El equipo de Gobierno y partidista que ha manejado durante los últimos años en Cuba la información pertinente y objetiva de todas las ramas del Estado y la sociedad; que ha podido incluso evaluar e intentar corregir a partir de datos y evidencias los errores y deformaciones que ellos suponen; que ha tenido la posibilidad de articular, instrumentar y ensayar propuestas y decisiones como políticas públicas en orden de complejidad sistémica; que ha dominado los umbrales de incertidumbre y los riesgos de cada escenario; ha tenido para poder hacerlo la mayor cuota y concentración de poder posible.
No es cierto, sin embargo, que los que han disfrutado del poder de forma tan extraordinaria, sean electos por el pueblo «para determinadas responsabilidades por un determinado tiempo», como afirmara recientemente el Presidente cubano. La realidad es que ellos son parte de un sistema de formación y selección de cuadros políticos, administrativos y empresariales profesionales, en el que, durante décadas, ascienden progresivamente de acuerdo a requisitos, criterios y evaluaciones que no son públicas, ni dependen de la elección ciudadana.
¿Cuál es para los ciudadanos el costo de la inexperiencia de tales funcionarios frente al gobierno, la administración del Estado, las instituciones y empresas públicas? ¿Cuál es el precio pagado colectivamente cuando sus decisiones han sido erradas? ¿O el de que permanecieran incrustados al Estado cubano, la administración, la toma de decisiones e incluso la conducción política, aun luego de fracasar una y otra vez?
¿De qué modo los ha influenciado el prolongado disfrute de privilegios para ellos y sus familiares, y sobre todo, la diferenciación respecto a la vida cotidiana de los ciudadanos? ¿Qué sabemos de la cultura organizacional, los valores, prácticas y tácticas que aprendieron para ascender y prosperar? ¿Cuál ha sido el importe de la soberbia, arrogancia y pedantería que adquirieron en su ascenso a diferentes estatus de poder como consecuencia de nuestra imposibilidad de exigirles cualquier tipo de responsabilidad y control público de sus actos, o la inexistencia de mecanismos de rendición de cuenta y revocación reales y vinculantes?
Estas son viejas preguntas que necesitan nuevas respuestas. Sin ser las únicas, son interrogantes pertinentes, entre otras razones porque aquello que determina el liderazgo a cualquier nivel en Cuba, así como sus características, realmente transversaliza a la sociedad y al Estado, volviendo estrictamente residual y ritual la elección y participación política de los ciudadanos.
Tal sistema de cuadros no solo enajena a la política de lo público, sino que la absorbe para convertirse en un sistema de relaciones políticas. Es probable que dicho sistema, actualizado recientemente por una generación formada por completo en su interior, esté hoy en un punto óptimo de funcionamiento como estructura de una élite y, dentro de él, sus miembros interactúen y concreten formas de hacer política definidas por haberse convertido para ellos en una ruta de movilidad social, incluso antes de integrarlo.
Esta última no es una cuestión intrascendente, pues remite a cuáles son los valores que promueve el sistema, a los roles asignados en función del estatus que se ocupa en él, pero también a cómo se condicionan las actitudes de los individuos en función de conservar el estatus alcanzado y seguir percibiendo beneficios y logros socio económicos que definen el ascenso social de ellos y sus familiares.

Casa del Ministro de Economía y Planificación en medio de un corte eléctrico.
Si miembros de distintas generaciones ofrecen testimonios sobre dirigentes y políticos capaces de renunciar a sus cargos o responsabilidades por no aceptar disposiciones que creyeron erradas, de no tolerar formas de trato despóticas, arbitrarias y degradantes por parte de sus superiores a los ciudadanos; y también de argumentar lo que pensaban, aun cuando suponía cuestionar lo que decidían sus superiores; no es difícil constatar que ello es hoy un hecho extraordinario y probablemente definitorio del destino de quien así proceda.
En la década del treinta del pasado siglo, Antonio Guiteras Holmes afirmó que no le interesaba el poder si no era para hacer la Revolución. Tal declaración es un lúcido recordatorio de la importancia que tiene la cuestión ética, teleológica y de los límites al poder. No es tampoco algo menor: el poder es un bien político público solo cuando su ejercicio no resulta privatizado y sus estructuras no devienen plataformas para el logro del monopolio y la exclusión.
Todas las sociedades enseñan, pero también reproducen, el tipo de cultura y prácticas políticas derivadas de las relaciones de poder que se promueven en ellas. Por eso, el reverso de la pregunta ¿para qué quieren el poder los que lo tienen hoy en Cuba?, es también una interpelación válida, y de hecho fundamental, para los que no lo tienen, para los excluidos.
