Las revoluciones son grandes cambios sociales. Para que no queden solo en el plano del signo político, su influencia debe llegar hasta la cotidianidad de los ciudadanos. El proceso que se inició en 1959, parece repetir las circunstancias que ameritan esa hazaña.
En el país que aparecían cadáveres en las calles, no fueron pocos los retos a enfrentar para el intento de construcción de una nueva República alejada de aquella decadente y sin solución.
La vanguardia encabezada por un grupo de guerrilleros era el conjunto social en el que se personificaban las expectativas de muchos, y sobre todo, una alternativa a todo lo que era representado por Batista. En consecuencia con lo que de ellos se esperaba, actuaron.
La incógnita sociedad –hasta que se proclamara socialista— a la que la mayoría de los cubanos se habían sumado a construir, exigía de gran heroicidad, como mínimo el ámbito de la nación. Así lo demostraron los hechos demandantes del héroe cubano.
Aquel que apoyó la Reforma Agraria contribuyendo con su dinero; aquel casi niño que alfabetizó en lugares ubicados a miles de kilómetros de su casa; el que estuvo ahí en la nacionalización; el que defendió aeropuertos; el que luchó en Girón creyendo que vencía al yanqui; el dispuesto a todo en Octubre del 62; fue un héroe. Pero sobre la base de esos momentos a pie de cañón –como un campamento— no se construye la nueva sociedad, como recordara Gómez y otros que señalaron ese punto de fuga en el socialismo real.
Si bien ya con la Crisis de Octubre se llega a la cumbre dentro de la conformación –estabilidad— del sistema de ideas sobre la que se sostuvo la Revolución, el país necesitaba además producir alimentos, ropas, zapatos, industrializarse. La Revolución también debía hacerse en el reino de la cotidianidad, como lo era el entorno y la actividad laboral. Esfera, que ya en época de Girón mostraba rasgos negativos. Desde ese entonces, se dedicaron más fuerzas a combatir la indisciplina laboral que comenzaba a normalizarse, sobre todo el ausentismo.
El problema no era solo que el pueblo heroico desafiante del imperio era el mismo que podía ser tildado de contrarrevolucionario, sino que en la cotidianidad se mezclaran la adoración por los símbolos de héroe épico y de nación, con las malas prácticas laborales que revivían la casi enterrada leyenda negra del cubano. Dicha relación –antagónica o no—, dejaba como reto el más difícil de los heroísmos: el cotidiano. Solo con este, la Revolución podía cumplir la producción necesaria para sostenerse como proyecto.
A pesar de que hoy el ausentismo no es el mayor de los males de lo que a la dimensión laboral concierne, otros igual de dañinos a la obtención de eficiencia y eficacia productiva persisten, entre ellos, los asociados a la corrupción, uso indebido de recursos y el no cumplimiento de la norma laboral a pesar de estar físicamente en el trabajo –mutación posmoderna de aquel ausentismo—.
Arrastramos varios años donde lo que logró hacerse normal, fue ese conjunto de prácticas nada favorables a un proyecto nación más justa, tanto así, que su existencia son un secreto a viva voz.
Ante los llamados desde la máxima dirección del país, ahora no a eliminar el ausentismo –pero sí a una mayor responsabilidad ante el trabajo—, el reto sigue siendo el mismo de la joven Revolución de la que se afirma heredera: la transformación de la cotidianidad, de forma tal que esta devenga en una normalidad orgánica al proyecto planteado.
6 comentarios
estimado autor…..hay revoluciones verdaderas y hay Tambien caricaturas de revoluciones….que fue la cubana ?? bueno,pues una caricatura y por demas arrojando pesimos resultados,pues en Cuba,no habia potencia colonialista,no habia zares,no habia senores feudales,en fin,Cuba era un pais,un pais con defectos,es cierto,pero un Pais tan civilizado como podria estar otro cualquiera y estimado autor,cualquiera llama revolucion a lo que desee,pero en un fina,para dar educacion y medicina accesible a todos,no hay que pasar por este camino lleno de espinas…y no hablemos de Derechos…en fin….gracias
Un llamado mas a que sea “el pueblo” el que resuelva los problemas -que ningún poder de decisión tiene- y no a los dirigentes que han tomado siempre unilateralmente las decisiones, durante ya seis décadas, sin tener en cuenta otra cosa que sus criterios y su aferramiento a las mieles del poder.
Para que existan cambios reales y tratar de salir de la crisis generalizada que ahoga al país, es primero necesario que los dirigentes “historicos” den paso a las nuevas generaciones; cambiar radicalmente los metodos de dirección antidemocraticos imperantes y dar poder de decisión real a los ciudadanos en los problemas del pais y que puedan decidir democráticamente el cambio de los dirigentes y políticas cuando los resultados de su gestión no sea eficiente.
