Cuba en ciclos

por Consejo Editorial

La formación y desarrollo de una nación no es un proceso lineal. Si intentáramos graficarlo veríamos zonas más o menos llanas y picos que corresponden a los momentos de máxima tensión, cambios, tránsito. En el caso de Cuba, desde el inicio de las guerras de independencia, estos cambios han ocurrido aproximadamente cada treinta años formando cinco ciclos históricos.

El primero va desde el grito de independencia de la Demajagua en octubre del 68 hasta la proclamación de la República el 20 de mayo de 1902. Comprende la Guerra de los 10 años, la Guerra Chiquita, la Guerra Necesaria y las sucesivas constituciones y gobiernos de la república en armas que se sucedieron hasta la intervención norteamericana. El logro fundamental de este período es la consumación de la independencia de Cuba del imperio español. Por supuesto fue una independencia marcadamente limitada por la Enmienda Platt y el aparato legal que la acompañó, pero representó un salto cualitativo en relación a toda la historia precedente de la nación.

El segundo ciclo será el primero de la república y se extiende desde 1902 hasta 1934, momento en que se deroga la Enmienda Platt y se firma un nuevo tratado de reciprocidad comercial con los Estados Unidos. Se caracterizó por el gobierno de Estrada Palma, la segunda intervención norteamericana, la alternancia en el poder de liberales y conservadores, y en general por la marcada injerencia de ese país en los asuntos internos de la isla, tal y como establecía el apéndice de la constitución de 1901.

El tercer ciclo será la segunda etapa republicana, se extenderá desde el 34 hasta 1961 con la declaración del carácter socialista de la Revolución. En este período se elaboró la constitución de 1940, de corte claramente liberal. La generación de los Pinos nuevos, de la que formaron parte la mayoría de los presidentes de la república en su primera etapa son sustituido por figuras  como Fulgencio Batista, Ramón Grau San-Martin, y sus auténticos de la que se derivó la ortodoxia de Eduardo Chibás, junto a figuras descollantes que murieron antes de poder dejar una huella mayor en la historia de Cuba, especialmente, el nacionalista Antonio Guiteras.

La no implementación de la constitución del 40, la muerte de Chibás y el golpe de Estado de Batista, catalizaron el surgimiento de la generación del centenario con Fidel Castro al frente y el triunfo de la Revolución de 1959. El proyecto originalmente nacionalista y de corte liberal no tenía cabida en medio de la guerra fría. En abril de 1961 y ante el ataque a los aeropuertos del país se declara “el carácter socialista de la Revolución” y comienza el cuarto ciclo que fue el de “la construcción de socialismo real”, que se caracterizó por la alineación de Cuba al bloque soviético y el enfrentamiento frontal con los Estados Unidos.

Este período se extendió por treinta años, hasta la caída del muro de Berlin en el 89 y la desaparición de la URSS en el 91. Luego de lo cual comenzaría el quinto ciclo de nuestra historia. Por primera vez como nación fuimos libres del dominio, control o injerencia de una potencia extranjera. En mi opinión es un período de transito donde se le realizaron enmiendas a la constitución del 76, se normalizó la relación del Estado con las Iglesias, la nación se reconcilió con parte de su emigración – podría decirse emigraciones – se dieron los primeros pasos para el desmontaje de la férreamente estatizada economía de la isla, que aún no termina, se cambió parte de la matriz económica del país, se dieron pasos decisivos para la normalización de las relaciones de los Estados Unidos, que concluyeron con el establecimiento de relaciones diplomáticas en condiciones de igualdad.

En este momento la isla vive el inicio de un nuevo ciclo histórico. ¿Dónde estará el país dentro de treinta años? En mi criterio, la aplastante regularidad de los ciclos históricos sugiere dos ideas fundamentales: la opción independentista, nacionalista y soberanista terminara imponiéndose, así fue en 1902, 1933, en el 1961 y en 1989. Por otro lado, aún a riesgo de ser tachado de optimista, considero que en los próximos treinta años el país vivirá un vertiginoso desarrollo de las fuerzas sociales y  productivas. Finalmente, sobre el 2050, estaremos entrando en un nuevo ciclo de la historia nacional.

20 comentarios

osvaldo1801 17 septiembre 2020 - 3:12 PM

Un correcto análisis hostórico social que evidencia el conocimiento y la toma decisiones oportunas en el cual el contexto es una variable a tener en cuenta como premisa necesaria con la realidad.

