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Bloqueo

Doce

Doce

por Jorge Fernández Era 1 enero 2023
escrito por Jorge Fernández Era

Juntémonos y venzamos, compañeros de la cola, urge darles una información:

La dirección del país, frunciendo el entrecejo, sin que medie entrecomillado alguno y para que no quede en entredicho nuestra capacidad de dar saltos «como solo pueden hacerlo los grandes del planeta», ha decidido multiplicar una experiencia implementada a comienzos de mes, de apabullante éxito, y de la cual son ustedes sus frutos más genuinos: la organización de los consumidores por tickets y a través de sus bodegas.

Algunos dirán: intentan generalizar la idea y terminan exportándola, con esa «capacidad de transferir tecnología a otros países». Pero la inventiva proviene del Sistema de Gestión de Gobierno basado en Ciencia e Innovación, más conocido por SGGCI, que algunos malintencionados identifican como siglas de «Sigue Gobernando Gente Completamente Inepta».

Consiste dicho invento en que, a partir de enero, según el número que cariñosamente han asimilado, puedan aprovechar las colas del picadillo para, enarbolando la libertad de expresión que les garantiza la carta magna, hacer picadillo a sus gobernantes, cuestionarlos, expresar lo que piensan de ellos, no importa si se refieren a los que ni siquiera piensan.

Muchos sospecharán que es una trampa. Nada más lejos de la mentira. La experiencia que tendrán el honor de inaugurar complementa el largo proceso para aprobar un documento de singular importancia que será discutido en el próximo período de sesiones de la Asamblea Nacional: la Ley de Comunicación, «envuelta en las peculiaridades y generalidades de una lucha histórica que impone la necesidad de crear una Filosofía de la Comunicación Socialista».

Observé algunas risitas cuando mencioné la palabra «discutido», y es que nos hemos acostumbrado a la unanimidad, y salir de ella será… un proceso más largo.

Algunos pasos vamos dando para desterrar del subconsciente esa inercia de que decir las cosas por su nombre es favorecer al enemigo, sobre todo si lo hacemos desde los medios de prensa. Ayer mismo, en Cubadebate, apareció un artículo que se titula «País de mierda», así, abiertamente. Cierto que se refiere a Argentina, pero algo es algo.

Y si tomamos en cuenta recientes investigaciones que revelan que más del ochenta por ciento de los lectores se quedan con la sola información de los titulares, miles de cubanos se acostaron anoche pensando en las profundas transformaciones que se esperan, como la ponderada en estos días, que tiene como protagonista la estrategia de desarrollo del municipio Martí, territorio que «se mueve» y que el Granma visualiza para el 2030 «con alto nivel de vida, próspero y sostenible».

«Le permitirá en breve garantizar, por solo citar un ejemplo, que su transporte público se mueva con combustible propio: el biometano», un gas que se obtiene a partir del syngas, o gas de síntesis, que preferiríamos ustedes llamaran de esta última manera y que se obtiene del excremento de los cerdos. Carne no habrá, mierda es lo que sobra.

He sido soez, pero «en la vida hay momentos en que una arenga, una frase contundente, un lema, hacen la diferencia», sobre todo «en un contexto que se ha comido eufemismos y optimistas augurios sin asideros, y nos ha devuelto, como un eructo disonante, la realidad en los moldes de la inflación, las colas, la escasez y algún que otro descreimiento». Y es que somos un pueblo «típicamente transido de pasión y de tenacidad».

Hoy, 31 de diciembre, última jornada de un año en que «la valentía mostró salud», hemos elegido esta tienda para hacer una prueba piloto del nuevo experimento. Siempre habrá quien intente hacer de nuestras colas un parangón de lo que se define, al referirse a los vecinos del norte, como «la cultura de la barbarie», «una crisis de vacío intelectual que se coagula en un proceso de condensación de odios y miedos».

La nuestra yo la acuñaría con una contundente consigna que nos define y que pronunció un delegado del Congreso de la FEU: «Esta es tu cultura: ¡embárrate!». Ustedes, desde el que tiene un turno bajito hasta el que marcó por gusto, son —y aquí cito con otro símil a la ministra de Educación— «el ejemplo de la sociedad anticipada».

Veo manos en alto. Me extendí en mi discurso y se avecina el nuevo año. Propongo dejar para enero la oportunidad de explayarse. A ese de allá atrás que se identifica con el ticket 723 solo le responderé que es cierto que las uvas valen de tres a cinco dólares el kilogramo en el mundo entero, y que parece una anomalía de mercado que las ofertemos a nueve, o a más de diez el racimo.

Las restricciones del bloqueo nos imponen traerlas por vía aérea, en primera clase, en un recorrido similar al que hizo el primer secretario para regresar de China. La continuidad que él representa nos hace fieles a las tradiciones patrióticas. Si les sumo las que impone la fecha del 31 de diciembre como signo de buena suerte y prosperidad, solo puedo exclamar: ¿para qué un racimo? ¡Con doce uvas basta para alcanzar la soberanía alimentaria!

1 enero 2023 6 comentarios 1k vistas
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Detractores

El extremismo de los detractores del gobierno cubano en 2022

por Observatorio sobre el Extremismo Político 27 diciembre 2022
escrito por Observatorio sobre el Extremismo Político

Como continuidad del texto «El extremismo del gobierno cubano en 2022», en este artículo se abordan los principales rasgos que caracterizaron el extremismo político de los detractores del gobierno cubano durante el año. Se incluyen acciones acometidas por la administración de EE.UU., así como de comunidades y sujetos políticos opositores al poder en la Isla.

Ambos análisis dejan ver un panorama sociopolítico sumamente polarizado, hecho que señala la necesidad de trabajar por una agenda de diálogo en pos del desarrollo democrático y soberano de la ciudadanía cubana.

Medidas y acciones unilaterales coercitivas

Durante el presente año, si bien se flexibilizaron restricciones a viajes y remesas, el gobierno de EE.UU. ha mantenido sanciones que afectan la economía cubana y suscitan el rechazo de la mayoría de los países del mundo.

A las medidas históricas y las añadidas por la administración Trump, se sumaron otras acciones como la negación a los viajeros europeos que visiten el país de poder participar en el Programa de Exención de Visa. La decisión tiene un impacto muy perjudicial para el turismo, una de las actividades económicas fundamentales de Cuba y que, por demás, no ha logrado recuperarse de los efectos de la pandemia.

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La mencionada  exigencia de visa se debe a la inclusión de la nación caribeña en la lista de países que no colaboran en la lucha contra el terrorismo, decisión tomada por el expresidente Trump y que ha sido cuestionada por organizaciones y líderes internacionales, como el mandatario colombiano Gustavo Petro o Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores o Políticas de Seguridad. En diciembre de 2022 Cuba también fue incluida en la lista norteamericana de países que toleran o cometen violaciones especialmente graves de la libertad religiosa, sin que esto fuera resultado de un análisis multilateral.

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Un momento de especial tensión diplomática fue la exclusión de Cuba, junto a Nicaragua y Venezuela, de la IX Cumbre de las Américas celebrada en EE.UU., lo cual constituyó un abuso de prerrogativas por parte del país anfitrión. Ello provocó que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador no asistiera al encuentro, y que otros mandatarios como el chileno Gabriel Boric, la hondureña Xiomara Castro y el argentino Alberto Fernández mostraran su inconformidad.

