Dieciocho meses

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Desde que el actual Presidente de la República recomendó en un tuit la lectura de un artículo del intelectual argentino Néstor Kohan –acusando de paso a un grupo de compatriotas de ser una nueva «plataforma centrista»–, en las páginas de la prensa plana cubana y en algunos de los blogs financiados por el gobierno o sostenidos por iniciativa personal, se han publicado numerosos artículos que de forma muy ambigua, con mejor o peor calidad escritural, han confirmado lo que las breves palabras del mandatario: el centrismo está de vuelta.

El Presidente cubano insufló vida con ese tuit a un espantajo político muy raro y particularmente genérico que hace unos pocos años sirvió por una breve temporada pública en el órgano oficial del PCC para ser puesto como sambenito a cualquier persona o ejercicio de opinión, que fuese divergente de los actos del gobierno, de funcionarios, o de las opiniones de los articulistas que generaron ese concepto. A la inspiración creativa y uso del Presidente de todos los cubanos se deben, por desgracia, otros epítetos desafortunados: «malnacidos», «enjambre anexionista», o «tontos útiles».

En estos artículos a la acusación que el mandatario cubano vertió sobre el grupo de intelectuales, ex-profesores universitarios, artistas, investigadores y cineastas cubanos que han publicado en internet un par de documentos y presentado una queja ante las autoridades de su país bajo el nombre de «En articulación plebeya», sus redactores han agregado los calificativos de «moderados», «contrarrevolucionarios», «mercenarios», «pro yanquis», «cómplices del imperialismo», «neoliberales», «pro capitalistas» y «anexionistas». Al leerlos uno puede suponer el estupor y la extrañeza de un lector común de Granma: ¿a quiénes se refieren?

En articulación plebeya

Muchos de nosotros venimos de vuelta de ver en los debates de la Constitución del 2019 a dirigentes y altos funcionarios del gobierno cubano explicarles paternalmente a los diputados y, por ende, al pueblo, las «razones» por las cuales había que quitar el término «comunista» de los fundamentos de la nueva Carta Magna; de escuchar la justificación para eliminar la salvaguarda ideológica del Socialismo que estaba en la Constitución de 1976 y por la que se proscribía enfáticamente de la política, pero sobre todo de la economía y la vida social, la explotación del hombre por el hombre.

Ya tuvimos que contra atacar el intento de desdibujar el carácter no oneroso y no lucrativo de los derechos, como se intentó en ese mismo proceso y parcialmente se logró con el derecho educación. 

Hace apenas unas semanas nos enteramos por fin del aplazamiento hasta finales del año que recién inicia –dizque que por cuestiones organizativas y de las urgencias de la pandemia– de las normas que deberían haber desarrollado el Estado de Derecho. Mientras, ocurrían durante los 18 meses que de acuerdo al mandato constitucional debieron servir para darle forma legislativa acabada y útil a ese sueño del civismo cubano, groseras y públicas violaciones de los derechos y las garantías constitucionales recién aprobadas, y la inacción de instituciones y funcionarios que debieron velar por el cumplimiento de la Ley. 

Después tuvimos que escuchar a un Ministro capaz y culto, eludiendo el compromiso que tiene con la verdad como funcionario público  con «nuestro pueblo», afirmar en la televisión que el cumplimiento de la garantía que establece el Art. 99 de la Constitución para poder demandar en los tribunales a los violadores de los derechos constitucionales, no obstante su aplazamiento, podría sustanciarse por una instrucción del Tribunal Supremo o mediante la aplicación y eficacia directa de la Constitución –tal como lo reconoce ampliamente una parte de la doctrina del Derecho Constitucional, pero en ningún caso desde hace más de sesenta años los tribunales cubanos–.

El cumplimiento de la garantía que establece el Art. 99 de la Constitución para poder demandar en los tribunales a los violadores de los derechos constitucionales, no obstante su aplazamiento, podría sustanciarse por una instrucción del Tribunal Supremo o mediante la aplicación y eficacia directa de la Constitución.

Nosotros –que tuvimos que escuchar un día que en Cuba no habría dolarización de la economía y pocas semanas después, oír como el mismo funcionario admitía que, efectivamente, había una dolarización parcial, por poner solo un ejemplos– tenemos muchos más motivos de preocupación a la hora de observar cómo se hace emerger nuevamente el fetiche político del centrismo, en espacios como el programa Hacemos Cuba.

¿Qué es el centrismo? ¿Existió o existe realmente una corriente política centrista organizada en Cuba? ¿Es, por el contrario, un cuerpo de ideas y propuestas que promueven la migración de la sociedad cubana en lo político, lo social y económico, al capitalismo? ¿Ese cuerpo de ideas y propuestas es parte de aquellas que se mueven sin mayor e inmediata consecuencia en la pluralidad de opiniones de la sociedad? ¿Han formado o forman parte de los paradigmas, referentes y exposiciones de personas o grupos sin ninguna capacidad de movilización política real en Cuba? ¿Son acaso gestionadas al interior de las instituciones por élites sociales, tecnócratas y políticas? ¿Esas ideas han soportado, respaldado, o se han expresado como soluciones a problemas económicos en forma de decisiones de naturaleza y alcance político? 

¿Fue, por el contrario, el centrismo, tan solo una invención, una etiqueta política? ¿Quiénes lo inventaron? ¿Para qué lo crearon? ¿Para qué sirvió en la práctica? ¿Por qué es revivida ahora?

Estas son algunas preguntas a las que habrá que volver quizás cuando se haga la historia de esta época y se intente descubrir los sentidos y propósitos de esa acusación tendenciosa y su valor, cuando los hechos ya estén materializados. Pero ese momento aún no llega.

De hecho, la implementación por el gobierno cubano de un plan integral de re-ajuste o re-ordenamiento que pretende incluso sobreponerse a las medidas más crueles y efectivas tomadas contra el pueblo de Cuba por la administración estadounidense que está por culminar su mandato,  pero que impondrá y exigirá a la población sacrificios muy altos e inéditos como pretendida solución a la crisis estructural de la economía cubana, es un desafiante horizonte político, ideológico y económico que está ante nosotros, pero también para el Socialismo en Cuba.

¿Hasta qué punto sus implicaciones y consecuencias sociales a corto, mediano y largo plazo serán tan significativas y lo suficientemente intensas, perturbadoras y contradictorias con los valores y prácticas socialistas de los sectores sociales más humildes, con sus sentidos de la justicia social, con sus expectativas del buen gobierno? ¿En qué medida desarrollarán dinámicas sociales que en vez de fomentar el tejido solidario que ha mantenido unida a la población y asegurado la reproducción social de los valores y la ideología socialista serán una caída libre al individualismo, el egoísmo y el conservadurismo en todas sus manifestaciones?