Alex Garcia 17 septiembre 2020 - 3:42 PM

Historia simplificada, carente de balance, especialmente del periodo republicano (todo sombras y ninguna o poquisima luz). Mientras sigamos con una vision simplista de como llegamos hasta aqui, jamas veremos la luz al final del tunel.

Azul 17 septiembre 2020 - 3:55 PM

Coñoooo, pa’l carajo !!!! En el 2050 voy a tener, o deberé tener 78 añojos. Y entonces ¿ Pa’ qué coño me va a servir ? Qué clase de pérdida de tiempo.

Charlie Sierra 17 septiembre 2020 - 4:37 PM

Dice el autor: La no implementación de la constitución del 40, la muerte de Chibás y el golpe de Estado de Batista, catalizaron el surgimiento de la generación del centenario con Fidel Castro al frente y dieron al traste con el triunfo de la Revolución de 1959. “Dar al traste” significa echar abajo, echar por tierra. Errores de concepto como este son tan deplorables como el de tantos funcionarios de todo rango que dicen aperturar en lugar de abrir o de inaugurar y que María Luisa García Moreno, en la sección “el español nuestro”, de Granma, calificó acertadamente de barbarismo. Son, probablemente, los mismos funcionarios que han difundido un certifico y un autorizo, términos que no existen como sustantivos en español.

Manuel* 17 septiembre 2020 - 5:49 PM

Nos encontramos ante un análisis histórico que cae en una falacia habitual: anticipar el futuro basándonos en el pasado. No funciona. Es como intentar predecir el trazo por delante de la carretera en la que circulamos basándonos en el tramo ya recorrido. Es como cuando se dice que el Barcelona debe vencer al Bayer en el próximo partido porque en los últimos cincuenta años venció más veces de las que perdió. Mientras nos olvidamos de que la composición de los respectivos equipos ha cambiado al completo.

Cuba cambia y los cubanos de gestas históricas ya están muertos, por tanto no sirven para calibrar el carácter de los cubanos actuales.

Por eso, más que nunca, el futuro de Cuba pertenece a los jóvenes. Porque otros tiene el PODER pero los jóvenes tienen el TIEMPO, y el TIEMPO siempre acaba venciendo al PODER.

Joaquin Benavides 17 septiembre 2020 - 5:53 PM

Coincido con la periodizacion en ciclos de 30 anos que haces. Mas o menos un cambio generacional cada 30-40 anos. Pero este que termina en el 2020-2025, y que efectivamenmte le abre paso a una generacion y que tendra la mision historica de llevar a la nacion hasta mediados del siglo 21, tendra la tarea grandiosa de insertar al Pais en el mundo. Si no lo logra el Pais podria retroceder 100 anos. Y la suerte se decide en los proximos 5, Si se cambia todo lo que debe ser cambiado, el salto en todos los ordenes puede ser exponencial. Si la generacion que esta surgiendo y a la que le corresponde impulsar los cambios, e incluso a imponerlos democraticamente, no lo hace, renunciando a su herencia, no habra cumplido su papel historico.

tony antigua. 17 septiembre 2020 - 6:36 PM

No me convence este articulo. No se puede predecir el futuro tan a la ligera. Hay cientos de inponderables que pueden cambiar todo de la noche a la mañana…o no.
En todo caso me pasa con estas predicciones a largo plazo lo mismo que con los planes del gobierno para el 2031 o los argumentos de que el socialismo es joven al lado del capitalismo y etc.
No es etico sacrificar una Generacion en nombre de otra.
Yo naci en el 61 y llevo toda la vida en lo mismo.
No es que me despreocupe del futuro lejano, pero el presente que?, el futuro inmediato que? Las soluciones para cuando?
Los dirigentes actuales pierden credibilidad por dia. Hay mucha gente que ya no cree en nada de lo que dicen.
Esos son los que van a llevar adelante el pais?
Esos son los que defenderán la opcion soberanista?

Orlando Rodriguez 18 septiembre 2020 - 2:53 PM

Si los ciclos son más o menos cada 30 años, entonces en este 2020 tocaría algo significativo en Cuba y hasta ahora lo más llamativo es que el limón es la base de todo, los 2 millones de tripas, los toques de queda por la pandemia, las colas más grandes, etc, etc, o sea, el cuartico no está igualito, está peor. Este ciclo se rompió.

