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Escenarios

Identificación de tendencias históricas para evaluar escenarios actuales y futuros

Desde Guyana, la solidaridad con Matanzas

por Alfredo Ballesteros López 14 agosto 2022
escrito por Alfredo Ballesteros López

Al conocerse en Guyana la noticia de la explosión de la base de supertanqueros de Matanzas, varias personas: guyaneses, cubanos, venezolanos, dominicanos, y otros, perteneciente a diferentes organizaciones, se comunicaron con MEGA 102.1 FM y Hola Guyana, para ofrecer condolencias al pueblo de Cuba y preguntar ¿en qué puedo ayudar?

Desde la farmacia privada SVS Farmacy, en Georgetown, la capital, se recibió una donación de varios insumos, entregados por su dueña junto a su mensaje de solidaridad.

La solidaridad hacia Cuba llega desde Guyana. Foto: Alfredo Ballesteros.

Otros amigos, que prefirieron el anonimato, han hecho llegar más donaciones. Estamos almacenando todo en el Hostal El Sol, donde sus dueños y equipo de trabajo, otra vez se disponen para ayudar en lo necesario.

(Foto: Alfredo Ballesteros)

(Foto: Alfredo Ballesteros)

Quien redacta este texto ha enviado comunicaciones a varias aerolíneas, incluyendo a Caribbean Airlines, y a la embajada cubana en Georgetown, buscando alguna vía para enviar los insumos a Cuba. Hasta el momento no tenemos acuse de recibo. Mientras, seguimos almacenando lo que llega: trócar, vendas, gasas, almohadillas sanitarias, gel de mano, mascarillas, jeringuillas, entre otros. Aceptamos y agradecemos cualquier ayuda.

(Foto: Alfredo Ballesteros)

Para las solicitudes de ayuda, la dueña de la radio MEGA 102.1 FM ofreció sus frecuencias. Por su parte, la joven y popular cantante guyanesa Kaiya Music decidió usar su influencia mediática —entre las personas de habla inglesa— con el fin de comunicar a sus seguidores sobre lo ocurrido y estimular la idea de un grupo de amigos, que ha venido creciendo.

Este 12 de agosto, el gobierno de Guyana se pronunció a través de su propio presidente, Dr. Irfaan Ali, que afirmó «El gobierno de Guyana está listo para ofrecer apoyo humanitario». Además, reiteró:

«El Gobierno y el pueblo de Guyana se unen a mí para expresar nuestra sincera solidaridad y apoyo al Gobierno y el Pueblo de la República de Cuba en su lucha para contener el desastroso incendio en una instalación de almacenamiento de petróleo en Matanzas. Extendemos nuestras condolencias a quienes han perdido a sus seres queridos y rezamos por una pronta recuperación de las víctimas. Guyana está lista para brindar apoyo humanitario (…)».

Los pueblos de Guyana y Cuba han mantenido buenas relaciones durante largo tiempo. Por solo citar tres ejemplos: en 1987 el festival del Caribe, en Santiago de Cuba, fue dedicado al pueblo de Guyana; decenas de médicos guyaneses se han formado en la Escuela Latinoamericana de Medicina, y otros jóvenes de este país estudian actualmente allí; entre tanto, médicos cubanos laboran en Guyana (sea de misión o de contrato).

Muchos otros cubanos aportamos a este pueblo, que recibe y agradece. Aquí fundamos, desde diciembre de 2019, la radiodifusión en español, estrechando los vínculos culturales. Estas muestras de solidaridad me hacen recordar al Maestro y su sentencia de que Amor con amor se paga.

14 agosto 2022 29 comentarios 1,2K vistas
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cielo

El cielo sobre nosotros

por Néster Núñez 13 agosto 2022
escrito por Néster Núñez

Los cielos sobre Matanzas por fin se han despejado. Ya no está esa nube negra y, sin embargo, el panorama es aún surrealista para los cubanos. Quién sabe hasta cuándo.

Estos días de tragedia me han servido para abrir los ojos y mirar más cerca el alma cubana —humana— que se expone más transparente en medio de una situación así de extrema.

El día de más incertidumbre y miedo —por una «mala» información los pobladores de Versalles estaban evacuando el barrio— he visto a un padre, con su hijo recién nacido en brazos, alejarse del humo y del peligro caminando, mientras un taxi vacío le pasaba por el lado.

He visto la delicadeza y paciencia con que un hijo le explicaba, una y otra vez, a su anciana madre lo que sucedía, intentando mantenerla en calma; y los he visto regresar a casa, pasito a pasito, sin silla de ruedas, alejándose, en armonía consigo mismos, sobre un puente al que llaman La Concordia.

Foto: Néster Núñez/LJC

Foto: Néster Núñez/LJC

Foto: Néster Núñez/LJC

Asimismo, supe de ciudadanos que llevaban a la zona del desastre, en sus autos particulares, comida elaborada en negocios privados. Y escuché aquella mujer en el barrio Los Mangos —que un día después también sería amenazado por los humos del incendio—, decir que su casa era humilde, pero que la ofrecía a una familia que la necesitara, porque ella sabía lo que era ser madre. Y entonces tapó mi lente con la mano y soltó palabrotas y oprobios por la muerte de aquellos bomberos jóvenes. Muestras de solidaridad y de empatía a montones. Y también mucho de todo lo contrario.

