San Cristóbal de la Culpa

por Alejandro Muñoz Mustelier
cristobal

Nos creíamos salvados. Las políticas gubernamentales y el esfuerzo de la población daban muestras inequívocas de una recuperación al alcance de la mano. Amén de los decesos y el número de infectados, que no son sólo datos estadísticos sino vidas, la curva de tendencia descendía visiblemente por debajo de los pronósticos más conservadores. De repente el rebrote, los eventos en La Habana y la tristísima vuelta atrás.

Aunque era esperado el contraataque del virus, no se había previsto que fuera en tal magnitud, ni por motivos tan fútiles como una fiesta multitudinaria o un club violando cada uno de los protocolos establecidos. Noventa y tres casos en un día emulaban con los momentos más duros de la epidemia. La reacción no se hizo esperar.

En las redes, en las calles, la opinión general culpaba a los habitantes de La Habana de la arremetida del virus: irresponsables, indolentes, indisciplinados, anárquicos, poco higiénicos –por usar un término publicable- y otros calificativos para los que siquiera existen términos publicables adornaron y adornan el gentilicio habanero en estos días. Pero qué es un habanero exactamente.

En el 2018 nacieron en esta ciudad 19800 personas, pero llegaron 21300 de otras provincias. Eso sólo en un año, se supone que la cantidad de inmigrantes del interior del país que viven en la ciudad sea de más del 25%, o sea, más de medio millón de personas. Por otra parte la emigración de habitantes de La Habana al extranjero oscila entre 15000 y 16000.

Con estas cifras es difícil hablar de un núcleo cultural habanero inamovible, sino que como sucede en casi todas las capitales este núcleo cultural se va modificando y reinventándose a sí mismo de acuerdo a las influencias externas. Por eso, la conducta habanera es la conducta de cualquier persona que viva en la Habana, no importa de dónde ni cuándo llegó, qué vino a hacer aquí, cuáles son sus orígenes o su nivel cultural.

El modo de vida habanero no es exclusivo de quien ha nacido en esta urbe, más bien es la combinación de los modos de vida que desde su fundación ha ido recibiendo y reciclando. No ha habido un sólo momento histórico en que no se hayan importado costumbres tanto del interior como de otros países, ahora más que nunca.

Por otra parte, cualquier estancia prolongada en la ciudad hace que se asuman actitudes y estéticas propias del lugar. Otro aspecto a destacar es la inevitabilidad estadística, o sea, en una población masiva hay muchas más probabilidades de que la contención falle, estas probabilidades son directamente proporcionales al número de habitantes; no fue necesario que diez mil habaneros, por poner un número, violaran ostensiblemente los protocolos establecidos, con tres o cuatro bastó, pero incluso en la sociedad más disciplinada –que no somos- tres o cuatro transgresores no es un número a tener en cuenta.

El problema es que tratamos con un virus, y la menor brecha se convierte en un problema serio porque además hablamos de una ciudad muy pequeña con más de dos millones de habitantes entre residentes y población flotante, por lo que el hacinamiento es una realidad, la forma caótica de apertrecharse de bienes de consumo es característica, y lamentablemente, la conceptualización y aplicación de las leyes es, muchas veces, flexible.

Culpar de eso a toda la población de San Cristóbal de La Habana es, además de una generalización, un facilismo. Los mismos eventos en otras ciudades y poblaciones del país –que los ha habido- hubieran tenido consecuencias más discretas.

La forma en que el rebrote ha tomado a la ciudad tiene culpables puntuales, tengo entendido que la ley ha tomado cartas en el asunto. La respuesta nunca puede ser la estigmatización de una población completa. Indignados vimos cómo gran parte del mundo estigmatizó a los chinos y a los asiáticos en general cuando comenzó la pandemia, era sólo cuestión de ojos rasgados, una especie de fascismo epidemiológico por parte de muchos medios occidentales. Por supuesto que el caso en cuestión no llega a esos extremos, pero llega a un estado de opinión, y con eso es suficiente.

22 comentarios

Isaías 4 septiembre 2020 - 2:14 PM

Aunque era esperado el contraataque del virus, no se había previsto que fuera en tal magnitud, ni por motivos tan fútiles como una fiesta multitudinaria o un club violando cada uno de los protocolos establecidos.

Claro. El rebrote se debe a esos miembros del “pueblo indisciplinado” que fueron a la fiesta o a un club, nunca a las enormes colas que ese mismo pueblo tiene que hacer para conseguir unas croquetas pálidas o un pedacito de pollo. Allí no va a el coronavirus porque le teme a las colas.
De esa manera limpiamos de polvo y paja a los señores del gobierno y, como siempre, culpamos al pueblo, ese para el que no hay calificativos publicables.
Y así va la cosa, entre exculpar a los culpables y culpar a sus víctimas.

