Las inversiones en Cuba

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Vivir es consumir, tanto bienes (materiales y espirituales) como servicios; de ahí que sea preciso producir, distribuir e intercambiar. Para consumir más es preciso acumular (ahorrar e invertir); o sea, reducir el consumo en el presente para ampliar la producción y tener más que consumir en el futuro.

Puede la inversión ser lucrativa (productiva, o de servicios), o no lucrativa. Esta última incluye la de fines socioculturales, o las que realiza el Estado en la infraestructura necesaria para el desarrollo económico del país (almacenes y frigoríficos, vías de comunicación, redes eléctricas y de trasmisión de datos, etc.)

La inversión permite transformar y modernizar la estructura productiva de un país, fomentar exportaciones, sustituir importaciones y elevar el bienestar general de la población. Individuos, familias y países que no acumulen no pueden crecer, por muchos lineamientos, cambios de mentalidad, consignas y visitas de las instancias superiores que reciban.

Cuba ha sido siempre un país rico en recursos naturales y humanos. Sin llegar a ser una gran potencia, entre la década del ochenta del siglo XVIII y la misma década del siglo XX su economía estuvo entre las principales de la región caribeña y a la cabeza del mundo en algunas ramas, fundamentalmente la azucarera.

¿Cuál fue la tónica de las inversiones en la historia insular para lograr ese resultado que hoy se torna tan lejano? ¿Por qué ahora Cuba consume, ahorra e invierte cada vez menos? ¿Tiene actualmente posibilidades de efectuar un proceso inversionista más eficaz que permita retomar la ruta del crecimiento y desarrollo y elevar el consumo social e individual?

En este artículo me enfocaré en responder la primera de esas interrogantes. La próxima semana concluiré el análisis.

-I-

Tras despertar de la inicial quimera del oro, los españoles comprendieron que las verdaderas riquezas de Cuba eran su posición geográfica, excelentes bahías y fértiles suelos. De ahí que la factoría militar/comercial de La Habana creciera hasta convertirse en una de las grandes ciudades del Nuevo Mundo. Al beneficio que reportaba la estadía de las flotas, se añadiría la inyección de recursos monetarios que la Capitanía general de la Nueva España (México) fue obligada a enviar a la Isla para financiar la construcción del sistema de fortificaciones y mantener la guarnición de la plaza.

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La Habana creció hasta convertirse en una de las grandes ciudades del Nuevo Mundo.

Esos fondos —«los situados de México» empezaron a recibirse en 1540 y duraron hasta 1811. Ellos dotaron a la Isla de ingresos adicionales no generados de forma endógena. La Habana y Santiago de Cuba fueron las más beneficiadas en tal sentido. Aunque destinados a financiar gastos militares, gran parte de «los situados» era desviada hacia fortunas particulares de las autoridades cívico-militares.

Con el tiempo, este modo de actuación se entronizaría como práctica cotidiana de los grupos de poder insulares: acumular a expensas del desvío de financiamientos externos —originalmente destinados al desarrollo del país—, hacia la inversión lucrativa privada. Los «situados de México» iniciaron la conversión de ingresos destinados a la inversión inmobiliaria de carácter militar (fortificaciones, astilleros) en fuente de corrupción de las altas autoridades político-militares, sus familiares y acólitos.[1]

Desde fines del XVIII, con la ruina de la colonia francesa de Saint Domingue, los altos precios del dulce y el eficaz tráfico esclavista; se logró el auge de la producción azucarera y cafetalera en la región Habana/Matanzas y algunos enclaves del interior, que convirtieron a Cuba, durante dos siglos, en la Isla del Azúcar. Las puertas de la banca mundial se abrían ante los comerciantes y productores cubanos para la inversión productiva y a riesgo; de ahí que las nuevas tecnologías, como el ferrocarril y las máquinas de vapor, se aplicaran en Cuba primero que en España y Latinoamérica.

La rica colonia sería doblemente esquilmada por la Corona, obligada no solo a transferir gran parte de sus ingresos a la Península mediante aranceles e impuestos, sino a pagar el aparato burocrático y los cuerpos represivos creados para mantenerla sujeta; al tiempo que era abandonada a su suerte en cuanto a su fomento y prosperidad. Esa fue la causa que llevó a los sectores más radicales a lanzarse a la manigua redentora con la meta de obtener las ansiadas independencia, justicia y libertad para el pueblo de Cuba. 

Al establecerse la república (1902), atada a los EE.UU. por la Enmienda Platt y el Tratado de reciprocidad comercial, se inicia la entrada masiva de inversiones de aquel país, en fuerte competencia con las nacionales, británicas y españolas. Pero la crisis de 1920 arrasó con los demás competidores y permitió a los capitales yanquis apoderarse vertiginosamente de la agroindustria azucarera.

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Al establecerse la república (1902), se inicia la entrada masiva de inversiones de Estados Unidos.

Entre 1902 y 1925 su peso en el total invertido se elevó de 29% a 42%; mientras, el ingreso nacional creció a un vertiginoso promedio anual del 6,1%. En 1925, más de la mitad de las inversiones se dirigía a la producción azucarera y actividades vinculadas a ella, como el transporte ferroviario y los puertos. Sin embargo, cuando se detuvo la expansión del mercado azucarero norteamericano (1926), la economía cubana inició una fase de estancamiento y crisis que solo superaría con la Segunda Guerra Mundial.

Durante la postguerra se acentuó la crisis azucarera, ahora limitada a una cuota anual en el mercado del Norte, Fue entonces que los capitales yanquis comenzaron a abandonar el sector.

Ante ello, el Estado cubano adoptó la política keynesiana de «Gastos Compensatorios» (1952), una expansión de la inversión pública en pos de crear infraestructura moderna y propiciar a las inversiones extranjeras no azucareras; ampliar el mercado interno e impulsar un proceso autónomo de industrialización.

No obstante, este incremento del gasto público se ubicó en inversiones en la esfera de los servicios y solo una ínfima parte se dedicó a la agricultura no azucarera o a la industria. Como resultado, disminuyeron las reservas en divisas, la balanza de pagos tuvo saldos negativos, creció la deuda pública y se acentuaron las desproporciones de la economía.

En 1958, las inversiones norteamericanas en Cuba ascendían a 1,001 millones de USD, solo superadas en la región por Venezuela y Brasil. Sus empresas poseían el 42% de la producción azucarera, con solo 33 centrales, y el 47,2% de las tierras cultivables; 90% de los servicios eléctricos y telefónicos; 50% de los  ferrocarriles y 23% de la industria no azucarera.

El 72% de las exportaciones y el 71% de las importaciones se llevaban a cabo con los Estados Unidos. A pesar de las desproporciones económicas y desigualdades sociales, Cuba era considerado el tercer país más próspero de Latinoamérica, tras Argentina y Uruguay.

-II-

Las transformaciones de la Revolución y la confrontación con los EE.UU. hicieron  variar la orientación de las inversiones hacia los gastos sociales, la defensa y las regiones del interior. Las ansias de industrializar el país y superar la mono-producción provocaron el llamado ciclo anti-azucarero (1961-1963). En él fueron demolidas más de 200 mil hectáreas de cañaverales y la producción de azúcar se redujo, sin que se fomentaran otras producciones capaces de compensar el desplome.

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Las zafras de esos años mostraron una tendencia decreciente: 1961: 6, 875,500 toneladas; 1962: 4,882,100; 1963: 3,882,500, la zafra más pequeña desde 1959 hasta el Período Especial, aunque triplica la del año 2020.

Estas dificultades, unidas al establecimiento del bloqueo estadounidense, la reorientación económica hacia el campo socialista, amenazas de invasión que obligaban a sustraer de la producción grandes cantidades de mano de obra y recursos materiales para la defensa, y la retirada del Banco Mundial; obligaron a decretar la congelación de los precios minoristas y el régimen de racionamiento del consumo, actual poseedor del Récord Guinness al más longevo del mundo (1962).

