En estos días circula un spot publicitario de la Presidencia y del Gobierno de Cuba en el que se incluyen varias frases del viceprimer ministro y ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil, dichas en la sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular del pasado mes de diciembre. En el material propagandístico expresa: «No es verdad que la causa de la inflación en Cuba es el erróneo diseño del ordenamiento monetario y el momento inadecuado en que el gobierno decidió implementarlo. No es cierto. Todo esto estuviera presente con y sin ordenamiento monetario».
Y más adelante afirma:
«Sin ordenamiento monetario tuviéramos escasez, tuviéramos pérdida de la capacidad adquisitiva del salario, tuviéramos incremento de precios porque tenemos déficit productivo. Todos esos fenómenos que son la base de la inflación no tienen su causa en el ordenamiento monetario, con independencia de que el ordenamiento monetario, y somos nosotros los primeros en reconocerlo, tiene problemas de diseño y muchos problemas en su implementación (…)».
¿Es el Ordenamiento Monetario la causa de la inflación que sufre hoy la economía cubana?
¿Qué de positivo trajo el Ordenamiento Monetario a la economía nacional?
A estas preguntas responde el viceprimer ministro y titular de Economía y Planificación, @AlejandroGilF. 👇 👇 👇 pic.twitter.com/1r1IM781IK
— Presidencia Cuba (@PresidenciaCuba) January 4, 2022
¿Ordenamiento o des-ordenamiento monetario?
Los dirigentes cubanos persisten en defender a toda costa lo que han llamado «ordenamiento monetario» y que en realidad solo fue una devaluación del tipo de cambio oficial del peso cubano de 2.300%, para eliminar el sistema de cambios múltiples que existía anteriormente.
En verdad, el ordenamiento monetario requería la adopción de varias acciones, a saber: 1) eliminar la dualidad monetaria con el fin de establecer la soberanía plena del peso cubano en todas las transacciones dentro del territorio nacional; 2) definir un régimen cambiario relativamente flexible para contener por esa vía ciertos choques externos; 3) erradicar los tipos de cambio múltiples, unificándolos para todas las transacciones con una tasa económicamente fundamentada en las condiciones del mercado; 4) reajustar precios, salarios y pensiones.
Sin embargo, todas estas acciones hacen parte de la esfera de la circulación, por eso resultaba necesario que antes de proceder a esa determinación —que por como fue concebida implicaría una emisión considerable de papel moneda con afectaciones al equilibrio monetario—; se garantizaran las condiciones para un incremento de la producción de bienes y servicios a partir de una profunda reforma estructural en el sistema empresarial, en el régimen de propiedad y en la autorización de actividades económicas privadas con muy escasos límites.
Es decir, antes de promover cambios imprescindibles en el sistema monetario era preciso crear condiciones para el aumento generalizado de la producción, con independencia de si esto ocurría desde el sector estatal, el privado o el cooperativo. En política económica, el orden de los factores sí altera el resultado.
Ahora bien, al margen de los problemas de secuencia —sobre los cuáles varios economistas hemos insistido—, la unificación cambiaria adoptada está muy lejos de constituir un ordenamiento monetario. En realidad, presenciamos un nuevo des-ordenamiento, que afecta no solo al sistema monetario sino a toda la economía.
Se decidió adoptar un tipo de cambio fijo de 24 pesos cubanos (CUP) por un dólar estadounidense (USD), que no reflejaba las condiciones del mercado, afectado por una escasez gravísima de dólares derivada del derrumbe del turismo y la crisis crónica de las exportaciones de bienes. Mientras tanto, el mercado informal se adecuó rápidamente a la relación entre oferta y demanda y allí el dólar se cotizó a un valor entre 35 y 40 CUP desde fines de 2020 y principios de 2021. Un año después de asumida la medida, la divisa estadounidense supera los 70 CUP.

(Imagen: El Toque)
¿Cómo es posible realizar una reforma cambiaria sin que el sistema bancario o las casas de cambio oficiales estén en condiciones de vender la divisa extranjera? Lo que ciertamente se ha hecho es reemplazar un tipo de cambio sin fundamento económico por otro, menos separado de la realidad que el anterior, pero alejado también, lo cual no permite que cumpla con su función de puente entre la economía doméstica y la internacional, ni propicie el establecimiento de precios relativos adecuados.
En consecuencia, los precios relativos que se establecen al cambio de 24 por 1 no son reales y, por ende, se mantiene una distorsión que afecta tanto la determinación de los costos de producción, los precios domésticos de bienes que contienen insumos importados, como los precios de exportación e importación, y no permite la convertibilidad real de la moneda cubana. ¿Qué sentido tiene implantar precios ficticios en una economía? Ninguno. Pero cuando ese precio ficticio es el de las divisas, se está afectando seriamente la conexión entre la economía nacional y la economía mundial.
