Hacer la rebeldía

por

Todavía hoy, en 1953, estaban matando en Santiago de Cuba a los de la Generación del Centenario. Por lo menos uno de ellos, llevado junto a otros a un lugar cercano a la Granjita Siboney para ser fríamente asesinado después de haber sido torturado y golpeado, vejado y ultrajado hasta el infinito que puede ser cada segundo en esas circunstancias, murió de un infarto y no como el resto de sus compañeros del impacto y el destrozo de carnes, músculos y huesos de las balas.

¿Habrá realmente muerto allí de horror ante la certeza de la muerte que se le iba a procurar, o no habrá soportado antes un gramo más de dolor, soledad y terror, de desamparo, en una sala de tortura improvisada pero macabramente eficiente en el Cuartel Guillermón Moncada?

Nunca se tendrá certeza de las circunstancias reales de ese grotesco y sobrecogedor final. La autopsia del cadáver levantado del sitio, no aportará otros datos que permitan dilucidar esa pregunta. Permanece muda, cerrada a cualquier especulación, casi con seguridad, para siempre.

El miedo, se sabe, no es escaso nunca en un hombre valiente, acaso porque nadie ama la vida más, porque nadie aprende a disfrutar la vida más, que aquel que la arriesga.

Se dice fácil: arriesgar la vida, pero hay siempre un camino entero de determinación y coraje en esa multitud de pequeñas decisiones por las que pasa una mujer o un hombre para ir de las palabras a los hechos. Al final de él, no pocas veces se pierde de verdad lo que se arriesga.

Monumento a Julio Máximo Reyes, Miguel Ángel Oramas y Remberto Alemán, combatientes del Moncada.

La carretera que pasa frente a la Granjita Siboney en la ciudad de Santiago de Cuba está sembrada de monumentos sobrios y sencillos, casi rústicos, que dan testimonio de la existencia de ese tipo de hombres.

Salvo uno, no distinguiré aquí yo de sus compañeros al que murió junto a ellos como uno más, la mayoría de los monumentos recogen sus nombres de tres en tres. Bajo el nombre de cada uno de ellos, o al lado, aparece siempre la ocupación por la que eran distinguidos antes de morir estos hombres: uno fotógrafo, otro lechero, aquel otro chofer. Salvo unos pocos, pertenecían a ese linaje oscuro que se pierde la mayor parte de las veces en el olvido de los pueblos.

Se conocen cuáles fueron sus hechos. En cambio, los sueños, las pasiones, los amores y angustias de los hombres son tragados, devorados y oscurecidos siempre por sus hechos.

El defecto físico que lo atormentó, la herida infrigida por la mujer amada, la rabia del hambre en la memoria de niño, el goce y el vértigo de cada caricia de una lengua, los zapatos nuevos, la risa y el juego en el piso con los hijos, la cerveza fría, el poema que no se atrevió a entregar por el desdén posible, la película que quería ver, son fragmentos de algo que jamás, ya nunca más y para siempre, podrá ser reconstruido.

Quedan las imágenes, es cierto, alguna que otra vez las imágenes nos devuelven los gestos, risas, el calor de sus voces, sus miradas. Como ésta en la que aparece José Luis.

José Luis Tassende, minutos antes de ser asesinado tras el Asalto al Cuartel Moncada.

Es cierto. En ella el hombre está ya sumergido en el cataclismo de los hechos que aún no alcanzan a devorar su vida, a convertirla en fragmentos imposibles de volver a unir como el todo magnífico y al mismo tiempo común que ha sido hasta hace muy poco.

Se puede interrogar la imagen de ese hombre: hágalo.

Tratar de observar otra vez su mirada, tratar de entender que nos dice desde la lejanía y profundidad de los hechos que una foto ha salvado para nosotros sin poder siquiera salvar la vida del hombre que vemos en ella.

Es posible que la foto no le diga nada, también que aparte de ella la vista rápidamente, o que vuelva una y otra vez a ella, tal como hará más tarde, intentando verse a sí mismo en la oscuridad y el brillo de unos ojos, que poco después de hecha la foto, se cubrirán por breve tiempo de un denso manto blanco y acuoso.

No se asuste. Es ciertamente imposible interrogar la imagen, la mirada del hombre que hay en ella, o en cualquier otra, o a cualquier otra mirada, cuando en realidad nos estamos interrogando a nosotros mismos, y a nuestros propios hechos.

