El estudio del pensamiento de los próceres cubanos es una asignatura pendiente para la mayoría. No por falta de textos, pues se han publicado las obras de los principales pensadores al menos del siglo XIX, sino porque la lectura de las fuentes primarias suele ser sustituida por manuales donde aparecen extractos de sus ideas, ya tamizados y recortados al gusto de la historia oficial.
El primero de ellos hasta José Martí, el presbítero Félix Varela Morales (1788-1853), apenas es mencionado a 233 años de su nacimiento, quizás porque la naturaleza subversiva de su mensaje ideológico es casi tan potente para el régimen de socialismo estatizado y burocrático como lo fue en el período colonial.
Los aportes de Varela en lo concerniente a Politología, Filosofía, Pedagogía y Teología merecen ser revisitados por nuestra generación pues, dos siglos más tarde, sigue viva su justa queja a Luz y Caballero: «en el terreno que yo chapeé han dejado crecer mucha hierba».
En el año 2002, apoyado en el derecho que otorgaba la Constitución anterior a toda iniciativa que consiguiera reunir 10.000 firmas, se presentó al parlamento cubano el Proyecto Varela, una iniciativa legislativa ciudadana que solicitaba cambios constitucionales a través de un referéndum, entre ellos, libertades civiles como la de libre asociación y expresión. El Gobierno/Partido/Estado la rechazó sin discutirla, calificándola como «parte de la estrategia de subversión contra Cuba». Releer someramente a Varela nos mostrará cuán vivo se halla hoy su pensamiento y cuánto falta para cumplimentarlo.
-I-
El contexto histórico en que Félix Varela desarrolló su obra ideo-política fue el del régimen plantacionista de la burguesía esclavista, los movimientos liberales en España (1812-1814 y 1820-1823), la destrucción del imperio Español por las luchas independentistas en América y la conversión de Cuba en la perla de la Corona, sometida al régimen tiránico de los Capitanes Generales y sus facultades omnímodas.

Obispo Juan José Díaz de Espada
El padre Varela fue el líder político e ideológico de los independentistas radicales de la época. Hijo y nieto de militares, en su formación intelectual influyeron de manera determinante José Agustín Caballero y el obispo Espada, bajo cuya protección entró a la vida pública. Desde sus cátedras de Filosofía y luego de Constitución —a la que llamaba «cátedra de la libertad, de los derechos del hombre, de las garantías nacionales»— en el Colegio Seminario de San Carlos, el presbítero formó a una generación de jóvenes en las ideas más modernas, motivándolos en la necesidad de fomentar un pensamiento propio, capaz de responder a las problemáticas cubanas.
En 1823, siendo uno de los representantes a Cortes que votara por la sustitución de Fernando VII, fue condenado a muerte y proscripto de los dominios españoles. A partir de entonces se estableció en Estados Unidos durante treinta años de exilio forzoso (1823-1853), abandonó el reformismo autonómico y se afilió al independentismo.
En New York, donde continuó su carrera sacerdotal y teológica, desplegó una labor de orientación revolucionaria y de educación a distancia de los patriotas cubanos mediante su periódico El Habanero y el libro Cartas a Elpidio, dedicado a la formación de la juventud, textos que circulaban clandestinamente por toda la Isla. Su obra fundacional partía de este criterio: «Yo soy el primero que estoy contra la unión de la Isla a ningún gobierno, y desearía verla tan Isla en política como lo es en la naturaleza».
El Padre Varela murió pobre en San Agustín de la Florida, en enero de 1853, y fue enterrado en el cementerio local. En septiembre de 1910, el gobierno de José Miguel Gómez aprobó una ley que dispuso la inhumación de sus restos y su traslado a Cuba donde se le tributarían honores de ex presidente de la república. Las reliquias llegaron a la capital cubana en noviembre de 1911 y fueron colocadas en un mausoleo erigido en el Aula Magna de la Universidad de La Habana en agosto de 1912.

El Papa Juan Pablo II ante la tumba del padre Varela, en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, durante su visita en 1998.
-II-
El ideario republicano liberal del Padre Varela se fundía con su pensamiento filosófico y pedagógico, donde la ética de la justicia asumía la guía. Independencia y libertad se asociaban con honor y dignidad en su cultura política; por eso postulaba: «Las armas de la calumnia envilecen al que las usa y honran al que recibe sus golpes (…) es más fácil despreciar que responder (…) una sociedad en que los derechos individuales son respetados, es una sociedad de hombres libres (…) el más cruel de los despotismos es el que se ejerce bajo la máscara de la libertad».
