El deterioro generalizado de las ciudades cubanas: reflexiones sobre sus causas

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Hace unas semanas visité la azotea mirador del hotel Paseo del Prado y me extasié ante tanta belleza durante las horas del atardecer. Al frente, la entrada de la bahía y el Castillo de los Tres Reyes del Morro; rotando a la izquierda, la silueta del Malecón; girando hacia la derecha, el Paseo del Prado, con el Capitolio inmenso rematando la perspectiva. Pocas ciudades en el mundo poseen tanta belleza arquitectónica y paisajística, tanta historia y monumentalidad.

Deterioro de ciudades
Vista panorámica desde mirador del Hotel Paseo del Prado en Prado y Malecón, La Habana. (Foto: Abel Tablada)

Sin embargo, al mirar hacia atrás, lo que percibí no era para enorgullecerse. A pesar de que mantenía cierta belleza, era una vista triste y gris: la gran masa descolorida y deteriorada de toda la ciudad detrás de esas fachadas de Prado y Malecón.

No es mi intención describir en detalle ni proveer cifras sobre el estado alarmante en que se encuentran La Habana y demás ciudades cubanas, porque resulta obvio ante la mirada y experiencia de todos. No obstante, se debe enfatizar que el deterioro abarca todas las esferas: física, económica, ambiental, sanitaria, estética, moral y espiritual.

Deterioro de ciudades
Bodega en calle 21 con persona durmiendo en el portal, Vedado, La Habana. (Foto: Abel Tablada)

En las ciudades de la Isla y en especial en la capital, se produce una combinación fatídica de deterioro progresivo y acelerado de todo el fondo arquitectónico y de la producción de una nueva arquitectura de poco valor estético-ambiental. Nunca se había construido en Cuba, —ni por medios propios, ni por parte del Estado—, con tan baja calidad estética, tan pocas consideraciones ambientales y tan pobre calidad constructiva, y nunca antes el deterioro del fondo construido había sido tan generalizado y dramático.

La visión de una Ciudad Maravilla que celebró hace dos años su 500 aniversario, se desmorona ante nuestros ojos a diario. Desde los hechos más lamentables que causan muertes, como la caída de un balcón sobre la acera, techos que se desploman y fachadas que se derrumban enteras; hasta la imposibilidad de que cualquier propietario de una vivienda pueda arreglar sus ventanas, un simple problema de plomería o adquirir pintura para sus paredes. Es un desastre, no natural ni producto de un bombardeo, el que heredan las nuevas generaciones, y al menos deberíamos hacer un esfuerzo por reconocer las causas.

Deterioro de ciudades
Casa en Ruinas adyacente a palacete Ecléctico convertido en ciudadela en Calle 17, Vedado, La Habana. (Foto: Abel Tablada)

A pesar de los esfuerzos de entidades como la Oficina del Historiador en La Habana, y sus similares en provincias, que han hecho una labor heroica durante décadas, y de los recientes esfuerzos en barrios precarios; a diario vemos cambios que, casi a cuentagotas, van ocurriendo en la ciudad y la han transmutado, de maravillosa, con enorme patrimonio, buen gusto, limpia, avanzada y vibrante, en una urbe que no sabe mantenerse, se va desluciendo, ensuciando, retrasando, empobreciendo, apagando y entristeciendo.

La era Trump, con el aumento de las sanciones, barrió con la ola esperanzadora de los últimos años de Obama y, sumado a los dos de pandemia con bajísimas tasas de turismo; incidieron en que los ingresos, a nivel estatal y privado, se redujeran drásticamente, lo que ha repercutido en la disminución de inversiones constructivas. Pero el problema de la degradación generalizada de las ciudades cubanas es de más larga data y no está solamente relacionado con el capital disponible, por lo que se pueden identificar siete —o más— causas, que son a su vez consecuencia de otras, fundamentales y sistémicas:

