Queridos lectores:
Ha llegado la Nochebuena del difícil 2022. Con este tradicional momento de reunión y festejos, comienza la cuenta regresiva de los días que restan para el inicio de un nuevo año.
Esta será la primera Nochebuena luego de la pandemia de Covid-19 y sus férreas restricciones, carencias y dolores; sin embargo, ello no hace que para los cubanos la jornada sea más feliz que las dos precedentes.
Han sido años particularmente duros para los habitantes de esta Isla. Desde noviembre de 2021, cuando aún las familias se recuperaban de las dolorosas pérdidas ocasionadas por el virus, comenzó el mayor éxodo migratorio de la historia de nuestra nación. Por tanto, a la mesa de este 24 de diciembre no solo se ausentarán aquellos que nos arrebató la enfermedad, sino también muchos familiares amados y separados de los suyos por distantes fronteras geográficas.
Además de afectos, también faltarán quizás como nunca antes los recursos, dado que atravesamos la peor crisis económica que se ha vivido tras el triunfo de la Revolución.
Son hoy más profundas que nunca en las últimas décadas, las fracturas sociales, económicas e ideológicas, y eso se refleja de maneras terribles en el núcleo familiar y en el tejido social de la nación.
En esta noche, el equipo de La Joven Cuba desea expresar su especial cercanía no solo con las familias cuyos hijos se encuentran en inciertas travesías migratorias o privados de su libertad, sino también con aquellas que perdieron a alguien en la explosión del Hotel Saratoga y en el incendio de la Base de Supertanqueros de Matanzas.
Pese a las vicisitudes, heridas y brechas, deseamos sinceramente que en estas jornadas de final de año, pensemos en cómo acortar las distancias físicas y políticas entre cubanos.
Ojalá en el futuro inmediato, de manera conjunta, tributemos a que este país sea el lugar de prosperidad y bienestar que anhelamos.
Con cariño los abraza a todos,
El equipo de La Joven Cuba