Nación sin inmigración

por Consejo Editorial
inmigración

Cuba fue un país de saldo migratorio positivo hasta 1959 que la inmigración se detuvo. Su máxima expresión es el símil del ajiaco, creado por Fernando Ortiz como expresión de la mixtura tricontinental de etnias que conformaron la cubana. Un simple vistazo al origen familiar de muchos líderes revolucionarios de nuestra historia muestra que eran hijos de inmigrantes (Varela, Martí, Mella, Guiteras, Fidel…), o extranjeros (Gómez, Che…).

Hasta 1958, nunca fue tendencia la emigración de los cubanos en pos de trabajo, o mejores condiciones de vida. Predominaba la llamada transitoria, o golondrina, de desempleados que buscaban fortuna en los EEUU. En cambio, la inmigración era constante por las necesidades de la economía cubana, fundamentalmente la agroindustria azucarera. Más de medio siglo después, la opción de abrirnos nuevamente a la inmigración ni siquiera es tenida en cuenta, aunque sigue sobrando tierra y faltando brazos.[1]

Actualmente, unos dos millones y medio de cubanos, casi el 20% del total,  viven en el extranjero por motivos personales, políticos y económicos. Los principales destinos son Estados Unidos, Puerto Rico, España, Ecuador, Italia, Venezuela, México y Canadá. Con el actual ritmo migratorio negativo y el envejecimiento poblacional, sin que ello se amortigüe por la entrada de inmigrantes de reemplazo, como hacen otros países afectados por fenómenos similares y la población irá disminuyendo cada vez más rápido.

En unos 50 años caeremos a 8 millones de habitantes en la isla.

Este balance migratorio negativo requiere −como toda la crisis demográfica y económica que él acentúa−, de una solución política que influya sobre dos factores concomitantes: que el gobierno quiera traer inmigrantes y que estos quieran venir. Como en ambos casos hoy la respuesta es negativa, nadie viene. Analicemos brevemente la historia del problema, su manifestación actual y algunos paliativos factibles para resolverla en un plazo mediato.

En el primer censo de la república (segundo gobierno interventor, 1907), de una población de 2,048,980 habitantes, 203,637 (9,87%) eran extranjeros. 185,393 eran españoles; 11,217 chinos; 7,948 africanos y 6,713 estadounidenses. Sin embargo, en el de 1919, el % de extranjeros había crecido al 11,7 (339 082 de un total de 2,889,004) por el fomento de la inmigración de España (245,644) y El Caribe (44,659).

Aunque el movimiento obrero cubano se oponía, la política de introducir braceros isleños y antillanos se mantuvo para cubrir las crecientes necesidades de la agricultura y otras esferas económicas, en un país que en 1919 tenía apenas 17,9 habitantes x km2 y una extensión inmensa de tierras fértiles sin explotar. Esta tendencia positiva se mantuvo hasta 1958, aunque fue descendiendo a partir de la postguerra. En el último censo republicano (1953) el % de extranjeros había descendido al 3,3%  (230,431, de 6,829,029 habitantes).

Las razones del paso al saldo migratorio negativo tras 1959 han sido dos: por un lado, el exilio de desafectos a la Revolución –con grandes oleadas en 1959-1961, 1980 y 1994−, y la diáspora sostenida debido a la crisis económica y la falta de oportunidades y estímulos para jóvenes y personal calificado. Por otro, el debilitamiento de la inmigración y su reorientación geográfica. La mayoría de los que venían procedían de países del ex-campo socialista, soviéticos mayoritariamente –a los que, oficialmente, no se les podía llamar por sus gentilicios nacionales−, pero para el pueblo todos eran: los rusos, como antes todos los españoles eran los gallegos.

En los 90, con la debacle del socialismo real y el Período Especial la mayoría regresó, aunque en 2008 la comunidad rusa (incluyendo descendientes directos), sumaba unas 6000 personas, casi todas en la capital. Entre los años 60 y 80 también tuvimos una comunidad de exiliados latinoamericanos que huían de las dictaduras; pero, al restablecerse la democracia, la inmensa mayoría retornó a sus países.

Ahora, el país sufre escasez de fuerza de trabajo y envejecimiento desproporcionado de la población −desde 1978 no se logra el nivel de reemplazo de la población: 2,1 habitantes por mujer−, en tanto que gran parte de la juventud, no trabaja oficialmente, se va del país, o no quiere tener familia por los problemas económicos, la falta de vivienda y el freno a los emprendedores. Por tanto, la solución primera es crearles las condiciones para que más cubanos se incorporen a la actividad laboral, creen una familia a partir de su trabajo y continúen la cadena de la reproducción humana.

Todo esto podría acelerarse y promoverse mediante la inmigración.