Además, como he explicado en otras oportunidades, al existir una brecha cada vez más grande entre el tipo de cambio oficial y el informal, siendo este último mayor que el primero, ello se traduce en una sobrevaloración artificial de la moneda nacional que afecta la competitividad de las exportaciones, encareciéndolas, y al mismo tiempo abarata, también artificialmente, las importaciones.
De forma adicional, lo que ha sido llamado «ordenamiento» por las autoridades cubanas se produjo al mismo tiempo que la adopción de una dolarización parcial de la economía, al crear un mercado que opera monedas libremente convertibles a través de depósitos bancarios, la mayor parte de los cuales provienen del exterior.
Aunque en los inicios ese mercado se reservaba para «bienes de alta gama», poco a poco se fueron incorporando alimentos y una creciente variedad de productos básicos para la vida de las familias. O sea, se volvió al expediente de los años noventa que creó la dualidad monetaria, la segmentación de los mercados y, a fin de cuentas, no solo el desorden monetario, sino que profundizó el desorden de la economía del país.
De modo que el «ordenamiento» no produjo la indispensable unificación monetaria que debería permitir que el peso cubano fuera la única moneda en circulación para realizar todas las transacciones domésticas y que, además, fuera una moneda convertible al interior del país, incluso para realizar transacciones económicas internacionales. Por el contrario, a fin de cuentas se mantuvo la presencia de monedas extranjeras en las transacciones domésticas, lo que genera incentivos perversos a los productores —inclusive a los estatales—, que prefieren dirigir su oferta hacia estos mercados, con la excusa de compensar sus costos en divisas.
Por otra parte, el reajuste de precios, salarios y pensiones a partir del «ordenamiento», se realizó sobre bases que han demostrado ser incorrectas. Nunca supimos cómo se construyó la famosa canasta básica de bienes y servicios, no sabemos cuáles bienes y servicios incluía y en qué ponderación determinan el costo de esa canasta básica.
Además de los errores técnicos evidentes, también se cometieron errores políticos, como el caso de las pensiones de jubilación establecidas por debajo del salario mínimo, sin que se tuviera en cuenta el aporte de esos jubilados a la economía nacional, las artes, la cultura, la educación, la ciencia, la producción, los servicios o a la defensa, durante el período en el que estaban en activo.

Los jubilados recibieron pensiones muy bajas que no fueron ajustadas con las sucesivas reformas del sistema pensional. (Foto: CubaCute)
Como resultado de las inmensas distorsiones de precios y salarios acumuladas desde los años sesenta, los jubilados recibieron pensiones muy bajas que no fueron ajustadas con las sucesivas reformas del sistema pensional. Esto, además de un error político, ha sido una injusticia con este grupo de personas que por su edad resultan altamente vulnerables.
En el artículo «La economía cubana: entre la confusión y el sin sentido», expliqué que era lógico que los precios subieran cuando en un mercado afectado por una severa escasez, se incrementa la oferta monetaria como resultado de aumentos nominales de salarios y de pensiones.
Es evidente que tal incremento de precios habría sido inferior en un contexto económico diferente a la pandemia, pero la parálisis del sector productivo cubano no es un problema coyuntural sino estructural, y se relaciona con la pretensión, claramente ineficaz, de que el Estado está en condiciones de proveer todos los bienes y servicios que necesita la sociedad. Ahora, presionados por las circunstancias, parecen reconocer que no son todos sino los fundamentales, y también en eso se equivocan.
En mi opinión, nunca se debió apelar a la dualidad monetaria en la economía cubana. No fue una decisión económica ni política adecuada. Sin embargo, una vez adoptada debió ser una medida temporal. La temporalidad fue solo la circulación del dólar, reemplazado luego por el llamado peso convertible (CUC) que generó aún mayor desorden en el sistema monetario cubano, con una moneda convertible que fue perdiendo esa condición en la medida en que el emisor aumentaba su oferta sin el debido respaldo en dólares con el que supuestamente nació.
La dolarización de los gastos, pero no de los ingresos, empobreció a la mayor parte de las familias cubanas que vivían de su trabajo. Ese proceso de empobrecimiento se fue acumulando por décadas y debió ser atendido con profundas reformas estructurales.