Las insatisfacciones internas que provienen de la acumulación de deformaciones y de prácticas políticas intolerantes e insensibles, de las diferencias sociales y de status, de la pobreza y la desigual distribución de la riqueza y de los privilegios, son parte del delicado equilibrio de la gobernabilidad cubana y subrayan lo crucial de la política hecha en clave sincera, lúcida y decente.

¿Cómo entender la concentración frente al Mincult en los días finales de noviembre del pasado año, las insatisfacciones allí planteadas, el malestar, el miedo expresado y las garantías exigidas ante una represión latente y esperada? ¿De qué manera se explica que un viceministro experimentado y con suficientes reflejos políticos declarara a los medios –después de una jornada que tomó por sorpresa tanto al Gobierno cubano como a la Embajada yanqui– que, aunque difícil, la reunión ocurrida después de negociaciones y horas de espera en plena calle, había sido una «entre compañeros, entre revolucionarios»?

¿Cuál es la clave para comprender la interpelación a nuestras insuficiencias democráticas, a la ritualización y anquilosamiento de la participación política, a la orientación conservadora de muchas estrategias económicas y su desconexión con propuestas de micro-economía solidaria y sostenible, el enfoque hacia el entrecruzamiento del racismo, la violencia, la marginalidad, el machismo y las demandas y metas de minorías en las comunidades presentes en los contenidos de los discursos pronunciados, en la apelación al diálogo y la deliberación entre iguales que piensan diferente que fue, en su origen, la convocatoria espontánea, aunque reactiva, a la «Tángana» en el parque Trillo?

¿De qué forma entender que después de que los ciudadanos cubanos aprobaran mayoritariamente una nueva Constitución que reivindica y define como condición del proyecto político del Socialismo al Estado de Derecho, a la Democracia y a la República, se les describa ahora como cuñas ideológicas del enemigo y se intente pervertir una vez más la cultura política y el civismo con la apología de un estado de excepción no declarado, con el irrespeto a lo acordado soberanamente?

¿Cómo entender que un documento circulado por los compañeros de La Tizza, haya sido suscrito y apoyado en las redes sociales por muchos de los que ahora son vilipendiados por el simple hecho de expresar y criticar lo que desde la condición ciudadana se puede entender que está mal y debe ser cambiado?

En todo ello hay una señal muy fuerte de una complejidad que no puede, ni podrá ser asumida desde las absurdas y muy probables indicaciones y directrices que puedan desprenderse para algunos de un tuit del Presidente de la República.

Tendrán que asumirse más temprano que tarde las responsabilidades que se tienen en la acumulación, no ya de contradicciones en el campo del Socialismo en Cuba –salvadas hasta ahora, a pesar de todo, por la comprensión de muchos actores del peligro del sectarismo, la intolerancia y la necesidad y urgencia de la unidad frente al enemigo–, sino en las inconsecuencias y la falta de coherencia muy graves que han estado manifestándose en los últimos años.

¿O si no, qué pasará? Acaso no les bastará a ustedes con amenazarnos con perder nuestros trabajos, con condenarnos al ostracismo político y social, con infundir el miedo a ser sincero como un mantra de lo políticamente correcto; a ustedes, los que ahora una vez más atizan el odio y la intolerancia y creen tener el monopolio de todas las preguntas y de todas las respuestas.

Ustedes, los que a pesar de que han escogido vivir en otras sociedades junto a sus familias, prefieren llamar resentidos a los que hacen ciudadanía día a día para que en Cuba no ocurran las mismas monstruosidades e injusticias que en las sociedades que les acogen; con tal de nunca señalar por su nombre y por sus hechos a la plaga de la arbitrariedad que aquí nos humilla y avergüenza; a los que nos acusan de moderados en sus panfletos, pero nunca serán tan radicales como para escribir sobre la injusticia y el poder caprichoso y sin límite que puede caer sobre cualquiera de sus conciudadanos, arrollando a su paso cada Ley de la República que se les ponga por delante, entre otras razones porque saben que allí donde publican, de ser así, no verían nunca la luz vuestros textos.

Ustedes, que acusan a otros de neoliberales y pro-capitalistas, que infatigables hablan y escriben de luchas de clases a sabiendas de las élites burocráticas y sus vástagos que ya se vuelven clase social delante de vuestros ojos y los nuestros.

Ustedes, que gritan a la ciudad y al mundo ser perseguidos y criminalizados, acosados y linchados virtualmente por decir una idea; que claman ante nosotros, pero a la vista de los poderosos por lo que es despreciable y abominable que ocurra así, pero que a nosotros nos sucede además en la vida «real», en nuestros centros de trabajo, en nuestras instituciones. Mientras, ustedes dicen, solemnes y compungidos: «Se le advirtió muchas veces» –y luego siguen tranquilamente sus existencias, felices e hipócritas, cómplices.

¿Hasta cuándo tendremos que soportar tanta pedantería y soberbia política? ¿Cuáles serán los costos que tendremos que pagar aún? 

¿Será que aspiran, o están listos ya para inspirar, dar coartadas, o apoyar un escarmiento firme y que se nos arranque de noche de nuestras casas y familias, y se nos condene como delincuentes después de difamarnos y culparnos de todos los contubernios posibles con el enemigo? ¿Es eso?

Porque si ello llegase a ocurrir, será porque incluso así, marginados y pequeños, con nada más que oponer a un poder de ese tipo que nuestra coherencia y limpieza, nuestra honestidad, nos tienen como un obstáculo.  Lo somos para la restauración capitalista en curso y expansión en nuestra realidad social y económica, esa que será necesariamente también la restauración del despotismo más mediocre y pueril, necesariamente brutal y cínico que hallamos conocido, pero imprescindible para aplastar las resistencias que la pobreza, la desigualdad y las injusticias nuevas generen, que la idea y la experiencia del Socialismo en Cuba aliente a ser rebeldía. 

Cada cual debe hacer su parte, pero ahora que califican, además, de mentirosa a la publicación en la que he plasmado muchas de mis preocupaciones sobre los destinos de mi país, aunque después tengan que retirar sus publicaciones infames, escribiré una vez más sobre unas verdades que nadie podrá refutar.

Hace algo más de 18 meses, aprobada ya la Constitución, mis padres, familiares, y no pocos compañeros de claustro y estudiantes me preguntaron qué seguía: «Esperar por la Ley» –les dije. 

Había ya para entonces recorrido desde finales de 2016 el largo camino de silencio hecho por la Fiscalía General de la República, los tres periódicos de alcance nacional del país y diversas instancias partidistas, ante las violaciones de la legalidad cometidas para despojarme primero de mi condición de Profesor Titular de la Facultad de Derecho de la Universidad de Oriente. 

