Por: Harold Cárdenas Lema /
Cuando era niño vivía cerca del estadio Sandino en Santa Clara, jugaba en los alrededores con pelota de trapo y veía a los deportistas entrar y salir constantemente. Recuerdo a Víctor Mesa bajándose de su bicicleta, autografiar nuestras libretas, jugar unos minutos con nosotros y hacernos los niños más felices del mundo.
Pasaron los años y el jugador se convirtió en manager, su dirección al frente de Villa Clara fue polémica, los escándalos eran recurrentes y a menudo sus decisiones complicaban los juegos en vez de resolverlos. Santa Clara se dividió entre seguidores y adversarios de Víctor, la relación amor-odio se estrenó en el centro del país, no demoraría en llegar a Matanzas.
Después de 18 años en la ciudad del Che me mudé a Matanzas, llegué mucho antes que Víctor y pude ver un pueblo que había perdido la ilusión del béisbol, solo les quedaba la nostalgia del pasado. En ausencia de un equipo local decoroso pusieron sus esperanzas en otras provincias, al punto de que en la actualidad que todo ha cambiado y ahora pueden estar orgullosos de los suyos, muchos continúan apoyando mayormente a Industriales, la costumbre es más fuerte que nada.
Cuando llegué a Matanzas no quería oír hablar de pelota, cuando se encendían las luces del estadio Victoria de Girón se apagaban las de mi casa, el consumo de electricidad exigía apagar el barrio más cercano, el mío. En esta época el recinto deportivo bien podía haberse utilizado como organopónico urbano, lo normal era perder constantemente.
Entonces llegó Víctor a Matanzas y todo cambió, las autoridades locales confiaron en él y apostaron fuerte por el béisbol en la provincia. Recibió apoyo de todo tipo, de todos lugares y el 32 puso mucho esfuerzo personal en cambiar las cosas. Comenzó a ganar Matanzas y yo bromeando proponía al 32 como secretario del Partido en la provincia, pero la pelota es más fácil que la política.
Los comentarios siempre han acompañado a Mesa; que tiene su casa en Varadero (merecida creo yo), que si el equipo arruinó un partido los bajó de la guagua camino al hotel y los puso a ejercitar a la vista pública, que cuando arruinó la cosa le tocó ejercitar a él, que si tuvo problemas con tal jugador, etc., la pelota en esta ciudad es cualquier cosa menos aburrida.
El hecho es que Matanzas comenzó a ganar una y otra vez con los mismos jugadores, demostrando cuánto influye el ánimo y una mentalidad ganadora en el deporte. ¿Qué había cambiado respecto al año anterior? Víctor Mesa. En Matanzas el show es él, sus errores y aciertos le han dado vida a una ciudad cuya vida nocturna estaba muerta desde hacía décadas. Si bien es cierto que el equipo es más importante que el ego de una persona, Víctor ha despertado pasiones donde no las había y eso hay que agradecerlo de alguna manera.
Mi primer recuerdo del béisbol es ver a Víctor Mesa en el Augusto César Sandino atrapar una pelota prácticamente incogible en el jardín central, muy cerca ya del retiro. Lo veía calcular milimétricamente por dónde le iba a lanzar el pitcher a la hora de batear, si tan solo Víctor pudiera calcular igual sus palabras ante sus deportistas y la prensa, si tan solo aprendiera a moderar su carácter un poco, aunque creo que esto no lo hará nunca. En Cuba el béisbol es un show desde mucho antes que él y trasciende cualquier individualidad, pero en Matanzas, el show es Víctor Mesa, y si no es así, al menos hay show gracias a él.
7 comentarios
” si tan solo Víctor pudiera calcular igual sus palabras ante sus deportistas y la prensa, si tan solo aprendiera a moderar su carácter un poco, aunque creo que esto no lo hará nunca.”
Esto me recuerda el caso de Maradona. No es lo mismo ser jugador que tecnico o director de equipo.