En 1963 el proceso inversionista se reorientó nuevamente hacia la mono-producción azucarera, tras el acuerdo con la URSS que comprometió cantidades crecientes de producción y venta hasta 1970. No obstante, entre 1966 y 1970 el ritmo de crecimiento del PIB bajó al 2,2% anual. Un factor que influyó en tal situación fue la eliminación violenta de la pequeña producción urbana durante la Ofensiva Revolucionaria de 1968. Cuba se convirtió en el país más estatizado del mundo.

Tras el fracaso de la Zafra de los Diez Millones y el ingreso de Cuba al Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME), las inversiones en el sector azucarero pasaron de un 20%, entre 1971 y 1975, a un 35%, entre 1976 y 1980. Al unísono, el resto del proceso inversionista se reorientaba hacia la creación de infraestructuras y grandes industrias basadas en la tecnología e importaciones del campo socialista.

A partir de 1980 dio inicio la generosa práctica soviética de pagar a Cuba, en MLC, todo el petróleo que la Isla pudiese ahorrar respecto a lo pactado. La URSS lo enviaba a terceros países y trasvasaba los beneficios a Cuba, donde eran registrados como «exportaciones de petróleo».

Estas reexportaciones tuvieron un peso decisivo en la balanza de pagos y llegaron a representar más de la tercera parte de los ingresos cubanos en MLC —en 1984 y 1985 casi llegaron a la mitad—, muy importantes en momentos en que se comerciaba activamente con varios países capitalistas y con las filiales de empresas estadounidenses en terceros.

En este entorno, Cuba aprueba su primera decisión de inversión extranjera (1982). Se definían como asociaciones económicas extranjeras para «inversiones complementarias», aquellas que no se podían ejecutar con los países socialistas. Sus primeros resultados fueron en 1987, tras la apertura de hoteles en Varadero con capital mexicano.

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Canal magistral Zaza-Ciego de Ávila. (Foto: Ortelio González Martínez)

Grandes inversiones ejecutadas por entonces han tenido una eficacia muy discutible. Una de ellas es la del complejo hidráulico de la Presa Zaza (1972) y su Canal Trasvase Zaza-Ciego. Edificada en una región donde fueron anegadas importantes fincas ganaderas y una fábrica de productos lácteos construida por la Nestlé, el objetivo principal de la presa era suministrar agua al espirituano Plan Arrocero Sur del Jíbaro (1965) y al agro avileño mediante un río artificial: el Canal Magistral.

Veinte años, hasta 1992, demoró la construcción y puesta a punto de la mitad del canal: 22 kilómetros. Treinta años después, ni una gota de agua ha mojado un palmo de tierra avileña, al no invertirse nunca en la construcción de los correspondientes sistemas de regadío.

En 1989 el mandatario Mijaíl Gorbachov visitó Cuba y anunció el fin de las subvenciones de tres décadas —unos 6,000 millones USD anuales.  El efecto combinado del retiro de ayuda soviética y demás relaciones con los antiguos países socialistas y la contrarreforma antimercantil —denominada Rectificación de errores y tendencias negativas—, iniciada en 1986, determinaron una caída abrupta de más de un tercio del PIB en solo cuatro años (1989-1993) y la declaración, en 1990, del Período Especial en tiempo de paz.

Adicionalmente, el proceso inversionista se vio limitado en el lustro 1986-1990 por el cierre de las negociaciones con el Club de París —no retomadas hasta  2015— que insistía para continuarlas en la aplicación en Cuba de un paquete neoliberal. Esos factores hicieron que prácticamente no hubiera crecimiento en el país desde un lustro antes del Período Especial: 0.4% anual entre 1986 y 1990.

El voluminoso fondo de acumulación del que pudo disponerse y ejecutarse durante veinte años apenas trajo beneficios sustentables para la economía cubana, con la honrosa excepción de la creación de la industria médico-farmacéutica. A partir de entonces el panorama inversionista sería mucho más difícil.

***

[1] Mario Valdés Navia: “Contrapunteo cívico-militar en Cuba colonial: de Diego Velázquez a José Martí” (inédito)

35 COMENTARIOS

  1. Creo falto otro exito economico importante: «la exportacion de gusanos». Mas de 2.5 millones de «gusanos» han sido exportados desde el triunfo de la Revolucion y hoy son uno de los exitos economicos indiscutibles de la Revolucion.
    Con la carencia de alimentos y la falta de electricidad esta exitosa industria tiene un futuro brillante.

    • Hoy parece Domingo de Resurreción del que nos tiene acostumbrado el genial humorista
      Jorge Fernández Era. Me refiero a los comentarios de los estimados del foro,claro
      está sin subestimar el excelente artículo del
      Doctor Mario Valdés Navia.

    • Muy interesante este articulo!!, espero la segunda parte, pero por qué
      siempre referirse a la zafra de los 10 millones como un fracaso?, no dicen que es la mas grande que se ha hecho?, es así?.

      • No, la mayor cosecha fue en la decada de los 80′ con 8,1 millones de toneladas, La que debio ser de los 10 millones se quedo en 7,4 y se produjo a unos costos por las nubes, un verdadero desastre con el pais practicamente paralizado y volcado a la faraonica tarea. En 1952 se habian pruducido 7,2 millones a un costo razonable. La ultima (2020/2021) es la peor en un siglo.

      • Para esa zafra hasta en Camagüey dejaron de sembrar frutos como la piña , campos de pastoreo vacuno se convirtieron en cañaverales etc etc etc
        Que país!!!!

      • Taran un poco de la historia que no nos contaron a los nacidos después de 1959

        Cuba, orgullo de un país que sobresalió con sus avances económicos, civiles y políticos; triste certeza de que todo ese esplendor se detuvo en el tiempo e incluso retrocedió

        La primera nación de Ibero-América, incluyendo España y Portugal que tuvo el primer cementerio aislado de iglesias fue Cuba en 1806

        La primera nación de Ibero-América de que usó maquinas y barcos de vapor fue Cuba en 1829.

        La primera nación de Ibero-América y tercera del mundo (tras Inglaterra y EE.UU.) que tuvo ferrocarril fue Cuba en 1837.

        Cuba fue la primera nación de Ibero-América, que aplico anestesia con éter en 1847.

        La primera demostración mundial de una industria movida por electricidad fue en la Habana en 1877.

        En 1881, fue un médico cubano, Carlos J. Finlay el descubridor del agente transmisor de la fiebre amarilla, que diezmaba a pueblos e indicó su prevención y tratamiento.

        El primer sistema de alumbrado público de toda Iberoamérica (incluyendo España) se instaló en Cuba en 1889.

        Entre 1825 y 1897 España recibía de Cuba entre el 60 y el 75% de todos los ingresos brutos del exterior.

        Fue Cuba la que abolió las corridas de toros antes de terminar el siglo XVIII, por ser “impopulares, abusivas y sanguinarias con los animales”

        La extraordinaria voz de la soprano cubana Rosalía (Chalía) Herrera, famosa en ópera fue una de las primeras que se grabaron en cilindros y placas de discos.

        El primer tranvía que se conoció en Latinoamérica circuló en la Habana en el año 1900.

        También en 1900, antes que a ningún otro país de Latinoamérica llegó a la Habana el primer automóvil.

        Fue la escritora cubana Renée Méndez Capote la primera mujer latinoamericana en manejar un automóvil.

        El primer campeón olímpico latinoamericano fue un cubano. En 1900, el esgrimista Ramón Font.

        La primera ciudad del mundo en tener telefonía con discado directo (sin necesidad de operadora) fue La Habana en 1906.