Resulta inadmisible que después de que la unificación monetaria y cambiaria se convirtiera en un «lineamiento de política económica y social» en el 6to Congreso del PCC, no se hubiera cumplido previo al 7mo y fuera ejecutada de forma tan apresurada y chapucera apenas tres meses antes del 8vo Congreso.
También resulta inadmisible que la dirección del partido y del gobierno continúen evadiendo sus responsabilidades. Si bien considero que nunca se debió producir la dualidad monetaria, en 2011 y años inmediatos las condiciones no eran tan graves como las que debió enfrentar el país a partir de 2020, cuando además de la pandemia, se habían recrudecido las sanciones económicas de la administración Trump.
Respecto a esto último, el gobierno cubano no solo desaprovechó las posibilidades de un mejoramiento de las relaciones con Estados Unidos a partir del restablecimiento del vínculo diplomático entre ambos países al final de la administración Obama, sino que reaccionó negativamente al reto que significó su visita a Cuba y sobre todo a su discurso en el Gran Teatro de La Habana.
La culpa no es del totí
En un país donde el gobierno tiene todas las palancas de la economía, si esta marcha bien sería su éxito, pero si marcha mal es su fracaso. Este es el caso.
La economía cubana marcha mal desde hace décadas. La apelación insistente a la responsabilidad de las sanciones económicas de Estados Unidos —que sin duda afectan a la economía nacional, y especialmente a las familias, pero que más allá de condenarlas no podemos evitar—; demuestra la altísima vulnerabilidad y dependencia externa del país, acrecentada tras la desaparición del denominado «campo socialista».
En estas condiciones se ha profundizado el subdesarrollo, expresado por la incapacidad para desarrollarse. El sistema productivo ha colapsado. Las industrias tradicionales se han derrumbado y las no tradicionales no pueden despegar por dificultades de acceso a capitales, tecnología y materias primas. El país, que otrora se consideraba agrícola, no produce suficientes alimentos para la población.
Frente a esta realidad, no tiene sentido apelar a expedientes de política ni a mecanismos económicos que han demostrado ya su ineficacia. Solo resta hacerlo de una forma diferente y ello implica una audacia política de la que hasta ahora han carecido los gobernantes cubanos.
Aunque algunos dirigentes, comenzando por el presidente, han tratado de desviar su responsabilidad por los excesivos aumentos de precios atribuyéndosela a los trabajadores por cuenta propia y pequeños empresarios privados, e incluso a negligentes dirigentes empresariales estatales, y han pretendido que la solución sea la renuncia «voluntaria» de parte de las ganancias obtenidas, haciendo caso omiso una vez más a las leyes económicas; la realidad es muy diferente.
La inflación tiene razones objetivas relacionadas con el desorden económico que se arrastra desde hace décadas. La debacle productiva ha creado un shock de oferta que ya es estructural y, como afirma la teoría económica, ante la escasez de oferta la respuesta del mercado es el aumento de precios. Durante muchos años esta realidad fue enmascarada con precios fijos y mercados desabastecidos.
Si a eso añadimos un incremento de la emisión monetaria sin respaldo de oferta en los mercados, el resultado no puede ser otro que el crecimiento de los precios, es decir, una mayor inflación. A estos dos factores debemos sumar la persistencia de monopolios públicos en toda una serie de actividades productivas y de servicios, que permiten el establecimiento de precios de monopolio en mercados cautivos.
Por cierto, en la medida en que más bienes de consumo necesarios para la vida se comercialicen en las tiendas en MLC y las divisas que se obtienen en el mercado informal sean más caras, está aumentando la inflación para los consumidores cubanos. Como no se ha hecho pública la metodología de cálculo, no sabemos si estos incrementos están siendo considerados o no.
Al ministro de Economía y Planificación me gustaría decirle que el des-ordenamiento, la forma en que se produjo, el momento en que se adoptó y haberlo hecho sin una verdadera liberación de las fuerzas productivas —amarradas por el sistema de administración económica centralizada—, sí es responsable de la actual situación del país e influye decisivamente en la estampida de precios que sufre la población cubana. La culpa no es del totí, según reza el viejo proverbio.
Como he expresado en otros escritos y entrevistas a diversos medios, en el punto al que hemos llegado en Cuba no es posible realizar transformaciones económicas estructurales profundas sin producir cambios institucionales y políticos igual de profundos. Estos últimos deben orientarse hacia la democratización de la sociedad, de forma tal que esta se empodere de su destino. Dichos cambios podrían crear un ambiente adecuado para el desarrollo de la producción de bienes y servicios en mercados regulados y transparentes.