Alina Lopez 17 septiembre 2020 - 10:16 PM

Hace más de un año publiqué aquí mismo un artículo donde analizaba el período revolucionario en sus ciclos de treinta años, aunque mis conclusiones eran diferentes a la del autor de este texto. Lo dejo paracel que desee leerlo.
https://jovencuba.com/2019/02/22/el-gran-circulo/

osvaldo1801 17 septiembre 2020 - 11:50 PM

Estudia ětica social julito

Manuel* 18 septiembre 2020 - 4:13 AM

Respecto al estudio del pasado para anticipar el futuro, eso lo hacen mucho los analistas de bolsa para anticipar el valor futuro de las acciones. Es importante porque hay mucho dinero en juego. Se dedicaron millones de euros a estudiar el tema y siguen fallando. El comportamiento de beneficios de una empresa se correlaciona con su comportamiento uno o dos años antes, pero antes del quinto año la correlación es casi nula. La influencia del pasado se diluye rápidamente en cuanto vamos atrás unos pocos años. En realidad no influye el pasado sino nuestro recuerdo —muy imperfecto— de lo que fue el pasado.

Si queremos anticipar el futuro de Cuba tenemos que mirar al presente más que al pasado, porque el presente es la clave del futuro.

¿Cómo veo el presente de Cuba? Lo veo como el de un pueblo que clama por cambios, unos cambios que a algunos les da miedo.

Alex Garcia 18 septiembre 2020 - 11:20 AM

En varias ocasiones he leido su argumento de que, el conocimiento de la Historia no ayuda, para nada, a la hora de moldear nuestras conductas y enfoques de cara al futuro. Creo entender que su logica se basa en el hecho de que, todo lo que esta por suceder sera por naturaleza nuevo, ocurrira en un contexto nuevo y por ello carece de logica mirar hacia atras porque las circunstancias son irrepetibles.
La manera en que ud. ha expresado, repetidamente, esta idea me lleva a concluir que ud. cree en ella a rajatabla, sin luces ni sombras, no veo en su analisis ningun espacio para el “termino medio” o las excepciones y es ahi, en mi opinion, donde pierde fuerza su argumento.
Estoy de acuerdo en que, si intentaramos moldear nuestra conducta, basandonos, exclusivamente, en el metodo de establecer paralelos con el pasado, ello nos llevaria de un error al otro porque eliminariamos de la ecuacion las diferencias entre un contexto y otro.
Ahora, no creo que los historiadores, en su mayoria, nos recomiendan hacer uso de la Historia, como herramienta, de la forma en que ud. cree. Creo que mas bien, mas alla de satisfacer nuestra logica curiosidad por conocer lo que ha ocurrido en este mundo nuestro antes de que llegaramos a el, lo que intentan decirnos es que, y por poner un ejemplo, hay ciertas constantes que se repiten y que el conocimiento de las mismas nos ayudaria a adoptar posibes lineas de conducta. Ejemplo; en todas las dictaduras, sin importar su corte ideologico, se habla constantemente del enemigo a las puertas, de conspiraciones incesantes, de la necesidad imperiosa de unidad sin resquicios, de que la discrepancia solo favorece a ese enemigo acechante. Estos elementos no irrumpen todos a una y desde la nada, siempre hay sintomas.

“Condenadme, no importa, la Historia me absovera”

Cuando un historiador escucha a alguien decir esto, inmediatamente viene esto otro a la mente:

“Declaradnos culpables una y mil veces, la Diosa del Tribunal Eterno de la Historia sonreira y rompera en pedazos las acusaciones del Fiscal y el veredicto del Tribunal, porque Ella nos absolvera.” (traduccion del aleman al castellano)

Y ese mismo historiador estaria justificado en concluir que, solo se trata de una coincidencia. Pero cuando el mismo individuo suelta esta otra perla:

” “Dentro de la Revolución, todo; contra la Revolución, nada”

A ese mismo historiador le viene a la mente esto:

” Tutto nello Stato, niente al di fuori dello Stato, nulla contro lo Stato” (no necesita traduccion)

………..y entonces el historiador, con razon, empieza a preocuparse.

Ahora, y aqui Manuel es donde su argumento cobra validez, seria un error concluir que, quien practicamente copia frases de estos personajes coincide idelogicamente con ellos, pero si denota que los ha estudiado y que algunos de sus argumentos e ideas le han infuido y parecido utiles……una vez mas, preocupante.

Un saludo.

Manuel* 18 septiembre 2020 - 6:42 PM

Las dictaduras son una constante en la historia de la humanidad y todas contienen elementos comunes. Pero para distinguir una no me hace falta recurrir a comparaciones con otras dictaduras. Las veo de lejos.