  1. La imposibilidad, por parte de privados y entidades estatales, de realizar mantenimientos frecuentes y obras de rehabilitación en edificios con deterioro medio y avanzado, debido a la descapitalización de la sociedad y la inexistencia de mecanismos compensatorios para una mayor asequibilidad de recursos materiales a todas las escalas.
  2. La participación reducida de arquitectos como proyectistas en los procesos de renovación o construcción de nuevas viviendas u otros tipos de edificios, tanto por parte de sectores con bajo nivel adquisitivo, como en los de altos ingresos, siendo estos últimos los de mayor impacto en la transformación del entorno urbano.
  3. La forma de contratación de arquitectos y empresas de proyectos —estatales cubanas o privadas extranjeras— no incluye un proceso de licitación o concurso, y posteriormente de evaluación/aprobación, eficaces sobre la calidad estético-ambiental de las nuevas edificaciones.  
  4. El papel relegado conferido a la arquitectura como parte de la cultura de la nación cubana y, junto al urbanismo, el no reconocimiento del impacto de sus valores en la transformación de la sociedad.
  5. El deterioro general de los sistemas de valores y referencias culturales, que combinan el gusto importado de los «nuevos ricos» de países vecinos y la poca formación estético cultural de amplios sectores populares que, si bien se beneficiaron de las políticas educativas del proceso revolucionario, fueron más efectivos en diseminar sus valores estéticos y costumbres que en asimilar los de la parte de la población más educada, rechazados por burgueses.
  6. Falta de sentido de pertenencia, sea entre residentes en un edificio multifamiliar o directivos de una entidad estatal, decisores y servidores públicos a todos los niveles.
  7. Incumplimiento continuado de las regulaciones urbanas por parte de entidades estatales y privados, ineficaz control de las entidades regulatorias y ausencia de mecanismos que, antes de sancionar, instruyan y prevengan las contravenciones urbanas.

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La degeneración de la calidad estético-ambiental de La Habana y otras ciudades a partir de estas causas, se refleja en lo que podríamos llamar categorías de la actividad constructiva o modificadora del ambiente urbano actual:

– Una categoría podría denominarse «precaria o de llega y pon». Son las intervenciones que aumentan como un cáncer por toda la ciudad y combinan la carencia de recursos y la pobre ejecución y diseño. Es la arquitectura característica de la favela o barrios insalubres, hoy llamados vulnerables en Cuba. Constituye un paisaje urbano común en Latinoamérica y otros países de bajos ingresos en África y Asia, y fue eliminado en gran medida en la Isla a inicios de la Revolución.

Sin embargo, por motivo del empobrecimiento de la población y la migración interna, se fue extendiendo nuevamente, no solo en barrios precarios de la periferia, sin servicios e infraestructuras básicas, sino también en repartos considerados de alto valor urbano arquitectónico, como el Vedado o la Víbora, donde proliferan cercas metálicas, carposhes o ampliaciones constructivas supuestamente temporales.

La proliferación de este tipo de intervenciones, junto a fenómenos como la presencia de basura, calles y aceras rotas y una imagen de precariedad general extendida en el tiempo; contribuye a que la gente vaya tolerando y aceptando este estado como parte de su entorno diario y no haga nada por mejorarlo. Ello es nocivo para una sociedad, pues causa un daño antropológico difícil de desterrar.

– En la segunda categoría, que podríamos llamar «de “nuevo rico” o kitsch», se ubican las soluciones arquitectónicas con mayores recursos y más duraderas, pero sin el asesoramiento de arquitectos o diseñadores. Son realizadas principalmente por privados, pero también en inmuebles estatales.

El resultado es un diseño que no toma en cuenta el contexto y cuyos valores arquitectónicos son considerados pobres, pues incumplen leyes compositivas básicas como la armonía y la proporción y, en muchos casos, se ejecutan con muy baja calidad. En esta categoría se encuentran las ampliaciones o modificaciones de edificios y viviendas con uso de materiales que pueden ser costosos pero que desentonan, o simplemente no cumplen con las regulaciones urbanas de la zona donde se emplazan.

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Ejemplo de categoría «nuevo rico o kitsch» en El Vedado, La Habana. (Foto: Abel Tablada)

– Una tercera categoría sería la de «nuevas micros», es decir, la construcción de viviendas por instituciones con recursos, pero sin un diseño adecuado y correspondiente con las necesidades y tendencias arquitectónicas actuales. Una vez pasada la etapa del edificio de micro-brigada, repetitivo y poco integrado al entorno, los nuevos han retomado formas y soluciones de la arquitectura inmediata anterior al período revolucionario. Se toma como referencia al edificio mediano de viviendas de la década del cincuenta, pero sin la calidad constructiva ni compositiva del movimiento moderno de esa etapa.