Nos falta la rebeldía, nos hace tanta falta hacer la rebeldía, que deberíamos darnos cuenta que está mal que su día en Cuba sea feriado.

26 comentarios

El hombre marinero 29 julio 2020 - 7:22 AM

La foto habla

Hay un hombre joven, dentro de un uniforme de Sargento que no le pertenece y que usó para poder engañar y entrar a una fortaleza militar donde mataron a otros hombres jovenes en sus uniformes de servicio.

Otros de quienes no tenemos fotos porque el fotografo tomó esa foto suponiendo que este joven era uno de aquellos que pertenecian al Ejercito Constitucional.

Sí.

La foto dice mucho si le hacemos las preguntas correctas.

Si, tiene razón el autor. No deberia ser un dia feriado. No fue un buen dia en la historia nacional.

Frank Torres 29 julio 2020 - 7:42 AM

Hace ya unos cuantos años cuando comencé mi vida laboral en Cienfuegos, coincidió con un aniversario cerrado del levantamiento del 5 de Septiembre, esa vez se celebró muy festiva ente, recuerdo la indignación de no pocos cienfuegueros por esa decisión, porque ese día dio paso a una masacre, esto me hizo ver por primera vez con otros la celebrar el 26 de julio de la forma en que siempre se hizo.

Castellanos 29 julio 2020 - 7:53 AM

Los hechos: Un grupo de jóvenes nucleados alrededor de Fidel Castro ataca un cuartel en la ciudad de Santiago de Cuba durante los carnavales del año 1953.

El objetivo: Tomar la segunda plaza militar del país y comenzar la insurrección armada contra el gobierno del dictador Fulgencio Batista.

¿Por qué?: El 10 de Marzo de 1952 Batista había dado un golpe de estado a la democracia cubana y había suspendido las garantías constitucionales. El pueblo cubano, en especial mos jóvenes, estaban indignadísimos.
El objetivo declarado de los insurrectos, una vez sacado Batista del poder, era el de restaurar la democracia y la constitución de 1940, sin duda alguna entre las más avanzadas de su época en nuestra región y el mundo.

Qué dice la jurisprudencia: A la luz de las leyes en casi todo país del mundo, atacar un cuartel militar es considerado como un acto de terrorismo. A pesar de ello, Fidel y sus compañeros fueron liberados del presidio modelo unos pocos meses después.
¿Qué pasaría si hoy dentro de Cuba alguien ataca un cuartel militar o unidad de policía? ¿Cómo serían tratados y considerados por nuestras leyes los ejecutores de semejante acción militar?

Seguimos sin democracia: Fidel Castro nunca convocó a elecciones, no restituyó la C-40 ni devolvió el país a la senda democrática luego de derrotar al dictador Batista en 1958. En vez de ello, impuso en Cuba un sistema que le permitió gobernar por 48 años consecutivos sin tolerar la más mínima oposición; nos encerró en la isla y prohibió derechos básicos como la libertad de expresión, asociación y movimiento, mismas que también prometió restaurar. Y ello continúa hasta el día de hoy.

En efecto, profesor René Fidel, nos hace falta hacer la rebeldía. ¡Y mucho!
De hecho, “sigue haciendo falta una carga para matar bribones, para acabar la obra de las revoluciones; para vengar los muertos, que padecen ultraje,
para limpiar la costra tenaz del coloniaje;
para poder un día, con prestigio y razón,
extirpar el Apéndice de la Constitución;
para no hacer inútil, en humillante suerte,
el esfuerzo y el hambre y la herida y la muerte;
para que la República se mantenga de sí,
para cumplir el sueño de mármol de Martí;
para guardar la tierra, gloriosa de despojos,
para salvar el templo del Amor y la Fe,
para que nuestros hijos no mendiguen de hinojos
la patria que los padres nos ganaron de pie”. (Rubén Martínez Villena).

Gracias por su artículo.