Foto: Néster Núñez/LJC

Sentí, por ejemplo, la extrema confianza y seguridad de los que ostentan un pedazo de poder, cuando en el Parque de la Libertad, vaya paradoja, me preguntaron qué y para qué estaba filmando. Sentí impotencia cuando el humo blanco invadió una parte grande de la ciudad y las personas seguían por las calles, en sus centros de trabajo, desinformadas…

Vi a los religiosos, por muy distinta fe que profesaran, pedir, orar por la vida y el regreso a la normalidad. Sus oraciones fueron escuchadas. Y ahora que esa nube negra ya no está, que hace mucho quedaron atrás en el tiempo los días del Saratoga, del tornado aquel en La Habana… ¿a qué normalidad regresaremos? ¿Se acabó hacer lo justo, ser solidario?

Foto: Néster Núñez/LJC

Siete comidas gratis que ofreciera cada restaurante de una ciudad, ¿cuánta hambre de anciano aplacaría? Siete personas que cada auto particular traslade gratis, ¿a cuántas familias reuniría más temprano? Siete minutos que cada joven destine a mostrarle videos de internet a uno de esos ancianos, que se sientan solos en los parques y ni teléfonos móviles tienen, ¿cuánta risa y alegría?

Siete veces que una madre diga a otra que no le pegue a su hijo, que esa no es forma de educarlo… Siete veces que se denuncie el maltrato animal. Siete veces que le des un abrazo a una pareja del mismo sexo que se case. Siete veces que cada cubano diga Yo necesito expresar lo que pienso sin tener miedo a las consecuencias… Siete veces que cada cubano exija saber qué hace el municipio, la provincia, el país, con el dinero de los impuestos…

Foto: Néster Núñez/LJC

Foto: Néster Núñez/LJC

Siete veces, digo, porque he comenzado a contar los días a partir del rayo. Hoy, 13 de agosto, es el séptimo día Después Del Rayo. Ya no se percibe una nube negra, real, en el cielo de Matanzas. Pero permanece ahí, sobre todos, y para despejarla será necesaria una gran explosión de acciones justas en la vida cotidiana. Hay que intentar ser valientes y no mirar hacia el otro lado.

13 agosto 2022 6 comentarios 1,7K vistas
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Incendio

¿Qué falló en la Base de Supertanqueros de Matanzas?

por Redacción 12 agosto 2022
escrito por Redacción

El incendio de grandes dimensiones originado el viernes 5 de agosto en la Base de Supertanqueros de Matanzas dejó sobre la mesa varios cuestionamientos. Luego de que un rayo impactara en uno de ellos y originara una suerte de efecto dominó del siniestro hasta comprometer un cuarto tanque, la calidad constructiva y el mantenimiento de los contenedores del crudo figura como el punto de partida de cualquier análisis al respecto.

Con el objetivo de despejar las principales interrogantes en torno al diseño de estos envases y los factores constructivos que deben tenerse en cuenta para evitar incendios, La Joven Cuba dialogó con el arquitecto cubano Maurys Alfonso Risco, asociado internacional del Instituto de Arquitectos Americanos, que se ha desempeñado como consultante de la OPS en temas relacionados con el mantenimiento de instalaciones de salud. Asimismo, trabajó como profesor del Departamento de Construcciones de la Universidad de Matanzas entre 2008 y 2012 en disciplinas de Conservación y Mantenimiento de Edificaciones.

Experto Supertanqueros

Maurys Alfonso dialoga con La Joven Cuba sobre las características de los tanques incendiados. Foto: Cortesía del entrevistado

Máster en Administración de Empresas, Alfonso fue consultante de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en una evaluación para generar estrategias de mejoramiento de los sistemas de transporte en las economías en desarrollo del Caribe Oriental. Desde 2013 maneja una consultoría de Ingeniería y Arquitectura en las Antillas Menores.

¿Qué características de diseño suelen presentar los tanques destinados al almacenamiento de petróleo de manera general?

Un tanque para almacenamiento de petróleo no es más que un contenedor que debe cumplir estrictas normas para el almacenamiento de líquidos inflamables, donde las normativas para la seguridad son de especial observancia.

Estos tanques no suelen ser diseñados por cualquier compañía de diseño que proyecta hoteles, viviendas o infraestructura civil; empresas muy bien establecidas, por lo general en países altamente desarrollados se encargan del diseño e incluso la construcción, compañías estas con certificaciones internacionales y descomunales sistemas de control de la calidad.

La construcción de todos los tanques, y para los distintos hidrocarburos y sus derivados a almacenarse, deben basarse en las normas establecidas por el Instituto de Petróleo Americano (API), conocidas como Normas API, los códigos y estándares de ASTM (American Society for Testing and Materials), NFPA (National Fire Protection Institute), STI (Steel Tank Institute), entre otras. Estas normas y estándares se encargan de regular los procedimientos y materiales de fabricación, protección contra corrosión, protección contra incendio, pruebas de hermeticidad, almacenamiento de líquidos, instalación, boquillas, refuerzos, operación y detección de fugas.