Supe desde el principio –y esto es algo muy importante– que ese largo camino no podría emprenderse ni hacerse como una búsqueda particular de la justicia, sino como un ejercicio de consecuencia con los valores de mi profesión, con los credos y enseñanzas sostenidos durante dieciséis años como profesor y con mi militancia política. «Será una clase más» –dije.

De hecho, a la entrada en vigor de la Constitución de 2019 me encontraba esperando a que se diera respuesta a un ejercicio del Derecho Constitucional de Queja y Petición interpuesto por mí ante el Presidente de la República. 

Yamila Ojeda Peña, Fiscal General, a cuya institución de acuerdo a la indicación del mandatario cubano se remitió la atención de ese ejercicio de derecho –a pesar de ser esa propia funcionaria y el órgano que dirige cuestionados directamente por la violación de derechos constitucionales, del debido proceso y la legalidad, o quizás por eso mismo– nunca respondió, como tampoco el Presidente ante quien, en sentido estricto, se interpuso.

Respuestas del Departamento de Atención a la Población (Izq.) y de Yamila Ojeda Peña, Fiscal General de la República (Der.)

Hace muy poco una amiga me sugería con cariño y con otras palabras abandonar ya esa lucha, que desarrollara, por ejemplo, un proyecto comunitario exitoso. Mi respuesta, amable y cordial a su preocupación sincera, fue que mi proyecto comunitario era el Estado de Derecho que aquí se había dado el Socialismo.

Transcurridos 18 meses desde que el pueblo de Cuba aprobara la Constitución, el desarrollo legislativo de su Artículo 99 –que debió servir para restablecer los derechos conculcados, para evitar la impunidad y para que un simple ciudadano finalmente pudiera demandar a los que violan los derechos fuera quien fuera– ha sido pospuesto hasta finales del 2021.

Ciertamente da miedo pensar en cuántos ciudadanos serán los que en Cuba han sido avasallados, en cuántos proyectos de vida han sido sitiados y arruinados por un gesto de poder hecho a conciencia de la impunidad que le acompaña, de la deliciosa complicidad que proporcionan las indecentes relaciones endogámicas que se sostienen entre funcionarios pagados por nosotros mismos, en cuántos más conocerán aún la impotencia mientras se aplaza la única esperanza de justicia que les queda.

Yo no sé cuándo se acabará ese incivil y oscuro «pan de piquito» que nos ofrecen, porque no hay que esperar a una ley para hacer lo que la virtud obliga, lo que el honor propio demanda si se quiere conservar, si se gobierna a nombre del pueblo.

Tampoco puedo saber si al final de ese nuevo plazo, de esa posposición increíble que ya sabemos hará de la irretroactividad de la norma jurídica un atajo para convalidar todas las injusticias cometidas antes, constataremos el crecimiento en silencio y contra nosotros del Estado de Derecho de los funcionarios en vez del Estado de Derecho de los ciudadanos.

Apenas sé que incluso así, la gramática de la decencia y la dignidad seguirá sabiendo cómo llamar a los que violan la ley y gozan de la impunidad entre nosotros. También, que cada violación de los derechos de un individuo lo será siempre en realidad de los derechos de todos. 

Desde que empecé esta clase hasta el momento que escribo estás líneas han pasado 1945 días. Lo he hecho sin pago, sin ingenuidad, sin miedo, sin vergüenza. Aún no acaba, ustedes también enseñan a mis alumnos.

35 comentarios

Orl 6 enero 2021 - 8:59 AM

La acusación de ser centrista es ridícula, sobre todo si proviene de personas que justifican y aplican prácticas fascistas como los mítines de repudio.

Esteban 6 enero 2021 - 9:31 AM

En los países con sistemas totalitarios la Constitución es un simple panfleto que viene a la luz como expresión del puro formalismo. Puede ser violada o usada a discreción por quienes detentan el poder.
En los países con gobiernos totalitarios el “presidente” no es elegido por el pueblo, sino por el grupo de poder. Y es a ese grupo de poder al que responde, no al pueblo que no lo eligió.
Que en Cuba todo siga igual o peor en contra de todo aquel que disienta es simplemente una expresión de la falta absoluta de democracia y de la necesidad de ella.
Esperar que el olmo de peras siempre se ha considerado una utopía irrealizable y un ejercicio estéril de fe religiosa.
No es con esos bueyes que debemos arar el campo.

dario45666 6 enero 2021 - 10:30 AM

debe ser un ejercicio agotador para un practicante de las ciencias juridicas tratar de buscar justicia dentro de un Sistema que se cree con el monopolio de la vida intelectual,economica y politica de una Nacion.Por que deberia algun ciudadano tratar de defenderse por una acusacion sobre su ejercicio de creer y proclamar alguna idea filosofica,politica o economica ? Que clase de nacion seria esta que solo reconoce como aceptable,viable,optima al socialismo,u otra formacion poltica ? Por que debe una nacion en pleno siglo XXI estar sujeta a el gobierno supralegal de un Partido elitista y clasista ?/ Vamos,profesor debe ser dificil…

Alina López 6 enero 2021 - 1:41 PM

Excelente análisis. Pone sobre la mesa unas realidades que se esfuerzan por ocultar pero que ya no es posible hacerlo.

tony crespo 6 enero 2021 - 4:45 PM

Pobre analisis….. compresible desde la perspectiva del que grita por que le pisaron un callo o de un masoquismo del rehén secuestrado que no acaba de romper sus vssos comunicantes con su secuestrador….. creo que le dicen Síndrome de Noruega, de una formación pseudo intelectual y falsa. perdonen la vulgaridad del dicho aunque por ello no pierde valides…una zarza salvage no puede dar rosas, así son las revoluciones

manuel 6 enero 2021 - 2:15 PM

Al leer su escrito en el blog me queda el mismo sabor amargo de mas preguntas que respuestas .
No creo que desde el buro del Presisente de la Republica salga una rectificacion de incorporacion a la educacion superior para Ud , es una desicion que mas que administrativa es poitica .
La separacion de su puesto de trabajo se aplico sobre el sesgo politico del omnipotente Partido y la via administrativa fue la forma de aplicacion de su sancion.
Evidemente ud comenzo a hacer pensar a sus alumnos sobre cuestiones eticas juridicas que ELLOS violan con sus procederes diarios y ELLOS que son los que pagan , lo cesantearon.
Sera la clase mas larga de su especialidad , donde el poder guardara oidos sordos , brazos cruzados y boca cerrada a la misma .
Un presidente nombrado por la casta politica no tiene la fuerza politica para rectificar una desicion politica de esa casta.
Por el nivel superior del centro en el que ud trabajaba , su caso indiscutiblemente fue discutido antes de proceder por la alta esfera politica del Pais .
No ha sido coincidencia la forma negativa en que han respondido todos los poderes que le respondieron y el silencio de otros.
mientras no haya independencia real de los poderes y eleciones generales directas , que no tienen que ser al estilo liberal …….muchas acciones y desiciones justas de acuerdo a la verdadera ley socialista ……..JAMAS seran dadas.
Desgraciadamente la Revolucion envejecio como sus cuadros principales , su tejido embrionario metastiso en un cancer que solo por chovinismo politico la casta politica lo sigue llamando SOCIALISMO .
De la que fue la Revolucion mas radical de America Latina y el mundo solo quedan retazos sociales ganados, como educacion y salud ……en ese proceso, que evidentemente no pueden tocar porque seria el fuego final para el mismo proceso aunque ya hubo un amago en un tiempo pasado cuando comenzaron a publicar los costos de las intervenciones de salud en diferentes hospitales .
Me solidarizo con uds en la busqueda de su verdad y el retorno de sus derechos laborales.
Cuando un estado priva aun hombre de su trabajo viola uno de sus derechos humanos elementales .
Siempre me viene a la idea el caso de Angela Devis en EE UU (luchadora por los derechos humanos, feminista y comunista) profesora universitaria al que el capitalismo extremista norteamericano no le privo de su derecho a ser profesora emerita.