A otros les ayudará la comparación. Bien! el caso es que las vean.

Un cordial saludo

Saúl Seijo 21 septiembre 2020 - 1:33 PM

Que bien evocar el Discurso de la Ascensión de Benito Mussolini. Ojalá todos conocieran de su existencia.

Alex Garcia 18 septiembre 2020 - 7:56 PM

El caso de las dictaduras era, como dije antes, solo un ejemplo, pero la misma logica es aplicable a otros fenomenos; las crisis de un sector de la economia o de la economia como un todo, el desbalance demografico, la aparicion de una pandemia (tan actual), cambios climaticos, los peligros de la corrupcion para la democracia y un largo etc. Lo que en realidad trato de enfatizar y donde radica mi discrepancia con su punto de vista, es en el hecho de que el conocimiento de la Historia puede ser tremendamente util a la hora de encarar el presente y el futuro.

Ivette García 18 septiembre 2020 - 1:39 PM

La historia no es lineal. Creo en los ciclos históricos, los retrocesos y la relación que guardan con los procesos de cambio. Aun cuando otras muchas variables podrían dar sustento a la tesis de los ciclos que expone el autor, creo que efectivamente existen esos ciclos, los elementos considerados cuentan.
El pasado siempre es una variable a considerar y es muy útil para adelantarse a los acontecimientos con una visión prospectiva porque la historia tiene regularidades que ayudan a comprender el presente y proyectar el futuro. Cuando eso se logra podemos tener una participacipación más consciente y activa en cualquier proceso de cambios. Reflexionar y usar el pasado y el presente para definir o avizorar los escenarios probables e incluso el deseable, permite prepararse e incidir en los acontecimientos. No hacerlo es condenarnos a ser improvisadores con muchas cartas para el fracaso.
Sería bueno pensar en el ciclo histórico que estamos y podremos estar en las próximas décadas, sobre lo cual el autor adelanta que se impondrán nacionalismo/soberanía y desarrollo de las ferzas productivas.

Alex Garcia 18 septiembre 2020 - 3:22 PM

De cuerdo con ud. y en un comentario anterior (todavia pendiente de moderacion) es mas o menos lo que intente exponer, aunque reconozco que el suyo es mas compacto y mejor acabado. De lo que si no estoy tan seguro es de que quepan mas “nacionalismo/sobreania” encima de los que ya cargamos.

Antonio 18 septiembre 2020 - 9:23 PM

Discrepo de usted en la forma que ve el desarrollo de Cuba en los próximos 30 años. Los resultados de lo que usted califica como cuarto y cinco ciclos no apuntan precisamente al arribo (finalmente)al futuro luminoso tantas veces anunciado y repetidamente aplazado. No dudo que la dirección del país se mantenga y en la “continuidad” halle la fuente para preservar la independencia y la soberanía, como ellos la ven. La unidad como disciplina férrea, la unanimidad anuladora de la crítica y de la participación, del disenso y el debate son puntos fuertes en tal sentido. Sin embargo, aprecio que las fortalezas pasan al bando de las debilidades cuando se trata de otras manifestaciones de la sociedad en su naturaleza diversa
No creo que una sociedad rígida y encartonada, sujeta a los criterios de un selecto grupo de funcionarios sea capaz de generar ni el interés ni las fuerzas suficientes como para echar adelante un proyecto de sociedad libre y creadora, con una economía próspera y sustentable.
En los ciclos del 1 al 3 descritos por usted, la sociedad, con sus defectos y limitaciones estaba viva y en condiciones de plantearse las metas de su tiempo y conjugar el consenso de sus diversas partes componentes agrupadas libremente según intereses y puntos de vista diversos. La generación del centenario nació y se formó antes de 1953 y su líder aprovechó con habilidad los derechos existentes en aquel diseño de sociedad coartada, limitada, reprimida, injusta, pero funcional. La diversidad es la fuente del dinamismo, ningún grupo de personas es poseedor de la verdad absoluta o de la fuente del conocimiento. Creerse poseedor de las mejores soluciones no da el derecho de imponerlas a otros, al menos si se quiere que se acepten y reciban el esfuerzo necesario. Hacer política es convencer y, de paso estar presto a recibir opiniones y rectificar a tiempo el rumbo. Si no se propicia la participación, si lo que se desea son aplausos, pues tendremos espectadores listos a batir palmas, no participantes para poner manos a la obra. Saludos.

