Mercenario

por Consejo Editorial
mercenario

Mercenario me llamó ante un grupo de representantes de los estudiantes de la carrera de Derecho hace cuatro años un ex Secretario de la UJC de la Universidad de Oriente, para inducirles a firmar una carta prefabricada que allí mismo les leyeron y secretamente enviaron luego a nombre de la FEU al Ministro de la Educación Superior. Mercenario insistió en llamarme cuando algunos de aquellos estudiantes se negaron a firmar la carta espuria.

Mercenario, me llamó recibidor de dinero del enemigo y cobardemente lo negó más tarde ante el Núcleo del Partido en el que él también militaba. Cuando se le emplazó a ratificar lo pronunciado días antes, juró y perjuró que no, que el mercenario era otro, el recibidor de dinero era otro: Julio Antonio Fernández Estrada. El hijo que, como su padre, es entre nosotros una de las formas en que podemos reconocer la virtud ciudadana y ya para entonces era un profesor sin aula. Le faltó valor, le faltó hombría, el no mentir que te hace militante comunista, pero le sobró el apoyo del poder, mercenario nos llamó el felón.

Por llamarme mercenario se le acusó de difamación más tarde. La denuncia fue radicada y testigos no faltaron para probar la injuria terrible, la infamia. Pero “por este caso llamaron desde el Comité Central”, le dijo un instructor policial a uno de los testigos mientras le tomaba declaración. Mercenario me llamaron y luego la Fiscalía archivó la denuncia y mi derecho al honor.

Les faltó valor y decencia, les sobró poder.

De mercenario y pagado por el enemigo también me tildaron cuando denuncié legalmente por abuso de autoridad, falsificación de documentos y otros delitos, a la ex Rectora que oscuramente orquestó y presionó para que fuera yo un profesor sin aula. Mercenario es, se dijeron entre ellos. Esa denuncia y todos los ejercicios de derecho interpuestos antes y después, fueron respondidos con el silencio hasta hoy por la Fiscalía. Les sobró el poder.

De mercenario me tildó públicamente el Ministro de Educación Superior en la Mesa Redonda ya casi al acabar el programa, a mí y a muchísimos cubanos. El mismo día que un grupo de ex estudiantes y prestigiosos profesores en activo le hicieron llegar públicamente al Presidente de la República una carta para que volviera yo a ser un profesor con aula, para que se respetara la Constitución recién firmada, para que se detuviera la arbitrariedad.

No es escaso el valor que hay que tener en Cuba para escribir, firmar y hacer pública una carta, para ser solidario con el otro cuando se corre, por hacerlo, el enorme peligro de ser tildado de mercenario, de pagado por el enemigo, no es escaso el valor que hay que tener en Cuba para apoyar a un acusado de lo más vil y execrable que desde hace más de un siglo se puede acusar aquí a alguien.

No es una fórmula exacta, pero es sabido que para hacer tal cosa se tiene que tener además mucho coraje, esa serena virtud de la ciudadanía, coherencia y dignidad en proporciones muy altas. También algo de miedo, es cierto, no se desafía la injusticia sin miedo, porciones generosas de honestidad y consecuencia, de integridad y vergüenza, una pizca de locura, dicen algunos, aún cuando no se disponga ni de una gota de poder que agregar a la conducta.

Pero no importó, es mercenario, pagado por el enemigo. Eso le dijeron con sigilo, uno a uno, a los firmantes de la carta que aún sigue sin responder el Presidente. Luego les llamaron a sus grandes oficinas para advertirles que estaban apoyando a un mercenario, que estaban siendo engañados, manipulados y confundidos por un mercenario. Ni siquiera intentaron convencerles, una advertencia debería ser suficiente, pero no bastó, ni basta, el miedo no basta. Intentaron oponerlo al irreductible poder de la decencia de ellos, exacta y diamantina, les sobraba poder pero no les alcanzó el miedo. Hay poderes diferentes, es cierto, hay miedos diferentes también.

Mercenario me llamaron cuando analizaron y sancionaron políticamente a otros por compartir un post ajeno que pedía el respeto de la Ley, que exigía una respuesta ante el silencio institucional. De mercenario casi trataron a un profesor de Física cubano cuando intentó oponer la vergüenza y la racionalidad a los que en las redes sociales, enviados y pagados por instituciones públicas cubanas, intentaron enlodar mi nombre y prestigio cuando ni con llamarme mercenario les alcanzó para ocultar la verdad.

Suerte, me deseó después ese mismo profesor, y que saliera adelante con mi familia. Él, que por ética no ha dudado en exigir “que la injusticia de la que fuiste objeto se repare, no importa si no coincido contigo en otros temas”. Él, que como ciudadano escribe y es publicado por el Granma. Para que Cuba siga siendo libre es que yo soy profesor, les decía a mis estudiantes cuando yo lo era. También les hablaba del Derecho y la Justicia, de la Democracia, de la Constitución, de los límites del poder, de la historia del Derecho, o de las luchas para conseguir todo eso, que es casi lo mismo pero con sangre, lágrimas y muchas derrotas. También con perseverancia.

De mercenario me tildarán cuando lean éstas líneas publicadas una vez más en La Joven Cuba, no hay nada nuevo en ello. Esos son los hijos de un mercenario, dirán ellos después con cuidadosa sordina, a sus espaldas, de mis dos hijos, no importa la edad que tengan.

