Constitución y educación

por Consejo Editorial
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Contar con un sistema de educación gratuito es uno de los pilares de la Revolución. La constitución vigente, lo respalda en todos los niveles de enseñanza. Sin embargo, el nuevo proyecto abre paso a la reducción de tales conquistas.

El proyecto revolucionario apostaba por educación y la instrucción de los ciudadanos, como una de las principales vías para sacar al país de su condición de atraso. El futuro -afirmaba el máximo líder- debe debía ser de hombres de ciencia. Una muy bella y noble aspiración, ciertamente.

Por eso no faltó -en orden lógico-, el proceso para lograrlo. Luego de la campaña de alfabetización, que creaba la base de saber leer y escribir, se continuó el camino de elevar los niveles de escolaridad. Junto a esto, se trabajó por ampliar y diversificar el número de profesionales en la isla, con el perfeccionamiento del sistema de educación superior, que incluía la enseñanza de posgrado.

De esa manera, se convirtió en un derecho de todo el pueblo el acceso gratuito a toda la enseñanza y en todos sus niveles, cuestión que quedó plasmada en la constitución del 76 -aún vigente- de la siguiente manera: “La enseñanza es función del Estado y es gratuita (…) El estado mantiene un amplio sistema de becas para los estudiantes y proporciona múltiples facilidades de estudio a los trabajadores a fin de que puedan alcanzar los más altos niveles posibles de conocimientos y habilidades.”

El proyecto actual lo define de la siguiente forma: “El Estado garantiza a sus ciudada­nos servicios de educación gratuitos y asequibles para su formación inte­gral, desde el preescolar hasta la en­señanza universitaria de pregrado, conforme a las exigencias sociales y a las necesidades del desarrollo econó­mico-social del país”. A lo que, más adelante se agrega: “Se garantiza la formación posgra­duada y la educación de las perso­nas adultas, de conformidad con las regulaciones establecidas.”

De lo que resalta –a mi entender- un cambio sustancial. De la teoría de conjuntos se aprende que no se crean conjuntos diferentes para estar formados por elementos que no se pueden diferenciar por el criterio que define tales conjuntos. De esa manera se comprende, que separar por un lado la enseñanza hasta el pregrado, y por otro la posterior a esta, es porque esta tendrá otro contenido referido a su acceso: será de conformidad con las regulaciones establecidas.

De ser tratados todos los niveles de la misma forma, no tendría sentido entonces en el texto constitucional la acotación que se le hace al posgrado. Los estudios de este tipo, ya no tendrán un rango constitucional que respalde su gratuidad. Así, estos niveles de enseñanza dependerán de la ley, que sin hacer uso de especulaciones, deja el espacio legal para incluir  formas de pago para su acceso.

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Foto: Granma

Si bien, la intención de esto es mejorar la economía del país, puede generar un efecto bumerán. El ingreso de las universidades crecerá, pero su efecto sobre el objetivo nacional de conservar jóvenes profesionales, puede ser negativo.

Creo que este último debe ser el problema central, y crear el marco legal que permite cobrar los estudios de posgrado no apunta hacia la solución. De seguro muchos profesionales -me comenta una joven amiga y profesora universitaria-, preferirán cursar sus maestrías y doctorados en universidades y centros fuera del país, donde obtendrán buenos ingresos y la posibilidad de un empleo tras graduarse.

Sabiendo que el salario de un recién graduado no alcanza para que este se sostenga, el pluriempleo (o algún crédito bancario que se podrá estipular) será la respuesta que permita sostener los estudios de un posgrado en Cuba. Se terminará dando otra razón para que el joven profesional, prefiera salir del país a seguirse superando.

Aunque tales cambios parezcan normales en un mundo globalizado, de confirmarse la modificación en la próxima constitución, esto acercará más la realidad del joven profesional cubano a la de sus homólogos en cualquier país capitalista. Realidad esa, que seguro dista del país que queremos ser.