¿Qué tipo de tanques se ubican en la zona industrial de Matanzas y cómo están diseñados?

Los tanques que se ubican en la base de Supertanqueros de Matanzas, en la zona industrial de la ciudad homónima se construyeron en etapas, una buena parte durante los últimos años de la década del ochenta, con financiación y asesoría de la Unión Soviética.

Los tanques poseían una capacidad de cincuenta mil metros cúbicos. Foto: OnCuba

Entre 2008 y 2012, como parte de los acuerdos del Tratado del ALBA, Cuba y Venezuela crean una firma conjunta, PDVCupet S.A para la construcción de ocho súper tanques de planchas metálicas ensambladas en el lugar, de cincuenta mil metros cúbicos de capacidad cada uno y unas dimensiones de setenta y cuatro metros de diámetro y cerca de veinte de altura, hasta el tope del domo, separados entre ellos cerca de treinta metros.

El domo geodésico, que no es más que una cúpula, representó un hito tecnológico para el país, donde se habían realizado pequeñas incursiones experimentales con esta tecnología, como es el caso de un tanque de agua en la CUJAE.

PDVCupet S.A contrata para el diseño de los domos a la firma VACONO Aluminium Covers GmbH, compañía alemana con vasta experiencia y reconocimiento global desde hace más de un siglo, certificada por la ISO9001 de 2015, líderes en la construcción de domos geodésicos de aluminio para tanques que cumplen o exceden la norma API 650.

Estos domos son estructuras rápidas de ensamblar, idóneas para cubrir grandes espacios donde influyen potentes cargas horizontales de manera económica, un 25% menos costoso que una cubierta típica.

La firma VACONO declara entre sus ventajas que estos domos no necesitan mantenimiento, todos los componentes son resistentes a la corrosión, a los rayos ultravioletas y a la degradación del ozono. Este diseño elimina la necesidad de colocar estructuras de soporte interiores que evitan la penetración del techo flotante y reduce las emisiones de vapor.

PDVCupet S.A contrata para el diseño de los domos a la firma VACONO Aluminium Covers Gmb. Foto: Sitio web de Vacono

¿Qué elementos suelen tenerse en cuenta en la construcción de dichos envases para evitar incendios?

Esta pregunta llevaría una respuesta gigantesca, trataré de sintetizar.

La protección contra incendios se divide en pasiva y activa, no solo para depósitos de hidrocarburos, esto aplica a toda infraestructura, incluso en edificaciones.

La protección pasiva se basa en manejar los riesgos para impedir el inicio de un incendio (prevención). No implica ninguna acción sobre el fuego, pero elimina su propagación, ejemplo de ello son los cubetos de contención, muros cortafuego y trincheras, sistemas de pararrayos entre otros.

Dentro de la pasiva, vale destacar la rigurosa y compleja instalación de pararrayos en tanques de líquidos inflamables y combustibles. El Instituto de Petróleo Americano (API) revisa y reevalúa constantemente estos sistemas, debido a que un tercio de los incendios en depósitos de hidrocarburos son provocados por relámpagos, según estudios de Lighting Eliminators & Consultants Inc.

En tanques con techo fijo, como el caso de los de Matanzas, la instalación de pararrayos debe regirse por la API 2003. Esta norma considera que los tanques están auto protegidos si cumplen lo siguiente:

—Si tienen un espesor de fabricación del techo de 3/16” (4.8mm)

—Todos los elementos del domo están atornillados o soldados, para que exista una continuidad eléctrica.

—Las tuberías que entran al tanque metálicas, conectadas con continuidad eléctrica al tanque.

—Todas las aberturas de vapor o gases se sellan o se les prevé un sistema de protección.

La protección activa, por su parte, busca limitar los efectos del siniestro mediante sistemas de protección construidos según la instalación y las normativas requieran. Implica toda la actuación directa sobre el fuego, engloba todo el conjunto de sistemas instalados para detectar el incendio, alertar sobre él, señalizarlo y extinguirlo. Los tipos comunes de sistemas de protección activa se basan en la supresión por agua, mediante gases o polvo; sin embargo, el agua es el elemento extintor principal y ahí me detengo, debido a inquietudes múltiples y teorías sobre la idoneidad del empleo de agua como elemento de supresión del incendio y devastación de una batería de cuatro tanques del puerto de Matanzas.

Debe señalarse que la utilización de agua es el método más común, económico y eficaz por su poder de enfriamiento y sofocación. Por solo citar una característica, el agua cuando se evapora aumenta su volumen entre 1 500 y 1 700 veces, por lo que consigue desplazar el aire que rodea al fuego.

Por regla de obligatorio cumplimiento, estos tanques presentan sistemas de monitores, o potentes cañones de agua instalados en los muros del cubeto. Además de boquillas de agua y vertedero de espuma en la corona de los tanques que se activan automáticamente al detectar un incendio o son activados desde el puesto de mando. 