Son generalmente muy pesados, se distinguen por amplias zonas opacas y ventanas reducidas, con tecnologías constructivas muy artesanales o prefabricadas sin el debido control de calidad. Esto hace que sea una práctica extendida que no se logre una línea recta en una arista y que un muro terminado no consiga una superficie verdaderamente lisa y pulida.

Un balcón con grandes y pesadas vigas para su sostenimiento es otra prueba casi infalible de este tipo de edificación, algo resuelto con mucha elegancia más de medio siglo atrás. Por otra parte, cuando se construyen conjuntos de edificios en varias manzanas, las soluciones urbanas tampoco cumplen con las expectativas contemporáneas en cuanto a un urbanismo inclusivo, diverso, vibrante y sostenible.

– En la cuarta categoría, que se podría nombrar «Edificios GAESA», se incluyen las edificaciones que requieren mayores presupuestos. Estos son los nuevos hoteles, inmuebles residenciales de alto estándar y edificios institucionales derivados de acuerdos con corporaciones extranjeras o con entidades nacionales de grandes recursos.

Aquí el problema, más grave aún, es que los proyectos no se licitan y se contrata por parte del conglomerado GAESA a una sola empresa de proyecto extranjera o a un número reducido de empresas de proyecto estatales. Y, para colmo de males, los proyectos con presupuestos aprobados, o no pasan por el tamiz de una comisión de patrimonio y urbanismo o pasan sin ser aprobados, pero se ejecutan de todas formas, justo lo que se criticaba fuertemente a los gobiernos republicanos. Al no haber transparencia en los procesos, ni un periodismo que dé seguimiento, se crea el caldo de cultivo para especulaciones sobre la posible corrupción que pueda existir entre las partes implicadas.

El resultado es la utilización de lotes en entornos de alto valor histórico, arquitectónico o paisajístico para la incorporación de grandes edificios que no solo no le añaden valor, sino que, de acuerdo a la opinión de muchos arquitectos, causan daño a la ciudad por no cumplir regulaciones urbanas, criterios de respeto al entorno construido, normas ambientales y principios bioclimáticos para un bajo consumo energético. En consecuencia, se desaprovecha la oportunidad de constituir una pieza que, adyacente a edificaciones más anónimas, se convierta en un nuevo hito urbano de alta calidad, representativa de la contemporaneidad e identidad citadina y de los caminos a seguir para un futuro sostenible.  

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Construcción del Hotel K23, que será el edificio más alto de Cuba, en Calle 23 y K, ejemplo de categoría «Edificios GAESA». El hotel 5 estrellas tendrá 42 niveles y 154 metros de altura y es financiado por la Empresa inmobiliaria Almest perteneciente a GAESA. La empresa constructora y de proyecto es la francesa Bouygues Batiment International junto a UCM y DCH. (Foto: Abel Tablada)

Tampoco existe la consulta popular para este tipo de edificaciones con gran impacto urbano. La ciudadanía no tiene voz ni voto y se entera, en medio del período más difícil de la nación, del inicio de la construcción del hotel y edificio más alto de Cuba a cien metros del Habana Libre, o de otros hoteles en puntos neurálgicos de la capital, como Paseo del Prado, o el Gran Aston, a lo largo del Malecón, nuestra más emblemática avenida costera.

En esta categoría se incluyen asimismo renovaciones de edificios importantes, como la Terminal tres del Aeropuerto «José Martí» de La Habana, cuyo espacio principal fue decorado con elementos neocoloniales, que muestran un malogrado uso de proporciones, color y materiales. Pero el mayor daño es de concepto, pues la primera o última imagen que tendrán los visitantes será la de un país que recurre a un pasado pastiche porque no está capacitado para proyectar un presente atractivo y un futuro esperanzador.

Resulta una paradoja lo difícil que es obtener financiamiento para proyectos bellos, con beneficios comunitarios y ambientales como las inconclusas Escuelas Nacionales de Arte, y lo fácil que se consigue para ejecutar obras de pésima o mediocre calidad.

