Martí con los pobres de la tierra

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Este texto provocará reacciones vehementes y puede ser considerado uno de los mayores dislates del autor, pero ser libre es expresar lo que se piensa, aun a riesgo del ridículo o la peor argumentación. El consenso de los estudiosos es que Martí no fue un conocedor profundo del marxismo en tanto Teoría del Conocimiento. Tampoco yo lo discuto. Al referirse a Carlos Marx, el propio Martí dice: “La Internacional fue su obra”, o sea, esa era la referencia que tenía, la actuación meramente política. Que no muestra, ni podía mostrar, la genialidad científica del filósofo.

Porque si desde la actualidad entender la obra de Marx sólo en su dimensión de la praxis sociopolítica, o sea, de la ideología política, es sesgarla tendiente a una u otra postura antagónica, también lo es la intención de atribuirle a José Martí una interpretación profunda y acabada del marxismo en aras de manipular la opinión pública a favor o en contra de una u otra postura.

Cualquier referencia que Martí tuviera de Marx, por heurística que fuera, debió relacionarlo al filósofo con las luchas de los explotados contra los explotadores. Lo demuestra la tantas veces citada nota que escribe sobre la muerte del alemán: “Karl Marx ha muerto. Como se puso al lado de los débiles merece honor. Pero no hace bien el que señala el daño y arde en ansias temerosas de ponerle remedio, sino el que enseña remedio blanco al daño. Espanta la tarea de echar a los hombres sobre los hombres. Indigna el forzoso abestiamiento de unos hombres en provecho de otros”(1).

Cabría pensar que Martí no estuviera de acuerdo con el método de la lucha de clases, o que confundiera la fundamentación teórica de la  lucha de clases con “el bárbaro evangelio del odio”.(2) Nada más apetecible para los oligarcas y opresores –y sus corifeos desclasados-  que un Martí que reduzca, a la mera manifestación del rencor, el derecho de los oprimidos de librarse de la explotación del modo que sea.

Pero: ¿Acaso sería lógico pretender que el hombre que, de niño, tembló de indignación antes las injusticias vistas en Hanabanilla, no entendiera la legitimidad de la lucha de los desposeídos aunque, como sujeto social forjado en el humanismo decimonónico, prefiriera un camino sin echar a los hombres sobre los hombres? Yo digo que no es lógico. Y lo demuestra el hecho de que Martí jamás quiso buscar una solución diplomática ni conciliada con el opresor español. ¿Por qué habría de esperarse de él una solución conciliatoria entre los pobres de la tierra con quienes quiso echar suerte y aquellos que propician “el forzoso abestiamiento de unos hombres en provecho de otros”?

¿Es que Martí, su obra y vida, demostraron fuera tan “light” como para pretender que les llamara “bestia” a quienes se ponen al lado de los oprimidos, en franca oposición al camino que él mismo ha escogido con La Guerra Necesaria? Evidentemente para Martí “bestia” es quien oprime, quien explota, quien forja el bienestar propio sobre la base de la miseria ajena, y usa su poder económico y autoridad política para perpetuarse. Tampoco es lógico pensar que Martí, aun sin conocer en profundidad lo que denominaran marxismo, entendiera tal abestiamiento en un hombre de quien escribe: “Karl Marx estudió los modos de enseñar al mundo sobre nuevas bases, y despertó a los dormidos, y les enseñó el modo de echar a tierra los puntales rotos” (3)  o “Él {Marx} veía en todo lo que en sí propio llevaba: rebeldía, camino a lo alto, lucha” (4). Semióticamente “lo alto” en Martí, significa “lo justo”, “lo bueno”.

Ahora bien, en 1880, cuando publica la nota a propósito de la muerte de Karl Marx,  Martí ya está conspirando. Y todo buen conspirador muestra sólo una parte de sus propósitos. Martí se ha dirigido a Gómez (20 de julio de 1880) y le ha informado de los trabajos en la organización de la insurrección, y ha solicitado de éste su adhesión y consejo para oponerlo a quienes “favorecen vehementemente la adhesión de Cuba a los Estados Unidos” (5). Con similar propósito envía cartas a Flor Crombet y a Antonio Maceo. En una de estas misivas habla de “las necesidades prácticas, del partido revolucionario”(6). O sea, ya en 1880 Martí tiene clara la idea de un partido que aglutinara en el propósito independentista a todos los cubanos posibles, y ya había identificado a aquellos que pretendían la anexión a los Estados Unidos, y la necesidad de no permitirla sin renunciar a la participación de esos cubanos, ni de ningún otro.

