Como es sabido, la economía cubana está siendo afectada por una crisis estructural que forma parte de otra con carácter multidimensional que afecta el sistema productivo, la inserción internacional, los equilibrios macroeconómicos, el sistema de precios, la política económica y las decisiones de inversión, lo que refuerza la idea de que el camino hacia su superación requiere de un profundo cambio sistémico, que no solo tiene alcance económico, sino también —y muy especialmente— institucional y político.
En el presente texto abordaré la cuestión cambiaria, con el objeto de profundizar en algunas ideas que he expresado en otras ocasiones y que, recientemente, tuve la posibilidad de debatir con apreciados colegas, aunque no con la profundidad necesaria debido a los tiempos de los paneles, durante el reciente Congreso de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA), efectuado en Vancouver.
Sistemas monetarios y tipos de cambio
El sistema cambiario es el que define el mecanismo a través del cuál se establecen los precios de unas monedas respecto a otras y, en consecuencia, es el precio de la moneda nacional expresado en unidades de monedas extranjeras o al revés, o de igual forma, la cantidad de unidades de moneda nacional que se intercambian por una unidad de moneda extranjera.
Los sistemas cambiarios actuales desde el desmonte de los acuerdos de Bretton Woods en 1971 ya no se basan en el patrón oro. Cuando esto era así, el valor relativo de las monedas dependía del contenido oro declarado en cada sistema monetario respectivo, el cual, a su vez, garantizaba la convertibilidad oro de la moneda, aunque esta solo se aseguraba en transacciones entre bancos centrales.
La inconvertibilidad del dólar en oro, adoptada por el entonces presidente estadounidense Richard Nixon, significó el abandono de facto del patrón oro-dólar y el establecimiento de un «patrón divisa» que convirtió al sistema monetario internacional en fiduciario, es decir, dependiente de la confianza en el emisor. En consecuencia, las monedas dejarían de estar respaldadas por el oro y su solidez comenzaría a depender de la de la economía; de su capacidad de producción de bienes y servicios y de su posición financiera externa.

Foto: aleksvf / Tomada de SEMPI Gold España
En tales condiciones, aquellos países con economías caracterizadas por un crecimiento sostenido y una posición acreedora en sus transacciones internacionales tendrían monedas sólidas respaldadas por su sistema productivo y por suficientes reservas internacionales, resultado de una posición internacional acreedora.
Esto último, por ejemplo, sería el resultado de una balanza comercial de bienes y servicios superavitaria y de una cuenta de capital y financiera fortalecida por el ingreso de divisas provenientes de la inversión extranjera directa. En ocasiones dichos flujos de inversión se logran incluso con balanzas comerciales deficitarias, pero con sólidas expectativas de negocios para los inversionistas foráneos que se traducen en un flujo creciente de capitales y, por tanto, de divisas.

Tomada de El Semanario
Tras la crisis del dólar de fines de los años sesenta del siglo XX y la sucesión de crisis económicas relacionadas con los shocks petroleros y con la deuda externa generaron una gran inestabilidad en la economía mundial y produjeron el fin del predominio de los tipos de cambio fijos y su reemplazo por los tipos de cambio flexibles que reflejaban con mayor precisión los cambios que se producían en los niveles relativos de competitividad a nivel internacional.
Tipos de cambio fijos y flexibles
Los tipos de cambio fijos permiten cierta estabilidad en las transacciones económicas y una mayor predictibilidad en los negocios internacionales, sin embargo, pierden su utilidad en las condiciones de incertidumbre e inestabilidad que han caracterizado a la economía mundial desde el último cuarto del siglo XX. Por esa razón, desde entonces han predominado los tipos de cambio flexibles.
No obstante, se han producido algunos acuerdos monetarios que buscaban cierta estabilidad cambiaria en esquemas de integración económica, como fue el caso del Sistema Monetario Europeo que funcionó —no sin algunas crisis propias— antes de la adopción de la unión monetaria europea y la introducción del euro como moneda común de la mayor parte de los países miembros de la Unión Europea.

