Para nadie es un secreto que la economía cubana afronta una crisis estructural desde hace más de tres décadas. En este tiempo ha aumentado considerablemente la vulnerabilidad externa y se ha reforzado el subdesarrollo, entendido como incapacidad para el desarrollo. Desde los años noventa, tras la implosión del llamado campo socialista, comenzó a derrumbarse el tejido productivo nacional, tanto en la industria como en la agricultura. La dirigencia cubana apostó por un cambio estructural a favor del desarrollo del turismo, con escasos encadenamientos productivos internos.
En la actualidad, se ha deteriorado notablemente el patrón de inserción internacional del país, que depende de las importaciones para mal afrontar la mayor parte de sus necesidades, tanto de materias primas como de bienes de consumo en general, y muy especialmente de alimentos. Esto es insostenible económicamente, pero también desde el punto de vista social y político. Por eso resulta imprescindible superar la crisis que afecta al sistema productivo y abarca a la agricultura, la industria azucarera y la industria manufacturera no azucarera. Al análisis de esta última está dedicado el presente texto.
La industria no azucarera cubana: entre el desarrollo y el estancamiento
Antes de 1959 la economía cubana era altamente dependiente de la industria azucarera y aseguraba su inserción internacional a través de exportaciones de azúcar, tabaco y algunos otros bienes primarios. Sin embargo, es sabido que a partir de la década del cuarenta se habían comenzado a desarrollar varias ramas de la industria transformadora, entre ellas, la producción de alimentos, bebidas, manufactura del tabaco, textiles, prendas de vestir, calzado, papel y sus productos, imprenta e industria editorial, madera y sus productos, muebles y accesorios, cuero y sus productos, jabonería y perfumería, caucho e industria del plástico, productos químicos, metalurgia y manufacturas diversas.
A partir de informaciones del Tribunal de Cuentas, puede constatarse que en 1954 dichas industrias solo requerían un 11,5% de componentes importados.(1) Entre 1952 y 1956 se habían creado 154 nuevas plantas industriales, dieciséis generaban exportaciones y 117 sustituían importaciones.(2) Según datos del Consejo Nacional de Economía, en 1958 el 21% de la fuerza laboral empleada lo hacía en actividades industriales, y de acuerdo con Claes Brundenius, en su libro Revolutionary Cuba: The Challenge of Economic Growth with Equity (1984), en el año anterior al triunfo revolucionario, la industria no azucarera representaba el 32,2% de la producción material estimada.
El Gobierno Revolucionario —a través de la ley 890 de octubre de 1960— nacionalizó, mediante expropiación forzosa, la mayor parte de las empresas industriales, comerciales y de trasporte del país. Luego las nacionalizaciones se hicieron extensivas a otras empresas subsidiarias y colaterales, con lo que la estatización de los medios de producción fue casi total desde inicios de la Revolución. La mayor parte de las empresas, algunas previamente intervenidas, fueron puestas bajo la dirección de revolucionarios con escasos conocimientos profesionales y técnicos, lo que unido al idealismo predominante condujo a graves errores en su dirección, a la caída de la producción y de la eficiencia.
No obstante, la industria ocupó un lugar central en la estrategia económica de los primeros años de la Revolución, en correspondencia con las ideas desarrollistas predominantes en América Latina y teniendo en cuenta la experiencia de otros países socialistas. Sin embargo, la excesiva centralización de las decisiones operativas y administrativas, el abandono de criterios financieros, los excesivos costos y el despilfarro predominante, lastraron rápidamente la actividad industrial.
La ruptura de vínculos económicos con Estados Unidos obligó a la mayor parte de la industria cubana, tanto a una reconversión tecnológica como a un cambio radical de proveedores de materias primas, maquinarias y equipos de repuesto. Pasó entonces a depender de suministros recibidos desde la Unión Soviética y otros países de Europa Oriental, en muchos casos tecnológicamente inferiores a sus similares procedentes de Estados Unidos, Europa Occidental y Japón.
