Los modelos de socialismo

por Consejo Editorial
modelos

La reciente conmemoración del 40 aniversario del inicio de las reformas en la República Popular China que dieron lugar al llamado socialismo con características chinas, puso nuevamente en el orden del día el tema de los modelos de socialismo. La discusión es tan vieja como la aparición del ideal socialista y ya José Martí, quien incluía en ese concepto a todo el pensamiento defensor de los intereses de la clase obrera y el establecimiento de una nueva sociedad, advertía: “Socialismo.- Lo primero que hay que saber es de qué clase de socialismo se trata”.[1]

Cuando los bolcheviques tomaron el poder en Rusia no implantaron el socialismo al que aspiraban, sino el que pudieron, marcado por las condiciones de vida o muerte que les imponían la guerra civil, la invasión de 17 ejércitos extranjeros y el bloqueo total de los estados burgueses. Fue llamado Comunismo de Guerra (1918-1921) y desde entonces se discute si fue un modelo para construir la nueva sociedad, o un conjunto de medidas desesperadas para defender el poder obrero ante sus numerosos enemigos internos y externos.

Lograda la victoria y ante la necesidad de resanar las heridas dejadas por el gigantesco esfuerzo de guerra, se instauró la Nueva Política Económica (NEP), modelo que reabrió cauces a la existencia de la producción mercantil, el interés material, la propiedad privada y las inversiones extranjeras en la URSS. Con claridad meridiana, Lenin la llamaba capitalismo de Estado y consideraba que ideológicamente era un retroceso necesario y transitorio hacia un Estado de economía mixta.

Luego de la muerte de Lenin, y consolidada la hegemonía burocrática con la conquista por Stalin del poder absoluto (1928), este decidió sustituir la NEP por la industrialización acelerada y la colectivización forzosa. Surgió así el modelo del socialismo estatizado al que los estalinistas, para defenderse de sus críticos internos y externos, denominaron triunfalistamente socialismo real. El espíritu del nombre era similar al del estribillo de aquel hit del Médico de la Salsa que proclamaba: “somos lo que hay, somos lo máximo”; es decir: lo tomas o lo dejas, me copias o no tienes derecho a existir como socialismo.

Tras la victoria en la guerra mundial, el modelo fue injertado a los países ocupados por el Ejército Rojo y luego asumido por las revoluciones china, vietnamita y cubana, con más o menos reticencia. De ahí que haya sido verdaderamente histórico el paso dado por los comunistas chinos en 1978, cuando decidieron abandonar aquel patrón y establecer una forma radical de socialismo de mercado que los ha llevado a alcanzar indiscutibles éxitos.

Pocos años después, en 1986, los gobiernos comunistas de Vietnam y Laos decidieron adoptar sus respectivos proyectos de socialismo de mercado. El primero lo inició cuando el VI Congreso del Partido Comunista de Vietnam abandonó el modelo estatista y adoptó reformas conocidas como Doi Moi (Renovación). Con ellas se promovió la propiedad privada en el campo y la industria, se abrieron las puertas a la inversión extranjera directa, al tiempo que el monopolio político del PC se mantenía incólume. El resultado ha sido tan exitoso que hoy la economía vietnamita es la de más rápido crecimiento en el mundo.

Los comunistas laosianos del Pathet Lao aplicaron un “nuevo mecanismo económico” con el fin de introducir reformas destinadas a estimular el sector privado, la regulación mercantil y la descentralización de las empresas. No obstante, el atraso de sus fuerzas productivas no les ha permitido despegar y la agricultura de subsistencia sigue siendo la rama principal de su economía que solo ha logrado acelerar su crecimiento en el nuevo milenio.

En el ínterin, todos los países de la otrora poderosa comunidad socialista europea renunciaron al socialismo y retornaron al capitalismo en procesos más o menos traumáticos. Hoy por hoy, solo dos países: la República Popular Democrática de Corea -con su Idea Zuche, de vieja raíz estalinista- y Cuba, conservan vigente el modelo de socialismo estatizado y centralmente planificado. Hasta el momento Cuba no ha roto los cabos que la atan a ese modelo históricamente descartado, ni con el Proceso de Actualización, los Lineamientos, el Plan 2030 y la nueva constitución del 2019.