Luiso 6 enero 2021 - 2:15 PM

al menos yo a quien veo al centro y titubeando con la derecha es al Gobierno,,cada minuto más cubanos abren sus ojos y ven la realidad …solo hay que ver como vive esta clase “revolucionaria” Que pide sacrificios al pueblo y no saben lo que es esa palabra..

Ramón Izquierdo 6 enero 2021 - 2:46 PM

Sr González García
Usted podrá estar de acuerdo o no con el intelectual argentino compañero Nestor Kohan. Lo que si esta claro es que en el texto que firman una gran cantidad de personas alrededor del show que montaron algunos enemigos de Cuba en San Isidro (Habana Vieja) había una mezcla de todo: personas con buenas intenciones, y personas con muy malas intenciones, artistas y personas con pretensiones de ser artistas (pero que nunca lo serán), personas de izquierda y personas de derecha y extrema derecha, personas que escriben como asalariados de filiales de organizaciones al servicio de la oligarquía financiera mundial, había de todo. Sinceramente yo no me imagino verlo a usted al lado de semejantes personajes que estamparon la firma en aquel documento, porque se puede haber equivocado una persona al frente de una institución de la Revolución Cubana con usted, pero eso no justifica que por ello se pueda estar contra la Revolución y sobre todo ponerse al lado de muchos personajillos que nada tienen que ver ni con la cultura ni con los intereses del pueblo cubano. El fin no puede justificar los medios. Con los enemigos no se puede dar ni un paso juntos, a los enemigos se les combate, se desenmascaran, se les vence con argumentos, sin fatiga ni cansancio.
Es inconcebible firmar en un grupo donde se encuentren personas pagadas por George Soros, o personas vendidas al Grupo español Prisa, si de verdad se quiere contribuir al perfeccionamiento de la Revolución Cubana, porque ni uno ni otro quiere nada bueno para Cuba. Y sobre todo es muy oportunista aprovechar la crisis económica que ha originado el Covid-19 para atacar a la Revolución Cubana, cuando pocos en el mundo han sabido gestionar la pandemia como Cuba, y nadie en el mundo ha prestado tantos servicios de asistencia en la lucha contra la Covid-19 en el mundo como Cuba.
Un saludo y le reitero mi solidaridad a usted por haber sido cesado en su calidad de profesor. Que pase un feliz día.

Esteban 6 enero 2021 - 3:46 PM

Defina “Cuba”, señor Izquierdo. Que yo sepa ninguno de los manifestantes está en contra de nuestro país.
¿Será que para usted Cuba y gobierno son lo mismo? ¿Será que para usted oponerse a la falta de libertad de expresión, demanda principal de los protestantes, es estar en contra del país en que nacieron?

Ramón Izquierdo 7 enero 2021 - 6:41 AM

Por favor Sr Esteban libertad de expresión no hay ni en Cuba ni en parte alguna. La libertad de expresión y el capitalismo no se llevan. En el capitalismo le está permitido dudar, siempre y cuando no afecte con su duda las bases de la acumulación de capital, pero si traspasa esa línea roja, la libertad de expresión es eliminada. Lo otro es ser ingenuo.
Lo que escribe la Sra Alina, en el Chile de Pinochet, estuviera hace años en la cárcel, y ya ve que está libre. Si fuera saudita a lo mejor ya hubiese corrido la suerte de Jamal Kahashoggi.
Un saludo

Manuel* 7 enero 2021 - 7:03 AM

Ramón, si no hubiese libertad de expresión en ninguna parte, no podrías participar en este blog.

Su no hubiese libertad de expresión no podrían haber llegado al poder ni Chávez, ni Fernández, ni Maduro ni un montón de personas que te gustan. ¿Dónde está la línea roja que no han pisado esas personas?

Manuel* 6 enero 2021 - 4:52 PM

Ramón, los enemigos de Cuba no están donde dices. Los enemigos de Cuba son quienes no defienden los derechos y las libertades de los cubanos. Y, también, quienes condenan a los cubanos a la miseria material.

Alina Lopez 6 enero 2021 - 5:08 PM

Ramón Izquierdo, ese grupo de personas, que tengo a bien llamar amigos, tienen más dignidad, civismo y valor que mucha gente que los critica sin prueba alguna, entre los cuales está usted incluído.

Alex Garcia 6 enero 2021 - 7:04 PM

El Sr. Izquierdo es un extranjero que nunca ha vivido en Cuba, dice haberla visitado. Sus opiniones en este sitio constantemente demuestran su desconocimiento absoluto de la realidad cubana y son escuchadas solo por un deber de elemental educacion.

tony crespo 6 enero 2021 - 4:31 PM

….NO me sorprende la ingenuidad del profesor…..si insiste una vez y otra más en la “legalidad” de ese documento espurio que es la constitución de 2019…que base de consulta popular REAL la RESPALDA como REPRESENTATIVA del VOX POPULIS si no fue el amañado y rocanbulesco show de “consulta” al pueblo que la presedio?….De que se queja como esposo engañado que tira por la ventana al sofá escenario de su deshonrar de su mujer?….. en estos largos 60 y tantos años de existencia de esta “revolución” que violo desde.el primer día que se auto-instituyó en poder violento los DERECHOS HUMANOS de algún cuidaano por algo se llamó la revolución del callo….cuando te lo pisan….
saltas….Lamento su. caso de inujuzticia que al final de los tiempos le tocó ser una víctima más…..y los cientos de miles de víctimas abusadas y perseguidas antes de usted?….la realidad se impone aunque la enfermedad requiere para sanar de verdad de una cirugía RADICAL hay que ser realistas y del lobo….un pelo. No nos queda más remedio