Todo el poder, toda la responsabilidad
Se dice que John F. Kennedy en 1961, tras la humillante derrota sufrida por su administración en Playa Girón, afirmó con amargura: «La victoria tiene muchos padres, pero la derrota es huérfana». Es necesario evadir la trampa de analizar la realidad desde ese enfoque maniqueo.
No se trata entonces de satanizar a un equipo de gobierno que, con independencia de sus decisiones, heredó procesos complejos y contradictorios —cuando no perversos—, en todos los ámbitos de la realidad social y política, y también una difícil situación internacional cuyas repercusiones internas fueron muy importantes. Pero resulta demasiado obvio que la responsabilidad, del tipo que sea, y mucho más si es política, abarca tanto los éxitos como los fracasos.
De modo que, más que reconocer la incompetencia de políticos y funcionarios y su responsabilidad en la actual situación; de lo que se trata es de que las acciones ante las consecuencias que han tenido y tendrán dichas decisiones, sean asumidas como nuestra responsabilidad.
Mientras lees estas líneas, las consecuencias de los actos de cuadros gubernamentales, políticos y empresariales, se extienden por campos y problemáticas diversos pero inter-relacionados, que abarcan la educación, la asistencia y seguridad social, la igualdad política, el funcionamiento del sistema jurídico, el racismo, las infraestructuras viales y de transporte, la política, la democracia y la participación y el desarrollo local. También sobre la esperanza, calidad y viabilidad de los proyectos de vida, la institucionalidad, el comercio exterior, la propiedad y el derecho a la vivienda, la producción de alimentos, la inversión pública y extranjera y su geolocalización territorial, la cultura, la expansión y diversificación de la industria ligera y pesada.
Además, sobre las condiciones y posibilidad del ejercicio de derechos y libertades de los ciudadanos y las garantías constitucionales, el cambio y diversificación de la matriz energética del país, el acceso y calidad de la justicia, la investigación, el desarrollo e introducción de nuevas tecnologías, la soberanía económica y otras áreas de la vida social y política.
¿Qué sabemos de la racionalidad que está detrás de las decisiones de dirigentes políticos, funcionarios y empresarios?

(Foto: Tomada de El País)
Apenas podemos tener una idea de las dimensiones reales de la situación en que estamos, poco más allá de las percepciones de la dureza de la vida cotidiana para cientos de miles de cubanos. Pero tales percepciones están mediadas por diversas cuestiones, que van desde los ingresos, la ubicación geográfica dentro del país o el estatus social de los individuos; por solo poner ejemplos que muchas veces son resultado de políticas y decisiones gubernamentales.
Los datos públicos disponibles para los ciudadanos suelen ser insuficientes. Aunque en algunos casos permiten identificar la existencia de decisiones estratégicas —como aquellos que informan sobre la Distribución Sectorial de Inversiones que se ha producido en Cuba en la última década—; no permiten en cambio entender cuáles fueron los argumentos que estuvieron en el origen o continuidad de ellas. Sin embargo, como ocurre en el caso aludido, a menudo son una radiografía de las deformaciones de la economía cubana, sus causas e impactos que, pese a ser públicos, paradójicamente no encuentran un nicho político en que puedan ser analizados, cuestionados y corregidos.
La ausencia de transparencia en los actos gubernamentales y administrativos, también en los políticos a micro y gran escala, ha sido característica inherente al funcionamiento de las estructuras del Estado y el Gobierno cubanos durante décadas. Esto permitió instaurar un régimen de alta concentración de poder y concesión de amplias —cuando no omnímodas— facultades discrecionales a sus operadores frente a los ciudadanos. Incluso cuando se ha intentado otorgar formalmente una autonomía mayor a los municipios y a las empresas enclavadas en ellos, tal característica ha demostrado ser invulnerable.
La trasmisión y acumulación del poder, y las facultades derivadas de estos cambios, potenciaron no pocas veces la individualización y el culto a la personalidad que suelen acompañar a tal situación. Como resultado, ciudadanos y subordinados, en contextos públicos y laborales, han estado eventualmente lidiando con concreciones mucho más negativas y objetivas del uso del poder, al mismo tiempo que se debilitaban sus posibilidades de participación y control.
Robert Klitgaard secuenció hace muchos años el algoritmo de la corrupción en una célebre fórmula: Centralización + Facultades discrecionales – Transparencia. Para los cubanos existen densas zonas de silencio alejadas del debate por diversas formas de digresión del foco de atención ciudadana. Ellas abarcan cuestiones muy diversas: inversión de capitales públicos; negociación, aceptación y ejecución de créditos e inversiones; adquisición de deuda estatal; realización de negocios y licitaciones; formación y ejecución de los presupuestos; contratación de servicios; adjudicación, transferencia y disolución de la propiedad pública. Asimismo: ejecución de los presupuestos de gobiernos provinciales y municipales; pagos por servicios de distinto tipo; concertación de contratos y adquisición y trasferencia de inmuebles.
