El verdadero cambio

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Ya pasó. Y sería lógica una mayor expectativa entre los cubanos. A fin de cuentas es la primera vez en casi sesenta años que no está como presidente del Consejo de Estado un miembro de la denominada generación histórica. Pero esta ha sido la crónica de un cambio anunciado, algo así como las inspecciones sorpresivas que nunca sorprenden a nadie.

La autocrítica del presidente saliente respecto a que hubo demoras en traspasar el mando a otra generación es válida. Pero si recordamos los votos que hicieran en 1966 “para que todos los revolucionarios, en la medida que nos vayamos poniendo biológicamente viejos, seamos capaces de comprender que nos estamos volviendo biológica y lamentablemente  viejos”,[1] entonces es una autocrítica tardía.

Lo peor no fue que con los tiempos envejecieran ellos, que es totalmente natural. La vejez puede ser también símbolo de sabiduría. Muchos son los casos de venerables ancianos que le dieron un vuelco a la política de sus países: Mahatma Gandhi y Nelson Mandela por citar dos casos. La edad del presidente anterior no hubiera sido cuestionada si las reformas que anunciara poco después de su asunción se hubieran materializado en un país próspero.

Lo dramático fue en verdad que con la generación histórica envejeció un modelo de socialismo que desde el momento en que se asumiera ya podía considerarse inoperante. Por ello, cualquier cambio que se espere, para ser efectivo, deberá incluir no solo una transformación de la persona que dirija el gobierno, sino una mutación de añejas estrategias y estructuras arcaicas.

Hace casi un año escribí:

El posible reemplazo de la primera figura en la dirección del país, prometido para el próximo año, pudiera utilizarse como ícono de cambios, cuando en realidad una simple sustitución de la dirigencia no echa por tierra una filosofía del inmovilismo. Hay que detectar lo real detrás de lo aparente, y a mi juicio lo aparente es el cambio político, pero manteniendo todo lo demás que sería lo real; es decir, la carencia de un método científico en la planeación de las transformaciones económicas y la existencia de una filosofía escolástica sobre la historia y su devenir, que apela a la pasividad, el conformismo y la incapacidad de reacción para convertir a Cuba en todo lo que los conceptos anuncian: una nación “soberana, independiente, socialista, democrática, próspera y sostenible”.

Con toda sinceridad, ahora soy yo la que hago votos por equivocarme. Y es que nuestro actual dirigente tiene un contexto mucho más difícil que el que existió una década atrás, con un presidente norteamericano que intentaba caminos diferentes y una izquierda que parecía haber llegado para quedarse.

Estamos en medio de la política más indeseada del Norte y con una derecha que trata de ganar los espacios posibles, algunos de ellos perdidos por errores de la izquierda. Si seguimos apostándolo todo al contexto exterior no avanzaremos. El bloqueo no va a desaparecer y el apoyo regional no será el mismo por un tiempo.

El nuevo presidente de Cuba deberá confiar más en el contexto interno. En la gente del pueblo que de verdad quiere prosperar para que sus hijos se queden junto a ellos. Si dejan el artículo 3 del capítulo 1 de la Constitución, que declara irrevocable el carácter socialista, está bien; pero entonces, que la comisión que será encargada de proponer la nueva Carta Magna –lo que debería ser competencia de toda la sociedad– no declare irrevocable al modelo burocrático de socialismo.

Que no se piense tanto en una Ley de inversores extranjeros, cada vez menos receptivos a las invitaciones para colocar sus capitales en la isla –como ha quedado demostrado con la zona de desarrollo del Mariel–, y se permita a los cubanos salvar la nación. Que puedan contar para ello con las remesas familiares, como ha sido usual en China y Vietnam que se nos ponen como ejemplos constantemente. Para los cubanos, la familia siempre será un valor equivalente, a veces más importante, que la patria. Alrededor del diez porciento de nosotros vive fuera de Cuba, no los tratemos como extranjeros y veremos los frutos de ese nuevo trato.

No rechacemos tanto las gratuidades indebidas, que no sabemos a ciencia cierta cuáles son, y aboguemos por el control y la participación de los trabajadores en las decisiones y en la gestión de los planes de producción. Abandonemos los privilegios con que vive la burocracia, empresarial y política, para que sintiéndose más cerca del pueblo, y en condiciones similares, se apresure en lograr resultados. En fin, ahora más prisa y menos pausas. Ese es el verdadero cambio que necesitamos.