No es lo mismo ser empleado que dueño
En honor a la verdad Víctor Mesa es un “fuera de serie,” siempre lo fue, cuando pelotero y ahora como director. Que es payaso, antipático, protestón que le guste ser el centro, etc. Eso es parte de su personalidad y si no fuera así no sería lo que es, el hombre show, el que todos quieren ver para gritarle y chiflarle o para aplaudirle y felicitarle. Muchas veces sucede que los mejores, los que más ganan, los más excéntricos, los triunfadores en la vida tienen que arrastrar las críticas y el odio de los perdedores. Que equipos despiertan más sentimientos encontrados en el público (Industriales, New York Yankees, El Real Madrid, etc.) los mejores. Que personas son las más polémicas, las más exitosas, esa fórmula no falla, en ninguna parte, en ningún sistema, siempre va ser así. Pueden haber excepciones, pero son solo eso, por regla general la polémica acompaña a los líderes y Víctor es un líder, un rebelde, un hombre que dice y hace lo que otros no se atreven, por eso despierta esas pasiones. Los matanceros van a tener que aprender a lidiar con eso mientras él sea director del equipo, he leído comentarios de mucha gente que no le va a Matanzas simplemente porque quieren que Víctor Mesa pierda, porque les cae mal y esta final entre VC y Mtaz será candente porque hay muchos asuntos polémicos que saldrán a relucir y el público de Villa Clara le va a pasar la cuenta a Víctor Mesa por el asunto de Pestano, por los años que dirigió esa provincia y no pudo ser Campeón. Si Matanzas le gana a Villa Clara la derrota va a doler mucho más, por aquello de que “no hay peor estilla que la del mismo palo.”
Creo que VM32 aplica en la pelota aquella máxima de que el fin justifica los medios. Eso es, únicamente, lo que no le perdono. Excelente como jugador, pero sumamente arrogante como mánager, creo yo…
Ahora, siempre que hablo de la pelota tengo que llamar la atención sobre el bajo nivel que tiene hoy en día el beisbol en Cuba, se están viendo “juegos de manigua” cargados de errores, lanzadores mediocres que hoy parecen que son imbatibles y mañana le entran a palo. Que es eso de hacer 10 carreras en un inning, eso no se ve en ningún beisbol de calidad, del arbitraje ni hablar, el ultimo arbitro que servia en Cuba era Nelson Díaz y se fue para Miami, simplemente es un circo la pelota cubana, es también por eso que la provincia de Matanzas ha podido dar un salto tan espectacular en solo dos años, simplemente no hay un equipo que se respete, como en todo beisbol. Víctor tiene su mérito, pero el bajón de calidad en la pelota cubana sin dudas lo ha ayudado.
Y Tatu sigue sin aparecer?….desde el Sabado lo estoy esperando para una polemica sobre la inclusion de Cuba en la lista de paises patrocinadores del terrorismo y no aparece ni responde a mis opiniones.
Bueno, no voy a estar muy conectado Tatu, estoy de vacaciones en el Caribe.
Cuando te decidas a continuar la polemica me avisas.
Saludos compañero.
a los matanceros le va a pasar lo mismo que a los villaclareños… los métodos de víctor mesa funcionan a la corta, a la larga desgastan a los jugadores por la presión y el maltrato… el final del cuento es que se ganará el odio de esos mismos que hoy lo aplauden, vivir por ver… ejemplo vivo: su hijo en el CF como regular toda la serie bateando menos de 200 con mejores jugadores sentados en el banco…
La Serie Nacional es más espectáculo gracias a Víctor. Algunos lo califican de payaso, charlatán, pesao, engreído…Seguro que nadie lo odia más que el periodista de la pregunta más famosa de los play off: ¿Por qué quitó a Félix Fuentes por Ciro Silvino Licea? El director del último equipo Cuba se molestó, gesticuló… y fue tan Víctor como siempre. La gente lo crítica en la calle, pasillos, en residencias estudiantiles… Yo digo que ojalá existieran tres VM32 en nuestra Serie Nacional. Así todo sería más divertido.
¿Quién más se hubiese atrevido a disfrazarse de cocodrilo, para engañar a todos, y esquivar una sanción arbitral? ¿Quién más le hubiese echado tierra en la cara a un señor de negro (árbitro) sin mostrar arrepentimiento? ¿Quién más diría El show soy yo?
Su carácter es, digamos…, especial.
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