 

Asimismo, se tiene muy en cuenta la protección contra la propagación de incendios a tanques vecinos. Para esto se utiliza una técnica llamada cuartos de anillos, que permiten refrigerar, o enfriar, en termino más popular, tanto el tanque incendiado como sus vecinos, esto evita, o está diseñado para evitar, que la radiación emitida por el tanque afectado aumente la temperatura de los contiguos.

También son de obligatorio cumplimiento los sistemas de espumas. Todos los depósitos verticales que almacenen productos inflamables o combustibles deben protegerse con sistemas de suministro de espuma física para extinción de incendios. Esta espuma es un compuesto de menor densidad que los hidrocarburos por lo que al sistema verterlas dentro del tanque siniestrado flota sobre la superficie liquida e impide el acceso de oxígeno, evitando su mezcla con los vapores inflamables producidos. Básicamente la espuma se forma por un espumójeno, agua y aire.

La espuma es utilizada en diversos escenarios para contener el avance del fuego. Foto: Maxi Seguridad

De acuerdo con su perfil profesional y área de estudio, ¿cuáles son sus conclusiones en torno a lo sucedido desde el pasado viernes en la ciudad matancera?

Bueno, las conclusiones, en este caso muy personales, serían las siguientes. En efecto, el incendio fue provocado por un rayo, hay constancia de esto y testigos de pronunciada actividad de descargas eléctricas. Sin embargo, esto produce una duda en quien está ajeno a tales conocimientos. La respuesta es un SÍ rotundo, un rayo puede vulnerar los sistemas de protección por muy bien diseñados, certificados y mantenidos que estén. De hecho, sucede más de lo que pudiera pensarse.

Según publicaciones especializadas, de los 480 incendios reportados en depósitos de hidrocarburos en el mundo, como media entre 1951 y 2003, la tercera parte se debió al impacto de descargas eléctricas.

Otro estudio, conducido por dieciséis compañías de petróleo, descubrió que cincuenta y tres fuegos de sello, de cincuenta y cinco, eran causados por el relámpago, y concluyó que el rayo es el recurso más común de ignición.

Como resultado, el API ha publicado un documento llamado API RP 545, Prácticas Recomendadas para La Protección contra el Relámpago para Tanques de Almacenaje de Líquidos Inflamables y Combustibles. Se espera que este documento se haga un estándar en el futuro.

Sobre la magnitud alcanzada en el incendio de Matanzas existen dos factores:

1- ¿Dónde se inicia el incendio? Esto ocurre en el último tanque de esa batería de cuatro, quedando los otros tres hacia el este, a favor de los vientos, que se reportaron bastante fuertes. Por capricho de la naturaleza, o por la causa mística que se le quiera dar, el rayo afectó a este y no al del extremo oeste, donde hubiera sido muchísimo más fácil controlar y sofocar un incendio de esta magnitud.

2- Mecanismos de Protección Activa. Para mí, en lo particular y desde la distancia, es donde se enreda el asunto. ¿Qué falló en los mecanismos de supresión y control en una base de Supertanqueros de esa magnitud? Las noticias no han sido claras ni con suficiente organización o coherencia, como es común en la Isla.

En relación a la aparente lentitud con que ha sido controlado el incendio, nada más lejos de lo normal. Una vez que semejante volumen de este tipo de sustancias se incendia, con una magnitud que sobrepase la capacidad de acción de los sistemas activos de primera respuesta, o por el fallo de estos, es prácticamente imposible sofocarlo y la práctica más común es dejar que el combustible se consuma, tratando de controlar su expansión. Ese es un proceso que puede tomar varios días, en dependencia del volumen de líquido combustible.

La práctica más común ante el sobrepaso de los sistemas de respuesta, es dejar que el combustible se consuma. Foto: Periódico Girón

Existen en la historia similares situaciones donde se ha demorado más de cinco días en sofocar el incendio, esto en países del primer mundo con todas las tecnologías y recursos disponibles.

Concluyendo, y dadas las características de estas instalaciones y los distintos sistemas de protección que las integran, si yo tuviera que participar de una investigación esclarecedora, la cual existirá sin dudas, haría hincapié en los sistemas y cumplimiento de los cronogramas de mantenimiento.

He podido constatar —no solo en la Isla, también en la región—, que los incumplimientos o deficiencias en el Mantenimiento Preventivo o Proactivo son progenitores de todo tipo de desgracias en inmuebles e infraestructuras. Hay una tendencia, lamentablemente muy extendida, a centrarse en el Mantenimiento Reactivo, o sea, arreglar cuando algo se rompa. En casos como este, cuando se rompe, Cuba queda en jaque mate, porque los daños humanos, materiales y medioambientales, son irreparables.

Como quiera, creo que los matanceros debemos gratitud a quienes viabilizaron las ayudas, a los dignísimos bomberos que lo dieron todo, algunos incluso la vida —como esos muchachitos, que no debieron estar donde se necesitaban en verdad bomberos profesionales—, para rescatarnos de peores consecuencias.

