Del racionamiento al «fraccionamiento»
Fue noticia esta semana que Cuba sigue enfrentando un gran desafío para garantizar la «canasta familiar normada» a todos los hogares del país en medio de la crisis económica.
A partir de una intervención del viceministro primero del Ministerio de Comercio Interior (Mincin) Yosvani Pupo Otero en el programa televisivo Mesa Redonda, toda la prensa oficial advirtió que los productos básicos racionados se repartirán de manera «fraccionada», a pesar de que este sistema de distribución tiene cuotas fijas desde que fuera establecido en fecha tan lejana como 1962.
El viceministro dijo que se trata de «una situación atípica» y dejó claro que se prolongará durante los próximos meses, a pesar de la colaboración del gobierno con donantes extranjeros y el apoyo del Programa Mundial de Alimentos.
Esto significa que la célebre «libreta de abastecimiento», asumida desde hace años como un símbolo de escasez más que de distribución equitativa, ha sido una de las víctimas más sensibles de la actual crisis económica.
La muerte de esta cartilla de racionamiento, que ha sido debatida en otros tiempos, no está en discusión ahora. Simplemente no hay productos suficientes para garantizar los mínimos acordados en el plazo establecido.
Opinamos que la libreta sigue siendo un recurso útil, pero que no debería ser una opción universal. Por razones objetivas, las subvenciones de este tipo se enfocan en los grupos vulnerables.
Es probable que el racionamiento sea más eficiente si se limita a proteger a los grupos que más lo necesiten, en vez de funcionar como un sistema paralelo al mercado que no tiene la menor sustentabilidad en su dimensión actual, pues al final no logra cubrir la alimentación básica de ningún ciudadano.
No obstante, para lograr el éxito de esta transición habría que disponer también en el mercado de un abastecimiento elemental de aquellos productos básicos —como el arroz, el azúcar, la sal…— aunque no sea a precios subsidiados.
Regresa la carne rusa, pero en MLC
Y es noticia que la inversión extranjera, tan reclamada por unos y rechazada por otros, llega al comercio minorista.
Este 16 de noviembre se firmó un contrato entre la empresa italiana Italsav y la cubana Tiendas Caribe para operar, a partir de 2024, el centro comercial Variedades Galiano Casalinda, ubicado en el corazón de la capital cubana. La prensa oficial señaló que es el primer convenio de este tipo que se concreta en el país.
Al comienzo de sus operaciones, la nueva tienda de administración extranjera ofrecerá un servicio online para comprar en Cuba desde el extranjero. En la siguiente fase, cuando ya esté abierto el centro comercial, venderá en moneda libremente convertible (MLC).
Pocos días antes, el pasado 11 de noviembre, la empresa RusMarket reveló que se está preparando para abrir una tienda productos rusos en Cuba.
La futura irrupción en el mercado minorista cubano de una empresa rusa ya había sido revelada en abril de este mismo año por Boris Titov, el presidente del Consejo Empresarial Rusia-Cuba.
En ese momento, el funcionario dijo que la casa comercial rusa debería ser «un importador mayorista único». Y afirmó algo más revelador: RusMarket, que tiene participación cubana con la empresa Cimex, fijaría «independientemente» los precios de los productos en el mercado minorista.
Esto significa que, con tal de atraer la inversión, el gobierno está dispuesto a renunciar a privilegios comerciales que habían tenido hasta el momento sólo las empresas estatales.
Nuestra opinión es que estos proyectos de carácter importador y estrictamente comercial, no tendrán un papel significativo en la estrategia para remontar la crisis de la economía cubana, pero sí contribuirán a dinamizar actividades que hasta el momento estaban totalmente desempeñadas por un solo actor.
Que las empresas del Estado tengan competencia y que, además, esos competidores tengan autonomía para diseñar su aspiración de rentabilidad, sin excesivas intervenciones, abrirá un nuevo capítulo en el ámbito comercial cubano.
Es obvio que —a diferencia de los viejos mercados con productos rusos— en ambos casos se trata de empresas capitalistas, que buscan insertarse en una Cuba que en las condiciones actuales aceptará casi cualquier forma de inversión extranjera.
El público meta de estas nuevas tiendas serán los empresarios cubanos y un sector de la población —no mayoritario— con acceso a divisas. Una clase trabajadora descapitalizada, como la cubana, no es un mercado aceptable para estas empresas que prueban fortuna en la Isla. ¿Lo será algún día?
¿Se celebró o no, el cumpleaños de La Habana?
La noticia es que también este 16 de noviembre que la ciudad de La Habana celebró su aniversario 504. La noticia, de valor principalmente cultural, provocó reacciones encontradas en la prensa y en las redes sociales que exponen, una vez más, los extremos de la politización acerca de casi cualquier asunto relacionado con Cuba.
