Entre el monopolio del comercio y la discrecionalidad en Cuba

Getting your Trinity Audio player ready...

El gobierno cubano ha decidido autorizar la creación de empresas mixtas y asociaciones con capital extranjero en el comercio mayorista y minorista. Para el caso del primero se permitirá establecer empresas privadas de capital totalmente foráneo, todo ello a partir del complejo mecanismo de autorizaciones discrecionales que ha caracterizado la aprobación de proyectos de inversión internacional.

Al mismo tiempo se anunció que, «excepcionalmente», se aceptará que «algunos actores no estatales» desempeñen actividades de exportaciones e importaciones de forma directa, sin utilizar a empresas estatales como intermediarias —algo que al menos yo reclamé desde el principio, no para algunos sino para todos— pero bajo el control directo del Ministerio de Comercio Exterior e Inversión Extranjera (MINCEX). Las empresas creadas bajo estas figuras podrán operar en el mercado en Monedas Libremente Convertibles (MLC).    

Las autoridades reconocen que apelan a estas decisiones ante la escasez de oferta de bienes y muy especialmente de materias primas, insumos y tecnología. Además, por la necesidad de recibir transferencia de tecnología en administración y mercadotecnia.

Ante las críticas de varios economistas al mantenimiento del monopolio estatal del comercio exterior —entre los que me encuentro—, la viceministra del ramo esgrimió una cita de Raúl Castro en la que afirma que abandonarlo sería un «error estratégico». Si el objetivo de un gobierno es controlar toda la actividad económica del país, como parte del control sobre toda la sociedad, sin duda lo es; pero si el interés de la política económica fuera propiciar el mejoramiento del bienestar, el error estratégico es mantener entonces dicho monopolio.

El monopolio estatal tanto del comercio exterior como del minorista, es responsable del desabastecimiento de bienes de consumo en el mercado doméstico, y estos deben importarse porque el sistema productivo establecido —también en manos mayoritariamente estatales— es incapaz de ofrecerlos.

Como quiera que el Estado cubano afronta una notable escasez de divisas y un considerable déficit fiscal (11,7% del PIB en 2021; 17,7% en 2020, pero que ya había sido 6,2% en 2019, y 8,1% en 2018, según cifras de la ONEI), no está en condiciones de asegurar el abastecimiento de las cadenas de tiendas estatales, incluso de aquellas que venden en dólares bancarizados.

Si las unidades de comercio minorista no fueran propiedad del Estado, serían los propietarios —privados o cooperativos— quienes deberían surtirlas porque de ello dependerían sus ingresos. El Estado, en cambio, podría beneficiarse de un comercio doméstico dinámico, a partir de los ingresos tributarios que esta actividad generaría, sin tener que responsabilizarse con los suministros de dicho sistema.

En el discurso oficial se insiste en «cambiar lo que deba ser cambiado» y en «desatar las fuerzas productivas», pero esto no es más que una retórica vacía de contenido real. Desatar las fuerzas productivas —para usar esta categoría del pensamiento marxista— significa eliminar todas las trabas que frenan su desarrollo. No obstante, en cada medida adoptada se incluyen restricciones que limitan su efectividad.

Las autoridades cubanas no son capaces de concebir un país que pueda funcionar sin su control, el cual —como ya he escrito antes— es responsable en gran medida del empobrecimiento y de la persistencia del subdesarrollo. Sin embargo, el buen gobierno no consiste en controlar a la sociedad, sino en utilizar mecanismos reguladores para evitar los fallos del mercado, sin que ello implique que imperen los del Estado.

Al parecer, las autoridades asumen que existe una larga fila de posibles inversionistas esperando por la oportunidad de invertir en Cuba, cuando en realidad las condiciones institucionales del país, su carácter excesivamente extractivista, la estrechez del mercado doméstico debido al escaso poder de compra, la desconexión respecto a cadenas globales de valor, el estancamiento económico, las deformaciones estructurales y el subdesarrollo de la infraestructura; entre otros —además de la discrecionalidad con la que son aprobadas las propuestas de inversión—, son factores que desestimulan la colocación de capital productivo foráneo en la Isla.