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Por su parte, en los países del llamado «socialismo real» los tipos de cambio se mantuvieron inamovibles, con la particularidad de que sus monedas solo eran convertibles internacionalmente en transacciones estatales y en el escaso margen de sus relaciones económicas con países capitalistas. Esto significa que en ellos no funcionaban mercados cambiarios a los que acudiera la población, o incluso los agentes económicos, porque las asignaciones de divisas para cubrir transacciones económicas internacionales se producían de forma centralizada.
En este grupo de países, los tipos de cambio resultaban artificiales y perdieron su capacidad para expresar los precios relativos de las economías respectivas y la economía mundial. Por eso, se hizo cada vez más común que las personas naturales acudieran a los mercados informales en los que las divisas se cotizaban a un valor varias veces mayor al tipo oficialmente establecido.

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Este fue el caso de Cuba, en el que la paridad oficial respecto al dólar se mantuvo sin modificación alguna durante la mayor parte del tiempo hasta la llamada «Tarea Ordenamiento». En 2005 y hasta 2011 se produjo una revaluación del 8% del peso convertible respecto al dólar, lo cual fue un grave error de política cambiaria. En 2021 se devaluó el tipo de cambio oficial en 2.300% que, sin embargo, resultó ya sobrevalorado de acuerdo a las condiciones del mercado, porque mientras el gobierno fijó en 24 pesos cubanos el valor del dólar, en el mercado informal se cotizaba entre 35 y 45, pero además sin la capacidad para vender divisas y por tanto de operar en el mercado. En la actualidad, dos años y medio después, el valor del dólar estadounidense en el mercado informal ha llegado en los últimos días a 200 pesos.

Tomada de: La Nación
Como ya he expresado en otros textos, la reforma cambiaria fue realizada en el peor momento posible, no garantizó la soberanía del peso cubano en el sistema monetario y estuvo mal diseñada y aplicada porque tampoco logró crear un mercado cambiario legal transparente.
En agosto de 2022 las instituciones cambiarias oficiales comenzaron a comprar dólares a 120 pesos cubanos (CUP), cinco veces el valor oficial, aunque después de aplicadas las tasas de margen eso significa en realidad 110,40 CUP. Mientras tanto, el tipo de venta se fijó en 123,60 CUP. Sin embargo, ante la grave escasez de divisas en manos del sistema financiero institucional, la realidad es que esta medida no ha podido evitar que el informal sea el principal mecanismo cambiario de los agentes económicos no estatales y personas naturales, en el que la divisa estadounidense toma el precio que establece la correlación entre la oferta y la demanda.
Con esta medida se restablecía el erróneo expediente de utilizar tipos de cambio múltiples con enormes brechas que crean nuevos elementos de incertidumbre y que demuestran el carácter artificial del tipo oficial, lo que lo convierte en inútil. Pero al parecer, la testarudez puede más que el sentido común en muchas de las decisiones de política económica de las autoridades cubanas.

Fuente: elToque
La gráfica muestra claramente que cuando las autoridades monetarias cubanas establecieron los tipos de este nuevo «mercado paralelo», impulsaron nuevamente hacia arriba los tipos del mercado informal.
En la actualidad, algunas empresas estatales que no cuentan con cupos de divisas autorizados para importar, deben acudir a mipymes que realizan importaciones y venden sus productos a precios que reflejan el tipo de cambio informal, lo cual obviamente debe reflejarse en el costo del producto que tiene componentes importados, y por tanto, en el precio final.
¿Qué debería hacerse en materia cambiaria?
Las autoridades cubanas persisten en la opción de tipos de cambio fijos y múltiples alejados de la realidad del mercado. En mi opinión esto es absolutamente errado. Los tipos de cambio fijos no funcionan adecuadamente en situaciones de incertidumbre. ¿Qué sentido tiene mantener un tipo de cambio de 24 CUP por USD en el que operan los actores institucionales del comercio exterior y al que se liquidan las inversiones foráneas, cuando el propio Estado reconoce otro diferente en torno a los 120 CUP?
Al persistir en ello, las autoridades cubanas están impidiendo que se establezcan precios relativos adecuados, lo cual es importante a la hora de incorporar los costos reales de bienes importados para la producción nacional o el consumo, lo que el caso cubano es muy importante dada su dependencia de las importaciones.