A los médicos, ambulancieros, personal de la salud, que hace maravillas con nada y en condiciones bien difíciles. Al personal del Instituto de Recursos Hidráulicos, ingenieros, ejecutores, paileros, choferes de pipas. No debe pasarse por alto la solidaridad entre cubanos de a pie, quienes han sufrido dantescamente los acontecimientos sin dejar de brindar alojamiento al necesitado, transporte gratuito a víctimas y familiares, así como miembros del sector privado que han dado soporte a la logística, llevando algo más de alimento a quienes, a las puertas del infierno, les devolvieron la sonrisa del cubano grato, al que ya no le queda tarea de Hércules o plaga de Egipto por pasar.

12 agosto 2022 34 comentarios 5,8K vistas
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Incendio en Matanzas

Súbito: un corto sobre el incendio en Matanzas (+ video)

por Redacción 10 agosto 2022
escrito por Redacción

“Cuando un hombre se convierte en bombero, ha conseguido su mayor acto de valentía. Lo que hace después, está en concordancia con su trabajo”.

Edward F. Croker, bombero estadounidense

***

Las imágenes de los bomberos cubanos sofocando unas llamas que los hacen ver diminutos, las historias de los desaparecidos durante la primera noche de enfrentamiento al fuego, y el ir y venir de los camiones rojos con sirenas, se han vuelto recurrentes en estos días.

Mientras el pueblo cubano espera que se recuperen los cuerpos de los bomberos desaparecidos y un sentimiento de luto invade las redes sociales, La Joven Cuba comparte el corto documental “Súbito”, en el que Néster Núñez y Miriel Santana ilustran el sentimiento de zozobra durante la tragedia y la admiración por quienes lucharon contra el incendio.

10 agosto 2022 8 comentarios 2,3K vistas
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abandono

Abandono animal en Matanzas (+ audio)

por Redacción 10 agosto 2022
escrito por Redacción

El 20 de agosto se celebra el Día Internacional de los Animales sin Hogar. Sin embargo, no hay que esperar a una fecha en el calendario para reparar en las consecuencias del abandono animal, y menos en una situación como la que vive Matanzas hoy.

Tras el colapso de la tapa del tercer tanque de la base, las personas cercanas al incendio entraron en pánico y se autoevacuaron, pero no todos llevaron a sus mascotas consigo, sino que los dejaron a expensas de la contaminación y la confusión.

El grupo de Bienestar Animal Cuba en Matanzas se encargó de rescatar a buena parte de los animales abandonados, mientras varios bomberos lograron salvar la vida de dos perritas en el lugar del incendio.

La Joven Cuba comparte una postal sonora con esta historia, a la vez que convoca a socorrer a los animales cercanos, para mitigar los efectos que la contaminación por el incendio puede causarles.

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10 agosto 2022 4 comentarios 1,1K vistas
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Incendio en Matanzas

De salación y otros petróleos

por Alejandro Muñoz Mustelier 9 agosto 2022
escrito por Alejandro Muñoz Mustelier

Es un mineral tan preciado, que la mismísima palabra definitoria de nuestro tímido acercamiento a la subsistencia se deriva de esta: salario, con su origen allá en el vastísimo imperio romano, que pagaba a sus soldados con lo más valioso que había, el MLC de la época clásica: la sal.

Pero el mineral no sólo está presente en palabras tan solemnes y perseguidas, también se usa con registro coloquial para para expresar estilo y picardía: «tiene sal»; con el verbo ser para decir de alguien dichoso: «es un sala′o», y con el verbo estar para todo lo contrario: «estamos sala′os», frase muy socorrida —y socorrista— en Cuba.

La producción de sal en nuestro país no debería ser un problema: donde haya mar, hay sal. El problema es que para hacer funcionar cualquiera de las múltiples salinas con las que contamos, son necesarias ingentes cantidades de energía, obtenida con combustible fósil, no sé, digamos petróleo. Por cierto, el petróleo también es un mineral pero no se usa para comer, en cambio es inflamable, susceptible al roce, a los impactos, al calor y a las descargas eléctricas.

Sin irnos del tema, una descarga eléctrica impactó el tanque 52 de almacenamiento de crudo de la Base de Supertanqueros de Matanzas sobre las 7 de la tarde del viernes. El incendio fue considerable y amenazaba con expandirse a los tanques aledaños, lo que finalmente ocurrió. Este tipo de incendio cuenta con toda la materia prima necesaria para ser un verdadero dolor de cabezas, no importa la capacidad y recursos de los cuerpos de bomberos, porque el fuego aprovecha lo mejor de sus dos estados generales: deflagraciones y detonaciones.

Incendio en Matanzas

El fuego avanza implacable en la base de supertanqueros de Matanzas. (Foto: Cubadebate)

En las primeras, la velocidad con que avanza el frente de las llamas es inferior a la velocidad del sonido, duran solo entre 100 y 200 milisegundos. La detonación, por su parte, supera la velocidad del sonido, por lo que son más devastadoras —ya se han visto en los videos que hay en las redes. El fuego se propaga por el combustible, incluso en contra de la corriente de este, y a mayor velocidad que dicha corriente en una deflagración constante. Si existen las variables adecuadas —y existen—entre ellas, el combustible, se produce la detonación.