Además del extremismo del gobierno norteamericano, fueron visibles acciones de sujetos o comunidades opositoras, principalmente emigrados, que pedían el aumento de las sanciones o protestaban por las flexibilizaciones citadas. En dicho contexto, destaca el rechazo de los políticos de origen cubano Marco Rubio, Bob Menéndez y Ted Cruz a las medidas que permiten el aumento de remesas y viajes.

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Otra iniciativa en la misma línea fue la declaración «Por un cambio real en Cuba: ¡No más oxígeno a la dictadura!», firmada por opositores, emigrados en su mayoría. Quienes dejaron su rúbrica en el documento expresaron preocupación por las violaciones de los derechos humanos en su país natal, al tiempo que pedían la no flexibilización de ninguna medida unilateral, bajo la justificación de que «solo alargaría la agonía del pueblo cubano».

Detractores

Imagen de la campaña Por un cambio real en Cuba: ¡No más oxígeno a la dictadura!

Ataques a personas y grupos

Otro elemento importante que evidenció el extremismo y la intolerancia fue el ataque a personas o grupos defensores del Estado cubano, con agendas pro engagement o que se oponen a las medidas unilaterales coercitivas.

Dentro de los sucesos que más llamaron la atención en 2022 sobresalen las constantes arremetidas contra el grupo Puentes de Amor y su líder, el profesor Carlos Lazo, al punto que actos violentos y agresiones contra participantes en las caravanas que desfilaban por el estado de Florida provocaron la intervención de agentes del orden. El activista ha denunciado asimismo amenazas de muerte contra él y otros miembros de su movimiento.

En adición, el senador Marco Rubio solicitó al FBI que investigara a Lazo por sus vínculos con el gobierno cubano. En respuesta, el comité organizador del grupo acusó al político norteamericano ante el Comité de Ética del Senado por considerar la petición macartista, carente de base y que extralimita sus atribuciones.

Puentes de Amor no ha sido el único grupo en sufrir persecución por su activismo político. También en Puerto Rico se han reportado acosos a miembros de la brigada Juan Rius Rivera, que aboga por el fin de las medidas coercitivas contra Cuba. Entre las formas de presión denunciadas figuran llamadas amenazantes a varios miembros y una visita de los agentes del FBI.

Por otro lado, fuera de EE.UU. también se produjo un ataque contra la influencer Ana Hurtado, habitual defensora del gobierno cubano, que fue agredida físicamente en un supermercado en España por un activista opositor.

El también influencer Pedro Jorge Velázquez fue víctima de descréditos, luego de que se publicaran imágenes en las que aparecía con ropa femenina y maquillado. La carga homo/transfóbica de las burlas provocaron la indignación del colectivo LGBTIQ+, hasta en miembros críticos al Estado cubano como el actor Daniel Triana.

Manipulación y extremismo mediático

Como figura clave del extremismo mediático resalta el youtuber Alexander Otaola. Entre sus múltiples muestras de incitacion al odio puede citarse el asesinato de reputación hacia la actriz Thaimí Alvariño por participar en un comercial de la empresa de envíos Katapulk. Más allá de la plausible crítica al material, se sumó el ataque personal que además implicó a los familiares de Alvariño en Miami.

El también candidato a alcalde ha acusado a figuras públicas residentes en Norteamérica, como Mirta Medina, por no enfrentar directamente al sistema político de La Habana, cuestionando en este caso que su hija, Vanessa Formell, integrara la orquesta Van Van y se presentara en espacios «autorizados por la Seguridad del Estado».

Un contexto en el que afloró de forma particular la manipulación mediática fue el de los debates precedentes a la aprobación del Código de las Familias, cuando circularon tergiversaciones que apuntaban a la posibilidad de que el Estado castigara a los opositores con la retirada de la responsabilidad parental sobre sus hijos, o que menores pudieran modificar permanentemente sus cuerpos sin autorización de adultos.

Cancelaciones y presiones a artistas

Aunque de manera general el intercambio cultural entre Cuba y EE.UU. gozó de mayor salud que en el año pasado, la producción artística y académica también se vio afectada por el extremismo político y la polarización. Además de los casos antes citados, llama la atención el acto de repudio contra las agrupaciones Van Van y Havana D’Primera luego del fracaso de las presiones para que se suspendiera su concierto en Pembroke Pines (Florida).  

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Otro momento en el que se evidenciaron coacciones a artistas cubanos e internacionales fue durante los preparativos del festival San Remo Music Award. El principal señalamiento resultó la presencia en el comité organizador de Lis Cuesta, directora de Eventos del Ministerio de Cultura y esposa del presidente Miguel Díaz-Canel. Tras la polémica y cuestionamientos, Andy y Lucas, Kalimba y Alex Ubago desistieron de participar y al cantautor cubano Raúl Paz le fue cancelado un concierto en Miami por relacionarlo con el concurso, aun cuando no estaba implicado.

En Florida ocurrieron acciones para impedir la presentación del libro Cuban Privilege: The Making of Immigrant Inequality in America, de la académica estadounidense Susan Eckstein. El texto polemiza acerca de los beneficios migratorios de los cubanos en la nación norteña y los compara con el tratamiento que reciben  los haitianos.

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***

Estos análisis se han realizado a partir de lo que sobre extremismo político ha conceptualizado el Observatorio: «Posicionamiento, ya sea de un sector de la sociedad, un partido político, un grupo de poder o un individuo, en una postura totalmente distanciada del diálogo o el respeto al otro. Parte de considerar ilegítimo todo lo que guarde relación con su oponente y asume como necesario cualquier mecanismo para derrotarlo. Por lo general, se vale del populismo y la manipulación para captar adeptos y justificar el uso de la violencia en cualquiera de sus variantes en pos de un “objetivo mayor”».

27 diciembre 2022 32 comentarios 1k vistas
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Declive

El declive del comunismo rentista en Cuba

por Samuel Farber 7 noviembre 2022
escrito por Samuel Farber

Desde julio 11 del 2021, cuando ocurrieron grandes protestas a lo largo y ancho del territorio nacional, Cuba persiste en un estado de agitación. A finales de septiembre y principios de octubre de 2022, hubo disturbios en varios barrios de La Habana y en diversas ciudades y poblados del interior. De acuerdo con el medio El Toque, entre el 28 de septiembre y el 12 de octubre, hubo noventa y dos protestas en treinta y seis municipios, doce de ellos ubicados en el área metropolitana de La Habana.

Estas se debieron en gran parte a los daños causados por el huracán Ian, que incluyó un gran «apagón» extendido a toda la Isla. Muchos cubanos se lanzaron a protestar en las calles, ayudados por la oscuridad que hacía más difícil su identificación por los órganos represivos.

Aunque este corte de electricidad fue muy extenso y duradero, no ha sido el único de los últimos tiempos, motivados por la falta de mantenimiento, negligencia oficial y escasez de combustible, debido en parte apreciable a la reducción de envíos de petróleo de Venezuela. Dicha situación causó que la comida refrigerada de cientos de miles de cubanos se perdiera, agravando la ya crítica situación alimentaria.

La insuficiencia de fuentes de energía y el mantenimiento pobre e inadecuado de las plantas eléctricas en Cuba, es parte de una más amplia crisis económica que ha afectado al país por mucho tiempo. Círculos de la izquierda internacional atribuyen la responsabilidad de tal crisis al bloqueo norteamericano, en vigor desde inicios de los sesenta del pasado siglo.