Ese es el ridículo pero peligroso poder que oponen al futuro que va en esos dos niños y en todos los alumnos de los profesores sin aula que aprendieron en clases del Derecho y la Justicia, de la Democracia y la Constitución. También del poder que fuera de todo ello, que lejos de todo ello, que contra todo ello, sin límites, es sólo arbitrariedad. Ese es el currículum oculto del ejercicio de la soberbia, enseña, sin querer, libertad.

¿Mercenario me llamarán mañana? ¿acaso en unos meses?, ¿pagado por el enemigo?, ¿fabricado por el enemigo? ¿acaso cuando intente una vez más hacer valer los derechos contra la impunidad y la Constitución contra la arbitrariedad? No lo sé. Es fácil creer que sí. Lo han hecho hasta ahora.

No se trata de mí.

Lo que sé con certeza es que cada injusticia, cada arbitrariedad que se cometa hoy en Cuba bajo el pesado manto de la impunidad, defraudará mortalmente el modelo de Estado de Derecho que la Constitución lleva en su interior como un nasciturus precioso, como el heredero de un proyecto cuya autenticidad se puede medir por su intento, por cada intento, de conquistar la justicia toda para todos.

Lo que sí sé es que cada vez que una injusticia recae sobre una persona y contra toda racionalidad, toda lógica, todos los mecanismos, todo apego a la verdad y los principios, fracasan los procedimientos legales, las instituciones, las leyes que están diseñadas para evitar que ello suceda. O son paralizadas, o se pliegan al encubrimiento con silencios, con respuestas contraproducentes y anonadantes, con persecuciones del tipo que sean, con intimidaciones personales, familiares o colectivas y con indiferencia. Así se producen legiones de cínicos y oportunistas, de gente vacía y sin escrúpulos, de espectadores y de otros que sienten vergüenza, mucha vergüenza, porque eso se siente ante la injusticia.

En Santiago de Cuba un jurísta aún joven y respetado lleva casi dos años tratando de salir del laberinto al que fue condenado por denunciar una presunta trama de corrupción empresarial, como respuesta fue detenido, enjuiciado, dejado sin trabajo, vapuleado y ninguneado, excluido después de veinte años de trabajo eficiente y honesto como asesor jurídico. Este hijo de una familia intachable lidia contra la amargura, contra la impotencia y el desánimo. Pero no le ha faltado valor, no le ha faltado paciencia, no le ha faltado serenidad en la soledad de su lucha, ha tenido su fe.

A diferencia de otros, hace algo más de 25 años ese mismo profesional talentoso estaba sentado en el pupitre vecino del actual Ministro de Justicia de Cuba, parecería una cuestión menor y accidental, no lo es. Tampoco lo es que las oficinas y las plataformas digitales de contacto del Consejo de Estado, de la Fiscalía General de la República, de la Central de Trabajadores de Cuba, del Tribunal Supremo, o de un programa televisivo como Hacemos Cuba, están atestados de historias de vidas torcidas y no pocas veces destruidas por el capricho y un poder sin límites, incontestable y capaz, sin embargo, de otorgar sin demasiados trámites la condición de contrarrevolucionario, de quejoso, o resentido, al que no baje la cabeza y se aparte.

No es solo que esté mal, es que da asco.

¿Qué es lo que nos está pasando? ¿Cuánto puede una sociedad soportar una acumulación de éste tipo? ¿Qué hacer? Dentro de muy poco tendrán desarrollo legislativo un grupo de artículos de la Constitución del 2019. Algunos de ellos permitirán a partir de ese momento la defensa judicial de derechos constitucionales violados por funcionarios públicos en el ejercicio de sus funciones, ya que tribunales cubanos han negado judicialmente durante el actual período de vigencia de las disposiciones transitorias de la Constitución, el principio de aplicabilidad directa de su articulado.

Hay que tomar nota de la importancia de esos desarrollos legislativos, la manera en que serán concretados y de su eficacia jurídica. Nuestra cultura política, tal como sugiere el aquelarre de vilezas, falta de empatía y crueldad exhibidas grotescamente en las últimas semanas, ha estado durante mucho tiempo mediada por contenidos, valores y prácticas que han promovido y hoy protagonizan percepciones públicas e institucionales en las que el ejercicio de derechos y libertades de la ciudadanía plena aparecen como algo aborrecible e inquietante, también peligroso.

Durante el proceso político de discusión y aprobación, la Constitución de 2019 transversalizó muchas de las aspiraciones y sueños de los cubanos. No entender esto es alejarse de los contenidos del discurso político cotidiano, creer que la Constitución no está sincronizada con el cambio social que ha ocurrido en Cuba, o intentar mediatizarla y esterilizarla con una apropiación simbólica que no resiste el contacto con la realidad y las experiencias de los individuos, es algo más que cometer un error cuyos costes políticos puedan ser quizás muy altos en los próximos tiempos.