Castellanos 29 julio 2020 - 9:56 AM

Carlos Prío Socarrás fue el último presidente electo por el pueblo de Cuba. Eso ocurrió ¡en 1948!
Desde entonces los cubanos no han tenido el derecho de elegir a su máxima figura.
Fidel Castro logró un apoyo tremendo de la mayoría del pueblo cubano porque había prometido elecciones libres y democráticas en un término de 18 meses posterior al triunfo de la revolución. Lo que estaba en la mente de todos era la libertad, la democracia y la justicia.
Pero otros eran los planes del comandante guerrillero. Poco a poco se hizo con el poder absoluto y destruyó cualquier tipo de oposición hasta llegar un día a preguntar a la gente: “¿elecciones para qué?” A esa pregunta le siguió una cerrada ovación por parte de un pueblo que no se dio cuenta que se estaba poniendo la soga al cuello.
No hubo constitución en Cuba hasta 1976. En esos 17 años Fidel Castro, mientras manipulaba y controlaba al pueblo, se garantizó el poder absoluto de por vida. No fue hasta 2006, obligado por una enfermedad gastrointestinal, que se vio forzado a traspasar el poder, cual dinastía, a su hermano Raúl Castro, también participante del ataque al cuartel Moncada en 1953.
Ambos hermanos traicionaron la revolución que iniciaron, a todos aquellos que siguiéndoles dieron sus vidas por la democracia, no por el comunismo.
Algunos adláteres del régimen dicen que fue el imperialismo el causante de que la revolución cubana se haya radicalizado. Eso es una mentira. Solo se radicalizan los que siempre tuvieron una mentalidad radical.
Durante el juicio que se le siguió después de los hechos del Moncada Fidel Castro dijo:

“Mis compañeros, además, no están ni olvidados ni muertos; viven hoy más que nunca y sus matadores han de ver aterrorizados cómo surge de sus cadáveres el espectro victorioso de sus ideas”.

Ideas que, por cierto, no fueron rojas como el comunismo, si no verdes como nuestras palmas.
Fidel Castro los olvidó y los dejó morir en vano haciendo exactamente lo contrario de lo que ellos querían para Cuba.
Y la prueba está en que muchos que se sacrificaron junto a Fidel, después, cuando vieron el engaño, se alzaron en armas contra su antiguo jefe.
Pero para entonces ya había un nombre para ellos: “contrarrevolucionarios”.
Otra vez, Rubén, “hace falta una carga para matar bribones, para acabar la obra de las revoluciones”.

Carlos 29 julio 2020 - 11:00 AM

Castellanos recordemos la “cruel” prisión de los moncadistas:

“Dormimos con la luz apagada, no tenemos recuentos ni formaciones en todo el día, nos levantamos a cualquier hora (…) Agua abundante, luz eléctrica, comida, ropa limpia, y todo gratis”

En el libro “La prisión fecunda”, publicado en 1980, el historiador Mario Mencía afirma que Melba Hernández y Haydeé Santamaría fueron condenadas a siete meses por su participación en ese hecho, una sentencia que asombra al compararla con las que actualmente aplican a las valerosas mujeres que se atreven a levantar su voz contra el régimen.

En la página 76 del libro mencionado aparece una carta de Fidel fechada el 4 de abril de 1954, donde escribió: “Me voy a cenar: spaghetti con calamares, bombones italianos de postre, café acabadito de colar y después un H. Upman 4. ¿No me envidias? Me cuidan, me cuidan un poquito entre todos… No le hacen caso a uno, siempre estoy peleando para que no manden nada. Cuando cojo sol por la mañana, en shorts y siento el aire de mar, me parece que estoy en una playa, luego un pequeño restaurante aquí. ¡Me van a hacer creer que estoy de vacaciones! ¿Qué diría Carlos Marx de semejantes revolucionarios?”.

Castellanos 29 julio 2020 - 11:42 AM

el historiador Mario Mencía afirma que Melba Hernández y Haydeé Santamaría fueron condenadas a siete meses por su participación en ese hecho, una sentencia que asombra al compararla con las que actualmente aplican a las valerosas mujeres que se atreven a levantar su voz contra el régimen.

Los tres jóvenes negros que intentaron llevarse una lancha para escapar hacia Estados Unidos, hechos en los que nadie recibió ni un rasguño, fueron fusilados en menos de lo que canta un gallo.
Durante la llamada “Primavera Negra” las sentencias contra los opositores condenados fueron monstruosas, llegando algunas hasta los 25 años de privación de libertad.
Tres señores que trataron de infiltrarse en Cuba presuntamente para cometer actos de sabotaje, fueron fusilados en un abrir y cerrar de ojos. No llegaron a cometer dentro de Cuba ningún acto violento porque fueron sorprendidos apenas desembarcaron.
El número de opositores pacíficos que han ido a las prisiones del régimen, donde no hay H. Upman ni playa y muchas veces ni spaghettis, es enorme.
En cambio, los atacantes al cuartel Moncada solo estuvieron 15 meses en prisión viviendo, según el propio Fidel Castro, como Carmelina.
Y de nuevo: antes de la revolución socialista había en Cuba unas 6-7 cárceles, hoy 200+.
¡Que engaño tan colosal al que nos sometieron y someten por los últimos 61 años!
Saludos Carlos.

