo al dedo a la política del Partido y el gobierno cubano, especialmente bajo su mandato, respecto al aumento de la pobreza y el olvido de la justicia social.

Tiro de gracia

Con la designación de Miguel Díaz-Canel como presidente de los Consejos de Estado y de Ministros en 2018 —luego de la Constitución de 2019 sería presidente de la República—, se proclamaba la continuidad de esa política antipopular. Tres evidencias apuntaban a ello: la apertura de comercios en MLC que han discriminado a una enorme cantidad de personas, la negativa a depósitos bancarios en dólares físicos si no es desde fuera de Cuba, y la tristemente célebre Tarea Ordenamiento, que disparó los precios y la inflación para convertir en nada las pensiones, jubilaciones y salarios.

En fugaz alocución televisiva del 11 de diciembre de 2021, el presidente expresó como objetivos del Ordenamiento: «este proceso se propone ofrecer a los cubanos mayor igualdad de oportunidades, a partir de promover el interés y la motivación por el trabajo». Los políticos dicen una cosa, los datos muestran otra. Al respecto, el economista cubano Pedro Monreal valora: «los datos de ventas minoristas y de inflación en Cuba en el primer semestre de 2022 evidencian dos cosas: un ajuste económico apoyado en la inflación, y distribución desigual del costo del ajuste, con sesgo contra los hogares pobres».

No creo necesario reiterar lo que todos conocemos sobre este fracaso, cuya única consecuencia política fue el traslado de Marino Murillo, cara visible del fallido experimento, a un puesto de menor categoría para el que fue despedido con una ovación por el Parlamento que dice representarnos.  

No obstante, más allá del Ordenamiento, existen consecuencias sociales debidas a décadas de empobrecimiento y ajustes económicos. Las más notorias son: aumento de la mortalidad general, infantil y materna; disminución sostenida de la natalidad; incremento del número de suicidios; crecimiento de la población carcelaria hasta ubicarse entre las mayores per cápita del planeta; un éxodo de proporciones dramáticas y acentuación de la desigualdad.

La insensibilidad de la dirigencia política ante este escenario, llegó al punto de que en el Informe Central al 8vo Congreso del Partido, Raúl Castro —denominado en los últimos tiempos Líder de la Revolución, para asombro de muchos—, reprochó con molestia la «cierta confusión» de algunos cuadros de dirección al emprenderla contra la «supuesta desigualdad» creada por la comercialización dolarizada.

El Partido ha vuelto la espalda a un problema de primera magnitud, que debió ser analizado profundamente y que condujo, menos de tres meses después del referido congreso, a un estallido social nacional. Pero esta no parece ser su intención. Prefiere catalogar los hechos del 11j como una operación financiada desde el exterior para no admitir su responsabilidad histórica y la razón que asistía a los que salieron a manifestarse ese día.

Durante 2018, en la versión original del proyecto de Constitución, la comisión redactora, en un repunte de honestidad, había decidido eliminar el comunismo como horizonte de aspiración futura, lo cual me pareció muy realista pero poco coherente con un partido que se designa con ese nombre. En la versión final sería devuelta a su lugar la referida aspiración, pero ya todos comprendemos que una cosa es la letra de la Constitución y otra la actitud de las autoridades ante ella, sobre todo cuando esas autoridades no tienen las mismas condiciones de existencia de las mayorías.

Justicia social se ha convertido en una frase usada en foros internacionales con el fin de recabar simpatía hacia el gobierno cubano, y también en medios oficiales para un discurso demagógico; pero no en los documentos y declaraciones programáticas partidistas.

Mientras el Canciller Bruno Rodríguez Parrilla, en su intervención ante la ONU del 3 de noviembre del pasado año, aseguró «que Cuba nunca renunciará a su sistema socialista de justicia social (…)», y en el sitio Cubadebate Agustín Lage afirmó hace poco que: «La concentración de la propiedad en personas naturales o jurídicas no estatales es regulada por el Estado, el que garantiza además, una cada vez más justa redistribución de la riqueza, con el fin de preservar los límites compatibles con los valores socialistas de equidad y justicia social»; las proyecciones del Comité Central del Partido para 2023 no mencionan NI UNA SOLA VEZ esas palabras.