Alfonso Rojas 6 enero 2021 - 6:09 PM

Deplorable que se siga insistiendo en mantener una ideologia inhumana y barbara, esa misma que le expulso de su trabajo, profesor ud ha sido asesinado cruelmente no se da cuenta? pOR FAVOR CIENTOS DE DOCUMENTALES HAN DEMOSTRADO LOA BARBARIDAD Y LO INVIABLE DEL LLAMADO “SISTEMA SOCIALISTA” Y AUN ASI SIGUEN INSISTIENDO QUE ESTE SOBREVIVA? Desde que vi Chernobyl entendi que la desaparicion de la raza humana vendria si el socialismo se impone en el planeta, estuvimos ha muy poco de ver la mas grande de las catastrofes planetaria y y esta vendria de la mano de la potencia “socialista” del momento, por favor busquen nuevos caminos para su pais, o es que no se dan cuenta de que viven su CHERNOBYL? y EN VEZ DE APAGAR EL REACTOR, avivan sus llamas con un pretendido “socialismo con rostro humano” que no existe y no exixtira, para ud en Cuba solo queda una opcion humillarse en el poder para que tenga de nuevo sus derechos, los demas caminos solo puede tomarlos rompiendo con su yugo “socialista” no alimente al leon, es todo lo contrario que se muera de inanicion es mi consejo.

Observador 2021 6 enero 2021 - 6:24 PM

“Nadie escuchaba” es el conocido titulo de Reinaldo Arenas, victima de injusticia, oprobio y marginación en los 80’, que quizas el propio Arenas no supo reconocer en los atropellados, vilipendiados y humillados en los 60’ y que quizas usted en sus tiempos de profesor universitario, hizo caso omiso de ambos y de todos los que fueron victimas del poder totalitario hasta que le tocó de cerca.

No lo critico totalmente, de una manera o de otra todos caimos en esa ruindad, algunos participando activamente de la afrenta, otros justificandolas, algunos ignorándolas, otros sufriendolas en cobarde silencio público o en reducido circulos de critica (me anoto en ello) y muy pocos, excepcionales, en afrenta a esos atropellos, descalificados públicamente y traicionados en lo interno por infiltrados u oportunistas.

Le admiramos su actual postura cívica y valiente, que ayuda a la regeneración de nuestra espiritualidad, aunque su esperanza no pueda realizarse porque un poder totalitario y en fase terminal de pudrición y corrupción no puede ofrecer soluciones al mal que generó y se obstina en desarrollar. Y nos duele su exclusión y marginación por lo injusto y alevoso del hecho.

La propia constitución, que la desidia ciudadana convalidó con su voto, está hecha a la medida que le permite manipularla a su antojo y el estado de derecho es tan frágil que el propio articulado le tiene su correctivo. Sin mencionar que excluye los derechos de millones de compatriotas en los aspectos vitales.

Realmente a estas alturas del campeonato creer en principios de un proceso político cuya élite ha jugado y manipulado con ellos a la medida de su conveniencia, queda fuera de toda consideración.

Ese pantano moral en que se ha convertido nuestra nación procrea todo tipo de larvas y bacterias oportunistas y parásitas que le permiten la subsistencia a ese poder totalitario a pesar del ambiente cada vez mas hostil a su habitat ideal. Dolorosamente con leyes que se atreven a enunciar con la misma desfachatez que las incumplen.

Basta ver en estos dias la procesión de dirigentes en nuestros medios haciendo actos de fe patriótica y revolucionaria tras haber pensado, aprobado y respaldado medidas de indudable irracionalidad económica y política.

Hace falta una carga para matar bribones, dijo Martinez Villena. De seguro no pensaba en un diálogo ni en una negociación con ese poder que tanto le indignaba. Y eso que habia solo veintitantos años de bribonería.

Hago votos por que se haga justicia con su caso y le felicito por su preocupacion ciudadana. Siempre se es bienvenido a la fragua del futuro de una Cuba inclusiva.

Orl 6 enero 2021 - 6:32 PM

O me equivoco o el último artículo de Cubadebate los considera a ustedes , todo el chista lo meten en el mismo saco, como ideologos de un golpe blando. Y luego, todos los comentarios catalogan ese discurso panfletario de “excelente, magistral, etcétera, etcétera.

eduardo carmelo 6 enero 2021 - 7:52 PM

Orl usted tiene razón cubadebate también tiene unos cuantos panfletarios que sin chistar hacen juego a sus encumbrados lideres. Lo del golpe blando es en fin otro golpe bajo que no tiene chiste.

Ramón Izquierdo 7 enero 2021 - 12:27 AM

No creo que Néstor Kohan sea un inexperto sobre Cuba.
Además, les propongo un ejercicio mental:
Redacten un manifiesto contra el gobierno cubano, por ser una dictadura, por ejemplo, inviten al señor Vargas Llosa a sumarse. Estoy seguro que este inmediatamente aceptará con su firma. Pero después redacten otro manifiesto contra el sistema monárquico español, inviten también al señor Vargas Llosa para ver si se suma.
Y verán como contra Cuba todo vale, pero contra otra causa justa no.
Tal parece que en Cuba es donde único no hay libertad de expresión, donde único hay presos políticos, dónde único se ha fusilado a delincuentes y ladrones que han asesinado a inocentes y/o puesto en riesgo la vida de los demás.
Inviten al señor Manuel a manifestarse en España a favor de 16 presos políticos catalanes precisamente por hacer un actto muy democrático: poner unas urnas para que la población catalana votará libremente. Para ver qué dice.
Esa es la diferencia.
Un saludo

cubano47 7 enero 2021 - 1:38 AM

Sr Ramon no creo que Cuba necesite de otro argentino ni de Vargas Llosa para resolver sus problemas si no, que permitan a sus nacionales buscar solucines entre todo y no un grupo chiquito (PCC) que se aboga esa tarea ”a pepe”. En cuanto a los catalanes que mencionas no estan presos por ser independentistas si no, por violar las leyes con precisamente esas urnas se imagina algo igual en por ejemplo la Isla de la Juventud en Cuba?

Manuel* 7 enero 2021 - 6:57 AM

Es curioso que consideres como causa justa oponerse a un sistema votado por el 91,81% de los votantes españoles en el referéndum constitucional de 1978. Por cierto, con el apoyo de la inmensa mayoría de los partidos políticos incluido el Partido Comunista de España.