En general, tales asuntos han permanecido fuera del escrutinio en condiciones de opacidad y secretividad normativamente garantizadas, o por la instauración de prácticas de ocultamiento que contaminan la cultura de las instituciones y la vida social.
No pocas veces, tanto ese tipo de diseño como la secretividad y ausencia de trasparencia de funcionarios e instituciones, se han justificado como necesarios dada la eficacia de agencias estadounidenses que persiguen activos, negocios, planes, o mecanismos de financiamiento y pago de obligaciones del Estado cubano.
Tal persecución es cierta, está legalmente codificada y prevista en numerosas directrices administrativas de la poderosa potencia. Pero en la práctica, al partir de un diseño de concentración de poder y escasa transparencia inherente al paradigma de la experiencia histórica del Socialismo, la corrupción económica se expandido por la sociedad cubana junto a su hermana gemela, la corrupción política.

Este cartel recibe a quienes viajan a Varadero.
La primera es ya endémica, causa gigantescas pérdidas anuales y todo tipo de distorsiones a la economía cubana, así como complejos y extendidos entramados de tráfico de influencias, dentro de los cuales miembros de élites políticas y económicas, a todos los niveles del aparato estatal y administrativo, sostienen relaciones endogámicas para el logro de sus intereses.
La segunda opera como principio general para la impunidad individual, el abuso de poder y la desactivación del Derecho y las normas jurídicas en detrimento de los ciudadanos. La existencia de políticos y funcionarios habituados a informar, pero no a explicar; a pronunciarse, pero no a fundamentar racionalmente; han sido tan naturalizados entre nosotros como la supervisión de nuestras actitudes, criterios y pensamiento político por parte de la Seguridad del Estado; o como las condiciones de vida de funcionarios partidistas a cierto nivel, su acceso a bienes y servicios.
La democratización de la vida económica, social y política, es quizás lo único que podemos oponer a las secuelas actuales y prolongadas en el tiempo, tanto de ese cúmulo de decisiones y consecuencias, como de la arquitectura de poder que las posibilita. Nunca ha sido una panacea, pero como proceso político y necesariamente cultural, la democratización es una barrera que debemos erigir frente a la oportunidad que el menoscabo de nuestra soberanía como ciudadanos da a la vulgaridad y la tiranía del capricho de marginales exitosos, que acabarán por heredar y usufructuar totalmente para su beneficio una concentración tal de poder.
Serán ellos, los marginales —que lo son porque viven al margen de los valores que promocionan como válidos y deseables para nuestra sociedad y en los que muchos de verdad creemos—, los que acabarán por degradar totalmente, sea por el envilecimiento de la costumbre, o por la trasmisión indecente del privilegio en que han convertido el poder, nuestras libertades y derechos.
Los excluidos
Durante más de una década, decisiones económicas gubernamentales han provocado la exclusión y empobrecimiento continuo de amplios sectores poblacionales. Ahora, a medida que se estratifican aceleradamente dichos sectores populares gracias a una reforma económica incoherente, contradictoria e intermitente, y al parecer ya sin derrotero; un cada vez más importante grado de exclusión política es condición para mantener y perfeccionar legislativamente la limitación del acceso del poder que se ejerce. También para enfrentar la oposición y resistencia que esos tipos específicos de exclusión y de violencia producen.
Si en realidad, como he apuntado en otras oportunidades, no existe forma de excluir económica y socialmente sin excluir además políticamente, la enajenación y concentración del poder político en cualquier sociedad conduce siempre a la precarización de su distribución y, lo que es peor, a su socialización, disputa y ejercicio, a partir de las pequeñas y escasas cuotas que están disponibles en la vida cotidiana de los ciudadanos.
Es incorrecto hacer de este un argumento que explique muchos de nuestros problemas, pero las trazas del poder y de la forma de acceder a él o detentarlo, están en la estructura de violencia intrafamiliar y social, de los feminicidios, los maltratos y desprotección al niño, al hombre o la mujer ancianos, también en las epidemias de emigración, suicidios, alcoholismo y enfermedades mentales que experimentamos como sociedad.
Lo que es negado a las mayorías en su forma social y política plena, determina luego muchas veces una secuencia interminable y difusa de ejercicios públicos y privados de apropiación, uso y abuso del poder.
No hay que subestimar el potencial de violencia real y simbólica que esto tiene, las formas en que distribuye, legitima y valoriza al interior del tejido y las relaciones sociales, el irrespeto al otro, a su autodeterminación y autonomía; la manera en la que finalmente configura la condición de víctimas y victimarios, la indiferencia, la desprotección y el desamparo como conductas, o su efectividad para la fractura y devaluación de la solidaridad y la noción colectiva de justicia.