Orl 4 septiembre 2020 - 2:51 PM

Los ingenuos se creían salvados:

.”Ya triunfamos. Tenemos la mejor medicina del mundo, somos potencia médica, repetían esas y otras sandeces. No están preparados para enfrentar esa pandemia.

jovencuba 4 septiembre 2020 - 2:59 PM

Usted ha sido muteado en lo que resta de día por flooding. Sugerimos reducir el número de comentarios.

Orl 4 septiembre 2020 - 3:13 PM

Luego de probar la vacuna de Oxford en 1 700 voluntarios se determinaron dos cosas.

Una:

Funciona. Genera inmunidad

Dos:

No crea efectos secundarios.

?En cuántas personas se ha probado la Soberana 01 para cantar victoria tan rápido?

Manuel* 4 septiembre 2020 - 4:53 PM

Por suerte hay unas cuantas vacunas muy avanzadas en todo el mundo. Y todas están dando resultados prometedores en las fases 1 y 2. La vacuna cubana es una mas.

El nacionalismo de vacunas no es nada bueno porque conduce a la tentación de aprobar vacunas no suficientemente testadas.

jovencuba 4 septiembre 2020 - 4:55 PM

Coincido con Manuel, sacarle ventaja política a un proceso científico es muy peligroso. Es un juego que están jugando las grandes potencias y Cuba se ha sumado con cierto chovinismo, hubiera sido más inteligente mostrar cierta humildad y que los resultados hablaran.

Victor Manuel 4 septiembre 2020 - 6:06 PM

Es del conocimiento público que la prueba de fuego de las vacunas es la tercera fase. En promedio solamente un 30 % de las vacunas que pasan la primera fase logran superar también la segunda.
Pero para ciertos medios de comunicación, y para algunos países, cada suceso es susceptible de ser explorado en favor de los discursos que les permiten continuar con sus manipulaciones con meros fines políticos. Mañana puede no servir la vacuna, pero la eficacia del discurso no se perderá.

Manuel* 5 septiembre 2020 - 3:55 AM

El nacionalismo vacunil ya se muestra en algunos nombres como Sputnik y Soberana.

Ahora que los pienso en España se están ensayando tres o cuatro y ni siquiera sabemos cómo se llaman.

Camacho 4 septiembre 2020 - 5:19 PM

Bueno, a cualquiera se le va un error, pero creo que hacinamiento lleva H, por lo demás, no y en cuanto al contenido, es muy cierto que no se puede culpar a los habaneros solamente por el rebrote, como tampoco a el pueblo. Indisciplinas hay en todo el país, y en muchos países, hacinamiento, colas, pocos recursos para la higiene, problemas de transporte privado y algunas otras cosas más exclusivas de La Habana, influyen mucho y la hacen vulnerable. Pero, que no digan que de los habaneros que las fiestas, las pachangas y hasta congas y pipas han habido por hay por algunas provincias, donde apenas se hacen unos cientos de los 5 mil test que se están haciendo en el país, la mayoría de n la capital.

Victor Manuel 4 septiembre 2020 - 5:52 PM

Es curioso que los medios oficiales y el gobierno en Cuba achaquen el comportamiento de la pandemia en los últimos días solo a la indisciplina de las personas. Pensar esto es sencillamente subestimar las características de trasmisibilidad de este mortal virus.
Pero, qué características particulares tiene el Virus es capaz de trasmitirse muy fácilmente en el marco de una fiesta familiar, pero no en las tumultuosas colas?
La respuesta podría ser que en lugares cerrados el virus se trasmite más fácilmente. Pero al irrespetar las normas de distancia mínima en una cola (violaciones de carácter habitual), el hecho de que estas se den en un medio abierto no disminuyen la posibilidad de contagio. Luego, no habría motivo para suponer que en una cola donde se encuentra un gran número de personas aglomeradas (por indisciplina o por necesidad) sea menos probable el contagio del virus que en una fiesta.
Las evidencias puntuales de casos de contagio en fiestas pueden hacen creer que este ha sido el mecanismo más fácil de propagación de la epidemia en La Habana. Pero se debe tener en cuenta que en una fiesta se puede identificar fácilmente la cadena de contactos, mientras en una cola no.
Los casos particulares de indisciplinas han servido a los medios en Cuba para desviar la atención, y así olvidar la existencia de otras condicionantes ajenas al comportamiento de las personas.
De esa forma se evita que parte de la responsabilidad en el comportamiento de la pandemia en los últimos tiempos recaiga en el gobierno, que si bien ha actuado eficazmente en muchos aspectos, no ha sido capaz de dar respuesta efectiva al comportamiento de las grandes colas.
Llama la atención que estadísticamente la trasmisibilidad del Virus en Cuba sea muchísimo menor que en la mayor parte del mundo, lo cuál los medios oficiales atribuyen a la buena actuación del gobierno. Sin embargo para justificar el empeoramiento de la situación , la justificación es la indisciplina del pueblo.
En el caso particular de La Habana existen condiciones particulares que la hacen vulnerable a un mayor azote del Virus, pero para los medios de comunicación en Cuba es más conveniente ir sobre un culpable (siempre que este no sea el gobierno).
Uno de los elementos de mayor peso en el comportamiento de la transmisión del Virus en una zona geográfica particular es la densidad de población. Actualmente La Habana tiene una densidad de población 23 veces mayor que la de la Provincia que la secunda en este estadístico, lo cual justifica que la situación de la pandemia en la Capital sea mucho peor.
Pero para las manipulaciones constantes de los medios de comunicación en Cuba no cabe otro punto de vista mediático que no sea el del gobierno.