Sin duda alguna, el bloqueo, que merece ser calificado como criminal, ha dañado a la economía insular, por ejemplo, dificultando las relaciones económicas de Cuba con el exterior por las represalias que los Estados Unidos toman contra inversores capitalistas.

Durante la presidencia de Donald Trump el bloqueo fue profundizado con la restricción del número de vuelos de pasajeros y las transacciones comerciales y financieras entre los Estados Unidos y Cuba, antes permitidas. Adicionalmente, Trump designó a Cuba como «estado patrocinador del terrorismo», grave acusación con consecuencias negativas, tanto políticas como económicas.

Por su parte, el gobierno demócrata de Biden no ha hecho cambios mayores en la política hacia Cuba, al mantener su designación como estado patrocinador del terrorismo. Aunque sí relajó las restricciones al envío de remesas a la isla, y permitió más vuelos y que algunas categorías de ciudadanos norteamericanos pudieran viajar a la Isla.  

No obstante, mucho más importante que el bloqueo norteamericano como causa de los problemas de Cuba, es la propia naturaleza del sistema económico que prevalece en la Isla. El mismo promueve la indiferencia, apatía, falta de responsabilidad e incentivos, sean económicos o políticos, como podría ser el control democrático de los trabajadores y de la nación en general, sobre todo en el predominante sector estatal de la economía. La ausencia de incentivos y la apatía se reflejan en que solo el 55% de los cubanos en edad laboral forman parte de la fuerza de trabajo, una de las tasas más bajas en América Latina.

Adicionalmente, las torpes políticas del gobierno cubano han agudizado la gravedad de los problemas económicos. Este fue el caso de la unificación monetaria, pospuesta por muchos años, para que el peso cubano fuera la única moneda en circulación y eliminara al CUC, especie de substituto del dólar y el euro creado en 1994.

El gobierno decretó que la supuesta unificación monetaria ocurriera el 1ro. de enero de 2021, con una tasa de intercambio de 1 por 24 entre el dólar y el peso. Pero esa tasa de intercambio, de hecho muy generosa dado el estado de la economía insular, asumía la ocurrencia de un aumento notable en la productividad del trabajo, que por supuesto no aconteció en ausencia de imprescindibles trasformaciones estructurales.

El cambio monetario ignoraba asimismo la considerable merma de dólares y euros debida al gran descenso del turismo con motivo de la pandemia. Las cifras hablan por sí mismas. En 2017, el turismo en Cuba alcanzó su pico histórico con 4 millones, 143, 000 mil turistas. Las medidas de Trump, que dificultaron los viajes de estadounidenses, fueron el factor principal de un descenso a 3 millones, 651 mil turistas en el 2019.

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En 2017, el turismo en Cuba alcanzó su pico histórico con 4 millones, 143, 000 mil turistas. (Foto: Hostertur)

Pero la expansión de la pandemia dio un golpe mortal al turismo cuando las cifras se redujeron dramáticamente: a un millón, 85 mil en el 2020, y solamente 356 mil visitantes en el 2021. No es de sorprender que, debido a los efectos de la pandemia, el PIB descendiera a – 10.9 por ciento en el 2020. Cierto que creció 1.3 por ciento en el 2021, aunque sobre una base más baja.  

Ante la situación económica del país a finales de 2020, economistas cubanos como Carmelo Mesa Lago, entre otros, predijeron que la unificación monetaria no tendría éxito y provocaría gran inflación. Efectivamente, la tasa de inflación llegó rápidamente al 77.3 por ciento en 2021. Mientras tanto, la escasez de dólares y euros subió considerablemente sus valores, al grado que mientras escribo estas líneas, a principios de noviembre, ambas monedas son cotizadas a 165 pesos, o sea casi siete veces la tasa oficial original de 24 a 1.  

La escasez de dólares y euros tuvo amplia repercusión, social y política. La economía comenzó a depender cada vez más de los cubanos en el exterior, con la creación de las tiendas MLC (Moneda Libremente Convertibles) que solo aceptan monedas como el dólar y el euro. Vale la pena mencionar los altísimos precios que predominan en tales comercios, que se aprovechan de la ausencia de alternativas para los consumidores cubanos. La práctica de obligar a los consumidores a depositar el dinero proveniente de las remesas del extranjero en tarjetas, sirve al propósito de minimizar cualquier filtración de las remesas para otros propósitos no controlados por el estado monopolista y antidemocrático.  

Las consecuencias sociales del rol predominante de las remesas son enormes, dado que se calcula que probablemente solo un 40 por ciento de la población cubana las recibe (obviamente en cantidades muy variadas). Ello implica que un 60 por ciento se queda fuera del juego y, por tanto, confronta enormes dificultades en obtener alimentos y artículos de primera necesidad, solo disponibles en divisas. Es de suma importancia notar que la población afrocubana está muy desproporcionadamente representada en ese 60 por ciento.    

Es más que evidente que la desigualdad y la pobreza han crecido significativamente en Cuba, aunque esto no se puede documentar con cifras pues hace más de veinte años que las autoridades no las publican. Ante esta situación, uno esperaría un aumento del gasto social para compensar, pero ha ocurrido lo opuesto.

La legalización de las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES) en el 2021, que permite compañías privadas autorizadas a emplear hasta cien trabajadores, han creado un nuevo fenómeno económico y social cuyas consecuencias no podemos todavía apreciar en plenitud. Por lo pronto, hay que tomar nota de los vínculos de algunos de los exitosos nuevos ricos propietarios de las PYMES con el gobierno cubano, y particularmente con la Seguridad del Estado.

Este parece ser el caso de la en apariencia exitosa fábrica de zapatos Jona´s Surl, localizada en la central zona de Camajuaní. Su asesor jurídico es un tal Yoandry Riverón, identificado como el «agente Cristian» de la Seguridad del Estado, involucrado en la expulsión de varios alumnos y profesores de la Universidad Central de Las Villas. 

Cualquier parecido en este sentido con lo que sucedió en la URSS, no es nada sorprendente. Como sabemos, los silovikis (hombres fuertes) cercanos a Putin, provienen de los servicios secretos y fuerzas armadas rusas. Es el caso del propio Vladimir Putin, por muchos años agente de la seguridad del estado soviética en Alemania. Este grupo ha desempeñado un rol crítico en el desarrollo del capitalismo autoritario en dicho país.

              El Estado rentista

Una de las causas significativas del declive de la economía y sociedad cubanas en los últimos años es su tendencia rentista, que se ha acentuado mucho en los círculos de poder. Podemos entender claramente la naturaleza del rentismo en el caso clásico de los propietarios de bienes raíces en las ciudades, que obtienen ganancias no a través del aumento de la productividad del capital invertido, sino como resultado de los cambios sociales y económicos en el ámbito geográfico dentro del cual existen dichas propiedades.

Como sabemos, las mejoras que un propietario puede hacer a una casa o apartamento forman una parte relativamente pequeña del valor mercantil de dicha propiedad, comparada con el valor del terreno donde se construyó. De ahí la expresión estadounidense location, location, location (ubicación) para referirse al valor de los inmuebles.

Con respecto a la posesión de la tierra, Carlos Marx —que siempre trató de evitar el uso de categorías morales y éticas en sus análisis económicos— no obstante, argumentó en sus Manuscritos Económicos y filosóficos de 1844, que el derecho de los terratenientes tiene su origen en el robo. En ese contexto, Marx cita por extenso y con aprobación a Adam Smith, en el sentido de que, como indicó el economista escocés, los terratenientes aman cosechar lo que nunca han sembrado y demandan obtener rentas aun para el producto natural de la tierra.