Es imposible cambiar tal estado de cosas e intentar corregir el rumbo de nuestra sociedad sin destruir los mecanismos de exclusión política, sin cambiar las formas actuales de selección y elección de los ciudadanos para cargos de servidores públicos. Debemos oponer a este escenario una racionalidad nueva, que alcance a las normas jurídicas y a las lógicas sociales que las sustentan.
Tenemos que desarmar la cultura de obediencia y simulación que condiciona el acceso y permanencia de tales funcionarios dentro de las estructuras. Hay que eliminar las fuentes de poder de esas minorías silenciosas, que hasta ahora toman —y reservan para ellas— decisiones que nos conciernen y afectan a todos. Debemos librar a los ciudadanos de la interferencia y retaliación sistemática del poder. Se impone sustituir a las personas que han tomado las decisiones que nos han traído hasta el momento actual.
El ciclo electoral que organiza y gestiona el sistema político cubano no va a permitir nada de esto. Ninguna de las personas que usted conoce y admira, que estarían dispuestas a poner el decoro y la dignidad por encima de cualquier otro interés que no fuera servir a los ciudadanos con inteligencia y mesura, con probidad y decencia; serán propuestas y electas.
No es que muchos de ellos anden dispersos ahora por el mundo. Tampoco es que satisfechos del lucro personal y el éxito estén apartados de la vida pública, ni que no confíen en el talento del cubano, en su bondad e increíble nobleza, o que teman alzar su voz para decir basta, y oír y defender a los que sufren. Es que han sido sistemáticamente, y cada vez más, excluidos. El bloqueo a la alternativa que suponen estos hombres y mujeres que usted conoce, o que están ahora mismo sumergidos en la inercia del anonimato y la imposibilidad de ofrecer su inteligencia y capacidad a la política y al gobierno del país, no es, ni mucho menos, el origen del conflicto, sino la manera en que este se expresa políticamente.
Ello se hace evidente a medida que nuestra política se interna en la ciénaga de mentiras, cinismo, dobles raseros, sarcasmo y banalidad a que la empujan —día a día y peligrosamente— una minoría soberbia y su coro venal. O cuando la crisis política cubana es prolongada conscientemente, a costa de hundir cada vez más al país en una bancarrota económica que compromete ya el futuro de las siguientes generaciones.
Llevamos décadas desperdiciando y perdiendo una parte importantísima del enorme capital de talento, sinceridad y altruismo que los logros civilizatorios alcanzados aquí en los últimos sesenta años produjeron. Todavía no acaba de envejecer y ser apartada una generación que entregó todo y que hoy lidia amargamente con la indignidad de la pobreza; pero a miles de jóvenes se le abren las puertas de la emigración y son drenados de nuestra sociedad como si fueran un pus, para poder manejar la conflictividad y rebeldía interna, o sentar a la potencia adversaria en la mesa de negociaciones. Todo se conocerá algún día.
A principios del año próximo, cuando los índices de abstencionismo se expresen otra vez de manera abrumadora, y de seguro con valores más altos; no se estarán deslegitimando las ideas de justicia social, democracia, igualdad política y soberanía nacional, ni las luchas contra la discriminación racial, ni ese sueño de la adultez y lucidez ciudadana que es el Estado de Derecho y la plenitud y garantía de las libertades que merecemos; se estará deslegitimando la exclusión política.
Es difícil saber en qué momento después de esto los excluidos asumirán el conflicto. Hasta ahora han evidenciado las estructuras de la exclusión, o han apelado a reglas jurídicas para reformarlas u oponerse a ellas; pero no han creado aún sus propias estructuras. La contradicción esencial de los excluidos es la ausencia de estructuras desde las que oponerse a la exclusión. Mientras ello no ocurra, el conflicto no estará asumido ni planteado realmente.
Todo conflicto político es siempre, en primer lugar, una disputa entre estructuras que ejercen, o intentan participar, disputar o controlar el poder. Pero la existencia política es siempre la condición primera para obtener legitimidad. Los excluidos lo son precisamente porque jamás podrán esperar el reconocimiento formal de sus estructuras por parte de quienes los excluyen para que no puedan tenerlas. Sin embargo, solo lo que existe tiene el privilegio de la acción y de la oportunidad. También del respeto.
La legitimidad de los excluidos es, por tanto, esencialmente, la necesidad de diálogo social sobre la igualdad política, y por eso mismo una declaración de aquello en lo que creen. Ello es, quizás, lo único que necesitan para tenerla: reconocerse en la exclusión.
***
Este artículo es un ejercicio de los derechos y libertades que consagra la Constitución de la República de Cuba.