De los modelos de socialismo, mi favorito es el cuasi ideal autogestionario y participativo, basado en la economía social. Su único antecedente histórico fue la República Federal Socialista de Yugoslavia (1946-1991), creada por Yosif Broz Tito, quien fuera baluarte de la resistencia socialista ante el pretendido hegemonismo de Stalin. Este modelo, donde los colectivos laborales asumieron la administración de sus respectivas empresas, se concretó en un estado descentralizado territorialmente, fundador del no alineamiento a la geopolítica bipolar de entonces.

Cuando se autodestruyó el bloque socialista europeo, la orgullosa Yugoslavia socialista se tornó inadmisible para el capitalismo unipolar, que propició su cruel desmembramiento mediante la exacerbación de los nacionalismos internos que condujeron a las sangrientas guerras yugoslavas (1991-2001)las cuales asolaron la rica y vigorosa federación y la fracturaron en siete países independientes.

Hoy, los preceptos de la autogestión socialista están latentes de alguna manera en procesos del llamado Socialismo del siglo XXI (Venezuela, Bolivia) donde la economía mixta, el fomento de las propiedades cooperativa y comunal y las formas de participación política directa otorgan un contenido más democrático y libertario a las relaciones socialistas.

En la Cuba actual crece lentamente la tendencia a luchar por arrimar nuestro proyecto socialista a este modelo, más afín al régimen de “productores libres” al que aspiraron Marx, Engels y casi todos los verdaderos socialistas que en el mundo han sido. En esta hora de reformas vitales al proyecto cubano habrá que bregar incesantemente por introducir estos elementos en nuestro modelo como parte del proceso de creación heroica del socialismo latinoamericano.

[1]“Cuaderno de Apuntes” No 18. OC. T21, p. 386.

9 comentarios

Cuba Nuestra 21 enero 2019 - 11:49 AM

Muy de acuerdo, no conozco a un ex yugoeslavo que no sienta nostalgia por el modelo autogestionario establecido en su antigua patria por Tito, tan amigo de la Revolución Cubana y tan negado en nuestras universidades por décadas. Comparto el artículo.

milblogscubanos 21 enero 2019 - 1:07 PM

Interesante texto que da pie a profundizar en las señas de identidad del modelo cubano. Como la parte más difícil creo que es cómo lograr el desarrollo económico, ahí es donde quienes se dedican a ello, deben dedicar no unas horitas sino dejarse las pestañas hasta medianoche para leer, conocer, comprender, y proponer reformas y propuestas concretas de desarrollo. No basta con ampliar el tejido comercial de pequeños negocios, sino que además de la inversión extranjera, que por lo que se observa avanza muy lentamente, se precisa ampliar no solo el sector cooperativo sino también el sector estatal industrial en los casos en que se requiere capital propio que las pequeñas y medianas empresas no pueden reunir: esas empresas son las que se definen en la constitución como “empresa estatal socialista” y supone que el sector público abarca no solo sanidad, educación, comunicaciones, etc es decir los sectores estratégicos, que requieren fuerte inversión y parte de sus industrias auxiliares, algunas estatales, otras privadas y compitiendo entre ellas.

Eduardo Matruano 21 enero 2019 - 1:33 PM

Es sabido que el Che proponía un modelo socialista basado en el sistema presupuestario de financiamiento contrapuesto al modelo del cálculo económico practicado en Polonia, parte de la URSS y Yugoslavia. Respecto de esta última y su modelo de socialismo el Che concluía que el socialismo yugoslavo era, en verdad, una bolsa de gatos, de todos peleando contra todos.