        En 1907 se estrenó en La Habana el primer departamento de rayos X de Iberoamérica.

        El 19 de Mayo de 1913 se realizó el primer vuelo aéreo latinoamericano por los cubanos Agustín Parla y Domingo Rosillo, el cual duró 2 horas y 40 minutos entre Cuba y Cayo Hueso.

        En 1915 se acuña el primer peso cubano, con un valor desde el primer día idéntico al del dólar, en muchas ocasiones hasta 1959, sobrepasando un centavo al valor del dólar norteamericano.

        El primer país de Ibero-América en conceder el divorció a parejas en conflicto fue Cuba en 1918, al promulgar esa ley.

        El primer iberoamericano en ganar un Campeonato mundial de ajedrez, fue el cubano José Raúl Capablanca, a su vez el primer campeón mundial de ajedrez nacido en una nación sub-desarrollada. Fue el ganador de todos los campeonatos mundiales entre 1921 y 1927.

        En 1922 Cuba fue La segunda nación de mundo en inaugurar una emisora de radio, (La PWX) y la primera nación del mundo en radiar un concierto de música y en presentar un noticiero radial.

        La primera locutora del mundo fue una cubana: Esther Parea de la Torre.

        En 1928 Cuba tenía ya 61emisoras de radio, 43 de ellas en la Habana, ocupando el cuarto lugar del mundo, superada solamente por EE.UU., Canadá y la Unión Soviética. Fue Cuba la primera del mundo en número de emisoras por número de habitantes y extensión territorial.

        La belleza de la mujer cubana hace que en el año 1933, el hijo de Alfonso XIII, el Príncipe de Asturias, Alfonso de Borbón y Battenberg, renuncie a sus derechos como sucesor del trono español para casarse con la cubana Edelmira Sampedro Rebato.

        En 1935 Cuba se convierte en la mayor exportadora para Iberoamérica de libretos y grabaciones radiales. Se crea por el cubano Félix B. Caignet el concepto de novelas y series radiales.

        En 1937 Cuba decreta por primera vez en Iberoamérica la Ley de jornada laboral de ocho horas, el salario mínimo y la autonomía universitaria.

        En 1940, Cuba se convierte en el primer país de Iberoamérica en tener un presidente de la raza negra, electo por sufragio universal y por mayoría absoluta cuando la gran mayoría de su población era de la raza blanca. En esto se adelantó 68 años a los EE.UU.

        En 1940, Cuba aprobó la más avanzada de todas las constituciones del mundo de aquella época. Fue la primera en Ibero-América en reconocer el voto a las mujeres, la igualdad de derechos entre sexos y razas y el derecho de la mujer al trabajo. El primer movimiento feminista de Iberoamérica apareció a fines de los treinta en Cuba. Se adelantó 36 años a España la cual no le reconoció a la mujer española el derecho del voto, la potestad de sus hijos, ni derecho a pasaporte o abrir una cuenta de banco si no era autorizada por su marido, hasta 1976.

        En 1942, un cubano se convierte en el primer Iberoamericano Director Musical de una productora cinematográfica mundial y el Primer Ibero-Americano en recibir nominaciones al premio Oscar. Su nombre: Ernesto Lecuona.

        La primera mujer Ibero-Americana en cantar la Scala de Milán (1946) fue la cubana Zoila Gálvez. La segunda fue Marta Pérez en 1950.

        El segundo país del mundo que emitió formalmente televisión fue Cuba desde 1950. Las mayores estrellas de toda la América, que no gozaban en sus países de tal adelanto, fueron a la Habana a actuar ante las cámaras cubanas.

        En 1950 un músico cubano marcó un record mundial, no igualado ni por Elvis Presley ni The Beatles. Fue Dámaso Pérez Prado con su pieza “Patricia” (mambo) que estuvo 15 semanas consecutivas en el Hit Parade de EE.UU.

        En 1951 un cubano se convierte en el productor más importante de la televisión norteamericana : Desi Arnaz, también el primero en el mundo en el uso de una tercera cámara en programas televisivos

        El primer país del mundo que construyó un hotel con aire acondicionado central, se construyó en la Habana: El Hotel Riviera, en 1951

        El primer edificio del mundo construido con hormigón armado se hizo en la Habana: (El Focsa) en 1952.

        En el 1953 se construyeron en este edificio los más modernos estudios de Tv del mundo de aquellos tiempos: (C.M.Q. Televisión).

        En 1954, Cuba posee una vaca por cada habitante. Ocupa el tercer puesto en Iberoamérica (tras Argentina y Uruguay) en el consumo de carne per cápita

        En 1955, Cuba es el segundo país de Iberoamérica con menor mortalidad infantil. (33.4 por cada mil nacidos)

        En 1956 la ONU reconoce a Cuba como el segundo país de Ibero-América con los más bajos índices de analfabetismo (sólo el 23.6%). Haití tenía el 90%, España, el Salvador, Bolivia, Venezuela, Brasil, Perú, Guatemala y República Dominicana el 50%

        En 1957 la ONU reconoce a Cuba como el mejor país de Ibero-América en número de médicos per cápita (1 por cada 957 habitantes), con el mayor porcentaje de viviendas electrificadas ( 82.9%) y viviendas con baños propios (79.9%) y el segundo país de Ibero-América (tras Uruguay) en el consumo calórico per cápita diario: (2870).

        En 1957 la Habana se convierte en la segunda ciudad del mundo en tener cine en 3D y multi pantallas (El Cine Radio centro hoy Yara)

        En 1958 Cuba es el segundo país del mundo en difundir televisión a color y posee el tercer canal de TV a color de todo el mundo.

        En 1958, Cuba es el país de Iberoamérica con más automóviles (160 mil, uno por cada 38 habitantes). El que más electrodomésticos tenía. El país con más kilómetros de líneas férreas por Km2. y en el número total de receptores de radio.

        Durante todos los años cincuenta, Cuba tenía el segundo y tercer lugar en entradas percapitas de Iberoamérica, superando a Italia y más del doble de las de España. A pesar de su pequeño tamaño y que sólo tenía 6.5 millones de habitantes ocupaba en 1958 la posición 29 entre las economías mayores del mundo.

        En 1959, la Habana era la ciudad del mundo con el mayor número de salas del mundo: (358) superando a Nueva York y París, que ocupaban el segundo y tercer lugar respectivamente.

  2. Leyendo el artículo se puede notar que desde la llegada del comunismo comenzó el desplome en picada de la economía.
    En este momento, 62 años después, una familia cubana está pensando en qué comerá hoy.

    • Lo más doloroso es que haya gente del pueblo que se preste a repudiar o golpear a un compatriota que pide libertad y democracia cuando él mismo vive en condiciones paupérrimas.
      Tal es la obra de «la revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes».

      • Envié mi pasaporte cubano a la embajada cubana en Washington, D.C., con hermoso mensaje dentro del paquete, Patria y Vida. No estoy interesado en regresar a mi país mientras sea una dictadura. A algunos familiares no les gustó, pues ellos esperan que uno siga en el infinito peregrinar de los viajes, las remesas, recargas, envíos, etc. De mi parte se acabó. Jamas volveré a someterme a los atropellos del actual régimen. Cuando los cómodos en Cuba se levanten de sus asientos exigían sus derechos y los míos como ciudadano cubanos que somos entonces yo cambiare mi manera de pensar.

        Por lo que veo, las mulas están tranquilitas esperando por el 15 de Noviembre.

