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Los precios abusivos y especuladores

por Mario Valdés Navia 18 enero 2021
escrito por Mario Valdés Navia

El sábado 16 salí a hacer las compras habituales y revisar los precios de fin de semana en el reparto Armando Mestre de Matanzas. Revisé las ofertas estatales —placita— y privadas —campesinos y ventas de cárnicos— con espíritu comparativo y fin ahorrativo. Al final me quedé con las segundas, porque ofrecían cárnicos, sus viandas y vegetales poseían más calidad y tenían precios similares o inferiores, a los de la placita. En esta última, una col pequeña costaba a 6.50 la libra, mientras los campesinos la venden a 5.00. De continuar a ese paso, el tristemente célebre monopolio de la Empresa de Acopio quebrará sin remedio.

Al presentar la Tarea Ordenamiento (TO), las autoridades alertaron con énfasis contra la posible adopción de precios abusivos y especuladores a partir de la liberalización de tantos sujetos autorizados a fijar precios y tarifas. Se temía el previsible desboque de los vendedores privados ante el crecimiento de la demanda efectiva, tanto por la subida de los ingresos de la población como por la de los costos debido al incremento de precios mayoristas y pagos a sus asalariados. Se aseguró que los precios en el comercio estatal subirían como promedio 1.6 veces, en tanto el aumento de los precios para el sector no estatal «solo se permitiría», como promedio, hasta tres veces. Quince días después del Día Cero, no parece haber ocurrido así.

Mientras el sector no estatal y la economía sumergida habían venido elevando los precios paulatinamente desde que se anunció el Día Cero, lo que explica que muchos sigan igual que en diciembre, muchas entidades facultadas por el MFP para determinarlos —OSDE, empresas y gobiernos municipales— parecen haber perdido el tino en un repentino frenesí especulativo. Aunque no dispongo de cifras oficiales, es muy difícil creer que los precios estatales solo hayan aumentado 1.6 veces cuando, salvo algunos cientos[1], todos los demás (más de 7000) se han multiplicado hasta veinte veces y más, como el propio pan de la libreta (de 0.05 a 1.00).

Sería muy útil que se hicieran públicos los métodos y datos utilizados para hacer tales afirmaciones previas, así como las tendencias que se han manifestado en la circulación mercantil reordenada durante su ejecución. Muy acertado y digno de encomio es el reconocimiento franco por algunos gobiernos locales de los errores iniciales, y la consiguiente modificación a la baja de varios precios y tarifas ampliamente rechazados por la población y hasta por los propios vendedores. Algunos casos fueron expuestos en las redes sociales y en ciertos medios nacionales.

Al respecto, el combativo Escambray espirituano ha monitoreado lo que ocurre con el precio de la carne de puerco, indicador que Eusebio Leal calificara como el índice Dow Jones del mercado cubano. En el video «¿Quién le pone el precio a la carne de cerdo en Sancti Spiritus?», tanto la periodista conductora, como ofertantes y compradores emitieron sus criterios con total claridad ante la reducción dictada por el gobierno municipal a los precios establecidos en la primera decena del mes[2]. El propio intendente local reconoció sin ambages los errores cometidos en la primera lista aprobada: «Faltó análisis profundo y conocimiento de elementos de materias primas y gastos», al tiempo que mencionó los elementos que se tuvieron en cuenta para recalcular los precios en intercambio con los vendedores del mercado libre.

Poderosos factores concomitantes están impulsando la escalada de precio del cárnico estrella de los cubanos. Unos vienen del 2020: disminución de la producción por falta de pienso importado y creciente demanda por insuficientes ofertas alternativas. Otros llegaron con la TO, el más importante de estos últimos es la elevación del precio de compra del Estado a los productores, a 40.00 en pie, que se traspasó de inmediato a los particulares.

Lo más preocupante es que el incremento de la demanda efectiva por la subida de los salarios y pensiones apenas ha empezado a influir, por lo que es inminente la continuación del alza si no se resuelven las causas citadas. Sin mencionar que otras entradas, como remesas, turismo e ingresos de la economía sumergida, están en niveles mínimos debido a la crisis mundial de la Covid-19 y a las sanciones de la administración Trump. La puja y el regateo entre productores, vendedores y consumidores finales irán creciendo paulatinamente en un entorno de mercado que, sin dejar de ser cautivo por la ventaja que la sempiterna escasez otorga a los ofertantes, se vuelve cada vez más competitivo.

En estas circunstancias, los sectores empobrecidos y vulnerables de la población quedarán más expuestos a la insolvencia económica, motivo por el cual el Estado debería ensayar otras formas de ayuda, más allá de la comprometida y creciente asistencia social que alcanza ya la altísima cifra de 2274 millones de pesos. Entre ellas podrían estar: la entrega de bonos de comida a las familias más pobres para los alimentos normados y la exención de pagos a los mayores de 65 años en el transporte público municipal y disminución a la mitad en el resto del estatal.   

En estas circunstancias, cualquier crecimiento de la oferta, aunque sea en el mercado en USD, será un paso importante hacia un mayor equilibrio con la demanda y contribuirá a respaldar al devaluado peso. Como la mayoría de los consumidores, no encuentro explicación para la escasez en ese privilegiado segmento de mercado. Nada que ver con las abarrotadas tiendas en USD que proliferaron en Cuba a partir de 1994, a pesar de que nacieron y funcionaron con precios increíblemente abusivos para el consumidor cubano.

Si la tasa de ganancia en las actuales es tan elevada por los precios de Primer Mundo que tienen, y aun así se hacen largas colas para gastar los USD plásticos: ¿por qué no se reponen y amplían los productos, sino que permanecen con un déficit crónico de oferta? ¿Por qué su sistema informático es tan deficiente que permanece detenido a veces por horas? ¿Cómo creer que sus ganancias permitirán abastecer el mercado en pesos si ni siquiera pueden rellenar sus exhaustos estantes?