25 comentarios
Cuba fortalece relaciones con Kenya, la Comunidad de las Bahamas y con los pequeños estados insulares del océano Pacífico. Ji, ji ji ji
Andan detras de contratos de un par de milloncitos para sostener los lujos de Mariela, del nieto de la piedra y del grupito que tiene la sarten por el mango.
” Lo que aquí se recauda es para el Puebio ” se ve en una valla grandísima a la entrada de Varadero.
A cual pueblo se refiere ? Debe ser a la otra mitad que no puede acceder a la MLC y no puede comprar parte de los alimentos y accesorios necesarios para la subsistencia. Mientras tanto, la gente se sigue marchando de un país que ya nada tiene que ofrecer.
¡A que grado de degradacion moral y material han llegado para asaltar a un desamparado y matarlo!
A Beleco no había nada que arrebatarle tenía algo de vestimenta que le habían regalado
si el autor dejara de tratar de buscarle la legitimidad,la liberacion,la justicia a ese mounstruo que es “la revolucion socialista ” y lo redujera a lo que en verdad es ,quizas viera lo justo que es tratar de borrala del mapa cubano y comenza,otra vez, a construir una republica,democratica,con derechos y oportunidades para todos.La apropiacion del poder por parte de “Los Mejores” no es invento ni es oculto…esta en la Contiucion y …no les da pena. Si hubiera duda,consultar la Constitucion.Si usted se dio cuenta hace un rato que el pueblo de cuba,yace sin derechos,oprimido,manipulado,menospreciado,por el Poder de los Mejores,lo siento,pero ha llegado tarde…desde 1959 parte del pueblo de cuba esta en combate contra este Engendro…..consuelese pensando que se evito ,al menos por un tiempo, esta condena.!!!!!
Buen artículo. Muestra otros aspectos necesarios para entender nuestra realidad y futuro. El sistema que se creó y fue evolucionando durante décadas, nadie, salvó experiencias anecdóticas, nadie lo ha analizado. La historia de estos interminables años no se ha escrito y con el control que tiene el sistema de la información, dudo mucho que algún día pueda ser escrita con un grado adecuado de objetividad. No pienso verlo.
La Historia no es un bien superfluo cuando no se basa solamente en héroes y mártires.
Amigos excluidos y no excluidos:
Cuando se gobierna a espaldas del pueblo sin ningún tipo de explicación y sin presidente elegido por sus electores, pasa a lo que hemos llegado a una Dictadura más. Espero que mis palabras estén protegidas por la carta magna de la nación Cubana.
“Lo que aqui se recauda es para el pueblo”. (????????)
Ahora me doy cuenta de lo que hay. Como pude ser tan ciego?.
Ellos son el pueblo.
El resto no son nada. No existen.
Cuanto mas rapido lo entiendan y se vayan o se conformen, mejor.
Y no lo olviden. Manden dinero.
Sanson
El resto somos los ninguneados
No importa si eres comunistas o revolucionario,dicho sea de paso en este desgobierno no hay ni de lo uno ni de lo otro , ahora bien lo que no entiendo es por que alguien no sea afín a estos corruptos e incompetentes , sometan porque tienen las armas a todo un pueblo a su antojo o capricho,no hay justificación para llevar a todo un país a la pobreza absoluta,
No se puede soportar ver niños muriendo por falta de insumos médicos y ambulancias,ver a toda una población longeva convertirse en mendigos después que dejaron todo su juventud y sus recursos en las manos de un Caudillo que los engañó y los dejo después de decir denme todas las armas,las propiedades,la tierra,la economía que ahora después de robar y saquear,destruir y arruinar, ahora sálvese quien pueda,no hay revolución que justifique tal injusticia,no hay manera que se entienda por mucho que quieran justificar.
💕🙏 🇨🇺
“Una sociedad que sólo vea al hombre como un instrumento para el enriquecimiento es una sociedad antihumana, algo que nos es hostil, y por tanto nunca podremos aceptar su moral, falsa e hipócrita. El cinismo y la brutalidad que muestra hacia el ser humano nos repugnan tanto, que luchamos y lucharemos contra cualquier forma de servidumbre física y moral de algún miembro de esa sociedad y contra cualquier variante de opresión individual que favorezca la codicia. Nosotros, obreros, que con nuestro trabajo lo creamos todo, desde la máquina más grande hasta el juguete más pequeño; nosotros, a quienes se nos deniega el derecho a luchar por nuestra dignidad humana, utilizándonos como arma para conseguir objetivos ajenos; nosotros, trabajadores, lo que queremos ahora es conseguir la fuerza necesaria que nos permita con el tiempo conquistar todo el poder. Nuestras consignas son sencillas: ¡Abajo la propiedad privada! ¡Todos los medios de producción para el pueblo! ¡Todo el poder para el pueblo! ¡Trabajo obligatorio para todo el mundo…! ¿Lo véis? ¡No somos unos sediciosos!”