Carlos 29 julio 2020 - 12:32 PM

Querido compatriota Castellanos:

Con el tiempo se conoce mejor al impostor, la historia no falla. La evidencia esta ahí, manipulada pero presente. Ojalá algún día el pueblo cubano aprenda que el mejor líder de un país es el respeto a la institucionalidad y, consecuentemente, cree los mecanismos necesarios para que jamás volvamos a padecer otra dictadura.

A los moncadistas -según Mencía- se les permitió tener una hornilla eléctrica, una biblioteca con más de 600 libros, leer hasta después de la hora del recuento a las 10 de la noche, practicar ping pong y voleibol y formar una academia ideológica en la cual discutían todo tipo de temas sin intervención de las autoridades del penal. Fidel Castro tuvo a su disposición un radio marca Silvestone. Sesenta años después ningún preso político cubano disfruta de dichos beneficios.

El presunto aislamiento de los moncadistas es otra falsedad pues en el citado libro consta que el 9 de julio de 1954 Bohemia publicó una entrevista a Fidel con el título “Los presos políticos en Isla de Pinos”.

Las madres de los reclusos formaron el grupo de Madres Cubanas que devendría el Comité de Familiares Pro Amnistía de los Presos Políticos. Ellas jamás fueron golpeadas por luchar por la libertad de sus familiares, mucho menos detenidas o difamadas como hoy hace el gobierno en contra de las Damas de Blanco.

El 25 de marzo de 1955 la revista Bohemia publicó un documento de los moncadistas dirigido al pueblo cubano y en varias ocasiones fueron visitados por altos funcionarios del régimen Batistiano. El gobierno revolucionario jamás ha permitido esa libertad a sus opositores.

Jorge r. 30 julio 2020 - 8:36 PM

Para Carlos. Así q la prisión fue un paseo. Ud. olvida detalles. Por ejemplo, hubo 5 muertos en combate por los asaltantes, y 53 asesinados, como Tasende. Esos no pudieron disfrutar de esa prisión, por cierto, con condiciones por la presión de vatios lados. No hago mucho caso del libro de Mencia, un critico de todo lo q sea Fidel y Revolución.

Jorge r. 30 julio 2020 - 8:29 PM

Entonces, la toma de la Bastilla fue un acto de terrorismo? Por favor, cuide lo q dice, si quiere ser contrarevolucionario al menos eduquese.

dario45666 29 julio 2020 - 9:03 AM

lo que en realidad le hace falta a cuba es ,a mi entender,acabar de superar esa etapa de barbarie en que hemos vvido y buscar una concertacion que nos permita vivir en libertad,buscando la prosperidad,con todos y para el bien de todos.Basta ya de invocar revoluciones retrogradas e ideas retorcidas….darle la voz al pueblo,sencillamente !!!Eso no debe ser tan dificil !!Acabar de resolver el diferendo Gobierno-pueblo.El otro diferendo sera mas facil resolver !!

Joaquin Benavides 29 julio 2020 - 9:47 AM

Excelente articulo.
Y todavia hay quienes dudan de la condicion profundamente revolucionaria de los jovenes que escriben en Joven Cuba.

Azul 29 julio 2020 - 11:26 AM

Joaquín: Muy interesante su artículo en Cuba economía, demostrativo de ,para mí,una de las más grandes deformaciones que llevamos rato padeciendo. Yo trabajo desde hace más de treinta años y varias veces mis socios del barrio se burlaban por haber sido educado así,en el valor al trabajo.

Quisiera preguntarle ¿ Usted entendió algo en la Mesa Redonda ayer ? Le confieso, soy un neófito en economía, pero los galimatías de ,tanto la ministra,como de la señora del banco, me dejaron peor que antes. No veo claridad ni en el camino ni en las medidas. Hablo con otras personas,mejor preparadas en el ámbito económico,y se sienten burlados. ¿Pudiera aclararme, aunque sea con lejía, de lo que se está hablando ? Muchas gracias y saludos.