      • Esteban ese es el resultado de La mala educación y la deformación de un sistema . Hay que ser muy inhumano y muy falto de valores para prestarse para esos repugnantes atropellos humanos . A ese bajísimo nivel ha llegado un país y lo triste es que eso no es nuevo viene desde Los años 80, triste país este que tanto hablaba de educación y ni buenos días dicen los niños de preescolar a sus maestros.
        Se han pisoteado tantas cosas esenciales del humanismo que no imagino cómo ni cuándo se podrá restaurar tanto deterioro moral, espiritual y por supuesto material. Esto es la involución Socialista. Falta todo lo esencial y humano para vivir con honradez y sentirse a gusto en la tierra donde hemos nacido .

    • Desde la llegada de los verdaderos anti revolucionarios que ponían de ministros a los barbudos desconocedores que bajaron de la loma y , si alguien con conocimientos se atrevía a decir tal o cual orden es un disparate salía disparado al plan pijama
      Qué historia con decencia se puede escribir de nuestro país y de nosotros los cubanos que hemos permitido tantas vejaciones y humillaciones? Tanta miseria a la vista , tanta mentira y tanto abuso?
      Un país que no produce lo que consume está condenado a esto que hemos permitido por cobardes, el miedo paralizó todo y lo más evidente ahora es miseria, suciedad, corrupción, inflación a una cifra escalofriante. Dios quiera que logremos liberarnos todos conscientemente de tanta mentira e incompetencia porque ya no es soportable ni siquiera para los mayores que somos más austeros y no cambiamos de talla cada año
      No hay nada! Pagable zapatos, ropa, alimentos, intimas , papel higiénico, medicinas, electricidad, alegría, educación , cultura …Dios que hasta recibimos azúcar de Guyana , es vergonzoso.

  3. Saludos Esteban,daño mucho ha hecho la dictadura cubana pero creo al que hace referencia en tu comentario es el mayor de ellos,’pinchalo’ pinchalo y con ello hacer cómplice al pueblo de sus fechorías.

    • Las dictaduras comunistas viven de eso, amigo Escandell.
      Siendo que el sistema socialista de corte comunista lo único que sabe en materia económica es cómo destruir la economía de un país, recurren a fábulas patrioteristas para mantener la narrativa de «país acosado» y otras tonterías.
      Y todo para vivir de lo que «el enemigo que nos quiere rendir por hambre y enfermedades» les vende para que que la gente coma algo o haya algún medicamento.
      Por eso cuando veo a un cubano del pueblo que vive tan mal agredir a otro compatriota por causa de una ideología tan nefasta como el comunismo, no puede uno menos que sentir indignación y al mismo tiempo lástima de un pueblo empujado a la miseria y la división por unos ineptos que desean gobernar de por vida en su propio y único beneficio.
      Reciba un saludo cordial.

  4. Grande a sido la revolución que ha tenido que
    reconstruir todo lo malo que dejó la época
    Republicana, tanto es así, que ya no queda un
    un lugar donde amarrar la chiva.
    Una de nuestras metas es desecar la Ciénega
    de Zapata y los terrenos donde existe los
    cañaverales, sembrarlos del rico arroz, que
    tanto nos gusta a los cubanos.
    ¡ Ahora sí vamos a construir el Socialismo !
    ¡ Con la revolución todo, contra la revolución
    nada ! Aquél que no esté de acuerdo, le
    recomiendo que tome purgante.

  5. Gracias SRMario Valdés Navia, sin duda Ud es el mejor investigador de
    Cuba.Sus artículos reflejan la verdadera historia de Cuba, hay algo que esta por
    descubrir en nuestra nación criolla y no esta en el sistema político, sino en el propio
    pueblo. Veamos: LOS ESPAÑOLES COMPRENDIERON que las verdaderas riquezas de Cuba eran su posición geográfica, excelentes bahías y fértiles suelos. De ahí que la factoría militar/comercial de La Habana creciera hasta convertirse en una de las grandes ciudades del Nuevo Mundo Los catalanes, después de algunos años de duro trabajo, se convirtieron en comerciantes o propietarios de algún negocio. Así, por ejemplo, el primer trapiche de caña de azúcar en la isla; la famosa compañía de buques “Marqués de Comillas”el banco Gelats, uno de los más poderosos de La Habana; almacenamiento de tabaco en rama, fueron exportadores etc…
    La primera industria de cigarrillos Partagas y la comercialización del tabaco. crean en La Habana su famosa droguería Sarra y su inmenso imperio inmobiliario. Y Gracias a Bacardí Cuba emerge como la potencia ronera que se mantiene hasta nuestros días.
    Hay mas catalanes, éstos son sólo unos ejemplos.Y ya que hablamos de azúcar, entonces
    pasare a la República,¿Quién era el rey del azúcar,conocido mundialmente?El hombre
    mas rico de Cuba fue JULIO LOBO de origen venezolano,murió en 1983 en España,
    vestido con una guayabera y envuelto en la bandera cubana. Nunca lamento la perdida
    de su patrimonio en Cuba,la principal mansión de el es hoy el MINCULT.

  6. Al establecerse la república (1902), atada a los EE.UU. por la Enmienda Platt y el Tratado de reciprocidad comercial,
    El 72% de las exportaciones y el 71% de las importaciones se llevaban a cabo con los Estados Unidos. A pesar de las desproporciones económicas y desigualdades sociales, Cuba era considerado el tercer país más próspero de Latinoamérica, tras Argentina y Uruguay.DR.Navia en esa época casi 90% de servicios y comercios pertenecían a las Empresas norteamericanas.

    • No, el 90% de los comercios y servicios no estaban en manos norteamericanas. Revise los anuarios estadisticos de la epoca, publicados puntualmente a diferencia de hoy dia cuando encontrar estadisticas economicas es una hazaña. Como ejemplo, en la principal industria, la azucarera, la mayoria de los ingenios se encontraban en manos cubanas. Con posterioridad a 1959 se reoriento el comercio exterior y se paso de la dependencia del mercado norteamericano a una dependencia aun mayor con relacion al bloque socialista (mas atrasado tecnologicamente) que llego a superar el 80%, mientras se mantuvo practicamente invariable el por ciento correspondiente al azucar en nuestras exportaciones y por ende nuestra dependencia de este producto.

  7. El Socialismo en Cuba, no tiene futuro. Siempre se recordará cómo fue introducido y la ruina que causó, su condición de doctrina foráneo-asiatica. Pero eso no es lo importante: lo importante es, que es un gato, que caza ratones, siendo incapaz de hacer caza mayor. El socialismo es lo contrario de la conquista de Jerusalén por los romanos, «que nos dieron la vía romana, ley y orden, el alcantarillado, el comercio, los baños, y la paz». Por eso, los romanos se quedaban y el Socialismo no se quedará.

  8. En 1989 el mandatario Mijaíl Gorbachov visitó Cuba y anunció el fin de las subvenciones de tres décadas —unos 6,000 millones USD anuales. El efecto combinado del retiro de ayuda soviética y demás relaciones con los antiguos países socialistas y la contrarreforma antimercantil —denominada Rectificación de errores y tendencias negativas—, iniciada en 1986, determinaron una caída abrupta de más de un tercio del PIB en solo cuatro años (1989-1993) y la declaración, en 1990, del Período Especial en tiempo de paz. Veinte años, hasta 1992, demoró la construcción y puesta a punto de la mitad del canal: 22 kilómetros. Treinta años después, ni una gota de agua ha mojado un palmo de tierra avileña, al no invertirse nunca en la construcción de los correspondientes sistemas de regadío.Dr. Navia en 20 años los países socialistas construían las
    ciudades enteras. El majestuoso Capitolio necesito 3 años y 2 meses para construirlo con una fuerza laboral de 400 obreros por la firma norteamericana
    Purdy Henderson. Entonces sacando nuestras conclusiones, no somos tan
    soberanos e independientes, tampoco es el problema del sistema social, el problema está en nuestras generaciones y sus genes criollos…

  9. Gracias por los.comentarios. La.Zafra de los Diez Millones fue una empresa en la que.el país estuvo dos años, de hecho la zafra en si duró mas de medio año, y.agotó todas.sus fuerzas. Se.hizo la.Zafra más grande de la.historia pero a un costo que dificilmente se llegara a cubrir aún cuando se.hubieran hecho los.diez millones. Los.tecnicos habían predicho que se podría hacer, con un gran esfuerzo, precisamente la.cantidad que se alcanzó: 8.5 Millones. En lo politico significó el.fin de la.posibilidad de un desarrollo endógeno y obligó a refugiarse en los brazos.del CAME.
    Los grandes empresarios de Cuba no fueron todos extranjeros y menos aún sus técnicos, especialistas y obreros, aunque sí creo que la.inversion extranjera y la inmigración son elementos muy necesarios para el.despegue necesario de Cuba.

