Por: Roberto G. Peralo (roberto.peralo@umcc.cu)
“Tenemos que lograr que el marxismo leninismo se ponga a la altura de la revolución cubana”. Fernando Martínez Heredia
Para un coleccionista de libros resulta emocionante encontrar un ejemplar de lo que debió ser uno de los últimos números de la revista “Pensamiento crítico”. ¿Por qué conservarlo como una reliquia histórica? De que este fuera la última publicación de “Pensamiento crítico” representa un triunfo del dogmatismo y la intolerancia sobre uno de los intentos por construir un proceso revolucionario socialista autóctono desde las profundas raíces cubanas.
Dicho por Martínez Heredia quien fuera su director: “Formábamos parte (los editores de la revista) de la gran herejía que fue la Revolución cubana… Se debía a la Revolución pero sin convertirse en una oficina determinada de una instancia específica. Eso le daba la posibilidad de expresarse como revolucionaria, pero sin otra sujeción que la del compromiso libre y abiertamente asumido con la Revolución. La revista era polémica, y más de una vez sumamente polémica. Fue un hecho intelectual protagonizados por jóvenes de la nueva revolución, que tenían como contenido los problemas principales de su tiempo. Combatió con ideas, con la elección de sus temas y con la presentación de hechos, problemas e interrogantes que las estructuras de dominación suelen ocultar o deformar, sin temor a la crítica de las ideas y del propio movimiento al que entregábamos nuestras vidas, en busca de la creación de un futuro de liberación.”1
Los años donde nació la revista (1966) se caracterizaban por una intensidad en los enfrentamientos violentos y de agresividad imperialista, acechando constantemente