(Puede interesarle: Martí y el Socialismo)

Lo mismo que Marx es un ser político y, como tal, escribe El Manifiesto Comunista en aras de aprovechar la fuerza telúrica que para la Revolución constituiría el sufrimiento histórico de los desposeídos, Martí también es un ser político que pretende aprovechar lo mismo pero no en una dimensión clasista, como aquel, sino patriótica y nacionalista. No puede desdeñar la incipiente burguesía criolla y patriota, ni siquiera puede darse el lujo de no aprovechar para su causa al sujeto liberal  capitalista estadounidense.  Pero  ya  dirá que ha de estar en la Patria la justicia “tan alta como las palmas” (7).

¿Habría de conformarse con una república en la cual un grupo concentrara las riquezas del trabajo honrado en detrimento de las mayorías? Yo digo que en el ideal “con todos y para el bien de todos” está implícito el derecho que todo ser humano tiene a, una vez agotadas todas las vías razonables de equilibrar las libertades, irse a las armas para conquistarlas si el opresor no dejara margen a ninguna conciliación. ¿Y qué es una revolución proletaria, clasista, si no la ruptura violenta con la utópica esperanza de conciliación con la burguesía? Y en circunstancias tales no veo a Martí al lado de los oligarcas o sus corifeos, sino al lado de los desventajados y oprimidos.

En 1891 Martí expresaría: “El necio desdeña la riqueza pública, o pretende mantener la riqueza de unos sobre la miseria de los demás”. Nada más cercano al pensamiento político de Marx que no quiere decir, de ningún modo, que un José Martí estadista hubiera asumido el marxismo como ideología política o la lucha de clases como estandarte de la búsqueda de su perpetuidad en el poder. Especular sobre tales y adjudicarle presumibles etiquetas cercanas a las praxis “marxistas” del siglo XX es ofender profundamente su memoria y su legado.

Pretender que un Martí reconocedor de la legitimidad de la lucha de los explotados contra los explotadores, hubiera sido favorecedor de la perpetuidad de una nueva clase totalitaria y burocrática es un dislate e indignidad propia de quienes así lo manipulan. Tanto como de aquellos que pretenden ubicarlo en una posición de antagonismo con la dimensión libertaria que el marxismo posee y que, aun, no hemos sabido llevar a la praxis política en nuestro pueblo.

  1. Nota sobre Karl Marx, En: Diario “La Nación”, marzo 29, 1883. Reproducida en : Martí Pérez, José. Obras Completas. Tomo IX. 1963.
  2. Idem
  3. Idem
  4. Idem
  5. Carta de José Martí a Máximo Gómez, 20 de Julio de 1880, es Obras Completas, Tomo 6.
  6. Carta de José Martí a Antonio Maceo. Idem.
  7. Discurso “Con todos y para el Bien de Todos”.

Para contactar con el autor: grmilanes@gmail.com

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21 COMENTARIOS

  1. El marxismo no posee «una dimensión libertaria» como plantea el autor. Esa es una afirmación que la práctica («criterio valorativo de la verdad» según el marxismo) ha demostrado falsa. Bajo regímenes marxistas muchas de las libertades individuales son pisoteadas constantemente y con ello las libertades de toda la sociedad.
    Y si la práctica es el criterio valorativo de la verdad entonces el marxismo no es otra cosa que «La nueva esclavitud», como Martí definió a esa doctrina.
    Y quién quiere ser un neoesclavo?

    • Castellano, Usted omite, al parecer deliberadamente, el final del artículo de José Martí «La futura esclavitud» de abril de 1884 de Herbert Spencer, en la cual, a pesar de concordar con Spencer en lo fundamental de su obra, aclara:
      «Y en todo este estudio apunta Herbert Spencer las consecuencias posibles de la acumulación de funciones en el Estado, que vendrían a dar en esa dolorosa y menguada esclavitud; pero no señala con igual energía, al echar en cara a los páuperos su abandono e ignominia, los modos naturales de equilibrar la riqueza pública dividida con tal inhumanidad en Inglaterra, que ha de mantener naturalmente en ira, desconsuelo y desesperación a seres humanos que se roen los puños de hambre en las mismas calles por donde pasean hoscos y erguidos otros seres humanos que con las rentas de un año de sus propiedades pueden cubrir a toda Inglaterra de guineas.»
      De modo que reivindica su oposición con la terrible desigualdad y los modos naturales de equilibrar la riqueza pública, es decir el derecho natural de luchar contra esas injusticias sociales y en alguna parte de su obra afirma que se nos viene encima, amasado por los trabajadores, un universo nuevo…(que no es la futura esclavitud)

  2. Harold, gracias por publicar mi comentario de ayer …. hoy.
    De seguir esa tendencia, y si todo sale bien, espero ver mi comentario de hoy publicado …. mañana. 😛
    Saludos.