Después de la consternación al conocer que hubo víctimas, el daño que esto puede ocasionar a la ya anémica economía nacional, fue la preocupación de muchos. De muchos de los que todavía cuentan con electricidad regularmente; el resto, los resilientes apagados, supongo piensen que ahora ni la luz les va a dar —esto literalmente.

Pero más allá de las terribles e inevitables consecuencias económico-lumínicas ante otro titular mitológico —este texto está lleno de referencias clásicas— donde un rayo cae como justicia divina empeñada en aleccionar, no sé por qué, a nuestro sistema energético; la gran mayoría se dio a la especulación: ¿otra vez un rayo? se pregunta la gente con gesto de incredulidad. Las opiniones son diversas: eso nunca pasa, esos tanques tienen medidas de seguridad, están escondiendo algo, y así. Lo cierto es que parece durísimo de tragar que otro rayo haya caído en una instalación relativa a la generación de energía.

La nube de humo se extiende sobre la ciudad de Matanzas. (Foto: Néster Núñez)

La opinión general de las personas aledañas invoca el sabotaje. Hay ejemplos claros y recientes en Venezuela, casi un modus operandi. Por otra parte, aquella foto en medios nacionales hace tres meses, que mostraba la Central Termoeléctrica Antonio Guiteras con chimeneas de enfriamiento nuclear —será la más grande de Cuba, pero no es para tanto—, siendo alcanzada por un rayo, deja mucho a la imaginación. Otros niegan que fuera obra de algún escuadrón de operaciones especiales, y afirman que la cosa está en poder justificar el déficit energético y el vacío en los tanques subterráneos de las gasolineras; no obstante, coinciden con los primeros en que Júpiter no existe, no hay rayos.

Realmente la hipótesis de los rayos —llamémosle clásica—, que han ofrecido los medios nacionales, y la hipótesis del sabotaje —llamémosle barroca, ¿por qué no?—, tienen elementos de donde beber a la hora de exponer su razón. Los barrocos argumentan que ante la extrema situación económica que vive el país, las reacciones populares se han extremado, llegando a las protestas grupales —multitudinarias en algunos casos—, a proferir palabras soeces contra los funcionarios y dirigentes, a apedrear tiendas y más recientemente a incendiar establecimientos estatales, tan despreocupadamente que las mismas autoridades han reconocido que es obra personas y no de deidades mitológicas. Por demás, un sabotaje a instalaciones industriales no tendría necesariamente que quedar fuera de consideración.

A los promotores de la hipótesis clásica —los medios oficiales—, los respaldan datos científicos, porque a pesar de que no parezca, es más común de lo pensado que Júpiter, en defensa del planeta, en ejercicio de sus facultades divinas, o porque a veces Juno lo saca de quicio, acribille a rayos tanques de combustible a lo largo y ancho del planeta. En 1924, un rayo impactó un tanque de petróleo en Monterrey, Estados Unidos, provocando un incendio; en 2012 otro rayo impactó un tanque de crudo en Puerto Cabello; en 2014 fue en Zulia, Venezuela; en el 2020, estalló por esta misma causa un tanque de la petrolera Repsol, en Puertollano, España; en 2021 pasó en Brinhton, Inglaterra, y así hasta el cansancio. De hecho, un tercio de los más de 480 fuegos en estas instalaciones son atribuidos a rayos, que alcanza la cifra de veinte incendios por año.

Y es cierto que los tanques deben tener protección contra descargas atmosféricas: pararrayos, disipadores; incluso, se consideran por su composición bajantes naturales de rayos si cumplen con dos o tres requisitos: espesor de techo de cinco milímetros, placas atornilladas o soldadas para que haya continuidad eléctrica y tuberías conectadas a esta continuidad. Aunque también puede suponerse que alguno de estos requisitos no estaba presente en el tanque 52, y aunque la hipótesis clásica sea factible —y lo es— queda el asunto de la preservación y seguridad del dichoso tanque.

Teniendo en cuenta todos estos datos, es probable que Júpiter haya mandado el rayo y las negligencias romanas lo hayan dejado entrar. Si fuera así, dado el monto de sucesos divinos que se han ido acumulando desde aquel fatídico accidente aéreo y el tornado, pasando por un inofensivo pero premonitorio meteorito, incendios, la pandemia, los recientes y tristes sucesos del Saratoga, y un muy largo etcétera, para volver al tema de la sal, que es el que nos ocupa hoy; parece que estamos realmente salaos (Díaz-Canel, 2022).

No obstante, si el discurso presidencial asume la salación como una variable, habrá que crear el Ministerio de Asuntos Esotéricos —si total, ya tenemos economía vudú— para que analice a cuántas deidades estamos ofendiendo y desagravie cualquier desplante. Sería bueno que este ministerio tomara al pueblo de Cuba como una deidad a desagraviar con urgencia. Mientras los bomberos se afanan en apagar un incendio, los dirigentes intentan igualmente, apagar, apagar. Sin embargo, este es uno difícil de sofocar, porque le están echando agua, mucha agua, pero al ser agua de mar, también está salá.