Muchos pensadores han fundamentado el estrecho vínculo entre la política y su expresión en la arquitectura y el urbanismo. Las ciudades son el reflejo de la historia de las sociedades que las han ido moldeando. Los problemas que se aprecian en las mega-ciudades de países capitalistas emergentes, donde el patrimonio edificado ha sido seriamente dañado, las desigualdades llegan a extremos alarmantes y la contribución al cambio climático es sustancial, especialmente en las ciudades latinoamericanas y asiáticas; es consecuencia directa e indirecta de las políticas económicas, la ideología imperante y la forma de gobernar.

Lo ocurrido en las ciudades cubanas durante el período republicano y revolucionario, también es consecuencia parcial de la política y la ideología. Se reconoce, por una parte, que gracias a la ausencia de una inversión capitalista descontrolada en el período post 1959, se salvó y se mantuvo en pie gran parte de nuestro patrimonio constructivo, a la par que se construyeron edificaciones con carácter social que compensaban las grandes desigualdades territoriales.

Por otra parte, sin embargo, existe un cúmulo complejo de causas, más esenciales y sistémicas que las expuestas en este trabajo, que deberían analizarse por arquitectos y otros especialistas para comprender, primero, el desequilibrio en las prioridades que dio el gobierno a un área de desarrollo a expensas de otras —como la arquitectura y el urbanismo—, y segundo, por qué, cuando la arquitectura ha tenido oportunidad de manifestarse de forma esporádica en décadas recientes, no dio frutos tan deseados como en los primeros años de Revolución y anteriores a esta.

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Escuela de Danza Moderna, Ricardo Porro, 1965. (Foto: Abel Tablada)

Ello se plantea sin demeritar ejemplos siempre remarcables, tanto en nuevas edificaciones como en la restauración y renovación urbanas de los centros históricos en nuestras ciudades.

Entre las conjeturas que se pudieran analizar, debatir y/o demostrar, están los impactos que, durante el período revolucionario, produjeron en la arquitectura y el urbanismo cubanos ciertas decisiones, tendencias y formas de gobernar.

Como ejemplos, podríamos enumerar los impactos, previstos o no, que tuvieron:

  1. la centralización y estatización de toda la sociedad, que eliminó la rica y diversa tradición de saberes y haceres, siempre en evolución, de pequeños, medianos y grandes negocios y empresas; así como de la sociedad civil cubana, a la que pertenecía el Colegio de Arquitectos; todos parte fundamental de la cultura nacional,
  2. la aspiración de distribuir una riqueza creada durante el período Republicano en forma de inmuebles, tierras cultivables, servicios públicos e industrias, con la aplicación de medidas de corte popular como la Reforma Urbana y la desmonetización parcial de las relaciones económicas, pero sin crear bases e incentivos para su regeneración, a pesar de invertir en el desarrollo educacional de toda la población,
  3. las respuestas a las agresiones constantes por parte del gobierno de los EE.UU., de la clase burguesa afectada por el proceso revolucionario y de parte de la emigración posterior, por la necesidad de supervivencia del estado socialista, lo que, junto a otras razones, redujo considerablemente parte de las libertades y derechos por los que lucharon los cubanos,
  4. establecer en la política de cuadros a todos los niveles, la posición ideológica en tanto prioridad por sobre otras cualidades humanas, a saber: la inteligencia, la preparación, la experiencia y la idoneidad; y hasta por encima de principios como la honestidad,
  5. la personalidad excepcional de Fidel, su forma de gobernar, sus prioridades con el paso del tiempo, y el impacto de esto en la actuación de subordinados y organismos decisores intermedios,
  6. el cambio de mentalidad de gran parte de la población bajo los empujes liberadores de la Revolución, al pasar de ser servidoresde una clase pudiente y dominante a ser iguales, despojándose de la sumisión y rechazando ciertos valores por burgueses; pero, contradictoriamente, no ganando poder de decisión ante el nuevo Estado y, de cierta forma, también perdiendo el respeto o reconocimiento hacia el conciudadano, hacia la contraparte, con la instauración a todos los niveles del « ¿y quién tú eres para…?»,
  7. y quizás la más importante, el impacto que tuvo no haber hecho cambios sistémicos cuando, además de saber que el capitalismo neoliberal no era factible para todos los seres humanos y constituía una amenaza para la supervivencia del planeta; la ciencia, las experiencias y evidencias de otros países también demostraron que el sistema socialista de corte estatista, centralizado y excluyente en varios factores tampoco funcionaba en Cuba ni para los más vulnerables, sobre todo bajo el enorme impacto del bloqueo impuesto por el gobierno de los EE.UU.