39 comentarios
Excelente. Sin más vueltas,las causas, las consecuencias, al final concluye con la solución. Ojalá los de arriba salgan de su nubarrón ideológico, que tanto daño nos ha hecho y den el gran paso necesario para salvar el país, ese paso no puede ser otro que la Democracia, solo una Cuba libre, de las ataduras ideológicas forzadas, donde se restablezcan las libertades y derechos, económicos y políticos de todos los cubanos, llegará a organizar su economía, y todo lo demás. El Embargo entonces caerá por su propio peso. La solución, es una, y se llama Democracia, pero el miedo en el poder, nos está aniquilando como nación, exterminando entre migración y ahora deportación. Dios los ilumine, y nos salve a todos. Cuba merece algo mejor, creo que seremos capaces de construir eso justo, para todos y por el bien de todos que tanto hemos soñado, aún me quedan esperanzas , a pesar de los Gil, Canel, Marrero, GAESA y el obsoleto PCC.dios nos libre el camino, para la construcción de la nueva Cuba.
Me gustaria saber de que forma debio aprovecharse mejor la visita de Obama y como, segun el autor, debio el pais reaccionar a ella. ?Estamos definitivamente arruinados en un callejon sin salida y la unica solucion es regresar al capitalismo?.
?Estamos definitivamente arruinados en un callejon sin salida y la unica solucion es regresar al capitalismo?.
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Querido Taran, el socialismo de corte comunista es una ruina. Solo ha servido para que un grupito muy reducido de charlatanes viva muy bien mientras el pueblo pasa las de Caín.
Ese sistema político con su modelo económico obsoleto es una máquina represiva que solo produce pobreza y desesperanza.
La única solución para Cuba es la economía de mercado y la democracia.
Gracias al felizmente desaparecido dictador Fidel Castro y su tristemente célebre “reflexión” El Hermano Obama, Cuba perdió una oportunidad de oro para salir de la miseria tras la visita del ex presidente Barack Obama.
Y ya ves el estado en que estamos.
Aferrarse a algo que no funciona, más que un error, es una estupidez que los cubanos estamos pagando y pagaremos si no se cambia en 180° el rumbo de esa chalupa llena de huecos llamada socialismo que hace aguas por todas partes.
Excelente artículo. Al pan pan y al vino vino. Propone soluciones y analiza cronológicamente efectos del fenómeno.
Taran, lo que si queda demostrado es que el capitalismo es lo que mantiene el país a flote
“…no es posible realizar transformaciones económicas estructurales profundas sin producir cambios institucionales y políticos igual de profundos. Estos últimos deben orientarse hacia la democratización de la sociedad, de forma tal que esta se empodere de su destino. Dichos cambios podrían crear un ambiente adecuado para el desarrollo de la producción de bienes y servicios en mercados regulados y transparentes.”
¿Y dónde se habla aquí de capitalismo, señor mío? ¿O capitalismo, democratización y empoderamiento son sinónimos? ¿Por qué tenemos que demonizar cualquier intento de cambio, de mejora y de avance que no sea el establecido por decreto, disfuncional ya por décadas? ¿O Revolución no es “cambiar todo lo que deba ser cambiado”? ¿O acaso todo está bien y no hay que cambiar nada? Ese afán de centralizarlo todo, la rigidez, la soberbia y el enquistamiento nos han hecho y siguen haciendo más daño que el propio embargo/bloqueo. Ceguera total a la real situación del pueblo y a la necesidad de adoptar soluciones más audaces y profundas. O, peor, plena conciencia y continuidad de lo mismo.
Taran regresar al capitalismo es la muerte de cuba
Imagina que los capitalistas que han permitido tienen los precios en las nubes y los articulistas aqui se quejan de la tarea de los precios de la tarea ordenamiento
Critican al gobierno que no ha subido los precios de la gasolina por ejemplo pero no critican al particular que los tiene por los cielos
Hay particulares dueños de gasolineras? No lo sabía !!!!