  3. Oye, Giordan Rodríguez Milanés, que dijiste al final, esto es mas enredado que explicar el viejo testamento, con referencias del nuevo testamento, entre pentecostales, bautistas, católicos y testigos de jéhova, el apóstol era o no un admirador de Marx? según tu análisis, si le gustaba estar de parte de los pobres, debería gustarle Marx, pero sin embargo lo critico!? en fin, creo que la cola del pollo y el nasobuco, te tienen arrebatao’. 🙂 🙂 🙂 Saludos

  4. Voy a probar en despertar la actualidad que se necesita en este blog, pues creo demasiadas discusiones filosóficas que involucionan y adormecen las intenciones están alejándonos de la realidad, y lo hare con palabras muy validas dichas por ambos pensadores, el pensador europeo dijo “La historia se repite, primero como tragedia, después como farsa” Karl Marx. Todos los días veo como se acerca más un periodo de restricciones y escaseces que ya fue tragedia, pero se sigue apostando por la continuidad en aras de esa farsa que sigue complicando la Cuba futura.
    Y en esto quisiera como cubano tomar ese fin logrado que dijo el apóstol y que encabeza la constitución “Yo quiero que la ley primera de nuestra República sea el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre” y que no dejemos de tanta bobería porque como dijo Carlos Varela en su tema La política no cabe en la azucarera del año 1995.

    Un amigo se compró un Chevrolet del 59,
    no le quiso cambiar algunas piezas y ahora no se mueve.
    Hace mucho calor en la vieja Habana
    la gente espera algo pero aquí no pasa nada.

    Un tipo gritó sálvese quien pueda,
    cada día que pasa sube más la marea.
    Felipito se fue a los Estados Unidos,
    allí pasa frío y aquí estaba aburrido,
    pero entiéndelo brothers,tómalo como quieras,
    la política no cabe en la azucarera.

    Todos quieren vivir en el noticiero
    allí no falta nada y no hace falta dinero.
    Las mujeres son un buen negocio,
    algunas andan solas y otras ya tienen un socio.
    Pero entiéndelo brother, tómalo como quieras
    la política no cabe en la azucarera.

    En la escuela me enseñaron que en el apartheid,
    no todos son iguales y no importa la ley,
    por eso me molesto con las cosas que veo,
    escuchame man, f**k you tu bloqueo.
    Pero entiéndelo brother, tómalo como quieras
    la política no cabe en la azucarera.

  5. Giordan, no hay nada malo en hacer espacio para dislates, sobre todo aquellos que hacen de este mundo un lugar mejor; dejando de ser dislates para convertirse en sueños, aspiraciones, proyectos y realidades. Lo unico que… perdoname porque normalmente te apoyo, y tus posiciones estan bien cerca de las mias, aunque no coincidamos en todo… Pero no se, que prioridad o que utilidad tiene en estos durisimos momentos -mas alla de engolfarnos en un debate tipo huevo de Colon- el determinar si Marti estaba o no de acuerdo con Marx. Realmente, en que le cambia esto la vida al ciudadano honrado y trabajador que tiene que dormir en un portal acechando a la policia, para estar en ‘el lugar y el momento correcto’ en que repartan los turnos para el pollo, el aceite, el detergente? Como es que el resultado de este analisis le devuelve el valor al salario, o su lugar en la sociedad al cientifico o al maestro por encima del aspirante a reguetonero o la prostituta? Ya se, ya se que los apremios materiales no deben impedirnos recordar que hay materias mas elevadas… Pero con todo respeto, si nos elevamos tanto, pero tanto, que lo unico que vemos bajo nosotros son jirones de nubes… Que sentido tiene elevamos? Estás, por supuesto, en todo tu derecho de emplear tus neuronas en este o cualquier otro ‘dislate’ -como tu lo llamas-, pero ni Marti ni Marx hubieran sido grandes si se hubieran disociado de las problematicas de su epoca para sumergirse en esta especie de soliloquios conceptuales. Creo modestamente que aunque no podamos compararnos con estos monstruos del pensamiento, si podemos hacer como diria Victor Hugo – no recuerdo si fue el, o Gandalf- cuando comminaba a ‘pararnos en los hombros de estos gigantes’, para tratar de empezar por aportar al hoy y ahora. Esto, por mucho que nos atraigan este y otros ejercicios intelectuales, aunque sea como divertimento en estos tiempos donde el covid nos ha hecho recordar que la lucha por la supervivencia -en terminos de enfrentar cada dia con el proposito de ‘no morir hoy’- ya no es ni una distopia, una reminiscencia historica, ni un flagelo privativo de sociedades pendientes de rescate. Un saludo fraterno, como te dije podremos no coincidir pero creo que tanto tu como yo deseamos lo mejor para nuestra Patria y realmente desearia entenderte.