La proyección no. 16 afirma la intención de: «Desarrollar políticas públicas para la atención a situaciones de vulnerabilidad y la eliminación de desigualdades, y también orientándonos hacia las políticas públicas para atender diferenciadamente un grupo de problemáticas de nuestra juventud». No obstante, es difícil creer realizables tales políticas en una sociedad cuya pobreza crece exponencialmente, dado que la proyección no. 20 será: «Reducir los gastos y orientar estos a la atención a las situaciones de vulnerabilidad».

En esencia, el Estado pretende el imposible de reducir sus gastos y a la vez orientarlos a una pobreza en expansión, porque eso es aunque la disfracen eufemísticamente de vulnerabilidad. Y lo peor es que no hace partícipe a las ciencias sociales cubanas de estudios que puedan diagnosticar la situación real y proponer soluciones viables, a pesar de que el gobierno de Díaz-Canel se presenta como un gobierno de ciencia e innovación y que la proyección no. 9 es: «Apoyar todos los procesos con la ciencia y la innovación, desarrollando la capacidad de acudir a la ciencia y a la investigación para resolver y atender nuestros principales problemas».

Lo cierto es que las estadísticas hablan de una década perdida para la economía cubana que se extiende desde 2010 a 2020. Pero desde antes, como hemos visto, comenzó el deterioro del pacto social del Estado con la ciudadanía.

El punto de vista de los científicos sociales

La socióloga cubana Elaine Acosta, en su enjundioso texto «Yo quiero fundamento. El 11j en Cuba y la necesidad urgente de una Sociología que incomode», analiza el incremento de la pobreza y la vulnerabilidad y los límites de las ciencias sociales en la Isla para abordar esa cuestión. Ella se hace eco del criterio del economista Pedro Monreal acerca de que existe un «apagón estadístico nacional sobre la pobreza y la desigualdad».

En intercambio con la Dra. Mayra Espina, especialista en Sociología de las desigualdades, me explica que «no hay datos públicos de pobreza desde los estudios del Instituto Nacional de Investigaciones Económicas (INIE) del Ministerio de Economía y Planificación, fueron investigaciones oficiales realizadas en 1994 y a inicios de los 2000, esta última identificó una franja de 20% de pobreza urbana. Colegas me han dicho que se siguen haciendo las encuestas de hogares y se calcula la línea de pobreza, pero no se publica». También aclara:

«El informe voluntario que Cuba ha hecho sobre los ODS para Naciones Unidas ha incluido un cálculo a partir del índice de pobreza multidimensional, pero considero que subvalora por margen amplísimo la magnitud real de la pobreza y declara que el indicador ingresos no es relevante para Cuba, error grande si se considera que el régimen de bienestar vigente ha tenido un corrimiento hacia el mercado y la familiarización, con lo cual los ingresos se han vuelto decisivos para las satisfacción de necesidades».  

La opinión de Espina sobre la importancia de los ingresos es compartida por Monreal, que considera:

«El análisis de la desigualdad social en Cuba, además de los datos que hoy no se divulgan, debe reconocer que la desigualdad no es un accidente social. Es el síntoma de causas “estructurales”: funcionamiento de instituciones que crean privilegios y exclusiones.

Es plausible asumir que parte de la explicación del incremento de la desigualdad en Cuba radica en el efecto distributivo del paquete de política económica conocido como “reordenamiento”, específicamente el efecto diferenciado de cambios en precios relativos.

Asumir que la desigualdad en Cuba tiene causas “estructurales” equivaldría a reconocer el alcance limitado que tendrían las medidas de “ayuda” dirigida a grupos e individuos».

A finales del 2022, una nota del periódico Granma anunciaba que desde el 16 de octubre y hasta el 26 de noviembre se realizaría una Encuesta Nacional sobre la Situación Económica de los Hogares (ESEH), a cargo de la Oficina Nacional de Estadística e información (ONEI) cuyo objetivo era recabar información sobre los gastos e ingresos de la población cubana. Se explicaba que se efectuaría a partir de una muestra probabilística en alrededor de 12 000 viviendas de zonas urbanas en diferentes provincias.