Ramón Izquierdo 8 enero 2021 - 11:21 AM

Sobre el referéndum constitucional de 1978 en España usted toma los datos que le conviene:
Total de personas inscriptas para votar 26 632 180, de ellas votaron 17 873 271, SOLO EL 67,11% de ahí usted puede inferir el poco entusiasmo de la gente por la democracia burguesa. Y dijeron si 15 706 078 que en relación a los inscriptos significa el 58,9%, es decir ni siquiera un aprobado (que en Cuba creo es de 60 puntos), pero lo más importante: Dígale Sr Manuel a los cubanos que de la población de España hoy (unos 48 millones de habitantes), alrededor de 40 millones de personas (suponiendo conservadoramente que la mitad de los 15 706 078 que votaron por ella ya murieron ¡¡¡más de la dos terceras partes de la población de España Sr Manuel!!! vive bajo los dictados de una Constitución que nunca eligieron. Vaya que la Sra Alina alucinaría con esos datos. ¡Y eso que dicen que los cubanos están sometidos a una Constitución que no se cumple!. Si los cubanos supieran estos datos ¿qué dirían?
Le reitero mi saludo y feliz día para usted

dario45666 7 enero 2021 - 9:06 AM

sr. Izquierdo : con el mayor respeto que me merece,le dire algo : para una persona que haya vivido en cuba y despues en algun pais medianamente democratico y con capitalismo,sus razonamientos son algo…..comico.Como usted le va a decir a un cubano que emigro a espana (por ejemplo) que en espana no hay libertad y que politicamente ,espana es igual que cuba y economicamente es mejor que cuba ?? Eso,sr, izquierdo es ridiculo.Creo se debe enfocar en la teoria,hacer un libro,por ejemplo.Hacer un libro no es vivir una vida,a no ser que el libro refleje una vida vivida.Los sitemas de socialismo real,han fracasado,los regimenes de social democracia,solo funcionan si se parecen al capitalismo y al Estado de Derecho liberal y las utopias derivadas de estoa sistemas,se parecen a las inquietudes hormonales de los atormentados adolscentes bravos porque les quitaron la novia,o porque son pobres,o porque son feos,etc,etc….rebeldes sin/con causas .

Ramón Izquierdo 7 enero 2021 - 6:28 AM

Por eso precisamente hay presos también en Cuba, POR VIOLAR LAS LEYES, lo que ocurre es que todos los gobiernos reconocen los presos políticos de los demás países, sobre todo si no son de su venia, pero no los propios.
Un saludo y que tenga un buen día

Manuel* 7 enero 2021 - 7:12 AM

Ramón, hace poco encarcelaron a Luis Robles Ellizástequi por salir a la calle y levantar un cartel que decía “¡Libertad! No + represión, #Free Denis”. Tardaron menos de un minuto en detenerle.

Exactamente ¿qué ley violó?

Oye, que no ha asaltado ningún cuartel.

Manuel* 7 enero 2021 - 7:06 AM

Si se define al centrista como quién busca el consenso y evitar la división, entonces son los más patriotas del mundo porque luchan por la unidad del pueblo. Luchan para evitar Cuba contra Cuba. Eso es lo mas noble del mundo.

Ramón Izquierdo 7 enero 2021 - 11:52 AM

Señor Manuel no conozco el caso del Sr Luis Robles Ellizástequi, ni los pormenores que le llevan a que sea detenido, por eso no opino.
En cuanto a la libertad de expresión tengo que decirle que Chávez, ni Fernández, ni Maduro llegaron al poder por la libertad de expresión, sino porque han ganado elecciones al estilo burgués y siguiendo las reglas de la democracia burguesa, ¡¡¡que no se le olvide eso nunca!!!. La más reciente es la de Maduro, victoria tan inobjetable que parte de la oposición como sabía que perdería no se presentó.
En cuanto a la libertad de expresión usted que reside en España le diré, por ejemplo, que en prensa plana no hay libertad de prensa allí: por favor, haga el siguiente ejercicio mañana, compre El País, El Mundo, La Razón, ABC, La Vanguardia y todos los diarios autonómicos, la mayoría de los cuales son filiales de los primeros y del Grupo Vocento y abra las páginas internacionales, y si en ella encuentra una noticia relacionada con Cuba y Venezuela o Nicaragua, por favor léela en todos ellos, si ve alguna diferencia sustantiva se lo dice a los lectores de La Joven Cuba, a lo mejor se percata que en lagunos la noticia sea resultado de un copia y pega.
Y le repito la frase que escribí y subrayo, porque usted no la entendió:
“En el capitalismo le está permitido dudar, siempre y cuando no afecte con su duda las bases de la acumulación de capital, pero si traspasa esa línea roja, la libertad de expresión es eliminada”
¿He dicho que en el capitalismo NO haya libertad de expresión? Para nada, yo NO he dicho eso.
¿Qué he dicho entonces, y es bueno el detalle? que “siempre y cuando no afecte con su duda las bases de la acumulación de capital” usted puede dudar y opinar; fíjese bien que es una condicionante, si usted la cumple pues puede “gritar y patalear”, si usted “se pasa” esa regla ADIOS libertad de expresión. Y ESTO ES VÁLIDO PARA CUBA TAMBIÉN (bueno esta en la misma división internacional capitalista del trabajo que los demás países).
Tampoco se donde ha sacado que a mi me gusta Chávez, ni Fernández, ni Maduro, SE EQUIVOCA, lo que si puedo decirle (de paso) es que Chávez, para ponerle un ejemplo, hizo por su pueblo más que Carlos Andrés Pérez, Caldera, etc, y no se conoce en Latinoamérica alguien que haya ganado tantas elecciones, con tanta mayoría y aceptación como él, en tan pocos años. Ni siquiera en la “aristocrática y rica” Europa puede usted Sr Manuel encontrar un ejemplo. El del Sr Rajoy en 2011 es el RECORD 31 personas de cada 100 con derecho al voto votaron por él, ¡¡¡pero ganó con mayoría absoluta!!!. Inaudito Sr Manuel, dígaselo a los cubanos. ¿No negará eso señor Manuel?
Saludos y me alegro tenga un feliz día

Manuel* 7 enero 2021 - 1:07 PM

Ramón, no conoces el caso de Luis Robles porque no sale en la prensa del régimen. En estos momentos está encarcelado. Hace unos días salió con una pancarta y le detuvieron en menos de un minuto. Todo está grabado. Por favor, indague y entérese de los detalles, porque Cuba y el mundo es muchísimo más que lo que publica Granma.

Entre los medios de prensa en España también están El Periódico, Público y elplural.com, medios que defiende el sistema cubano y atacan el sistema español. Y no nos olvidemos del portal rebelión.org que seguro que usted conoce, un portal donde atacan continuamente día y noche las bases de la acumulación de capital.

Además, insisto, ¿dónde está la línea roja que no puede pisar Maduro? por poner un ejemplo.

Chávez, Fernández y Maduro llegaron al poder gracias a que disfrutaron de una libertad de expresión de la que no disfruta nadie en Cuba salvo los castristas.

No es cierto que por Rajoy votase solo el 31% del electorado. El electorado no votó a Rajoy sino a su partido. Por Rajoy le votaron en el Congreso los diputados de su partido y una colección diputados de otros partidos que le apoyaron y que suman mucho más del 31%. Se olvida usted de que en las democracias se suman voluntades para establecer coaliciones lo más amplias posibles.