Te dejo sus conceptos para que reflexiones sobre tus pesadillas acerca de la sociedad socialista: “Todas las colectividades de Yugoslavia, ya sean campesinos u obreros industriales, se guían por el principio de los que ellos llaman autogestión. Dentro de un plan general, bien definido en cuanto a sus alcances pero no en cuanto a su desarrollo particular, las empresas luchan entre ellas dentro del mercado nacional como una entidad privada capitalista. Se podría decir a grandes rasgos, caricaturizando bastante, que la característica de la sociedad yugoslava es la de un capitalismo empresarial con una distribución socialista de las ganancias, es decir, tomando cada empresa, no como un grupo de obreros sino como una unidad, esta empresa funcionaría aproximadamente dentro de un sistema capitalista, obedeciendo las leyes de la oferta y la demanda y entablando una lucha violenta por los precios y la calidad con sus similares, realizando lo que en economía se llama libre concurrencia. Pero no debemos nunca perder de vista que las ganancias totales de esa empresa se van a distribuir, no en la forma desproporcionada de una empresa capitalista, sino entre los obreros y empleados del núcleo industrial.” (Carlos Tablada: “Acerca del Pensamiento Económico de Ernesto Che Guevara”, Universidad de La Habana, Vicerrectoría para las Ciencias Económicas, 1987, pp. 67-68.)

Eduardo Maturano
(Argentina)

jagger zayas querol 25 enero 2019 - 3:19 PM

Comprendo su admiración quizás por el pensamiento del Che, a quienes veneramos todos.
Sin embargo, en su artículo “El Socialismo y el hombre en Cuba” el Che apunta como “armas melladas del capitalismo”, la existencia y funcionamiento de la Ley del Valor y la de la Oferta y la Demanda en el socialismo generalmente aceptado en la europa Oriental, China y Viet Nam (llamado Socialismo Real, que en realidad no lo era).
Marx y Engels trazaron una visión de la sociedad socialista como primera etapa de la sociedad comunista, en la que continuarían existiendo las diferencias sociales y no tan alta productividad del trabajo, la que impediría la fórmula de distribución comunista (con arreglo a la necesidad y no al trabajo -como es en la fórmula de distribución socialista) y continuaría la presencia del dinero como expresión del valor y la producción necesariamente tendría que seguir siendo mercantil y existiría la competencia en el mercado.
Pero ese trazo fue a grandes rasgos.
El cambio de régimen económico social que trae la revolución socialista implica no sólo cambiar el modo en que se distribuye la riqueza, no es un cambio de modo de distribución, sino de PRODUCCION, en el que los hombres dejaran de estar relacionados como patrones y asalariados -que es la verdadera “arma mellada del capitalismo” porque es la que genera la plusvalía de la que se aprovechan unos a expensas de los demás en virtud de su propiedad privada sobre los medios de produccion que emplea esa fuerza de trabajo asalariada.
Esa es la causa histórica más profunda del derrumbe de aquel “socialismo real”: continuó con las relaciones de produccion capitalistas, aunque el “patrón” no era ya un propietario proivado, sino el Estado que supuestamente, era de obreros y campesinos y que por efecto de la determinacion del ser social sobre la conciencia social, se trastrocó en el Estado Burocrático de la élite en el poder y condujo al estancamiento y freno de las fuerzas productivas hasta que implosionó como previsoramente alertó el Che.
Admitir que la conciencia puede crear la riqueza es una concepción totalmente idealista y lo más alejada del marxismo (porque presupone que la conciencia social determina al ser social y no a la inversa como demostraron Marx y Engels que ha ocurrido y ocurre en la Historia) y conduce más rápido que lo imaginado, al fracaso de una sociedad y economía que se basara sobre estos pilares que son los pilares del “Sistema Presupuestario de Financiamiento”
La llamada “Propiedad Social de Todo el Pueblo” (lo que es de todos no es de nadie), sólo puede darse en la sociedad comunista, en la cual los hombres satisfacen sus necesidades a partir de la riqueza creada por la sociedad y no con arreglo a su aporte. En ese caso, nadie tiene que apropiarse de los bienes sociales para satisfacer sus necesidades, a la vez que la educación comunista de consideración ética hacia el prójimo en esas nuevas condiciones, hace nacer los escrúpulos y valores que destierran los vicios, males y delitos que tanto marcan al capitalismo.
La definición de Marx de que el socialismo era la asociacion libre de los productores (lo que los convierte en propietarios y trabajadores a la vez), los hace verdaderos dueños de sus destinos porque tienen decisión inmediata sobre qué producir, cómo producirlo, cómo venderlo (o cambiarlo en el mercado por sus equivalentes en forma de dinero), etc.y no el simulado “sentido de pertenencia” que es totalmente falso.
Es cierto que el Socialismo sucumbió tambien en Yugoslavia, pero no porque implosionó, sino bajo las botas de la OTAN en la guerra contra Milosevic y Kosovo propiciada por el cambio desfavorable de la correlacion de fuerzas internacionales entre el imperialismo y la desaparecida Unión Soviética y el Pacto de Varsovia, aún cuando Yugoslavia no pertenecía formalmente a ese Pacto.
Cuba no ha cambiado el modo de producción. Su modo de producción sigue siendo en base al trabajo asalariado a favor del Estado (Capitalismo Monopolista de Estado) y si bien, este Estado tiene vocación social y por el pueblo, no puede impedir que esas relaciones de producción socaven la educación socialista que hemos pretendido que forme al hombre nuevo como quería el Che, pero el discurso se va separando de la realidad económica de la diferenciación social exagerada en base a la explotación de los obreros contratados por particulares, más la distribucion de la plusvalía (exagerada por la especulación) entre los comerciantes en la esfera de la circulación, pero con origen en la esfera de la produccion que es donde se obtienen los recursos económicos para acudir a ese mercado inescrupuloso que altera hasta el pesaje para hacer mayor el lucro y el robo contra la inerme población, lo que desmonta poco a poco los ideales sembrados a través de la educación y la compulsion social oficial.
Sólo discrepo del post, cuando dice que “en Cuba crece lentamente la tendencia a luchar por arrimar nuestro proyecto socialista a este modelo, más afín al régimen de “productores libres”. La realidad dice que no es así, que nos acercamos aceleradamente a los modelos chino o vietnamita, que la cooperativa socialista no es una opción priorizada (es muy importante distinguir la cooperativa socialista de la cooperativa capitalista-ver la CONCOBOL de Bolivia y las “cooperativas” de los mineros-) cuando en realidad sí lo está la pequeña y microempresa privada capitalista aquí llamada eufemisticamente “cuentapropismo”