En sus redes sociales, Monreal compartió esta noticia con la siguiente observación: «Con los datos de esta encuesta puede calcularse un indicador de pobreza y también indicadores de desigualdad. Veremos si los publican o si continúa la narrativa de la equidad».

Los economistas Omar Everleny Pérez Villanueva y Mauricio de Miranda comentaron respectivamente: «Hasta ahora nunca fue publicada esta encuesta. Ojalá hayan cambiado los tiempos», y «Amigo, cuando lo vea lo creo. Ya veremos qué pasa. Ojalá hayan cambiado los tiempos pero hasta ahora los cambios que veo no son para bien».

¿Tendrá razón tal escepticismo? Lo cierto es que casi dos meses después no se conocen todavía los resultados de la encuesta, cuyos datos serían de fácil tabulación mediante programas informáticos. Ocultar esa información, que debería estar al alcance de expertos y ciudadanos, indica falta de voluntad política para enfrentar con claridad la situación de la pobreza en Cuba, conocimiento sin el cual será imposible hablar seriamente de justicia social y socialismo.

Cuando en 2002 se aprobó la Ley de reforma constitucional que modificó la Constitución al adicionar este párrafo al artículo 3 del Capítulo 1: «se propone que el carácter socialista y el sistema político y social contenido en ella sean declarados irrevocables», ya ese sistema, en lo social, había empezado a cambiar aceleradamente. Lo ha seguido haciendo a lo largo de más de veinte años. Actualmente no se parece en nada al proyecto social por el que tantos se han sacrificado. ¿Qué es lo irrevocable entonces?  

16 enero 2023 45 comentarios 3,4K vistas
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Economía de Cuba

La economía de Cuba en tiempos de crisis. Causas del problema

por Carmelo Mesa Lago 3 enero 2023
escrito por Carmelo Mesa Lago

El autor es el único responsable de este artículo, pero agradece los útiles comentarios/sugerencias de Alejandro de la Fuente, Jorge Duany, Javier Figueroa, Jorge Pérez-López y Vergard Bye, así como de los editores de La Joven Cuba, Alina Bárbara López y José Manuel González Rubines.

***

Cuba enfrenta la peor crisis económica desde el Período Especial (particularmente de la peor etapa, 1991-1993) y la situación se asemeja a la de esos años terribles. Esta serie de artículos analiza las causas de la crisis, mide su magnitud con estadísticas económicas, en especial del período 2020-2022, describe brevemente la reacción ciudadana a la misma, ofrece algunas perspectivas para 2023, y da pautas para las reformas necesarias.

1. Las causas de la crisis

Es común que los dos extremos ideológicos señalen una sola causa de la crisis cubana actual: el polo de la derecha culpa al régimen comunista, y el de la izquierda acusa al «bloqueo» de los EE.UU. En la realidad, ambas visiones son simplistas, parciales y sesgadas; en mi opinión, no hay una sola causa de la crisis, sino múltiples y concatenadas que resumo a continuación:

1) El ineficiente sistema económico de planificación centralizada y vasto predominio de la propiedad estatal sobre el mercado y la propiedad no estatal, que ha fracasado en todo el mundo incluyendo a Cuba.

En su década de gobierno (2008-2018), Raúl Castro intentó reformas estructurales orientadas hacia el mercado, pero muy lentas, plagadas de obstáculos, desincentivos,  y vaivenes, por lo que no tuvieron efectos tangibles en la economía. Los líderes cubanos han descartado seguir los lineamientos del modelo de «socialismo de mercado» que ha tenido notable éxito económico-social en China y Vietnam, alegando diferencias de dichos países con Cuba (Mesa-Lago, 2022). El presidente Miguel Díaz-Canel apoya el continuismo, aunque ha impulsado reformas que se analizan aquí, entre ellas, la unificación monetaria y cambiaria y la legalización de las MPYMES.1

Economía de Cuba

El presidente Miguel Díaz-Canel apoya el continuismo, aunque ha impulsado reformas. (Foto: Jorge Luis Baños/IPS)

2) La grave crisis económica y humanitaria de Venezuela que le ha obligado a reducir substancialmente sus lazos económicos con Cuba: la compra de servicios profesionales de salud (el primer ingreso en divisas de la Isla), el suministro de petróleo con términos favorables (que cubre  alrededor de la mitad de las necesidades cubanas) y la inversión directa.