Se puede tener la tentación de intentar burlar, mediante una matriz comunicacional disciplinadora y panfletaria, la comprensión popular del catálogo de los derechos constitucionales, sus respectivos alcances y el de las garantías que los escudan. Se puede incluso intentar versionar y hacer estáticos e inocuos los conflictos normativos y las colisiones entre los derechos y los actos propios de la administración, o entre particulares, pero lo cierto es que el desafío que supone asumir la creciente complejidad y dinamismo de la sociedad cubana actual y conservar estándares de credibilidad y confianza de los ciudadanos, implicará una independencia judicial y una ausencia de interferencias sobre esa función hasta ahora inéditas, así como el despliegue de la argumentación y la lógica jurídica como un factor imprescindible a la coherencia y vitalidad del sistema.

De algo se puede estar seguros, los derechos van a ser defendidos frente a su conculcación y la impunidad, frente a la arbitrariedad y las relaciones endogámicas de élites administrativas, o de cualquier otro tipo. Con ellos lo será también la Constitución en su calidad de límite al poder, pero también como plataforma de la adquisición de nuevos derechos, espacios y recursos de realización de proyectos de vida a partir del fortalecimiento de la autonomía y la autodeterminación personal.

Esa defensa, no hay que subestimarla, aunque es posible sea en un principio un acto individual y quizás frustrante, será fundamentalmente para sus protagonistas un acto de consecuencia política, pero también un ejercicio de valores que detonará y dará sentido y vigencia a las prácticas propias de la identidad ciudadana. También a una cultura política nueva.

Es cierto que creer que el enemigo del enemigo es un amigo no tiene que ver con un dilema sino con una contradicción ética esencial cuando se defienden valores e ideas diferentes a los del probable aliado de oportunidad, pero es también cierto que no se puede convivir con la injusticia y pretender ignorar sus causas, acaso porque cuando ello ocurre todo espectador es un cómplice.

45 comentarios

Teresa Díaz Canals 7 julio 2020 - 7:51 AM

Mis respetos profesor. “Cuba es patria de todos y no feudo ni capellania de nadie”.

Castellanos 7 julio 2020 - 8:16 AM

Profesor, sin dudas es usted una persona brillante.
Sin embargo, y esta es mi opinión muy personal, me parece un grave error suyo el intentar corregir al sistema con las leyes de ese sistema, hechas precisamente para blindarse contra toda posibilidad de crítica certera o corrección.
“Deje que los muertos entierren a sus muertos”.

Frank 7 julio 2020 - 9:23 AM

Saludos Castellanos. Disculpe, pero difiero de lo que usted dice. Creo que se debe ganar con las leyes de aqui. El tema es que desde mi punto de vista el problema no son las reglas, sino las personas. Pienso que un sistema puede funcionar muy bien (o muy mal) en dependencia de como las personas que tienen responsabilidades las desempeñen correctamente. Lógico que hay otros elementos que influyen, pero ese me parece fundamental.

Castellanos 7 julio 2020 - 10:26 AM

Querido Frank, más fácil se cambia una regla que la mente de las personas, especialmente aquellas que para nada están interesadas en que las reglas cambien y tienen todo el poder para mantener, en su beneficio, el actual sistema de cosas imperante en Cuba.
Al profesor René Fidel, sin duda alguna, le asiste la razón, y es precisamente por eso que su caso, al menos por el momento, ha quedado sin respuesta.
Hablamos de Cuba, amigo. 😉

Frank 7 julio 2020 - 4:26 PM

Castellanos, vuelvo a discrepar de lo que escribe. Primero no me gusta ser absoluto en temas que de apreciación se trata y usted afirma “sin duda alguna” que el profe tiene la razón. No con esto quiero decir lo contrario, sino q a menos de tener “absolutamente” todos los elementos, resulta difícil poder tener un criterio así de omnímodo.
Segundo afirma también que es por tener la razón absoluta (suponiendo que así fuera) que no tiene respuesta.
En cualquier caso y asumiendo que todo es tal y como usted dice, con cero margen de error, resulta que esa respuesta se la debe dar una persona (o grupo de personas) encargada del proceso y además tiene que haber quien vele porque los procedimientos se cumplan (otra persona o grupo de personas).
En cualquier caso me parece que no es el sistema que esté mal concebido. Hay mecanismos que se han usado y es lo correcto. El tema es que las personas que están para hacerlo funcionar lo hacen mal.

Gustavo Arcos 7 julio 2020 - 5:12 PM

Triste relato. No es nuevo. No será el último. Lo podemos encontrar disperso por muchos espacios y momentos de nuestra historia pos 59. Una dramaturgia escrita por el poder para silenciar, destruir, desmoralizar . Terrible que se imponga una dinamica donde lo que importa es la inercia, el conformismo, se estigmaticen las dudas, las interrogantes, el pensamiento. René, tus estudiantes, el apoyo que te dieron, son el mejor ejemplo de tu honestidad y responsabilidad ante ellos. Ese sera tu legado. Esa es tu fuerza. Ellos, el poder solo tiene el miedo.

Sebas 7 julio 2020 - 8:46 AM

Profe, por favor – y cuando tenga tiempo- , escríbanos un artículo en que se muestre la diferencia entre Comunismo y Fascismo.

Roberto Javier Quevedo Mosquera 7 julio 2020 - 8:55 AM

¡Que horror! Cuando leo cosas como éstas, es que me alegra en medida haberme ido-para el carajo-de Cuba.
No se rinda profesor; quizá se abra el cielo.

