Juventud revolucionaria vs filosofía de la parálisis

Getting your Trinity Audio player ready...

La generación del treinta no lo fue solamente por la diferencia cronológica con sus predecesores. Lo que la convirtió en una generación fue su carácter transgresor, pues, como afirmara con acierto Joel James Figarola era un grupo en proceso de fractura generacional con quienes habían detentado “el monopolio político del mambisado” y sus principios rectores: caudillismo y dependencia: “al desembridarse de la guía de los viejos caudillos, rechazar la instrumentación por la cual esta se realizaba y romper con la ascendencia mágica de unos y otros sobre la política cubana, los hombres del 25 están cometiendo el acto de toma de conciencia, reafirmación propia y definición de posibilidades y deberes más importantes en toda nuestra historia republicana”.[1]

Mucho tuvieron que batallar para rechazar la “ascendencia mágica” de aquellos hombres que, en verdad, fueron los líderes de una revolución independentista, pero que ya, tras años de desgaste, habían envejecido, y con ellos una retórica discursiva inoperante que condujo al país a un callejón sin salida.

La juventud debía romper con el control absoluto del grupo de poder que dirigía la política en Cuba, pero para ello debía despedazar también su discurso monopolizador de la verdad. Lo primero fue lograr medios de expresión propios, que reflejaran sus aspiraciones, promovieran el debate en torno a sus inquietudes —culturales y cívicas— y gestaran aptitudes de pluralidad y contrastación de ideas como vías para encauzar las transformaciones que necesitaba Cuba. Actitudes como la Protesta de los Trece, grupos como el Minorista, publicaciones como Venezuela Libre —después América Libre—, Social, Avance, Política, entre otras, serían las encargadas. Sobre la necesidad de transparencia informativa se pronunciaba en 1928 Revista de Avance: “La conciencia de un pueblo no puede madurar si se le tiene de continuo sujeta a una tutela, ni mejorará su salud porque se le prescriban dietas de información. Tenemos que cultivar nuestra facultad de discriminar, y para ello es menester que se nos permita acceder al mayor volumen posible de elementos de juicio —justos o errados, bien o mal intencionados”.[2]

La segunda barrera a destruir para definirse como generación sería la filosofía epocal. La generación del treinta se había formado bajo la influencia teórica e ideológica del Positivismo, corriente filosófica que desempeñó en nuestro continente una función progresista, dada su confianza en el desarrollo de las ciencias, la cultura y la sociedad; el énfasis en el papel de la educación; y su apego a las concepciones del liberalismo. Sin embargo, había un elemento que la tornaba conservadora; era su concepción del desarrollo, que estuvo signada por la casi reverencial admisión de una especie de fatal e inexorable destino humano hacia el progreso, que hacía innecesaria la ruptura violenta del orden. En momentos de crisis económica, cada vez mayor dependencia al capital norteamericano, y gran corrupción política, el Positivismo había agotado sus propuestas.

No obstante, como veremos, la ruptura no estaría libre de errores. El rechazo a los viejos políticos y a su visión positivista de la sociedad cubana se llevó a extremos, con la manifestación entre los nuevos intelectuales de una respuesta filosófica marcada por el pesimismo y el apoliticismo. Esta emergió, más que como una corriente, cual un conjunto de tendencias y posiciones que tuvieron como característica común el espiritualismo o irracionalismo. Sus propuestas se basaban en la búsqueda de la espiritualidad; en ideas románticas sobre las culturas autóctonas del continente americano; en rescatar la sensibilidad, el misticismo, la belleza y la emotividad. Fue loable su interés en recuperar al hombre como centro de las inquietudes filosóficas, su humanismo, y los aportes que realizaron a la teoría de los valores y a la axiología en general. A estas concepciones se debió el rescate del pensamiento martiano y su verdadera difusión en Cuba.