Declive

Adam Smith

Tales políticas y actitudes rentistas auspician con frecuencia una actitud de oportunismo económico, pues permiten tomar máxima ventaja de la situación en que los propietarios se encuentren, dado que la tasa de ganancia o lucro mayormente no depende de lo que los dueños hagan para mejorar sus propiedades.

Este fue el caso de los latifundistas cubanos prerrevolucionarios, y también puede reflejarse en una actitud indiferente —sino hostil—, hacia la productividad de la agricultura y de la industria en economías extractivistas como la de los países petroleros. Es el caso de Venezuela, por ejemplo, una nación rica debido en gran parte al hecho fortuito de poseer grandes reservas de petróleo en su territorio, donde hemos podido apreciar la indiferencia sino el abandono de la agricultura, cuyo origen precede a la crisis económica que ha ocurrido allí en años recientes.  

El rentismo en Cuba

Ya para la segunda posguerra, los altibajos económicos creados por los ciclos de consumo internacional del azúcar motivaron en la Isla un clima de incertidumbre que había estado impactando por décadas a todas las clases sociales, aunque obviamente a grados muy diferentes. La mentalidad rentista que resultó de esta situación afectó particularmente a amplios sectores de las clases adineradas, que desincentivaron la toma de riesgos y el emprendimiento.

En 1951, el ya clásico Report on Cuba del Banco Internacional de Reconstrucción y Desarrollo (predecesor del Banco Mundial), señaló que los bancos cubanos tenían un alto grado de liquidez y que las ganancias acumuladas por el capital isleño tenían tendencia a ser exportados o invertidos en bienes raíces o en especulación financiera en la propia Cuba.

Más allá de ese fenómeno, la dependencia de un solo producto o actividad económica alentó una actitud fatalista hacia la diversificación, expresada por el hacendado azucarero José Manuel Casanova en su famosa frase «sin azúcar no hay país». No es de sorprender que esa actitud de parte de secciones importantes de la clase gobernante influyera en la mentalidad popular para reforzar la importancia del azar y la noción de que había que aprovechar al máximo las situaciones favorables en la que la gente se encuentre, aun por razones que ellas mismas quizás no han llegado a comprender. Estas fueron algunas de las manifestaciones principales del rentismo de aquella época.

Es cierto que los primeros años de la revolución fueron testigo de una rebelión contra muchos viejos males, incluyendo el rentismo. Este se pretendió combatir con una reforma agraria que convirtiera a la agricultura en un sector moderno y con justicia social, y con una rápida industrialización basada en los mismos principios. Además, los cambios propuestos para ambos sectores fueron concebidos en el contexto de la creación de un desarrollo económico balanceado para el país sin «tiempo muerto» para los trabajadores rurales o de desempleo masivo para los 50,000 jóvenes que, de acuerdo con los estimados, se unían a la fuerza laboral cada año.

Para finales de los sesenta, sin embargo, y hasta cierto grado facilitada por determinadas ideas y prácticas económicas descabelladas de los gobernantes, así como por la falta de experiencia de la mayoría de los administradores; se impuso la división del trabajo internacional, debido a las presiones poderosas del imperio soviético, que tuvo éxito en convencer al gobierno de Fidel Castro para que Cuba regresara de lleno al reino y culto del azúcar.  

Fidel Castro cumplió con su parte del acuerdo, más allá de lo que la URSS hubiera podido esperar, con la desastrosa zafra de los 10 millones de toneladas de azúcar. Esta no solo fracasó, sino que desarticuló al resto de la economía con el desvío de recursos, como el transporte de materias primas y mercancías, para incorporarlos a la campaña azucarera.

Si bien es cierto que en los años subsiguientes hubo cambios importantes en la industria azucarera, como la mecanización de la recogida de la caña, no hubo asimismo una modernización integral de la industria. Las extensiones de tierra reservadas para el cultivo de la caña fueron maltratadas durante años, incluyendo la etapa inmediatamente anterior a la crisis de los noventa. Como resultado, sufrieron erosión, sobreexplotación, salinidad, acidez alta, drenaje inadecuado y compactación. Las grandes zafras de los ochenta acentuaron dichos problemas.

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Las extensiones de tierra reservadas para el cultivo de la caña fueron maltratadas durante años, incluyendo la etapa inmediatamente anterior a la crisis de los noventa. (Foto: Andrey Rudakov / Bloomberg)

El promedio de producción en la primera mitad de la década fue de 7.35 millones de toneladas, mientras en la segunda mitad fue de 7.48 millones. Para ofrecer un ejemplo específico, la zafra de 1988-1989 fue de 8.1 millones de toneladas. Consecuencia de todo esto fue que el 70 por ciento de la tierra arable descendió notablemente en su fertilidad, de acuerdo con la información provista por expertos del Ministerio de Agricultura en noviembre del 2009.

Por tanto, mucho antes de la crisis de los noventa el gobierno cubano había adoptado un tipo de rentismo, quizá porque se acostumbró a recibir y se dieron por sentados los subsidios soviéticos año tras año, que obviamente no contemplaron ni remotamente grandes recortes, y mucho menos su eliminación. Es quizás debido a ese rentismo, que el gobierno hizo esfuerzos insuficientes para diversificar la agricultura durante los relativamente años buenos de los ochenta.

Esto hubiera incluido la producción de energía renovable basada en el bagazo, alcohol, papel, y alimento para animales, aparte por supuesto del etanol, que fue el camino de diversificación de otros gigantes azucareros, como Brasil.

A diferencia de otros estados de tipo soviético, la Cuba fidelista casi nunca tuvo una orientación seriamente desarrollista, y es muy dudoso que actualmente la burocracia política tenga esa inclinación, más allá de la sobrevivencia. Por una parte, esto ha sido positivo pues el país no experimentó una ofensiva sistemática de crecimiento a lo Stalin o a lo Mao Zedong, que ignoraron totalmente el bienestar obrero y popular.

Sin embargo, hay que notar las innumerables campañas del gobierno para extraer mucho más trabajo de obreros y campesinos a través del mal llamado «trabajo voluntario», de la emulación socialista y otras técnicas manipulativas gubernamentales encaminadas a establecer más horas de faena y esfuerzo a la clase obrera y los campesinos cubanos. En gran parte dichas campañas, que aumentaron la tasa de explotación de obreros y campesinos, fueron motivadas no solamente, como argüía el gobierno, por el bloqueo imperialista estadounidense, sino por la sistemática ineficiencia y malgasto de tiempo y recursos de la burocracia política insular.

La gran emigración del 2021 al 2022  

En la actualidad, el rentismo gubernamental se expresa en su dependencia y explotación paulatina de las remesas enviadas por el creciente sector de emigrados. Esta política y actitud se reflejan también en la sistemática explotación a que el gobierno somete a los emigrados en lo referido al costo de pasaportes, permisos y licencias de todo tipo. Por ejemplo, los cubanos en el exterior tienen que pagar 225 dólares simplemente para renovar sus pasaportes.