GB 7 julio 2020 - 9:02 AM

Rene muy sencillo como se dice en espana mandelos a todos ellos a tomar por C

Orlando Rodriguez 7 julio 2020 - 3:53 PM

+100000000

Carlos 7 julio 2020 - 10:00 AM

Los epítetos revolucionarios …. la historia se sigue repitiendo.

Cuentan que un joven revolucionario por allá por los años 80 denuncio las barbaridades cometidas por los directivos de la CEN, Cienfuegos. “En aquellos momentos, había que escribir cartas de amor y poner saludos revolucionarios por si las moscas.” Sufrió las consecuencias de denunciar los mal hecho, y no le tomo mucho tiempo para darse cuente que en Cuba no había socialismo, ni comunismo, ni se sabia lo que se estaba construyendo.

Con el tiempo llego la prisión, la humillación. la separación de la carrera que había estudiado, el sufrimiento, los epítetos revolucionarios, etc. Una vez mas la historia se repite.

<<>>

Perdona a mis enemigos
Señor.
Multiplica mis fuerzas
como hace la tierra con las mieses
y la arena del desierto
disuelta en el siroco.
Para que mi corazón
se abra ante la epifanía del perdón
hazlo
Señor
Doblega mi orgullo
inclíname como un junco
ante la voluntad del agua
y extirpa de mí los añublos
que cercenan las espigas de Tu amor
Si el odio se cobija en mis ojos
anúdalo
Señor
limpia de él las grietas de mi pecho.
Perdona a mis enemigos
Señor.
Por cada reja que ahonda mi dolor
dales un motivo de alegría.
Perdónalos
porque cuando me dieron por lecho
una cama de hierro sostenida por cadenas
me privaron del sol
y las briznas de hierba
Tú me llevabas la música del viento
y el perfume de los mangos
por una cruel persiana de cemento.
Perdónalos
Porque cuando me esposaron
e impidieron el abrazo de mis padres
mis hermanos
y mi esposa
erguí mi frente
pero Tú levantaste más mi alma.
Cuando hablé ante los jueces
eras Tú quien medía mis palabras.
Cuando en la sentencia cambiaron la verdad
por un ajuste de cuentas
e hicieron del fallo un triste ejercicio de justicia
cuando decretaron mi exilio de las calles
y los seres que pueblan mi añoranza
Tú me hiciste fuerte
porque me encerraron y ahora soy más libre
me privaron del sol y nunca ha habido más luz
ante mis ojos
me esposaron las manos pero nunca el pensamiento
me alejaron de mi familia
y nuestro amor se afinca como hiedra.
Por todo te agradezco
Señor
y te suplico los perdones.
Yo te tengo a Ti
ellos ¿A quién tienen?
¿a quién aman?
¿a quién pueden llamar cuando se pierden
tras los íncubos del alma?
Por cada golpe que me den Tú me ayudarás
a reponerme
por cada tajo de oscuridad
Tú harás la luz más esplendente.
Aunque me reduzcan
me silencien o me quiebren
creceré
gritaré
y estaré enhiesto
como una pertinaz espiga de tu Amor.

Ninita Rivero 7 julio 2020 - 3:07 PM

Bella poesia más bien una plegaria solo Dios nos puede ayudar ante tanta injusticia y sufrimiento despojados de toda herramienta y recursos para exigir nuestros derechos como sociedad civil estamos anulados.

Carlos 7 julio 2020 - 6:14 PM

Gracias Ninita.

Ernesto Estévez 8 julio 2020 - 1:58 AM

Carlos, hermoso poema, es tuyo? Es que no lo dices. Quisiera poder leer más sobre el autor. Mis respetos amigo, es que me conmovió el alma, alguien que padeció una profunda injusticia puede haber escrito algo así.

Tony 7 julio 2020 - 10:08 AM

@ René Fidel González García … Los Batistianos fueron los primeros mercenarios, La Rosa Blanca, despues fueron los invasores de Bahia de Cochinos, la Brigada 2506, siguieron con los grupos de accion y sabotaje, Alpha-66, Comandos L, continuaron con las organizaciones de lobby como la FNCA, posteriormente le agregaron las asociaciones de derechos humanos, CCPDH, los periodistas independientes no se quedaron fuera tampoco, todos son MERCENARIOS, asi decian y Uds. aplaudian, afirmavan y se reian de los MERCENARIOS, ahora como en el poema …

“Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada”

Tengo pena por todos los que gritaron que somos mercenarios, pues hoy en Cuba, la policia mata a los ciudadanos, los cuarteles explotan y la economia desaparece, ahora, los MERCENARIOS somos TODOS! 😉 Saludos 🙂 🙂 🙂

Jose A Huelva G. 7 julio 2020 - 10:16 AM

Es por esas cosas que cuenta que digo siempre que hay 2 carreras profesionales que su practica en Cuba es totalmente avergonzante y dignas de personas de poca ética y amor propio: El Derecho y el Periodismo.

Carlos 7 julio 2020 - 10:17 AM

Muy de acuerdo con su comentario Jose.

Saludos.