La cuestión es política en ambos casos: si seguimos con un modelo económico como el actual, que provoca la diáspora de los nacionales, mucho menos alguien querrá venir a establecerse en Cuba para vivir, trabajar e invertir tiempo y capital. Es obvio que para nada pueden concebirse ventajas para inmigrantes que no posean los trabajadores cubanos. Las mismas reformas al modelo de socialismo estatizado y burocrático que permitan liberar la iniciativa de los individuos y los colectivos y lograr mayor bienestar a través del trabajo libre y honesto, también fomentarán el interés por venir a trabajar y vivir en Cuba.

Medidas tales como: la unificación monetaria y cambiaria; el estímulo a la producción campesina y cooperativa; el establecimiento de pymes independientes; la libertad para exportar e importar; la eliminación de la subordinación de las formas no estatales a empresas y ministerios; la equiparación del salario a los del área centroamericana y caribeña; una atrayente política fiscal, crediticia y de seguros para los nuevos negocios; la disminución de las trabas burocráticas; las facilidades para la construcción de viviendas y la compra de autos y maquinaria, entre otras, no solo retendrán a los cubanos en la isla, sino que atraerán a muchos exiliados a regresar y a los extranjeros a inmigrar.

En Cuba, además de su naturaleza prodigiosa y sus bondades sociales (seguridad, educación, salud), hay muchas tierras baldías para atraer a campesinos sirios, haitianos y del este de Europa, tiendas vacías para llenar por comerciantes chinos y latinoamericanos, fábricas que construir y servicios que prestar por europeos y asiáticos. Solo falta por ver si el EPG (Estado/partido/gobierno) correrá el riesgo de introducir en Cuba una masa de inmigrantes formados en otros contextos más contestatarios y rebeldes que el de la sociedad socialista cubana.

Creo que el estímulo al crecimiento demográfico y económico que una inmigración controlada y selectiva pueden traer a Cuba no debe seguirse ignorando. Si en el siglo XIX, un militar español y una ama de casa isleña generaron al Apóstol de nuestra independencia; quien quita que una pareja de campesinos sirios pudiera traer al mundo a un Héroe del Trabajo Socialista en el siglo XXI. Así funciona la inmigración.

[1] En la lista 2017 de países y territorios dependientes por densidad de población, Cuba ocupaba el lugar 110, con 101 htes/km2 (Haití, 35; Dominicana, 65; España, 118; México, 152; USA, 178; Venezuela, 182; Canadá, 229).  Los países americanos con mayor diversidad étnica y cultural son: Estados Unidos, Canadá, Argentina, Brasil, Costa Rica, México, Puerto Rico, Uruguay y Venezuela.

29 comentarios

Luis Enrique 10 agosto 2020 - 12:16 PM

¿Traerlos obligados? Hay mucho lomo y brazos en Cuba todavía como para estimular la inmigración por razones económicas. Lo que sea que se adopte para ello, será mucho más caro que usarlo en lo nacional. Por no hablar del problema enorme que supone la retorcida y nula cultura económica que tenemos en el isla. Dónde “dame” es lo ideal y “hacer” está cerca del delito.

Livio Delgado 10 agosto 2020 - 1:18 PM

Los primeros que responderían a volver a vivir en su país de origen son los emigrados sin lugar a dudas, pero para esto, las causas que nos llevo a decidir hacer vida en tierras lejanas deben desaparecer, y hoy más que nunca vemos cuan presente están al tener que volver nuevamente poner comida en la mesa de nuestra familia con la moneda dura por nosotros enviada.

La emigración política inicial que sobrevive hoy a los 60 años pasados, no creo regresen pues comenzar nuevamente no creo sea ni pensable para ellos, las oleadas posteriores, esos que usted llama “desafectos a la revolución” y que al producirse todas, la más lejana 1980 el Mariel, posterior a la institucionalización de la revolución en el decenio de los 70 del pasado siglo, y entonces pasar a ser el gobierno revolucionario actuante, prefiero recalcar su origen en que no estaban, o estábamos por que en ella me incluyo, de acuerdo con los resultados del gobierno revolucionario, Es mi opinión personal que un gran nosotros, los emigrados económicos derivados del fracaso continuado de la política revolucionaria, no hemos visto cambiar esos resultados, modos de gobernar y cambios políticos internos, entonces como pensar en que seria una buena oportunidad regresar a nuestra tierra y tener un proyecto de vida lograble.