Solo el incremento sustancial de la oferta podrá equilibrar la creciente demanda efectiva de los pesos devaluados y los USD por venir. Si no se autoriza la inversión nacional en el área de los TCP y las mpymes, o se permite la venta directa en el mercado interno a cadenas comerciales internacionales que acudirán gustosas al festín, incluso en medio del bloqueo, los precios abusivos y especuladores serán nuestro día a día por secula seculorum.

[1] 133 bienes de uso y consumo industriales, 92 alimentos liberados, 289 productos de las antiguas TRD, materiales de la construcción, dietas especiales y algunas medicinas.

[2] Sector estatal: máximo topado a 35 pesos la libra. Sector privado: carne de bistec, de 90 a 65; banda, 70 a 60; costilla, 55 a 50; manteca, 40 a 20; hígado, 30 y patas y cabeza, 15.

18 enero 2021 29 comentarios 2,4K vistas
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Los precios topados “burocráticamente”

por Mario Valdés Navia 11 enero 2021
escrito por Mario Valdés Navia

La primera semana de implementación de la Tarea Ordenamiento (TO) ha traído consigo inconformidades con la nueva política de precios. La mayor parte gira en torno a la adopción de precios, tanto fijos como topados, por parte del gobierno central y los municipales, que han sido cuestionados unas veces por vendedores y otras por compradores. Los nuevos montos —generalmente muy por encima de los de la economía sumergida— han consternado a la mayoría, sobre todo a jubilados y pensionados a los que la cuenta no da. 

La práctica anquilosada de determinar los precios subjetivamente —y siempre con súper-ganancias incluidas como alternativa a los subsidios— está pasando factura al nuevo mercado interno reordenado. Aunque se rectificaron algunos de los más rechazados (tarifas eléctricas, ciertos fármacos, gas licuado y helados de Coppelia), el principal dilema se halla en los topes asignados por los gobiernos municipales a los alimentos, la variable más elevada del presupuesto familiar cubano.

En los criterios de especialistas y consumidores trasluce la suspicacia ante la capacidad de la administración estatal para fijar centralmente precios razonables, sin tener en cuenta la oferta y la demanda. Más allá del cuestionamiento a los métodos esotéricos aplicados en su determinación, el problema radica en el papel otorgado a los topes, ya que su rol no es fijar un mínimo, sino un máximo que permita y favorezca la puja entre vendedores y compradores por debajo de él.

Su objetivo no puede ser esquilmar a los consumidores al aprovecharse de las características archiconocidas de nuestro mercado cautivo: escasez generalizada, predominio de la demanda, segmentación arbitraria en dos monedas (USD y CUP), baja calidad de bienes y servicios y protección gubernamental a las empresas monopolistas estatales, productoras y comercializadoras. En la práctica mundial, la adopción de precios topados tiene como uno de sus objetivos proteger a los consumidores de la explotación desmedida por parte de comerciantes inescrupulosos.

Tan cautivo es el mercado cubano que la sempiterna práctica del regateo  desapareció y hoy es representada socialmente como un acto de mal gusto, irrespetuoso y despreciable. El predominio del todopoderoso ofertante es absoluto. En las tradicionales colas del pan de la libreta suele ocurrir que cuando un consumidor exige cambiar el que le tocó por otro de mayor calidad, el empleado se siente ofendido y maltratado, mientras el resto de la cola mira molesto al impertinente.

Lo primero que debe ocurrir es que haya productos y servicios correspondientes a los nuevos precios. Si los pretextos para soportar su baja calidad podían ser entendidos cuando estaban subsidiados, desde el momento en que comienzan a venderse por su precio de mercado esto constituye un claro delito de estafa. Es inadmisible tratar de mantener la vieja y deprimente oferta con importes tan elevados, en pos de hacer rentable la gestión de productores ineficaces e ineficientes, sean estatales, cooperativos o privados. 

A su vez, es preciso que los vendedores enriquezcan la oferta al añadirle valor agregado a bienes y servicios. Que existan diferentes precios en mercados de distinto nivel ha de ser la tónica, no la excepción. Siempre que esos mercados tengan su propia demanda efectiva al satisfacer a sus clientes, no habrá mayores problemas. De ahí que los topes de precios deban tener en cuenta el rango de ganancia para los diferentes ofertantes y solo se impongan en casos verdaderamente imprescindibles para salvaguardar a los consumidores.

El factor principal que podrá equilibrar oferta y demanda es el aumento de la primera, pero, mientras esto no suceda, los consumidores tendrán que aprender a empoderarse y cuidar su dinero y los vendedores, a competir en buena lid para vender lo más posible. De ahí que se torne imprescindible ampliar las posibilidades de inversión de capital nativo —estatal o privado— en producciones para el mercado interno y, en segundo lugar, para la exportación.

Ya pasó el Día Cero de la reunificación monetaria, estamos contando en negativo los que faltan para que se autoricen las prometidas MPYMES que no solo acrecienten la oferta doméstica de bienes y servicios, sino también de empleos y oportunidades para los desempleados y trabajadores de la ignorada economía sumergida.

Las empresas estatales han asumido a su conveniencia los precios topados como únicos posibles, cuando su política debiera ser vender por debajo de estos para contribuir a paliar las enormes erogaciones del presupuesto familiar y obligar a los privados a bajarlos. Mediante el absurdo de altísimos precios topados, que se vuelven monopólicos y arrastran consigo a los demás ofertantes, los gobiernos quieren reordenar la ineficiencia empresarial sobre las espaldas de los consumidores. Tarimas repletas de carne de cerdo sin compradores, personas de la tercera edad que abandonan los hogares de ancianos por insolvencia, y un rechazo mayoritario en sectores vulnerables, son algunas de sus consecuencias inmediatas.

Con el nuevo precio topado de veinte pesos por viaje, los cocheros del barrio matancero de El Naranjal se llevaron las palmas en la competencia con sus rivales motociclistas. Antes solo viajaban alquilados por diez pesos, ahora llevan cuatro pasajeros a cinco pesos por cada uno y dejan colgados a sus rivales que solo pueden llevar uno por el precio completo. Es una solución de ganar-ganar: cocheros y público satisfechos. Si ante las exigencias de un mercado competitivo topado los vendedores empezaran a pensar como tales, no como los meros cobradores que han sido hasta hoy, proliferaran soluciones como esta.

El transcurrir de la TO, con el predominio cada vez mayor de la Ley del Valor, tiene que servir para empoderar a los consumidores y a los mejores productores, al tiempo que los mediocres e ineficientes sean obligados a desaparecer. Para eso habrá que cambiar muchas cosas en la práctica comercial cotidiana. Cuando esto acontezca, aflorarán mercados de diferente nivel, la nueva mentalidad comercial se hará realidad, los precios topados serán solo un recuerdo de los momentos iniciales de la TO y el mercado cubano volverá a prosperar, para bien de todos.

11 enero 2021 33 comentarios 1,9K vistas
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Una demanda para Danay Suárez

por Consejo Editorial 22 junio 2020
escrito por Consejo Editorial

Así como George Floyd fue el catalizador de las protestas contra el racismo en Estados Unidos, los comentarios homófobos de la cantante Danay Suárez en Cuba fueron la chispa que re-encendió el debate sobre los derechos de la comunidad LGBT+. Este descontento no comenzó con el debate constitucional de finales de 2018, sino mucho antes. Algunos consideran que el fenómeno Danay Suárez es el inicio de acciones de iglesias evangélicas para sabotear el derecho al matrimonio igualitario, a un año de comenzar el debate del nuevo Código de Familias.

En Cuba, es positivo que el propio presidente haya expresado su apoyo al matrimonio igualitario. Pero esto no es suficiente cuando la decisión recae en una sociedad que demuestra ser más conservadora de lo que se cree, y con un gobierno que dedica más mensajes de bien público a erradicar el caracol africano, que a concientizar sobre los derechos de la comunidad LGBT+. 

De casi 30 países que reconocen el matrimonio igualitario en el mundo, solo Irlanda llevó este derecho a plebiscito, por una razón. Hay un consenso, casi generalizado, de que este derecho debe ser legislado y no votado. Es extraño que en una isla donde los decretos leyes son la norma, el gobierno decida mantenerse al margen de este debate.

Es paradójico que hasta un estado religioso como Israel reconozca matrimonios del mismo sexo y un estado socialista laico en el Caribe se niegue. No hay bodas civiles en Israel y a nivel religioso no se acepta el matrimonio homosexual. Pero si te casas en el extranjero, al volver, el matrimonio y la adopción son reconocidos. En Cuba no se aplica el mismo precepto, aunque días atrás el blog Q de Cuir dio a conocer una alentadora noticia.

Después de un año de espera por una decisión, el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio de Justicia acordaron redactar una partida de nacimiento que incluyera a dos progenitoras, en lugar de una pareja de diferente sexo. El bebé nacido e inscrito en Estados Unidos con una madre cubana, fue reconocido con 2 madres ante la ley de Cuba. Pero, el matrimonio legal de las 2 mujeres no es reconocido en la isla. Sin dudas una decisión que se queda a medias.

Sectores de la sociedad civil cubana intentan avanzar una legalidad progresista.

El 15 de junio de 2020 la Corte Suprema de los Estados Unidos interpretó que la discriminación por motivos de sexo, también deberá ser entendida por orientación sexual o identidad de género. El Código de los Derechos Civiles de 1964 ahora protegerá a trabajadores de despidos arbitrarios por discriminación.

Un día después, el 16 de junio, el Movimiento 11M Cuba comenzó una recogida de firmas en la plataforma online change.org con el objetivo de sensibilizar, reflexionar y multiplicar la solidaridad con la comunidad LGBTQ+ en Cuba. La petición está dirigida a la Asamblea Nacional del Poder Popular, órgano que, en ausencia de un Tribunal Constitucional, deberá interpretar, a la vez que confeccionar, las leyes en el país. Hasta el momento han firmado aproximadamente 2000 personas, cifra nada despreciable si tenemos en cuenta que la plataforma online está bloqueada para Cuba y que los cubanos deben usar un VPN para suscribir la petición.

Al no existir un Tribunal Constitucional en Cuba, las decisiones que incluyen derechos básicos deben esperar por un cronograma legislativo donde existen otras prioridades, por lo que una idea que el Movimiento 11M Cuba destaca en su petición es que los derechos no van a referéndum y el matrimonio igualitario o unión civil debe ser una decisión en manos de la Asamblea Nacional.

El texto que Danay compartió un su perfil de Facebook, no solo lleva implícito una homofobia, sino además un desdeño al movimiento feminista y las personas en favor del derecho al aborto. Quizás por lo que está en juego en aproximadamente un año, es que la reacción popular ha centrado su repudio a la manifestación de homofobia, no de igual manera a su intento de unificar la pedofilia con el feminismo y el derecho al aborto.