La Revista de Occidente, dirigida por el filósofo español José Ortega y Gasset, fue responsable de la difusión en Cuba de esas ideas, en gran parte provenientes de Alemania. Particularmente, la influencia de la obra de Hermann Keyserling (Livonia, 1880Austria, 1946), fue notoria en esta etapa. Ese filósofo y ensayista fue una de las personalidades más distinguidas de la cultura europea de su época. Se interesó en las ciencias naturales y efectuó un periplo alrededor del mundo en 1911, del que resultó su obra más célebre, Diario de viaje de un filósofo (1925), que describía sus visitas por Asia, América y Europa del Sur, y establecía comparaciones entre pueblos, culturas y filosofías. El pensador alemán se había convertido en un crítico del materialismo occidental, al que oponía como disyuntiva más atractiva la búsqueda de la perfección interior, tan propia de las filosofías orientales. El artículo “Hermann Keyserling, universitario”, publicado en Revista de Avance planteaba:

[…] No debemos esperar la reforma de los factores externos. El mal, la decadencia, está en nosotros mismos. La lucha debe entablarse contra nosotros mismos […] La revolución debe operarse en cada uno de nosotros; no en cada grupo, en cada clase […] La perfección interior se traduce mejor en individualidades que en multitudes.

[…] Nosotros no somos agnósticos. Necesitamos un nuevo mito, nuevas creencias. Nuestra fe no se limita a simples afanes científicos. Buscamos algo más hondo, más vital […]  Necesitamos nuevas concepciones religiosas y éticas […] debemos tender a la perfección interior de cada uno de nosotros. Despertemos nuestro yo interior.[3]

El desencanto por la república de generales y doctores, al combinarse con la idea de que lo “lo explicativo va predominando sobre lo agitador”, y de que el progreso debía entenderse como cosa  “hacia dentro” y no como el despliegue de las fuerzas externas —según afirmara Medardo Vitier en una reseña—[4], se convertía de este modo en una filosofía de la parálisis. Ciertamente, no existe nada tan conservador, tan sutilmente desmovilizador para las sociedades en crisis, necesitadas de cambios estructurales y de transformaciones profundas; que la apelación a un cambio de mentalidades, al rescate de valores o a la defensa de mitos y conceptos. Esto sería invertir el axioma materialista de que las personas piensan de acuerdo a como viven, y sugerir que transmutar las formas de pensamiento es suficiente para una evolución de la vida material de las sociedades.

La influencia de esas tesis se descubre en intelectuales progresistas como Waldo Frank, ensayista norteamericano y amigo del pensador marxista peruano José Carlos Mariátegui, que lo recomendara a la intelectualidad de la Isla durante la visita del primero, a fines de 1929. El norteamericano impartió tres conferencias en la Institución Hispano Cubana de Cultura; entretanto, los avancistas fueron excelentes anfitriones, le dedicaron un almuerzo y publicaron en su revista el mensaje a la juventud cubana:

Aceptad vuestra entera generación como un punto de transición, como una crisis de prueba, como un estado embrionario. […] Vivid hondamente, secreta, voluntariosa, astuta, nutriciamente, como ha de vivir el embrión. Conoceos a vosotros mismos, cultivaos, haceos mejores: preservad la semilla de la acción heroica, que está en vosotros. No la dejéis perecer porque no haya llegado aún su hora de alzarse al sol. Si persistís en vuestra vida embrionaria durante otra generación, Cuba nacerá por vosotros […]. Y, sobre todo, no exijáis resultados. Los resultados están en el mañana. Vosotros sois el hoy […].[5]

Algunos aceptaron esta propuesta. En cambio, Rubén Martínez Villena, Pablo de la Torriente Brau, Gabriel Barceló, Raúl Roa, Antonio Guiteras, Juan Marinello, y otros intelectuales revolucionarios decidieron ser el hoy y no el mañana de su tiempo. Porque para convertirse en una generación no se puede esperar al futuro.

[1]Joel James Figarola: Cuba 1900-1928. La República dividida contra sí misma, Arte y Literatura, La Habana, 1976, p. 265.

[2]  “Directrices”, Revista de Avance, no. 24, 15 de julio de 1928, p. 171.

[3] Jorge Núñez Valdivia: “Hermann Keyserling, universitario”, Revista de Avance, no. 13, 15 de octubre de 1927, pp. 12-13 y 25.

[4] Medardo Vitier: “El mundo que nace [de] El conde de Keyserling”, Revista de Avance, no. 19, 15 de febrero de 1927, pp. 57-58.

[5] “A la juventud cubana”, Revista de Avance, no. 42, enero de 1930, pp. 5-6.

