Apuntes sobre la reacción del pensamiento católico tras la convocatoria para realizar una marcha pacífica de protesta, amparada en los derechos constitucionales.
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La frase que da título a este texto surgió de la rabia de una anciana que tras cuatro horas de extenuante cola, vio cómo se escurrían de su alcance los dos paquetes de picadillo que daban por persona en la tienda. Después de tanto tiempo perdido, una empleada salió del establecimiento a comunicar a los náufragos de aquel mar de espera la noticia. Ante eso estalló la anciana, que se volvió a quienes estábamos detrás de ella en esa fila tediosa y nos espetó: «¡En Cuba tienes que vivir gritando para poder sobrevivir!».
Aquel grito representó un soplo de verdad en nuestros rostros agotados por la realidad, un golpe en el que toda la rabia contenida en la garganta de un país explotó y salió disparado hacia nuestras vidas, petrificadas en un mito revolucionario.
El filósofo Theodor Adorno expresó que «la dimensión histórica de las cosas no es sino la expresión de los sufrimientos del pasado». Un religioso latinoamericano me preguntaba sobre la posibilidad de otro estallido social tras las protestas del 11 de julio en el país. De alguna forma, según su visión de izquierda, las cosas en la Isla no están del todo mal, teniendo como eslabón comparativo otros contextos de la región. Sin pretender dar una respuesta definitiva a su inquietud, siento como una bomba de tiempo el constatar que el anhelo de felicidad parece haber sido podado del futuro social cercano de nuestro país.
Personas con poco que perder a sus espaldas —con la adecuada dosis de odio inoculada desde diversos puntos— pueden ser el carbón directo a la caldera de una violenta rebelión.
¿Qué constituye una fuerza social?
Por estos días un grupo de cubanos nucleados alrededor de la plataforma Archipiélago, en cuyo tejido social se agruparon entre otros, algunos de los protagonistas del 11-J, han presentado una solicitud de permiso al gobierno para realizar una protesta cívica el 20 de noviembre, fecha que ha sido cambiada para el 15 de propio mes.
Entre sus reclamos, sobresale el deseo expreso de hacer esta manifestación por «todos los que han sufrido persecución, censura, acoso policial, prisión política o destierro. Además, por los marginados, los que padecen miseria, los que viven sin un salario digno, los que no tienen divisas para adquirir productos básicos, los que tienen que inventar la comida de sus hijos en medio de la peor inflación del último cuarto de siglo en Cuba».
Esta movida cívica abre una jugada nunca antes vista en los últimos sesenta años el tablero de la nación. Toca ver cómo responde el otro jugador, el Estado/Partido/Gobierno, que nunca antes había sido interpelado por este tipo de estrategia donde una parte de la sociedad civil, basada además en un derecho constitucional, desafía de forma pública al poder.
Las organizaciones católicas han sido dentro del tejido social de la nación, uno de los actores que ha logrado prestar un servicio reconocible a los detenidos y sus familiares tras las protestas del 11 de julio, sin estropear de forma radical los canales mínimos de comunicación con el gobierno.
Ante una situación de vulnerabilidad de parte del pueblo cubano, el alma eclesial ha optado por estar más cerca de la gente que de las estructuras de poder, sin romper, como es su vocación, la capacidad de aportar, desde su autoridad moral y experiencia, a la instauración de un ambiente de reconciliación nacional una vez que estén dadas las condiciones para solucionar el conflicto.
Para los laicos y consagrados que han sido protagonistas de los acontecimientos en la Isla, lo insoportable no es el dolor en sí causado por represalias de todo tipo o la prisión; sino el sinsentido en que quedan atrapados cuando ese dolor no es capaz de ser entendido por el poder, que no acaba de admitir su falla ni de ceder un milímetro de su control.
En la Conferencia Episcopal Latinoamericana de Medellín en 1968, por primera vez se habla de violencia institucionalizada y pecado estructural. La pobreza no es casualidad, más bien es un mal nacido en el corazón del hombre y en la historia humana. Por vocación, el rol principal de la Iglesia en Cuba ha estado y estará siempre en «sinodalidad» (la palabra es utilizada como Caminando junto a…) con el pueblo, especialmente con los más vulnerables.
Optar por el cubano de a pie significa en primer lugar, abrir bien los ojos para ver su condición de inhumanidad a causa del aplastamiento que sufre diariamente en su dignidad. Tocar esa realidad es indispensable para comprenderla. Es importante descubrir qué provoca esta situación de infelicidad en la filosofía existencial de la gente, y oponerse a esos elementos, sean personas, relaciones o estructuras. Así también, elegir un estilo de vida que sea coherente con esa verdad que deseamos defender hasta sus últimas consecuencias.
Ante la pregunta sobre la reacción de la Iglesia católica tras la convocatoria a la marcha pacífica de noviembre próximo, no habrá una respuesta definitiva y de seguro coexisten tantas posiciones como diversos son los modos de proceder dentro del ámbito eclesial cubano.
Sin embargo, una pista a seguir es que en este tiempo tan difícil los laicos hemos visto ganar fuerza la visión de un pensamiento y accionar que busca incluirse en la realidad de su gente, acompañar en silencio el paisaje desolador a su alrededor. Hubo laicos, religiosas y sacerdotes exponiendo su cuerpo el 11-J en la calle.
Hoy cualquier desafío pastoral y social comprende la urgencia de no quedarse ya solo dentro de las estructuras establecidas, sino salir y desde ahí vivir como la Iglesia cubana: herida, sin privilegios, pero feliz de entregar su espiritualidad servicial al tejido de la nación.
10 comentarios
Un nuevo exodo tipo Mariel esta en desarrollo.