9 comentarios

Jesús López Martínez 28 septiembre 2018 - 7:45 AM

Muchas personas pasan postgrados para aumentar su currículo, sin que apliquen nada de lo estudiado y a veces, ni les interesa. Estoy plenamente convencido que habrá muchos postgrados que el estudiante no tendrá que pagarlos, aquellos que sean de interés de su organismo, que será quien le abonará los estudios a la Universidad. En cuanto a que los jóvenes se van a ir a hacerse Master y Doctores en otros países…?Sabe lo que está diciendo? ?Sabe cuánto cuesta hacerse Máster o Doctor en otros países? Suponiendo que tuvieran que pagarlo individualmetne, lo haría aquí pues estoy seguro que nuestros precios seán irrisorios comparados con los de otros lugares.

Marlon 28 septiembre 2018 - 10:11 AM

Discrepo totalmente con su comentario Jesús. Ahora mismo puedo afirmar que hay al menos cientos de cubanos haciendo maestrias y doctorados en México, Chile, España y Rusia(Estos son los paises de los que tengo conocimiento en mi experiencia personal). Con becas donde les dan alojamiento, les pagan un salario por estudiar o tienen tiempo para tener un trabajo partime y luego les ofrecen un trabajo casi siempre en la propia universidad o en cualquier otro lugar que dista mucho del salario que pudieran soñar en Cuba. Claro a estas becas no va todo el mundo en masa. Realizan un grupo de pruebas para seleccionar a los mejores. Pero igual entonces se nos van los mejores. Y esto es hoy que el uso del internet en Cuba no se ha masificado a la velocidad actual de otros paises. En 5 años lo que hoy son cientos serán miles de nuestros mejores graduados en las distintas especialidades.
Cobrar la educacion postgrado a los propios cubanos no nos va a sacar del subdesarrollo, y más cuando lo que hoy son conquistas se convierten de a poco en lujos. Facilitar la inversión extranjera Y NACIONAL, permitir que un traductor, diseñador, programador pueda ser contratado por empresas extranjeras y hacer teletrabajo, permitir la importación por parte de coperativas y trabajadores por cuenta propia. Quitarle los frenos a los emprendimientos, mirar los ejemplos de las economias de China y Vietnam para todo, no solo para la parte en la les conviene. Eso puede hacernos progresar. Cobrar el dentista y los cursos de postrado nos hace parecernos cada día más a lo que tanto criticamos Y NO PRECISAMENTE EN LAS COSAS BUENAS. Hace falta más leyes impulsadas por el pueblo(Ley de protección animal, Ley de Cine, Ley de Prensa) y menos leyes de arriba hacia abajo que se aprueban sin la menor resistencia(si sin la menor resistencia o digame que ley no ha sido aprobada). Hace falta más revolución, y menos “cumplir con lo que está establecido” porque “esa ley vino de arriba”.

Y que conste que discrepo con su comentario, pero defiendo a capa y espada su derecho a expresarlo, y pensarlo, y no creo que al yo pensar que usted está en un error debemos de acusarlo de traidor, gusano o lumpen. No puedo decir lo mismo de muchos de los que piensan distinto a usted y en cuanto levantan la cabeza se la cortan para que no se propague el “diversionismo ideológico”.

Miguel Alejandro Hayes 28 septiembre 2018 - 9:21 AM

Hablo de esa gran masa de biologos, matemáticos, físicos, entre otros, que con mucha facilidad consiguen becas y se marchan del país. Esa es una realidad de nuestras universidades.