La prensa oficial y los partidarios del gobierno resaltaron la belleza de la ciudad y su significado para nación. La agencia Prensa Latina afirmó, sin ofrecer detalles, que La Habana llegó a este cumpleaños «inmersa en un proceso de restauración de numerosos centros y una amplia realización de actividades».
La Agencia Cubana de Noticias se refirió a las obras realizadas en el parque de Jústiz, próximo a la Avenida del Puerto, convertido ahora en «un sitio multifuncional» ajardinado, y a la entrega de viviendas rehabilitadas para familias que residían en hogares de tránsito. Según la nota, fueron entregados 24 apartamentos, ubicados en edificios de valor patrimonial.
Mientras tanto, la prensa no estatal y numerosos perfiles de opositores en redes sociales señalaron la crisis urbana en que sobrevive la capital cubana, donde se reportan derrumbes frecuentemente. Diario de Cuba, un periódico opositor que tiene su redacción en España, dijo que La Habana vivía la conmemoración «sin festejos».
Esto significa que la polarización política que afecta los debates en Cuba ha llegado tan lejos que se publican versiones totalmente contrarias del mismo evento, en este caso una conmemoración histórica.
Este incidente deja muchas preguntas. ¿Quién dice la verdad? ¿Ambos dicen una parte de la verdad? Y finalmente, ¿cómo escapar de este círculo vicioso?
Nuestra opinión es que hay que desconfiar de cualquier relato que carezca de matices. Una versión demasiado elogiosa o, por el contrario, en exceso pesimista, de seguro estará omitiendo datos significativos en particular si se trata de un contexto tan paradójico como el cubano.
Otra pista para detectar los sesgos es la cantidad de información que ofrezca cada una de las partes. Si predomina la opinión tendenciosa en un determinado texto, es muy probable que nos estén instrumentalizando, si no hay una parte del discurso basada en hechos verificables.
La caravana que no pudo salir
Por último fue noticia que una caravana LGBTIQ que pensaba llegar a varias provincias, fue suspendida. ¿La razón? El «mal funcionamiento» del sistema de instituciones comunitarias del Ministerio de Cultura.
Así lo informó el activista LGBTIQ Yoelkis Torres Tápanes, coordinador del proyecto sociocultural Afroatenas, con sede en Matanzas. Según el comunicado, pensaban efectuar talleres de formación de activistas, encuentros con la ciudadanía y «acciones culturales de impacto en las comunidades».
La caravana, además del apoyo oficial, que finalmente no se concretó, también contaba con la colaboración del gobierno de Canadá.
Torres insistió que la caravana estaba bien coordinada y contaba con la aprobación de las autoridades de Cultura. Sin embargo, terminó suspendida aparentemente por falta de coordinación en las Casas de Cultura implicadas en el proyecto.
Esto podría significar, teniendo en cuanta la poca información disponible, que muchas instituciones, en este caso el Ministerio de Cultura, no tienen una conciencia exacta de lo urgente que sigue siendo la promoción de los derechos LGBTIQ.
Opinamos que, a pesar de la entrada en vigor del Código de las Familias en 2022 y de la aprobación de otras normas que protegen a las personas LGBTIQ de la discriminación, siguen pendientes de solución varios problemas relacionados con la identidad de género y la orientación sexual en determinados sectores e instituciones, así como la educación ciudadana sobre estas problemáticas.
En el momento en que se suspendió la caravana, todavía está bien reciente el ataque transfóbico contra Roxana Suárez, ocurrido el 4 de noviembre en la misma provincia de Matanzas.
Por otro lado, grupos religiosos fundamentalistas siguen promoviendo la exclusión de las agendas a favor de los derechos LGBTIQ de en el discurso y las políticas públicas. Incluso han logrado, a base de presión, que suspendiera hasta hoy la ejecución de un programa integral de educación sexual en las escuelas del país.
Con estos hechos a la vista, la caravana suspendida parece muy necesaria. Esperamos las instituciones «se coordinen» que puedan realizarla en algún momento. ¡Mucha suerte para el activismo de Matanzas!
1 comentario
Ni la libreta de abastecimientos, ni el fraccionamiento de la entrega de los productos va a suplir la necesidad de alimentos de la población. Mientras vendan los productos en dólares y paguen en dinero cubano no se resolverá el problema. Mientras la nueva casta social dirigente tenga de todo mientras que el pueblo carezca de lo más elemental el problema seguirá. La única solución es que el pueblo tome el poder definitivamente y ajusticiar a los bribones.
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