Oficiales de la policía del condado de Monroe, Florida, detuvieron este lunes en una parada de tráfico a 32 inmigrantes cubanos que eran transportados en un bote rápido remolcado.
Copio
según su visión de izquierda, las cosas en la Isla no están del todo mal, teniendo como eslabón comparativo otros contextos de la región.
Completamente falso.
En Ecuador, donde vivo, ni el mas pobre se queda sin comer.
La mayoria de los que mendigan en esta ciudad han venido de Venezuela.
El coronavirua esta sometido a control yo diria que en todas partes de America Latina sin necesidad de manipular cifras
Por eso desde la Diáspora grito a todo pulmón
” PATRIA Y VIDA ” para que el mundo sienta, que yo también existo.
Libertad para los presos políticos del régimen
Castrista-Canelists.
Este gambito, nadie se lo esperaba. Ja, ja, ja. Yo tampoco. Se pasaron de listos.
El Intendente de la Habana Vieja ha dado respuesta al principal organizador de una marcha convocada para el próximo noviembre, denegando su realización por sus fines inconstitucionales y desestabilizadores:
Con esa negativa abren la posibilidad de dar golpes. Se va a armar una buena
Me preocupan muchísimo las consecuencias de esta prohibición. Si no se permite luchar por el cambio usando mecanismos legales y pacíficos, algún loco puede pensar que habrá que usar mecanismos ilegales y violentos.
En este foro siempre he defendido una lucha legal y pacífica por el cambio. Me están dejando sin argumentos.
Más que nunca es hora de tener sangre fría y planificar la próxima forma de lucha sin arriesgarse a un enfrentamiento violento entre cubanos.
Bueno, yo sí me esperaba que prohibiesen las marchas. Pero no acabo de ver cómo se puede implementar la prohibición. ¿Cómo van a evitar que la gente pasee por la calle?
Desde Lisboa há nacido el Movimento11JULIO-21 en Portugal.
Nuestra principal demanda:Liberacion inmediata e incondicional de los PresosPolíticos en Cuba de antes, durantes y después del 11JULIO-21. Y exhoneracion para TODOS de culpa.
Todos los dias 11 de mês nos manifestaremos frente a la Embajada de Cuba en Lisboa.
El #20NLisboa tenemos una Marcha por el corazón de Lisboa.
Patria y Vida!
Viva el 11JULIO!
Lá Revolucion se ha superpuestos a los valores de las personas, la Revolucion se ha deshumanizado.
A travès de la historia Cubana,la iglesia Catòlica siempre ha estado rendida a los pies de los poderosos.ricos y dictadores,hablo de sus distintas jerarquìas no de un cura de barrio o de aldea,las explosiones sociales revolucionarias,siempre en Cuba fueron realizadas por ricos y cultos,hoy es la inmensa mayorìa del pueblo apalstado hace 62 años que grita por sus derechos bàsicos.,cada ciudadano en Cuba tiene un policìa circulando en sus arterias,se lo inoculan hace 62 años en las maternidades de toda la Isla,en las Maternidades,donde naciò el HOMBRE NUEVO……Ya veremos como se comporta este nuevo ser social,adjunto una frase escrita en los comentarios recibidos,que creo tienen mucha validez…..:Entre sus reclamos, sobresale el deseo expreso de hacer esta manifestación por «todos los que han sufrido persecución, censura, acoso policial, prisión política o destierro. Además, por los marginados, los que padecen miseria, los que viven sin un salario digno, los que no tienen divisas para adquirir productos básicos, los que tienen que inventar la comida de sus hijos en medio de la peor inflación del último cuarto de siglo en Cuba».
Dr.I.Marrero…Miami.Fl…..
A lo largo de 60 años, la iglesia cubana se ha visto envuelta en diversas encrucijadas y coyunturas, bajo fuego cruzado y casi siempre sin satisfacer las expectativas que muchos exigian a esa iglesia y en especial a su jerarquía. Se sabe que los intereses y deberes de esa iglesia siempre no concuerdan o son similares a los de la sociedad en que se desenvuelve, sobre todo en sus tempos y sus modus operandi, pero su compromiso con el pueblo, más alla del que asumen con sus fieles y su rebaño, les otorga un determinado protagonismo que no pueden eludir.
Ahora, en los momentos de la mayor y mas dilatada crisis sistémica de todo el periodo revolucionario, sigue sin asumir su protagonismo como jerarquía, al margen de las valientes actitudes de sacerdotes y algunos laicos y de algun pronunciamiento sobre temas especificos.
Con la negativa de la autorización de las marchas del 15 de Noviembre, se van cerrando las últimas puertas para un escenario de diálogo y una salida pacífica y se hace más evidente la soberbia y la intolerancia de un poder y una élite que no va a ceder ni reconocer derechos. Inevitablemente, comenzarán a explorarse por muchos, salidas más riesgosas y que sin dudas llevaran a riesgos mayores y peores consecuencias.
Por supuesto que el hermetismo propio de la iglesia y su búsqueda de equilibrio para mantener su espacio ganado en el ámbito de su acción en la sociedad, le hace excesivamente cautelosa, además de su dependencia a lo orientado desde el Vaticano.
Son tiempos que exigen lucidez, inteligencia, valentía y compromiso ciudadano. Cada dia que pase se necesitará más y más de todo ello y quizás en peores condiciones de ejercicio. La iglesia debe tener muy presente, y sobre todo la católica, de que aunque no es mayoritaria en la conciencia de la sociedad, tiene un peso y una influencia nada despreciable y puede llegar a ser suficientemente importante. La jerarquía, que no debe dejar de oir atentamente o desestimar a su laicado y pastores más comprometidos con la sociedad, no puede asumir posturas que no estén a la altura de sus circunstancias. Son momentos definitivamente cruciales e impostergablemente decisivos.
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