Joaquin Benavides 4 septiembre 2020 - 7:07 PM

Mustelier, muy bueno tu articulo.

Jagger Zayas Querol 4 septiembre 2020 - 7:32 PM

Bueno, es cierto que la población, en alguna medida, se confió. También que al decretarse la fase 1, abrieron las playas, bares, etc, que unido a la activación del transporte urbano, propició que la percepción de riesgo disminuyera ostensiblemente y reaparecieron las fiestas de quince, las bodas, las fiestas religiosas, todas llenas de abrazos, conglomeraciones, sin nasobuco y demas medidas higiénico sanitarias.
Por otro lado, si un altísimo porcentaje de los contagiados se recuperaban (sin hacer insistencia de las secuelas que deja el virus), bueno, entonces, no pasa nada.
Sin embargo, no todos los nuevos contagios se deben a la población. No han sido pocas las administraciones de empresas y entidades presupuestadas que fueron negligentes y no exigieron ni propiciaron las medidas higiénico sanitarias. De eso se habla de soslayo, pero nunca se divulgaron los responsables de tales negligencias, al parecer, cuidando el prestigio de los “cuadros” (que ellos mismos no cuidan) y mucho menos, las medidas disciplinarias o jurídicas que se debieron haber tomado con esos dirigentes o funcionarios responsables, pero responsable significa responder y ellos no responden…
No todo ha sido indisciplina del pueblo. También hay otros culpables, desde los que accedieron a aperturas extemporáneas, hasta los que por encima de lo establecido y el bien común, facilitaron impunemente el rebrote de la epidemia.

Sines Peranza 4 septiembre 2020 - 11:19 PM

Sin dudas la gestión del estado cubano ante la Covid hay que admitir que ha sido eficiente. Un sistema de salud comunitaria bueno (en el sentido de la red de atención medico de familia-policlinico-hospitales) que permitió un pesquisaje amplio, el aislamiento de contagiados y sus contactos (dificil de aplicar en otros paises), el rapido cierre de fronteras, entre otros, son factores que han permitido que las cifras de contagios y fallecidos sean bajas, maxime cuando se llevan a tasas por cien mil habitantes. Claro que se han cometido errores tambien a nivel de estado, como la apresurada apertura de La Habana aun con casos activos, el inicio del curso escolar en provincias con similar situación, que sumadas al creciente desabastecimiento que genera preocupantes aglomeraciones y la indisciplina social han ayudado al notable incremento de casos en las ultimas semanas.
No creo que la indisciplina sea solo en la capital, eso esta sucediendo en todo el pais, lo que todo es mas complejo en la ciudad mas cosmopolita del país.
Creo que también se ha pecado de chovinismo y se ha cantado victoria demasiado rapido. Los golpes de pecho de los cientificos que lograban detener los fallecidos y enfermos graves y criticos, los pronósticos matemáticos siempre rebatidos por la realidad, aconsejan un poco mas de humildad. Y ni decir de transparencia, ocultando las muertes de medicos y enfermeros en Venezuela.
Sin olvidar que el virus se las trae y en todas partes ha rebrotado. Pero de que es de origen chino, sea por mutación natural o de origen en un laboratorio no deben quedar dudas, y que además ocultó en un principio su existencia, en el mejor estilo Chernobil y permitió asi una mayor propagación mundial. Y sin dudas deberá afrontar esa responsabilidad.

Orl 4 septiembre 2020 - 11:40 PM

Copio:

..la gestión del estado cubano ante la Covid hay que admitir que ha sido eficiente.
____
Tengo serías dudas de eso, pero no me voy a extender en el asunto.