Pero puestos a hacer esas cuentas a su estilo, le recuerdo que Maduro ganó el 67.84% de los votos, con una participación de solo el 46.07%, causada por el llamamiento al boicot de la oposición. Es decir, solo recibió el 31,25% de los votos del electorado en unas elecciones en las que se negó a que las fiscalizasen organismos y países que no le eran afines.

Jorge Aldeguer 7 enero 2021 - 1:42 PM

@René Fidel González: algo marginal y no referido a lo principal es lo siguiente: siendo correcto que “todos son iguales ante la ley” por supuesto tiros y troyanos tienen los mismo derechos cívicos (salvo resolución judicial justificada) y ese derecho de la antigua comentarista de La Joven Cuba… la señora Iliana Hernández, ha de ser respetado. Dicho eso…¿usted tiene localizada la trayectoria de Iliana Hernández y conoce bajo qué parámetros se mueve? Todo el mundo tiene derecho a muchas cosas, pero la quinta columna merece ser señalada. Saludos-

Ivette 7 enero 2021 - 5:19 PM

Mis felicitaciones René Fidel. Excelente esclarecimiento el relacionado con el calendario electoral y los derechos constitucionales; viendo el rosario de leyes aprobadas, muchos no reparan en eso y hasta lo niegan con vehemencia.
Debes saber que tienes el respeto y la admiración de muchos colegas y jóvenes

Eva 8 enero 2021 - 12:20 AM

Inmenso dolor desde el primer día que supe de esta injusticia
Estos destrozos me haCem recordar cuanto sufrió MartÍ, cuantos cubanos han sufrido y sufrimos hoy!!
CARTA DE JOSÉ MARTÍ A MÁXIMO GÓMEZ

New York, octubre 20, 1884
Sr. Gral. Máximo Gómez
N.Y.

Distinguido General y amigo:

Salí en la mañana del sábado de la casa de Ud. con una impresión tan penosa, que he querido dejarla reposar dos días, para que la resolución que ella, unida a otras anteriores, me inspirase, no fuera resultado de una ofuscación pasajera, o excesivo celo en la defensa de cosas que no quisiera ver yo jamás atacadas, –sino obra de meditación madura: –¡qué pena me da tener que decir estas cosas a un hombre a quien creo sincero y bueno, y en quien existen cualidades notables para llegar a ser verdaderamente grande!– Pero hay algo que está por encima de toda la simpatía personal que Ud. pueda inspirarme, y hasta de toda razón de oportunidad aparente: y es mi determinación de no contribuir en un ápice, por amor ciego a una idea en que me está yendo la vida, a traer a mi tierra a un régimen de despotismo personal, que sería más vergonzoso y funesto que el despotismo político que ahora soporta, y más grave y difícil de desarraigar, porque vendría excusado por algunas virtudes, embellecido por la idea encarnada en él, y legitimado por el triunfo.

Un pueblo no se funda, General, como se manda un campamento: –y cuando en los trabajos preparatorios de una revolución más delicada y compleja que otra alguna, no se muestra el deseo sincero de conocer y conciliar todas las labores, voluntades y elementos que han de hacer posible la lucha armada, mera forma del espíritu de independencia, sino la intención, bruscamente expresada a cada paso, o mal disimulada, de hacer servir todos los recursos de fe y de guerra que levante este espíritu a los propósitos cautelosos y personales de los jefes justamente afamados que se presentan a capitanear la guerra, ¿qué garantías puede haber de que las libertades públicas, único objeto digno de lanzar un país a la lucha, sean mejor respetadas mañana? ¿Qué somos, General?: ¿los servidores heroicos y modestos de una idea que nos calienta el corazón, los amigos leales de un pueblo en desventura, o los caudillos valientes y afortunados que con el látigo en la mano y la espuela en el tacón se disponen a llevar la guerra a un pueblo, para enseñorearse después de él? ¿La fama que ganaron Uds. en una empresa, la fama de valor, lealtad y prudencia, van a perderla en otra?– Si la guerra es posible, y los nobles y legítimos prestigios que vienen de ella, es porque antes existe, trabajado con mucho dolor, el espíritu que la reclama y hace necesaria: -y a ese espíritu hay que atender, y a ese espíritu hay que mostrar, en todo acto público y privado, el más profundo respeto; –porque tal como es admirable el que da su vida por servir a una gran idea, es abominable el que se vale de una gran idea para servir a sus esperanzas personales de gloria o de poder, aunque por ella exponga la vida. El dar la vida constituye un derecho cuando se la da desinteresadamente.

Ya lo veo a Ud. afligido, porque entiendo que Ud. procede de buena fe en todo lo que emprende, y cree de veras, que lo que hace, como que se siente inspirado de un motivo puro, es el único modo bueno de hacer que hay en sus empresas. Pero con la mayor sinceridad se pueden cometer los más grandes errores; y es preciso que, a despecho de toda consideración de orden secundario la verdad adusta, que no debe conocer amigos, salga al paso de todo lo que considere un peligro, y ponga en su puesto las cosas graves, antes de que lleven ya un camino tan adelantado que no tengan remedio. Domine Ud., Gral,. esta pena, como dominé yo el sábado el asombro y disgusto con que oí un inoportuno arranque de Ud., y una curiosa conversación que provocó a propósito de él el Gral. Maceo, en la que quiso– ¡locura mayor!–darme a entender que debíamos considerar la guerra de Cuba como una propiedad exclusiva de Ud., en la que nadie puede poner pensamiento ni obra sin cometer profanación, y la cual ha de dejarse, si se la quiere ayudar, servil y ciegamente en sus manos. –¡No: no por Dios!: –¿pretender sofocar el pensamiento, aun antes de verse, como se verán Uds. mañana, al frente de un pueblo entusiasmado y agradecido, con todos los arreos de la victoria? La patria no es de nadie: y si es de alguien, será, y esto sólo en espíritu, de quien la sirva con mayor desprendimiento e inteligencia.