Dicha relación alcanzó su cúspide en 2012-2013 con US$16.017 millones, y disminuyó a la mitad en 2018; en relación al PIB de Cuba, se contrajo de un 22% a un 8%. Los tres componentes de la relación se redujeron: la exportación de profesionales en 24%, el envío de petróleo en 62%, y la inversión de US$8.000 millones se esfumó (Mesa-Lago y Vidal, 2019).

Tal descenso ha continuado en 2019-2022. Por ejemplo, el intercambio comercial de bienes (importaciones más exportaciones) entre Cuba y Venezuela se contrajo en 69% entre 2015 y 2021, las exportaciones cubanas cayeron en 92% y las importaciones venezolanas en 55%; mientras que el déficit contra Venezuela (exportaciones menos importaciones) fue de US$1.356 millones en 2015 y US$1.142 millones en 2021.

Venezuela ha descendido de primer socio comercial de Cuba (28% del intercambio total) al segundo, con solo 12,9% del intercambio total (ONEI, 2016, 2022); no hay series estadísticas sobre la compra de servicios profesionales cubanos por Venezuela y el suministro de petróleo venezolano (ver más adelante), pero continúa paralizada la inversión venezolana.

3) La incapacidad de la economía cubana de financiar sus importaciones de bienes con sus propias exportaciones debido a la caída en la producción interna.

Se demostrará la drástica reducción de la producción agropecuaria y manufacturera insular, y cómo esta contrajo las exportaciones, lo cual generó un déficit en la balanza comercial con sus principales socios comerciales. Por ejemplo, la relación económica con China alcanzó un cénit en 2015 y 2016, cuando este país se convirtió en su primer socio comercial (y superó así a Venezuela); su intercambio  representó 17% y 20% respectivamente, pero disminuyó en 46% entre 2015 y 2021 a 13% del intercambio comercial.2 

La razón fue un déficit contra China en la balanza comercial de bienes —las exportaciones cubanas son muy inferiores a las importaciones  del país asiático—, que ascendió a una cúspide de US$2.000 millones en 2015, por lo cual China redujo sus exportaciones a Cuba en 58% entre 2015 y 2021 (ONEI, 2016, 2022).

En la visita oficial de Díaz-Canel a China en noviembre de 2022, donde se firmaron doce acuerdos (ver sección 2), aquel recordó la advertencia de Xi Jinping a la necesidad de la parte cubana de cumplir con sus obligaciones: «ahora tiene que cumplirse bien el compromiso nuestro, de cómo hacemos bien las cosas, de cómo aprovechamos las oportunidades, cómo somos eficientes, cómo no malgastamos los recursos, y cómo logramos que las inversiones tengan un adecuado rendimiento, y cómo cada vez somos más serios y más efectivos también en los proyectos que propongamos, para seguir ampliando la cooperación». 

4) Las fuertes sanciones impuestas por Donald Trump, que revirtieron el proceso de acercamiento del presidente Barack Obama y reforzaron el embargo o «bloqueo»:3 la aplicación del Título III de la ley del embargo, que había sido suspendida cada seis meses por los anteriores presidentes (incluyendo a Trump), y que permite demandar a las compañías extranjeras que han «traficado» con bienes confiscados por el gobierno cubano; la reducción drástica de vuelos a Cuba, que menguó el turismo; la imposición de un límite a las remesas y la prohibición a la Western Union de enviar dichas remesas a la agencia cubana Fincimex, administrada por los militares; el endurecimiento de las sanciones a los bancos internacionales que hacen transacciones con Cuba, y la reinstalación de dicho país entre los que patrocinan el terrorismo.

Economía de Cuba

Las fuertes sanciones impuestas por Donald Trump revirtieron el proceso de acercamiento del presidente Barack Obama y reforzaron el embargo o «bloqueo». (Foto: Eric Thayer / The New York Times)

Dichas medidas congelaron la inversión extranjera y provocaron la salida de algunas empresas internacionales. Joseph Biden ha flexibilizado el envío de remesas y los vuelos a Cuba y está teniendo conversaciones sobre la emigración, pero las otras sanciones perduran. Nótese que la política de acercamiento de Obama con la Isla —la cual apoyé—, resultó en numerosas concesiones del primero, sin que Cuba cediese un ápice a cambio; por el contrario, la dirigencia cubana continuó criticando al gobierno estadounidense por el mantenimiento del embargo, que Obama no podía eliminar pues los republicanos tenían mayoría en ambas cámaras (Mesa-Lago, 2020).