Sería ideal que los gobernantes actuales se sienten a conversar con esa emigración con la intención de trabajar en destrabar y crear caminos para devolver a nuestro país nuestros esfuerzos personales, pero como ya han anunciado la próxima conferencia la nación y la emigración seguirá siendo por invitación gubernamental a los grupos de exiliados afines a ellos, en la práctica son las selectivas comisiones de candidatura pero aplicadas a los exiliados leales llamados a conversar, cuando creo yo lo que se requiere es sentarse a debatir, el tiempo de conversar paso, con representantes de la gran mayoría de los que tenemos puntos de vistas diferentes al gobierno revolucionario y desde el respeto y la búsqueda de los puntos comunes de interés trabajar en lograr esa otra Cuba que ha de llegar.

dario45666 10 agosto 2020 - 1:20 PM

el estar obligado a un modo de pensar y de hacer,es el gran problema cubano.Creo va siendo hora que setermine esta obsecacion con el pensamiento unico,el partido unico,el periodico unico y el resolver problemas con ideas unicas.Cuba tiene potencial de,primero,poner a producir a los cubanos que se encuentra en cuba y los que se encuentran en el exranjero,a ponerlos con deseos de vivir en cuba,de ligar su suerte a las de todos los cubanos.Pero sin un pais con todos y para el bien de todos,nunca lo lograra y si vamos a darle el pais a los sirios,palestinos,senegaleses,burundiamnos,etc,etc,mejor creo lo proponemos como un estado de usa o una autonomia espanola o una provincia canadiense.No vayamos a olvidar el famoso juicio de salomon que por querer ser tan madre,(en ese jucio) preferia descuartizaran al hijo ,demostrando asi que ella no era la madre que,al contrario queria ver feliz asu hijo y no descuartizado!!!!Por que ese empecinamiento !!! Los habitantes de Puerto Rico,estan abocados a una votacion que puede hacerlos independientes….veremos !!

Jagger Zayas Querol 11 agosto 2020 - 2:53 PM

Respecto a Puerto Rico, a pesar de la propaganda que promueven los independentistas boricuas, todas las veces que han realizado referendums alli con las preguntas: Convertirse en un Estado mas de la Unión (EEUU), quedarse como Estado “Libre” Asociado (colonia de los EEUU) o ser independientes, las votaciones han preferido ser un Estado de la Unión, y no preferible la Independencia.
Pero la Unión, no los quiere ni los admite, de modo que se han quedado como están.
Ésa es lamentablemente la realidad y no la que se nos quiere hacer creer.

tony antigua 10 agosto 2020 - 1:26 PM

Esto vas alla de la densidad poblacional y los grupos etarios. He conocido que existen estudios no publicados sobre el deterioro del fondo genetico de la nación. Ojala algun especialista se animara a explicar algo de eso en LJC

Alina Lopez 10 agosto 2020 - 9:57 PM

Interesante, ¿a quién se le podría pedir un texto así? Es muy real que a nivel de regiones se puede comprobar que la endogamia prolongada conduce a enfermedades genéticas, pero a una escala mayor me parece que no debería ocurrir, no obstante soy ignorante en el tema. Si algún especialista lee esto por favor, será bienvenido a opinar.

Manuel* 12 agosto 2020 - 4:57 AM

Supongo que Tony cuando habla del “deterioro del fondo genético de la nación” no se refiere al profundo cambio de la composición racial de Cuba a lo largo de la revolución.

Jose A. Huelva G 10 agosto 2020 - 1:40 PM

Profe Mario, soñar no cuesta nada, pero a veces hay que despertarse. La emigración es un proceso natural que no puede forzarse. Lo mas que hacen algunos países desarrollados en establecer tamices (filtros) para lograr tener los emigrantes que ellos quieren, pero el parámetro fundamental que define un balance migratorio positivo es una economía pujante y en alza. La pobreza no atrae emigrantes, y la falta de libertades mucho menos, porque estos son personas en busca de algo que falta en sus países, puede ser economía personal, realización profesional un ambiente mas propicio para criar sus hijos, hasta amor o el clima, pero lo que mas pesa en la balanza es la economía. Por eso es que vemos la constante emigración a países ricos del Norte. Estos países tienen todo tipo de filtros para escoger emigrantes que les beneficien económicamente y reporten a sus economías. Aún así tienen problemas para lograr esa emigración perfecta porque no son todos los que van, ni van todos los que son.
Creo que Cuba antes de pensar en atraer inmigrantes, que dicho sea de paso vienen con un montón de problemas propios, por ser de otras culturas, religiones y formas de pensar muy distintas a las nuestras, debe pensar primero en detener el éxodo de nuestros propios nacionales sin coartarles sus libertades de viajar y vivir donde quieran. Nada de eso puede ocurrir si no hay Economía real, no esa economía de pedigueños, y parásita que tenemos por mas de 60 años. Nadie va dejar sus países de acogida con libertades que nunca soñaron los nacidos después del 60 para volver a tener una libreta de abastecimiento, esperar por el “vasito de leche” de un general o soñar con linea-mientos por mas de 10 años. Eso no va a pasar, mucho menos con grupos grandes de extranjeros que por mas que idealicen a la isla, al ver la dura realidad se sentirán no ya decepcionados, sino engañados. Además en el mundo libre hay unos cuantos países que hasta pagan a extranjeros para que vayan a vivir a determinados sitios donde los nacionales no quieren ir, Hasta eso sería mejor que irse a vivir a la Cuba actual.