De hecho, se incrementó el componente importado en una serie importante de industrias. En su artículo «La planificación del comercio exterior» —Cuba Socialista, # 28 de 1963—, el futuro presidente del Banco Nacional Raúl León Torras, afirmaba que en 1962 la dependencia de insumos importados afectaba al 79% de la refinación de petróleo, 58% de la industria química, 44% de la metalurgia, 40% de la minería, 22% de la textil, 21% de la energía eléctrica, 12% de la construcción, 8% de la industria alimenticia y 4% de la azucarera.
A pesar del énfasis en el desarrollo industrial, la producción bruta de este sector tuvo una caída promedio anual de 2,7% entre 1960 y 1964. En consecuencia, a partir de la segunda mitad de los sesenta la estrategia de desarrollo se reorientó hacia la industria azucarera, aprovechando así el establecimiento de acuerdos ventajosos con la Unión Soviética, que posteriormente se readecuaron con el ingreso de Cuba al Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME) a partir de 1972.
Ello no significaba abandonar la idea de la industrialización, sino utilizar la industria azucarera y a su mercado seguro y estable en los principales socios económicos de Cuba, como pivote del desarrollo posterior de una industria más diversificada. Más allá de tales intenciones, el resultado fue un reforzamiento del carácter monoproductor y monoexportador de la economía cubana.
No obstante, la industria no azucarera cubana se benefició de inversiones estatales y, sobre todo en los años ochenta, aparecieron algunas producciones industriales de relativamente baja calidad, orientadas al consumo nacional. Entre los principales rubros pueden mencionarse la industria alimentaria, con producciones de lácteos, embutidos, pastas alimenticias, cervezas, rones y aguardientes, maltas y refrescos, carnes deshuesadas y en conserva, pescados y mariscos; jabonería y perfumería; textiles; pinturas; materiales de construcción; fertilizantes; ensamblaje de ómnibus, camiones, vagones de ferrocarriles, montacargas; así como aparatos electrónicos para el hogar: televisores, radios y refrigeradores.
También se inició la fabricación de combinadas azucareras, aunque hacia el final de la década comenzó su descenso. En la segunda mitad de los ochenta se apreciaban descensos sostenidos en varios de los rubros industriales no azucareros.
Con el advenimiento del llamado Período Especial, la industria manufacturera cubana entró en su más profunda crisis, debido a múltiples factores, sobre todo: obsolescencia tecnológica; alta dependencia de componentes importados; escasez de combustibles, materias primas, maquinarias y demás insumos; así como escasa capacidad de ahorro e inversión del Estado cubano, propietario de todas las fábricas industriales de envergadura.

(Foto: Cibercuba)
A ellos debe añadirse el escaso interés de inversionistas extranjeros por dicho sector ante las dificultades del país para conectarse a cadenas globales, debido tanto a las restricciones impuestas por las sanciones económicas estadounidenses como a dificultades tecnológicas.
La situación actual de la industria manufacturera en la Isla es catastrófica. De acuerdo con cifras de UNCTADStat, basadas en datos oficiales cubanos, ella ha tenido una variación promedio anual de -1,14% en el período comprendido de 1989 a 2020. Entre 1990 y 1999 fue de -1,95%, desde 2000 hasta 2009 de 3,4% y entre 2010 y 2020 de -0,3%.(3)
La Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) de Cuba ha publicado recientemente el capítulo dedicado a la industria manufacturera del Anuario Estadístico 2021. El índice físico de producción de la industria no azucarera en 2021, respecto a 1989, es de 60,5, el más bajo del último lustro.
Ciertas industrias, como las de bebidas, productos del tabaco o fabricación de muebles, que en los últimos años habían logrado superar los niveles de 1989, volvieron a caer por debajo de la producción alcanzada en aquella fecha, que resultó previa al Período Especial pero que ya reflejaba una tendencia hacia el descenso. En algunos rubros, como equipos de transporte, aparatos eléctricos, papel y sus productos, cuero y sus productos, fertilizantes, productos textiles y prendas de vestir; los niveles de producción varían entre 0,1% y 8,8% del alcanzado a fines de los años ochenta.
El relanzamiento de la industria no azucarera cubana
La economía cubana en general y la industria en particular, enfrentan una grave crisis de la que no podrán salir si no se producen profundos cambios estructurales. El modelo de una industria estatal administrada centralmente probó su ineficacia porque la estatización de los medios de producción no condujo a su socialización, algo que ha lastrado toda la experiencia socialista contemporánea. No tiene sentido persistir en un modelo fracasado que lo único que hace es perpetuar y profundizar el subdesarrollo y agravar el deterioro del nivel de vida de la población.