A una guerra, emprendida en obediencia a los mandatos del país, en consulta con los representantes de sus intereses, en unión con la mayor cantidad de elementos amigos que pueda lograrse; –a una guerra así, que venía yo creyendo –porque así se la pinté en una carta mía de hace tres años que tuvo de Ud. hermosa respuesta– que era la que Ud. ahora se ofrecía a dirigir; –a una guerra así el alma entera he dado, porque ella salvará a mi pueblo; –pero a lo que en aquella conversación se me dio a entender, a una aventura personal, emprendida hábilmente en una hora oportuna, en que los propósitos particulares de los caudillos pueden confundirse con las ideas gloriosas que los hacen posibles; a una campaña emprendida como una empresa privada, sin mostrar más respeto al espíritu patriótico que la permite, que aquel indispensable, aunque muy sumiso a veces, que la astucia aconseja, para atraerse las personas o los elementos que pueden ser de utilidad en un sentido u otro; a una carrera de armas, por más que fuese brillante y grandiosa, y haya de ser coronada con el éxito–, y sea personalmente honrado el que la capitanee; –a una campaña que no dé desde su primer acto vivo, desde sus primeros movimientos de preparación, muestras de que se la intenta como un servicio al país, y no como una invasión despótica; –a una tentativa armada que no vaya pública, declarada, sincera y únicamente movida del propósito de poner a su remate en manos del país, agradecido de antemano a sus servidores, las libertades públicas; a una guerra de baja raíz y temibles fines cualesquiera que sean su magnitud y condiciones de éxito –y no se me oculta que tendría hoy muchas –no prestaré yo jamás mi apoyo. –Valga mi apoyo lo que valga, y yo sé que él, que viene de una decisión indomable de ser absolutamente honrado, vale por eso oro puro, –yo no se lo prestaré jamás.

¿Cómo, General, emprender misiones, atraerme afectos, aprovechar los que ya tengo, convencer a hombres eminentes, deshelar voluntades, con estos miedos y dudas en el alma? –Desisto, pues, de todos los trabajos activos que había comenzado a echar sobre mis hombros.

Y no me tenga a mal, General, que le haya escrito estas razones. Lo tengo por hombre noble, y merece Ud. que se le haga pensar. Muy grande puede llegar a ser Ud., –y puede no llegar a serlo. Respetar a un pueblo que nos ama y espera de nosotros, es la mayor grandeza. Servirse de sus dolores y entusiasmos en provecho propio, sería la mayor ignominia.– Es verdad, Gral., que desde Honduras me habían dicho que alrededor de Ud. se movían acaso intrigas, que envenenaban, sin que Ud. lo sintiese, su corazón sencillo; que se aprovechaban de sus bondades, sus impresiones y sus hábitos para apartar a Ud. de cuantos hallase en su camino que le acompañasen en sus labores con cariño, y le ayudaran a librarse de los obstáculos que se fueran ofreciendo –a un engrandecimiento a que tiene Ud. derechos naturales.– Pero yo confieso que no tengo ni voluntad ni paciencia para andar husmeando intrigas, ni deshaciéndolas. Yo estoy por encima de todo eso. Yo no sirvo más que al deber, y con éste, seré siempre bastante poderoso.

¿Se ha acercado a Ud. alguien, Gral., con un afecto más caluroso que aquél con que lo apreté en mis brazos desde el primer día en que le vi? ¿Ha sentido Ud. en muchos esta fatal abundancia de corazón que me dañaría tanto en mi vida, si necesitase yo andar ocultando mis propósitos para favorecer ambicioncillas femeniles de hoy o esperanzas de mañana? Pues después de todo lo que he escrito, y releo cuidadosamente, y confirmo, a Ud., lleno de méritos, creo que lo quiero: –a la guerra que en estos instantes me parece que, por error de forma acaso, está Ud. representando, –no-.

Queda estimándole y sirviéndole

JOSÉ MARTÍ

Ramón Izquierdo 8 enero 2021 - 10:54 AM

Respuesta al Sr Manuel
En relación a los datos aportados por mi sobre las elecciones del 20 noviembre de 2011 en España no se si estamos hablando de lo mismo. Le resumo
Población apta para votar inscripta: 35 779 491
Votantes que lo hicieron al Partido Popular: 10 866 566 (30,37% de los ciudadanos con derecho al voto)
Con esos votos el partido Popular obtuvo 186 escaños en el parlamento español (de 350 escaños, la mayoría sería 176 diputados), SIN AYUDA DE NINGÚN OTRO PARTIDO, repito sin necesidad de coaligarse con ningún otro partido.
Así que ratifica lo que le dije, que un presidente en España es electo por mayoría absoluta de su partido (allí las elecciones son de segundo grado, igual que las de Cuba) por solo el 30,37 por ciento de los ciudadanos con derecho a hacerlo. Por eso, Sr Manuel, el periodo que le siguió ha sido el de más manifestaciones que hayan existido jamás en España desde 1980. Y dígale a los cubanos que gracias a ello aprobó la llamada LEY MORDAZA, que solo el nombre dice que limita y que implica, ¡¡¡decírselo por favor!!!. Porque los cubanos que se asesoren por los foristas del Blog La Joven Cuba, tal vez piensan que ellos son los únicos en el mundo privados de hacer cosas y castigados por hacer por otras. Todavía la mayoría de jueces designados por el Partido Popular son los que controlan el órgano de justicia de los jueces en España, PORQUE EN ESPAÑA LA JUSTICIA NO ES INDEPENDIENTE, los jueces los designan los partidos políticos, mejor dicho mayoritariamente el Partido Popular, y secundariamente el mal llamado Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
De Venezuela y las últimas elecciones tendremos tiempo en posteriores entradas.
Saludos, y mi deseo de un feliz día para usted

Armando Perez 9 enero 2021 - 7:57 PM

Sí, en todos los demás países hay tan poca libertad como en Cuba, tanta injusticia como en Cuba, som un desastre. Lo unico curiosos es como los cubanos se van para cualquiera de esos países (del 1ro, 2do o 3er mundo) en vez de quedarse en Cuba… ¿Serán locos o masoquistas?

René Fidel 9 enero 2021 - 1:23 AM

Si se pudiera hacer un diagnóstico de nuestra sociedad, de nuestra indefensión e indigencia, de nuestra grado de sub desarrollo como ciudadanía, podría tomarse en cuenta la tendencia que definen aquí un grupo de comentarios. Se plantea lo patético y falaz que es que nuestro gobierno se inventé como enemigos a un grupo de intelectuales y artistas con el auxilio de la prensa, que un Ministro mienta al pueblo de Cuba con total irrespeto a él y a sabiendas y a despecho de saber que la comunidad jurídica del país puede entender lo obvio de esa mentira, que el Presidente y la Fiscal General han violado abierta y tranquilamente un derecho constitucional, coludidos, o llenos de soberbia de irrespeto y a semanas de haberse aprobado una norma jurídica que regula precisamente la obligación de ese funcionario público de responder los ejercicios de Queja y Petición que se interpongan ante el, de la propia y Constitución vigente y resulta difícil de entender las disgresiones hechas por muchos comentarios sobre lo que es, esencialmente, una muy dura evidencia de corrupción política, de falta de ética y principios y de la más elemental decencia, que más temprano que tarde mostrará, cuando ya no necesite de la legitimidad ante el pueblo, su peor rostro. Es triste, pero sobre todo una poderosa advertencia de nuestros males.

Los comentarios están cerrados.

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