5) La pandemia de Covid-19, que afectó severamente el turismo internacional y también redujo el viaje de mulas que antes llevaban remesas, alimentos y otros bienes de consumo para familiares o para su venta informal en Cuba. La combinación de las medidas trumpistas y la Covid-19 provocó la salida de compañías españolas como Bankia y tres hoteles de Meliá. La estimación de la media de exceso de mortalidad por la OMS (2021), muestra que la media de Cuba fue superior a la de once países latinoamericanos, una indicación de que no manejó bien la pandemia.

6) La implantación, al inicio de 2021, de la «Tarea Ordenamiento» (unificación monetaria y cambiaria) que, aunque a largo plazo debería dar resultados positivos, a corto plazo ha agravado muchos de los problemas anteriores, como un enorme incremento de la inflación, presión para el cierre de empresas no rentables (que generaría un aumento del desempleo declarado), escalada en espiral del precio de los bienes y fuerte escasez de alimentos y medicinas (Mesa-Lago, 2021).

7) La invasión de Ucrania por Rusia y la extensión inesperada de la guerra, que han disparado el precio de alimentos como el trigo, y del petróleo (Rodríguez, 2022a, 2022b); ambos perjudican a Cuba, la cual recientemente ha apoyado a Rusia,4 contribuyendo a un mayor aislamiento con la Unión Europea y posiblemente dañando las conversaciones en curso con la administración de Biden.

***

1: Otro problema es el oligopolio de GAESA que controla vastos sectores de la economía, con mínima transparencia, lo cual impide cualquier competencia con el resto del sector estatal y no estatal.

2: Aún así, en 2021 China volvió a ser el primer socio comercial de Cuba debido a la fuerte contracción del intercambio comercial total.

3: El gobierno cubano estima que el embargo/bloqueo causó pérdidas por US$147.853 millones en seis décadas (Rodríguez, 2022a). He estado contra el embargo desde 1970, pero he demostrado ciertos efectos compensatorios (ver Mesa-Lago, 2022).

4: Cuba se abstuvo el 2 de marzo en la votación de la ONU que condenó la invasión de Ucrania por Rusia, pero durante la visita de Díaz-Canel a Moscú en noviembre de 2022, donde se entrevistó con Putin, apoyó la guerra y culpó a los EE.UU. de ser el causante.

***

Referencias bibliográficas

3 enero 2023 24 comentarios 2,5K vistas
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Corojo

Corojo

por Jorge Fernández Era 25 diciembre 2022
escrito por Jorge Fernández Era

—Qué año, mi amiga.

—Tremendo. Podríamos llamarle «Año del Despegue Definitivo».

—De acuerdo. Más de doscientos mil cubanos han despegado definitivamente.

—Me refería a la economía. Se han sentado las bases para el salto que todo el mundo espera.

—Que las bases se sienten, sí, y que esperen.

—Ay, chica, levanta el ánimo. Cualquiera diría que no recibiste ticket para comprar en las tiendas.

—«La» tienda.

—Por algo se empieza. ¿Te imaginas cuando llegue la prosperidad y no sean solo el pollo, el aceite, los perritos, el detergente y los cigarros los productos que podamos adquirir organizadamente, según bodega y consecutivo? ¿Qué fuegos artificiales podrían alumbrar el hecho de que un vecino te toque a la puerta y grite: «¡Corre, llegó jamón serrano y van a repartir hasta el 148!»?

—¿El jamón serrano es el que se obtiene por bajar de la Sierra?

—No precisamente, pero sabroso debe ser, a juzgar que en el último año ha aumentado más del doble su precio en MLC.

—Gracias a la «inflación importada» de la teoría económica de Gil, han duplicado y hasta triplicado de precio toda una amalgama de productos de amalgama alta.

—No son esas tiendas las causantes de nuestros males.

—Son el mal mismo.