juan 21 enero 2019 - 3:08 PM

No creo que ningún estado comunista según lo ideado por Marx funcione.

Los estados comunistas mencionados en el artículo (China y Vietnam principalmente) que han empleado el llamado Socialismo de Mercado no es más que un capitalismo disfrazado, donde el comercio funciona como el mejor capitalismo de libre mercado y esto lo fundamento en que las grandes transnacionales o cualquier capitalista sin complejos, invierte e instala industrias y lucra con el bajo valor de su mano de obra dentro de esas naciones y con la venia de sus dirigentes comunistas y después el estado le cobra sus impuestos y no hay nada más parecido al resto del mundo que eso. Lo que le queda de comunismo es el poder en manos de unos pocos, siempre un solo partido para que prevalezca una sola idea aunque sea torcida por toda una eternidad. Su virtual éxito económico no es por la forma de gobernar o dictar políticas económicas siempre autoritarias; sus logros en materia de desarrollo está en libre mercado que aunque con algunas restricciones no deja de ser libre mercado y ahí está el éxito porque para distribuir riquezas primero hay que crearlas.

El socialismo tiene tres contradicciones que no ha podido resolver:
Si un hombre no trabaja es un desempleado (con todo lo que ello implica, miseria y ademases) y hay que luchar por satisfacer sus necesidades.
Si trabaja pasa a ser un explotado.
Si emprendes entonces pasa a ser un explotador.
Entonces qué hacemos???……………..

Todavía nadie ha descubierto la fórmula para que una sociedad completa comparta los mismos sentimientos y los mismos intereses, partiendo por los mismos políticos que las dirigen, que en su totalidad ninguno sufre de las carencias del comunismo pues ellos la tienen segura.

Yendo de visita a Cuba y viéndola desde el exterior me da la impresión (mi impresión, puedo estar equivocado), que los políticos en Cuba (aclaro ninguno) son comunistas, sencillamente lo único que los une o los motiva es un adversario (el imperialismo) a quien hay que enfrentar a cualquier costo, sin medir consecuencias, aunque en ello el pueblo sufra carencias y necesidades, tal cuál se ve en las calles de Cuba conviviendo con los cubanos de a pie. Muestra de ello son las políticas económicas que han aplicado durante 60 años y han fracasado todas y sus convicciones se mantienen inamovibles.