Este país está gobernado por personajes incompetentes que viven como vive cualquier millonario en el mundo capitalista
Nietos y parentela Castro Marrero Canel Lazi etc etc , con bares , restaurantes , casas de rentas (cuántas quieran que se han apropiado sin haberlas construido y mantenido , menos heredadas , a precios más que capitalistas) , con yates, aviones privados , mercedes benz , y lujos cuando no han sembrado en toda su vida ni una caña ni un boniato y lo peor hasta propiedades compradas fuera del país , negocios en hoteles con altos precios para sus cuentas bancarias…etc etc . Este país es subdesarrollado y está en la miseria vergonzosa solo para el cubano honrado mientras los que lo desgobiernan , sin haber sido elegidos por voto directo secreto y sin trampa , viven en un capitalismo exuberante y mienten y esconden la verdad y desaparecen en cárceles a todo el que se atreva a desenmascararlo tenga la edad que tenga . Este país está exiliando a los verdaderos martianos y valientes cubanos que enfrentan su secta dictatorial y demagoga. Son crimínales con mala verborrea porque ni para mentir se ponen de acuerdo y no saben ni matemáticas
Cuando esté pueblo pueda votar con libertad por dirigentes honestos y honrados no habrá más bloqueo
Es una pena que alguien nacido en cuba que viva en Cuba, defienda esta mentira a toda luz que ni es revolución, ni es democracia es una mafia descarada e inmoral. Que intenta someter a base de represión chantaje, acoso y miedo
Taran y Narciso: No entiendo cómo es posible que ustedes aun sigan insistiendo en que en Cuba hay un socialismo. La realidad es que solo es una mascarada de socialismo. Como ya he escrito en varias oportunidades socialismo significa predominio de la propiedad social sobre los medios de producción. Y para que la sociedad sea efectivamente propietaria sobre los medios de producción debe tener mecanismos para ejercer esa propiedad y para controlar su gestión y administración. Eso no existe en Cuba ni ha existido en alguno de los países que se han autodenominado socialistas, a partir de la toma del poder por los bolcheviques en Rusia. Entonces, por favor, no sigamos discutiendo conceptos a partir de entelequias. Lo que en 105 años ya se ha llamado “socialismo” no es más que su versión burocrática, la cual ha generado las fuerzas de su autodestrucción: la sustitución de la “dictadura del proletariado” por la dictadura de un partido y de su liderazgo; la alianza obrero-campesina por la subordinación de los obreros y campesinos a la burocracia; la propiedad social por el dominio de la burocracia, y finalmente la democracia socialista por el sometimiento de la sociedad al grupo de poder. Basta ya de intentos de desviar el análisis de lo fundamental que es salvar a Cuba del inmenso caos en el que está, motivado por una crisis que no tiene solución si no se hacen profundos cambios económicos y políticos. En mi texto no se menciona ni una sola vez la palabra capitalismo. Estoy hablando de cambios económicos y políticos profundos. E insisto en que es lo que necesita el país. Y si considero que necesitamos una verdadera democracia, no estoy hablando de la democracia electorera. Estoy hablando de un sistema en el que el pueblo se empodere de su condición de soberano en la República, tal y como dice la Constitución de 2019, porque esa misma carta magna carece de los mecanismos para garantizar ese empoderamiento del poder popular. ¿Están ustedes en contra de esto? ¿Qué clase de socialistas son Ustedes?
Taran, Narciso y Mauricio de Miranda, les recomiendo lean “La Nueva Clase” de Milovan Djilas y “La gran estafa” de Eudocio Ravines, la Revolución de Octubre (realmente de noviembre) fue en realidad un golpe de estado, los bolcheviques, una minoría en el Congreso de los Soviet, que se iniciaba al día siguiente, y en el Congreso Panruso Constituyente del año siguiente, los disolvió Lenin y se apoderó del poder de manera absoluta, totalitaria, nunca en favor de los obreros y campesinos, sino a favor de su partido, y en lugar de la “dictadura del proletariado”, instaló el poder de un grupo que originó una nueva clase y en lugar de eliminar el trabajo asalariado lo mantuvo para el estado en forma de un Capitalismo Monopolista de Estado, como le llamó el propio Lenin, máximo responsable del surgimiento de la nueva clase y de estalinismo. Es decir, en lugar del socialismo lo que desarrolló una variante económicamente muy ineficiente del capitalismo. Hasta el presente no ha habido socialismo en ningún país del mundo y por eso ha fracasado a nivel mundial. La salida que encontraron China, Vietnam y ahora Cuba es el desarrollo del capitalismo privado, que sí es muy eficiente económicamente. El socialismo es un modo de producción, lo aclaró muy bien Marx en la “Crítica al programa de Gotha”, es el poder de los trabajadores que debe conducir a producción en abundancia de los bienes materiales y espirituales mediante formas autogestionadas de producción; cooperativismo, autogestión obrera, trabajo familiar y por cuente propia en la más amplia democracia y la extinción del estado.
Gracias, Andrés. La Nueva Clase de Djilas ya la leí. Es un excelente libro y un retrato del sistema del socialismo burocrático. Djilas, un revolucionario y ex-comunista yugoslavo (montenegrino) en 1998 publicó “The Fall of the New Class. A history of the Comunism’s self-destruction” que también es excelente.