[1]Discurso de Fidel en la Universidad de la Habana el 13 de marzo de 1966, en ocasión del IX Aniversario del Asalto al Cuartel Moncada.

(Las opiniones expresadas en este portal son responsabilidad exclusiva de los autores y no representan necesariamente la opinión personal de los editores)

30 COMENTARIOS

  1. Alina, dice… «El bloqueo no va a desaparecer y el apoyo regional no será el mismo por un tiempo.»…El apoyo regional se derrumba a pasos de gigante, el arresto de dos directivos de la firma Chevron en Venezuela y la estampida de trabajadores y familiares de esa empresa, solo auguran una caída mas profunda de la producción petrolera en ese pais, con las consecuencias previstas para la isla de Cuba. Los dos directivos de Chevron se negaron a firmar un contrato con los corruptos directivos de PDVSA y fueron arrestados con cargos de traición!?…Se acabaron los tiempos, Alina. 😉 Saludos

  2. Cada vez que leo las críticas que se le hacen al proceso cubano realmente me asusto más o menos al mismo nivel que Iroel Sánchez y Enrique Ubieta, aunque nuestras lógicas sean distintas; o sea, que preocupaciones sean distintas y se basen en diferentes sospechas que desembocan en el mismo temor: dirigir a Cuba hacia el mismo capitalismo salvaje del que ya nos habíamos librado. Y no es que analizando desde un punto de vista comparativo lo hayamos estado haciendo mejor que lo que lo haya hecho este último, digamos en países como Bolivia, Uruguay o Panamá, sólo para mencionar a algunos. O sea que hablamos de países que jamás pensaron en crear médicos pensando en utilizarlos como fuente de divisas… quizás porque de alguna manera intuitiva reconocieron que hay personas que necesitan labrar la tierra para producir alimentos mientras que nadie que haya pasado por una universidad se siente muy entusiasmado con la idea de sembrar tomates en una granja bajo el ardiente sol… lo que es una labor vital para el sostenimiento de una nación, no sea que nos pase lo mismo que en aquellos países donde la gente se acostumbraron a la vida fácil gracias a sus ingresos petroleros, los que ahora dependen incluso hasta de empleados domésticos de otros países para que les hagan las faenas de sus grandes casas, pues ni para eso ellos mismos se animan a hacerlo.
    Para no seguirme extendiendo voy a resumir: lo que Cuba necesita no es capitalismo salvaje ni de la búsqueda de divisas a través de sus médicos o de sus posibles yacimientos petroleros en el Golfo; lo que nosotros necesitamos es saber querernos los cubanos unos a los otros de una manera libre, divertida… que nos resultará deliciosa. Si fueramos capaces de amarnos libremente también seríamos capaces de valorarnos más y hacer mucho más uno por los otros; justamente lo que no estamos dispuesto hacer por cuanto nada nos estimula a hacerlo. En una sociedad en la que las personas se nos vuelven ariscas y escurridizas, nos llenamos de frustraciones y en lo menos que pensamos es en el prójimo. Lo que en Cuba se necesita es estimular el amor libre. Con la felicidad que este último pueda darnos ni siquiera los fetiches del capitalismo nos interesarían. Y hasta con un plato diario de arroz con frijoles nos sentiríamos mucho… mucho más felices que con un millón de dólares el capitalismo.

  3. Puro realismo, valiente, sin cliches ni consignas, no concuerdo en todo pero me parece un muy buen texto mas aun tomando en cuenta el contexto. Buen ejemplo de LJC al incluir un texto con el que imagino algun miembro no concuerda, de eso se trata.
    una duda:
    Por que algunos textos incluyen al final: «Las opiniones expresadas en este portal son responsabilidad exclusiva de los autores y no representan necesariamente la opinión personal de los editores)» y otros no? Saludos

  4. Buen post para el momento y lugar donde se publica, aunque se tenga que decir: «Si dejan el artículo 3 del capítulo 1 de la Constitución, que declara irrevocable el carácter socialista, está bien», porque se sabe que el «socialismo irreversible» que ha fracasado mundialmente y cambios verdaderos para salir del desastre solo son compatibles para las élites gobernantes, como en China o Vietnam, pero no para los trabajadores que vivirán sufriendo lo peor de los dos sistemas.

    • Franciscano juzgar el sistema político de Cuba mientras es sometido a una guerra de todo tipo por intentar construir un sistema realmente socialista es cuando menos poco objetivo. Así y todo la realidad apunta a que en estos casi 60 años la revolución cubana ha hecho realidad y no lo digo yo lo dice la ONU
      Saludos

  5. Michel, hablo de los resultados de ese sistema político que no es socialista, aunque así se insista en llamarlo desde el poder, y que ha significado décadas de sacrificios y necesidades sin cuento para la mayoría del pueblo, pero no así para los que han disfrutado de «las mieles del poder» y sus familiares.

    Lo que crítico también es la «salida» que se le quiere dar a ese «socialismo» fracasado llevando al país a un capitalismo de Estado, donde los nuevos ricos enchufados al poder y las transnacionales, exploten a los trabajadores, mientras desde un «gobierno socialista» se ocupan de limitar sus libertades políticas y económicas, o sea implantar lo peor de ambos sistemas.

  6. Aina, no se de donde tienes el dato que el 10% de los cubanos vive en el exterior, segun la oficina del censo de los EEUU, solo en ese pais hay mas de 2 millones que seria el 10% de 20 millones que no somos, solo en EEUU que es donde esta la mayoria pero pienso que hoy estamos mas cerca de 3 que de dos millones de cubanos en el extranjero

    • Fernan si tenemos en cuenta que durante décadas hubo una ley de ajuste cubano entonces esa cifra no es tan alta. Si otros países hubiesen tenido esa ley, hoy estarían vacíos. Ahora que la quitaron es cuando se ve la realidad, por ejemplo la mayoría de los balseros hoy en día son de República Dominicana.
      Tatu

  7. Oh Dioses, por fin un artículo realista que contrasta con los panfletos y declaraciones de fe (a veces un post es las dos cosas) que se vehículan en este blog.

    Como ya dije, Díaz-Canel sabe que su tarea no es fácil. El término históricos también en cuadra a miles de personas de la tercera edad que vivieron los primeros años de la Revolución y hasta hoy apoyan incondicionalmente las políticas del Partido. Sin embargo, ellos partirán junto con los guerrilleros de la Sierra y el llano y veremos si las las nuevas y no tan nuevas generaciones dan el mismo apoyo al novel mandatorio, incluso cuando no sea capaz de satisfacer las necesidades cada vez más creciente de la población.

    • Alexei pero no pierdas el tiempo muchacho, hay cientos de sitios web, miles donde seguro no publican «panfletos y declaraciones de fe» no sé por qué te torturas visitando LJC.
      Tatu

      • Osmany: la pulla en lugar del argumento. No te lo tomes personal. Al final cada cual sabe lo que le conviene para su normal reproducción social.

        Te felicito por la publicación de texto de Alina. Y no ofensas, manifiestos, declaraciones de fe, panfletos, comunicados son géneros también válidos. Disculpa mi capricho taxionómico.

  8. Ahora más que nunca los cubanos necesitaremos autogestionarnos teniendo en cuenta el panorama internacional que se presenta poco prometedor y es por eso que deberíamos buscar cohesión, perfeccionamiento laboral en aras de buscar una economía próspera y sostenible pero no con deudas e importaciones sino con eficiencia y trabajo acá en nuestras tierras. Creo que la ciencia y la tecnología deben ocupar un peso cada vez más importante pues son las únicas varitas mágicas que harán aparecer soluciones.
    Las personas que hoy en día están más preocupadas en criticar a nuestros gobernantes desde la lógica capitalista del pluripartidismo y elecciones democráticas directas, no se dan cuenta que lo único que pueden generar es desunión y caos, más problemas que los que ya existen, cuando en realidad pudieran al menos por un día ser más prácticos y empezar a pensar en soluciones reales que beneficien al pueblo trabajador que es el que en realidad sufre las consecuencias de las decisiones tanto desde adentro como desde afuera.

  9. Pues a ver si al 10% de cubanos que viven en el extranjero se les deja de tratar como extranjeros y se les deja votar, por ejemplo.

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Alina Bárbara López Hernández
Alina Bárbara López Hernández
Profesora, ensayista e historiadora. Doctora en Ciencias Filosóficas

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