Onelio Nelson García 10 agosto 2020 - 3:23 PM

Pido perdón por anticipado, por lo que voy a decir: _¡ Ni los haitianos quieren venir a vivir aquí!_
Este paraíso-purgatorio socialista experimental no es apto para la vida humana, lo soportamos los que hemos mutado, nos hemos ido aplatanando y hemos sobrevivido en este medio tan hostil. No es un problema de amor o desamor a la patria, ni de ser o no revolucionarios, sino de resistir y/o morir porque no tenemos a dónde ir.

Armando G. Muñoz 10 agosto 2020 - 3:34 PM

No creo que la solución sea traer a trabajadores de otros pueblos, basta con permitir que la gente trabaje la tierra sin trabas ni persecuciones, que los cubanos puedan producir sin la vigilancia cederista, que el gobierno permita trabajar sin miedo a se vuelvan ricos, ninguna de estas personas trabajaran en Cuba en las condiciones que trabajan los cubanos

Armando G. Muñoz 10 agosto 2020 - 3:35 PM

En mi exilio he conocido a muchos cubanos que desean un cambio en Cuba para regresar, otros esperan se resuelvan los problemas con USA para retornar sin dificultades y poder vivir en Cuba de su retiro en los Estados Unidos, ¿por qué no lo hacen? por miedo e inseguridad a que un día se levante el presidente y prohíba que los cubanos puedan viajar nuevamente, lo hemos visto en estos días, o tengan que pedir permiso para hacerlo, por otro lado, muchos están dispuestos a vender sus casa y propiedades y con ese dinero comprar o construir una casa en Cuba, para continuar viviendo decentemente en la isla, el estado cubano no lo permite.
Estoy casado con una dominicana, en los altos de la casa materna se construyo una casa, sin trabas del estado dominicano, antes su madre derrumbo la antigua vivienda y construyo esta nueva mientras vivía y trabaja en USA, estamos pagando un apartamento en Punta Cana, se compro en pre construcción, aun no está terminado, los dos estamos pensando en nuestro retiro en la R. Dominicana donde es mucho más barata la vida.
Cuando fui por primera vez a la isla con ella me dolía ver los campos productivos, las casas de muchos de los que antes se fueron y construyeron a su regreso, eso no los hace mejores, no los hace burgueses, solo son personas que migraron y regresaron al lugar donde nacieron a vivir su vejez con el retiro de USA, traen dinero fresco al país así como generan empleo.
En Cuba nada se puede hacer, solo lo que el señor feudal decide, imagino que la razón principal es política, como tú le explicas a un trabajador de avanzada, a un héroe nacional del trabajo que el gusano a su regreso puede tener la casa y el auto que él nunca pudo tener a pesar de sus sacrificios y entrega a la revolución.
Juan Pablo II dijo en su misa;
“Que Cuba se abra con todas sus magníficas posibilidades al mundo y que el mundo se abra a Cuba para que este pueblo, que como todo hombre y nación busca la verdad, que trabaja por salir adelante, que anhela la concordia y la paz, pueda mirar el futuro con esperanza”,
Cuba, mejor dicho, el gobierno cubano, no quiere ni desea abrirse al mundo.

Javier el otro 11 agosto 2020 - 1:02 AM

Hay cubanos que se han “repatriado”, han reparado viviendas familiares o han comprado, sin ningun tipo de problemas. En ese punto, no veo diferencias con lo q Ud comenta de RD.
Lo de que haya gente en Cuba que no “entiendan” lo de las “diferencias”, pues si, es cierto. Pero creo que son mas que todos, los mas viejos a los cuales es dificil hacerles ver que la sociedad cubana hace rato que cambio y sigue cambiando. La gente mas joven me parece a mi que ya asimilo que hace rato se acabo la “igualdad”.
Lo de “gusano” creo que es un termino mas empleado fuera de la isla que dentro de ella y casi me atreveria a aventurar que es producto de un resentimiento sin resolver por una parte de los emigrados. Y le comento que he vivido fuera de Cuba por dos decadas, y en todo ese tiempo debo haber ido unas 12 veces. Le puedo decir que nadie nunca se ha dirigido a mi de esa manera ni remotamente. Al contrario.Otro signo mas de los tiempos que corren.
Coincido que los retos de reinsertarse en Cuba son muchos y complicados y a eso me referi en otra respuesta. Y por ultimo, los cubanos retirados en USA no pueden acceder a sus pensiones mientras esten en Cuba por el problemita que todos conocemos. Pero eso no aplica a los que se hayan retirado en otros paises. Por cierto, estoy en desacuerdo con lo que Ud dice acerca q si manana el presidente se levanta y prohibe la salida ds nacionales porque si. Le digo que yo, en este momento estoy residiendo en otro pais, del cual tambien soy ciudadano y no puedo viajar al exterior, pues el gobierno ha prohibido que sus nacionales viajen al exterior a menos que haya razones humanitarias bien fundamentadas. Es bueno poner las cosas en contexto.

