Disciplina o responsabilidad

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responsabilidad

Siempre he tenido un problema con el concepto de disciplina. Solo me parece aceptable cuando es sinónimo de método, a tener un rigor sistemático para hacer algo. No así cuando se refiere a la aceptación y seguimiento de ciertas reglas. Entonces la palabra implica algo de aceptación ovejuna, de formalidad insensible, de beatitud hipócrita, de autocontrol masoquista.

No se si por ciertas practicas me suena a temor y látigo. Tal vez se deba a que en mi niñez fui sumamente obediente y solo gané castigos y abusos. Entonces decidí que debía cambiar. En la secundaria me expulsaron del campamento donde hacía labores agrícolas enviándome a otro ajeno porque me resistí a una profesora que nos puso a trabajar en un campo que ya habíamos hecho. Al explicarle dijo que no importaba, que había que hacerlo de nuevo. Me negué.

Luego en el preuniversitario impusieron una formación militar y cierto profesor se aprovechó de aquello para someternos a caprichosas tareas. No las cumplí y me llevaron a una suerte de tribunal donde me imputaron 52 deméritos, lo que me obligaba a hacer guardia por todo un año. Por supuesto que no lo acepté y tuve que dejar los estudios y tomar un curso de formación emergente de profesores, lo único que me liberaba de un prolongado castigo.

Allí había una profesora exigente ante quien no se podía chistar. Yo chistaba, de modo que, a fin de curso, a pesar de mis buenas notas, quedé pendiente por indisciplina. La falta de profesores me salvó en el último momento, por lo que, luego de reprenderme, me llamaron para trabajar. Ya después, como trabajador, una y otra vez, clasifiqué entre los problemáticos… Simplemente porque rechazaba lo que me parecía insensato o impropio. Bueno, creo que en algún sitio debe dormir un grueso expediente de mi “conducta impropia”. No me preocupa. Tengo la conciencia tranquila.

Foto: Getty

Resulta que la disciplina es sumamente conveniente para los autoritarios. Es más fácil ordenar que hay que hacer algo “porque lo digo yo”, antes que convencer de que algo es conveniente y útil que se haga. Curiosamente, en mis años de profesor pude percatarme de que los alumnos más inteligentes y creativos eran los menos disciplinados. Igual lo he visto con los niños. Esas criaturas obedientes y pasivas, casi nunca superan la mediocridad.

Todos los grandes hombres, de una u otra forma, fueron indisciplinados para con las circunstancias de su tiempo

Se rebelaron contra imposiciones insensibles e insensatas. Sócrates contra los ortodoxos, Cristo contra los fariseos, Bruno contra la Inquisición, Bolívar contra la monarquía, Martí contra la dependencia, Ghandi contra el sometimiento inglés, Mandela contra el apartheid.

Una de las peculiaridades de los sujetos de conciencia insuficiente es que, ante un problema que ocurre en su medio y que afecta a muchos y de algún modo también a él, se consideran ajenos o disociados de él. Por lo general, se tiende a buscar uno o varios culpables y endilgarles el peso de la causa por lo que ocurre. Esto es un comodín que sirve para desligarnos de los asuntos.

Es claro que en todo fenómeno social siempre existen, al menos, dos bandos. Uno es el de quienes infligen una acción y otro, el de quienes la sufren. Sin embargo tanto unos como otros comparten un elemento esencial, el de la responsabilidad por las consecuencias. Lo más fácil y enajenante es hallar un culpable. ¿Se trata acaso de hacer de la víctima el victimario? Por supuesto no es igual la culpa del que ordena cometer un desatino que la de quien pacientemente lo soporta. Simplemente se trata de no renunciar a la necesaria reacción ante cada acto. Todo individuo tiene la responsabilidad de proteger su destino y de que nadie decida por él todo cuanto lo afecta.

Ante las más diversas situaciones, el pensador francés Jean Paul Sartre nos llamaba a reaccionar invocando, “Ustedes son responsables como individuos”. No se puede permanecer totalmente paciente e indiferente ante aquellos actos que nos limitan, hieren o disminuyen como seres humanos. Es necesario alzar la voz, reclamar, condenar, rechazar. Creo que muchos desmanes ocurren a amplios colectivos humanos porque cooperamos con nuestro silencio, nuestro temor, nuestra indiferencia. No hay que convertirse en mártir ni apelar a la violencia. Todo empieza por mantener nuestra entereza, nuestro pensamiento propio, nuestra actuación desligada de complicidades y nuestra voz sostenida en la honestidad y la verdad.

Asumir nuestra simple responsabilidad como individuos es el mejor modo de impedir que los crápulas nos sometan y abusen

Todos somos responsables de nuestro acontecer. Ya lo decía Martí, “Los malos no triunfan sino donde los buenos son indiferentes”. No dejemos que, como la mala hierba, progresen los malos por nuestra indolencia e irresponsabilidad. La fuerza del bien no es de cantidad sino de calidad.