Leonid Pérez García 7 julio 2020 - 10:18 AM

René, hermano y colega, como siempre muy atinados tus comentarios. Desafortunadamente el ejercicio de nuestros derechos ante las instancias nacionales o supranacionales, en detrimento de los arbitrarios poderes públicos significa que te etiqueten de CR, opositor o mercenario, cuando son ellos quienes los fabrican con sus abusos de poder, y por tales motivos al actuar así en contra del pueblo: el SOBERANO, se convierten en eso que ellos etiquetan.

Hoy lo comprendo todo y no juzgo a quien escoja este camino, pero aquellos que no y de igual manera los etiqueten solo denota una paranoia y defensa a ultranza de intereses mendaces que cada vez más roban nuestra democracia y decencia.

Pero peor aún es que el gremio jurídico guarde silencio en plena complicidad y connivencia con lo mal hecho y otros se comploten y encubran institucionalmente, al punto de cercenar los DERECHOS HUMANOS sin importar consecuencias.

panchon 7 julio 2020 - 10:24 AM

mercenarios fueron llamados todos aquellos profesores de la cujae que un dia de los 1990s se atrevieron a pedir cambios a la mas alta dirigencia de todas las dirigencias de cuba.

es desde alla arriba que todo este caos comenzo en la isla.

Ramón Izquierdo 7 julio 2020 - 10:33 AM

Yo no le conozco pero hace tiempo que he leído sobre su situación.
Vaya para vos mi solidaridad.
Ramón Izquierdo
izquierdodelgado1925@gmail.com

L 7 julio 2020 - 10:50 AM

Lamentable lo de René, y peor que no sea el único caso aunque tal vez el más visible. ¿Dónde están los medios de prensa independiente y los de prensa oficial con valor para investigar este tipo de hechos? La corrupción no es solo por lo económico, también por lo político.
Hay un montón de cubanos cuyo trabajo debería ser excepcionalmente ético y honesto y en lugar de ello excusan sus decisiones en posiciones de poder y moral prestada (robada en realidad), para hacer su voluntad. Esas personas ni son ni hacen revolución, son un estorbo y la prueba de que no importa la nobleza y belleza de una obra, SIEMPRE se ha de tener a mano la herramienta para cortar y podar lo que sea necesario sin importar que sea un retoño, una rama o todo el árbol.

elcua 7 julio 2020 - 11:03 AM

En mi humilde opinion el problema principal es el control TOTAL del poder por parte del gobierno. NO existe manera alguna de enjuiciar o remover del poder a quien lo tiene a no ser que lo enjuicie el propio poder, alguien en una posicion superior. Por eso es tan fundamental la division de poderes y que estos sean independientes entre si. De tal maner el poder legislativo podria condenar al mismisimo presidente si este cometiera algun crimen, el poder juidicial lo enjuiciaria y seria removido de su cargo. Asi seria desde el presidente hasta el ministro o ejecutivo de gobierno mas simple. En el actual estado de cosas existe una total impunidad de quienes manejan los hilos de poder y pues logicamente hacen lo que les da la gana sin dar cuentas a nadie. Por eso sus hijos, nietos, sobrinos y demas familiares disfrutan de las mieles sin que nada ni nadie los pueda detener. Por ultimo, la prensa debiera convertirse en el cuarto poder para denunciar todos los abusos. Nada de eso existe y por ende la fragilidad del individuo ante el poder del PCC, el gobierno, un general, un ministro etc.

Felicia De las Mercedes Padron 7 julio 2020 - 12:15 PM

“La sabiduría y la insensatez
Él que corrige al escarnecedor, atrae sobre sí deshonra,
y el que reprende al impío recibe insultos[d](L).
No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca(M);
reprende al sabio, y te amará(N).
Da instrucción al sabio, y será aún más sabio,
enseña al justo, y aumentará su saber(O).”

Proverbios 9:7-9
La Biblia de las Américas

Favio_92 7 julio 2020 - 4:18 PM

¿Cómo decirle al zar que su caballo está muerto sin que él nos mande a cortar la cabeza?

Manuel* 7 julio 2020 - 6:12 PM

Las acusaciones cuanto más graves, más deben estar sustentadas sobre pruebas concluyentes.

Y lo malo de soltarlas sin pruebas es que terminan por no ser creídas por nadie.

Jagger Zayas Querol 7 julio 2020 - 6:20 PM

Recomiendo a los interesados, incluido el autor del post, leer el discurso de Fidel el 4 de enero de 1959 en la ciudad de Camagüey en la escala que hicieron en la marcha hacia La Habana.
Hoy ese díscurso parecería pronunciado por un disidente o contrarrevolucionario.
Cuando de detenta el poder, ninguna norma jurídica por justa que sea,impide que se le lase por encima. Batista dió el golpe de estado y contra la Constitución del 40 y luego, amparandose en esa misma Constitución, convocó elecciones fraudulentas.
Había “independencia de poderes” solo teóricamente. No había justicia.
Ahora ni siquiera teóricamente hay independencia de poderes, de modo que los que detentan (no ostentan) el poder y estan mas allá que los cargos electivos supremos, ellos son la Ley. Lo demás es propaganda para crédulos y manipulados.
Sin embargo, hay una linea muy fina entre luchar por una sociedad mejor y más humana y aquella otra actitud de buscar el retroceso de la Historia bajo el disfraz de una sociedad mejor, con libertad y democracia, recibiendo las dádivas de quienes siempre han despreciado a nuestro pueblo y nuestra historia, de quienes nos habrían querido cuando mas como un “Estado Libre Asociado” y utilizan el nombre de Marti como si hubiera sido alguna vez un aliado y alientan a la emigración (ahora con Trump, ya no tanto) hacia el paraipa de la Libertad.
Ese enemigo del enemigo, nunca sera el amigo aunque entreguen dinero y financiamiento porque con ese dinero también viene la deshonra y la derrota de nuestros sueños de una sociedad justa, democrática, libre y un verdadero Estado Socialista de Derecho.
Quién cruza esa delgada linea, deja de blandir la estrella para ceñirse el yugo!!