Fidel Vascós González 19 septiembre 2020 - 7:34 AM

La identificación de ciclos en el devenir histórico es asunto bien polémico. Incluso se pueden distinguir distintas regularidades en la precisión de los ciclos según los parámetros utilizados de base para la determinación de las etapas en cuestión. Teniendo esto en cuenta y no obstante la controversia, considero válidos los ciclos históricos en la historia de Cuba formulados por Carlos Alberto González Carvajal en esta Entrada. También es discutible el pronóstico que Carlos Alberto anuncia para la Cuba de los próximos treinta años. En esto igualmente estoy de acuerdo con él, pero en base a otras apreciaciones, que no demeritan las suyas. Me explico. El proceso inaugurado en Primero de Enero de 1959 en nuestro país constituye una profunda revolución económica y social. Dígase lo que se diga a favor o en contra de la Revolución Cubana, defiendo que en el balance de sus logros y errores, los primeros son mucho mayores que los segundos. Ello justifica la defensa de su continuidad. Entre los logros, se elevó a planos superiores la dignidad nacional; se fortaleció el sentimiento independentista y, a la vez, se extendió como nunca antes la solidaridad internacional; se elevó el nivel de vida de los grupos sociales mas desfavorecidos, que eran los mayoritarios; se realizó la reforma agraria largamente peleada por generaciones anteriores y se recuperaron para la nación los recursos naturales y los principales activos de producción; se garantizó educación y salud pública para todos; se estableció una institucionalidad que cubre todo el territorio nacional por igual; se instauró la tranquilidad ciudadana; se consolidó la conciencia política y social en la gran mayoría del pueblo. Pudiera enumerar muchos logros mas, pero estos son suficientes para fundamentar, basado en ellos, la perspectiva que nos anuncia Carlos Alberto. En ella destaco sus dos ideas fundamentales: “la opción independentista, nacionalista y soberanista terminará imponiéndose…” y “en los próximos treinta años el país vivirá un vertiginoso desarrollo de las fuerzas sociales y productivas”. Una vertiente de pensamiento que también apoya esta conclusión es el nacionalismo revolucionario presente a todo lo largo de nuestra historia como nación, no siempre valorado en su justa dimensión. Hoy Cuba se encuentra en un período de transición cuyo sentido del momento histórico apunta a cambiar el sistema de dirección económica y social heredado del fracasado modelo soviético de socialismo, hipercentralizado en su método económico, político y administrativo. Las tendencias que deben prevalecer en este empeño indican a una mayor descentralización y democratización en todos los órdenes de la sociedad. Solo así alcanzaremos la emancipación de todo el pueblo, sin discriminación alguna, y la dignidad plena del hombre y la mujer.
Fidel Vascos González
fvgonzales30@gmail.com

Antonio 20 septiembre 2020 - 2:10 PM

Ojalá los vaticinios del autor y del señor Vascos se cumplan y en Cuba se logren resolver los problemas que aquejan a la sociedad. Problemas que ahora se expresan en la ausencia de alimentos pero que van mucho más allá en el orden de las carencias materiales de una sociedad como la cubana, aún bastante alejada de los niveles de consumo racionalmente justificados de una sociedad moderna. En caso de que suceda, la pregunta sería cómo es posible que se logre salir adelante partiendo de una situación tan jodida mientras se dejaron pasar largos años con mejores oportunidades. Dudas acrecentadas cuando el diagnostico con la causa de los males se conocía y había sido objeto de análisis en documentos desde hace tres períodos presidenciales, dos Congresos del PCC, casi llegando al tercero, y varias sesiones de la Asamblea Nacional. Muy difícil para varias generaciones, algunas que les queda poco para desaparecer, asimilar tranquilamente cómo sus vidas fueron consumidas en medio de privaciones por causa de años de voluntarismo y fantasías seguidos de posteriores titubeos e indecisiones así como alguna que otra recurva de quienes podían y debían poner las cosas en su lugar. Me permito ser escéptico en volver a creer en que ahora sí vamos por “el camino correcto” e incluso que se llegue en algún momento al punto de destino. Estos no son ya los tiempos de efervescencia ni de incondicionalidad a un líder, la población es otra, más ilustrada, con poder de análisis y con mejores posibilidades de expresar sus criterios. La unidad no es incondicionalidad y no veo indicios de que desde la acera de los decisores se quiera dialogar. Saludos.

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