No estoy segura que la publicación que compartió Danay Suárez sea un intento de algunas iglesias en Cuba por manipular la opinión pública y en última instancia los resultados del plebiscito de 2021 en relación con el Código de Familias. En caso de que esta teoría se verifique y el objetivo sea influir en un proceso legal como el plebiscito, debería indagarse en la legalidad de esta acción. El Estado cubano también debería expresarse al respecto.  

El 19 de junio, el médico y activista por los derechos LGBTIQ+, Alberto Roque Guerra publicó en su perfil de Facebook la demanda o querella criminal que inició contra la rapera Danay Suárez por motivos de difamación.

Existen muchas opiniones divergentes. Algunos argumentan que el demandante peca de extremista, lo mismo que Danay al relacionar la pedofilia o movimiento MAP (Minor Attracted Persons) con la comunidad LGBT+. Incluso podría considerarse que la demanda viola la libertad de expresión de la cantante.

Tampoco se tiene en cuenta que Danay compartió un post que no creó ella, y si seguimos la política que asumen muchos usuarios de Twitter, compartir no es lo mismo que suscribir (RT ≄ endorsement), no existe forma legal de vincular a Danay con las posturas argumentadas en el post.

Dicho esto, tenemos que volver a analizar las consecuencias de asumir posiciones homófobas en una sociedad como la socialista, donde, sobre todo, se busca la equidad de los seres humanos. Danay utiliza su posición pública para avanzar agendas que limitan los derechos de minorías sociales y justifica su postura con una fe cristiana que no puede ser predominante ni definitoria en una sociedad laica. 

Creo que las celebridades tienen derecho a defender valores y políticas determinadas, pero esto no puede traducirse en limitar derechos a otros. No es correcto permitir, por respeto a la libertad de expresión de otros, comentarios que laceran la integridad y reputación de movimientos que llevan décadas luchando por alcanzar derechos que otros damos por sentado.

La actitud de Danay Suárez fue, cuando menos, MUY irresponsable.

Y aunque ofreció disculpas públicas e intentó aclarar su punto contra la pedofilia, cometer difamación es un delito penado por la ley. En este caso, se podrían aplicar algunos instrumentos legales, aunque en última instancia todos dependerían de la interpretación de un juez. El artículo 295 del Código Penal vigente desde 1987, impone sanciones de seis meses a dos años a quien discrimine o incite a la discriminación, pero este no especifica si esto se aplica a discriminación por orientación sexual o género.

La postura de Danay también viola el artículo 42 de la Constitución de la República de Cuba referente a la igualdad de todas las personas ante la ley. Este artículo sí reconoce la discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de género.

Si seguimos por el hilo de la Constitución, el Estado cubano debería asumir la responsabilidad de garantizar la igualdad a sus ciudadanos, en este caso legislando a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo. El artículo 44 de la Carta Magna dicta que: “El Estado hace efectivo el derecho a la igualdad con la implementación de políticas públicas y leyes para potenciar la inclusión social y la salvaguarda de los derechos de las personas cuya condición requieran”. Este artículo debería ser utilizado por la comunidad LGBT+ en Cuba para exigir una legislación sin tener que esperar por un Código de Familias y posterior plebiscito.

Para Roque Guerra, Danay Suárez también viola el artículo 45, que se refiere a la limitación de los derechos (en este caso de expresión y credo) al infringir en la violación de los derechos de otras personas con orientación sexual diferente de la heterosexual. Roque utiliza el marco legal contemplado en el artículo 99 de la Constitución vigente, que establece el derecho a reclamar ante los tribunales la restitución de los derechos y la consecuente reparación moral.

Por su parte, el Decreto 370 de 2018, en su artículo 68, inciso i, establece como penalización: “difundir, a través de las redes públicas de transmisión de datos, información contraria al interés social, la moral, las buenas costumbres y la integridad de las personas”. Sin embargo, no enuncia contravenciones asociadas a la discriminación o la incitación al odio, como suelen especificar las leyes que regulan la libertad de expresión.

Dicho esto, tampoco es prudente entregarse a la tentación de aplicar el Decreto 370. Danay se equivocó y luego intentó rectificar y ofrecer disculpas. Eso también tiene que ser tomado en cuenta. Esta demanda puede alejar a las personas de fe evangélica, en lugar de sensibilizarlas con la lucha de la comunidad LGBT+. Se podría crear una guerra interna entre evangélicos y el resto de la sociedad, lo que no favorece el clima para un venidero Código de Familias. Siempre que no enajenemos o radicalicemos más aún a grupos sociales dentro de una sociedad, el bien común estará más cerca de alcanzarse. 

Este es un fenómeno complejo y es necesario mencionar todas sus aristas. La chica, que además es una personalidad pública, se equivocó y ofreció disculpas. Estamos a las puertas de un debate que no será sencillo ni unánime, sobre el Código de Familias. La ambigüedad y utilización discrecional del Decreto Ley 370 amenaza derechos fundamentales como la libertad de expresión. ¿Vamos a justificar su aplicación ahora porque lacera la reputación de un movimiento legítimo como el de los derechos de la comunidad LGBT+ en Cuba? ¿Y luego, también justificaríamos su aplicación a posiciones críticas del gobierno cubano?

Regular las redes sociales es un debate que se está desarrollando en muchos países. Facebook y otras redes sociales deben ser reguladas para evitar la propagación de mensajes de odio y otras formas de violencia y discriminación. Ya conocemos cómo las redes sociales sirven para construir enemigos que luego se traducen en violencia real. Creo que Cuba debe estar al pendiente de lo que se regule en esta materia. Lo más importante es controlar a tiempo un problema que crece con rapidez en todo el mundo.

El caso Danay tiene que servir de alerta para el gobierno cubano. Cuando el fundamentalismo religioso se apodera y domina el debate en una sociedad que se identifica como laica, el estado debe entrar en juego y poner un freno.