Artículo anterior
Artículo siguiente

21 COMENTARIOS

  1. «—según afirmara Medardo Vitier en una reseña—[4], se convertía de este modo en una filosofía de la parálisis. Ciertamente, no existe nada tan conservador, tan sutilmente desmovilizador para las sociedades en crisis, necesitadas de cambios estructurales y de transformaciones profundas; que la apelación a un cambio de mentalidades, al rescate de valores o a la defensa de mitos y conceptos. Esto sería invertir el axioma materialista de que las personas piensan de acuerdo a como viven, y sugerir que transmutar las formas de pensamiento es suficiente para una evolución de la vida material de las sociedades.»
    xxxxxx
    Genial la frase de Medardo Vitier que usted cita, profesora. Es en mi opinión, por decirlo de alguna manera, es la radiografía misma de lo que sucede en la Cuba de hoy.

  2. Ummm…excelente trabajo profesora. Que tal si trasladamos esa reflexión al aquí y ahora?Gracias por poner conceptos y análisis profundamente documentados a temas que alguien no entrenado pudiera confundir con angustia existencial. Espero siempre con muy buenas expectativas sus trabajos en este foro. Feliz 2020. Le deseo que siga teniendo lucidez, objetividad y valentía.

  3. Interesante revisión retrospectiva. Me gusta que haya fuentes y contexto histórico.
    Pero mirar atrás y analizar es siempre fácil. Sobre todo si se hace buscando pistas y razones concretas. Mirar adelante es lo difícil porque, literalmente, no hay nada escrito.
    Me quedé esperando algo más interesante pues el título está muy bueno y actual. Conociendo otros artículos, me imaginé un análisis instructivo para explicar la crisis de liderazgo que desde hacecaños sufrimos los cubanos de hoy
    ¿Quiénes serán las personas que rompan el esquema contemplativo y paralítico dónde chapoteamos hoy? ¿Quiénes serán las personas que nos enseñen como hacer en vez de teorizar sobre lo que hay que hacer?
    Ojalá que los hijos o nietos de alguien que hoy vive. Al menos tengo el sueño que mis hijos o nietos se sientan orgullosos y a gusto de vivir y prosperar en su propio país

    • Necesariamente tienen que ser personas con visión y mentalidad prácticas, Luis Enrique, gente que piense de verdad en querer sacar el país adelante sin tantas retrancas ideológicas como ahora. Gente que sepa implementar sin miedo a perder el poder lo que en verdad funciona.
      Yo estoy completamente seguro que Cuba puede salir adelante si algún día contamos con un equipo de gobierno capaz e inteligente.
      Hoy nos come una parálisis gubernamental de leyenda que pareciera no tener fin.
      Se presentó una oportunidad única con Obama, pero fue rechazada de plano por la clase gobernante por miedo a perder el control absoluto sobre la sociedad. Todo se quedó en embajadas, banderitas, viajes de funcionarios y fotos, ¡muchas fotos!

    • No crea Luis Enrique, mirar atrás y reinterpretar la historia no es tan fácil como piensa, y siempre conocer el pasado es útil para reconstruir el presente, muchos de los obstáculos son los mismos, saludos

  4. Excelente Alina. Muy buen articulo, sin utopías y llamando las cosas por su nombre. La historia cubana no ha sido escrita con la fidelidad que seguramente algún día se logrará, cuando historiadores objetivos e imparciales indaguen con profundidad en los hechos.

  5. Que manera de disfrutar las publicaciones de la Prof Alina una pena que no haya ningún espacio donde publicarlo que no sea el digital en Cuba no existen los medios públicos de comunicación es algo que le deben al pueblo porque el financiamiento de los medios lo hace todo el pueblo e increíblemente no tiene acceso a los medios

    • Gracias a los foristas por sus comentarios, muchas felicidades a todos en el nuevo año, ojalá traiga mejores cosas a nuestra patria, tan necesitada de cambios.

      • Caray….hoy todavía es 18 y falta mucho para que llegue 2020, pero como se dice por aquí… lo que va delante, va delante..pero por si acaso. también feliz año nuevo a usted.

      • @ Alina, pues felicidades para Ud. también, como es mi costumbre en estas fechas, tomo mis vacaciones invernales y estoy rumbo a Oceanía. Saludos desde Vancouver ?