Lo demás son los mismos “llamados” demagógicos de siempre que nada resuelven; pero según parece, habrá que esperar por la solución “natural” para que esos cambios se produzcan, porque por voluntad propia no se vislumbra que ocurran, ya que con su inmovilismo y postergar las decisiones, lo único que han logrado es mantenerse al timón de una nave condenada al hundimiento e incrementar los problemas, las penurias y los sacrificios de la mayoría.
Miguel Alejadro…CADA AUTOR DEBE DEFEDER SU ARTICULO!!!!..UNOS 15 anos atras cuando nosotros como comentraistas y tres-cuatro jovencillos de la Universidad de MATANZAS CREARON ESTE ESPACIO ..ljc-debate.com……SOLO ERAMOS UNOS 20-30 inscriptos a este recien estrenado…www.lajovencuba.com….Esos TRES MOSQUETEROS + una chica que hoy no recuerdo muy bien su apellido NOVA creo que se apellida..CADA ARTICULO QUE colocaban lo defendian……..discutian …chralaban con sus lectores…Hoy ya pasan de 4 MILLONES DE Inscriptos a este FORO…….CALRO Harold, Robert y TATU…Seguro tienen muchos problemas y poco tiempo…pero a veces entran y discuten….PRQUE UD NO LO HACE?…………………..LE RETO!!!! tiro mis guantes blancos a su rostro!!!!!..El guajiro-maestro ruso/cubano…TONY, ALINA, RAUDELIS ….TE LO ENTREGO jajajaja CHAOO…
Por que cuando despues de la Crisis de Octubre cuando los rusos retiraron los misiles de Cuba y los norteamericanos firmaron que no invadirian a Cuba (cosa que han cumplido hasta hoy) no se normalizo la vida politica, economica y social del pais?.
Por que el gobierno no le informo a los heroicos cubanos que hubieran preferido ser exterminados de la faz de la Tierra antes que claudicar, que se habia logrado una victoria en lugar de andar jugando con aquello de “Nikita mariquita lo que se da no se quita” ?..
Cual es la razon por la cual se manipulo la informacion sobre el resultado de las negociaciones entre los Gobernantes de la Union Sovietica y los Estados Unidos y no se le comunico abiertamente la verdad al pueblo de Cuba que aguanto la tension de arriesgarse a ser arrasados de la faz de la Tierra por apoyar su Revolucion?.
Por que mi padre nunca supo que el tiempo que paso acuartelado cuando la Crisis de Octubre temiendo , no ya por su vida, sino por la de mi madre y por la de sus hijos pequennos que estaban en casa habia sido premiado por el pacto de que aun manteniendo la Revolucion, el ejercito Norteamericano no invadiria la Isla?.
Por supuesto que se manipularon los resultados firmados por las dos naciones mas poderosas del planeta debido a que la cupula cubana queria y desde entonces quiso mantener el estatus de guerra inminente para seguir gobernando la nacion como si gobernara un ejercito.
Pienso que de haberse hablado claro no estariamos todavia lamentandonos de un embargo que hubiera desaparecido desde hace tiempo si se hubieran respetados las ideas por las que muhos revolucionarios murieron y se hubiera restablecido la democracia que por tanto tiempo ha estado esperando.
Precisión histórica
Usted afirma en su post:
“Pero sobre la base de esos momentos a pie de cañón –como un campamento— no se construye la nueva sociedad, como recordara Gómez y otros que señalaron ese punto de fuga en el socialismo real.”
Pero en realidad, fue José Martí quien en carta del 20 de octubre del 1884 le escribió a Máximo Gómez lo siguiente:
“¡Un pueblo no se funda, General, como se manda a un campamento…”
y más adelante en ese mismo texto, afirma: “…¿Qué garantías puede haber de que las libertades públicas, único objeto digno de lanzar un país a la lucha, sean mejor respetadas mañana? ¿Qué somos, General?¿los servidores heroicos y modestos de una idea que nos calienta el corazón, los amigos leales de un pueblo en desventura, o los caudillos valientes y afortunados que con el látigo en la mano y la espuela en el tacón se disponen a llevar la guerra a un pueblo, para enseñorearse después de él?…”
Esa carta inigualable, Martí hizo el llamado contra el caudillismo de lo que fueron luego dictaduras militares en casi toda la América Latina y hasta el día de hoy. Ese peligro siempre latente de los laureles convertidos en látigo, aún no se ha rebasado y por supuesto, ese mismo pueblo heroico, pero con defectos, debe luchar contra sus defectos –como bien se dice en el post- como contra los intentos –vengan de donde vengan- de maniatarlo.
Los comentarios están cerrados.