En este contexto vale hacer notar que, desde noviembre de 2021, el gobierno de Nicaragua, muy cercano al de Cuba, permite la libre entrada a los ciudadanos cubanos y se ha convertido en puente indispensable para emprender la costosa y peligrosa travesía a Estados Unidos. Esa liberalidad nicaragüense facilita lo que se ha convertido en una de las olas migratorias más grandes en la historia de Cuba.

En el año fiscal estadounidense —del 1ro. de octubre de 2021 al 30 de septiembre del 2022—, casi 200,000 cubanos ingresaron a los Estados Unidos como asilados o refugiados, lo que supera por mucho los 125,000 emigrados desde el Mariel en la primavera de 1980.  Como sucede con las olas migratorias relativamente voluntarias, se marcha la gente más joven y potencialmente más productiva.

Dada la crisis demográfica que Cuba lleva sufriendo por décadas, con una proporción creciente de jubilados y ancianos, la actual oleada migratoria agravará la falta de equilibrio demográfico y, en la misma medida, los problemas económicos. Pero mientras tanto, los 200,000 cubanos que acaban de emigrar enviarán remesas a sus familiares. Sin embargo, algún momento llegará, cuando tantos se han ido, que quedarán muchos menos para esperar, recibir y aún demandar remesas desde Cuba.

 

¿En qué se invierte en Cuba?

Cuba ahorra e invierte una proporción muy baja del Producto Interno Bruto (PIB), y ciertamente mucho menor de lo necesario para que una economía sostenible crezca y logre mejorar de manera significativa el nivel de vida de la población. Aparte de eso, es notable cómo la distribución de inversiones estatales minimiza las actividades de transformación económica, como agricultura e industria, a favor de la construcción de hoteles, muchos de los cuales serán administrados por empresas extranjeras (sobre todo españolas).

De acuerdo con cifras recientes de la Oficina Nacional de Estadísticas e información (ONEI) del 2021, año en que la pandemia ocasionó los mayores estragos en Cuba, el 35.2 por ciento de las inversiones se realizaron en el área de turismo; 2.9 por ciento en agricultura, ganado y silvicultura; 1.2 por ciento en educación, y 1.7 por ciento en salud pública y asistencia social.

Ese ha sido el patrón usual durante los últimos años. Lo irónico y chocante es que —como apuntara el economista cubano Pedro Monreal—, aunque en los tres anteriores a la pandemia se registró bajas tasas de ocupación hotelera (alrededor del 50 por ciento entre 2016 y 2020), el gobierno cubano mantuvo en crecimiento la inversión turística.

La situación que acabamos de describir nos lleva a varias conclusiones. En primer lugar, la similitud de lo observado por el Report on Cuba a principios de los cincuenta con lo que está ocurriendo ahora en términos de las opciones rentistas seleccionadas por el presente gobierno. En segundo lugar, esas opciones demuestran el gran poder, sin responsabilidad con el pueblo, que han adquirido grupos económicos gubernamentales como GAESA, que administra un enorme emporio económico y juega un papel crítico en la construcción de nuevos hoteles.

Esta institución actúa más para agrandar su poder e influencia que para lograr una mejora notable de la economía cubana. En tercer lugar, y la más importante de las conclusiones, es la manera antidemocrática en que el gobierno toma decisiones que afectarán de manera inmediata el bienestar de la población, especialmente en lo referido a su nutrición, vivienda y otros aspectos claves del nivel de vida.

Aquí podemos apreciar cómo el control democrático desde abajo de las decisiones más importantes, y la protesta pública, constituyen no solamente la verdadera democracia y autodeterminación de la gente, sino una necesidad económica para la clase obrera y el pueblo en general. En lugar de gastar fortunas construyendo hoteles para turistas inexistentes, el gobierno debería ser forzado a mejorar la agricultura, proveer un mejor suministro de energía, y poner en marcha un programa de largo plazo para mejorar la vivienda.  

La erosión de la legitimidad del comunismo rentista en Cuba

Existen señales evidentes de que la legitimidad del régimen cubano ha descendido en los últimos años. Hay que tener en cuenta los cambios sustanciales en la composición generacional. Aproximadamente una tercera parte de la población nació desde 1990, cuando el llamado «desmoronamiento» del bloque soviético. Esta generación no ha dejado de atravesar crisis tras crisis.

Sus padres y abuelos también, pero al menos tuvieron la compensación de la movilidad social de las primeras décadas, en especial la población afrodescendiente. Era un orden social muy austero que, sin embargo, garantizaba la satisfacción de las necesidades más básicas.

Al mismo tiempo que ocurre tal cambio demográfico, la generación histórica, poco a poco y por inevitable destino biológico, ha venido desapareciendo. Ese es el caso del mismo Fidel Castro, retirado por motivos de salud en el 2006 y que murió diez años más tarde. Su hermano Raúl Castro, que ya tiene 91 años, lo sustituyo en el poder por un tiempo, y aunque en ocasiones comparece en actos públicos se jubiló de la presidencia de la república en 2018 y del liderazgo del Partido Comunista en 2021.

Otras figuras, como José Ramón Machado Ventura y Ramiro Valdés Menéndez, tienen más de noventa años y dejaron de pertenecer al Buró Político del Partido Comunista, aunque el segundo sigue teniendo un alto puesto como vicepresidente del Consejo de Estado. Muchísimos generales de las fuerzas armadas, incluyendo aquellos que combatieron en Angola, Etiopía y otros países africanos, se han jubilado o fallecido.

El actual presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, nació después de la victoria de la Revolución, igual que el primer ministro Manuel Marrero Cruz. Ambos son típicos de la segunda generación de burócratas, que no participaron en la guerra de guerrillas en las montañas o en la aún más peligrosa y difícil lucha urbana contra la dictadura de Batista. Su prestigio y apoyo popular, como el de los otros miembros de su generación, están muy por debajo del de los históricos.

En las explosiones populares que han tenido lugar desde el 2021, miles de cubanos han asociado a Díaz-Canel con una injuria que equivale en Cuba a ser una muy mala persona. Es difícil imaginar a las masas gritando el mismo tipo de insulto a Fidel Castro o aún a Raúl Castro. En resumidas cuentas, ese es el precio que estos dirigentes puramente burocráticos deben pagar al sustituir a los históricos. Por supuesto, mucho más importante es el hecho de que los nuevos líderes no tienen el capital o capacidad política de sus antecesores para mantenerse indefinidamente en el poder. 

7 noviembre 2022 37 comentarios 1k vistas
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Medidas unilaterales

Medidas unilaterales coercitivas, extremismo y retórica

por Observatorio sobre el Extremismo Político 4 noviembre 2022
escrito por Observatorio sobre el Extremismo Político

Las medidas unilaterales coercitivas de Estados Unidos contra Cuba, conocidas como bloqueo o embargo, han marcado no solo los vínculos de la Isla con su vecino del norte, sino también su política interna y relación con otros países. Durante más de sesenta años ha tenido variaciones y generado reacciones diversas en las comunidades cubanas de dentro y fuera. ¿Cuál es la historia de esta política? ¿Qué afectaciones ocasiona? ¿Qué argumentos esgrimen a favor y en contra los diferentes sectores?

Una política con más sesenta años

Las sanciones económicas surgieron como represalia a la nacionalización de empresas extranjeras por parte del naciente Gobierno Revolucionario, tras la negativa de las refinerías estadounidenses establecidas en Cuba de procesar crudo proveniente de la Unión Soviética. Desde entonces, los gobiernos norteamericanos las han mantenido más allá de periodos de tensiones y distensiones.