Carlos 29 julio 2020 - 12:38 PM

Yo me pregunto:

¿Qué pasaría si hoy un grupo de cubanos, hastiado de la discriminación política y los abusos, ataca una unidad militar? ¿Recibirían sanciones tan benignas como las aplicadas a los moncadistas? ¿Les permitirían estar unidos en la cárcel y apartados de los presos comunes? ¿Serían amnistiados?

pelon 2 agosto 2020 - 12:33 PM

no diga usted atacar, solamente con que lo piensen ya tienen 30 annos garantizados, sin espaguetis y mucho menos jamon. olvidese del H.Upmann ese no lo hay ni en la calle.

Armando G. Muñoz 29 julio 2020 - 10:13 AM

Se convirtieron en feriado los días de Julio por una única razón, no aceptar que existía una república que nació el 20 de mayo de 1902, para Fidel y los suyos la historia de Cuba se comienza a contar a partir de enero del 59, lo que antes sucedió pertenecía a la pre historia cubana. No dudo un día digan que él fue el verdadero padre de la patria o el mesías.

Carlos 29 julio 2020 - 10:55 AM

Imagínate que los lobos se perdieron buscando el cuartel, interesante. Ni el ni su hermano recibieron jamas un rasguño. Otros pagaron el precio, igual fue en la sierra, Angola y cualquier otra “guerrita” que planearon.

Camacho 29 julio 2020 - 11:00 AM

Nunca debió ser un día de festividad, y muchos menos convertirlo en la gran fiesta nacional. La muerte de tantas personas, de los dos bandos no es motivo para fiesta, todos eran cubanos. Es un día, de recordación, y reflexión sobre la lucha interna y el derramamiento de sangre, que ocurre, cuando un poder dictatorial no deja otra salida que la violencia y limita los derechos al diálogo, el debate, la oposición pacífica y la democracia.

Jagger Zayas Querol 29 julio 2020 - 4:33 PM

Les pido disculpas a quienes no concuerden conmigo, que al parecer, son la mayoría, pero las cosas no son del todo como se describen.
Es cierto que en el transcurso del tiempo, las concepciones democraticas y libertarias del discurso oficial fueron variando en la medida en que fueron aceptando las concepciones estalinistas acerca de cómo mantener el poder mientras aplicaban estrategias para la supervivencia de la gesta Revolucionaria y martiana que luego, poco a poco fue quedando en intenciones derogadas.
Durante todo ese tiempo, el capital político acumulado por tantas ansias de justicia social del pueblo permitió que el pueblo abrazara esa causa bajo la promesa de la conquista de la justicia social. Pero, en su lugar, aparecieron los reiterados planes económicos y sus correspondientes fracasos y el endurecimiento de las medidas de plaza sitiada y la cierta amenaza de agresion e invasión de los gendarmes del imperialismo, las administraciones de los EEUU, para acabar con el apoyo popular a esa Revolución.
El pueblo cubano no es estúpido, como algunos pretenden hacer creer, ni es un pueblo aguantón, pusilánime, ni cobarde y de eso hay demasiadas evidencias en nuestra Historia. Sabe muy bien lo que se juega y el precio de ser nuevamente un protectorado de los EEUU o “Estado Libre Asociado” y menospreciado y discriminado por el Norte revuelto y brutal, con su “gran justicia social” y libertades y derechos humanos para ellos, no para los “arroz con frijoles” que somos.
El pueblo cubano es hijo de José Martí y concuerda con la visión de nuestro apóstol y también, cuando ese capital político, cada vez más deteriorado, esté en números rojos, acabará y barrerá toda la inmundicia que al igual que la marginalidad gana terreno, se esta apoderando de la conciencia nacional y el civismo y honestidad que nos debe caracterizar.

Carlos 29 julio 2020 - 4:53 PM

Jagger, el pueblo cubano tiene un hambre, que ya no es cuestión de capitalismo o socialismo, lo que hace falta es JAMA, como dice Pánfilo.