Tarán, ¿el subconsciente lo traicionó? Lea su propio comentario jjj
Mientras exista el MARABÚ desgobernando es imposible que produzca frutos el país. Debemos de arrancar de raíz ese arbusto.
A buen entendedor, pocas palabras .
exactamente,solo es distraccion,malabarismos para que el pueblo se entretenga !! En un regimen de ferreo contro centralizado,las medidas monetaristas no pueden funcionar y son incapaces de que la economia funcione con ese centralismo,o sea,un desastre .Y no es de ahora ,es desde que se acabaron los subsicios ,las dadivas solo les quedan las remesas y el trabajo esclavo.Hasta que no destraben los controles,hasta que se abra la inversion extranjera,en fin,hasta que vuelva a funcionar el capitalismo,es la misma boberia.En cuanto al Embargo,si no han podido lidiar con el en 30 anos,son unos incapaces.Si la tarea es muy grade para el gobierno actual,que renuncie y pongan a otros.Si dejaran al pueblo su derecho a elegir ,entonces seria mejor y,de paso, se acabaria el Embargo.
Muy buen artículo, a propósito no entiendo como todavía a estas alturas hay personas que hablan de capitalismo cuando en realidad el término correcto sería economía de mercado, con esa palabrita nos tienen huidos y aterrorizados hace décadas para al final acabar ellos implementandolo en el peor y más cruel estilo.
Como es habitual en el autor, un artículo con contundencia, objetividad y utilidad, como valor agregado para que los decisores puedan aprovecharlo y los ciudadanos podamos enriquecer nuestros conocimientos.
Lamentablemente dia a dia nuestros dirigentes nos entregan un auténtico tutorial de incapacidad, tozudez y soberbia en materia económica y financiera. Sin sonrojos y sin pudor, y con el entusiasta apoyo y aporte genuflexo de analistas y periodistas de los medios. Con el pais cayéndose a pedazos y su gente abandonandolo por cualquier via, persisten en el error, en lo inviable y lo enmascaran con la mentira y el engaño. No crecerá ni la producción de azucar ni de tabaco ni de cafe, ni de la gran mayoría de los bienes, solo lo hace la desesperanza, la frustración y el agobio en muchisimos compatriotas. Quienes por ingenua lealtad, arrogancia, temor o ignorancia continúan confiando y apoyando en ese sistema ya definitivamente fracasado, tienen que admitir las bajas en sus filas y la carencia de credibilidad y de argumentos válidos. Solo la consigna y el panfleto estéril los ampara, porque la terrible realidad los desenmascara y los desarma.
Creo que nadie podría avizorar un mejor panorama para Cuba en 2022. Solo lo inesperado, lo casi milagroso podría traer ventura y riqueza al menos para una supervivencia decorosa. Ojalá eso suceda, que no es imposible, y que la paz y la concordia no nos abandonen.
Pantomima
Sin la crisis de la covid y arreciamiento que dejaron lis mercados desbastecidos el ordenamiento monetario hubiese tenido exito y lo tendra cuando pueda restituirse el nivel mercantil solo del 2019
Y cuando eso se produzca quiero verlo escribiendo de las ruindades en los salarios del sector privado que a usted tanto le gusta
amigo,en la cuba comunista,que yo sepa,ninguna medida ,salvo la de apoderarse de todo el patrimonio existente a bajo costo,ha tenido exito economico.Con que actividad cuenta cuba para tener exito ???