Varela despreciaba las que llamaba máscaras políticas que «encubren al hombre en la sociedad, y le presentan con un semblante político muy distinto del que realmente tendría si se manifestase abiertamente». Ante esa aberración —similar a la doble moral de nuestra época— subrayaba: «el hombre que no puede hablar lo que piensa, calla si tiene honor (…) Las ideas no se matan a balazos y tampoco se disipan con insultos».
Creía que esta desviación de la libre práctica de los derechos hallaba su punto culminante en la obstinación política, característica «por la cual procuran los hombres llevar adelante sus ideas aun cuando perciben que son equivocadas, y sin cuidarse del bien de los pueblos, sólo atienden a la gloria de su nombre».
Frente a la actitud soberbia de los políticos de oficio, que se presentaban como los más fieles servidores de la patria, advertía que esta: «a nadie debe, todos sus hijos le deben sus servicios. Cuando se presentan méritos patrióticos es para hacer ver que se han cumplido unas obligaciones. Esta debe ser la máxima de un patriota». A tenor con ello consideraba: «el patriotismo es el último recurso de los perversos» [y por eso]: «Yo jamás he creído en el patriotismo de ningún pícaro».
Percibía la política como extensión de la ciencia, por lo que no debía ser campo para experimentos y desvaríos irresponsables y sin fundamento: «Inventar un sistema y buscarle pruebas, es un delirio; observar efectos y deducir causas, esta es una ciencia». En política solo distinguía dos clases de cubanos: «los amigos de su prosperidad con preferencia a todos los países de la tierra, y los egoístas que sólo tratan de hacer su negocio aunque se arruine la Isla; en una palabra: patriotas y especuladores, y que el nacimiento no constituye a nadie ni en una ni en otra clase».
A los que «están continuamente deplorando la desgraciada desunión de los partidos como el mayor de los males (…) como no fuese en sufrir las cadenas de un gobierno despótico» [los consideraba] «enemigos de la libertad». En su opinión: «Cuando el hombre no depende de la ley, sino de la libre voluntad o del capricho del que le gobierna, es esclavo por más dulce que se finja su esclavitud».
Los actuales gobernantes cubanos deberían recordar a Varela cuando sostenía: «El fanatismo siempre es producido por la irreflexión y la soberbia, impidiendo aquella el conocimiento de las diversas relaciones de los objetos, y ésta el saludable riego de los buenos consejos, que apaga la tea destructora». Por eso advertía: «Ningún gobierno tiene derechos. Los tiene sí el pueblo, para variarlo cuando él se convierta en medio de ruina, en vez de serlo de prosperidad». [Pues] «es un mero ejecutor de la voluntad general (…) ejerce funciones de soberanía; no las posee, ni puede decirse dueño de ellas».
A los políticos que en todas las épocas gustan de apelar a hechos históricos y pensamientos de predecesores para justificarse, los desnuda implacablemente con su lógica abrumadora, al revelar el método con el que arman una historia y un discurso oficiales:
Se recogen los hechos favorables al intento que nos proponemos, y rara vez se atiende a los adversos, esto es, a aquellos en que las mismas causas produjeron muy contrarios efectos. El deseo de encontrar en la historia innumerables pruebas de su opinión, hace que un autor se empeñe las más veces en ojear antiguos manuscritos exactos, o inexactos sacando de ellos como con pinzas cierto número de hechos que él ha visto bajo los coloridos que le inspira su pasión: presenta después los frutos de su dilatado trabajo, enlazando estos datos por medio de reflexiones que asegura se deducen de la naturaleza de ellos mismos, y queda comprobada por la historia una opinión totalmente contraria a la que tenían los antiguos.
Ante la crucial disyuntiva histórica de inicios del XIX entendía: «Es un error pensar que en un pueblo que se halla en la situación crítica en que está la isla de Cuba se puede hacer nada bueno sin unión». Sin embargo, criticaba que esto se intentara mediante sociedades secretas que supuestamente guiarían al pueblo hacia la independencia y que realmente eran:
(…) la reunión en secreto de un partido, que ni adquiere ni pierde por semejante reunión, y lo que hace es perturbarlo todo aparentando misterios donde no hay más que mentecatadas en unos, picardía en otros, y poca previsión en muchos que de buena fe creen que todos los asociados operarán siempre como hablan, y que tienen la misma honradez que ellos.
En cambio, Varela favorecía la unidad a través del respeto a la diversidad de opiniones, en lugar de la uniformidad del pensamiento, pues: «distinguiéndose los hombres en sus ideas más que en sus rostros, la variedad de pensamientos no puede desdecir, antes adorna una nación que aspira a distinguirse por las luces. ¿Se manda una uniformidad de vestidos? Pues ésta sería más llevadera que la uniformidad de ideas».