En la recién concluida asamblea de la Sociedad de Arquitectura de La Habana se plantearon importantes reclamos y posibles acciones para el gremio de arquitectos y para la ciudad. Ellos pueden ser pasos que contribuyan a detener el proceso de deterioro de las urbes cubanas en las cuatro categorías mencionadas.

El más trascendental fue el llamado a recuperar la posición de la arquitectura dentro de la cultura cubana con el fin de elevar el reconocimiento e importancia que tienen ella y el urbanismo para transformar y mejorar la vida de la sociedad.

El segundo es la pertinencia de admitir el trabajo profesional independiente y no estatal de los arquitectos e ingenieros como una de las formas de trabajo dignas y necesarias para contrarrestar las condiciones descritas en este artículo, además de que sería un potencial freno a la emigración, ya casi masiva, de jóvenes universitarios.

Y una tercera demanda, quizás generalizada en la sociedad, fue la más rápida aplicación de medidas que materialicen los discursos referidos a la liberación de las fuerzas productivas y a los vínculos entre la ciencia y los resultados productivos palpables.

Otros colegas (1, 2, 3) ya se han pronunciado al resumir tales reclamos y propuestas, y se podrían escribir nuevos artículos que abordaran también la necesidad de formación, preparación y superación constante de arquitectos y decisores urbanos.   

La ciudad, como la vieron Eusebio Leal y Mario Coyula, y como la valoramos muchos colegas, es una fuente de riqueza y no solo una carga a la que haya que ir apagando fuegos y tapando baches, como la juzgan quizás algunos directivos municipales con poco poder de decisión y presupuesto asignado.

El suelo, las edificaciones, los viales, la vegetación, son bienes a cuidar y aprovechar. Pero son igualmente una fuente de riquezas que hay que saber gestionar, aplicando conceptos de ciclos de vida sostenibles desde el punto de vista económico, social y ambiental para que perduren por generaciones. Y esos gestores deben poseer un mínimo bagaje cultural para apreciar el valor de la ciudad y percatarse de que invertir en rescatar dichos valores y modernizar su infraestructura decadente, es más provechoso a largo plazo que sembrarla de grandes hoteles anodinos y consumidores de recursos.

Las ciudades que aspiramos algunos para Cuba las debemos pensar y construir entre todos, basados en indicadores multifactoriales pero con la participación activa y con el liderazgo de los profesionales, que, además de ser el recurso más valioso de la nación, son el ejército más efectivo contra el bloqueo externo.

Y a este recurso, sensible y en franco declive, no se le debe ignorar y no se le puede maltratar por parte de las autoridades con una pregunta que es la antípoda de la emancipación que ha buscado el pueblo cubano desde los tiempos del Padre Varela: ¿Y quiénes son ustedes para criticar, para proponer, para reclamar cambios o derechos?

Pues somos cubanos y con eso basta.

***

(1) Eduardo L Rodríguez: «Arquitectura: Modo de Empleo», Artcronica, no.18, 2021, p.10.

(2) Humberto Ramírez y Universo García: «Panorama actual de la Arquitectura Cubana», Artcronica, no.19, 2021, p. 38.

(3) Universo García, Universo. Post publicado en Facebook. 

26 COMENTARIOS

  1. aunque ,como siempre,no falta la mencion como «mal primario» al «bloqueo yanky»,pasando por alto,entre otras cosas,el credito indio de 100 millones de euros,el autor,omte el pollo del arroz con pollo.Si en cuba esas edificaciones deterioradas que se derrumban a cada rato,no hubieran sido recbidas como «herencia forzosa» del capitalismo,los cubanos,con sus esfuerzos constructivos socialistas ,estarian viviendo en fabelas tipo Rio….pero la poltica populista ytotalitaria del gobierno socialista,vio como la via «revolucionaria» entregar la vivienda a sus ocupantes y quitarselas a sus propietarios,por la via de la «reforma urbana» o quitandoselas por «abandomo perpetuo del pais»…muy facil resolver viviendas baratas o gratis,,,ero esas politicas popuistas,acaban con : las ciudadades cubanas cayendose a pedazos,pues lo que recibe un habitante no da para mantener una casa en buenas condiciones y sin dinero,no puede haber una potente Industria de materiales de construccion y sin dinero,los arquitectos no trabajaran..Por lo demas,dejen de tirarle piedras al Morro …el futuro economico de cuba,y de sus futuros oligarcas,es el turismo y…en eso estamos !!!