Narciso: La política económica en Cuba desde 1960 ha sido una sucesión de errores. Salvo el período en el que se intento implantar el Sistema de Dirección y Planificación de la Economía que fue el único intento serio por organizar una economía planificada con criterios financieros, pero que no pudo funcionar plenamente porque el mismo Fidel se ocupó de desorganizarlo creando estructuras paralelas de dirección y reteniendo la famosa “reserva” con la cual hacía lo que le daba la gana. Ese sistema tampoco iba a solucionar los problemas del país porque tenía problemas en su estructura, es decir, en la concepción misma de la planificación centralizada y los problemas de sistemas parecidos ya los habían alertado economistas de países de Europa Oriental como Liberman en la URSS, Kornai en Hungría, Lange y Brus en Polonia. Pero fue el único momento en que habría podido organizarse una economía que funcionara de una forma distinta al capricho del “Máximo Líder”. Existen muchísimos ejemplos que demuestra el subjetivismo de múltiples campañas lideradas por Fidel: “Cordón de La Habana”, “Cortinas Rompevientos”, “Zafra de los Diez Millones”, experimentos con la ganadería, y muchísimos más. Cuba recibió una inmesa cantidad de recursos financieros provenientes de la ayuda soviética que fueron dilapidados en lugar de destinarse al desarrollo de la economía y en contribuir al bienestar de la población. Entonces, señor, no me diga Usted que sin la pandemia las cosas habrían funcionado. La pandemia lo único que hizo fue acelerar el descalabro que estaba por venir y si no lo cree revise usted las cifras de producción industrial y agrícola de Cuba en 2019, antes de la pandemia y compárelas con 1989 y eso que ya en 1989 ya se observaban los descalabros causados por la “Campaña de Rectificación de Errores y tendencias Negativas” que fue otro desastre. Finalmente, con el mismo vigor con el que levanto mi voz contra los descalabros causados por el gobierno, con injusticias sociales incluidas, lo haré si esas mismas injusticias son creadas por el sector privado. Lo que sucede es que el sector privado en Cuba ha existido con miles de cortapisas que impiden su desarrollo. Estamos cansados de ver el florecimiento de un sector privado basado en corruptelas, gestionado por hijos y nietos de funcionarios del gobierno, vemos la existencia de empresas supuestamente socialistas gestionadas como si fueran privadas y a las que no llega la fiscalización de la Contraloría General de la República. ¿Será que no existe valor para abordar a “camisa quitada” los verdaderos y profundos problemas de nuestra sociedad?
Excelente disección de la mal llamada tarea ordenamiento. Aun es tiempo para emprender el camino vietnamita en la economía pero, como dijera el poeta, es muy difícil “arar el porvenir con viejos bueyes”.
No estoy de acuerdo, Bernardo. El “camino vietnamita” como usted lo llama es “algo de prosperidad” y ausencia de democracia y falta de libertades. No es eso lo que necesitamos. Conozco Vietnam. He estado allí en tres oportunidades y he tenido reuniones con funcionarios, académicos, empresarios y personas sencillas. El país sufre de los problemas generados por una burocracia que limita las libertades de la población. En medio de eso, la corrupción está a la orden del día. Para empresarios japoneses el mayor problema para invertir en Vietnam es la corrupción. Yo he escrito sobre las experiencias de las reformas en China y en Vietnam y he mencionado las reformas positivas de ambos países para generar prosperidad en sus respectivas sociedades, pero siempre he advertido que la ausencia de reformas institucionales son el handicap de ambos procesos de reformas.
Mauricio,
De acuerdo ciento por ciento con tu valoración del sistema en Viet Nam (mil disculpas por el tuteo) pero es mucho mejor de lo que tenemos en cuanto a libertad económica se refiere y un camino que podría ser aceptable para el equipo de gobierna, si se les vende adecuadamente. Por supuesto que un cambio democrático seria todavía mejor opción pero dada la correlación de fuerzas actual resulta solo un wishful thinking.
Bernardo. La verdad es que siempre prefiero el tuteo. Somos cubanos y es nuestra costumbre y yo soy cubano de pura cepa. Si, es mejor que lo que tenemos ahora. Pero o debemos aspirar a que pasen siglos sin que tengamos la sociedad que merecemos en el siglo XXI.
Resulta llamativo que siempre que un militante del PCC incumple con una tarea se le debe aplicar una medida disciplinaria politica y administrativa, si tiene algun cargo, pero muchos acuerdos del 6to Congreso, por demas trascendentales para el futuro del pais, no se cumplieron en tiempo y sin embargo no se produjeron sanciones de ningun tipo contra los incumplidores, todos siguieron en sus puestos. Acaso no todos los militantes son iguales?. Obviamente no.
Excelente artículo, ojalá los que nos dirigen tuvieran la oportunidad de leerlo y reaccionaran como las personas inteligentes, llegando a conclusiones.
Copio
Dichos cambios podrían crear un ambiente adecuado para…
A ver si entiendo:
El autor propone «cambiar todo para que nada cambie», “Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie”.
Orlando: Usted definitivamente parece interesado en distorsionar. A lo mejor le podría ir bien en “La pupila insomne”. Allí también son especialistas en distorsionar. ¿A Usted le parece que hablar de democracia, de empoderamiento de la sociedad sobre su destino es que nada cambie? Puede que Usted lo que desee sea que el país se hunda. Esa no es mi apuesta. La mía es que el país se salve, renazca, viva en libertad y en democracia. Ojo, voy a advertir para que no pretenda distorsionar lo que yo digo, que Cuba se salve no quiere decir que se salve la burocracia que hoy es responsable de nuestras desventuras. En varios artículos he exigido rendición de cuentas a esa burocracia. Si esa burocracia tuviera conciencia patriótica facilitaría cambios pacíficos que necesariamente deberían conducir a la democracia y a todo lo que eso significa, que para mi no son elecciones y partidos,. aunque también, sino empoderamiento de la sociedad de su propio destino. Y para ello, un buen punto para comenzar es el respeto, por parte del gobierno, de las libertades que están consagradas en la Constitución, que no me parece una buena Constitución como también he dicho varias veces, pero es la que hay por ahora. Le sugiero más objetividad y menor prevención en sus lecturas. Y sobre todo, menos bilis. El reflujo causa mucho malestar en el organismo. Buenas noches.