Con una economía esencialmente en manos del Estado, la inversión bruta fija ha sido de solo 8,28%(4) respecto al producto interno bruto entre 2000 y 2020, lo cual resulta a todas luces insuficiente para conducir a un proceso de crecimiento económico sostenido. Como es sabido, en los últimos años la prioridad inversionista del gobierno han sido los servicios empresariales, las actividades inmobiliarias y de alquiler, que incluyen todo el andamiaje de hoteles y servicios asociados al turismo; ello, a pesar de la persistencia de niveles insuficientes de ocupación hotelera.
Mientras, la industria, la agricultura, la educación y la salud han recibido muchos menos recursos de inversión. Entre 2017 y 2021, las actividades inmobiliarias y hoteleras atrajeron el 50,5% de la inversión del país, en tanto la industria no azucarera ha recibido el 11,3%, la azucarera 1,2%, agricultura 2,8%, educación 0,8% y salud 1,3%.
Más allá de los insistentes cuestionamientos realizados por algunos economistas y otros profesionales sobre lo erróneo de esta política, la dirección del gobierno no ha sido conminada a explicar sus decisiones ante los organismos de control político —como debería ser la Asamblea Nacional— o de control fiscal —como debería ser la Contraloría General de la República—, a pesar de que los errores en política económica se traducen normalmente en deterioro del bienestar de la población.
Sin duda alguna se impone una reorientación de la política inversionista del gobierno hacia los sectores productivos y aquellos que tienen un mayor impacto en el bienestar material y social. Sin embargo, hasta ahora el reconocimiento público de sus errores y el enfrentamiento de sus responsabilidades no ha sido el punto fuerte de las autoridades cubanas.
Después de una larga sucesión de errores entre los cuales vale mencionar la Zafra de los Diez Millones que nunca se cumplió, la infructuosa siembra de café en el Cordón de La Habana, el desmonte de la mitad de las tierras sembradas de caña y el cierre de la mitad de los centrales azucareros, la dolarización parcial de la economía, unidos a los defectos de los mecanismos de dirección de la economía impuestos a contrapelo de la realidad; no quedan opciones diferentes al desmonte de una economía estatizada que no funciona.
La industria cubana no tiene futuro en manos de una burocracia incompetente. Sin embargo, entregarla a manos privadas sin la existencia de mecanismos democráticos transparentes, lo único que facilitará es que la supuesta propiedad del pueblo sea feriada a favor de intereses corruptos, no importa de dónde provengan. Por tanto, será necesario pensar en la combinación de alternativas verdaderamente socialistas con el estímulo a la inversión privada.
Ello podría lograrse, entre otras medidas, mediante la creación de cooperativas obreras en ciertas empresas industriales; establecer el control democrático y directo de los trabajadores como representantes de la sociedad en aquellas que no se establezcan como cooperativas; «equitización» de empresas industriales, como ocurrió en Vietnam, donde se convierte a los trabajadores en propietarios de una parte considerable de las acciones emitidas por las empresas; arriendo mediante contratos a largo plazo de empresas estatales o de las partes que mantenga el Estado de las empresas «equitizadas» a inversionistas y gerentes privados para su gestión.
Finalmente, es imprescindible abrir la posibilidad al sector privado nacional y extranjero de crear empresas industriales privadas, eliminando las inmensas restricciones que pesan en la actualidad sobre las micros, pequeñas y medianas empresas.
Un proceso de esta naturaleza debe producirse en el contexto de la democratización de la sociedad, de forma tal que se evite la privatización corrupta de la propiedad que la Constitución define como «de todo el pueblo», pero que no lo es en realidad si el pueblo no puede decidir sobre ella.
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(1) Cálculos del autor a partir de datos del Tribunal de Cuentas de Cuba, citados por José R. Álvarez Díaz et al (1963) Un estudio sobre Cuba. Grupo Cubano de Investigaciones Económicas, University of Miami, página 1101.
(2) Banco Nacional de Cuba. Programa de Desarrollo Económico. Informe 2, Ibídem, página 1102.