  6. A los cubanos les pasa como a los peces …..solo saben que viven en el agua hasta que llegan a otras orillas , entonces toman conciencia que otros mundos existen y comprendren que hay que cambiar para tener ascesibilidad a las buenas cosas de esos mundos……. liberandose de conceptos de vida y trabas ideologicas limites……. que ha impuesto el rey Nemos y su camarilla de tiburones.
    Hay que salirse del marco actual impuesto en Cuba…….para evolucionar como sociedad , el actual por reducionoista politicamente , limitador de las libertades individuales , poco emprendedor economicamente y empobrecedor de las mayorias …….ha fallado a su pueblo.
    Me gustaria persolnamente el desarrollo de un gobierno bajo conceptos de neoliberalismo ? No.
    Otras formas de organisacion economica incluso dentro del socialismo……se pueden.
    No basta avanzar en algunos marcos sociales como educacion y salud para todos si no avanza la economia de todos, que es en realidad la que va a garantisar el mantenimiento con calidad in crecendo de las ganancias sociales del sistema.
    A que precio y en que condiciones se mantienen hoy…..la ascesibilidad general a bienes y servicios siendo mas pobres y con menos recursos que nunca ?,
    NO solo por el bloqueo, la crisis general mundial y las condiciones de desigualdad del mercado mundial …..SON las propias trancas e interprertaciones tropicales de la Direccion de la Revolucion en la ideologia escogida para la organisacion del estado cubano ,EL PROBLEMA PRINCIPAL.
    El mejor ejemplo del fallo del sistema socialista cubano ……………..la vuelta de una alta burguesia cubana, donde la parentela y amigos de los historicos se estan repartiendo al Pais……. en contraparte con una mayoria doblemente pobre con una pseudocultura en expansion , donde las peores manifestaciones culturales y sociales crecen.

  7. Es peligroso conducir mirando continuamente por el espejo retrovisor. También en política. Más teniendo en cuenta el valor limitado de la experiencia en un tiempo cambiante cuando lo que es válido hace un siglo deja de serlo ahora porque las realidades son distintas.

    ¿Qué hacer cuando la experiencia no nos orienta bien? Entonces hay que recurrir al análisis racional del presente, algo mucho más complicado porque obliga a hacer actuar la inteligencia.

    En España en los años ochenta colapsó la industria textil de Cataluña después de más de un siglo de dominio. Eso coincidió con el comienzo del auge del conglomerado textil gallego Inditex, que se ha convertido en la mayor multinacional de manufactura y distribución de ropa del mundo. La industria textil catalana fracasó por culpa de su experiencia de un siglo que hizo que se enfrentase a los retos con recetas superadas. En contra Inditex disfrutaba de su falta de experiencia que hacía que encarase cada problema usando la lógica y aplicando soluciones nuevas.

    Porque al final en un mundo cambiante la lógica vence a la experiencia.

  8. En su ensayo La historia y las generaciones (1958), el viejo intelectual comunista cubano José Antonio Portundo ya se encargó de darle guiso a la vieja teoría de las generaciones (no al refrito de los estadounidenses Neil Howe y William Strauss reinventado en los noventas), desde posiciones marxistas. Yo daré mi humilde opinión sobre ellas aprovechando el curioso artículo. La teoría de las generaciones es un mito que agrada mucho a los jóvenes, creídos que será su generación la que podrá fin a una serie de males acumulados por décadas. Esta ilusión nace del hecho evidente de durante los cambios trascendentes sueles ser personas relativamente jóvenes las que parecen liderar la situación y también las también se usan como carne de cañón. Pero no nos llamemos a engaño, esa es la apariencia, la esencia del cambio radica en la evolución de estructuras y conflictos de intereses a lo profundo de la sociedad, cuyos ritmos resultan imprevisibles y solo cuando estallan es que resulta instrumentalizada la generación de turno. Ello explicaría, para el caso de Cuba, porque miembros de una generación (que no toda) se destacaron en determinadas épocas, 1868, 1895, 1933, 1953, metras que tres generaciones completas parecen dormidas y subordinadas a la última que se hizo del poder. La teoría de las generaciones es un mito que agrada mucho a los jóvenes, creídos que será su generación la que podrá fin a una serie de males acumulados por décadas. Esta ilusión nace del hecho evidente de durante los cambios trascendentes sueles ser personas relativamente jóvenes las que parecen liderar la situación y también las también se usan como carne de cañón. Pero no nos llamemos a engaño, esa es la apariencia, la esencia del cambio radica en la evolución de estructuras y conflictos de intereses a lo profundo de la sociedad, cuyos ritmos resultan imprevisibles y solo cuando estallan es que resulta instrumentalizada la generación de turno. Ello explicaría, para el caso de Cuba, por que miembros de una generación (que no toda) se destacaron en determinadas épocas, 1868, 1895, 1933, 1953, metras que tres generaciones completas parecen dormidas y subordinadas a la última que se hizo del poder.

