Hacia una integración regional desde los buenos vivires

por Andrés Kogan Valderrama
Integración

La discusión sobre la necesidad de impulsar iniciativas populares de norma constitucional en Chile por la integración latinoamericana y del Caribe, debe retomarse ante la falta de propuestas presentadas hasta hace unos días, Resulta muy positivo que se hayan ingresado algunas iniciativas nuevas en esa línea.

Una de ellas, presentada por el Ciudadano, Revista de Frente y Marco Enríquez Ominami, denominada «Nuestramérica: iniciativa por la integración regional», apunta a una articulación estratégica en diversas materias, que faciliten el entendimiento entre las distintas naciones de la región.

La otra iniciativa, presentada por mí, llamada «Integración Latinoamericana», intenta visibilizar el racismo institucional en la Constitución de 1980, que negó cualquier posibilidad de pensarnos políticamente en la región.

De ahí la importancia de que en esta nueva carta magna se incluya, como mínimo en su preámbulo, al igual que otros de la región (Colombia, Ecuador y Venezuela), que el Estado de Chile promoverá relaciones de integración de toda índole (política, económica, social, cultural, ambiental) con el resto del mundo, particularmente con América Latina y el Caribe.

Las razones para impulsar una nueva Unión Latinoamericana y del Caribe, sostenida por las constituciones de los diferentes Estados, son muchas (Derechos Humanos y de la Naturaleza, etc.), y se pueden ver en ambas iniciativas. Sin embargo, debemos aprender de los errores de las experiencias pasadas de integración regional, las cuales muchas veces se quedaron en grandes discursos de los gobernantes.

Como ha planteado el economista y ex presidente de la asamblea constituyente de Ecuador, Alberto Acosta, el fracaso de la integración regional no ha sido solamente, como cree aún buena parte de la izquierda latinoamericana, por causa de la OEA y el actuar imperial de Estados Unidos, sino también por la subordinación a modelos insostenibles ambientalmente y depredadores de la Madre Tierra.

Integración (2)

Por ello, el problema ha sido que muchas de esas iniciativas regionales, aunque se plantearon como antiimperialistas, siguieron presas de lógicas coloniales, patriarcales y capitalistas, como si el problema fuera solamente el injerencismo de un determinado país. Debe ser visto como parte de un proceso industrial e histórico de producción y de consumo ilimitado, donde el despojo territorial ha sostenido un sistema de muerte que está poniendo en riesgo las condiciones mínimas de reproducción de la vida.    

Muchos de quienes apoyaron en su momento el proceso de integración latinoamericana, impulsado por presidentes como Luis Ignacio Lula da Silva, Hugo Chávez, Néstor Kirchner y Rafael Correa, pasaron del Consenso de Washington al Consenso de Beijing; o de los Commodities, señalado en su momento por la socióloga argentina Maristella Svampa, como si la presencia de China como nuevo centro del sistema mundo capitalista fuera algo muy positivo para la región. 

Es el caso, por ejemplo, del apoyo de la UNASUR al proyecto IIRSA-COSIPLAN, el cual si bien ha buscado generar una infraestructura regional en transporte, emergencia y telecomunicaciones, ha terminado por ampliar los conflictos socioambientales en los distintos territorios y profundizar así la acumulación por desposesión.

No basta solamente con hablar de integración regional, sino se plantea también una descolonización, despatriarcalización y desmercantilización de América Latina y el Caribe, dentro de este gran territorio de vida del Sur Global, donde los pueblos indígenas, las mujeres y los sectores empobrecidos son quienes más sufren las consecuencias del extractivismo y de la crisis climática actual.

Frente a esto, la demanda de recuperar los bienes comunes se vuelve fundamental, como asegura la antropóloga chilena Francisca Fernández Droguett, trascendiendo así lo humano y superando el relato antropocéntrico del progreso, abriéndonos a la posibilidad de vernos como parte de un entretejido entre distintos seres vivos.

Por ende, se hace cada vez más urgente el comenzar a hablar regionalmente de transiciones postextractivistas, idea del economista uruguayo Eduardo Gudynas. En ese proceso ya no el desarrollo, sino los buenos vivires serían el horizonte por el cual nuestros países puedan aprender y colaborar unos con otros, y dejar de competir por quién vende más materias primas a los mercados globales.