Máximo Gorki
En efecto. A los dos o tres annos de bajar de su escondite, el individuo traiciono a los demas y se apropio de los medios con que contaba la gente para vivir, desde un negocio hasta un empleo, desde una propiedad hasta una finca y desde una herencia hasta una pequenna cuenta de banco. Termino convirtiendo a todos los cubanos en sus malpagados asalariados y desde ese dia el poder adquisitivo solo ha disminuido. Cuba, a partir de ahi, es el unico pais del Mundo donde toda la poblacion vive de lo poco que que le otorga el gobierno. En USA cuando algo anda mal, muchos solicitan food stamps, algo asi como un uno o un dos por ciento de la poblacion. En cuba, desde el principio. se nos condeno a todos a vivir de la Libreta de abastecimiento, que es el equivalente.
A proposito Eva , no vio a la sennora, comunistona ella y despechada, que tomo la palabra en una reunion de medicos y que para dar lecciones al cuorum presente, dijo que los cubanos debian ser como los nazis?. Esta en toda la red.
Creo que ya, a estas alturas, no nos va quedando nada por ver.
Feliz Navidad y que el anno que viene siga disfrutando de esa facilidad de palabra y de pensamiento.
SANSON
Siempre sigo sus comentarios y los de los que aquí concurren a favor del pueblo cubano mancillado por la mentira y la represión
A esa fascista la vi y coincido con Ud. Ya no nos queda mucho más que ver de esos parásitos, no hay descripción para semejante aberración y eso que se dice que somos instruidos: un presidente que no sabe hablar ni leer en español y menos inglés y lo dejan y una señora PCC que recomienda que seamos tan nacionalistas como los hitlerianos🤬
Le agradezco su lucidez e igualmente le deseo mucha salud, mucha paz, mucho amor y prosperidad junto a quienes le hacen la vida feliz a Ud y a todos los que añoramos una nación moral libre de corruptos y mentirosos
Gracias 🙏
El articulo contiene un análisis correcto de la realidad objetiva.pero al llegar a las posibles soluciones falla, porque no será apartando a los actuales de tentadores del.poder Real como se resolverán los problemas del país y la nación. El problema es sistémico y la solución tiene que ser sistémica. Si mañana nombran o eligen a personas honestas y capaces para ejercer los cargos públicos, dentro de poco se corromperán igualmente. Si los ciudadanos siguen dependiendo para su sustento del Estado, siempre estarán excluidos de la actividad política y sólo se expresarán como.lo hicieron el 11J.
Lo otro que veo incompleto es sobre el diálogo que se propone. Esta gubernatura no dialogará y por ello es inútil, pero lo más importante es que no hay nadie con quien dialogar (tampoco se trata de dialogar; es negociar para evitar la violencia política). Es imprescindible; es urgente; es vital organizar a los excluidos, a los que desean vivir el libertad y democracia. De lo contrario, no habrá nadie que pueda negociar o forzar la negociación o garantizar la transición no violenta o ordenada a la democracia.
Mientras se trate de reformar el sistema sin cambiarlo, nada conseguiremos y se seguirán produciendo buenos artículos académicos pero seguirá creciendo la miseria y el autoritarismo..Voy a parafrasear al primer comunista: no se trata de estudiar y comprender nuestra sociedad; se trata de cambiarla..
(Pido disculpas anticipadas por los errores de ortografía y sintaxis pero mi teléfono solo me permite ver el tercio superior de las letras que eacribo)
Cada párrafo leído me remontaba a mis días de trabajadora, tiempos en que la dirección asignaba viviendas y decidía a quienes se les vendían los carros que era a lo máximo que un profesional podía aspirar, aprobaban los cursos de superación y hasta daban el aval para la entrada de los hijos en la vocacional, pura práctica de poder de los militantes de mi época que como los cesares eran los dueños de vida y hacienda.
Los dirigentes con los que me tocó lidiar -casi todos mediocres- hicieron lo necesario para escalar peldaños, vi mujeres de queridas de funcionarios con poder, vi a viejos dirigentes acorralar a jóvenes, vi matrimonios deshechos, infidelidades, vilezas y abusos de poder, vi chivaterías y guataquerías, vi personas decepcionadas y asqueadas etiquetadas como conflictivas y no confiables que era el peor calificativo de aquellos tiempos, nos convirtieron en carneros hipócritas. Ya mi generación está jubilada, somos los viejos mal envejecidos por maltrato social, desorientados y abandonados, no importa la actitud pasada estamos metidos en el mismo saco de la historia.
Los dirigentes de pacotilla, palabra fácil y apetitos lujuriosos nos llevaron a esto, nosotros también contribuimos por no encararlos; esta generación si los encara por eso el futuro de Cuba no va a ser continuidad.