Desde el año 1960 la administración de Eisenhower empezó a reducir la cuota azucarera que Estados Unidos compraba a Cuba, la cual queda totalmente suspendida en 1961 con John F. Kennedy. En 1962, bajo la Ley de Comercio con el Enemigo, Kennedy aprueba el Decreto presidencial 3447 que restringía las exportaciones e importaciones entre ambos países.

Pese a que, como en un inicio, también durante la Guerra Fría las medidas buscaban generar carencias con el fin de dañar la estabilidad interna de Cuba, la entrada de la Isla en 1972 al Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME), que ofrecía ventajas como la tasa de cuota fija, generó un espacio de inserción que minimizaba los daños. No obstante, con el colapso del campo socialista y la desintegración de su mecanismo económico, la situación se precarizó, por lo que la derogación del bloqueo se convirtió en una prioridad para la política exterior de la nación antillana.

La desaparición de la URSS, además, redujo el interés geopolítico que Cuba había generado para los Estados Unidos, y si bien el gobierno de Washington se acercó a sus homólogos declarados socialistas como China y Vietnam, el mercado cubano no era atractivo como el de estos para constituir un incentivo determinante. Por otro lado, contribuir a la falta de prosperidad en la Isla resultaba conveniente para demostrar el fracaso del socialismo como modelo a nivel de narrativa política.

Por ello, en el periodo la política se recrudeció y adquirió un carácter extraterritorial. En 1992 el Congreso norteamericano aprobó la Cuban Democracy Act o Ley Torricelli, que autorizaba al presidente de Estados Unidos a imponer sanciones a los países que mantuvieran relaciones comerciales o financieras con Cuba.

Además de los mencionados, otro factor de peso en el mantenimiento de las sanciones económicas contra Cuba radica en la presión que ejerce parte de la comunidad de cubanoamericanos residentes en Estados Unidos. Sin embargo, el gobierno norteamericano, en diferentes momentos ha tomado decisiones no respaldadas por dichos grupos. Prueba de ello fue el regreso de Elián González o la flexibilización de las sanciones en la época del presidente Barack Obama.

En treinta ocasiones la Asamblea de las Naciones Unidas ha aprobado una resolución que rechaza las medidas unilaterales coercitivas, con apoyo mayoritario de países no necesariamente cercanos al gobierno cubano. En la más reciente votación solo tuvo la oposición de Estados Unidos e Israel, y la abstención de Brasil y Ucrania.

Entre los 185 votantes en contra de las mencionadas medidas se encuentran administraciones de derecha como la de Uruguay o Ecuador, que han criticado en varias ocasiones al gobierno en la Isla, por tanto, su voto no debe ser asumido como una señal de apoyo al sistema político cubano, sino como una condena a una medida extraterritorial que afecta intereses económicos de los demás países.

Medidas unilaterales

Entre afectaciones y justificaciones

Desde el inicio de la crisis de los noventa, durante el llamado Período Especial, y con más fuerza en la actualidad, se ha vuelto medular el debate sobre la incidencia de las sanciones en la situación cubana y cuál es el papel de otras problemáticas internas como la ineficiencia de la gestión gubernamental, la corrupción o las fallas en la planificación económica.

Debe tenerse en cuenta que Estados Unidos es un mercado natural para Cuba, por la cercanía geográfica y por ser la potencia hegemónica de la región. Pueden citarse ejemplos de cómo las medidas extraterritoriales desaniman a gobiernos y empresas extranjeras a establecer relaciones comerciales con la Isla. Multas a bancos por procesar transacciones o el impedimento a navíos de tocar puerto norteamericano si entraban en territorio cubano antes, son solo algunas de las más aplicadas.

No obstante, también debe señalarse que en los últimos años han tenido lugar  excepciones en cuanto a la implementación de las medidas del bloqueo, lo cual ha permitido que el gobierno cubano pueda comprar con pago al contado diversos productos básicos de la agricultura norteamericana. También en los últimos meses han aumentado las compañías que se les autoriza volar a la Isla. A pesar de esto, las mercancías cubanas siguen vetadas en el mercado norteamericano, también remesas y viajes están sujetas a las intencionalidades de la administración de turno.

Además de las afectaciones económicas, estas medidas unilaterales coercitivas  inciden directamente en la política interna de Cuba. Constituye una excusa del gobierno no solo para justificar ineficiencias, sino para evadir la implementación de un sistema de transparencia para las organizaciones estatales, al tener que ocultar sus vínculos comerciales con empresas extranjeras para evitar la persecución de activos por parte de Estados Unidos

 Múltiples posturas en las comunidades políticas cubanas

Si se exploran medios de comunicación y redes sociales pueden encontrarse diversas posturas, las más evidentes son: 1. posición pro gobierno cubano que intenta achacar todos los problemas nacionales a la existencia de las medidas; y 2. la postura clásica de la oposición tradicional que exige un aumento de las sanciones o minimiza sus impactos.

Sin embargo, más allá del binarismo antes mencionado, también es posible apreciar a defensores del Estado cubano que, si bien reconocen las trabas que representan las medidas para Cuba, consideran que debe contrarrestarse con la búsqueda de soluciones para el desarrollo, en lugar de esgrimirse de manera reiterada como  la justificación por excelencia para  los problemas de la nación.

De igual forma, opositores al gobierno solicitan una flexibilización de las medidas que afectan directamente a las familias cubanas —como las remesas o los viajes— aunque se consideran reticentes o escépticos ante su levantamiento total por temor a fortalecer al Estado cubano.

Por otro lado, también es visible dentro de sectores de la oposición considerar la mayoría de las sanciones como una política fallida, que no ha sido capaz de derrocar al gobierno de la Isla y, por el contrario, le ha dado justificaciones para mantenerse en el poder pese a su incapacidad para generar bienestar social.

La ineficiencia del también llamado embargo ha sido un criterio compartido no solo por figuras públicas, sino en parte significativa de la comunidad cubanoamericana. Una encuesta aplicada por la Universidad Internacional de la Florida en 2022 constató que un 68% de los cubanos residentes en Miami-Dade County cree que esta política no ha funcionado; sin embargo, un 57% apoya su continuidad.

Al segmentar la muestra por afiliación a partidos, se observa  una marcada tendencia de los demócratas a no suscribir su mantenimiento, al contrario de los republicanos, independientes y no ciudadanos. En otras partes de la citada encuesta se refleja que los emigrados, si bien apoyan medidas de presión contra el gobierno en la Isla, se muestran a favor de la venta de alimentos, medicinas y otras políticas que mejoren el bienestar del pueblo cubano.

El mantenimiento por parte de una administración extranjera de sanciones que afectan el normal desenvolvimiento de la economía cubana, desoyendo además el criterio de organizaciones internacionales y la mayoría de los países, constituye una muestra de extremismo político que incide directamente en el entendimiento entre ambos gobiernos y dificulta la solución no violenta de los problemas en la Isla. El respeto a la autodeterminación de los pueblos es un principio esencial en las relaciones internacionales y su violación provoca conflictos que afectan, sobre todo, a la sociedad civil.