Miguel Alejandro Hayes 28 septiembre 2018 - 9:23 AM

Me regiero a muchos profesores jóvenes que consiguen becas y se van. Es una realidad

Jagger Zayas Querol 28 septiembre 2018 - 9:59 AM

El argumento de que el cobro de algunos estudios de postgrado (que no todos) estimulará la emigración delos jóvenes profesionales me parece que carece de valor u objetividad.
Hasta la fecha ha estdo vigente la Constitución de 1976 y son gratuitos los estudios referidos a postgrado u obtención de grados científicos. Sin embargo, la emigración de los profesionales persiste y una parte considerable se basa en cierta medida en su superación como parte de las razones para emigrar. No creo que la situación vaya a empeorar por lo que se legisle al amparo de la nueva constitución a partir del 2019: va a seguir igual si no cambian las razones de peso que estimulan la emigración y en particular las referidas al salario que debe ser, desde el punto de vista de la economía política, los recursos para la reproducción de la fuerza de trabajo y que en nuestro país cada vez se reproduce menos y de ahí el envejecimiento progresivo de la población.
Por otro lado, hasta hoy el empleo de los profesionales se realliza mayoritariamente en el sector estatal y no en el emergente sector privado, en el cual, la mayoria de las ocupaciones son de bajo perfil profesional y por otro lado, las gestiones para crear cooperativas no agropecuarias con profesionales ha sufrido reiteradamente la resistencia o dilación para su aprobación, de modo que la inmensa mayoria de los profesionales requieren de la superación como necesidad estatal de la capacitación contínua de su fuerza de trabajo asalariada (aunque de alto nivel de instrucción) y en esto reside la mayor contradicción con el intento de cobrar la superación de postgrado como se realiza en los países de economía declarada capitalista, que conducirá a obstaculizar este necesario objetivo del desarrollo de nuestra llamada “economía socialista”.
Por otro lado, si bien en los países con la declarada economía capitalista, la superación profesional es un afán de los trabajadores para aumentar su valor competitivo como fuerza de trabajo en el mercado laboral, lo que equivale al aumento del capital humano, en nuestro país, aunque sea gratuita la superación profesional, el conocimiento adquirido por los profesionales tambien es capital humano, pero como capital “golondrina” migra hacia climas más beneficiosos para su venta como fuerza de trabajo y mejor cotizada: Estas son las verdaderas razones de la emigración de los profesionales que no depende básicamente de la gratuidad o no de su superación, aunque le eche leña al fuego!!

Tahimí Hernández Juárez 28 septiembre 2018 - 6:36 PM

Hola, muchas gracias por el detalle se me había escapado. De acuerdo 100%. Saludos.

Ismael 2 octubre 2018 - 9:04 AM

En Cuba cursan Posgrado unos 500 000 Mil profesionales cada año, el doble de la matrìcula de pregrado, de manera absolutamente gratuita con modalidades a tiempo completo y parcial, no creo sinceramente que eso se modifique, desde los Lineamientos se viene planteando que determinados cursos de interès personal y otros no deben correr a costa del Estado, que por demàs concurre en elevados gastos sociales, esa es la interpretaciòn que tengo de la propuesta de proyecto donde posibilita poner la plata donde sea de interès empresarial o estatal, conectar esta modificaciòn con el flujo inevitable de profesionales de paises en desarrollo hacia economìas màs solventes es simplificar una ley natural de la vida moderna, màs aporta el anàlisis de la utilidad de todo ese proceso de producciòn de conocimiento en funciòn del desarrollo es ahi donde tenemos nuestras grandes reservas.

jorge r. matienzo 3 octubre 2018 - 9:54 AM

Me parece que el autor no conoce o no esta al tanto de los intereses reales de los jóvenes que se gradúan hoy. Una parte de ellos (no se el porciento) emigra hy mismo, con postgrado gratis incluído, asi que cobrarlo no va a cambiar nada. Se van por no poder realizar su proyecto de vida. Y en cuanto al cobro, la Constitución no dice nada de quien es el que paga, asi que espero que en la mayoría de los casos de las empresas estatales sean las propias empresas. Como soy profesor universitario (CUJAE o UTH, como se llama ahora) me alegra esta medida, he tenido infinidad de alumnos de postgrado que los mandan a estudiar porque no tienen contenido de trabajo en sus empresas, no les interesa y siempre se van, o por burros o porque les d+a la gana. Así que estoy muy de acuerdo, pero como con todas las cosas de la vida, hay que esperar a ver que pasa.

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