En cuanto al socialismo del siglo XXI, al menos en Venezuela con Maduro es un fracaso total y abrumador; un país con las mayores reservas de petróleo del mundo (independiente del bajo precio en los últimos años), grandes reservas de oro y otros recursos naturales, es difícil explicar como puede tener una inflación de 1.000.000% según el Banco Mundial y un éxodo de venezolanos que marchan por miles a Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Brasil, Uruguay y Argentina (de a pie), los que vivimos en el sur del continente lo vemos llegar, no nos lo cuenta nadie.
Escuchando a Maduro considero que verdaderamente le falta preparación en todos los órdenes, pero principalmente económica y sino qué podemos pensar de la teoría económica refrendada por Maduro el pasado agosto de 2018 la teoría “Cero mata Cero”. Además reconoce que el venezolano otrora ganaba 300 USD al mes y hoy gana escasamente 1 USD y no lo digo yo, lo dice él, por propia boca, orgullosísimo de haber parido, indoloramente, esa teoría que traería riquezas a Venezuela. (Si no conocen la teoría “Cero mata Cero” de Nicolás Maduro les sugiero que la gugleen o escuchen su discurso donde la refrendó y la podemos debatir).

Y reitero como fracaso el socialismo de Maduro porque Venezuela es el país más rico de latino-américa en cuanto a recursos, pudiendo con ellos generar riquezas y distribuirlos entre sus conciudadanos según versa el comunismo (a diferencia de Cuba que carece de ellos). Creo que la izquierda mundial y el Foro de Sao Paolo derrochó el potencial de Venezuela para poder demostrar si el socialismo es viable o no, aunque ya hay historia real y pasada ( no es una ucronía) de un país con mucho potencial como la ex Unión Soviética y ya sabemos como terminó.

manuel 22 enero 2019 - 4:44 AM

A mi como cubano, me gusta la organisacion actual del estado cubano.? NO
Hace ya un tiempo que dejo de gustarme ………por eso me fui.
No me gusta …….TODA la organisacion ? NO.pero una parte SI
Si no mis hijas y mis nietos NO continuarian vivendo alla .
Amen de la politica …….y de los politicos que SI determinan las vias economicas y el desarrollo individual y colectivo , Cuba , su sistema tiene cosas buenas a ofrecer a sus ciudadanos ……de los cuales otros estados estan muy alejados .
El pie de Aquiles de la Revolucion ha sido siempre su organisacion economica…… mas alla de la imperfecta y caprichosa escala en que se miden los derechos ciudadanos
Querer proteger a TODOS a TODA costa …….ha dado lugar a problemas sociales y economicos muy negativos trayendo como resultado la desprotecion de los que menos tienen………si no que hablen los casos sociales y los mendigos que caminan en la calle , que lo digan los vecinos de los cientos de “villas miserias ” que han crecido a lo largo de las grandes villas cubanas o los municipios desfavorecidos donde su unico central y fuente principal de trabajo…….desaparecio.
Con el tiempo …..la politca de pajaritos con la boca abierta nutrio al lupen proletario y las subculturas malevolas que lo acompanan ,
En lo économico, dio alas prohibidas a todo aquel que la “miseria” repartida por el estado para la supervivencia personal……………… NO satifascio sus nesesidades (ahi entro yo) .
Sin dejar de reconocer el impacto del bloqueo yanqui ……..existe un bloqueo a nivel de cuadros politicos que quiren resolver desde la teoria la contradicion de TENER sin TENER (nts)….mientras el tiempo pasa.
Los fenomenos economicos que vemos hoy son propiciados por la demora politica para dar a su poblacion…… la fuerza nesesaria de intervenir en la economia del Pais.
Profesionales jovenes que se van, profesionales jovenes que trabajan a su cuenta , profesionales jovenes que trabajan en plazas que nada tiene que ver con su diploma universitario, profesionales jovenes que trabajan ilegalmente ……..por poner un ejemplo sensible.
No volver al capitalismo es una cosa que NADA tiene que ver con mecanismos , medios , esquemas , que hacen de esos capitalismo una renovacion y una revolucion constante de su poder économico . Saber que utilisar y que no utilisar NO pertenece a un grupo de dirigentes decidirlo……………………en Socialismo real …..pertenece al pueblo. Y eso es asignatura pendiente en el Socialismo cubano.
Hay inconformidad general en estos momentos ……………..si se convierte en masa critica …..nos quedaremos sin NINGUN socialismo.
La masa desenfrenada ……..se lleva por delante hasta las cosas buenas que nunca deberian cambiar.

