Mike Porcel es uno de los creadores musicales más destacados del momento de la llamada Nueva Canción en Cuba. Fue músico desde siempre, cuando de niño le pusieron una guitarra de juguete en el árbol de Navidad. Su obra se dio a conocer a fines de los “60 y principios de los ’70, principalmente mediante su labor en dos grupos punteros de esos años: Los Dada y Síntesis. El músico se caracterizaba por asumir innovadoramente las esencias de la canción trovadoresca cubana y acrecentarla con elementos de fenómenos musicales internacionales que circulaban por entonces. Esto le proporcionó a sus canciones un realce sobresaliente.
Se trataba de una música ricamente concebida y, siendo un vehemente lector de poesía, de unas letras felizmente tocadas por la hermosura. Mike Porcel era ante todo un lírico, alguien que abre su alma al amor y la belleza. Sin embargo el éxito momentáneo del compositor pronto se vio coartado por ciertos “problemas” que presentaba. Le gustaba el rock, elementos del cual incorporaba a sus canciones, vestía pantalones estrechos, llevaba el pelo largo, era religioso y no componía alabanzas políticas. Por encima de modas y críticas decidió ser (y hacer) fiel a sí mismo.
Por supuesto que las puertas se le cerraron
Encajaba en el peligroso parámetro del “desviacionismo ideológico”. Sin trabajo seguro, sin presentaciones y sin grabaciones decidió buscar porvenir en otras tierras. Eso lo sumió en problemas más agudos, el rechazo de muchos de sus “compañeros” y los demoníacos actos de repudio. Todavía cuesta pensar qué fue lo que pudo llevar a tanta gente a emprenderlas a insultos, acosos y golpizas con personas cuyo único “delito” era que, por disímiles razones, muchas veces económicas pero también de ideas, no querían seguir viviendo bajo el sistema imperante en la Isla.
Todos los que vivimos esa época recordamos con horror aquellos actos crueles. A la gente se le apedreaba, se le daban palos, se les caía encima en grupos a pegarles puñetazos, se les cercaban las casas que eran bombardeadas cuando mejor con huevos. Se insultaba y separaban a sus hijos en las escuelas. ¿Qué mecanismo diabólico llevó a generar aquellas razias? No se trataba de personas que pusieran bombas ni se enfrentaran a tiros contra el sistema, sino simplemente de gente que quería irse a otros países. Como Mike Porcel.
Lo más irónico era que en el medio de los abucheos, sitios y golpes se les gritaba “¡Qué se vayan!”, ¡pero si era exactamente eso lo que los acometidos querían hacer! ¿Qué diferenciaba aquellas palizas a las que sufrían los judíos en la Alemania de Hitler o los negros de los movimientos civiles en los Estados Unidos por esos años, por solo poner dos casos en una larga historia de violencia contra los seres humanos? La política no puede ver como bueno un procedimiento porque lo motiva una supuesta idea grandiosa. Concebir que si los palos los dan los de derecha son injustos, si los consuman los de izquierda son legítimos. Tal principio es maquiavélico.
Los buenos fines deben ser cumplidos por buenos medios.
La política humanista, esa que intentamos construir y a la que debemos acercarnos cada vez más, debe ser inclusiva, generosa, dialogante. Como bien sabe Mike Porcel, ninguna persona está hecha para abandonar su país con el fin de realizar una vida viable. Es en su tierra materna donde tiene una memoria, un entorno humano comprensivo y semejante, un espacio significativo. Emigrar es siempre abrir una herida que jamás se cierra porque donde vaya el emigrante allí irá todo lo dejado y lo que pudo ser.
Felizmente aquellos actos han terminado, no así el recuerdo espantoso de su realidad. Creo que nos debemos todavía un diálogo franco y desprejuiciado para minimizar el daño residual que eso legó y, sobre todo, para evitar que vuelva a suceder algún día. Un país es de todos sus ciudadanos, crean o no en el sistema que rige y a todos hay que hacerles espacio. La ley debe proveer oportunidades para todos, aliados o no con la idea predominante, dejando espacio para la realización plena de todos los ciudadanos a partir de la tolerancia, el respeto y la conciliación de objetivos y empeños.