Jagger Zayas Querol 11 agosto 2020 - 3:09 PM

En este tema, ya llueve sobre mojado.
El envejecimiento acelerado de la población es un hecho y no ha habido manera con decisiones burocráticas de revertirlo.
Es la peor consecuencia de todo el desastre económico y social del que es responsable el Estado–Partido con su ferreo “centralismo burocrático” que nunca fue Democrático y desoye la opinión del mismo pueblo que demagogicamente dicen defender y al cual dicen servir, cuando es al revés, del cual se sirven para pedirles más esfuerzo, sacrificio y obediencia.
Los futuros gobernantes tendrán que encarar la importación de fuerza de trabajo para sostener lo poco que aqui se produce, quieran o no y será la herencia que dejen los históricos y advenedizos del modelo anquilosado e improductivo que padecemos.

Nación sin inmigración - CódigoAbierto360° | CódigoAbierto360° 10 agosto 2020 - 4:03 PM

[…] Por: Mario Valdés Navia — Fuente: La Joven Cuba […]

Asier Sardiñas 10 agosto 2020 - 4:50 PM

Por mi parte, en el “Con todos y para el bien de todos” de nuestro José Martí, considero: a los 11,2 millones de cubanos que residen en Cuba y -tomando las cifras del autor- a los 2,5 millones, que residen fuera de ella. Por tanto, somos 13,7 millones, de ellos el 81,75% residiendo en el archipiélago y el 19,25% en el exterior, para fijar la cifra señalada por el Dr. Mario, cuando con certeza dice: “casi el 20% del total”, pues así es. Aunque los censos y publicaciones, no incluyan a los que residen permanentemente en el exterior.

Ahora, pasando a un tema significativamente importante, el de los desocupados, que entre otros, señala el Dr. Mario en su artículo, cuando expresa y lo cito: “….en tanto que gran parte de la juventud, no trabaja oficialmente, o se va del país, o no quiere tener familia por los problemas económicos, la falta de vivienda y el freno a los emprendedores. Por tanto, la solución primera es crearles las condiciones para que más cubanos se incorporen a la actividad laboral….” Fin de la cita. El anterior es un problema cardinal, que debe tener “la solución primera” que expresa el autor.

Para tratar de contribuir a una comprensión más abarcadora de este asunto, expongo a continuación lo siguiente:

Como seguramente todos recuerdan, pues se publicó suficientemente, el 1 de enero de 1959, en Cuba había 600 000 desocupados, que representaban el 8,79% del total de habitantes en aquella fecha y una tasa de 8 791 por cada 100 mil habitantes.

Según expone Joaquín Benavides, en artículo publicado el mes pasado (1) al cierre de 2018, nuestro país contaba con una población total de 11 209 628 habitantes y, de ellos desocupados 2 664 200. Por mi cuenta calculo y esas cifras muestran, que los desocupados representan el 23,76% del total de habitantes y, alcanzan una tasa de 23 768 por cada 100 mil habitantes en dicho año.
Al comparar las cifras resultantes de ambos años, tenemos que el número de desocupados de 2018, es 4,4 veces superior al de 1958, como la cifra de habitantes entre un año y otro casi se duplicó, es mejor eliminar dicho efecto, analizando la tasa por cada 100 mil habitantes, y entonces tenemos que en 2018, la tasa de desocupados por cada 100 mil habitantes, resulta superior en 2,7 veces a la de 1958.

Para crear la solución primera, acertadamente señalada por el Dr. Mario, se precisará entre otros, de la reanimación de la Economía y de Inversiones de consideración, tanto estatales, como privadas: de cubanos -con capital para ello, residentes dentro y fuera del país- y extranjeros.

Doy las gracias al Dr. Mario Valdés Navia por su artículo.

(1) Joaquín Benavides Rodríguez, Artículo: POBLACION, EMPLEO, COLEROS, ESPECULADORES Y DELINCUENCIA (Habana Insider 1371, del 28/07/2020.)

Azul 10 agosto 2020 - 5:37 PM

Profesor: Hace unos años,cuando empezó la reparación y transformación de la Manzana de Gómez en superhotel de lujo, la corporación Gaviota importó una cantidad X de trabajadores hindúes o paquistaníes, no puedo asegurar la nacionalidad. Según una si-periodista que hizo un reportaje del tema, ese monopolio se había visto obligado a hacerlo por falta de mano de obra calificada en la construcción, porque dizque los autóctonos preferían ir a trabajar a formas privadas, debido a que se pagaba mejor en los privados.

Nunca se supo,de forma pública,a cuánto ascendían los salarios de los importados. No hace falta,seguro estoy que siempre fueron mayores que los del albañil mejor pagado de este país, además de los consiguientes gastos de transportación, alojamiento,comida y pago de aseguradores. Ahí, o hubo mucha corruptela o hubo mucha corrupción, sí o sí.