Orlando: ¿Qué necesidad tiene usted de mentir y hacerse la víctima? Ya le he respondido comentarios, llenos de mala intención y distorsionados, por cierto, lo cual indica que esos comentarios suyos han sido publicados.
A TARAN Y NARCISO
ME gustaría que de la misma forma que el Dr Mauricio de Miranda defendió su tesis y su postura económica, Uds dos hicieran los mismo con sólidos argumentos, no con consignas, ni con mentiras piadosas. Defiendan su socialismo doctrinario, defiendan la dictadura y dígannos por que nos beneficia a todos?
Tengo la impresión que las respuestas del Dr de Miranda, los ha dejado descolócados y no tienen por donde agarrarse.
Muy buen análisis, que demuestra el error garrafal de poner “la carreta delante de los bueyes” y la debacle que se ha generado como resultado de ello.
Sigo sin entender porqué se continúa justificando ésta chapuza de Reordenamiento, devenida en Desordenamiento, cuando supuestamente se contó con más de de 10 años para hacer los análisis pertinentes, para no apearse, con éste desastre, precisamente en éste momento de crísis total.
También considero que seguir considerando a la Empresa Estatal, como “el corazón y motor impulsor de la economía” sigue siendo un error.
Muy buena la referencia al artículo de principios de año “Los jubilados de la Revolución”, otro excelente análisis, que demuestra claramente quienes hemos sido los más afectados en éste Desordenamiento, que somos los jubilados.
En definitiva un muy acertado análisis sobre mi éste Desordenado tema.
Totalmente de acuerdo con usted, muy buen analisis, en Cuba como en el resto del mundo, no hay , ni hubo Socialismo, esa es la causa de nuestro desastre, lo peor es que buscando soluciones vamos hacia donde fueron los otros, contruiremos un modelo donde los dueños de nuestras riquezas seran los mismos que hoy son los mas energicos comunista, quien no vea esto esta ciego.
Lili: Y habrá que impedirlo. No podemos permitirlo.
Orlando, creo que ya te estás pasando. Aquí todos podemos dar opiniones, pero este comentario y el siguiente tuyo indican una intención de desacreditar y ofender al autor del post. Creo que deberías ser más respetuoso en este espacio, para que después no te estés quejando si te censuran algún comentario.
Pocas cosas muestran la falta de sensibilidad del gobierno como que la pensión mínima sea 2/3 del salario mínimo. Da una idea de lo que le espera en los próximos años (si todo sigue igual) a los que tienen 55-65 años.
La situación de los jubilados es una injusticia en toda línea. Es una muestra del “economicismo” que usan para ciertas cosas pero no para todas. Es totalmente injusto que personas que asumieron una altísima cuota de sacrificio personal no puedan asegurar su vejez si no es mediante la ayuda de familiares. Todas esas personas hicieron importantes aportes desde sus distintas posiciones.
[…] Publicado originalmente en La Joven Cuba, 10 de enero de 2022. https://jovencuba.com/des-ordenamiento-monetario/ […]
Mauricio, tu artículo excelente, y tu comentario a Narciso con un poder de síntesis fenomenal. Gracias.
Agrego que el salario mínimo en Cuba estuvo durante casi las cinco décadas anteriores, más bajo que en Haití, y con el desordenamiento y al cambio real del mercado informal, vuelve a ser uno de los más bajos del mundo. No es un dato menor, para analizar la pobreza según el indicador de ingresos del PNUD. Pero la dictadura no quiere reconocer ese indicador, para centrarse únicamente en el índice de pobreza multifactorial y así esconder la miseria mayoritaria. Como tampoco el índice de pobreza multifactorial está publicado por la ONEI, en sus anuarios, tampoco creo en dicho indicador en los informes que hace la dictadura sobre los Objetivos de Desarrollo de la agenda 2030, de la ONU, de los cuales ha hecho públicos sólo dos en el 2019 y 2021.
EXCELENTE ARTÍCULO!!!!
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