Llevamos más de doscientos años aplicando recetas creadas por y para grandes imperios y potencias. Quizás sea el momento de retomar una integración regional distinta, y darle sentido a la idea zapatista de un mundo en donde quepan muchos mundos.

11 comentarios

Oscar+Alvarez 21 enero 2022 - 7:32 AM

Comparto la idea de crear una integracion “distinta” y es que habida cuenta la situacion critica en que se ha llevado nuestro unico habitat, es que no hay otra forma si queremos que la humanidad sobreviva y que se pueda vivir en un mundo mas amable. Gracias Andres.

Justo 21 enero 2022 - 1:10 PM

El articulista , no menciona en la integración una condena unánime de todos los paise demócratas de la región a regímenes y dictaduras como la de Cuba, Venezuela y Nicaragua, ese tema ni lo menciona.
Hasta que no vean diferencias entre las dictaduras de izquierda y de derecha no habra integración de ningun tipo.

Oscar+Alvarez 21 enero 2022 - 4:13 PM

Es que hay una diferencia fundamental: las de derecha no son hostigadas por USA y son dictaduras que represental al capital nacional y las de izquierda son estranguladas por USA. No, no son iguales

Manuel* 22 enero 2022 - 8:13 AM

En China y Rusia tiene dictadura que representan al capital nacional y no están apoyadas por USA.

Manuel Figueredo 21 enero 2022 - 10:09 AM

Excelente idea la de las integración Latinoamericana, pero con una condición, que no incluyan a países que sean dominados por sistemas autoritarios, sean de derecha o de izquierda. Gracias

Armando 21 enero 2022 - 10:45 AM

Los países latinoamericanos no son tan parecidos como muchos creen,entre varios de ellos han habido conflictos territoriales que todavía persisten, organizaciones como la CELAC han sido un total fracaso,unos pagan y otros levantan la mano, económicamente no es sostenible, países como Argentina o México depende cada vez más del mercado Chino.

Manuel Figueredo 21 enero 2022 - 2:01 PM

Cuando se hable de integrar nuestra América
sin lugar a dudas, tenemos que contar con
José Martí, que tanto luchó por unirla.

dario 21 enero 2022 - 2:30 PM

el gobernante de Chile,ya comenzo a quitarse “la medallita de la Caridad”….como Fidel Castro. Como saben el poco arrastre que tienen las ideas de extrema izquierda,se disfrazan de centro-izq. ; izq. moderada,etc,etc,pero ,todo es eso : disfraz !! El Presidente Boric,acaba de nombar a una persona sin nombre,nada triunfadora en politica,con solo el aval de ser sobrina de allende y que vivio 21 anos en Cuba como ………Ministro de Defensa. Esto es una abierta provocacion que debe tener inmediata respuesta,porque si no…..cosas pasaran y no de integracion latinoamericana precisamente……

Daniel Torres 21 enero 2022 - 4:57 PM

Comparto la iniciativa de integración latinoamericana, pero con una condena firme a las dictaduras del continente y a los gobiernos autoritarios, sean de derecha o de izquierda.

Manuel* 21 enero 2022 - 5:38 PM

Por favor, que alguien me indique el artículo o artículos concretos donde se refleje el “racismo institucional en la Constitución de 1980” de Chile

Manuel* 21 enero 2022 - 5:52 PM

El artículo está lleno de conceptos bonitos pero que no se entienden bien. ¿Qué son “transiciones postextractivistas”?

Supongo que consistirá, por ejemplo, en investigar un medio de conducir electricidad sin usar metales para no tener que extraer cobre. O tal vez consistirá en organizar una economía latinoamericana futura donde no se use la electricidad. Es una buena idea porque la electricidad es claramente racista, colonialista y patriarcal. La desarrollaron hombres blancos que la impusieron por la fuerza a Latinoamérica, cuando los pueblos aborígenes vivían muy felices sin electricidad.

Esto se parece mucho al famoso discurso de la película “La vida de Brian” que empieza con ¿qué han hecho por nosotros los romanos?

Los comentarios están cerrados.

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