El Estado cubano, tan sensible a la propaganda negativa que hace el gobierno de Estados Unidos sobre las libertades religiosas en Cuba, debería pronunciarse sobre este tema candente en la agenda pública nacional y que concierne a las libertades de sus ciudadanos. Más aún, en vísperas de un debate legislativo al respecto. En esta ocasión y por complicado que sea, debe tomar cartas en el asunto y mostrar su naturaleza revolucionaria.

* Fe de errata: la demanda a Danay Suárez no es por difamación, sino por injuria.

22 junio 2020 30 comentarios 838 vistas
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La oferta minorista en Cuba

por Consejo Editorial 12 mayo 2020
escrito por Consejo Editorial

Recientemente se presentó por televisión una caracterización de los problemas surgidos en el ámbito del comercio electrónico en Cuba (actualmente con las plataformas “tuenvio” y “enzona”). Los que pudimos ver la información nos llevamos la impresión de que esa iniciativa no funciona como debía esperarse.

Según publicó Granma en el 2018, la tienda electrónica de 5ta y 42, pionera en esta modalidad, comenzaría a funcionar ese verano (antes de presentarse la emergencia de la pandemia) y tendría limitaciones importantes: no se harían entregas a domicilio, ni siquiera en los alrededores de la tienda, y además la oferta estaría limitada a alimentos, bebidas y licores. Aun cuando soy fanático del progreso no le presté mucha atención al ofrecimiento, ya que de todas formas no me libraba de la molestia de visitar la tienda.

Después vi en las noticias que por la pandemia estaban tratando de impulsar esta iniciativa, y vi el reportaje de los problemas que habían surgido.

Hay que tener en cuenta que el sistema de tiendas “shopping”, del cual es heredero nuestro comercio electrónico, siempre presentó deficiencias que se fueron ampliando desde que fueran inauguradas a principios de la década de los años 90. Problemas que conducen permanentemente a la insatisfacción de la demanda y de la atención al cliente:

  • Escaso surtido de los renglones en venta.
  • Inestabilidad en los productos ofertados. Por lo regular ningún renglón perdura más de algunos meses en el mercado, su oferta se descontinúa y eventualmente es sustituido por otros productos similares.
  • Falta de garantía post venta para los bienes duraderos, especialmente en cuanto a piezas de repuesto.
  • Poca variedad de tallas en lo que a ropa y calzado se refiere.
  • Muy escasa oferta de producción nacional.
  • Elemental o deficiente envasado de las compras hechas por los clientes.
  • Ausencia de un sistema de entregas a domicilio para el caso de que el cliente así lo requiera.
  • Poca formación profesional en el personal que atiende al público e incluso tratamientos incorrectos, lo que ha hecho necesario emitir una legislación específica sobre los derechos de los clientes la cual se cumple pobremente.
  • Formación de precios arbitrariamente elevada en comparación con los costos de los productos ofertados.
  • Pobre extensión de la actividad hacia las capitales de provincias y/o sus principales ciudades.
  • Corrupción manifiesta de algunos empleados y administradores que ante la escasez orientan la venta de productos hacia compradores preferidos esperando por tanto un beneficio personal por parte de esos clientes.

Estas deficiencias provienen básicamente del propósito inicial de esas tiendas. No fueron creadas para satisfacer las necesidades del consumidor sino para recaudar divisas, especialmente de aquellos sectores de la población que disponían de ella para después redistribuir por el Estado las divisas obtenidas hacia los sectores de población menos favorecidos.

Al ser mercados destinados principalmente a vender productos importados, a medida que ha pasado el tiempo y se ha deteriorado el valor real de los certificados de divisa en manos de la población (CUC) cada vez menos se justificaba el uso de divisas en importaciones para captar los CUC circulantes, trayendo por consecuencia que hayan venido disminuyendo las asignaciones de divisa para la reposición o ampliación de los inventarios de estas tiendas.

A todos estos problemas y deficiencias se suman ahora el recrudecimiento del bloqueo, la falta de divisas y el estancamiento de la economía tanto por la situación antes de la pandemia como por los efectos en la economía de la paralización por el combate al Coronavirus.

Este escenario ha generado una dramática crisis de la oferta que ha convertido a dichas tiendas, independientemente de su tamaño, en un escenario de colas extensas en espacio y tiempo, precisamente en momentos en que se requeriría que como defensa contra la pandemia no se produjeran estas colas.

El comercio electrónico es una alternativa viable para Cuba.

Se debe señalar que en otros países el comercio electrónico es una actividad muy exitosa, al extremo de que su surgimiento dio como resultado la aparición de la fortuna más grande del planeta en su momento en la década del 90. A su vez el comercio electrónico tiene un importante antecedente en la venta por catálogos la cual tuvo su auge desde finales del siglo XIX en otros países.

En nuestro país no existe el antecedente de la venta por catálogos, pero si el antecedente antes de 1960 de las órdenes por teléfono a tiendas de los más diferentes tamaños. Esto conducía a que usando el teléfono un consumidor podía comprar prácticamente todo lo que necesitara sin tener que concurrir a los mercados o tiendas. No había Internet ni teléfonos celulares, pero por el periódico se anunciaban las ofertas de productos rebajados de precio y con eso bastaba. Además no había ninguna tienda importante o mediana que no tuviera servicio de entrega a domicilio sin costo adicional.

No es mi propósito analizar las causas por las cuales se perdió el objetivo de satisfacer al cliente y que surgieran todas las deficiencias que antes señalé. Considero que ya a más de 60 años nuestro sistema de ventas minoristas por el Estado es incapaz – por su filosofía de funcionamiento, su estructura, sus medios y sus antecedentes – de brindar en general una oferta y un servicio que satisfaga a la población; estos objetivos se perdieron ya hace mucho tiempo.