El diálogo y el consenso desprejuiciados son los que consiguen que un ámbito así pueda funcionar sin lacerar a nadie ni rebajar la condición humana de nadie. Era lo que buscaba el principio martiano de “con todos y para el bien de todos”. Estos asuntos vienen a nuestra reflexión al ver el documental “Sueños al pairo” que recorre la vida y aquellos angustiosos momentos por los que pasara el compositor Mike Porcel. Es admirable que artistas e intelectuales cubanos excelentes accedan, con veracidad y afecto, a situar al músico en su real valía.
Con esto nos lo devuelven un poco a quienes lo admiramos y le devuelven a él la fe en un país que es mucho más que todo cuanto ha pasado y que guarda aun suficientes energías de regeneración. El artista parece percatarse de ello y lo resume en una frase luminosa: “En mí no hay rencor”. Todos debíamos hacer una práctica de vida de tal frase. Ese es un principio para la reconciliación y el empeño en abrir caminos beneficiosos todos juntos.
16 comentarios
“Todavía cuesta pensar qué fue lo que pudo llevar a tanta gente a emprenderlas a insultos, acosos y golpizas con personas cuyo único “delito” era que, por disímiles razones, muchas veces económicas pero también de ideas, no querían seguir viviendo bajo el sistema imperante en la Isla.”
Pero si es la misma práctica que vemos cada Domingo en La Habana contra las Damas de Blanco por pensar diferente o contra cualquiera que disienta en algún modo.
Ellos querían irse (porque pensaban diferente) y esa fué la respuesta que tuvieron. Los de hoy tratan de manifestarse (porque piensan diferente) y tienen la misma respuesta intolerante.
Muy superficial tocado, fue mucho más.
Es tarde para querer rectificar, el cambio será tarde o temprano, pero no queremos a este gobierno cubano que sigue desangrando al pueblo.
“Felizmente aquellos actos han terminado”.
Y cuándo fue que “terminaron” que nadie se enteró?
No, Sr. García Verdecia, los infames actos de repudio infelizmente no han terminado. Continúan siendo una mancha negra en el expediente del socialismo cubano muy difícil de que se borre alguna vez.
Los actos de repudio debieron llamarse algo así como Cooperativas de Odio. Fueron los más efectivos métodos de represión en una revolución cuya única obra realmente eficiente ha sido, precisamente, la represión. Cuando miles de caritas te observan con desprecio y te gritan eslóganes patrioteros, tienes que preguntarte para quién has estado preocupándote y arriesgándote tanto. Yo comprendo a Mike, que es un poeta, al decir que perdona pero no olvida, si es posible. Yo no. Al error no se le perdona, para que no crezca. El error es como un virus que a partir de material genético de la célula se reproduce. El error lo manda el Diablo en par, de tal modo que el objetivo, al tratar de apartarse de uno, cae en el otro; los nietos de los que repudiaron a Mike, reprimen hoy a cuatro viejas con gladiolos en las manos.
Álgebra ideológica pura: menos por menos da más…
“ Felizmente aquellos actos han terminado “. Siendo honestos, cuándo terminaron?
El mecanismo diabólico fue creado y dirigido por la cúpula del PCC,hay que ser muy ingenuo para no creer que todo fue creado por los más altos dirigentes,hoy,los actos de repudio siguen,y lo peor es que utilizan niños para estos actos,todo forma parte del sistema de control;si no haces lo que te digo,mira lo que te puede pasar,hoy se ven con la soga al cuello y por fin eliminan la aberrante ley donde los cubanos perdían la ciudadanía por vivir dos años fuera de Cuba.
“Felizmente aquellos actos han terminado”. Me imagino que el autor se refiere a la actual “coyuntura” del coronavirus en Cuba, que no permite los amontonamientos de personas, por lo cual la frase debería ser algo asi como … “Desgraciadamente una pandemia fue necesaria para detener esos actos” … incredible pero cierto. 😉 Saludos
Que los actos de repudio han terminado??? Métete a disidente declarado y convoca a una reunión en tu casa y veras como se terminaron.
Por eso no lo condenan, no se arrepienten, no lo harán jamas, porque es un arma que van a seguir usando cuando estimen, eso va en la propia esencia del régimen que gobierna. Lo que no se acaba de dar cuenta la gente es que la revolución se acabo hace mucho tiempo dando paso a un engendro que ellos convenientemente le siguen llamando socialismo.