(3) Cálculos del autor con base a UNCTADStat (2022) a partir de datos oficiales cubanos.
(4) Ibídem.
24 comentarios
Mauricio De Miranda Parrondo asesora para resolver
la crisis estructural de la industria no azucarera en Cuba
Cuba no sirve para nada, con razon muchos de los que publican aqui se han ido del pais, muchos ya fallecieron fuera de su patria. El comunismo es una maldicion. Miren las imagenes de la isla, cada dia peor, pobreza, tristeza, miedo, un infierno.
“…….vale mencionar la Zafra de los Diez Millones que nunca se cumplió, la infructuosa siembra de café en el Cordón de La Habana, el desmonte de la mitad de las tierras sembradas de caña y el cierre de la mitad de los centrales azucareros”.
Mauricio, otro desastre que a muchos se les queda en el tintero, pero cuya magnitud y consecuencias han sido tan nefastas o mayores que algunos de los anteriores. La destrucción de la ganadería cubana, la mas exitosa del área y solo superada en el continente por Argentina y Uruguay. Las causas fundamentales de este desastre radican en; la 2da Reforma Agraria, diseñada por un equipo dirigido por E. Guevara, que limitaba la propiedad de la tierra a 3 caballerías, convirtiendo en imposible la ganadería privada a escala mediana o grande y; los delirantes experimentos genéticos de F. Castro, acompañados de la venta y exportación de una buena cantidad de nuestros mejores ejemplares de ganado vacuno. Como consecuencia de ello, se produce una gradual reducción de la masa ganadera en cuanto a numero (hoy es poco mas de la mitad de la cifra anterior a 1959), peso, tamaño y rendimiento.
Enlazando esto con el tema del artículo, la debacle de la industria ganadera trajo aparejada la casi desaparición de industrias que dependían de ella y los empleos de calidad que generaban; producción de calzado de alta calidad y talabartería en general (ej; Zapatos Amadeo), industria láctea (ej; Productos Nela), industrias de productos cárnicos (ej: El Miño), jabonería (ej: Crusellas, Sabates).
En cuanto a modelos de administración y propiedad, vale la pena revisar el llamado concepto de Codeterminacion alemán (solo un ejemplo, no el único). La supremacía del partido único en Vietnam y China sigue siendo caldo de cultivo para la corrupción, solo basta con preguntar a quienes hacen negocios allí.
Saludos.
Excelente artículo, Mauricio.
Debemos de completar el análisis sectorial de la manufactura con un enfoque territorial de esas industrias. Porque más del 50% de las inversiones en Cuba tienen por destino a La Habana (territorio) y el turismo (sector) en la actualidad.
Luego, en un análisis más sofisticado se vería el impacto de una concepción megalómana en la industria manufacturera y el efecto de segregación territorial de la política industrial del Gobierno cubano en las últimas cinco décadas.
El 50% de las inversiones se realizan en el la capital del país, donde vive el 20% de los cubanos. El 28% de las inversiones en el turismo se realizarán en La Habana.
Según las estadísticas de ONEI, 1987, la industria textil en Cuba era capaz de producir una mezclilla tan grande que en sólo un quinquenio podía impedir que el sol tocara el territorio nacional.
La política del Gobierno es subdesarrollante. El proyecto del Partido es neodesarrollista. Significa que la política nos hunde en el pantano, mientras que el proyecto nos lanza al abismo.
Creemos que la solución no sólo se refiere a la forma de gestión de la economía, sino que implica la escala de esta última.
Partimos de realidades: aparato productivo obsoleto (reconversión tecnológica), nuestra condición insular (impacto ambiental) y economía de bajo valor agregado (inserción internacional).
Debemos de crear una economía a escala humana de bajo impacto ecológico.
Ahora, la nueva economía debe ser anclada en la comunidad. Sucede que en las últimas seis décadas se movió de un extremo a otro: Estado, mercado, sin hallar una solución. Esa fue nuestra experiencia: Estado extorsionador, mercado especulador.
Debemos de crear un Estado servidor y un mercado facilitador del proceso. Estado y mercado deben convertirse en extremidades de la sociedad.
Estamos en medio de la Cuarta revolución industrial. Veamos cómo fue que lo hicieron Italia, Japón y Alemania –por ejemplo–.