Por otra parte, como esos tipos de cambio oficiales han sido establecidos por debajo del valor del mercado informal que es el que está funcionando realmente, están causando una sobrevaloración de la moneda cubana y, en consecuencia, abaratan las importaciones y encarecen las exportaciones, lo que va en contravía de objetivos de desarrollo tales como promover exportaciones y sustituir importaciones con producción nacional.
En este contexto, la política adecuada sería abandonar el sistema de cambios fijos y múltiples, reemplazándolo por uno de cambios flexibles que funcionara en las instituciones bancarias y financieras institucionales de forma que el mercado fuera libre y transparente.

Tomada de: Quizz
Para lograr el traspaso de las divisas desde el mercado informal al formal, sería conveniente partir de un tipo de cambio algo superior o al menos igual al que existe en el informal de forma que resulte más seguro y beneficioso acudir a este mercado y en el que la oferta y la demanda serían la guía para la formación del precio y, de hecho, el banco central podría construir un índice de tasa representativa de mercado, basado en cifras reales que podría orientar las operaciones de comercio exterior, remesas e inversiones internacionales.
Todos los actores económicos, tanto estatales como privados, deberían tener acceso al mismo mercado cambiario que la población y realizar sus operaciones considerando las tasas de cambio del mercado.
Considero que sería conveniente que el mercado cambiario no fuera exclusivamente estatal, sino que permitiera la creación de casas de cambio privadas —las cuales ya funcionan de forma informal— que participaran en igualdad de condiciones con los bancos y las casas de cambio estatales. Soy consciente del casi seguro rechazo que esta medida produciría en estamentos decisorios del país acostumbrados al monopolio y al control, pero precisamente por el efecto nocivo de estos controles monopólicos es que considero la necesidad de liberalizar este mercado para que funcione de forma transparente y para que el tipo de cambio que se forme sea realmente de mercado y permita a los actores económicos adoptar decisiones económicas adecuadas al nivel de competitividad relativa de la economía nacional.

Anuncio de cambio en la plataforma Revolico
Ahora bien, la liberalización del mercado cambiario debe ir acompañada de la plena soberanía del peso cubano como moneda única en las transacciones domésticas, lo que conllevaría a eliminar la actual dolarización parcial que ha vuelto a segmentar los mercados con efectos nefastos sobre la economía del país y sobre la igualdad de oportunidades de la población frente al acceso al consumo y de igual forma, debe realizarse al tiempo de que se permita a todos los actores económicos estatales y privados acceder directamente a los mercados internacionales o a través de empresas comerciales que también puedan ser privadas.
Una política cambiaria adecuada no solucionará plenamente los problemas de la economía cubana que requieren de una transformación sistémica y estructural que se traduzca en un crecimiento sostenido de la producción de bienes y servicios. Sin embargo, contribuiría notablemente a ajustar la inserción económica internacional del país e influiría notablemente en el establecimiento de precios relativos adecuados, lo cual tiene una gran importancia dada la inmensa dependencia económica externa de Cuba.
12 comentarios
Su analisis es correcto, pero obvia un tanto que la necesidad de la divisa y su encarecimiento tambien proviene de quien la compra para su uso en el exterior: Para emigrar y para adquirir mercancias que necesita en lo personal o revenderá. La anormalidad normalizada de que no hay una garantía de acceso a alimentos, medicamentos, productos y artículos… es la causa raiz de la devaluacion del peso cubano. El excedente de circulante continuará y se agravará mientras aquello por lo que se canjea termine ingresando a otro país. El gobierno no incentiva a las mpymes a invertir en Cuba en actividades deficitarias, no desestimula la importación. Curiosamente aquellas de más actividad siguen los pasos del gobierno en cuanto a su preferencia por importar. Este no quiere empresarios, sino revendedores que depositen en caja al dar este paso. Solo un mercado interno de productores, comerciantes y consumidores diverso y robusto colocará al peso cubano en su sitio.
Nopin: En realidad no lo obvio. En otros textos he explicado las causas de la devaluación del peso, pero ese no es el objetivo de este texto. El objetivo aquí es explicar por qué considero necesario un tipo de cambio flexible frente a la decisión del gobierno cubano de mantenerlo fijo, aunque sea artificial. Muchas gracias por su comentario.
Claro como siempre.