Alex Garcia 10 julio 2020 - 5:37 AM

Conozco bastante bien los EUA y puede ud. estar tranquilo; en este mundo de hoy no nos quieren (al menos los que de verdad cuentan dentro de sus estructuras de poder) como ELA ni nada que se le parezca y mucho menos como Estado de la Union. Ello no quiere decir que alli no exista quienes quieran sacar ventaja a costa nuestra cada vez que puedan, pero de eso habra siempre y tenemos que aprender a convivir con ello, ser capaces de defendernos de ello y lograr una relacion con los EUA que sea mutuamente ventajosa; requiere trabajo, astucia y pragmatismo pero es posible

Jagger Zayas Querol 7 julio 2020 - 6:43 PM

En ese ultimo caso, el deleznable traidor que no merece llamarse cubano, cambiaría el final del poema de Martí, por los siguientes versos:
“Dadme, oh, madre, la estrella para que, una vez yo uncido al yugo, pueda pisotear con mis pezuñas, la estrella que ilumina y mata”

Hiram Hernandez 7 julio 2020 - 7:16 PM

Es el relato de la producción de enemigos. No es la historia de toda la Revolución, pero es una parte triste de ella. Es el aporte de ese amasijo de oportunistas e infelices que hacen parte de la clase política y la burocracia cubana. No son inocentes, pero sí inconscientes de lo peligrosos que han sido y son. Mientras ellos ejerzan poder habrá quien luzca en su frente “la estrella que ilumina y mata”.

Marxismo callejero 7 julio 2020 - 7:19 PM

Es muy fácil comprender la diferencia entre fascismo y comunismo. El primero se vivió y se
sufrió montado sobre el sistema capitalista y el segundo está por construirse todavía.

Armando G. Munoz 8 julio 2020 - 2:17 PM

Es importante no olvidar que tanto Hitler como Mussolini salieron de partidos comunistas, Hitler sale del Partido Comunista Alemán y funda el partido Nacional Socialista Alemán, el partido NAZI, todos sabemos cómo termino, lo mismo sucedió con el fascismo italiano, al final los comunistas terminan en fascistas o en dictaduras del proletariado peores que las dictaduras capitalistas.
El caso del profesor no fue el primero ni será el último, le paso a muchos dirigentes que un día amanecieron defenestrados, llenos de cargos y su dignidad pisoteada y enfangada.

Alex Garcia 8 julio 2020 - 3:34 PM

Hitler jamas fue miembro ni tuvo nunca vinculo alguno con el PC Aleman, por favor cite algun documento que pruebe lo contrario. Los PC europeos tienen bastante ropa sucia que lavar como para agregarles lo que toca a otros.
El SPD (Partido Socialista Aleman, despues Partido Socialdemocrata Aleman) es un partido que tiene sus origenes en 1863 y fue declarado ilegal por Hitler en 1933, siendo restablecido al final de la 2da GM y dura hasta nuestros dias. Hitler fundo el NSDAP y aunque esta ensalada de siglas contiene la palabra socialista, todos saben que ni por vinculos historicos , ni por origen y; por sobre todo, por su predica y sus acciones, esto fue jamas un partido socialista.
Critique a comunistas y socialistas todo lo que quiera, pero con seriedad y con la verdad, elementos sobran como para tener que apelar a invenciones.

Alex Garcia 8 julio 2020 - 3:49 PM

Mussolini, si fue miembro del Partido Socialista Italiano y fue expulsado del mismo en 1914, siete años antes de que este partido se escindiera dando lugar a la formacion del PCI

Manuel* 8 julio 2020 - 5:01 PM

Pues no, no es exacto que Hitler y Mussolini saliesen de partidos comunistas. Mussolini sí fue un socialista bastante destacado antes de fundar el Partido Fascista. Llego a dirigir el periódico socialista Avanti.

Alex Garcia 8 julio 2020 - 3:15 PM

Constitucion sin Tribunal Constitucional Independiente que la haga valer, sin la consabida particion de poderes y sin un sistema que garantice por Ley la renovacion constante de los mismos es igual a Papel Mojado.