Sugiero, además, considerar el giro epistémico que ha motivado la ecomista italo-americana Mariana Mazzucato al considerar la relación entre los sectores público y privado de la economía.
Querido amigo, Ud. ha abierto una puerta a otras discusiones.
Profesor: ante cuba se abren dos posibilidades,como en todo pais sometido al “socialismo real” ,que solo ha servido para sacrificar seis decada de vida de la republica y ante todo a sus ciudadanos,buscando Paradigmas enganosos que solo servian para satizfacer EGOS….desmontar el Engendro conllevara a : A- repartir el pais entre los Oligarcas y pactar con los poderoso una insercion al mundo real,dejando el rastro de totalitarismo y opresion,con un ” Estado Fuerte” B- dar paso a una apertura politica,permitiendo la formacion de partidos ,dotando a los ciudadanos de derechos y convocar a elecciones,a fin de,partiendo de cero,reiniciar,refundar la republica y dandole al pueblo las opciones a seguir.Sin un Estado de derecho,sin una buena sociedad civil,sin una democracia,todo lo deas o tendra sentido.Cuba tiene el privlegio de estar a 90 millas del pais mas rico y poderoso del planeta.La posicion de cuba es la envida de muchisimos paises y la hstoria demuestra que no es lo mismo ser vecino de los EEUU que ser vecino de Rusia,China,Iran,alemania,etc,etc………Hay miles de caminos a escoger,menos el camino que ha sido tomado por el gobierno totalitario.El gobierno totalitario no se ha ocupado seriamente de la economa del pais,ha siemre seguido criterios “ideologicos” y no se apena en vivir de los subsidios,remesas,extorsion,trabajo esclavo,regalos,donaciones,etc,etc.Politicas erradas,nacida de Ilusiones de grandeza,como el desarrollo biotecnologico,la potencia Medica,la potencia tecnologica,etc,etc…derroche de recursos en campos dominados por naciones , laboratorios y organizaciones multinacionales muy fuertes.La iniciativa privada con respaldo institucional y un estado con regulaciones eficientes,seria una muy buena via para la inversion en campos ,quizas mas modestos,pero mas eficientes.En fin,sin una reforma politica,seria mas de lo mismo.
Acaso el Bloqueo yanki afecta estos productos nacionales?: anon, guanabana, limon criollo, chirimoya, mamoncillo, champola, batidos, rabano, zanahoria, nispero, mango, mamey, melon, coco, guayaba, pina, sopa de gallo y de gallina, quimbombo, maiz, tamales, fruta bomba, platanos, etc, etc. Un cerdo (puerco, cochino, macho) se cria con sobras! Con palmiche se engorda pa manteca. Dios mio, hasta donde?
Acaso el Bloqueo Yanki acabo con las Palmas Reales?
[…] Publicado originalmente en La Joven Cuba, 30 de junio de 2022. https://jovencuba.com/crisis-estructural-industria/ […]
He visto ese gráfico de las inversiones cubanas varias veces en Internet, en diversos textos de autores distintos. Y siempre me quedo con dudas. Me atrevo a preguntar ahora para ver si el autor me aclara. ¿Qué significa “servicios empresariales”? Si la estadística une ese rubro con “actividad inmobiliaria”, ¿cómo saber la cuantía de cada uno por separado? Y, por último, ¿esas inversiones son con dinero del presupuesto estatal? Gracias x anticipado.
Hasta el año 59, la industria textil sólo requería de hasta un 20% de importación, la del calzado, con similares o menores dependencias, la industria azucarera con estabilidad, comenzaba a desarrollarse la industria turística, la agroalimentaria con grandes perspectivas.
Habia racionalidad en el proceso y cada año la industria nacional avanzaba en varios sectores.
Tal como expone con eficacia el artículo, el voluntarismo, la incapacidad y la intolerancia política alteraron todo el escenario. Por citar un ejemplo, en la decada de los 70’ se construyeron dos gigantescas hilanderias de procedencia sovietica, una en Wajay y otra en Santiago de Cuba, sin que en Cuba hubiera sembrado algodón, que habia que importar en su totalidad, y sin tradición o mano de obra experimentada en ambos sitios, por lo que hubo que formar miles de obreras en turnos rotatorios para cubrir 24 horas continuadas de producción en enormes edificaciones de tan mala o peor solución constructiva que la asumida para la factibilidad de la inversión: ya en los 90’ eran inviables y derivaron en “ciudadelas” de producciones timbiricheras, que tengo entendido continuan actualmente.