Además estos problema ahora no son responsabilidad ni de los trabajadores de las tiendas, sus dirigentes, las cadenas de tiendas, el Mincin o el Gobierno. Todos ellos y el país hemos heredado este desastre; al igual que heredamos el buen sistema de salud pública que ahora nos defiende de la pandemia. Pero antes de entrar a considerar el uso del comercio electrónico se requiere cambiar aspectos fundamentales del sistema de distribución a la población.

Necesitamos alternativas que mejoren la oferta de productos.

Si de acuerdo a nuestros principios económicos vamos a utilizar el mercado en función de la planificación, es una tarea importante promover la oferta y la demanda de manera tal que permita el crecimiento de la economía. Pero siendo así, el Estado no puede en estos momentos asumir un incremento significativo de la oferta.

Para empezar consideraría la posibilidad de concertar con empresarios extranjeros o cubanos con experiencia en las ventas al por menor y que no estuvieran afectados por las medidas del bloqueo yanqui, para que instalaran en Cuba tiendas destinadas a la venta en moneda libremente convertible con amplio surtido en renglones de todos los tipos y dándole la capacidad de importar los renglones que necesiten directamente del exterior financiando ellos mismos esas importaciones no el Estado.

De adoptarse una medida como ésta el Estado en primer lugar se libraría de garantizar la oferta a los consumidores que dispongan de moneda libremente convertible y se podría concentrar en garantizarle el consumo a los sectores menos favorecidos, no a toda la población. Además obtendría ingresos en divisas por concepto de impuestos a las nuevas tiendas y de aranceles por la importación de productos, aranceles estos que deberán estar orientados en lo fundamental a proteger a la industria nacional con vistas a que pueda competir con los productos importados en el suministro en moneda libremente convertible tanto a las nuevas tiendas como a cualquier otro destino. El Estado también tendría ingresos adicionales por el alquiler de locales o terrenos al inversionista.

Por último, una iniciativa como ésta influiría en el volumen de empleo al personal cubano, al cual se le debe permitir contratarse libremente para el trabajo en estas tiendas y no a través de agencias empleadoras estatales. Al elevar el nivel de ingresos del personal cubano que labore en esas tiendas así como en otros sectores, se contribuye al aumento en la demanda de servicios para satisfacer la cual pueden jugar un papel fundamental las ofertas de servicios del sector estatal, principalmente en lo referido al turismo, sector éste que necesitará más que ningún otro de iniciativas que le ayuden a superar la vaticinada crisis en dicha actividad como resultado de la pandemia.

Para finalizar, si se compara esta propuesta con la venta de artículos de alta gama que se inició en las tiendas estatales en moneda libremente convertible, los ingresos del Estado por concepto de impuestos y aranceles en moneda libremente convertible, podrían ser superiores al participar el Estado en un volumen de operaciones de mayor envergadura y sin necesidad de aportar ni un centavo en divisas para su captación.

Una iniciativa como esta no es imposible y ayudaría a destrabar un importante elemento de la avizorada recuperación.

12 mayo 2020 18 comentarios 531 vistas
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cerdo

Fricasé de cerdo privado, con papas estatales

por Consejo Editorial 16 abril 2020
escrito por Consejo Editorial

“Ná compay, lo levantaron en peso“, me comenta un vecino. Sobre la acera quedan los restos del registro policial. “Tenía como 30 quintales de papa para vender a 15 pesos la libra”.

Para las autoridades de la provincia Granma, la papa es una cuestión de honor. Se ha convertido en un símbolo de que el Estado es capaz de responder a las necesidades alimentarias de la población en la pandemia actual. El día que llegó el tubérculo por ferrocarril, se montó un puesto de mando, hubo reuniones operativas, el director de transporte estuvo todo el tiempo junto a los estibadores “en el campo de batalla”, el de comercio en su oficina coordinando con los jefes de zona. Y… “centinela alertaaa!“, como en los animados de Juan Padrón.

Un periodista radial reseñó la felicitación de las autoridades políticas y gubernamentales a los que participaron en la operación de la papa, con tanta emoción, que enseguida recordé aquella novela soviética sobre el bloqueo fascista a Leningrado, el camino de la vida sobre el rio Neva, las famélicas mujeres y adolescentes descargando harina durante el mortal invierno ruso, bajo las bombas de la Luftwaffe. No es burla ni sarcasmo. Nosotros también estamos bloqueados sólo que de otro modo. Y nuestro bloqueo es más duradero.

Hace un año, la carne de cerdo en Manzanillo estaba a 20 CUP la libra. Vino el aumento del salario al sector presupuestado, y enseguida algunos bien familiarizados con El Capital, la obra de Marx, comenzaron a advertir que aumentarían los precios de los alimentos.

“Pero ná compay, en la radio y la TV los periodistas dicen que el gobierno, con el apoyo del pueblo,  no va a permitir que aumenten los precios. Los que alarman son economistas de pupitre y sus papagayos al servicio del centrismo, que desconocen la fuerza de las masas cuando el Partido asume una tarea. Los precios no pueden subir, carajo“. Así me dijo hace un año este mismo vecino. Pero subieron. Al doble en Manzanillo. No solo subieron sino que el mamífero nacional parece haber pasado a la clandestinidad.

“¿Cuántas libras te encargo?“, me escribe por Messenger un amigo después de ver el reto que puse en Facebook pidiendo que alguien publicara foto con una compra de carne de cerdo. Mi pregunta obligada: “¿A cómo?“

 “A dos cincuenta“.

“¿Cómo a dos cincuenta? No entiendo“.