Esa es la única forma, corrupción mediante, que estoy convencido se permitiría la entrada nuevamente de trabajadores de otras naciones.

Fer 10 agosto 2020 - 6:41 PM

Este artículo es lo más alucinante que he leído últimamente, pero toca un aspecto interesante en Cuba; la inmigración.
Que atractivos hubo en Cuba que propiciaron la inmigración, que fue notable, y que atractivos pudieran encontrarle hoy las personas que quisieran emigrar. Ponerse a pensar dos segundos en eso y te das cuenta de que nadie en general estaría interesado, es fácil obtener información al respecto.
Lo otro, Cuba con la situación que tiene hoy; en que tiempo se “pudiera ” revertir la situación?…….utopía total…..

Ivette García 10 agosto 2020 - 11:09 PM

Ya que estamos en tiempos de poner sobre la mesa todas las variables que los cubanos manejamos sobre múltiples asuntos, me parece encomiable que el autor haya seleccionado este, que coloca en el centro de atención el problema demográfico que tiene Cuba -que desde el 2014 es país en riesgo de despoblamiento- y su relación con la cuestión migratoria, aun cuando para mí, lo menos importante y que sacaría del juego para no enturbiar soluciones urgentes, de por sí muy complejas, es la cuestión de volvernos un país atractivo para la inmigración de extranjeros.

Sin embargo la atención a restructurar el modelo y efectuar los cambios profundos que hagan a este país atractivo a los jóvenes y no tan jóvenes que viven en él y al menos a una parte importante de los que han partido, sí me parece fundamental, justo y viable. Nadie como los cubanos para sacar a este país adelante.

Decir, como muchas veces reproduce el discurso oficial, que el envejecimiento de la población es resultado de las polítifcas sociales, que la emigración cubana no es un patrón solo de Cuba sino que es del mundo subdesarrollado, que es emigración económica y no política, y que es económica por el bloqueo, son titulares convenientes al poder, en realidad son verdades a medias y tesis engañosas.

La realidad es que nos ha creado un serio problema demografico con el evidente desequilibrio entre nacimientos, defunciones y saldo migratorio negativo con pérdida sensible de población económicamente activa. En el caso de Cuba el fenómeno evidencia la disfuncionalidad sistema, un fracaso del proyecto social emprendido, o cuando menos una tremenda contradicción, porque casi ninguno de esos países subdesarrollados hizo una revolución y adoptó el socialismo como sistema, luego en cualquier análisis sobre el asunto, al menos implícitamente queda una crítica al modelo asumido.

Oros países se han planteado políticas concretas para atraer a sus emigrados, y les ha funcionado. Cuba debería plantearse esto muy seriamente. Pero si ni siquiera han podido ser reconocidos o aceptados como inversioonistas, no parece que resulte fácil lograr ese objetivo si es que se aceptara como tal. En todo caso, también habrá que contar con que a la desconfianza que ya existía entre el gobierno cubano y los emigrados, se suma la falta de confianza en el proceso mismo de reformas, tanto por los que están afuera como los de adentro. Es algo a reconstruir, difícil pero posible y pertinente en la Cuba de hoy.

Javier el otro 10 agosto 2020 - 11:30 PM

Yo creo que antes de proponer una estrategia de inmigracion hacia foraneos, mas bien habria que estimular el retorno de aquellos nacionales que hoy residen en otras latitudes y quisieran re establecerse en el pais. Esta claro que los cambios a las leyes migratorias abrieron una posibilidad vedada por mucho tiempo y algunos decidieron “repatriarse”, que no es lo mismo que domiciliarse permanentemente en Cuba, aunque creo que deberian ir mas lejos. Es muy posible que, ni siquiera en una situacion “ideal’ (que coincido no es la misma para todos y en mi opinion, esta bien lejos de ser el caso) muchos que aquellos que llevan muchos años fuera de Cuba ya no esten interesados hacerlo, pues ya han echado raices y familia en sus patrias adoptivas. Ademas, para muchos, Cuba ya no es el mismo pais que dejaron atras, para bien o para mal.Como bien menciona el articulo, creo que tendrian que haber cambios sustanciales y suficientemente atractivos en las oportunidades para concretar proyectos personales y de vida en el pais, para que, por una parte, esa constante emigracion (sobre todo de jovenes) se reduzca (no creo que nunca cese) y por otra parte, los potenciales retornados vean un pais mas amable para concretar un proyecto personal o simplemente, disfrutar con cierta holgura y un nivel de confort un merecido retiro ganado allende los mares. Hoy en dia hay destinos muy atractivos en paises del Tercer Mundo donde, con un retiro primer mundista mas o menos “decente” se puede tener acceso a un estandar de vida medianamente confortable, algo que ni siquiera haciendo mi mayor esfuerzo, logro visualizar en Cuba. Y no hablo de lo que se esta viviendo producto de la Covid. El perenne desabastecimiento de incluso productos basicos (no estoy aspirando a que los estantes esten llenos de productos exoticos!) es una constant desde hace mucho tiempo, sin hablar de la cronica escasez de medicamentos “basicos”, el pobre e inconsistente estandar del transporte publico y el ridiculo costo a la alternativa de poseer un auto privado, etc, etc. Y todo esto partiendo de que se posea un inmueble mas o menos con ciertas condiciones y nivel de comodidad, ubicado en una “buena” zona en la capital del pais o de una capital provincial.