  2. Todo lo que enuncia y denuncia este post (que por cierto, omite la gigantesca miseria y depauperacion mobiliaria dentro de las viviendas ) solo refleja la gran descapitalizacion de la población dejando ruinas y derrumbes por doquier después de más de 60 años viviendo en la pobreza o pobreza extrema casi en la marginalidad, consecuencia de modelos económicos (más de 5 en 60 años) experimentales y fallidos hasta el sol de hoy. Esas son las causas más profundas de todo el desastre que refleja el urbanismo nuestro.

    • Si La Habana nuestra capital está en condiciones deplorables, como estarán nuestras ciudades y pueblitos del interior de la República. Buen artículo del señor Abel Tablada, se nota que tiene conocimientos de causa. Es cierto, de la pobreza, de la falta de alimentos y otras cosas fundamentales de una nación » socialista » nada se dice, es por eso que exhorto, ( a cualquier ponente ) para el que el próximo artículo lleve en el encabezado las siguientes frases : El DETERIORO GENERALIZADO DE LA NACION CUBANA :
      REFLEXIONES, SUS CAUSAS. Saludos Abel.

  3. A mi me daria verguenza escribir sandeces como lo hace Dario, porque demuestra ser casi analfabeto, pero con una gran dosis de ideologia y poliquiteria, que es misma basura. Sr, cuando Ud opina, bos frotamos las manos porque nos vamos a reir de Ud

    • sr.Jose : ante todo,me disculpo por escribir sandeces,es mi cula,Ahora,pasando a lo mas relevante de dire que : a usted le sucede como a todos sus correligionarios ( hermanos de militancias) cuando tratan de defender lo indefendible,sencillamente,no pueden.!!!Como no pueden porque no tienen arumentos y quisieran porque se sienten dolidos de leer la verdad verdadera,pues comienzan a emplear las herramientas de los totalitarios : el acto de repudio,el juicio sin defensa,el insulto,la ofensa,etc,etc…eso ya se sabe y por lo menos yo,disfruto viendo su impotencia intelectual.Usted conforma la lista de los Narcisos,Izquierdos,herrera carles,etc,etc,…todos patrioticos sin argumentos,todos defensores de lo indefendible.Para que pueda comenzar a ejercitarse para debatir,le propongo un ejercicio : que parte de mi comentario es incierta ?? Que mentira dije ? que razonamiento es erroneo ?? Si quiere,puede tratar de pensar y responderme…le es dificil ??Gracias

  4. No entiendo. Acaso no se ha percatado de las ruinas en que esta la Isla?.
    No le preocupa que si esos que hoy desgobiernan permanecen un par de annos mas la Habana sera una capital de mendigos.?

  5. El creciente deterioro de las ciudades, especialmente La Habana, forma parte indisoluble del desastre sistémico de la nación y de cuya solución general depende para poder pensar entonces en una mejoría ambiental, funcional y estética de esos conglomerados urbanos. Ya forman parte del paisaje las fosas y alcantarillados desbordados, aun en el casco histórico, edificaciones en ruinas, aceras y calles destruidos, junto a la indisciplina social, urbanística, donde se yuxtaponen la improvisación del naif del nuevo rico con la insolencia del holding hotelero que desoye la experticia y la regulación vigente. Hasta el hotel Saratoga, semidestruido tras el fatal accidente, parece integrarse al entorno miserable de edificaciones ruinosas circundantes.
    Junto al ninguneo actual del arquitecto, otrora figura clave del diseño citadino y desde hace décadas diluido en la parafernalia constructiva que ejerce como entidad gestora, la degradación de los oficios, de los propios materiales, de la gestión inversionista, del marco legal y financiero en que se desenvuelve, todo conspira para un agravamiento mayor.
    Un destacado intelectual cubano, Carlos Alberto Montaner decia que en Cuba todo está exactamente donde no debía estar. La Habana es un buen ejemplo: viviendas en antiguos comercios o almacenes (en muchisimas plantas bajas adaptadas indebidamente para tal fin), comercios en antiguas viviendas o residencias, escuelas en cuarteles, talleres y almacenes en cines, viviendas en garages, garages en portales, y un largo etcétera. Hoy sigue la fiesta y se improvisan viviendas en cualquier edificación.