Jagger Zayas Querol 8 julio 2020 - 9:25 PM

Alex, no puede haber Tribunal Constitucional, ni de ningún otro tipo independiente, porque para ello, debe haber el imperio de la Ley y la Ley igual para todos y todos iguales ante la Ley.
La Ley debe ser el supremo poder de la nación y en la nuestra, el supremo poder reside en el Partido, en sus dirigentes que no son electos por la población como electores, sino en los Congresos del Partido en candidaturas cerradas y aprobadas por “Comisiones de Candidatura”. Igualmente sucede en las provincias y municipios con las Asambleas de Balances de esos niveles y que tampoco son elegidos en las circunscripciones o asambleas del “Poder Popular”.
De esta forma, no todos somos iguales ante la Ley. Cuando uno de los “elegidos” para la Asamblea Nacional u otro órgano cae “en desgracia” por sus propias desviaciones de la ética y la moral, que yo sepa, nunca se aplica el principio de la Revocación. Siempre “aparece” la “carta de renuncia” a esos cargos electivos y no sese someten al mismo escrutinio público que los eligió.

Alex Garcia 8 julio 2020 - 9:48 PM

Creo que ud. no entendio mi comentario. Lo intento en otras palabras; si no existe particion e independencia de poderes, si no existe por Ley la obligacion de renovar esos poderes periodicamente a traves de elecciones libres y directas (en el caso del Ejecutivo y el Legislativo), entonces la Constitucion carece de relevancia porque quienes tienen el poder pueden ignorarla a su antojo y con impunidad. La existencia de tribunales independientes de los 2 poderes anteriores y capaces de interpretar y garantizar el cumplimiento de la Constitucion es un ingrediente necesario para que la Ley no sea letra muerta.

Ivette 8 julio 2020 - 6:11 PM

Profesor René Fidel, mis respetos para usted.
El respaldo y la valentía de sus alumnos, es el mejor premio para usted y así quedará para la historia.
La manipulación del lenguaje es definitivamente un arma de la política en todos los tiempos, y no un arma cualquiera, es mortal porque ataca el pensamiento y la espiritualidad de las personas.
Así como “mercenario” se le endilga a cualquiera que disienta de alguna cosa que venga desde el poder, así también se secuestran palabras (revolución, revolucionario, contrarrevolucionario) y la gente termina creyendo y repitiendo incluso lo que no es, sencillamente apartándose.
Lo peor es que la obstinación es tanta que les hace pasar por alto, tal vez por inconveniente, la experiencia histórica de otros socialismos donde ocurrió lo mismo y el socialismo se fue a bolina, como diría Roa. Y en los que sobrevive, formalmente o no, como se quiera considerar, ese sigue siendo un problema. Si las generalizaciones se extraen de estudios de casos, entonces el socialismo tiene un serio problema con la democracia.

Jagger Zayas Querol 8 julio 2020 - 10:50 PM

Alex, si le entendí perfectamente y concuerdo con usted en su afirmación, que es mas que una apreciación.
Por supuesto, cuando el enciclopedista frances del siglo XVIII, Montesquieu, escribió su eterna obra “El espíritu de las leyes” y exigía la independencia de poderes como la contraposición republicana al absolutismo de las monarquías feudales, definió una organización del Estado que sería enarbolada y adoptada por la mayoría de los países que lograron derrocar al feudalismo para instaurar las repúblicas de corte burgués, revolucionarias en su tiempo.
Con el desarrollo del capitalismo premonopolista primero y luego como capitalismo monopolista o imperialismo, aquellas banderas de Libertad, Igualdad y Fraternidad solo quedaron como un sueño irrealizado de la Humanidad, que hoy todavía lucha por realizarlo, y con esos sueños, también se convirtieron en falacias la independencia de poderes, el Estádo de Derecho, la democracia y la justicia social y si bien en la posguerra de la II GM, aparecieron, gracias al Plan Marshall y al intercambio desigual con el Tercer Mundo, las sociedades de Bienestar Social empujadas por la socialdemocracia europea y la competencia con los países de Europa Oriental (realmente en desventaja y trabados en el inmovilismo estalinista y dogmático), entonces, en ese contexto se reformaron los Estados, acercandose al ideal de Estado concebido por Montesquieu pero muy ayudado por el modelo keynesiano.
Con el triunfo y avance del neoliberalismo, aquello, en lugar de consolidarse, se convierte en una caricatura, en la cual la oligarquía mundial bajo la conducción del Club de Bildelberg, ejerce una dictadura mundial que está acabando con el planeta y socavando los principios éticos, morales, cívicos y los derechos humanos de toda la sociedad, corroyendo hasta los organismos mundiales de la ONU para imponer su poder omnímodo e irrecusable.
Un día llegará la conquista de la libertad, la democracia, y con ellas, el imperio de las leyes y el Estado de Derecho real y verdadero, no un espejismo.
Disculpe la extensión de este comentario.
Saludos.

Alex Garcia 10 julio 2020 - 6:10 AM

No coincido completamente con su descripcion de la Europa posterior a la 2da GM pero es mas bien una cuestion de detalles en el enfoque.
En lo que si al parecer estamos de acuerdo es que la Democracia como sistema ha estado y estara siempre en peligro de sucumbir ante los embates de la corrupcion. La Democracia requiere de “vacunas inmunizadoras” para sobrevivir exitosamente y a largo plazo. Estas “vacunas’ en la forma de leyes que; regulen el financiamiento de campanas politicas, las actividades de cabildeo y lo que los espanoles llaman las “Puertas Giratorias” entre las grandes corporaciones y las institucuiones de gobierno, son mas faciles de apllicar al inicio de los procesos democratizadores, Es mas facil inmunizar que curar porque las leyes para sanear el sitema, una vez enfermo, deben provenir de la legislatura que casi siempre, llegados a este punto, ya esta infectada.

