Me satisface observar lo que ocurre en las actuales Mesas Redondas y sesiones de la Asamblea Nacional, junto a las medidas tomadas por el gobierno para enderezar algunas de las infelices travesuras jurídicas diseñadas por el pensamiento burocrático para supuestamente dirigir y controlar mejor a los TCP y al polémico campo cultural. Son señales que hacen pensar que algo está cambiando, para bien, en la gobernabilidad cubana.
En las últimas semanas aprecio también una liberalización del espectro de comentarios en el visitado portal Cubadebate que abre paso a la socialización de opiniones críticas, antes inusuales en los medios oficiales. En muchas ocasiones, estas contienen ideas que por su nivel de madurez parecen más el fruto de largas meditaciones de los autores sobre cuestiones cubanas que meros comentarios de ocasión.
La presencia sistemática de ministros/as y viceministros/as como protagonistas de las Mesas Redondas, orientada por el presidente Díaz-Canel para que rindan cuentas de los pormenores y resultados de su gestión, es una muestra de transparencia y respeto que los enaltece. Al mismo tiempo, permite al pueblo/soberano valorar directamente el nivel de profesionalidad y el carácter de cada uno en una comparecencia pública.
Con el tiempo, este modo de actuación hará que las explicaciones sean cada vez mejor diseñadas desde el punto de vista comunicativo. Seguramente, estarán también mejor fundamentadas y ganarán en credibilidad, de modo que no nos dejen, como ocurre en ocasiones, con las ganas de verlos concluir presentando sus cartas de renuncia.
La intervención del presidente en la comisión donde se debatía la cuestión de la informatización de la sociedad cubana abre expectativas de cambios que irían más allá del tema en cuestión. En particular, es grato escucharlo cuando retoma el texto de la Conceptualización del modelo socialista cubano, pues cuando se intentan sin cesar medidas de freno y demora a las transformaciones en curso, valdría la pena contraponerlas siempre a la letra y el espíritu reformista de ese documento.
El nuevo esquema de desarrollo hasta el 2030, esbozado por el ministro de economía y refrendado por el presidente, parece enfocado en acabar de diseñar un modelo de desarrollo socialista afincado más en las capacidades, fortalezas y oportunidades de la Cuba actual y menos en la esperanza de ayuda internacional y el añorado fin del bloqueo.
Pero para eso hallo que hay dos factores de los que se habla poco, o nada. El primero es la renegociación del contrato social al interior de la sociedad cubana, lo cual pasa inexorablemente por resolver las tareas pendientes de la reunificación monetaria, la reforma general de salarios y precios y la apertura de nuevas formas de participación ciudadana en la transformación del país, que nos saque definitivamente de la modorra prevaleciente hoy y reviva el entusiasmo colectivo.
Lo segundo es la liberación de las fuerzas productivas del pueblo, atenazadas por una hegemonía burocrática que da por bueno el orden establecido. Esta cuestión es esencial pues las fuerzas productivas están formadas, en primerísimo lugar, por la fuerza de trabajo y es ahí donde radican, al unísono, las mayores fortalezas y debilidades de nuestra economía.
Las primeras por el alto nivel de preparación y creatividad del capital humano disponible, y las segundas por los desestímulos existentes para la realización económica de los trabajadores y sus familias a partir de ingresos bien habidos. Una sociedad de trabajadores donde el trabajo honesto no sea la fuente principal de vida no puede crecer ni desarrollarse, con, o sin bloqueo norteamericano.
A esto se añade la cuestión de los frenos a la iniciativa económica de los cubanos y cubanas. Nótese que no me refiero solo a la privada y cooperativa, sino también a la de los colectivos de las empresas estatales. Aunque de estos últimos se habla mucho menos, son ellos los que producen la masa fundamental del PIB y, por postulado constitucional, constituyen “el sujeto principal de la economía cubana”.
Es increíble que sea en ellos donde las oportunidades de prosperar, aportar iniciativas, ejercer la autogestión sobre los medios de producción y elegir democráticamente a los cuadros se tornen mucho más difíciles, cuando no imposibles.
La sociedad cubana pide a gritos una renovación del socialismo en pos de un modelo más democrático, próspero y participativo, pero eso pasa por lo que el Granma llamó, en 1967: “la revolución que aún no se ha hecho en otros lugares (…) ¡La revolución antiburocrática!”.[1]
Para contactar al autor: mariojuanvaldes@gmail.com
[1]“La lucha contra el burocratismo: tarea decisiva”, publicado en El Orientador Revolucionario No 5, del Granma, 12 de marzo de 1967. “Lecturas de filosofía”, tomo II. Instituto Cubano del Libro, La Habana, 1968, pp. 647.
9 comentarios
Muy de acuerdo contigo Mario, le falta, esta coja, pero avanzo algo.
Optimismo. Salvar la motivación del pueblo trabajador pasa por motivar a los individuos que lo componen. El compromiso con la producción en el puesto laboral pasa por la satisfacción real de las necesidades a partir de un salario digno y de unos precios impuestos por el ESTADO que sean accesibles al bolsillo de los trabajadores estatales. El deseo de progreso se satisface cuando haya un porqué luchar y no un “luchar” robando. Tenemos altos niveles de seguridad y estabilidad política, es el momento de entender que un salario realmente digno y unos precios accesibles al trabajador no son un problema económico, son un problema POLÍTICO…
No se esta derumbando un muro como el de Berlin …….es el muro de la Habana , un muro invisible donde una parte de responsabilidad viene de afuera y otra parte (la mas importante ) que viene de adentro ( la que se puede tumbar por nuestra propia voluntad) que sirvio para la subsistencia de un modelo socialista nacional contaminado con ideas , conceptos y patrones politicos-economicos de la desparecida URSS y el campo socialista este-europeo .