4 noviembre 2022 48 comentarios 1k vistas
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Twitter, Facebook

De Twitter, Facebook y bloqueos selectivos

por Observatorio sobre el Extremismo Político 29 octubre 2022
escrito por Observatorio sobre el Extremismo Político

En las últimas horas se han reportado en Facebook y Twitter varios cierres y bloqueos de cuentas relacionadas a influencers, medios, programas y activistas vinculados al gobierno cubano. Si bien algunas tenían mensajes discriminatorios, bullying y asesinatos de reputación, no todas posteaban este tipo de contenido.

Las redes sociales tienen el derecho y deber de establecer reglas para combatir la incitación al odio y la violencia, pero su aplicación no debería ser discrecional, siendo más permisivos con unos y más rigurosos con otros en dependencia de su posición política.

 

Facebook

El programa Cuadrando la Caja realiza análisis económicos, su cuenta fue una de las cerradas sin que infringiera aparentemente ninguna norma comunitaria.

No es casual que estos cierres hayan ocurrido en las vísperas de la votación en la Asamblea General de las Naciones Unidas que pide el fin de las sanciones económicas de Estados Unidos hacia Cuba. La censura arbitraria en estos casos solo sirve para alimentar las posturas extremas en la Isla que proponen responder a estas acciones con las mismas medidas.

Los mensajes violentos, difamatorios o engañosos ameritan ser reportados, independientemente del color político de sus autores. El resto del contenido, si es respetuoso, debe permitirse, pues resulta imprescindible para un debate plural y abarcador sobre la realidad social.

El Observatorio sobre la polarización y el extremismo político de La Joven Cuba rechaza esta práctica y se solidariza, más allá de sus diferencias de pensamientos, con las personas o grupos cuyos perfiles fueron borrados sin incumplir ninguna norma. Instamos a las mencionadas redes sociales a revisar individualmente cada caso y tomar decisiones apegadas a la justicia.

29 octubre 2022 26 comentarios 995 vistas
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sanciones

Sanciones y oposición desleal en tiempos de crisis

por Redacción 2 octubre 2022
escrito por Redacción

Dos días después de que el Wall Street Journal reportara que el gobierno cubano solicitó ayuda a su homólogo estadounidense para mitigar los daños del huracán Ian, el Departamento de Estado y la embajada norteamericana mantienen silencio ante la petición. Mientras tanto, varios opositores al sistema político cubano recogen firmas para promover más sanciones en momentos de crisis.

Sobre el primer punto, cabe recordar que el último episodio en que la Isla pidió asistencia internacional ocurrió durante el pasado agosto, a raíz del incendio en la base de supertanqueros de Matanzas. En aquel entonces, el auxilio norteamericano no tuvo lugar de forma directa, pues según las autoridades de ese país, Cuba no hizo una petición oficial específica, como sí ha ocurrido ahora.

Un factor a tener en cuenta en el inmovilismo diplomático son las protestas que durante los últimos días han tenido lugar en varias zonas del país, como consecuencia de los cortes eléctricos y la agudización de la crisis.

Dichas manifestaciones, que han transcurrido mayormente de forma pacífica, son apreciadas por una parte de la oposición cubana como una nueva oportunidad para el colapso del sistema político en Cuba, por lo que la negativa o la indiferencia del gobierno de Biden podría beneficiar su agenda política.

Así por ejemplo, una reciente declaración firmada por activistas opositores como Anamely Ramos, Carolina Barrero, Tania Bruguera, Camila Acosta y El Funky, rechaza todo tipo de «oxigenación a la dictadura cubana», insta a que otros países sancionen a Cuba de forma coordinada y sostiene que medidas así «son necesarias cuando se trata con un régimen totalitario que ha militarizado también la economía y que impone la violación de los derechos humanos en cada negociación comercial».

De la misma forma en que La Joven Cuba ha defendido el derecho a la manifestación pacífica y ha instado al gobierno cubano a reconocerla como forma de participación ciudadana, señala el silencio del gobierno estadounidense como un acto de hipocresía hacia el pueblo cubano. Asimismo, condena las posturas de una oposición que prefiere ver a sus coterráneos asfixiados, si ello sirve como catalizador para el cumplimiento de sus programas políticos.

2 octubre 2022 56 comentarios 1k vistas
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Fallos

Fallos

por Jorge Fernández Era 11 septiembre 2022
escrito por Jorge Fernández Era

―¿Tampoco hay capacidades para ese ómnibus? ¡Desde ayer estoy en la Lista de Espera y la cola de fallos no camina!

―¿Acaso es culpa nuestra que la demanda supere la oferta?

―Es su deber atender las demandas a esa oferta.

―¿Qué pretende? ¿Inventar un fallo para que usted viaje?

―Que no haya invento. La guagua de Santiago vino con seis asientos vacíos y se fue llena.

―Tuvimos que priorizar un turno médico, dos empleados y tres más que alegaron ser técnicos que van a la Renté a echar a andar todas las unidades de esa termoeléctrica para que usted, yo y esta terminal no suframos más apagones.

―Otro fallo, y no precisamente a favor de los que estamos en la lista.

―¿Insinúa que somos un Estado fallido?

―¿Qué tiene que ver la Lista con el billete? Absténgase de cuestionamientos morales.

―A eso iba. ¿No escuchó el discurso de Morales Ojeda en el aniversario 65 de la sublevación de Cienfuegos, cuando fustigó a los que sueñan con otro alzamiento en Cuba?

―Dijo también que «tenemos dificultades, desabastecimientos y carencias innegables, dolorosas algunas, que constituyen cada día la principal preocupación y el desvelo de los que asumen responsabilidades en el Partido, el Estado, el Gobierno»… y la Lista de Espera de Ómnibus Nacionales.

―Nos encontramos, enfatizó, «ante un diseño de guerra económica concebido para generar carencias de todo tipo, que provoquen desesperación en el pueblo».

―Y en los que llevamos aquí más de un día.

―¿Ve como cae solito? El secretario de Organización y Política de Cuadros lo retrató cuando dijo que hay cínicos que «despliegan una feroz campaña mediática de descrédito hacia el socialismo» y «tildan de incapaz al Gobierno y de que no ha sabido encaminar el desarrollo del país, tratando de imponer la idea del Estado fallido».

―¿Cínico porque señalo los fallos de una lista de fallos que no da fallos?

―Pero arremete contra los que «tenemos la responsabilidad histórica de demostrar, en medio del bloqueo y las agresiones, que el socialismo, además de ser el sistema social más humano y justo, puede producir y prestar servicios con calidad y eficiencia». Lo dijo Ojeda.

―Para aceptar a continuación que «Es difícil». «Mi trabajo es usted» es una cantaleta que estamos oyendo hace décadas. Todavía quieren que entonemos «Nadie va a quererte como yo», un éxito de José Valladares de hace cuarenta años. Lo cantó Ojedita.

―Eso es lo que les duele a usted y a unos cuantos: los éxitos de un país que avanza.

―Y de una cola que no lo hace.

―Hay dificultades que, para su solución, necesitan de medidas que ya se tomaron, se toman y se tomarán, pero «requieren inevitablemente de un proceso escalonado y de tiempo para que sus resultados puedan apreciarse».

―¿Más tiempo del que llevo en este recinto?

―Más gente que se apriete el cinto… y menos odiadores. Usted demuestra ser uno de ellos.

―¿Porque reclamo mi derecho a reclamar?

―Porque se rebela y arrastra a sus congéneres a la subversión ideológica, habiendo mil lugares donde protestar, como asegura Con Filo.

―¿Y dónde están los otros novecientos noventa y nueve?