MARIA TERESA*
Que bueno su comentario
Siempre honrada y exacta en sus comentarios la admiro muchísimo porque pienso en mi madre en todo lo que trabajo y entregó con honradez y honestidad a este país para recibir después de trabajar 49 años una pensión miserable de 1680 pesos
Que la justicia divina los mantenga con ese miedo que viven tan grande que no se mueven.m sin escoltas! saben lo cobardes y malditos que son
Un abrazo y mi gratitud siempre a Ud y a otros que aquí concurren Sanson , Manuel Figueredo, … por exponer acertados comentarios y vivencias que aunque tristes hablan por los que dentro de Cuba sollozan en vida
Excelente artículo
Hay cubanos que tienen los conceptos muy “trocados” y no lo saben. En un comentario leia hace unos dias a alguien que dice que ” el cree que si, que Biden deberia hacer mas por el pueblo cubano”.WHAAAAAAT?. El Presidente de la India hace algo por el pueblo cubano?. Que hacen el Presidente de Francia o el de Rumania por el pueblo cubano?. Que han hecho jamas los Presidentes de ningun lado por el pueblo de nadie?. Lo hacen por el suyo que los eligio.
Entonces por que Biden debe hacer “mas” por los cubanos.
Por que tiene que hacer algo ningun Presidente por el Archienemigo de su pais?.
El Presidente Biden no sabe quien es un esbirro del regimen o que cubano sera reclutado mannana para infiltrarse como espia en USA. No sabe quien puede ser uno de esos que salieron a gritar en contra de los Estados Unidos y hasta les ensennaron como maestros a a sus alumnos “lo malos que eran los Yankees”. Acaso Biden debe ayudar para que la presidenta del Comite o su Cordinador Nacional (antiguo espia perdonado) se alimenten mientras hacen su funcion de chivatones? De verdad?.
A los que llegan, y rompen, de alguna forma, con el regimen se les ayuda como a nadie, y si no preguntenle a la tal Sussan Eikman o lean su libraco. Con solo darse un banno en el Rio Bravo (como si se realizaran un bautizo migratorio) se convierten en admisibles, ayudables y por ultimo Residentes del pais donde Biden nacio y llego a Presidente. Ya bastante tiene el Presidente Biden con permitir que se envien remesas desde su pais y no deportar a la gente que un dia se declaro en “miedo creible” y regresa al anno y un dia al pais que dijeron, entre lagrimas, que los castigaria si los viraban para atras .
Mas ayuda van a tener que pedirsela al Presidente del Planeta Marte.
Biden puede estar un poco senil pero bobo, no creo que lo sea.,
Con este tipo de artículos, de análisis, uno puede opinar que dice más o menos algunas verdades y medias verdades, uno puede estar más o menos de acuerdo. Pero esencialmente lo que creo es que es un ejercicio inútil. Ya todo el debate en esta dirección ha sido agotado, no hay posibilidad de modificar la realidad a partir de estos presupuestos.
Solo existen dos posibilidades. El cambio a partir la alianza de los Estados Unidos, con todo lo que eso significa. Integrarse al sistema y presionar desde adentro, también con todo lo que esto significa.
That’s all folks.
Sanson como siempre, haciendo gala de sus constantes tergiversaciones y de un lenguaje belicoso e intolerante hacia todo criterio que no coincida con el suyo. En mi comentario decía que: “Biden debe hacer mucho más por beneficiar al pueblo de la isla”, en primer lugar eliminando muchas de las sanciones impuestas por Trump, las cuales a quien perjudican es al pueblo de Cuba, a pesar de que elementos trumpistas como usted se hayan creído lo contrario. Bien debe aplicar una estrategia que impida que GAESA, ese monopolio corrupto e impopular, se apodere del dinero estadounidense. Sanson no quiere entender que con muchas de sus políticas EE.UU ha agravado el sufrimiento del pueblo cubano, por tanto es hora de revertirlas, pues además no han logrado el fin de la tiranía. Pero Sanson confunde al régimen con el pueblo: la archienemiga proclamada de EE.UU es la dictadura, el pueblo cubano nunca ha sido enemigo de ningún país. Debemos decirle a este señor, que con toda seguridad nada hizo en Cuba por oponerse a la tiranía y se mantuvo calladito y tranquilo hasta que le tocara el turno de irse, que con su actitud extremista y agresiva muy poca empatía podrá tener.
Daniel Torres, el de las “tergiversaciones” es usted, aunque en realidad considero que es solo un segundon de la dictadura. Su suplica de “tolerancia y ayuda” solo lograra algunas limosnas designdas al pueblo por esos que manejaran y repartiran el monto de la “ayuda” que reclama del Presidente Biden y un respiro mas para la tirania.