  6. ¿Por qué tanta insistencia en colocar a Martí en bandos concretos? José Martí era un libertario y en sus acciones siempre abogó por la unidad nacional y la reconciliación de fuerzas políticas en aras de la construcción de una verdadera república próspera y buena, dónde la primera ley fuera el culto a la dignidad plena del hombre. No hay manera de colocar a José Martí en bando alguno. En el propio discurso que cita el artículo, Martí incluso dice:

    «Y a los lindoros que desdeñan hoy esta revolución santa cuyos guías y mártires primeros fueron hombres nacidos en el mármol y seda de la fortuna, esta santa revolución que en el espacio más breve hermanó, por la virtud redentora de las guerras justas, al primogénito heroico y al campesino sin heredad, al dueño de hombres y a sus esclavos; a los olimpos de pisapapel, que bajan de la trípode calumniosa para preguntar aterrados, y ya con ánimos de sumisión, si ha puesto el pie en tierra este peleador o el otro, a fin de poner en paz el alma con quien puede mañana distribuir el poder; a los alzacolas que fomentan, a sabiendas, el engaño de los que creen que este magnífico movimiento de almas, esta idea encendida de la redención decorosa, este deseo triste y firme de la guerra inevitable, no es más que el tesón de un rezagado indómito, o la correría de un general sin empleo, o la algazara de los que no gozan de una riqueza que sólo se puede mantener por la complicidad con el deshonor o la amenaza de una turba obrera, con odio por corazón y papeluchos por sesos, que irá, como del cabestro, por donde la quiera llevar el primer ambicioso que la adule, o el primer déspota encubierto que le pase por los ojos la bandera,-a lindoros, o a olimpos, y a alzacolas,-les diremos: -«Mienten». ¡Esta es la turba obrera, el arca de nuestra alianza, el tahalí, bordado de mano de mujer, donde se ha guardado la espada de Cuba, el arenal redentor donde se edifica, y se perdona, y se prevé, y se ama!»

    Según la lógica de Giordan, es difícil pensar que un hombre que habla así incluso en tiempos de guerra, justo reconocedor y practicante de honrar a quién honor merece, pueda tener en su pensamiento algo siquiera similar a la «lucha de clases»

  7. Alhelí, normalmente suelo andar bien pegado a la tierra. Fíjese si es así que le respondo desde Dos Rios, hoy 19 de mayo, adonde he venido pedaleando 111 km desde Manzanillo porque no me monto en los raudos autos oficiales con los que me crucé en el camino. Y me he encontrado el monumento cerrado, la cerca con candado, y el custodio seguramente no aparece porque ya se fueron los que pueden volar.
    Entre los demás, incluso algun irrespetuoso a quien podría responderle con un irrespeto mayor si no le hubiera prometido a Harold moderarme, me han hecho recordar a mi maestra de primaria Acacia, y su bronca por la comprensión de la lectura. Porque decir que Martí, como Marx, estaría al lado de los oprimidos no es ni hacerlo marxista, ni ninguna de las otras boludeces que he leído en algunos comentarios.

    • «(…)le respondo desde Dos Rios, hoy 19 de mayo, adonde he venido pedaleando 111 km desde Manzanillo (…)
      Ya usted se ganó mi admiración y respeto. Que falta nos hace Martí hoy en la patria pluralista que debe ser con todos y para el bien de todos…Gracias!

  8. Cansa mucho esa insistencia cubana en el culto al mito. Actúa como una falacia ad hominem inversa. Esto es correcto porque lo dijo un héroe.

    Os paso unas palabras de Kennedy:

    «El gran enemigo de la verdad a menudo no es la mentira, deliberada, artificial y deshonesta, sino el mito persistente, persuasivo y poco realista. Con demasiada frecuencia nos aferramos a los clichés de nuestros antepasados. Sometemos todos los hechos a un conjunto prefabricado de interpretaciones. Disfrutamos de la comodidad de la opinión sin la incomodidad del pensamiento.»

    Ahí queda para que lo disfrutéis.

    • Según el diccionario de la RAE, mito en su tercera acepción es: «Persona o cosa rodeada de extraordinaria admiración y estima». Es decir, alguien como Martí.

      • Ok Manuel* pero ese no es el espíritu de la frase de Kennedy que usted le aplica a José Martí. Para los cubanos, todos, Martí es el más grande de los nuestros y lo respetan prácticamente todos mis compatriotas independientemente de sus ideas políticas. Por eso es más que un mito, es un misterio que nos acompaña según Lezama Lima. Es así como lo recordamos y lo tememos presente en nuestras realidad.

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Giordan Rodríguez Milanés
Giordan Rodríguez Milanés
Realizador de radio y televisión. Estudioso de la Comunicación Social

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