GB 22 enero 2019 - 8:15 AM

+100

juan 22 enero 2019 - 10:01 AM

En lo personal me es irreverente que el pueblo de Cuba cambie o no su sistema político, pero si es importante que si decide mantener el socialismo, ese socialismo traiga bienestar y prosperidad, según Marx.

Recordar que las gratuidades cualquiera sean (educación, salud, vivienda, alimentos, transporte, etc) en el fondo son bienes económicos y me explico:
El colegio hay que construirlo y cuesta dinero, al profesor hay que formarlo y cuesta dinero, al profesor hay que pagarle y cuesta dinero, los inmuebles del colegio hay que pagarlos, la manutención de los colegios hay que pagarlo, el personal administrativo y de servicio hay que pagarlo y todo ello para que un estudiante o grupo de estudiantes vayan a estudiar a los colegios es decir, las gratuidades son gratis para quien las recibe pero no para quien las entrega (en este caso el Estado que se nutre del trabajo o los impuestos de los ciudadanos).

Los dineros siempre son escasos incluso para las naciones más desarrolladas, por eso tienen déficit fiscales de decenas de puntos porcentuales en relación a su PIB, independiente de tener con cargo al fisco más o menos gratuidades a sus ciudadanos como los países nórdicos, Japón, EE.UU, España, Alemania, etc.

Dicho eso y siendo Cuba un país muy distante económicamente hablando a los países antes expuestos, debería replantearse como mantiene todas esas gratuidades y a qué costo.

Yo quisiera que todos fuésemos iguales, pero nunca iguales de pobre. Al menos que se salve alguien.

jagger zayas querol 25 enero 2019 - 1:46 PM

El post está muy bien.
Sólo no concuerdo conque “En la Cuba actual crece lentamente la tendencia a luchar por arrimar nuestro proyecto socialista a este modelo, más afín al régimen de “productores libres” al que aspiraron Marx, Engels…” (refiriendose al modelo que aproximadamente siguen Bolivia y Venezuela en la actualidad)
No hay indicios certeros de qu eesa tendencia esté creciendo aunque fuera lentamente.
LAs CPA y las UBPC no han florecido por la no existencia de un mercado mayorista donde adquirir sus insumos productivos, y siguen por tanto, dependiendo de las asignaciones centrales del MINAG a través de las delegaciones de ese ministerio en los territoriios, pero siempre bajo la premisa de que “tienes que cultivar lo que yo te exijo, o no te doy los insumos que están previstos para los cultivos priorizados o determinados centralmente” en ese caso, son halados por el narigón de un objeto social predeterminado al igual que lo fueron las empresas agrícolas o granjas estatales (y salvo excepciones como la Ceballos, la mayoría no han florecido como se esperaba)
En la esfera no agropecuaria, hay “cooperativas” que son en realidad empresas estatales con el disfraz de cooperativas y padecen de los mismos males que las empresas estatales y tampoco han florecido.
Por otro lado, es mucho más fácil y rápido obtener una licencia de “cuentapropista” (micro y pequeña empresa capitalista privada) que formar y sea aprobada una cooperativa no agropecuaria y hay otras muchas que no son aprobadas aunque hayan sobradas razones para que existan como las productoras de software, que bien podrían hasta exportar o sustituir importaciones.
Por eso y otras razones, no es apreciable esa tendencia como verdadera, salvo lo que la propaganda divulgue…

Los comentarios están cerrados.

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