    • La teoría generacional, cuando es absolutizada, arrastra remanentes del biologicismo positivista y puede confundir, es muy usual que se le utilice en la historia de la literatura, así lo hizo Portuondo. Pero sí es cierto que las generaciones políticas se caracterizan por su transgresión y por lecturas desacralizadoras de los precedentes políticos de su època, para hacerlo deben tener ciertas condiciones: grupos formales o informales, vehículos editoriales q los nucleen y una actitud de cambio, le recomiendo leer, en este mismo blog, mi artículo Diálogo generacional. Necesario pero… ¿ posible?, ahí desarrollo mejor estas ideas,saludos

      • Gracias por comentar mi comentario, Creo que lo que se entiende por generación es una construcción «realista» que intenta fragmentar arbitrariamente lo que de hecho es una continuidad, transgresiones las hay en todo momento, solo que cuando se dan las condiciones estas devienen en revoluciones, Reconozcamos «la generación» desde una perspectiva nominalista y todos contentos.

  9. En el excelente post de la profesora Alina, con justa razón, se afirma:
    “Ciertamente, no existe nada tan conservador, tan sutilmente
    desmovilizador para las sociedades en crisis, necesitadas de cambios
    estructurales y de transformaciones profundas; que la apelación a un
    cambio de mentalidades, al rescate de valores o a la defensa de mitos
    y conceptos. Esto sería invertir el axioma materialista de que las
    personas piensan de acuerdo a como viven, y sugerir que transmutar las
    formas de pensamiento es suficiente para una evolución de la vida
    material de las sociedades.”
    En el comentario que expuse respecto al post “La nueva izquierda”,
    recuerdo que
    “los escritos y discursos de Fidel y del Che en los años 60’s,
    expusieron el peligro, según ellos, para el futuro del empeño
    socialista, la libre actuación de la Ley del Valor y la de la Oferta y
    la Demanda que fueron calificadas por el Ché como “las armas melladas
    del captialismo” y para contrarrestar esa perniciosa influencia,
    enarbolaban la consigna de “Crear riquezas con la conciencia”, como si
    la conciencia social pudiera determinar al ser social, llegando hasta
    el absurdo de la “construcción paralela del socialismo y el
    comunismo”. Por supuesto, la naturaleza idealista de tal proyecto, que
    más temprano que tarde demostró su inviabilidad, fue reconocida por
    Fidel en el Informe Central al 1er congreso del PCC en 1975, como
    autocrítica sobre el decenio precedente, aunque la percepción de la
    supuesta justeza de aquel enfoque ha permanecido como corriente
    subterránea durante muchos años posteriores.”
    Es decir, el núcleo del pensamiento oficial sigue siendo la inversión
    del axioma del materialismo histórico que establece, y ha demostrado
    fehacientemente, que el ser social determina la conciencia social y se
    pretende que “el cambio de metalidades” es suficiente y es posible a
    partir de la “educación político-ideológica” de la sociedad, es decir,
    sólo basta con educar a las nuevas generaciones como “el hombre
    nuevo”.
    Ya no hay duda de que esa es la filosofía de la parálisis y que no
    existe otra tan conservadora, tan sutilmente desmovilizadora para las
    sociedades en crisis, necesitadas de cambios estructurales y de
    transformaciones profundas.
    Muchas felicidades a la profe Alina y a los foristas por el
    advenimiento del nuevo año!

Deja una respuesta

Alina Bárbara López Hernández
Alina Bárbara López Hernández
Profesora, ensayista e historiadora. Doctora en Ciencias Filosóficas

Más de este autor

Descubre más desde La Joven Cuba

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo