Amores y solo amores

por Giordan Rodríguez Milanés
amores

Amores, y solo amores en Cuba. Mientras el odio arrecia, los trovadores convierten “al grito  y al llanto en arte”. Los “agoreros de las falacias” no perdonan la coherencia de vivir y soñar “de atreverse con la vida” y “aceptarle el puñetazo”.  El cantautor intenta “tratar de comprender lo que pasó”, consciente de que “la impostura en un suicidio a pleno sol”.

El emperador lo dejó muy claro desde sus primeros berreos: desmontaría todo acercamiento y búsqueda de la normalización de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos. Obviamente, en el mundo actual, los impactos psicosociales de cualquier política hay que potenciarlos y se verifican en las plataformas comunicativas: los medios ya tradicionales, la blogosfera  y las redes sociales. Si antes un emperador sin bufones era aburrido, en la actualidad es ineficiente sin una vanguardia que se encargue de  tronchar el vuelo de la libélula.

Cuando el dinero corre, sobran los aspirantes a bufón imperial. Fluyen las babas del  descrédito y demonización por las comisuras de los pretorianos del rencor. Eventualmente felices los rabiosos de una orilla. Eventualmente tranquilos  los cobardes y acomodaticios que, desde  la cota propia, habían  dejado de dormir  desde que el emperador anterior, fresco y jovial, se ganara la simpatía de una buena parte del mismo pueblo que nunca dejó de intentar atenazar.

Pero así somos los comunes: solemos creer más en un discurso, una sonrisa y la aparición en una comedia, que en las persistentes multas del Departamento del Tesoro a quienes comerciaran  con la isla maldita o, en oposición, tampoco creer en el desarrollo de las fuerzas productivas desde la iniciativa individual y la participación ciudadana sin el padrinazgo del Estado.

Persistentes, como el infante herido que se niega a dejar de mirar el ocaso, tal vez el último ocaso, los artistas continúan viviendo  la prisión y la libertad de la fe como remedo  contra  “ser otro eslabón del cinismo”. Hacen uso de la capacidad de retoño. Si una verdad se sostiene, aún bajo tierra, en algún momento tendrá que germinar… y germina.

Escuché Carnal, el disco de Buena Fe “antes que solo fuera himno y vítores”, en medio de ese  preludio aún espeso y desafinado,  que todo parto trae consigo. Música, solo música. Ni cartas a la novia, ni tesis doctorales, sino “provocaciones al viento”, sinceridad para acariciar con amor a quienes se arriesgan a romper el odio. El más violento y contundente golpe en modo belleza  para devolver el rencor y la rabia a los aspirantes a bufones imperiales y los viejos jinetes del horror.

Canciones, solo canciones. Sin estribillos pegajosos ni construcciones melódicas utilitarias de fácil repetición. Un reto para quienes –sobradas de simpatías—, aún se ven a sí mismas sobre los hombros del compañero de la universidad, o aquellos que veinte años después se aferran a la entrepierna de la amiga prohibida y  pegada a su cervical mientras el coro proclama que no nacimos ángeles.

Claro que no nacimos ángeles, ni lo somos los diletantes, ni menos los trovadores. Los ángeles no crecen ni maduran como mis hermanos de la buena fe. Los ángeles no dudan, no son atacados en las redes sociales, no  tienen que escoger entre la dignidad y una gira escamoteada. Los artistas honrados, coherentes, patriotas, sí tienen que hacerlo. Y, sin son cubanos, mucho más. ¡Hasta los quieren obligar a que se pronuncien acerca de lo que no desean hacer!

Es por eso que, aún si haber escuchado el producto final, cuando  Israel me compartió fragmentos de aquella conversación con un médico cubano que le sirvió como una de sus fuentes inspiradoras para la canción “Valientes”, supe que Carnal, además de solo música y canciones, sería un disco que connotaría ese potencial de decencia y comprensión mutua que todo Ser Humano, incluso los de peor calaña, llevamos dentro.

Cuando vi cantar a los estudiantes norteamericanos de Carlos Lazo, en el Teatro Karl Marx, confirmo ese afán de querernos los humanos –y los cubanos— de todos lares y de todos los credos, por más que los ideólogos de la aversión nos acosen a cada instante, y nos quieran hacer creer que las diferencias y los disensos pesan más que los determinantes familiares y los valores humanos.

En definitiva se resume en amores, y solo amores.  En la certeza de que “somos la misma humanidad, todos ante un mismo acertijo”. No tenemos derecho a pedirles más sin dar, por lo menos, la natural decencia y comprensión mutuas a cambio, y la buena fe.

*Todos los entrecomillados son versos de Israel Rojas Fiel.

13 comentarios

Tony 29 noviembre 2019 - 7:38 AM

Giordan, dice … “Fluyen las babas del descrédito y demonización por las comisuras de los pretorianos del rencor.” … Y que pasa con la otra orilla? fluyen los mocos en la lloradera, esperando las fulas y mulas del exterior! Así estamos!! 🙂 🙂 🙂 Saludos

Graciano 29 noviembre 2019 - 8:48 AM

Bonito artículo, Giordan. Gracias.
Tú escribiste: “El emperador lo dejó muy claro desde sus primeros berreos: desmontaría todo acercamiento y búsqueda de la normalización de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos.”
Me gustaría saber a cuál emperador te refieres.
Cuando el presidente Obama visitó Cuba el comandante Fidel Castro, aunque ya retirado, publicó una reflexión que tituló “El hermano Obama”. Si lees ese escrito te darás cuenta del cubazo de agua fría que Fidel Castro le tiró a cualquier posibilidad de mejoría real de las relaciones entre los dos países.
No tuvo en cuenta que Obama se había convertido en una posibilidad de oro para resolver el diferendo histórico entre Cuba y los Estados Unidos tras dar pasos que otros presidentes norteamericanos se negaron a dar.
Luego llegó Trump y ya ves hasta dónde se ha deteriorado la cosa.
Si los líderes cubanos hubiesen sido inteligentes y en verdad hubieran pensado en el pueblo de Cuba y no solo en ellos y el poder absoluto de que disfrutan por casi 61 años, hoy la situación sería diferente.
Pero como dice la canción, “pudo más el interés (por el poder) que el amor (por el pueblo) que te tenía”
Recibe un saludo.

http://www.granma.cu/reflexiones-fidel/2016-03-28/el-hermano-obama-28-03-2016-01-03-16

Tony 29 noviembre 2019 - 9:17 AM

Y hablando de amores, y solo amores, me imagino la alegría humana que debe fluir del imaginario politico de nuestro amigo Harold Cardenas Lema, al ver la pintoresca, Yadira Escobar, veterana de las paginas de este blog, quien quiere postularse para el Congreso Federal por el Distrito 25, usando nada mas y nada menos que fotos con la Bandera del M-26-7 de Fidel Castro, mas alla de las airadas diatribas de algunos exiliados, el proceso electoral continuara como corresponde a cualquier candidato que se presente. Por mi parte yo me pregunto que pasaría, si yo me presento en Ciego de Avila, como candidato al Poder Popular, usando mis fotos con la Bandera roja y verde del Alpha-66!!! Saquen sus propias conclusiones!!! 🙂 🙂 🙂 Saludos 😉

Manuel* 29 noviembre 2019 - 12:50 PM

Giordan, planteas un panorama de amigos y enemigos que divide a Cuba.

cubanuestraeu 29 noviembre 2019 - 3:27 PM

Con tanta metáfora no se entiende nada, solo que ese Israel Roja es lo mas pesado que hay, no pasa de ser una mala copia degradada de Silvio, a la milésima potencia.

milblogscubanos 29 noviembre 2019 - 4:14 PM

Curioso que esta vez a “cubanuestra” no le ha gustado el post y no lo replica como hace normalmente…Uyyyyyyyy ¡¡¡ Con Tony, lo mismo….. Ahhhhhh al amo no se le toca ni con el pétalo de una florecita…
Cuando se habla de “los dos bloqueos”, también me río, porque uno es un bloqueo real, el otro una mala metáfora…por mucha incompetencia, desgana o relajo que haya en Tierra de Pablo, de Fidel, de Ernesto, o de Alexis Cánovas….de quien se acuerdan sus amigos…
Lo mismo pasa con “los dos últimos presidentes” de Tierra del Pavo Indultado… Nada que ver el negrito y el orangután naranja…. El primero algo hizo porque tampoco quería quemarse… pero el Asno…es demasiado….Es tan bobo que hasta se atreve a jalear las protestas en la ex colonia británica y cada día se muestra más torpe… a pesar de las decenas de personas que trabajan para que meta la pata lo menos posible… pero es un ejemplar único….
¡Qué mala suerte tiene Cuba con los millonarios que “se compran” una presidencia de los EEUU¡ Podría salir un Amancio Ortega, que roba como todo el mundo, pero lo mismo es capaz de no joder tanto…como está haciendo el energúmeno de la Casa Blanca…. y mientras.. Cuba no vive, ni vivirá en decenios el horror de Bolivia, Chile, el fracaso del neoliberalismo en Argentina, etc y ahí están las fotos del Karl Max…. en el Canal Caribe de Youtube…. que por cierto ha editado, lo que realmente urge…¡la condena del Bloqueo de EEUU¡

Hoy mismo…29.11.. #Cuba
La Unión Europea reitera su condena contra el bloqueo en el II Diálogo sobre medidas coercitivas unilaterales….Cuba-EU.

Quien no quiera ver que el tiempo juega a favor de Cuba en su contencioso, como país agredido, con EEUU, es porque está en el Club de los Pretorianos del Rencor.

manuel 29 noviembre 2019 - 4:20 PM

La victimisacion de las dos orillas…….alla los que gritan por lo que la Revolucion les ha quitado y quieren imponer ……aca los que gritan por lo que la contrarevolucion les quiere quitar y la Revolucion no les deja tener .

Graciano 29 noviembre 2019 - 6:56 PM

La censura no cambia las cosas.

Graciano 29 noviembre 2019 - 7:10 PM

El emperador lo dejó muy claro desde sus primeros berreos: desmontaría todo acercamiento y búsqueda de la normalización de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos.
xxxxxx
Giordan, debes leer “El hermano Obama”, un artículo publicado en el Granma por el extinto ex presidente cubano FC.
Dicho artículo fue un verdadero cubo de agua fría a cualquier posibilidad de resolver el diferendo Cuba-Estados Unidos de una vez y para siempre.
Es por eso que me siento tentado a preguntarte de cuál emperador hablas.
Recibe un saludo.

Hermes 29 noviembre 2019 - 8:55 PM

Podemos los cubanos criticar a emperadores?

cavalerarl 2 diciembre 2019 - 10:20 AM

Si, pero a los del otro lado 🙂

Alejo 29 noviembre 2019 - 11:52 PM

Desde las dos orillas hay individuos viviendo de la confrontación. No son muchos pero hacen mucho ruido y tienen poder. A veces llegas a cuestionarte para quién realmente trabajan. En los dos lados del conflicto estas personas exigen una limpieza doctrinaria y un expediente impoluto de la más mínima manifestación de simpatía hacia el contrario, so pena de linchamiento público. Venganza, retaliación, ajuste de cuentas, intolerancia, extremismos, son vocablos de uso diario por estos “adalides de la justicia” que tienen el odio como motor impulsor de su gesta. Un odio ancestral con orígenes más o menos legítimos, transmitido de generación en generación como un gen defectuoso que aún dando seres aberrados se resiste a desaparecer. Un odio que otros generaron y que nosotros debemos perpetuar, como herencia fatal. Un odio que se alimenta y crece con cada nueva diatriba, que tiene maestros que enseñan cómo y a quién odiar porque han recibido lecciones magistrales de otros que odiaron antes. Un odio que lo contamina todo y cuál Midas inverso, convierte en porquería todo lo que toca. No, no y mil veces no: el futuro de Cuba no va por ahí. No se puede poner este pesado lastre en los hombros de las generaciones por venir. No existirá futuro alguno para esta tierra mientras sea el odio y no el perdón, la reconciliación y el amor lo que se le predique a sus hijos de ambos lados del conflicto.
Los cubanos somos de sangre caliente, pasionales y algo ególatras y ello nos hace creer siempre dueños de la verdad. Llevamos años sin que ninguna escuela, de aquí o de allá predique un poco de tolerancia.Tenemos un sedentarismo total en cuestiones de respetar el pensamiento diverso, la empatía hacia el contrario y la comprensión de las actitudes humanas en sus contextos. Somos capaces de movilizarnos por grandes causas humanitarias que nos engrandecen como Nación, pero en cuestiones de practicar un poco de misericordia entre nosotros somos absolutamente mediocres. Estas falencias tienen su origen en las dos orillas pero se practican y afectan a toda la diáspora cubana. Muchos no se percatan que al asumir posiciones tan radicales están reproduciendo aquello contra lo que se han rebelado.
Ya es hora de parar: Nadie debería tener el poder o el derecho de negar un espacio físico, político o social a otro ser humano, simplemente por su manera de pensar, menos si ese otro es un connacional. No le hagamos el juego a aquellos que han encontrado en el conflicto un modus vivendi y lo atizan de vez en cuando para mantener caliente sus bolsillos y sus prerrogativas. Cuba se merece ciudadanos cultos, decentes, tolerantes, comprometidos con la solución del problema, que piensen más en Ella como nuestra y no como mía, que miren adelante con el progreso y el bienestar como meta, dejando los rencores en los libros de Historia como recuerdos de un mal tiempo que no deberá repetirse jamás. Amén

Casimiro 3 diciembre 2019 - 4:03 AM

Los forjadores de doctrinas, cuyo fuelle retórico e indetenible, aviva cada vez más las llamas que reblandecen y moldean a conveniencia el rígido acero de su propia ideología, saben muy bien de que lado sopla el viento y dónde guarecerse cuando llegue la tormenta.

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