Eso, junto a la liberalizacion del comercio exterior permitirían al menos saber en qué condiciones reales funciona la economía. El ajuste inicial talvez sea brutal, es que debió haber sucedido hace infinitos años , y mientras más se tarde será más brutal el resultado, pero es indispensable. Esa es la realidad, no se pueden violar la leyes económicas impunemente y por tiempo indefinido.
Ahora, si se deja flotar la moneda, ¿Que pasará con los salarios y pensiones miserables y en proceso de aumento de la miserabilidad? ¿Que opina usted?
Las pymes que pueden importar lo están haciendo y vendiendo en cup a precios altísimos que les permitan comprar dólares para seguir reproduciendo el negocio, ¿hacia donde va eso? (Aún así venden más barato que las ventas en USD del estado).
José Luis: Gracias por su comentario. La moneda ya está flotando. ¿Quién puede adquirir dólares a 24 pesos? Nadie, porque el Estado no está en capacidad de actuar en el mercado con ese valor. Los importadores institucionales requieren de un cupo de divisas asignado centralmente y ahí el cambio si es 24 :1. Pero ese cupo no soluciona sus necesidades en un país que produce muy poco. Los exportadores, en cambio reciben 24 pesos por cada dólar exportado y eso es claramente desestimulante para las exportaciones. Lo que quiero decir es que el deterioro de los ingresos de los cubanos ya está. Lo que si permitiría un mercado cambiario libre y transparente es evidenciar esa realidad y poder medir el verdadero costo de la vida, además de permitir a los actores económicos actuar con toda la información necesaria y tomar decisiones en consecuencia, entre otras cosas.
Profesor: para buscar un “lugar bajo el sol” para nuestra querida Isla,el Gobierno totalitario debe cesar y punto.Es un anacronismo su existencia y por lo tanto son anacronicas sus polticas.Si el socialismo real fue un desastre al concebir al Estado y las personas como piezas con un destino manifiesto al que controlaba un Partido de los mejores y lo guiaba a ulteriores victorias,el socialismo real en cuba,claro que es un desastre.El gobierno de cuba hace tiempo lo mantien la alianza PCC-MININT y ante todo,el sosten que le brinda la izquierda internacional.Si el gobierno de cuba se preocupara por el bienestar de su pueblo,como al parecer usted y mucho otros lo hace,desmantelarian el aparato de control totalitario y le daria paso a un sistema de democracia liberal y este dotaria al pais de capacidad de escoger y este escogeria.No haria nada heroico ni fuera de lugar,solo daria derechos a su pueblo .En la economia moderna,la certidumbre,la garantia,la seriedad es lo que da la capacidad para el desarrollo.Ningun pais dirigido por socialistas o “amigos de cuba”,da garantia economica ni se presta para ser garante del regimen totalitario que,sin embargo,apoyan .El Estado cubano,preso por el PCC no da imagen ni de ser serio,ni de ser confiable a largo plazo,mas si se observan sus antecedentes… y sin una inversion extranjera fuerte y sostenida,mas la capacidad de sus ciudadanos,Cuba seguira siendo lo que es : un pais de limosneros con una dirigencia con aires de “seres especiales” una combinacion terrible.El tipo de cambio es lo de menos sabiendo multiplicar.El dollars es lo que es porque representa a una nacion solida,estable,que garantiza las inversiones y ante todo permte que la Ley sea observada coo en ningun oto lugar.Los inversores,incluso los chinos,se sienten seguros y confiados….y el pais es el mercado mas floreciente al dia de hoy.Un pais estable,seguro,con Estado de derecho y democracia,ese seria el goal….Lo otro es seguir viviendo colgado por las ansias de Poder de unos pocos.Gracias.
Darío: Soy partidario de un sistema democrático con justicia social y como tal, del ejercicio pleno de las libertades civiles. Sin embargo, es necesario abordar la inmensa cantidad de temas que tienen que ver con el bienestar de la sociedad, aunque no estén resueltos los problemas relacionados con la democracia y la justicia social. Siempre he visto a La Joven Cuba como un espacio de reflexión sobre la realidad cubana e internacional en el que se debaten ideas. De eso se trata.