“A dos cincuenta dólares, brother“

“Que va compay, yo no puedo pagar una libra de carne a más de sesenta pesos la libra”.

“Tú no la vas a pagar. Yo te las voy a regalar que pa escribir tanto hay que comer caliente“.

“Yo como caliente, no jodas. Lo que hace como dos meses que no como carne de cerdo”.

“Pues la vas a comer este fin de semana a más tardar. Y sin hacer cola. Una gente te lo lleva a tu casa. Tranquilo“.

“Pero, hermanito, yo no puedo…“

“Que usted no tiene que pagar nada, brother. Eso se paga aquí mismo, en Miami. Yo encargo un poco de carne desde aquí para mi familia allá, y para ti que eres el tipo que siempre leo en Facebook. Transfiero la plata a una cuenta, y eso llega a Cuba de algún modo. Así que usted tranquilo que yo controlo“.

Mi amigo no sabe cuál es el procedimiento. Pero perfectamente puede funcionar, y funciona. Se rompe así el bloqueo imperialista. Mi lector está contribuyendo a que dos familias cubanas no sean brutalmente afectadas por el ahogo económico, la persecución contra los barcos, con el petróleo para los tractores, que impulsan los arados para sembrar maíz, para fabricar pienso animal. Él ha burlado las multas contra las transacciones financieras.

Cuando el mensajero llega con el pedazo de lomo y me lo entrega, solamente tengo que firmarle un papelito, una constancia de que se completó la operación. ¡Que lo mío es conversar! Y lo veo sofocado con el nasobuco que no lo deja respirar. “¿Un poco de agua?“

“Coño, gracias, sí. Gracias que con esto de la pandemia la gente no le quiere dar ni agua a uno“.

Le sirvo y le pregunto si le faltan muchas entregas aun.

“No, qué va, me falta una nada más. Esto no es lo mío. Lo mío es… Otra Cosa. Como ahora todo está parado, me alié con unos primos ahí que se dedican a criar puercos y venderlos. Pero como el gobierno ha puesto tope a los precios y están que no dejan evolucionar. Entonces inventamos este sistema. Pagan desde el Yuma y nosotros aquí repartimos a domicilio“.

“Pero, ¿de qué modo si ya no se puede ni transferir dinero por la Western a no ser que seas familiar directo?”

“Ay compadre, tú no sabes que los americanos siempre joden. Y el gobierno aprieta más mientras más joden los americanos. Pero uno siempre encuentra la manera“. La frase recurrente de mi madre en pleno período especial: “Ay mijo, siempre hay un modo, siempre“. Sólo que nuestro gobierno es el único que parece no encontrar el modo y repite lo mismo cada vez en la producción agropecuaria. Eso pienso mientras el mensajero se monta en su triciclo y se marcha. Quizás no sabe que ha contribuido a dejar en ridículo a Trump y los que quieren asfixiarnos.

Hoy hemos sido felices y almorzamos fricasé con papas y arroz, que el grano aún no se nos ha acabado. Pero a mí me sigue intrigando si, además del que iba a vender la papa a sobreprecio, agarrarían al que finalmente la desvió. A pesar de los puestos de mando y los cuadros firmes, en el campo de batalla.

16 abril 2020 29 comentarios 725 vistas
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demanda

René Fidel podría demandar funcionarios

por Giordan Rodríguez Milanés 25 septiembre 2019
escrito por Giordan Rodríguez Milanés

A partir hoy, el Dr. René Fidel González García podrá establecer demanda ante el Tribunal Supremo Popular contra la viceministra primera del Ministerio de Educación Superior (MES) por abuso de poder, o contra la Presidencia del Consejo de Estado por no atender la reclamación hecha por un ciudadano.

El doctor en Ciencias Jurídicas René Fidel González García fue expulsado de la Universidad de Oriente hace dos años, y le fue invalidada su categoría docente, por iniciativa de la actual viceministra primera del MES, Martha del Carmen Mesa Valenciano, al considerar esta que, con las publicaciones del doctor en sitios de izquierda como Rebelión y LJC, perdía prestigio como profesor.

No fueron atendidas ninguna de las peticiones y quejas presentadas por González García a las diversas instancias de la Fiscalía General de la República –órgano del que él mismo fue miembro—. Tampoco sus quejas emitidas al Consejo de Estado y a la Presidencia de la República. Según la Instrucción 245/2019 del Tribunal Supremo Popular, aparecidas el pasado 21 de junio en La Gaceta Oficial, René Fidel podría ser el primer cubano en interponer una demanda  contra el Presidente del Consejo de Estado o cualquier funcionario del más alto rango cubano, desde 1959 hasta la fecha.

Destacadas personalidades de diversas posturas ideopolíticas han manifestado de diversos modos su respaldo al doctor René Fidel, y le han pedido al gobierno que responda a sus quejas y peticiones, entre ellos el politólogo Esteban Morales.

25 septiembre 2019 8 comentarios 482 vistas
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No hay atajos al progreso

por Consejo Editorial 2 agosto 2019
escrito por Consejo Editorial

Cuba no tiene un problema de demanda, tiene un problema secular de oferta. No es claro cómo controlar los precios ayuda a incrementar la producción. Existe una obsesión con el nivel de precios, pero se habla poco de cómo hacer crecer los ingresos.

El poder adquisitivo depende de ambos factores. Plantear que el control de los precios nos permite proteger el poder adquisitivo de la población no resuelve el problema de creación de riqueza. Ese sí es un asunto de capital importancia, pero entiendo que es incómodo tratarlo porque nos conduce a los fallos esenciales de nuestro modelo, a los que se les sigue dando de lado, andando por las ramas.