Me parece que más humano, creativo y racional es el concepto de responsabilidad. Esta implica una actitud que no se motiva desde fuera (por el dictamen o el látigo) sino por el convencimiento íntimo. La persona responsable sabe por qué actúa de un modo y lo hace consciente y con absoluta fe. Muchos disciplinados simplemente fingen y acatan. Pero el responsable es siempre fiel con lo que cree, jamás actuaría sin convicción.

El responsable responde (de ahí viene la palabra) por sus actos, pero lo hace porque tiene conocimiento de causa y ha interiorizado lo que lo lleva a actuar de cierto modo y no de otro. Al responsable nadie tiene que monitorearlo, pues lo monitorea su disposición. Su actuación es siempre adecuada pues surge de una determinación interior, conscientemente elegida. Por eso creo que en los hogares y las escuelas debíamos preocuparnos por educar personas responsables antes que borregos disciplinados, que van como la burbuja adonde la fuerza del viento los lleve.

Ser responsable es conocimiento, sensatez, sensibilidad y voluntad, ser de acuerdo con lo que uno cree y siente. Ser disciplinado es obedecer y actuar ciegamente. Ser responsable es saber y actuar consecuentemente sin traicionar lo que en esencia somos. Un mundo sensato y armónico necesita indefectiblemente de seres sensibles altamente responsables.

8 comentarios

Armando G Muñoz 7 marzo 2019 - 1:37 PM

Lo más importante en las futuras generaciones es la educación, lo dijo Marti, “ser cultos para ser libres”,
La educación basada en el respeto, no en la sumisión o la obediencia ciega.
El hombre es un ser socio y como tal ha de comportarse, no como una marioneta en manos de un titiritero

jagger zayas querol 8 marzo 2019 - 3:07 PM

Cuando José Martí escribió en su obra “Maestros Ambulantes” esa frase de que “ser culto es la única manera de ser libres, asi como ser generoso es la única manera de ser bueno”, unos 13 o 14 siglos antes, un filósofo llamado Sócrates escribió que “el conocimiento es la virtud y sólo si se sabe, se puede divisar el bien”, y este es un pensamiento que en esencia dice lo mismo que dijo Martí más contemporáneo.
No se basa ese pensamiento en la educación basada en el respeto y mucho menos en la sumisión u obediencia ciega, sino en la formacion de convicciones que son la base de los mecanismos de autoregulación de las personas y cuando las convicciones se funden con las emociones, entonces se convierten en sentimientos que son la fuerza más profunda que nos mueve como seres humanos y esa disciplina formal, mecánica, impuesta por el temor al castigo, más que innecesaria, se convierte en la primera retranca para el desarrollo humano y social.

Charly 7 marzo 2019 - 2:19 PM

El problema es que las sociedades autoritarias no permiten la disidencia, la reprimen y por tanto se va creando un tipo de persona hipocrita y de doble moral. Por eso es importante que siempre exista una contrapartida y un espacio para el debate y la toma de desiciones en donde se tomen en cuenta todas las ideas. Nunca en manos de una sola persona debe estar el destino de millones por mas inteligente y carismatica que esta sea. Hablamos de perdidas economicas por el bloqueo y son reales. Pero cuanto se perdio tambien en la zafra del 70,en el cordon de La Habana, en el cafe caturra, el plan alimentario, la batalla de ideas, con el desmontaje irracional de la industria azucarera??? En donde quedaron las personas que se opusieron y tuvieron el valor de expresarlo? Cuanto se esta perdiendo ahora mismo manteniendo un sistema que se sabe es ineficiente e irracional? Y aun asi sigue la unanimidad. Concuerdo con el autor del post pero mejor no tenga que ver con el poder porque ahi se le va a acabar su rebeldia.

elpidio valdes 7 marzo 2019 - 6:00 PM

VIVIR EN UNA SOCIEDAD SOCIALISTA COMO LA CUBANA, UNA SOCIEDAD SITIADA POR MAS DE 60 ANOS POR LA POTENCIA ECONOMICA Y MILITAR MAS PODEROSA DE ESTE MUNDO REQUIERE DE CIUDADANOS CON UN ALTO CONCEPTO DE LA HISTORIA Y LA CULTURA DEL PAIS Y DE LOS 150 ANOS DE LUCHAS, SACRIFICIOS Y MUERTE DE MILES DE HOMBRES Y MUJERES QUE LO DIERON TODO PARA QUE TODOS TUVIESEMOS HOY LA CONSTRUCCION DEL SOCIALISMO EN CUBA.