Manuel* 11 agosto 2020 - 6:23 PM

Conozco a un español que ha emigrado a Cuba. Es un jubilado con una hija cubana que se ha desplazado a Cuba porque con su jubilación de mil y pico de euros al mes vive mejor que en España por el menor coste de vida en Cuba.

Manuel* 11 agosto 2020 - 6:26 PM

Sería mucho más fácil atraer a los cubanos emigrado que a inmigrantes de otros lugares.

Leticia Machado de Aragon 11 agosto 2020 - 7:11 PM

Ni se les ocurra traer campesinos sirios que te volaran el Capitolio gritando “allah ‘akbar

jovencuba 11 agosto 2020 - 7:24 PM

La administración de LJC quiere hacerle notar que su comentario puede tener connotaciones racistas. Por favor tenga cuidado la próxima vez.

Sanson 11 agosto 2020 - 8:37 PM

No entiendo como un extranjero puede emigrar a Cuba cuando los orientales no pueden emigrar a la Habana a no ser que se hagan policias.

Javier el otro 12 agosto 2020 - 6:10 AM

Eso es controversial, pero en los 90’s, cuando esa norma comenzo, ya se estaba viendo un flujo descontrolado de residentes de otras provincias (especialmente desde las provincias orientales) hacia la Habana. Yo personalmente fui testigo de las aglomeraciones que se armaban en un parquecito adjacente a la Terminal de Ferrocarriles de orientales esperando que llegaran familiares, parientes, amigos y conocidos para llevarlos a donde residian. Muchos vivian en condiciones de hacinamiento, a veces en viviendas en peligro de derrumbe (de lo cual tambien fui testigo), viviendo de la informalidad en el mejor de los casos. Ese problema no era nuevo (ya los Van Van hasta le habian hecho una cancion) pero se estaba convirtiendo en un tremendo dolor de cabeza y acumulandose a los ya grandes problemas que una ciudad que la Habana ya tenia (y aun tiene). Que me disculpen, pero si Ud no tiene vivienda, trabajo y va a vivir del invento y quien sabe que otras cosas, y encima va complicar los problemas que ya habia de vivienda, infraestructura, etc, que haria Ud si fuese la autoridad? La solucion seria fomentar fuentes de trabajo y mejorar las condiciones de vida en esas privincias; eso seria lo ideal.
Claro, este escenario difiere si Ud regresa a residir a Cuba. Primero, dudo mucho q alguien q regrese vaya a vivir en las condiciones que viven los “ilegales”. Tampoco creo q todos se establezcan en la Hanana.

Manuel* 12 agosto 2020 - 4:02 PM

La libre circulación dentro de un país es un derecho humano básico. Naturalmente eso causa problemas, en Cuba y en el resto del mundo, principalmente cuando se producen migraciones masivas del campo a la ciudad. Pero esos problemas hay que solventarlos preservando derechos fundamentales.

Javier, me dirás que eso de preservar derechos fundamentales es una lata. Es cierto, pero hay que preservarlos.

Javier el otro 12 agosto 2020 - 6:15 PM

Nadie impide la libre circulacion. Cualquier habitante de una provincia puede visitar la Habana y viceversa. De hecho, tengo familiares en otras provincias que nos visitan y jamas han tenido un problema. Nadie tiene que pedir una visa o un permiso. Lo que no puede haber es el relajo que estaba sucediendo y estaba empeorando los problemas para el resto de los que si residen, viven y trabajan alli. Esos tambien tienen derechos que hay que preservar. Y aunque no lo puedo asegurar, pero no me sorprenderia que muchos de los que hoy viven en esos nuevos “llega y pon” , son precisamente a los que me referia mas adelante.

Sanson 13 agosto 2020 - 5:42 AM

No se esta hablando de visitar sino de residir y cualquiera que obstente la residencia permanente de un pais tiene el derecho a habitarlo en el lugar que prefiera sin ni siquiera pedir permiso.Solo tiene que mudarse y despues viene el simple tramite de actualizar documentos como la licencia de conduccion u otros que cumplen tambien la funcion de identidad..
Lo de los “llega y pon” que ocurre en Cuba es inherente al pais donde la propia gente oriunda de una region o provincia, en infinidad de casos, no tiene en ella donde vivir , lo hace hacinado o en lugares inhabitables.
Por lo demas eso de vivir “del invento” es algo tambien inherente al resultado de la gestion del gobierno en las ultimas decadas y un gran por ciento de la poblacion lo hace viva donde viva ante la imposibilidad establecida por las leyes cubanas de no dar oportunidades reales a los emprendedores frenando asi las fuentes de empleo y desarrollo social..
Lo que queria expresar es que si vives en oriente y eres carpintero o medico y prefieres vivir en otra parte del pais donde eres ciudadano (digamoslo asi) nadie tiene el derecho por ley a frenarte en tu empenno.
Si es asi pondria en duda si los ciudadanos cubanos lo son en realidad o no.