9 agosto 2022 16 comentarios 1,8K vistas
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Estados Unidos ausente

por Redacción 8 agosto 2022
escrito por Redacción

A casi tres días del comienzo del incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas, el ofrecimiento del gobierno de Estados Unidos ha sido insuficiente. Contrario a opiniones difundidas en redes sociales, Cuba no ha rechazado ayuda proveniente de ese país, cuya cercanía geográfica, poderío económico y experiencia en la mitigación de desastres de esta naturaleza podrían ser decisivos para poner fin al siniestro.

Como explicó en redes sociales Johana Tablada, subdirectora general para EE.UU. del Ministerio de Relaciones Exteriores, ante la solicitud de las autoridades cubanas, sus homólogos estadounidenses solo ofrecieron asesoría técnica, aceptada por la Isla. La respuesta de EE.UU. contrasta con el apoyo de México y Venezuela que enviaron expertos, brigadas de bomberos y materiales químicos empleados para extinguir incendios de grandes proporciones.

Viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba comenta sobre la participación estadounidense

Viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba comenta sobre la participación estadounidense

El gobierno de EE.UU. cuenta con una Oficina de Asistencia para Desastres en el Extranjero (OFDA) , que responde a un promedio de 65 eventos naturales y crisis humanitarias en más de 50 países cada año. Hasta el momento OFDA no se ha pronunciado ante el siniestro en la zona industrial de Matanzas.

Asimismo, vale destacar que ese país dispone de cuantiosos recursos en materia de lucha contra incendios. Entre las empresas norteamericanas especializadas en dicha área figura la Johnson Controls, con sede en Irlanda. Este conglomerado produce equipos de alta tecnología como el sistema de base gaseosa que extingue fuegos mediante gases inertes y químicos.

Además, posee uno de las mejores mecanismos para la protección de incendios industriales: el sistema de niebla de agua. Este último evita que siniestros de clase B, como el que tiene lugar en la zona industrial de Matanzas, puedan volver a reactivarse.

Entre Cuba y EE.UU. existen convenios de colaboración para el enfrentamiento a desastres naturales y derramamiento de petróleo en el espacio marítimo, como la “Declaración conjunta sobre protección ambiental”, y el “Memorando de Entendimiento sobre Cooperación para la conservación y manejo de áreas marinas protegidas”, suscritos en noviembre de 2015 durante los mandatos de Raúl Castro y Barack Obama.

Si bien dichos acuerdos no aplican a eventos similares ocurridos en tierra, como el iniciado este viernes, la Embajada de EE.UU. en Cuba declaró en su cuenta en Twitter que “la ley estadounidense autoriza a las entidades y organizaciones a proporcionar ayuda y respuesta ante desastres en Cuba”.

No obstante, los acuerdos logrados en cuanto a cooperación ambiental tampoco han podido traducirse en cimientos sólidos para la normalización de las relaciones bilaterales. Mientras la parte cubana ha mostrado interés en ampliar y profundizar la cooperación, la parte estadounidense se ha mostrado reacia. Otras áreas como la lucha contra el narcotráfico, el antiterrorismo y la migración muestran un patrón similar.

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Helicóptero cubano trabaja en la labor de apaciguar la llamas en Matanzas. Foto: Néster Núñez

Un artículo de William LeoGrande y Margarite Rose Jimenez refiere que “los huracanes, las plagas y los derrames de petróleo no respetan las fronteras nacionales, por lo que ningún país puede protegerse adecuadamente sin cooperar con el otro. Si tal cooperación no puede cerrar la brecha bilateral y conducir a la amistad entre Estados Unidos y Cuba, tal vez al menos pueda hacer que pasen de ser enemigos absolutos a adversarios respetuosos”.

La política de la administración Biden hacia Cuba imita la de su antecesor Donald Trump, poniendo énfasis en un cambio de régimen a través de la desestabilización interna que provocan las sanciones a la Isla. Un desastre de esta magnitud pudiera venirle como anillo al dedo a dicha política.

Tampoco faltan quienes tienen esperanzas en que este desastre signifique para el gobierno cubano lo que Chernobyl significó para el fin de la URSS en cuestiones políticas. Ayudar a Cuba podría tener detractores entre el sector más radical cubanoamericano, un grupo que todavía no se ha pronunciado para que su gobierno atienda lo más importante ahora: el peligro ambiental y humanitario de esta tragedia.

La Joven Cuba insta al gobierno de Estados Unidos a priorizar valores humanos por encima de intereses políticos y ayudar al pueblo de la Isla en el momento que más lo necesita.

Hombre sentado en el viaducto matancero mientras el fuego arde detrás. Foto: Néster Núñez

 

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Incendio - Matanzas

El incendio en Matanzas: extremismos vs colaboración

por Mario Valdés Navia 8 agosto 2022
escrito por Mario Valdés Navia

En la tarde noche del 5 de agosto, en medio de una tormenta eléctrica, un rayo   cayó sobre un tanque de combustible en la base de supertanqueros de Matanzas y provocó un incendio de tan grandes proporciones que se cataloga como el mayor de este tipo ocurrido en Cuba.  Las unidades contra incendios de la ciudad y otras provincias cercanas se movilizaron de inmediato para sofocarlo con todos los recursos a su disposición pero fue insuficiente.