Manuel Zayas 4 septiembre 2020 - 11:59 PM

Ante una catástrofe las personas no reaccionan de forma racional, por el contrario actúan mecanismos psíquicos como la negación y la la proyección. Mientras no exista una vacuna la única estrategia efectiva es generar miedo al contagio y a la muerte. La declaraciones triunfalistas de las autoridades y los medios se pagan caras.

Manuel* 5 septiembre 2020 - 5:12 PM

Pocos países han sido tan golpeados por el covid como España con más de medio millón de contagiados, a pesar de que se aplico el confinamiento más estricto de Europa. Lo de Cuba no es nada.

Y, a pesar de todo veo a la gente cansada de tanto agobio. Muchas personas, especialmente los jóvenes, solo quieren olvidarse de todo y hacer vida normal, y si les toca el coronavirus es mala suerte. Es obvio que las cuarentenas prolongadas no son viables.

Orl 5 septiembre 2020 - 1:28 AM

Ingresé por Covid-19 el seis de abril en la Unidad de Cuidados Intensivos del Vicente Moscoso de Cuenca. Me soltaron el día 28 de ese mes de un centro de aislamiento.

En este país, Ecuador, me han hecho 4 entrevista para los Medios. Le daría una interesante entrevista a la J Cuba pero como nadie es profeta en su tierra, jajaja, dudo mucho que acepten mí propuesta.

Manuel* 5 septiembre 2020 - 3:51 AM

En todos los países de mundo hay gente que no guarda precauciones con el coronabicho. Hay que vivir con eso. Un sistema social viable tiene que organizarse sobre la premisa de que las personas son imperfectas.

Alheli 5 septiembre 2020 - 8:58 AM

Yo creo que hubo cierta complacencia y autosuficiencia desde la direccion del Equipo de Trabajo que redundo no solo en la autorizacion de actividades riesgosas – que al unirse a las colas provoco el retroceso- sino en el control de los resultados de los PCR y en el traceo de los contactos. Como profesional cubana me quede pasmada al escuchar hablar a uno de los integrantes de ese Grupo de algo que llamó ‘factor Cuba’, que habria sido determinante en el control de la pandemia. Como si en Cuba tuvieramos ADN extraterrestre, o vivieramos en un universo paralelo donde el Covid decidiera no contagiarnos tanto por ser de determinada nacionalidad. La politica informativa y el discurso oficial, que casi que declararon el fin de la contienda, tambien contribuyeron a un clima de excesiva confianza en la ciudadania. Realmente yo colocaria la indisicplina en ultimo lugar.

Atanasio 5 septiembre 2020 - 10:00 AM

Hoy salió publicado un artículo de una virologa norteamericana en INFOBAE acerca del uso de las mascarillas. Segun ella, las mascarillas no protegen totalmente la propagación del virus pero si reduce la carga viral del contagiado, lo que permite que el sistema inmunológico lo pueda atacar con efectividad. De aquí el aumento significativo de casos asintomáticos que , aunque pueden transmitir la enfermedad, si usan máscaras también reducen significativamente la infestación y a la larga crean inmunidad.
Al preguntarle sobre las cuarentenas en USA esto fue lo que respondió:

-No, no estoy entre los investigadores de enfermedades infecciosas que consideran que Estados Unidos debería imponer una nueva cuarentena nacional. Los cierres crean condiciones económicas que perjudican a los pobres de forma desproporcionada. Creo que hemos aprendido mucho sobre cómo se propaga este virus y cómo detener su propagación desde marzo. Estoy a favor de un enfoque de adopción de principios básicos de salud pública para el coronavirus para detener su propagación en los entornos que se han abierto, incluyendo el barbijo universal, el distanciamiento social, la higiene de las manos, el agrupamiento en las escuelas (el grupo de niños interactúa solo con su docente y no con otros grados), y la localización de contactos para los casos activos. Como dijo el director del CDC de Estados Unidos a mediados de julio, yo también creo que el barbijo universal en los Estados Unidos podría llevarnos al final de la pandemia.

Diuber 5 septiembre 2020 - 6:20 PM

Mustelier su artículo es un ejemplo de lo que puede conseguir un buen argumento. Tengo que confesar que fui de los que pensó y/o admitió ante el comentario de otro, la culpa de los capitalinos. Pero Ud tiene razón. O por lo menos una buena ración de ella.

Orly 14 septiembre 2020 - 9:17 AM

1. Muy cierto, “habanero” es un saco muy grande donde cabe todo, incluidas provincias vecinas, no olvidemos que Bauta está en Artemisa pero los consideramos habaneros porque históricamente lo son.
2. Es obvio que la decisión del gobierno de pasar la Habana a fase 1 sin contar con 0 casos de nuevos contagios fue la verdadera razón de todo esto, cosa que el autor “omite”, dos palabras: medias tintas.

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