Los problemas personales tanto en la ninez como en la adultez, son el resultado de problemas en la educacion en la casa, en la escuela y en la vida laboral, las situaciones que se vivan en la casa durante la nines son las guias para una adultez normal o anormal, las formas de represion en la casa por los padres produce ninos rebeldes sin causa cuando llega el enfrentamiento con la sociedad donde viven, todo ello se agudiza en la vida posterior del nino y el adulto, entonces vienen las recriminaciones a la sociedad, aunque esa sociedad personificada en profesores de todo tipo, comete errores en el tratamiento de esas personas enajenadas y esto se agrava por la no ayuda de la familia en el proceso educativo, poniendose el adulto ya en pelno ejercicio de sus derechos y deberes en un enfrentamiento que nunca debio ocurrir y por consigjuiente considerar que la disciplina no es aplicable y no esta acorde con la persona y sobre todo achacan a la sociedad, unicamente, como la responsable de estas actuaciones.

Sin disciplina no hay fuerzas armadas en el mundo que funcione como tal, auque hay que hacer una diferencia, las fuerzas armadas socialistas son una fuerza disciplinada por conviccion, no por dinero, privilegios, posicion economica, posicion social, etc, es una discipllina que viene dada por el caracter voluntario en cuanto a la permanencia en dichas fuerzas armadas una vez concluido el periodo del servicio miltar, por tanto un indisciplinado en estas fuerzas armadas socialista, siempre tendra problemas, aun cuando se trate de llegar al fondo del problema de dicha indisciplina, por tanto la disciplina militar socialista no es la disciplina militar capitalista como no son iguales sus objeetivos y fines, en cuanto a la sociedad existe la misma gran diferencia, una sociedad sin disciplina, trae como consecuencia, en el socialismo, el irrespeto a los conciudadanos, la violacion de la legalidad socialista, el irespeto a las propiedades sociales, el irespeto al trabajo como fuente de ingreso, el irespeto a la mujer, ninos y ancianos, el irrespeto hacia la historia y la cultura, en fin el indisciplinado en esta sociedad es un ente que por lo general cae en manos de los delincuentes y/o los mercenarios al servicio de una potencia extranjera, pues no esta adaptado desde sus ninez a una disciplina moral, etica, honrada, honesta y digna de cada de uno de los ciudadano que fueron y son educados dentro del hogar, la escuela y la sociedad como un conjunto armonico y racional que permita una vida mas justa y de autorespeto y respeto al resto de la sociedad.

El no aceptar presiiones de tipo alguno y dejar sentado su desacuerdo con ello, no lleva implicito una desobedencia social total y absoluta, puesto que aqui el papel de la familia es fundamental y cuando ese papel no se juega adecuadamente surge los problemas y inadaptaciones sociales y personales, agravados en algunos casos por maestros y profesores que no saben aplicar las medidas correctas, sensibles y humanas para eliminar esas inadapciones e indicisplina, esto se agrava cuanto en el entorno existe un contexto historico y cultural como el que vivimos en Cuba por las agresiones de todo tipo del gobierno gringo con el fin de destruir el proceso revolucionario marxista, martiano, fidelista y guevariano y con esa destruccion eliminar todos los beneficios que hemos disfrutado y disfrutamos en los ultimos 60 anos, y vivir en una sociedad altamente segura, altamente protectectora del ser humano y sus derechos, una sociedad, en que su principal interes es el ser humano y su desarrollo para crear una sociedad mas equitativa,mas justa y mas digna en todo momento.

Las experiencias personales negativas dejan en ell ser humano cicatrices muy dificil de borrar, pero cuando en esa persona o personas no son capaces de reconocer el caracter humanitario y sobre todo beneficiador de la sociedad socialista para toda la sociedad, esas cicatrices se convierten en frustraciones y sobre todo en deseos de venganza contra esa sociedad y se comienza a buscar venganza por todas las vias posibles, siendo la demonizacion de esa sociedad uno de los peores caminos a seguir, pues siempre y sin temor a equivocarnos los lleva a las manos criminales, genocidas, terroristas, traidoras y hegemonicas del gobierno de los Estados Unidos de America y sus mercenarios facista en la Isla, que solo buscan reclutar a este y otros tipos de personas para sus fines de destruccion y muerte.

Gracias por permitirme escribir este comentario, y tengan todos una buena noche

Alex 8 marzo 2019 - 9:29 AM

Algunas observaciones. Error decir que quienes lucharon por 150 años lo hicieron para construir el socialismo en Cuba. Error pretender igualar la disciplina social a la de los cuarteles.

Alexei 10 marzo 2019 - 7:27 AM

Esconderse detrás de un seudónimo para opinar?

Pepito 7 marzo 2019 - 10:38 PM

Charley 100% de acuerdo.

Armando Perez 8 marzo 2019 - 11:30 AM

Charly está muy claro. Elipidio creo que es agente de la CIA. Nadie puede ser taaann….

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