    • Correcto DR . Navia, estamos de acuerdo (la.inversion extranjera y la inmigración son elementos muy necesarios para el. despegue necesario de Cuba.) Allí están los
      cubanos disemanados por el mundo, que han aprendido que para llegar al cielo
      solo a través del trabajo. La crisis va mas allá del bloqueo y el gobierno, la crisis
      somos nosotros. Una vez más muchas gracias DR. Navia por su excelente trabajo
      de investigación, claro está, todo es debido a su alto coeficiente intelectual.

  10. En el quinquenio 1985-1990 la URSS presentó dificultades en la producción agrícola, que le impedían cumplir el suministro de trigo pactado con Cuba, por lo que se vieron obligados a comprar grandes lotes de trigo a Canadá en USD y fletar barcos extranjeros para transportarlo a Cuba. Como esas operaciones entraban dentro del convenio bilateral, se le facturaba a Cuba en rublos, que en definitiva era pagado con azúcar a 0,30 ctvs. la libra (5 veces el precio del azúcar en el mercado) y a esos barcos, que los soviéticos pagaban alquiler diario en MLC no se les daba ningún tipo de prioridad para la descarga y eran instruidos a permanecer al norte de Caibarién durante varias semanas, a la espera de instrucciones de atraque para descargar, «serruchando» entre los Cayos Santa María y Paredón Grande.

  11. Hay un serio problema con el término «Neoliberalismo» es un mito que no existe y se usa en casi todo, no es más que una etiqueta o un término de connotación negativa. No hay una sola escuela de pensamiento neoliberal, ni tan siquiera algún economista que se reconozca como tal. Existe el liberalismo, pero no el Neoliberalismo, es una falacia en sí misma y le quita seriedad a cualquier artículo

    • Es cierto. El neoliberalismo no existe. Tampoco el neofascismo del que tanto se habla. Sin embargo no se habla nada del «neocomunismo».

      Existe el liberalismo que es casi un siglo más antiguo que el comunismo.

  12. Ese 70 y pico porciento en manos norteamericana en 195x parece mucho. Pero faltó decir que 1988 estaba en manos soviéticas el 90 y pico porciento de las importaciones y exportaciones cubanas.

  13. Y ya que de inversiones se está hablando, ¿por qué no hacer referencia al proyecto del «Megapuerto del Mariel»? Obra faraónica, costosísima por su sobrefacturación, a un costo de más de mil millones de dólares (que al parecer se le siguen debiendo a Brasil más de 600 millones de dólares que están en situación de impago), contrato encargado a una controvertida y corrupta empresa constructora brasilera, la célebre Odebrecht, que sobornó a muchos funcionarios de gobiernos de 12 países, con la única honrosa excepción de Cuba. Basado en justificaciones absurdas y disparatadas, estudios de factibilidad dudosos, supuestas ventajas engañosas, como la de que muy cerca de sus costas navegaban las principales rutas de buques portacontenedores del mundo, cosa que es incierta, pero que incluso, si fuera cierto, no significaría que tuvieran que hacer escala allí tales buques y que se publicitó que en el segundo año de explotación manipularía dos millones de TEUs (contenedor estándar de 20 pies). Y hasta ahora no ha promediado más de 300,000 al año que era lo que promediaba la TCH de La Habana. También se dijo que los grandes buques de contenedores neopanamax procedentes de Asia, que cruzaran el Canal de Panamá después de su ampliación, hace ya cinco años de su culminación, entrarían y atracarían en Mariel para descargar contenedores que se transbordarían para ser distribuidos por el Caribe, cosa que no ha sucedido, ni creo que sucederá nunca por muchísimas razones, entre ellas la limitación de calado del canal de entrada y la famosa laja granítica de la boca y lo más importante: la inviabilidad económica de los trasbordos en ese puerto situado tan al norte del área del Caribe y la consecuente desventaja competitiva resultante, debido a la existencia de varios magníficos puertos mejor ubicados geográficamente.
    Como diría un alto funcionario gubernamental al leer un informe que solicitó, sobre el ya no más llamado Megapuerto: “Estas son malas noticias, y el mensajero de malas noticias nunca sobrevivirá al desastre” y dicen que guardó el informe en una gaveta del buró.

    • CAMILO POLAVIEJA, COLABORADOR DEL SEGUNDO DESTIERRO DE JOSÉ MARTÍ.
      Por Carlos Ferrera.
      ———————————————————————-
      MARTÍ, TAMBIÉN CONTRA EL AUTONOMISMO

      Como con el anexionismo, en Cuba y durante todo su exilio, José Martí crucificó el autonomismo como vertiente ideológica perniciosa para la libertad de Cuba.

      En todos sus discursos, ensayos políticos y epistolario, aparece su ataque frontal a la vertiente autonómica.También se erigió en látigo de los miembros del Partido Liberal Autonomista, a los que definía como “un grave problema para la revolución”.

      Para los cubanos de hoy, es importante tener claro, qué significó exactamente el autonomismo, y cómo se enfrentó al independentismo en el siglo XIX. Aunque ambas ramas antiespañolistas, en principio sonaran semánticamente similares en la forma, no lo eran en el fondo. El propio Apóstol, así las definía:

      “Por la confusión de los términos se confunden los hombres. No hay que estar a las palabras, sino a lo que está debajo de ellas. La autonomía sería una palabra grata al cubano y al puertorriqueño, puesto que “autonomía” sólo quiere decir “gobierno propio”, si el autonomismo no hubiese descompuesto los elementos necesarios para el gobierno propio, como el independentismo es más temible que deseable, si en su nombre se levanta una nueva tiranía. Los autonomistas, con su derecho pleno de cubanos, pueden, cambiando totalmente de espíritu y de métodos, entrar en la obra que perdura cuando la suya se viene abajo, en la obra que se mantuvo abierta para recibir a los mismos que la perseguían y reprobaban, en la obra nueva y radical de la independencia. La independencia, que se anhela para fundir en el trabajo victorioso de la creación del pueblo nuevo los factores que pueden debilitarlo o rendirlo al extraño si se aflojan o divorcian, jamás podrá ser la continuación de la obra tortuosa, indecisa, descorazonada y parcial de la autonomía…”.

      Así que Independentistas y autonomistas aspiraban a la libertad y eran contrarios a la Corona Española, pero los primeros abogaban por la vía rápida de la lucha armada, mientras los segundos respaldaban un proceso menos beligerante, si bien con el mismo fin, con otros medios más políticos, pero ninguno de ellos la insurrección por las armas.

      Salta aquí la figura de José María Gálvez Alonso (Matanzas, 5 de septiembre de 1834 – La Habana, 12 de mayo de 1906), un abogado, periodista y político “español y cubano”, dicen sus biógrafos. Gálvez fue un destacado miembro del autonomismo que fundó el Partido Liberal Autonomista de Cuba en 1878, dirigió la Sociedad Económica de Amigos del País entre 1880 y 1881, y fue también su presidente desde 1882 hasta 1890.