Mantener los precios bajos, además de desincentivar la producción, tiene efectos regresivos en la distribución del ingreso, para aquellos que gustan hablar de equidad. Todos se benefician de precios bajos, y los grupos de altos ingresos se benefician proporcionalmente más. Si intervenir en las decisiones del sector privado constantemente para resolver los problemas que el sector estatal no ha podido atender durante tanto tiempo, es el concepto sobre el papel del sector no estatal, perdimos el tiempo redactando la nueva Constitución.

Convóquese un espacio para que nuestra población conozca otras opiniones. La medida ha resultado muy popular, pero sólo porque no se pueden dar a conocer otros criterios. Ir tan lejos en la supresión de los pocos espacios de funcionamiento del mercado, solo se podría justificar como antesala de un proceso de mucho mayor calado en el orden monetario.

De momento soy escéptico, no hay atajos hacia el progreso. La tarea tiene que hacerse, de forma correcta.

(Tomado del Facebook del autor)

2 agosto 2019 0 comentario 397 vistas
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Cómo aumentar el salario real

por Mario Valdés Navia 25 julio 2019
escrito por Mario Valdés Navia

Desde que el presidente anunciara el incremento de salarios y pensiones para el mes de agosto, se han sucedido los criterios sobre el peligro de un rebrote inflacionario que de al traste con los beneficios esperados. La cuestión es medular pues lo que determina el nivel de vida del trabajador y su familia no es la magnitud del salario nominal (SN), sino la cantidad de bienes y servicios que pueda adquirir con él, o sea, su salario real (SR).

Este último depende de tres factores: la magnitud del SN, la correlación oferta-demanda y el valor (precio) del dinero en que se paga el SN. Las añoradas medidas influyen sobre el primero de manera determinante pero el necesario control sobre los otros dos está por ver. La mayor preocupación es que la sempiterna oferta deprimida de nuestra economía no pueda cubrir esta demanda agregada y se desate una espiral inflacionaria.

El propio gobierno expresó sus inquietudes al respecto y anunció medidas para elevar las ofertas del turismo y las telecomunicaciones hacia aquellos que, presumiblemente, podrán dedicar ahora más dinero a estos fines. También se planteó el multiplicar las ofertas recreativas del verano, la venta de materiales de construcción y de cuanto producto ocioso o de lento movimiento dormite en los almacenes, en pos de aumentar la oferta a corto plazo para las nuevas billeteras abundantes.

Realmente yo no creo que el aumento nos de para tanto a empleados estatales y pensionistas. La cuestión medular a resolver en el día a día de cualquier familia cubana sin dieta especial, o finca propia, es una, desde San Antonio a Maisí: la compra de alimentos. Si este rubro se incrementa, en cantidad y diversidad, es de suponer que prácticamente ese solo factor pudiera asumir la mayor  parte de la masa monetaria adicional.

Según los cálculos de los economistas, las familias cubanas destinan como promedio entre el 50% y el 70% de sus ingresos a comprar alimentos. Nunca antes en la historia el cubano había gastado tanto en el condumio. Según la Ley de Engel esto coloca a Cuba entre los países más pobres, donde los ingresos se van en este indicador en detrimento de todos los otros. Esos que también son necesarios por aquello de que: De pan solo no vive el hombre.

Pero ¿cómo poner más alimentos en el mercado si los planes se incumplen año tras año?

En economía hay poco espacio para las ideas luminosas y genialidades que den resultados positivos, más allá de la propaganda y el consignismo. Solo veo dos caminos: importar más, o invertir más en la producción nacional.

Mis recuerdos de niño me retraen a una situación similar a inicios de la década del 70, cuando los salarios subieron como parte de la creciente estimulación material y, sin embargo, la enorme inflación acumulada en los 60 descendió bruscamente. La causa principal del aparente milagro fue la inundación de los mercados cubanos por una caudalosa e inagotable corriente de productos importados del campo socialista que se vendían a precios fijos y asequibles a la mayoría.

Ahora no es posible tal despliegue importador, pero si se gastaran solo 320 millones de dólares en la compra de alimentos adicionales se podrían cubrir los 8000 millones de pesos del incremento –según la tasa de cambio de CADECA de 1×25−, de golpe y porrazo y a precios de compra. Cuando se le añadan los impuestos de nuestras TRD haría falta duplicar el aumento para poderlos vender.

No obstante, el camino de invertir más en los productores agropecuarios parece el más expedito para promover la salud de nuestras finanzas exteriores y un futuro prometedor al agro y la industria nacionales. Yo lo haría en correspondencia con el lugar que ocupan en la actualidad las diferentes formas productivas en la producción nacional de alimentos. Primero, los campesinos independientes; en segundo lugar, las cooperativas (CPA y UBPC) y; en tercer lugar, las empresas estatales.

Evitar o posponer estas medidas económicas, u otras similares, sustituyéndolas por consignas, visitas de dirigentes y listados de precios topados, imposibles de controlar en la praxis, solo nos llevaría a hacer realidad nuevamente el soneto de los 90 que el poeta Guillermo Rodríguez Rivera titulara: “Oda al Plan Alimentario”:

La yuca, que viene de Lituania.

El mango, dulce fruto de Cracovia,

El  ñame, que es oriundo de Varsovia

y el café que se siembra en Alemania.

La malanga amarilla de Rumania,

el boniato moldavo y su dulzura;

de Siberia el mamey con su textura

y el verde plátano que cultiva Ucrania.

Todo eso falta, y no por culpa nuestra.

Para cumplir el Plan Alimentario

se libra una batalla, ruda, intensa.

Y ya tenemos la primera muestra

de que se hace el esfuerzo necesario:

hay comida en la tele y en la prensa.

25 julio 2019 13 comentarios 720 vistas
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