Hasta que el partido gobierno no pida perdón pública por la UMAP, los actos de repudio, el castigo de 8 años para el retorno que aún se aplica y otras barbaridades no podremos confiar en una verdadera voluntad democratizadora. Es cierto que lo revolución tenía derecho a sobrevivir, y lo hizo, pero ahora que se dice consolidada es el momento de pedir perdón por los errores, solo así las nuevas generaciones podrán confiar. Pero dudo que lo hagan algún día porque los dirigentes soberbios se creen dueños de la verdad absoluta.
Creo que utilizan a Mike Porcell como pretexto para condenar los mitines de repudio.No participe en ninguno , como no pertenezco a las Brigadas de Reaccion Rapida. Mi padre , comunista de toda la vida , desde 1935 , me decia que eran herederas de la porr machadista, y por eso las rechazo.Pero recapacitemos: en 1980 se fueron mas de 100000 personas , y cuantos mitines de repudio se hicieron?100000?50000?10000? Uno solo era condenable , pero a quienes se hacian? a quellos que , como Mike, tenian doble moraL aunque , tambien la tenian varios de de losHimno del XI Festival de la Juventu repudiantes . Mike Porcell no era un disidente ni un represaliado . Meses antes del mariel, su cancion Somos la Flor se erigio en himno del XI Festival de la Juventud.
Aquellos dias fueron tensos y oscuros. Pero Mike no era una victima
Uno, mil o diez mil dan el mismo resultado. No se excuse más con su padre, que si usted se atreve a decir, hoy en día, que Mike Porcel no fue una víctima, tal parece que está excusando su parte en los actos de repudio de ayer y en vez de pedir disculpas y apreciar el perdón que le ofrecen, sale al ataque. Tenga vergüenza, coño
Cada vez que un estudiante de la CUJAE (que fue donde estudie y donde lo veia dia a dia) pedia la baja en aquella epoca , la secretaria de su escuela le informaba que tenia que volver a recibirla y le daban la fecha y la hora.
Cuando el estudiante volvia lo estaba esperando un grupo azuzado por la infame UJC y lo ofendian y lo empujaban humillandolo. Un truco muy aestilo de esos que dicen que “esperaban que les dijeran que es lo que tenian que hacer”.Nadie ha pagado por eso. Ni el gobierno que lo oriento y los vasallos que llevaron a cabo la bajeza.
Ahora las bajezas son otras. Solo cambiaron la cubierta pero el nucleo es el mismo. Ahora maltratan y demonizan a las Damas de Blanco y a otros que no comulgan con esos que ya viejos, muertos y hasta olvidados no han pagado l que hicieron y siguen haciendo.
[…] a través de Mike Porcel: el bien, la belleza y otros males — La Joven Cuba […]
Muy buen homenaje merecido a Mike Pocel, pero lamentablemente los actos de repudio no han desaparecido y se han mantenido durante 40 años después.El hecho que el autor no se entere no significa que no existen. La política de desinformación de los medios de difusión del totalitarismo cubano impiden enterarse de la realidad.Yo por mi parte, ni perdono ni olvido a los que me han hecho daño: no eran niños inocentes sino adultos responsables vestidos de comisarios.Cada uno es responsable de sus decisiones. Recuerdo una amiga francesa española que iba a terapia porque no podía superar haber sido violada por su padre en su niñez y la terapia le pedía que lo perdonara. La violencia que sufría con este pedido que no lograba hacer, empeoraba en vez de mejorar su estado psicológico. Para colmo de males, los actos de repudio contra Mike Porcel fueron durante una semana atacando su casa y con micrófonos gritándole improperios e insultos.Hoy todos los disidentes opositores discrepantes están a merced de ellos, programados por la policía política cubana, el mayor cáncer de la nación junto al PCC. La tragedia de los brutales abusos personales de las autoridades cubanas contra los ciudadanos, no ha cesado.
Este articulp esta muy en consonamcia con eñ mio: Los errores ideologicos.Es mi linea de pensamiento
Esteban
Conviene recordar que la culpa no se transmite de padres a hijos y tampoco de un líder al que le sigue. Al igual que no se puede comparar al Real Madrid de hace diez años con el actual porque no son los mismos jugadores, no se puede comparar al PCC de entonces con el actual porque sus líderes son distintos.
Lo digo sabiendo lo habitual que es que culpen a los disidentes actuales de lo que hizo Batista, una aberración conceptual sin ninguna lógica.
En la “Joven Cuba” cada cual asume la responsabilidad de sus actos, pero no la de sus predecesores ideológicos.
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