      Gálvez y su partido defendían un programa de transición, cuyo objetivo era la consecución definitiva de la independencia, “una vez que el país se mostrara preparado y maduro para tal realidad”, dice Mañach. Y realmente, desde 1878 hasta que la independencia fue un hecho consumado en 1898, toda la política cubana giró en torno al partido de Gálvez, y no a los independentistas como Martí.

      Los autonomistas ni siquiera valoraban a los independentistas como rivales. Estaban librando una lucha enconada por el poder político de la disidencia, con el Partido Conservador Integrista, más radical en sus ideas sobre la transición, que, como los independentistas, también defendía la insurrección pura y dura contra el dominio español, sin diálogo.

      Tanta fue la importancia de Gálvez y su partido en la política cubana, que, en 1897, dos años después de la muerte de Martí, cuando España concedió a Cuba el autogobierno el 1ro de enero de 1898, Gálvez tomó posesión de la presidencia del Gobierno autónomo de Cuba hasta su disolución definitiva, el 17 de julio del mismo año, cuando España se rindió y entregó la isla a los insurrectos cubanos y a las tropas estadounidenses. Estados Unidos se hizo cargo del Gobierno de la isla, y Gálvez se retiró definitivamente de la política, agotado y desencantado con la intervención norteamericana.

      Para Martí, el autonomismo “podría convertirse en un poderoso dique de contención frente al ideal independentista, lo ponzoñoso que resultaba para la causa revolucionaria, que los autonomistas gozaran de la ventajosa posición de desplegar su labor propagandística al interior de la Isla, mientras que su radio de acción quedaba restringido fundamentalmente a la emigración cubana”, escribió.

      Sin embargo, al principio de su carrera política pública en Cuba, después del regreso de su primer destierro, Martí era amigo de las figuras más brillantes del autonomismo: Rafael Montoro, Eliseo Giberga, Antonio Govín, Rafael Fernández de Castro y el propio José María Gálvez Alonso.

      Todos eran intelectuales prestigiosos y excelentes oradores, que hacían vibrar a sus audiencias desde sus púlpitos. Martí creía entonces que, mantenerse unido a ellos, podía sumar simpatías a su causa libertaria.

      Pero poco a poco, el Apóstol empezó a pensar que los autonomistas podían ser más peligrosos que los anexionistas y que los propios integristas, y hacia ellos dirigió desde entonces su artillería ideológica.

      EL LICEO DE GUANABACOA: UN RING DE BOXEO IDEOLÓGICO DONDE LA ESTRELLA ERA SU SINSONTE.

      En el Liceo de Guanabacoa, se hacieron muy populares y esperados los encuentros dialécticos entre Martí, los anexionistas y los autonomistas que he mencionado. El público los esperaba, disfrutaba y aplaudía -y hago un símil imposible salvando obvias distancias-, como las controversias de los guateques entre los repentistas guajiros de la actualidad. Eran verdaderos combates políticos, guerras de arengas, un espectáculo digno de ver y de escuchar.

      El 21 de abril de 1879, Martí es invitado a un banquete que el Partido Liberal Autonomista le ofrece en los altos del Louvre, al periodista Adolfo Márquez Sterling, director del periódico La Libertad. Allí estaba también Gálvez y otro autonomista redomado, en apariencia, amigo de Martí; Don Camilo García de Polavieja y del Castillo-Negrete, primer marqués de Polavieja, un militar y político regeneracionista que fue después gobernador general de Cuba entre 1890 y 1896.

      Abrió el acto Gálvez, el presidente de los autonomistas, que según Mañach, “pronunció un discurso circunspecto y optimista, lleno de moderación liberal; una glosa del programa de su partido. Luego, un poco improvisadamente para los organizadores, se le concede la palabra a Martí, a quien ya llamaban “El Sinsonte de Guanabacoa”. Gálvez había dado a entender de forma exultante, que la agresividad bélica del independentismo no era el camino para conseguir la libertad.

      Entonces Pepe, revuelto en su asiento como una fiera, se levantó, se dirigió al estrado con su copa en la mano, y allí dijo:
      – [ ] “Por soberbia, por digna, por enérgica, yo brindo por la política cubana. Pero si, entrando por senda tortuosa, nos planteamos con todos sus elementos el problema no llegando por lo tanto a soluciones inmediatas definidas y concretas; si olvidamos como perdidos o deshechos, elementos potentes y encendidos; si nos apretamos el corazón para que de él no surja la verdad que se nos escapa por los labios; si hemos de ser más que voces de la patria disfraces de nosotros mismos; si con ligeras caricias en la melena, como el domador desconfiado, se pretende aquietar y burlar al noble león ansioso, entonces quiebro mi copa: no brindo por la política cubana”.

      Y dicho y hecho, tiró su copa al suelo y la quebró en pedazos. Los aplausos y vítores fueron estruendosos.

      Dice Jorge Mañach que, “después de electrizado el auditorio ante las hermosas palabras de Martí, estallaron los aplausos, que fueron una transacción entre la cortesía y la disciplina del partido. El presidente del Partido Autonómico José María Gálvez, inmediatamente pasó un recado discreto a Rafael Montoro, y este se levantó a contestarle a Martí”.

      Y las cosas se recalentaron entre el Apóstol y los autonomistas. Para contarlo, tomo prestadas las palabras del historiador Elier Ramírez Cañedo:

      “Se produjo entonces el duelo entre dos de las mentes más ilustradas de la época, pródigos en el arte de la palabra. El ideólogo del partido defendió entonces las proyecciones de la organización en la que con orgullo militaba, y a partir de este momento, los campos quedaron dramáticamente escindidos: se pudrió todo entre los independentistas y el Apóstol, que cortó relaciones con todos sus líderes. (…) La nación que ensoñaba Martí, “Con todos y para el bien de todos”, nada tenía que ver con la que aspiraban los personeros del autonomismo, en la cual los intereses de un solo sector de la población cubana encontrarían complacencia. Después de una “conmoción tan honda y ruda” como lo fue la Guerra de los Diez Años, decía Martí, los autonomistas se equivocaban al pensar que podían ser “bases duraderas” para calmar la agitación: “el aplazamiento, la fuerza y el engaño”. Los criticaba por tratar de elevar a “categoría de soluciones, que para ser salvadoras” habían de ser generales y satisfacer al mayor número de cubanos, sus “aspiraciones acomodaticias sin precedente y sin probabilidad de éxito” y por negarse a poner sus “manos sobre las fibras reales de la patria, para sentirlas vibrar y gemir”, cerrando “airados los oídos” y cubriéndose “espantados los ojos, para no ver los problemas verdaderos”.

      EL AUTONOMISTA DELATOR

      No hay que abundar más sobre el enfrentamiento entre Martí y los autonomistas, que fue extenso y candente, y está muy bien recogido en múltiple literatura. Solo recordar, que Pepe no iba muy desencaminado al desconfiar de ellos: los autonomistas, fueron sus denunciantes y culpables directos de su segundo exilio. Específicamente uno de ellos; Camilo Polavieja,

      En aquel discurso encendido en el homenaje a Sánchez Sterling, Camilo Polavieja escuchó de labios de Martí, frases como “de las guerras perdidas a veces quedan átomos encendidos que tienen la voluntad de no apagarse”, “el anhelo de independencia no se consume, sino con un abundantísimo caudal de libertades” o “El hombre que clama vale más que el que suplica, los derechos se arrebatan, no se piden; se arrancan, no se mendigan…”.