Con su permiso pero con un sistema totalitario,centralizado y carente de capital para inversiones,no creo hayan soluciones…Cuba vive colgado de países amigos ,remesas y trabajo esclavo…nada de impulsar un sector viable y los intentos que han hecho han Sido erráticos como la biotecnologia y el turismo.sin una economía inclusiva,basada en la competencia y transparencia política,ya se sabe que pasa…o no se sabe aún ??
José Darío: He escrito en varios textos anteriores que no es posible solucionar los problemas de la economía cubana si no se producen cambios institucionales y políticos. Se requiere de una transformación estructural de alcance sistémico, como he escrito en este texto. Lo que sucede es que en este texto, me he centrado en el tema cambiario. Solo en este tema. Creo que además de insistir en cambios sistémicos es necesario hacer pedagogía sobre cómo debe organizarse la economía. Esa pedagogía la trato de hacer a través de los lectores. Por eso agradezco mucho los comentarios.
Darío, usted está claro.
El cambio de un dólar por 24 pesos ni ellos mismos se lo creen, bastaría solo echarle un vistazo a los precios en pesos de las habitaciones en los hoteles para darse cuenta que son los mismos precios en dólares pero esta vez multiplicados por 200 que es como se está cotizando el dólar en el mercado informal.
los mensaje con este formato de escritura se hace imposible leerlos en email, pues hay que disminuir mucho el zoom, para que no se interrumpa el renglón completo.
Entiendo su punto de vista profesor, pero aún así no estoy convencido de que ese sea el camino, al menos en el corto-mediano plazo. Es un hecho que las medidas adoptadas por el gobierno cubano en este particular han sido muy torpes, sin embargo eso no significa que lo contrario sea necesariamente correcto. Ciertamente, la moneda de cierto modo ya está flotando, y mire los efectos que ha generado; nos está matando. No veo ninguna razón por la cual la liberalización del mercado cambiario cree el marco necesario para nuestra inserción internacional. Creo que, entre otras cosas, dejar flotar oficialmente y crear instituciones de cambio privadas puede contribuir a empeorar la situación que vemos ahora (de lo contrario Argentina fuera un paraíso. Bueno, quizás en comparación con la Cuba actual lo es, pero no necesariamente por su situación cambiaria). Hay evidencia notable del efecto negativo de estas desregulaciones financieras.
Por otra parte, lleva usted razón en el hecho de que necesitamos un mercado financiero organizado y transparente, pero, sea lo que sea, no puede ir demasiado por delante (si bien siempre va) del mercado de bienes, y me temo que lo que usted propone haría, en estos momentos de la economía cubana, la actividad financiera más rentable que la actividad productiva. Eso ha sido terrible incluso en países con una esfera productiva desarrollada, en las condiciones de Cuba nos podemos imaginar… Usted reconoce que, obviamente, esta liberalización debe venir junto a otras transformaciones en la esfera productiva, y yo coincido. Sin embargo, incluso partiendo de la premisa de que esas transformaciones tuvieran lugar, las velocidades de ambos sectores son distintas. La liberalización que usted propone crearía serios problemas al ya alicaido sector productivo de la isla.
Cierto, existen montones de instrumentos e innovaciones que bien podrían introducirse en Cuba, pero esto toma disímiles formas en diferentes contextos y creo que en el cubano debemos priorizar lo que incentive la producción. Por ejemplo, usted es muy crítico con los cambios múltiples, y en el contexto de su crítica lleva razón. Sin embargo un sistema de cambios múltiples no tiene que necesariamente penalizar al exportador. Si sucede en nuentro contexto es, en mi opinión, por torpeza de política cambiaria y no una consecuencia inevitable del tipo de política. Un sistema de cambios múltiples podría ser una alternativa si los que exportan e innovan tuvieran acceso a más recursos. Esto equivaldría, naturalmente, a un subsidio al exportador, pero cual sería el problema si subsidiamos a los más productivos? Quizás el estado cree que ser el propietario de muchas empresas exportadoras le da el derecho de darle 24 pesos por cada dólar que ingresen, sin afectar la productividad. Pero esto es, en todo caso, un error evitable.
En general opino que, independientemente de que la mal llamada tarea ordenamiento se haya introducido en el peor momento de la economía cubana, el énfasis en reunificar la moneda, auque necesario, se convirtió en un fetiche en si mismo. Creo que fue un hombre de paja que todos prefirieron ver como la solución. Creo que nunca lo fue..
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