―Donde haya que estar para combatirlos a ustedes. Cualquier cosa les parece mal: ahora critican el duelo oficial por la muerte de la reina Isabel.

―Fue muy decente esa decisión, pero le confieso que me gusta el chiste de que «la calle Reina muere donde comienza Carlos III».

―Nada de extrañar en su persona. No crea que me pasó inadvertido que por la madrugada disfrutó en su celular a la Massiel: «Voy gritando libertad y no quieren oír», menudo llamamiento para otro 11 de julio; «Di que no, di tú también que no», a pocas semanas del referendo del Código de las Familias; «Toma la piedra, deja la flor», un llamado a prescindir de desfiles con rosas y asumir el acto vandálico como norma.

―Conoce bien a esa cantante española. ¿Se la copio?

―Mejor no. Capaz de que me dé una canción, luego haga un discurso sobre su derecho a hablar… y sabotee la Lista de Espera.

―El «sabiotaje» hace más daño, ese que nos imponen los sabios que se las saben todas, cometen errores una y otra vez, y no rinden cuentas de su larga lista… de fallos.

―«¡Vendrán mejores tiempos! ¡Se ha trabajado para eso! ¡A seguir!», ha exclamado el presidente.

―¿Seguir cometiendo fallos?

―Usted no tiene reservación ni reserva su odio para emprenderla contra todo. Regrese a su asiento si no quiere que lo elimine de la lista.

―¿Me impedirá viajar?

―Tómelo como desee. Me arrogo la potestad de regular la salida y entrada de pasajeros desde y hacia el territorio nacional.

―Vaya toque de democracia.

11 septiembre 2022 10 comentarios 1k vistas
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Presidente

El Presidente no tiene quien le escriba

por Arturo Mesa 27 julio 2022
escrito por Arturo Mesa

Dice él: «El bloqueo es hoy mismo la prueba de que el socialismo sí funciona», y para mí no es otra cosa que la prueba de que de socialismo no entienden nada.

«Que lo quiten y verán», añade el mandatario, como si un niño le fuese a decir al guapetón del barrio: seré fuerte si no me pegas. Y ya a esta película no le queda mucho por contar. Queda demostrado que la justificación en esta generación de «revolucionarios» sobrepasa el nivel de razonamiento y que ni siquiera se han leído bien el concepto que les dejaron como estudio individual. ¿Les ayudo?

Yo quisiera salir de este personaje de escribidor y enfocarme en otra cosa, pero siento como si se burlara de mí todo aquel que por mí debería pensar y, por el contrario, lo que hace es gastar tribuna en lágrima. La megacúpula, quiero decir.

Por lo pronto, hoy me voy a sentar a ver Con Filo para que el vocero me restriegue en la cara que Yaime Pérez, campeona mundial y abanderada de esta delegación cubana, no se quedó y la foto que compartí es fake. Admito que eso me daría algo de esperanzas porque ese tipo de noticias me toca una fibra muy débil.

Ya se fue Osleidys, dicen que con coyotes. ¡Dígame usted! Cesar Prieto, Pichardo, y tantos otros. Yo conocí a un tal Leinier que ni de política sabía. «Lo mío es ganar el Capablanca, profe». Y jugué contra Neurys. Jóvenes lindos los dos, de los que solo se puede sentir orgullo por ese afán de triunfo para vencer al que le pongan enfrente. Se imaginan que hubieran dicho: «Ivanchuk es hoy mismo la prueba de que mi Siciliana sí funciona, lo que me gana con otra cosas». Así no le hubiera ganado a Carlsen y lo hizo hace dos días. Ambos se fueron, y Bruzón y Becerra y Amador y Arencibia y todo aquel cuyo coeficiente de inteligencia le dijo que aquí no tenían carrera.

Pero soñaron, levantaron la bandera como la abanderada de la foto y creyeron en la posibilidad de hacer una vida tranquila en un país pobre, aunque funcional. Hoy somos solamente pobres. Cero propuestas creíbles y consignas como balance de fin de año para alimentarnos el ego. Queda demostrado que la riqueza a la que aspira la megacúpula es a un poco menos de colas, a un poco más de divisas y quizás precios menos locos; pero hasta ahí.

En todos los espacios públicos la palabra central es bloqueo, el discurso a desarrollar es sobre el bloqueo y la justificación a la inacción es el bloqueo. No importa la extensión de tierra y mar que tenga la isla, no importa el talento de su gente, no importan las propuestas en todos los medios alternativos, lo que vale es reclamar que el Norte nos acabe de lanzar unas migajas y perfeccionar un Sistema Nacional Único de Pedido de Migajas.

Dicta la ley que los padres van presos si no proveen alimentación y techo o se rompe el matrimonio o pasan los hijos a los abuelos o al estado. Ellos sí que no tienen derecho a pedir migajas. ¡Y todavía hay que escuchar!

Estamos en un punto cero del desarrollo en el que nada funciona, ni siquiera llegar al trabajo para CONTRIBUIR y ganarte unos pocos pesos. Es así como nada se concibe en las altas esferas. No hay combustible y ya. Hubo épocas en que te daban una bicicleta para ir tirando. Y yo pedaleaba hasta Ciudad Libertad. Hoy es el bloqueo y asunto resuelto, pedalea sobre él.

Ya se que no soy confiable, pero el bloqueo, señor presidente, no es la prueba de que el socialismo sí funciona, es el examen que evalúa si usted tiene derecho a existir como proyecto socialista o no. La función de un parlamento (que no produce) es ponérsela más fácil al que sí produce y mostrar datos objetivos.

Se siguen acumulando fracturas mientras se reúnen y nada esperanzador sale de sus cónclaves que no sean maromas explicativas «La economía se ha recuperado en un diez por ciento». Ni siquiera cambian los voceros. Es confiar en el confiable y esperar que el confiable me dé algo en qué confiar. Puede que hasta probemos con los rublos.

¿A qué punto esperamos llegar antes de flexibilizar la economía y dejar el sollozo por el bloqueo? ¿A qué punto esperamos llegar antes de dedicar todos los recursos disponibles a la producción de alimentos y bienes, tanto con el confiable como con el no confiable, si al final, los dos se van? Dese una vuelta por Luyanó para que vea cuánta gente no hace nada, mientras se vanaglorian de decir que es el sistema más justo posible. En eso estoy de acuerdo, lo que no es este.

Yo considero que queda gente, que queda deseo, que quedan neuronas con las que hacer funcionar un país. Si por allá arriba se prefieren las consignas, desentiéndanse del estrado, pues están votando por la miseria ya no por la pobreza digna, ni por un cambio hacia una mejor gestión de la economía y de la subsistencia misma. ¿Hasta cuándo la frase de la codicia y la ruptura peligrosa¿ Hasta cuándo el sacrificio de un sistema funcional sin un cerebro pensante? Háblese de trabajo, de medidas, de resultados. Convenzan con amor, con unidad, con todos.

Pueden ustedes tener las mejores intenciones del mundo que sin neuronas no hay progreso y sin progreso no hay patria a la cual retornar. Los únicos directivos confiables son los que en balance anual, muestran curvas ascendentes, intentan soluciones y sus gráficos no me dejan criticar. Los otros son derrochadores de corriente y verdaderos demoledores del sistema social socialista FUNCIONAL en el que muchos aún confían.

***

Este texto ha sido tomado de Facebook con la autorización de su autor.

27 julio 2022 29 comentarios 1k vistas
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