Gracias por ayudarnos a subsistir como nacion libre pero …………..desgracia del material teorico-practico que se entroniso en parte por solidaridad y en parte por vocacion personalisada de la direccion central del estado , que la aplico a gran parte del sistema general de funcionamiento nacional (lo mas dificil es que no nos deprendemos de ella totalmente por la burocracia politica facilista a todo los niveles de los cuadros del Partido y el Gobierno, por miedo a una desestibilisacion buscada por los numerosos planes de los enemigos de la Revolucion asi como las contradiciones que frenan al pensamiento politico actual y un accionar diferente del pueblo (dificil de contonear hoy)……de algunos cuadros historicos.
Algo pasa y algo falta : una ecuacion politica que avansara de acuerdo al largo de las piernas de la Revolucion ……… pero se mueven ….porque continuar descansando entre lo logros del pasado y las deficiencias de hoy ……equivale a morir
La insastifacion es enorme en el pueblo …………..y solo se podran disminuir y eliminar esas insatifaciones con la liberalisacion y el involucramento de TODOS …..puestos para ellas.
Aprendimos que el voluntarismo no forma parte de nuestra cultura.
En politica cubana queda una asignatura pendiente : cuantas claras al pueblo .
Hay uns forma de interpretar la realidad por parte del autor del post, y en general por los que creen posible “salvar” el sistema de gobierno “socialista” que ha existido en nuestro país por ya 60 años, y es que presentan a la “burocracia” como un ente con independencia y capacidad de tomar decisiones y trazar políticas cuando en realidad no son mas que “poleas de transmisión” y ejecutores de las ordenes emanadas de los máximos dirigentes políticos.
Por ello entiendo que se crean falsas expectativas, y se desvía la solución de los problemas que enfrenta el país, cuando se llama a “combatir” la burocracia y no a las malas políticas (económicas y sociales) emanadas de los dirigentes con máximo poder de decisión, que son en definitiva las que se aplican y determinan el estado actual de la economía, la situación social y las restricciones o libertades de los ciudadanos.
Si verdaderamente se quieren cambios hay que comenzar por señalar claramente cuales son las políticas erróneas en lo económico y social, decir quienes son los responsables y con ello crear las condiciones y propuestas para el cambio, porque por la vía defensiva de culpar siempre de todos los problemas a burócratas y agentes externos (aunque tenga parte de culpa) nunca se llegarán al cambio necesario dentro del sistema como propugnan los que en ello creen.
Por mi parte creo que los cambios necesariamente se produciran, pero no “salvando” o regenerando el sistema actual, sino por el cambio de generacional y por imperativos economicos y sociales y que lo que se debe de tratar de salvar son logros como la salud y la educación para todos, cosa que no son exclusivas del “socialismo” como la propaganda oficial siempre ha querido hacer ver.
Me gustó el post. Pero tiene razón el comentarista Francisco. Tratar a la burocracia como un ente externo prácticamente inasible y al margen de los decisores del PCC y del Consejo de Estado es rellenar cuartillas vacuas como bien cita el articulista de un texto de 1967. Son las políticas económicas, laborales, sociales, culturales, civiles y políticas de los decisores de la más alta jerarquía del país, los que han sumido al país en la más espantosa pobreza, y en la criminalización de la autonomía ciudadana. Mientras no se cambie el sistema estalinista copiado de la URSS, seguiremos planificando la precariedad y la pobreza. Cincuenta años después del texto de 1967 el cuartico está igualito.Los ministros que han participado en la Mesa Redonda reproducido en Granma y Cubadebate lo que han demostrado es su analfabetismo de la gestión pública eficiente. No hay ninguna fundamentación económica para no crecer o sólo tener un 1.5% de PIB para el próximo 2019. No hay explicación plausible para posponer la solución de la vivienda 10 años ni para posponer la reforma salarial para cuando estimen los decisores públicos: sencillamente son políticas erráticas y ningún periodista ni ciudadano las puede cuestionar.Qué bueno que haya más información pero es una información sobre políticas erráticas. Hay que cambiar las políticas del turismo, de la agricultura, con respecto a la propiedad estatal, la privada y las cooperativas, con relación a la calidad de la educación y la salud, con relación a la represión a la discrepancia y no hay un sólo cambio en estas políticas.
NI PREGUNTAR SE PUEDE EN CUBA 60 años después.
Magela Garcés Ramírez, galerista y crítico de arte, publicó en su perfil de Facebook una carta donde denuncia que las autoridades estatales la han despedido de su puesto laboral por escribir y publicar el texto “Las 100 Preguntas Del Arte Cubano”.
Sigue la guanajera con sus historias. Salen como loros a repetir lo que alguien dice, sin comprobar ni demostrar #GuanajeraRepite
Tatu
La señora Azor, poco a poco va tomando velocidad, como un Azor que hace años, era el yate para pescar atunes del criminal Franco…
Ya son dos comentarios seguiditos para soltar la misma kakita de siempre: !ni preguntar se puede… ” Curiosamente, ni Amnistía Internacional puede reportar malos modos en la democracia cubana y ante esa falta de material prima, tiene que echar mano de los medios, DDC, Cubalibredigital, etc que usan este difamador lenguaje: ” la dictadura comunista implantada por Fidel Castro en Cuba”
Y tú no hablas kakita ? Pues cada rato sales con cada cosa que dan deseos de vomitar..pero bueno …es suyo el blog …Hace rato no comento pero leo y leo …
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