El pueblo cubano durante los últimos 60 años a sido domesticado, adoctrinado hasta la médula espinal, poco a poco moldeado ese “hombre nuevo”, figúrese usted que en América Latina se pueden ver a maestros exigiendo mejores salarios, condiciones, beneficios,etc, de una manera pacifica. Los mismo para otras profesiones. En Cuba en mas de seis décadas, ni pió, la gente de muerde la lengua, habla un poquito pero al final dobla el lomo y a seguir jugando con la cadena.

Con solo mirar la cantidad de materiales independientes que existen, donde se le pregunta cosas al cubano y cuando están frente a la cámara dicen “yo no hablo/se de política”. ¿Quien cree usted que inculco ese miedo?

Nos quitaron a Marti, y trajeron a Marx, Lenin, Stalin, etc, todos extranjeros, nos quitaron la carne de res y la cambiaron por el SPAM. Y ahora ni lo uno ni lo otro. El hambre es el peor enemigo del hombre

Saludos.

Jagger Zayas Querol 29 julio 2020 - 5:25 PM

Carlos, tal pareciera que Usted no conoce en realidad al pueblo cubano.
Aquí no está muerto Martí, ni Maceo, ni Gómez, Céspedes, ni Agramonte, pero sí Estrada Palma, Zayas, Menocal, Machado, Grau, Prio y por supuesto, el sátrapa de Fulgencio Batista, que a pesar de los años, todavía causa rencor.
Tampoco el sentimiento religioso desapareció del imaginario popular a pesar de tantos años de profesar oficialmente el ateísmo y haber alcanzado nuestro pueblo cotas inimaginables en instrucción y cultura como casi ningún pueblo latinoamericano.
No, el pueblo cubano ha resistido con estoicismo las penurias que hemos vivido durante 60 años y no ha secundado revueltas, ni sediciones, casi todas organizadas y financiadas por quienes a lo largo de nuestra historia y desde antes de nuestra mediatizada independencia y Enmienda Platt, han sido quienes nos han querido arrebatar el derecho a la soberanía y el desarrollo.
Eso lo sabe muy bien el pueblo cubano y no desde 1959 hacia acá.
Ese estoicismo ha gravitando sobre un compas de espera, pero que ya se agota y llegará el momento de pasar factura a quienes han manipulado y pretendido maniatar a este bravío pueblo. La Historia demostrará nuevamente la rebeldía de nuestro pueblo y los gobernantes tendrán que ceder sus prerrogativas, privilegios y poderes secuestrados, espero que de forma pacífica y civilizada y si no, la violencia reaparecerá y en ese caso, el resultado final puede que no sea el futuro ansiado por nuestro pueblo desde que surgió la nacionalidad cubana, sino otra noche oscura de dominación, latrocinio, corrupción y humillaciones, en medio de una pobreza e injusticias generalizadas.
Las manifestaciones populares en los EE UU, Europa y América Latina combatidas desde la fuerza y la violencia, podrían se también el escenario en que nuestros hijos y nietos tendrán que vivir y defender sus vidas y eso no es lo que quiere nuestro pueblo.
Gracias!

Hacer la rebeldía — La Trinchera Por: René Fidel González García 29 julio 2020 - 6:25 PM

[…] Tomado de La Joven Cuba […]

Sanson 29 julio 2020 - 7:21 PM

Siempre me ha llamado la atencion esa foto por el parecido fisico y racial com Marti. y Camilo.
Cuando veo la actitud de ese muchacho aun en ese terrible momento no puedo evitar pensar de que de no haber muerto poco despues de haber sido fotografiado por ultima vez, habria pasado largos annos en las carceles del castrismo.

Manuel* 30 julio 2020 - 6:29 PM

No admiro la valentía de quien mata cubanos.

Jorge r. 31 julio 2020 - 10:20 AM

Pues si vive en Mismo tiene varios a quien despreciar

Alexei 2 agosto 2020 - 12:09 PM

Hay algunos compatriotas que olvidan el carácter dictatorial y tiránico del régimen impuesto por Batista en marzo de 1952. El ejército dejó de ser constitucional en el momento en que la constitución del 40 fue pisoteada por las botas de los militares. Muertos en combate es una cosa. Prisioneros torturados y asesinados otra.

Decir que Mario Mencía fue un crítico de la Revolución y de Fidel Castro demuestra una ignorancia colosal.

Hacer la rebeldía – Blog Patria Grande 3 agosto 2020 - 4:29 AM

[…] Fuente: https://jovencuba.com/2020/07/29/hacer-rebeldia/ […]

Los comentarios están cerrados.