Como los actuales cubanos de honor, Varela arremetía sin misericordia contra «el sistema infame de las delaciones» y clamaba: «Quiera Dios que esta arma que se ha puesto en manos de la perversidad no produzca un efecto muy contrario del que se propone el Gobierno». Entre ellos, que «el disgusto general no conduzca a una revolución sangrienta, por ser fruto de la desesperación».
En su cumpleaños 233, que hoy celebramos, «el que nos enseñó primero en pensar» sigue acompañando a los hijos dignos de la Isla en su brega contra el despotismo, por la libertad, igualdad y fraternidad y por el establecimiento de una república de justicia e igualdad de derechos para todos los nacidos en Cuba.
26 comentarios
Ante todo, muchas gracias por resumirnos con exelencia el pensamiento del padre Varela. Su eticidad, la de Luz y Marti, son hoy tan ignoradas por la mayoria de los Cubanos dentro y fuera de Cuba, que la mayoria de las veces se sufre de verguenza ajena. Hoy, que he cruzado el umbral de la ancianidad, siento que me abandona el orgullo de ser Cubano que siempre habia sentido. Espero, porque se que los hay, que jovenes cultos y mas Valientes que yo, salven a Cuba, dentro y fuera de la isla, del fanguero moral en que nos encontramos.
Como pensar que los que gobiernan hoy en Cuba lean a Varela?, acaso no no son ateos hasta la medula? los comunistas reniegan de la religion y los curas para ellos todos son sospechosos.
Cubano47 En Cuba se puede ser creyente y al mismo miembro del PCC.
Gracias por los.comentarios. Varela pensó y vivió como un independentista incorruptible. Esa actitud política radical y la falta de milagros atribuibles ha hecho que no pase de la beatitud, aunque su proceso para la.santidad hace años que está abierto. No es.correcto pensar que sea poco conocido por ser creyente,.el.ateismo dejo de ser oficial hace 30 años y los creyentes pueden ser miembros del partido. Salvo excepciones institucionales, como la.labor.editorial de la Casa.de.Altos Estudios Fernado Ortiz, Varela es menos promovido por su radicalismo liberal que por.su carrera eclesiástica.
Taran en mi época de estudiante, fui testigo del sufrimiento de una compañera super inteligente, al no otorgarle la carrera con la cual ella siempre había soñado, simplemente porque en su casa su abuela tenía un altar religioso. El permitir ahora la doble creencias es conveniencia más que respecto a las diferencias.
Como todo lo que hace la hipócrita dictadura cubana.
Hay cosas muy importantes
Horrible lo que sucede en el minuto1:47 ?
Me llama mucho la atencion como el policia no golpea a la muchacha en sus partes con un golpe estudiado y ella automaticamente se repone y le va para arriba otra vez como si hubiera nacido defendiendose.
Me es vergonzoso observar a los hombres que iban con ella desapartandola con lo facil que hubiera sido para el grupo someter al abusador y hacerlo pagar su abuso pateandolo de la misma forma.
Desprecio a todos esos bastardos que no reparan en golpear mujeres indefensas en nombre de una tirania.
No dejo de pensar que si el Padre Varela viviera en la época actual, tendría su acto de repudio y su boleto para España. Él y Martí nos ayudaron a pensar. Honor a quien honor merece. Gracias por su artículo.
Gracias señor Mario por su publicación sobre tan ilustre cubano, he leído varias veces el libro Cartas a Elpidio del Padre Varela, que pronto va a cumplir 200 años de publicado y tiene una vigencia total.
En el, vemos reflejados los impios actuales y otras cosas muy interesantes que desnudan la politiquería en la que envuelven a nuestro pueblo para dividirnos y que nos enfrentemos unos con otros, como siempre los indios fajados mientras los caciques desde sus oficinas y carros refrigerados, obesos y colmados de lujos observan la riña.
Mario, me salgo un poco del tema pero habiendo leído varios artículos suyos, ilusiono pueda ud. asistirme en una indagatoria que me resulta imposible hacer físicamente concurriendo a la Biblioteca Nacional. Podría ud indicarme quién o quiénes y en qué fecha aproximadamente fueros los primeros autores cubanos que escribieron propiamente una “historia de Cuba” en el siglo XX. Creo que, sin duda, la nueva generación tendrá que abocarse a reescribir, como es históricamente observable, una nueva interpretación de la misma ya desprendida de tanta manipulación interpretativa de autores ideologizados o patrioteros como hemos adolecido. Soy un simple lector vocacional de lecturas de historia eludiendo los textos académicos a favor de ir a los textos de los que en cada hito la vivieron e interpretaron en directo.
La saludo y espero tenga la gentileza de darme alguna orientación sobre ello.
Pablo: con mucho gusto, puedes.escribirme al.gmail, es un tema muy complejo para esta seccion.
Gracias por este artículo esclarecedor y reivindicativo del pensamiento de Felix Varela, sin dudas un imprescindible del pensamiento político cubano, muy insuficientemente desconocido por nuestros compatriotas. Cuanto duele y cuánto daño hace a la nación que ese incisivo y etico discurso, como solido cimiento de nuestra identidad, sea relegado y sustituido por otro basado en el odio, el irrespeto al derecho de la persona, el cinismo y la represión a la libre expresión. No solo Varela y Marti, tantos otros que aportaron su lucidez y su etica que han sido tergivesados y manipulados y que nos han llevado a este pantano y esta miseria espiritual.
Hoy nos lamentamos del desprecio y la calumnia que persiguieron a Osvaldo Paya, del desconocimiento del suplicio de Pedro Luis Boitel, de tantos héroes y martires no solo víctimas por haber sido desterrados o asesinados sino por haber sido silenciados en su pensamiento. Es muy triste no solo por la perversidad de un sistema que les aplicó toda la represión y el daño que le fue posible según su conveniencia, sino por el silencio o la apatia o el permitir hacer complice de nosotros como pueblo, como en estos dias presenciamos el linchamiento mediatico por el poder de Yunior Garcia y en las conversaciones intimas de demasiados cubanos todavía desprovistos de una auténtica conciencia ciudadana.
Gracias, Mario por acercarnos a ese pensamiento honesto que enaltece el alma y ayuda a despertar conciencias.
Muchas gracias, excelente artículo!!
Algo debe investigarse y es el motivo por el qué, en una etapa tan temprana de su vida, Varela deja de predicar el separatismo para Cuba, acaso porque descubrió las fuerzas oscuras que fomentaron las independencias hispanoamericanas.
[…] El pensamiento vivo de Félix Varela — La Joven Cuba […]
cuando,hace ya mucho tiempo,el Magnifico se dio cuenta que para reynar absolutamente en una isla de tradicion liberal ya 90 millas de los EEUU,la cuna de la Revolucion liberal americana,hacia falta una ideologia centralizadora,amante del centralismo ,apoyada “cientificamentepor lo Padres Comunistas”y con el apoyo de una potencia que le diera soporte a sus planes de Faraon Magnifico,se dio a la tarea de importar una ideologia conveniente,traida por los pelos a un pais en que hasta los comunistas eran liberales.Atrapada Cuba en esos lazos fraternales,lieradores carinosos de los comunistas,se dieron al la tarea unos intelectuales revolucioario,comunistas ,elitistas de embrutecer al pueblo cubano apartandole de sus tradiciones republicanas y liberales.El resultado esta ahi : los jovenes cubanos,recitan pasajes del captal,el manifieto comunista ,la sagrada familia,etc,etc y no sabe nada de la historia cubana,de sus Paradigmas,de sus luchas,de sus exitos pero si sabede sus fracasos y errores.Solo sabe que marti dijo “en silencio ha tenido que ser” y estoy a tiempo de impedir…etc,etc ” Y tenemos que hasta Yunior Garcia,aun asustado,con el mismo terror que hasentido innumerables cubanos,como el que yo senti al verme en la UMAP……pues sale diciendo que es de izquierda y !! Abajo el Bloqueo”…..asi han envenenado los intelectuales comunistas y similares al pueblo cubano !! Unos envenenan el alma ,otros torturan el cuerpo !!!!
Si el ejercicio de la soberanía del pueblo no
conoce límites, sus representantes que se consideran con toda ella, podrán erigirse en
unos déspotas, y a veces el interés rastrero
de un partido formaría la desgracia de una
nación… Es preciso, pues aclarar las ideas de
libertad nacional y de limitación del primer
poder y de la soberanía; pues el hombre tiene
derechos imprescriptibles de que no puede
privarle la nación, sin ser tan inicua como el
tirano más horrible.
Padre Félix Varela.
TARAN, como compensar o resarcir a todos los religiosos replesaliados con la exclusion de estudios superiores y trabajos de altos cargos? El hecho que de forma tardía se haya corregido esa injusticia, no quiere decir que queda en borrón y cuenta nueva. Tuve alumnas que no les dieron la carrera de Medicina porque iban a la iglesia. Un Maestro amigo que se casó por la iglesia en Diciembre de 1973, fue separado del aula y enviado a una oficina al MIned. Jamás he leído una disculpa del gobierno, tampoco la hubo por la UMAP, que eran verdaderos campos de concentración o Gulap.
Es increible el danno que se ha ido haciendo consecutivamente. Los despojos, la penalizacion de nuestras tradiciones, la usurpacion de la educacion de los hijos, el apertheid con el nativo y la violencia represiva al que no actua como un animal domesticado. Creo que cada vez va quedando menos de la sangre de esos patriotas en las venas de los que no tienen otra opcion que seguir viviendo dentro del fango.
PADRE VARELA GRAN PENSADOR HOMBRE LIBRE Y HONESTO HOMBRE INTEGRO Q PUSO.EL NOMBRE DE NUESTRA PATRIA BI3N 3N ALTO ESTOS ESBIRROS CASTRISTAS LES DEBERIA DAR VERGUENZA CON TANTOS HOMBRES DIGNOS Q COMO VARELA MARTI Y MACEO LUCHARON MUY DURO POR LA LIBERTAD Y LA INDEPENDENCIA DE NUESTRO PAIS
Conocía muy poco al personaje, Sr Navia, así que muy productivo para mi el texto.
En cuanto a la religión ha habido muchos excesos por ambas partes. Pero la jerarquía de la Iglesia Católica siempre ha estado a favor de la defensa del statu quo de los opresores en todas partes, aunque siempre con el hipócrita discurso a favor de los pobres.
Los pobres no necesitamos caridad, necesitamos contar con los medios para vivir con nuestros propios esfuerzos.
Lo que ocurre es que el capitalismo contemporáneo no tiene hoy contenido de trabajo para mil millones de personas en el mundo, sic MIL MILLONES, y políticamente aun no ha encontrado, lo cual no quiere decir que no los encuentre, los medios para eliminarlos.
Un saludo a usted Sr Navia y feliz domingo
Ramón Izquierdo Delgado
Muy importante que se conozcan estos proceres desde una optica real. Asi cuando los cubanos puedan coonocer que no siempre fueron lo que son ahora y que provienen de una nacionalidad que podia haber brillado como tal, quizas puedan tomar los despojos de su estirpe y tratar de reconstruirlos..
Por eso es importante que se cambie de raiz esa podredumbre en que se vive en la Isla y se vuelva a reconocer a nuestros antecesores, no solo a nuestros patriotas sino a nuestros abuelos y los abuelos de nuestros vecinos tales como fueron y vivieron y conocer que no siempre se vivio, como hoy, de la limosna ni se estuvo conforme con la miseria moral, economica y politica impuesta por dictaduras ejercidas por bastardos que nos maltratan como si fueramos extranjeros en nuestra propia Isla.
PARA MONGO IZQUIERDO.
Ud no da puntada sin hilo. Hipócrita es el “evangelio” de los comunistas y socialistas con respecto a la pobreza, porque carecen de ejemplaridad. Predican cansinamente que trabajan para los humildes y por los humildes, mientras tanto viven en mansiones en Siboney, Miramar, Vedado, Nuevo Vedado y Kohly , y no en los barrios humildes y obreros de Martin Perez, Juanelo, Pogolotti y Cotorro. No cogen guaguas, porque tienen carro, chofer y gasolina sin racionamiento. No hacen cola para comprar el aceite, los huevos, el pollo y el cafe, pues compran en tiendas especiales para dirigentes, ademas de recibir una suculenta Jaba mensual.
En fin, los curas no tienen semejantes prebendas y privilegios. He visto Hogares de Ancianos regentados por monjas y funcionan a las mil maravillas, reciben donaciones del exterior. La Iglesia si hace el verdadero evangelio, no el descaro de los gordiflones en guayaberas, cada día mas barrigones.
SABES LO QUE PIENSO DE UD? QUE VIVE EN CUBA, QUE ES MÁS CUBANO QUE YO Y QUE TIENE DOBLE PERSONALIDAD PORQUE SE LA ASIGNARON.
Si el mundo dependiera de la comida y vienes de consumo que producen los países comunistas ( Cuba, Korea del Norte, China y Vietnam Nam ) , se moririan de hambre. China y Vietnam Nam no darían a basto para alimentar ni a medio planeta. Pero Ramón Izquierdo aspira a que muera el capitalismo, que es la Locomotora Industrial del mundo. Semejante idiotez solo la puede generar un analfabeto
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