—Ha dicho el presidente: «El pueblo choca, y a veces choca cotidianamente, con la burocracia, la desidia, la corrupción de ciertas capas intermedias, que pescan en el río revuelto de las dificultades, poniendo obstáculos donde van las soluciones».

—Menos mal que el choque «cotidiano» es solo «a veces» con las «capas intermedias»… cuanto te toca por el consecutivo.

—Es loable la insistencia de Canel en el alimento con escamas. «Pescar en río revuelto» pudiera significar el regreso a nuestra dieta de la claria, la tilapia y la tenca.

—Ten calma. Hacen daño los discursos del primer secretario, la «señal de honestidad, limpieza, decencia y honor que ofrece». Ahora le dio por mencionar la carne y el pescado, pero hace más de dos años habló de limones y fue ácido el sabor que dejó. «Fuerte daño se hace a la credibilidad de las entidades cuando, por salir del paso ante determinada coyuntura, algunos cuadros y funcionarios hacen promesas, asumen compromisos o ponen plazos de ejecución que ellos mismos se encargan de incumplir en una actitud de evidente falta de rigor».

—¡¿Falta de rigor del compañero dignatario?!

—Solo cito al periódico Granma.

—No pierdes la oportunidad para lanzarle a Canel «misiles semánticos».

—Me inspiro en su ejemplo. Él mismo alega que en su querida universidad de Villa Clara lo criticaba todo y se le ocurrían «las soluciones más increíbles». Quizás desde esa época maduró la idea de resolver la gastronomía popular a base de guarapo y limonada.

—Que ese detallito no se haya logrado no empaña el que el 2022 pueda ser considerado un año de grandes hitos, de apuestas por el desarrollo y por el uso de la ciencia.

—Y de la innovación. Cubadebate ha obtenido por tercer año consecutivo uno de los Premios de Innovación de la Prensa. Nunca mejor merecido. ¿Puede haber más innovación que llamarse así cuando no hay «debate» alguno en ninguna de sus plataformas?

—Tiempo al tiempo. Ya está disponible una versión beta de la aplicación de Cubadebate, que servirá…

—…para «betar» cualquier opinión que difiera de su línea editorial.

—Hablando de línea: otro hito es la introducción del Sistema Informático para la Gestión de los Recursos Humanos (Sigerh), que «pretende sentar las bases para la jubilación en línea y el expediente laboral digital en Cuba, toda una novedad en nuestro país».

—¿Retiro en criptomonedas? ¿Los pensionados cobrarán en bitcoin y podrán comprar con Moneda Libremente Crípticas antes de que les llegue su respectiva «novedad»?

—¿Por qué no? Vencer está en nuestro ADN. Para ello hay que, como dice el presidente, «empatizar con la realidad del pueblo y contribuir con la transformación social». Dejó convencidos a los estudiantes de la FEU de que «todo tiempo futuro tiene que ser mejor».

—Me conformo con que el próximo año, tal y como ha prometido, lo sea, «que la gente tenga una perspectiva de esperanza». Y que esos mismos jóvenes le hagan caso al mandatario y «sean rebeldes, atrevidos, rompan esquemas».

—Es el Titán del siglo XXI. Maceo, desde el XIX, debe haberle anunciado: «¡En el 23 se rompe el corojo!».

—Pues que lo logre. O Cuba se va definitivamente al… corojo.

25 diciembre 2022 6 comentarios 2,3K vistas
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amonestación

Amonestación

por Jorge Fernández Era 18 diciembre 2022
escrito por Jorge Fernández Era

―¿Ese es el «Taller sobre herramientas para la comunicación política»?

―El mismo.

―Dígame una cosa: ¿tienen materia prima y personal para reparar el país?

―Estamos enfocados, como dicen Silvio y Pablo, en «virar esta tierra de una vez».

―Lo cantaron hace medio siglo. Ya el proceso se encamina a los 65 años, edad propicia, según las leyes, para la jubilación.

―Se entona ahora «Venga la esperanza». ¿Ha seguido las sesiones de la novena legislatura? Si algo no ha faltado son los «debates severos». Se denunciaron «ineficiencias y obstáculos generados por nuestra propia impericia y errores», se demandó un «plan integral» para «sacudir la inercia, quitar más trabas y superar la autocomplacencia».