En Cuba, a principios de la decada del 50 del pasado siglo, habia un movimiento (Partido Ortoxo), con fuerza y con grandes posibilidades de imponerse en las siguientes elecciones, que habia identificado, correctamente en mi opinion, a la corrupcion como fuente principal de nuestros males de entonces y como el mayor obstaculo para continuar ascendiendo en la escala del desarrollo (en todos sus aspectos)…..pero entonces Batista se dio cuenta que todavia no habia robado lo suficiente como para retirarse tranquilamente y sucedio lo que sabemos, hoy todavia pagamos las consecuencias del 10-3-1952. Nadie puede saber que hubiese ocurrido con un gobierno de los Ortodoxos pero, al menos queda el cosuelo de saber que la mayoria de los votantes parecia estar de acuerdo con su diagnostico del problema y con su programa para corregirlo.l
Saludos.

Rafael Pérez 9 julio 2020 - 4:49 PM

Casos como el descrito en este artículo no son nuevos, han ocurrido a todo lo largo del proceso que comenzó en 1959 y en todos los sectores. El autor no debe sentirse ultrajado por lo que le ha suceddido porque ello es consecuencia de la Constitución vigente en Cuba que ampara al sistema que actualmente rige allá y en virtud de cuyas diposiciones el autor aspira a obtener reparación. . Como profesor de derecho, debiera saber que la constitución de 1940, que tutela un estado democrático donde se reconoce la igualdad de los ciudadanos ante la ley, en la que los derechos naturales del individuo están reconocidos y protegidos, por citar solo dos de los principios contenidos en sus disposiciones, fue ignorada por fidel Castro cuando asumió el poder, no reponiéndola como carta Magna de la Repúglica, como habia prometido y era su deber ciudadano. Antes bien, la ignoró y, a partir de ese momento, se convirtió en usurpador y todos los actos posteriores del régimen que presidió y que aún rige en Cuba, son ilegítimos, entre ellos la promulgación de las constituciones espurias de 1976 y 2019.. El autor debería saber que para modificar o hacer inefectiva la aplicación dela consitutción de 1940 había que aplicar el procedimiento contenido en sus artículos finales, cosa que no se hizo y, por tanto, esa pieza legislativa, aprobada en su día por el pueblo cub ano tras la elaboración de su proyecto en que participaron todas las tendencias políticas de la época, mantiene toda su vigencia si binen no de hecho, sí de derecho. No puede el autor aspirar a obtener justicia en su caso bajo las disposiciones de una constitución como la de 2019, que reconoce al Partido comunista )un contgrasentido llamar de “partido” a una única organizzación que ostenta además el poder absoluto en el país) el cual, en todo momento, determina que solución se le dará a cualquier problema:: desde cuántas libras de arroz le corresponde a cada cubano por la libreta de racionamiento hasta bajo qué óptica analizar un caso como el del autor, si corresponde darle respuesta o ignorarlo para evitar que se siga ahondando en algo que a quienes detentan el poder no les interesa que se investigue más. La no independencia de poderes del Estado impide el necesario contrapunteo entre éstos que, en una sociedad democrátidca, son los que la impulsan hacia adelante. El Partido que está en el poder, en cualquier sociedad, actúa conforme a sus intereses y de acuerdo con su programa. La diferencia estriba en que en una sociedad multipartidista, quien ocupa la máxima instancia está sujeto al escrutinio y el cuestinamiento de sus contrarios, fenómeno que ewstá ausente en una sociead autoritaria como la cubana. Cuántas cosas no habremos deseado los cubanos cambiar en todos estos años! Sin embargo, nos ha sido imposible porque, quienes lo hemos intentado, fuímos tachados de mercenarios, agentes del enemigo, abanderados del imperialismo y otros calificativos negativos sin permitirnos exponer nuestros argumentos y someterlos al debate con el pueblo cuyo bienestar dice el Estado Socialista que es su máxima proridad. No culpo completamente al autor, cuando estudié Derecho no se me explicó prácticamente nada de la Constitución de 1940, solo se nos dijo que er una “constitución burguesa”. Años después y ya en el exilio, tuve acceso a su texto y me di cuenta por qué nos la habían escamoteado. Cualquiera que la lea se da cuenta que de haber sido restituida como carta Magna, Cuba no se encontgraría enla difícil situación en que eestá sumida.

Armando Perez 10 julio 2020 - 1:49 PM

Para el autor, un consejo: ¡Lárguese de allí que la vida es una sola! yo pasé por algi muy similar y luego de años de apelar y luchar me di cuenta que estaba desgastando mi tiempo en aquella lucha. El dia que agarré el avión para marcharme tomá la mejor decisión de mi vida y nunca me he arrepentido. Sólo hay una vida y es breve. Hay que aprovecharla.

Roberto Javier 10 julio 2020 - 8:15 PM

Esa es una verdad absoluta, y la más inteligente de las decisiones además.

Mercenario — La Trinchera Por: René Fidel González García 12 julio 2020 - 5:00 AM

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