  6. Una pregunta a José, si no le es molestia, porque quizas yo sea un ignorante sobre la situación de la vivienda en Cuba. Podría explicarnos las sandeces que Dario ha expresado en su commentario?

  7. Dario: no pueden hacer otra cosa que huir en modo ataque, lo que da más pena que indignación.
    Como seguramente Ud. es para ellos un mercenario pagado por el Imperio (o quizá fingen que creen eso) no pueden entender que ellos son los realmente mercenarios, aunque sin paga. Aunque algunos elegidos suertudos sí reciben pago en dudosos «honores» y algún que otro «estímulo material». Pero no todos llegan a Humberticos.
    ¡Que les sea leve!

  8. Por cierto, no identifico en los comentarios de Darío ninguna muestra de semianalfabetismo o algo calificable como sandez. ¿Será que estoy perdiendo facultades críticas?

    • Y apareció un nuevo troll? Será que no se dio cuenta el señor que solo Dario se le saltaron algunas letras. Será por eso analfabeto? No, para nada, solo tapar el sol con su dedo de arrogancia.

  9. Por supuesto la falta de mantenimiento por años,ejemplos sobran vemos cómo reparan parques ,instituciones,y comienzan a deteriorarse,pues las personas no cuidan y a los encargados de velar por esto no les interesa.amen del desvío de materiales que lleva consigo que las reparaciones no tengan la calidad requerida.si hacemos en este minuto una revisión solo de la Habana,vemos la cantidad de trabajos juntos que se están haciendo ,abriendo calles ,aceras,las empresas del gas,aguas de la Habana y estos hoyos quedan así por meses,y cuando los cierran dejan zanjas en las calles que lo único que hacen es acabar con los pocos vehículos que existen,además de provocar accidentes.aleros que se están cayendo ,dónde peligra la vida a diario de la población ,que se pudiera evitar si hubieran brigadas encargadas de tumbarlos antes que ocurrieran tragedias.nada los habaneros todo parece indicar nunca veremos una ciudad nueva ,linda,y si peligro para nuestras vidas.

  10. esrestimados : defender una realdad tan penosa como «la revolucion socialista» y su «legado» es imposible…puede que algunos genios de la comunicacion logren penetrar con ese mensaje en individuos previamente ideologizados por alguna circunstancia,pero en verdad es casi imposible tapar el sol con un dedo.La verdad,la realidad es difcil a veces de aceptar,pero eso no la cambiara.El ejemplo clasico : la Coca Cola…vilipendiada,maldecida,denostada,crcificada,etc,etc…pero se antiene y…que rica una coca cola fria !!!! La antitesis es «la revolucion socialista» podran propagandizarla intelectuales,cientificos,etc,etc…gastarse millones,pero una mirada a cuba,sera suficiente para derribar ese muro propagandistico.

  11. DARIO, hagan su revolucion socialista con recursos propios, no con donaciones, ni con dinero ajeno que luego no pagan al imbecil que se los presto.
    NUmero dos, los Actos de Repudio los hacen Uds, «los oficialistas». Ha visto alguna vez a un grupo de opositores haciendoles un Acto de repudio a Gerardo, El espia de los CDR ? Ahhh, son los adeptos de Gerardo, a sus ordenes , los que hacen Actos de Odio y Fascismo a los de enfrente. Fijese si Ud le falta cultura, educacion y riqueza academica, que Ud no sabe lo que sucedio con las familias judias en la Alemania Nazi, entre 1939 y 1945. Iban los militantes de la JJ>HH ( JUventudes Hitlerianas ) en las noches a hacerles Actos de Repudio a los judios mientras dormian. Cuarenta años despues, en La Habana, durante auquel asalto masivo a la Embajada de Peru, Fidel ordeno copiarle a los Nazi aquellos Actos de Repudio , esta vez a los que se iban pacificamente, pero de forma legal. ESE ES EL ORIGEN FASCISTA DE LOS ACTOS DE REPUDIO QUE UD APRUEBA.