      Cuenta Mañach que, “alarmado por estos pronunciamientos, Polavieja salió de allí directamente al Palacio de los Capitanes Generales a informar al Capitán General español Ramón Blanco y Erenas, con las palabras: “Este jovencito Martí es un loco” (…) El Capitán General oyó en calma el urgente mensaje de Polavieja, y decidió comprobar personalmente lo que podía ser un intolerable atentado de sedición. Había pensado excusarse de asistir a una velada al día siguiente en el Liceo de Guanabacoa, pero ahora, sabiendo que Martí estaría presente, estaba más que nunca interesado y decidido a asistir. En su conversación con Polavieja, sus palabras fueron “quiero saber cómo se comporta ese nuevo sinsonte y por lo menos, verle el plumaje…”.

      Esa noche en Liceo de Guanabacoa, se rendía homenaje al violinista Rafael Díaz Albertini, y allí el Capitán General de la Isla de Cuba escuchó de primera mano, un duro discurso independentista de Martí. Tras la alocución de Pepe, Blanco Erenas, visiblemente enfadado dijo: «Quiero no recordar lo que yo he oído y no concebí nunca se dijera delante de mí, representante del gobierno español; voy a pensar que Martí es un loco… pero un loco peligroso».
      Blanco mandó a detener a Martí el 17 de septiembre de 1879, estando éste en su casa de la calle Amistad 42, almorzando con su mujer Carmen Zayas-Bazán y su amigo Juan Gualberto Gómez. De allí, Pepe fue conducido a la estación de policía de Empedrado y Monserrate, con la amenaza de la deportación. No obstante, se le ofreció quedarse en Cuba, si se comprometía a suspender sus actividades contra el gobierno, pero él contestó: «¡Martí no es de la raza vendible!». Entonces Ramón Blanco Erenas, dispuso su segundo destierro a España el 25 de septiembre de 1878.

      Martí solo regresaría a su Patria 17 años más tarde, para morir demasiado pronto en Dos Ríos.

  14. Algo de la historia que puede servirnos de inspiración y acicate …

    CAMILO POLAVIEJA, COLABORADOR DEL SEGUNDO DESTIERRO DE JOSÉ MARTÍ.
    Por Carlos Ferrera.
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    MARTÍ, TAMBIÉN CONTRA EL AUTONOMISMO

    Como con el anexionismo, en Cuba y durante todo su exilio, José Martí crucificó el autonomismo como vertiente ideológica perniciosa para la libertad de Cuba.

    En todos sus discursos, ensayos políticos y epistolario, aparece su ataque frontal a la vertiente autonómica.También se erigió en látigo de los miembros del Partido Liberal Autonomista, a los que definía como “un grave problema para la revolución”.

    Para los cubanos de hoy, es importante tener claro, qué significó exactamente el autonomismo, y cómo se enfrentó al independentismo en el siglo XIX. Aunque ambas ramas antiespañolistas, en principio sonaran semánticamente similares en la forma, no lo eran en el fondo. El propio Apóstol, así las definía:

    “Por la confusión de los términos se confunden los hombres. No hay que estar a las palabras, sino a lo que está debajo de ellas. La autonomía sería una palabra grata al cubano y al puertorriqueño, puesto que “autonomía” sólo quiere decir “gobierno propio”, si el autonomismo no hubiese descompuesto los elementos necesarios para el gobierno propio, como el independentismo es más temible que deseable, si en su nombre se levanta una nueva tiranía. Los autonomistas, con su derecho pleno de cubanos, pueden, cambiando totalmente de espíritu y de métodos, entrar en la obra que perdura cuando la suya se viene abajo, en la obra que se mantuvo abierta para recibir a los mismos que la perseguían y reprobaban, en la obra nueva y radical de la independencia. La independencia, que se anhela para fundir en el trabajo victorioso de la creación del pueblo nuevo los factores que pueden debilitarlo o rendirlo al extraño si se aflojan o divorcian, jamás podrá ser la continuación de la obra tortuosa, indecisa, descorazonada y parcial de la autonomía…”.

    Así que Independentistas y autonomistas aspiraban a la libertad y eran contrarios a la Corona Española, pero los primeros abogaban por la vía rápida de la lucha armada, mientras los segundos respaldaban un proceso menos beligerante, si bien con el mismo fin, con otros medios más políticos, pero ninguno de ellos la insurrección por las armas.

    Salta aquí la figura de José María Gálvez Alonso (Matanzas, 5 de septiembre de 1834 – La Habana, 12 de mayo de 1906), un abogado, periodista y político “español y cubano”, dicen sus biógrafos. Gálvez fue un destacado miembro del autonomismo que fundó el Partido Liberal Autonomista de Cuba en 1878, dirigió la Sociedad Económica de Amigos del País entre 1880 y 1881, y fue también su presidente desde 1882 hasta 1890.

    Gálvez y su partido defendían un programa de transición, cuyo objetivo era la consecución definitiva de la independencia, “una vez que el país se mostrara preparado y maduro para tal realidad”, dice Mañach. Y realmente, desde 1878 hasta que la independencia fue un hecho consumado en 1898, toda la política cubana giró en torno al partido de Gálvez, y no a los independentistas como Martí.

    Los autonomistas ni siquiera valoraban a los independentistas como rivales. Estaban librando una lucha enconada por el poder político de la disidencia, con el Partido Conservador Integrista, más radical en sus ideas sobre la transición, que, como los independentistas, también defendía la insurrección pura y dura contra el dominio español, sin diálogo.

    Tanta fue la importancia de Gálvez y su partido en la política cubana, que, en 1897, dos años después de la muerte de Martí, cuando España concedió a Cuba el autogobierno el 1ro de enero de 1898, Gálvez tomó posesión de la presidencia del Gobierno autónomo de Cuba hasta su disolución definitiva, el 17 de julio del mismo año, cuando España se rindió y entregó la isla a los insurrectos cubanos y a las tropas estadounidenses. Estados Unidos se hizo cargo del Gobierno de la isla, y Gálvez se retiró definitivamente de la política, agotado y desencantado con la intervención norteamericana.

    Para Martí, el autonomismo “podría convertirse en un poderoso dique de contención frente al ideal independentista, lo ponzoñoso que resultaba para la causa revolucionaria, que los autonomistas gozaran de la ventajosa posición de desplegar su labor propagandística al interior de la Isla, mientras que su radio de acción quedaba restringido fundamentalmente a la emigración cubana”, escribió.

    Sin embargo, al principio de su carrera política pública en Cuba, después del regreso de su primer destierro, Martí era amigo de las figuras más brillantes del autonomismo: Rafael Montoro, Eliseo Giberga, Antonio Govín, Rafael Fernández de Castro y el propio José María Gálvez Alonso.

    Todos eran intelectuales prestigiosos y excelentes oradores, que hacían vibrar a sus audiencias desde sus púlpitos. Martí creía entonces que, mantenerse unido a ellos, podía sumar simpatías a su causa libertaria.

    Pero poco a poco, el Apóstol empezó a pensar que los autonomistas podían ser más peligrosos que los anexionistas y que los propios integristas, y hacia ellos dirigió desde entonces su artillería ideológica.

    EL LICEO DE GUANABACOA: UN RING DE BOXEO IDEOLÓGICO DONDE LA ESTRELLA ERA SU SINSONTE.

    En el Liceo de Guanabacoa, se hacieron muy populares y esperados los encuentros dialécticos entre Martí, los anexionistas y los autonomistas que he mencionado. El público los esperaba, disfrutaba y aplaudía -y hago un símil imposible salvando obvias distancias-, como las controversias de los guateques entre los repentistas guajiros de la actualidad. Eran verdaderos combates políticos, guerras de arengas, un espectáculo digno de ver y de escuchar.