―¿Hay autocomplacencia más autocomplaciente que insistir en que «el país avanza»?

―El Partido puede afirmar eso porque «está en el centro de los problemas»,

―¿Y no será el problema mismo?

―«Hay potencialidades y posibilidades para hacerlo; lo que hay que hacerlo de una manera inteligente, comprometida, ágil, buscando eficacia, efectividad y eficiencia en todo lo que se haga». «Cualquiera de las medidas que queramos tomar lleva un mínimo de recursos financieros».

―Así que necesitamos plata. Esas innovaciones del presidente…

―«No somos robots programados para no fallar».

―Uno espera que el software de «la nueva geografía del poder que ha creado la Revolución Cubana» sea un poco más eficaz que el de Palmiche. Que «nuestro paradigma se basa en relaciones sociales significativas, en el concepto de vida útil y felicidad por aportar», o que «la buena noticia es que solo por el camino más difícil se llega a los resultados duraderos» no dice nada.

―Recuerde que «Cuba es ya una unidad de medida».

―Mide muchas Cubas la única que se impone y no todas las que debían ser.

―No la coja con el primer secretario, no fue el único que intervino. Sobre la Ley de Ganadería ha dicho el vicepresidente Mesa: «El nuevo instrumento legal ayudará a poner orden en el campo, a recuperar los servicios técnicos y el control de la masa».

―Control de la masa… Me suena.

―El ministro de Transporte informa que el ferry adquirido por el país para los viajes entre Batabanó y la Isla no entró en funcionamiento por la no conclusión del dragado en el Surgidero.

―No me extrañaría que en el próximo período de sesiones se quejen del dinero erogado en una nave espacial. En Marte se descubren más cosas que las que aparecen en nuestras tiendas.

―Mientras en ese planeta rojo se ha localizado una zona con movimientos sísmicos activos, en Cuba el ministro de Economía se lamenta de que no se ha logrado «el estremecimiento de la empresa estatal».

―Total, a él no se le mueve la tierra bajo los pies.

―Está convencido de que tendremos un mejor año.

―A juzgar por el que termina, el 2023 puede ser solamente pésimo. Las estadísticas se mueven de una manera rara, como los terremotos en Marte.

―En eso tiene razón. El ministro de Agricultura informa que «se incumple la mayoría de los renglones productivos», para dos párrafos más abajo aseverar que «en cuanto a las producciones agrícolas, en 2022 se ha comenzado a registrar una recuperación de estas, en lo que ha jugado un papel decisivo el cultivo de viandas rústicas o tropicales».

―Alimentación rústica. Y hay que oír que la situación es tan compleja y difícil «que acecha en alguna medida la queja, el descontento». ¡¿En alguna medida?!  

―El presidente ha sido autocrítico y valiente. Expresó que contamos con ley de soberanía alimentaria, ley de ganadería y ley de la pesca y a los cubanos eso no se les traduce en más comida, más carne y más pescado.

―Cuestión de osadías: la aparición del nuevo Código Penal sí trae aparejada la criminalización de los que protestan por la escasez de comida, carne y pescado.

―Esa ley tendrá que irle duro a la descomposición moral. Marrero Cruz ha dicho que «para ganar el combate contra la corrupción, es vital romper el triángulo conformado por la necesidad, la posibilidad y la codicia».

―El Código Penal y la Ley de la Contraloría se enfrentan a «la corrupción de ciertas capas intermedias que pescan en el río revuelto de las dificultades» y no a quienes no necesitan la codicia porque tienen todas las posibilidades.

―No los lleve hasta la tabla. «Ningún presidente tiene su vergüenza, muy pocos reconocen las insatisfacciones como personales». Díaz-Canel se confiesa el principal responsable de las situaciones que vivimos. Llegó incluso a expresar que siente «una enorme insatisfacción por no haber sido capaz de lograr, desde la conducción del país, los resultados que necesita el pueblo cubano para alcanzar la anhelada y esperada prosperidad».   

―Yo le daría otro chance. Ya bastante tiene con buscarse que en su núcleo del Partido se le haga una amonestación pública.

18 diciembre 2022 17 comentarios 2,2K vistas
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