La industria azucarera, que tiene una vasta utilidad adicional en sus derivados, fue hundida por ese poder destructor y que hoy cinicamente se presenta como su salvador. El mismo, que alardea de diseñar y producir medicamentos de última generación para el Azheimer y otras enfermedades sin cura y no pueden fabricar ni una aspirina para aliviar un dolor o un diazepam para calmar los nervios.
Y la industria farmacéutica?
Creo merece un analisis aparte
Bernardo: De hecho, los datos de la industria farmacéutica no aparecen en las estadísticas divulgadas recientemente por la ONEI. http://www.onei.gob.cu/sites/default/files/11_industria_manufacturera_1.pdf
Mauricio: gracias por tu aclaración. La ONEI no incluye a la industria farmacéutica en la industria manufacturera. Cuando escribes industria no azucarera si la incluyes por negación. Pero titulares aparte, el de los medicamentos es un sector relevante en la economía cubana. Mas aun, el gobierno lo vende como una historia de éxito, e.g. Biocubafarma, CIGB, etc. Hay logros innegables, pero como en todo los asuntos de economía cubana la información publica es muy opaca. Saludos.
Si Díaz Canel, Marrero, Ramirito Valdés y comparsa llegan a ver este escrito del doctor Parrondo, estoy seguro que les da una perreta Está gente montarán barricadas para defender sus intereses. Todo indica a GAESA su máximo monopolio, en el cual han cifrado sus mezquinos intereses.
Cubadebate esta de capa caida. Se termino el paro nacional en Ecuador. Encima, el apoyo a Rafael Correa cayo en picada
El año que viene por esta fecha todo estará peor. El comunismo tiene el raro don de comerse un país mientras le hace creer a sus adláteres que todo estará bien.
Profesor desgraciadamente no creo que existan oídos receptores a sus recomendaciones, “La industria cubana no tiene futuro en manos de una burocracia incompetente. ( el país tampoco ) Sin embargo, entregarla a manos privadas ( ya casi están en manos privadas a través de empresas financieras de fachada que redireccionan las prioridades y utilidades de lo poco que hoy ofrece dividendo) sin la existencia de mecanismos democráticos transparentes ( perderían el poder inexorablemente ), lo único que facilitará es que la supuesta propiedad del pueblo sea feriada a favor de intereses corruptos ( y porque no pensar que ese es el objetivo a corto y mediano plazo )”.
En la realidad que se está viviendo en Cuba hoy y este mundo en el inicio de una crisis de alimentos que dispara inflación desmedida en casi todos los países, esos abultados desembolsos que se hacían para cubrir la demanda de alimentos que se recortaran significativamente por el incremento de costos de los productos alimenticios y los fletes es a lo que hay que enfocarse creo yo, el continuado y extendido fracaso de la reforma de Raúl a la agricultura iniciada por el 2008, que si bien en los primeros años del decenio pasado ofrecieron cierta esperanza, ya a partir del 2018 y estos años de pandemia de salud, unida a la otra pandemia del “Ordenamiento”, han logrado superar los precios de los alimentos de aquellos años del “periodo especial”. En la agricultura y la agroindustria se define “la jama” y muchas otras cosas en un país que importaba el 80% de los alimentos que consume, hay una realidad que hasta cubadebate ofrece como verdad y vergüenza, “Las empresas estatales y las antiguas UBPC gestionan alrededor del 54 %. Sin embargo, en términos de las estadísticas disponibles solo producen alrededor del 20 % de lo que se comercializa para abastecer nuestra población. Los productores privados con un 38 % de la tierra producen casi el 80 % de todo lo que se reporta que produce Cuba de alimentos.”, persistir en la estatalización y lo que se ha venido haciendo por siempre, sin resultados es el camino más corto al próximo y creo final alarido social de la “continuidad” y los elegidos.