Nilda Bouzo 15 agosto 2020 - 5:08 AM

La verdad no le temo a una inmigración extranjera, porque soy modelo 1942 y la conocí y no afectó al pais sino ayudó mucho, sobre todo a la clase de menos posibilidades.
La mayoría de los países siempre han tenido inmigrantes de todas partes del mundo. En 1959 yo tenía 17 años y recuerdo a los polacos vendiendo sus telas por mínimos centavos la vara, en la calle Muralla, los “Tren de lavado” de los chinos que eran expertos en dejar impecable lo que se les entregaba, incluida la garantía de hervir a conciencia la ropa de cama y toallas, los polacos que vendían adornos y prendas a plazos, otros chinos con mas posibilidades eran dueños de bodegones que vendían cuanto alimento importaban sin intervención ni restricción del gobierno siempre que pagaran los impuestos correspondientes, como hacen aquí hoy día en muchos restaurantes VIP, por llamarlos de alguna manera y que es un misterio a quienes pertenecen.
Y desde luego, tambien estaban los dueños cubanos de todo tipo de comercio o negocio grande, mediano o pequeño.
Nosotros no teníamos que ir lejos para comprar lo que necesitáramos. En LA QUINCALLA DE MARÍA, a dos cuadras de casa, en Avenida de Acosta, entre D’Strampes y Figueroa, comprábamos por catálogos, y en cinco días recibíamos el artículo que habíamos “encargado”. algo así como hace AMAZON, salvando las distancias por el tiempo que todo lo desarrolla… en países normales, desde luego.
Pero todas esas compraventas las hacía el dueño del establecimiento directamente con el comercio del país donde el consumidor pidiera, o en su sucursal que tuviera en Cuba.
Y No tengo duda, porque mi padrastro, técnico especializado en radioelectrónica de aquella época compraba por catalogos las piezas japonesas, legítimas, porque las consideraba de la más alta calidad. A los EU solo “encargabamos” los vestidos de LANA LOBBEL, aún perteneciendo a la clase obrera.
Todo eso se esfumó como parte del plan de control absoluto de lo que se hiciera o moviera en el país.
Estoy segura que ningún cubano inteligente y emprendedor prefiera ser extranjero en el mejor país si pudiera importar libremente su mercancia y tener aquí su negocio propio pero con la absoluta garantía de que no amanezca un día y le hayan cambiado todo de palo pa rumba.
¡Cuánta riqueza por concepto de impuestos no ha perdido el país en 60 años por el capricho de controlarlo todo!
En Cuba existen inteligencias, no salidas de arriba sino del pueblo, de sentimientos revolucionarios, bien preparados para negociar en cualquier sector de la economía dejándole buena ganancia al Estado. Pero para qué arriesgarse aquí sin garantía, maltratados y subestimados por ser precisamente cubanos cuando pueden obtener verdadero éxito fuera aunque les cueste la separación de sus seres queridos y la nostalgia de llevar una vida próspera apartados de su entorno familiar para convertirse solo en el soporte económico de sus más allegados.
Y ahora me viene a la mente la idea de que todos aquellos inmigrantes residentes en Cuba que más o menos habían tenido éxito en sus negocios, venían huyéndole al comunismo. Estoy segura que jamás ninguno imaginó que un día se le repetiría la misma historia, como sucedió.
Hoy la juventud cubana emigra, porque al contrario de los de mi generación (que en algún lugar de nuestros corazones nos sentimos todavía parte de este proceso, deseando tantas veces no haber perdido aquella ilusión que un dia nos hizo vibrar de felicidad y de amor al prójimo, y a todos los que de alguna manera recibieron un beneficio con el que nunca soñaron se les daria, aunque fuera de viejos, disfrutaríamos todos de una paz y bienestar que ya nunca volvimos a tener desde 1959 cuando desmontaron el pais para crear uno nuevo, “revolucionario” cuando lo que tenian que hacer era echar a andar lo que no funcionaba.
Ahora seríamos una ancianidad machacada por el tiempo y el duro trabajo, pero felices de haber echado rodilla en tierra para dejarle a nuestros hijos y nietos el fruto de nuestro sufrimiento que infelizmente hasta hoy no vemos.
Y nuestros hijos y nietos no sienten ningún compromiso moral ni con la Revolución ni con los que la dirigieron durante 60 años. Como conocen nuestras frustraciones y miserias, para ellos no tiene caso hacer un experimento del cual ya tienen el resultado.

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