Le recomiendo que averigue sobre la negativa del Gobierno espanol a la intencion del regimen cubano de comprar gases lacrimogenos y otros articulos de represion a manifestantes, si todavia no lo hizo.
Con elementos como usted, la dictadura sobrevivira por muchos annos mas en cuba.
Otra cosa Daniel Torres.
El del lenguaje belicoso es usted que trata incluso de adivinar un supuesto pasado mio que ni conoce ni es de su incumbencia. Deje de aconsejar a otros de secundar sus lloriqueos, que a una milla se delata su actitud de disfrazado de defensor del pueblo cubano cuando solo es un empleado de la dictadura en su afan de que otros les aflojen la billetera.
Trato pero no le salio.
Nunca se nos engañó. Se nos dijo siempre que era una dictadura…del proletariado, claro. Que tomadura de pelo! Larga y ancha…y perenne…Por cierto, hablando como los locos, en que otra democracia los que residen en el exterior no tienen derecho a votar?
Excelente . Gracias al autor
https://youtu.be/9ZSuCFEL2RY
Con este tipo de artículos, de análisis, uno puede opinar que dice más o menos algunas verdades y medias verdades, uno puede estar más o menos de acuerdo. Pero esencialmente lo que creo es que es un ejercicio inútil. Ya todo el debate en esta dirección ha sido agotado, no hay posibilidad de modificar la realidad a partir de estos presupuestos.
Solo existen dos posibilidades. El cambio a partir la alianza de los Estados Unidos, con todo lo que eso significa. Integrarse al sistema y presionar desde adentro, también con todo lo que esto significa.
That’s all folks.
Con este tipo de artículos, de análisis, uno puede opinar que dice más o menos algunas verdades y medias verdades, uno puede estar más o menos de acuerdo. Pero esencialmente lo que creo es que es un ejercicio inútil. Ya todo el debate en esta dirección ha sido agotado, no hay posibilidad de modificar la realidad a partir de estos presupuestos.
Solo existen dos posibilidades. El cambio a partir la alianza de los Estados Unidos, con todo lo que eso significa. Integrarse al sistema y presionar desde adentro, también con todo lo que esto significa.
That’s all folks.
Cuba duele
Las prisiones y los fusilamientos en Cuba son muy buenas noticias para el superpoder universal, que está loco de ganas de sacarse de la garganta esta porfiada espina.
Son muy malas noticias, en cambio, noticias tristes que mucho duelen, para quienes creemos que es admirable la valentía de ese país chiquito y tan capaz de grandeza, pero también creemos que la libertad y la justicia marchan juntas o no marchan.
Tiempo de muy malas noticias: por si teníamos poco con la alevosa impunidad de la carnicería de Irak, el gobierno cubano comete estos actos que, como diría don Carlos Quijano, “pecan contra la esperanza”.
Eduardo Galeano
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La revolución cubana nació para ser diferente. Sometida a un acoso imperial incesante, sobrevivió como pudo y no como quiso. Mucho se sacrificó ese pueblo, valiente y generoso, para seguir estando de pie en un mundo lleno de agachados. Pero en el duro camino que recorrió en tantos años, la revolución ha ido perdiendo el viento de espontaneidad y de frescura que desde el principio la empujó. Lo digo con dolor. Cuba duele.
Eduardo Galeano
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LOS NADIES
Eduardo Galeano
Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies : los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies : los ningunos, los ninguneados, corriendo la Liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica Roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.
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CUBA DUELE
ESTA DICTADURA INDIGNA DA VERGÜENZA
Era ya hora que se publicaran todas estas consideraciones acerca de la ciudadania y el ejercicio de poder.
Tal vez se requiera abundar mas en diversos temas, pero en algun momento se ha de llegar a la cruda conclusion …
… que una vez definido el problema se requiere plantear la solucion.
Cada dia se hace mas evidente que Cuba se aboca a uns nueva revolucion, a una autenticamente cubana.,
Porque lo que hemos tenido es un cambipo de narrativa, pero vemos que la degradacion ciudadana no ha cambiado.
Si en el sociualismo la ciudadania es propietaria y protagonista … a que viene tanta gratitud a quien ?
Se requiere un cambio de mentalidad que se sustraiga de la manipulacion oportunista de la que hemos sido victimas.
No se puede espera peras del olmo, ni soluciones de quienes son origen de problemas.
No se trata de cambiar esto o aquello, sino … practicamente todo.
Para eso debemos cambiar la mentalidad que nos esclaviza.
Primero reconocer lo imperativo del cambio, organizarlo y llevarlo a termino.
No sera simple o facil, pues lo valioso nunca lo es. Sufrimientos … por supuesto, tal es siempre el precio,
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