  12. A mi entender los desisores no paryican de esto debates donde la población desde sus vivenciS individuales hacen aoortea valiosos. El presidente de reune con lis científicos que pasaría si el ministro de la construcción se reune con lis arquitectos vonel potencial que tenemos en las universidades o los obligan a estar fe papagayos haciendo bultos en las internimables reuniones que no dan frutos viaibles, apoyo el artículo y todos los criterios tengo que profundizar en el tema cultura de arquitectura porque se perdio, la solución al derrumbe de los balcones.
    Ejemplo si cogieran el edificio del actual Ministerio de azúcar yli convirtiran en hotel con las utilidades pueden comprar mas azúcar que la que se prpducira en edta zafra,la gente de Azcuba puede ir a lis centrales de Danta Cruz y al Martínez Prieto con sus instalaciones subutilizadas. VENCEREMOS

  13. En mi reciente visita a Cuba he visto construidas y en construcción relucientes y aparatosas edificaciones de la nueva burguesía cubana de la que nada se cuenta. Esas edificaciones se hacen con dinero del exterior pero también con la exagerada extracción de excedentes al pueblo trabajador cubano. De ello nada se dice en el texto por demás muy bueno informativamente.
    También leí la reacción de envidia sic de envidia del otro sector liberal cubano que se produjo cuando el primer ministro Marrero visitó hace días Ciénaga de Zapata, cuando mostró su rechazo por edificaciones «extravagantes» en la zona. Edificaciones seguramente igual que las que existen donde ellos viven en la zona aledaña a Quinta Avenida donde por cierto se prohíbe hacer fotos. Sería bueno saber como son.
    Sr Tablada la visión anticapitalista esta ausente.
    Y en Colombia mire lo que dice la Comisión de la Verdad»
    «el conflicto se agudizó sobre todo entre 1996 y 2008 cuando se produjeron 75 por ciento de las víctimas, la mayoría pertenecientes a la población civil.

    Las cifras de la comisión revelan la magnitud de lo ocurrido: 50 mil 770 personas secuestradas, 121 mil 768 desaparecidas, 450 mil 664 asesinadas y 7.7 millones desplazadas forzosamente.

    Al menos 9 millones de víctimas entre ellos 8.2 millones de desplazados, un millón de asesinados y 109 mil desparecidos han sido registradas oficialmente.»
    ESPANTOSA situación también, no cree?
    Saludos

  14. Llama la atencion desde donde usted contemplo la habana la terraza de un hotel donde solo pueden ir los nuevos ricos o los turistas extranjeros

  15. ¿Y a qué viene esa observación, Sr Narciso? Se sabe que Tablada no es turista y sí un reconocido arquitecto, ¿tiene acaso Ud algún problema con los ricos? Bien pudo ir allí de visita o invitado pero en caso de serlo ¿ no conoce el dicho de «al que Dios se lo dió…»
    ¡Ah! Ya sé, lo de siempre, pues mire, en varios años de observación he notado que existen al menos tres tipos de envidia, se las enumero:

    Envidia tipo l, la menos dañina, casi sana, algo así como «Quisiera tener el talento y la riqueza del articulista»

    Envidia tipo ll, ya más tenebrosa, «Que el talento y el dinero de él me lo den a mí»

    Envidia tipo lll, por desgracia la más común y la más terrible, «Ojalá que lo pierda todo'»

    Ahora, si es posible, contésteme está pregunta, por favor, ¿En cuál de ellas se ve reflejado usted?
    Gracias.

  16. El deterioro se debe a la falta de mantenimiento,falta de supervisión de las obras construidas y reparadas pues vemos lugares de reciente construcción o remodelación o reparación que no quedan con la calidad requerida,a nadie le interesa no toma cartas en el asunto,simplemente ,vemos cómo estos lugares cierran y caen en la más nefasta. depauperacion.lo mismo pasa con las calles de toda Cuba que no se reparan y las que están en buenas condiciones viene Aguas de la Habana,o Aguas negras,o la empresa del gas y abren zanjas,huecos ,que nunca más cierran como es debido,y no pasa nada,no hay control de calidad en nada.osea no hay continuidad en nada.

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Abel Tablada
Abel Tablada
Arquitecto y profesor. Graduado del Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría (CUJAE)

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