La magnitud del fuego, en un tanque con 26 000 toneladas de petróleo cubano semitratado, con alta carga de azufre, no pudo ser constreñido y, en la madrugada, alcanzó el tanque contiguo, lleno de diesel importado, y provocó una enorme explosión con el saldo, hasta el momento, de un muerto, decenas de heridos y diecisiete desaparecidos entre los bomberos y rescatistas que luchaban heroicamente contra las llamas.

Desde el inicio se tomaron medidas para evacuar a residentes del barrio Dubrocq, el más cercano al tándem de tanques incendiados o en peligro de inflamarse, y se hicieron presentes autoridades y voluntarios dispuestos a incorporarse a los trabajos de extinción. La solidaridad con los rescatistas y el pueblo matancero se puso de manifiesto rápidamente, tanto desde otras provincias como del exterior.

Mientras, en las redes sociales comenzaban a manejarse diferentes criterios acerca de las causas de lo sucedido. En tanto algunos comentarios se sustentaban en evidencias obtenidas y criterios especializados, otros daban vuelo libre a su extremista imaginación y fomentaban teorías conspirativas agradables a mentes radicalizadas.

Lástima de esos extremistas fanáticos que, en pos de denigrar a sus contrarios políticos y sacar partido de la lamentable situación en función de sus intereses políticos y creencias ideológicas, han sido capaces de tergiversar los hechos sin pudor alguno y crear angustia y desesperación en los usuarios de las redes sociales.

Algunos detractores del Gobierno sostienen que fue un accidente por problemas técnicos, o un sabotaje de opositores que se quiere ocultar tras un fenómeno natural. Entre ellos sobresalen los negadores del rayo, quienes afirman que no hubo tormenta alguna en Matanzas ni en otro lugar de Cuba. Como esa tarde trotaba por mi circuito tradicional de ida y vuelta desde mi casa al estadio Victoria de Girón, puedo dar fe de la magnitud de las descargas eléctricas sobre la ciudad que me obligaron a buscar cobijo en un edificio.

Si el análisis se traslada a la eficacia del sistema de pararrayos instalado, entonces habrá que esperar al correspondiente informe técnico. Según mi criterio no especializado, algún problema debía tener cuando no canalizó a tierra la descarga y permitió que alcanzara el tanque presuntamente salvaguardado. Pero no es prudente levantar hipótesis como tesis sin que concluyan las investigaciones; menos aún negar que hubo potentes rayos cuando los habitantes de la ciudad fuimos testigos de intensos relámpagos y truenos por casi una hora.

Del lado del Gobierno, leo consternado este twit de la cuenta del Ejército Oriental: «Detrás de cada incidente que sucede en nuestro País está la mano siniestra de los medios enemigos. Pero a Cuba se respeta». Para estos fans de la conspiración, el rayo fue canalizado por algún dispositivo tecnológico secreto, o disparado desde algún OVNI imperial. O quizás algo más tremebundo, un sabotaje a la instalación, planeado y ejecutado por alguna organización terrorista. Sin evidencias ni hipótesis científicas que los avalen, criterios como esos tratan de exacerbar el patrioterismo, aun en medio de tanta preocupación y tristeza.

Detrás de cada incidente que sucede en nuestro País está la mano siniestra de los medios enemigos. Pero a Cuba se respeta. #FuerzaMatanzas #FuerzaCuba @MinfarC @EjrcitoOrienta1 pic.twitter.com/YLauGuik0m

— Ejército Oriental (@EjrcitoOrienta1) August 6, 2022

Tampoco comparto la andanada seguida de reportes y mensajes sobre lo que hacen autoridades de la nación y la provincia, o personal de salud y periodistas; mientras escasean las entrevistas con apagafuegos, rescatistas y especialistas que puedan dar explicaciones sobre lucha contra incendios y los casi ignorados peligros de la contaminación. Lo que necesita el espectador son informes de la marcha de los acontecimientos en pleno desarrollo; más aún, cuando en el ciberespacio puede encontrar reportajes desde el exterior con fotos y vídeos en tiempo real de lo que está ocurriendo.

Como desde temprano el día 6 posteé que: «Esta  situación que afecta a Matanzas y a todo el país requiere de ayuda especializada internacional», me complace la colaboración solidaria mostrada por países amigos, como Venezuela, México, Nicaragua y otros. Para detener este cataclismo y evitar una catástrofe mayor no basta la actitud heroica de nuestros bomberos, militares y rescatistas; se requieren saberes, experiencias y, sobre todo, recursos tecnológicos que muy pocos países poseen y normalmente son asumidos con la ayuda internacional, aunque ocurran en países desarrollados.

Por eso resalto, de manera particular, la actitud de los gobiernos de Estados Unidos y Cuba en el respectivo ofrecimiento y recepción de ayuda para apagar este fuego. Cuando se trata de salvar vidas humanas y proteger el entorno común de daños ecológicos como los que puede traer consigo este siniestro, no caben radicalismos ni extremismos, solo muestras de solidaridad y colaboración humanitaria entre países vecinos, unidos por estrechos lazos históricos, culturales y humanos.

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