    El 21 de abril de 1879, Martí es invitado a un banquete que el Partido Liberal Autonomista le ofrece en los altos del Louvre, al periodista Adolfo Márquez Sterling, director del periódico La Libertad. Allí estaba también Gálvez y otro autonomista redomado, en apariencia, amigo de Martí; Don Camilo García de Polavieja y del Castillo-Negrete, primer marqués de Polavieja, un militar y político regeneracionista que fue después gobernador general de Cuba entre 1890 y 1896.

    Abrió el acto Gálvez, el presidente de los autonomistas, que según Mañach, “pronunció un discurso circunspecto y optimista, lleno de moderación liberal; una glosa del programa de su partido. Luego, un poco improvisadamente para los organizadores, se le concede la palabra a Martí, a quien ya llamaban “El Sinsonte de Guanabacoa”. Gálvez había dado a entender de forma exultante, que la agresividad bélica del independentismo no era el camino para conseguir la libertad.

    Entonces Pepe, revuelto en su asiento como una fiera, se levantó, se dirigió al estrado con su copa en la mano, y allí dijo:
    “Por soberbia, por digna, por enérgica, yo brindo por la política cubana. Pero si, entrando por senda tortuosa, nos planteamos con todos sus elementos el problema no llegando por lo tanto a soluciones inmediatas definidas y concretas; si olvidamos como perdidos o deshechos, elementos potentes y encendidos; si nos apretamos el corazón para que de él no surja la verdad que se nos escapa por los labios; si hemos de ser más que voces de la patria disfraces de nosotros mismos; si con ligeras caricias en la melena, como el domador desconfiado, se pretende aquietar y burlar al noble león ansioso, entonces quiebro mi copa: no brindo por la política cubana”.

    Y dicho y hecho, tiró su copa al suelo y la quebró en pedazos. Los aplausos y vítores fueron estruendosos.

    Dice Jorge Mañach que, “después de electrizado el auditorio ante las hermosas palabras de Martí, estallaron los aplausos, que fueron una transacción entre la cortesía y la disciplina del partido. El presidente del Partido Autonómico José María Gálvez, inmediatamente pasó un recado discreto a Rafael Montoro, y este se levantó a contestarle a Martí”.

    Y las cosas se recalentaron entre el Apóstol y los autonomistas. Para contarlo, tomo prestadas las palabras del historiador Elier Ramírez Cañedo:

    “Se produjo entonces el duelo entre dos de las mentes más ilustradas de la época, pródigos en el arte de la palabra. El ideólogo del partido defendió entonces las proyecciones de la organización en la que con orgullo militaba, y a partir de este momento, los campos quedaron dramáticamente escindidos: se pudrió todo entre los independentistas y el Apóstol, que cortó relaciones con todos sus líderes. (…) La nación que ensoñaba Martí, “Con todos y para el bien de todos”, nada tenía que ver con la que aspiraban los personeros del autonomismo, en la cual los intereses de un solo sector de la población cubana encontrarían complacencia. Después de una “conmoción tan honda y ruda” como lo fue la Guerra de los Diez Años, decía Martí, los autonomistas se equivocaban al pensar que podían ser “bases duraderas” para calmar la agitación: “el aplazamiento, la fuerza y el engaño”. Los criticaba por tratar de elevar a “categoría de soluciones, que para ser salvadoras” habían de ser generales y satisfacer al mayor número de cubanos, sus “aspiraciones acomodaticias sin precedente y sin probabilidad de éxito” y por negarse a poner sus “manos sobre las fibras reales de la patria, para sentirlas vibrar y gemir”, cerrando “airados los oídos” y cubriéndose “espantados los ojos, para no ver los problemas verdaderos”.

    EL AUTONOMISTA DELATOR

    No hay que abundar más sobre el enfrentamiento entre Martí y los autonomistas, que fue extenso y candente, y está muy bien recogido en múltiple literatura. Solo recordar, que Pepe no iba muy desencaminado al desconfiar de ellos: los autonomistas, fueron sus denunciantes y culpables directos de su segundo exilio. Específicamente uno de ellos; Camilo Polavieja,

    En aquel discurso encendido en el homenaje a Sánchez Sterling, Camilo Polavieja escuchó de labios de Martí, frases como “de las guerras perdidas a veces quedan átomos encendidos que tienen la voluntad de no apagarse”, “el anhelo de independencia no se consume, sino con un abundantísimo caudal de libertades” o “El hombre que clama vale más que el que suplica, los derechos se arrebatan, no se piden; se arrancan, no se mendigan…”.

    Cuenta Mañach que, “alarmado por estos pronunciamientos, Polavieja salió de allí directamente al Palacio de los Capitanes Generales a informar al Capitán General español Ramón Blanco y Erenas, con las palabras: “Este jovencito Martí es un loco” (…) El Capitán General oyó en calma el urgente mensaje de Polavieja, y decidió comprobar personalmente lo que podía ser un intolerable atentado de sedición. Había pensado excusarse de asistir a una velada al día siguiente en el Liceo de Guanabacoa, pero ahora, sabiendo que Martí estaría presente, estaba más que nunca interesado y decidido a asistir. En su conversación con Polavieja, sus palabras fueron “quiero saber cómo se comporta ese nuevo sinsonte y por lo menos, verle el plumaje…”.

    Esa noche en Liceo de Guanabacoa, se rendía homenaje al violinista Rafael Díaz Albertini, y allí el Capitán General de la Isla de Cuba escuchó de primera mano, un duro discurso independentista de Martí. Tras la alocución de Pepe, Blanco Erenas, visiblemente enfadado dijo: «Quiero no recordar lo que yo he oído y no concebí nunca se dijera delante de mí, representante del gobierno español; voy a pensar que Martí es un loco… pero un loco peligroso».
    Blanco mandó a detener a Martí el 17 de septiembre de 1879, estando éste en su casa de la calle Amistad 42, almorzando con su mujer Carmen Zayas-Bazán y su amigo Juan Gualberto Gómez. De allí, Pepe fue conducido a la estación de policía de Empedrado y Monserrate, con la amenaza de la deportación. No obstante, se le ofreció quedarse en Cuba, si se comprometía a suspender sus actividades contra el gobierno, pero él contestó: «¡Martí no es de la raza vendible!». Entonces Ramón Blanco Erenas, dispuso su segundo destierro a España el 25 de septiembre de 1878.

    Martí solo regresaría a su Patria 17 años más tarde, para morir demasiado pronto en Dos Ríos.

  15. “Por soberbia, por digna, por enérgica, yo brindo por la política cubana. Pero si, entrando por senda tortuosa, nos planteamos con todos sus elementos el problema no llegando por lo tanto a soluciones inmediatas definidas y concretas; si olvidamos como perdidos o deshechos, elementos potentes y encendidos; si nos apretamos el corazón para que de él no surja la verdad que se nos escapa por los labios; si hemos de ser más que voces de la patria disfraces de nosotros mismos; si con ligeras caricias en la melena, como el domador desconfiado, se pretende aquietar y burlar al noble león ansioso, entonces quiebro mi copa: no brindo por la política cubana”.

  16. […] Con el tiempo, este modo de actuación se entronizaría como práctica cotidiana de los grupos de poder insulares: acumular a expensas del desvío de financiamientos externos —originalmente destinados al desarrollo del país—, hacia la inversión lucrativa privada. Los «situados de México» iniciaron la conversión de ingresos destinados a la inversión inmobiliaria de carácter militar (fortificaciones, astilleros) en fuente de corrupción de las altas autoridades político-militares, sus familiares y acólitos.[1] […]

  17. Consejo Editorial, por favor, tengo un comentario con una pregunta al Profe Mario que al parecer se fue al Inframundo. La envié hace mas de 6 horas.

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Mario Valdés Navia
Mario Valdés Navia
Investigador Titular, Dr. en Ciencias Pedagógicas, ensayista, espirituano

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