Livio: Comprendo sus argumentos. Sin embargo, yo no estoy escribiendo para el gobierno. Yo invito a la reflexión de quienes leen. Mi intención es ofrecer argumentos. Se que otros colegas también lo hacen y me parece importante que así sea. Sin embargo, creo que es importante contribuir a formar opinión. En realidad, estoy haciendo propuestas para quienes crean que puedan ser útiles y al menos, crear conciencia sobre ello. Por eso no tengo la sensación de arar en el desierto. Saludos.
Sr Parrondo
Lo primero gracias por las cifras que aporta.
Dice usted: “la economía cubana afronta una crisis estructural desde hace más de tres década”. Es algo lógico, después de 1990 esta sometida a un doble bloqueo, desaparece el llamado CAME y EE.UU no le permite su plena integración a la única división internacional del trabajo que existe la capitalista. Imagine solo que llegue a la Isla 5 millones de turistas norteamericanos cada año.
En cuanto a la débil integración de otros sectores con el turismo tiene toda razón. Recuerde que Cuba la gobierna un sector liberal. El otro es el que usted representa.
Y sinceramente no veo que en los años 90 Cuba hubiese tenido otro tipo de salida que no fuera el turismo dado su ubicación estructural en la división internacional del trabajo existente.
Seguirse aferrando al azúcar hoy es nada menos que estúpido.
El capitalismo ha quebrado el mundo no solo a Cuba que todos ustedes solo culpan al gobierno de Castro-Canel.
El 29 de junio salió publicado un informe de la Comision de la Verdad en Colombia donde usted vive y es ESPANTOSO:
“el conflicto se agudizó sobre todo entre 1996 y 2008 cuando se produjeron 75 por ciento de las víctimas, la mayoría pertenecientes a la población civil.
Las cifras de la comisión revelan la magnitud de lo ocurrido: 50 mil 770 personas secuestradas, 121 mil 768 desaparecidas, 450 mil 664 asesinadas y 7.7 millones desplazadas forzosamente.
Al menos 9 millones de víctimas entre ellos 8.2 millones de desplazados, un millón de asesinados y 109 mil desparecidos han sido registradas oficialmente.”
Tenga un feliz día.
Autor del Post dijo:
El Gobierno Revolucionario —a través de la ley 890 de octubre de 1960— nacionalizó, mediante expropiación forzosa
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La estafa ideologica mas grande del siglo pasado fue pretender que en Cuba se hizo una Revolucion Libertadora cuando en la realidad los pandilleros que derrotaron a Batista nunca cumplieron sus promesas de restaurar la Constitución de 1940 y hacer elecciones multipartidistas en los primeros 18 meses de gobierno.
A cambio perfeccionaron el sistema de represión, eliminaron los partidos politicos, crearon tribunales ¨revolucionarios¨que actuan como un grupo paramilitar para eliminar a la oposición y le robaron sus negocios a todos los cubanos de exito. Negocios que en su mayoria no producen por la falta de capacidad economica de los pandilleros que todavia nos gobiernan.
El verdadero significado de las siglas PCC es: Pandilleros Comunes Cubanos.
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Tpdps los argumentos conducen a una sola conclusion: EL sistema scialista de produccion es un fracaso total!!!. Lo fue en los paises del este, y lo es mas aun en CUBA, donde el absolutismo y la prepotencia de los desgobernantes han conducido el pais en base a sus caprichos personales
Entre 1996 y 2008 cuando se produjeron 75 por ciento de las víctimas, la mayoría pertenecientes a la población civil, según la Comisión de la Verdad en Colombia
Las cifras de la comisión revelan la magnitud de lo ocurrido: 50 mil 770 personas secuestradas, 121 mil 768 desaparecidas, 450 mil 664 asesinadas y 7.7 millones desplazadas forzosamente.
Al menos 9 millones de víctimas entre ellos 8.2 millones de desplazados, un millón de asesinados y 109 mil desparecidos han sido registradas oficialmente.
¿Qué puede decir Sr Parrondo?
¿El capitalismo?
Cuba con su industria azucarera en ruinas sus pobladores tienen seguridad.
Señor Izquierdo: Lo que Usted comenta no guarda relación alguna con mi texto. Gracias.
Mongo Izquierdo: Como sabes tanto de Cuba, te lo digo en cubano; ¿Qué tiene que ver el culo con la llovizna?
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