Una vez más se apela a buscar fuentes de recursos externos, en lugar de facilitar la gestión de empresas privadas y cooperativas nacionales para que también puedan operar en el comercio doméstico y exterior. En este sentido, deciden discrecionalmente que «determinados actores» privados nacionales puedan acceder de forma directa a operaciones de exportaciones e importaciones, siempre bajo control del MINCEX.

La discrecionalidad es un poderoso instrumento de la corrupción, sobre todo en un país con escasa transparencia institucional y con prácticamente ningún mecanismo efectivo de rendición de cuentas por parte de las autoridades gubernamentales ante el resto de la sociedad.

Monopolio
(Imagen: Cubavisión Internacional)

¿Qué debería hacerse para transformar el comercio exterior y doméstico en Cuba?

En mi opinión, es necesario eliminar el monopolio estatal sobre estas actividades, lo cual significa que tanto empresas privadas como cooperativas nacionales o extranjeras, puedan dedicarse a ellas y contribuyan al presupuesto de la nación a través del sistema tributario. Por otra parte, no existen razones que sustenten que las empresas estatales estén en mejores condiciones para desarrollar las actividades comerciales externas, que en la inmensa mayoría de los países son atendidas por empresas privadas, y en algunos casos también por cooperativas.

Los decisores en Cuba se mantienen apegados a la falacia de considerar socialistas a las empresas estatales, cuando en realidad no lo son porque la sociedad, que en teoría es su propietaria, carece de las posibilidades de hacer valer su propiedad con el control de su gestión.

La liberalización del comercio doméstico e internacional debe complementarse con la eliminación del tipo de cambio fijo sobrevaluado, que se ha establecido de espaldas al mercado y ahora es responsable de nuevas distorsiones de precios que desconectan la economía nacional de las condiciones internacionales.

Con un tipo de cambio único establecido por el mercado a partir de la confrontación entre oferta y demanda, que permita la soberanía monetaria del peso, se podría asegurar la convertibilidad doméstica de la moneda cubana y, por tanto, precios relativos ajustados a las realidades económicas y de competitividad internacional de los sectores productivos y de servicios nacionales. En estas condiciones no habría que vender productos o servicios en divisas extranjeras, lo cual no solo resulta necesario económicamente sino imprescindible políticamente.

Para atraer la inversión extranjera directa se deben superar los obstáculos arriba mencionados, que limitan la mayor participación del capital foráneo en la ineludible reconstrucción de la economía cubana.

Pretender que se mantenga el modelo de economía centralmente administrada, cuando existen evidencias de que en lugar de promover el desarrollo lo frena, es asegurar la persistencia del subdesarrollo, el deterioro del nivel de vida de la población y el aumento de la sangría migratoria.

43 COMENTARIOS

  1. El agotamiento va logrando que las decisiones pospuestas por asumirlas como errores estratégicos para el PCC y su añorado socialismo, pasen a ser las estrategias salvadoras que les alarguen la vida a este mamerto que han ido creando de sociedad, discrecionalidad es una cosa y clara intención de favorecer a su propio grupo de intereses es otra, otro paso más en la apertura controlada de la piñata económica al «capital foráneo» en muchos casos creados por el propio PCC, ayer volvía a leer pasajes de la vida en la granja Orwelliana, (Rebelión en la Granja, George Orwell.1945).

    «Si ella misma hubiera concebido un cuadro del futuro, sería el de una sociedad de animales liberados del hambre y del látigo, todos iguales, cada uno trabajando de acuerdo con su capacidad, el fuerte protegiendo al débil… En su lugar – ella no sabía por qué – habían llegado a un estado tal en el que nadie se atrevía a decir lo que pensaba, en el que perros feroces y gruñones merodeaban por doquier, y donde uno tenía que ver como sus camaradas eran despedazados después de confesarse autores de crímenes horribles.»
    «El hombre ( ser superior el PCC) es el único ser que consume sin producir. El no da leche, no pone huevos, es demasiado débil para tirar del arado, y su velocidad ni siquiera le permite atrapar conejos. Sin embargo, es dueño y señor de todos los animales. Los hace trabajar, les da el mínimo necesario para mantenerlos y lo demás se lo guarda para él.»

    Si algo fue perfectamente elegido por el equipo dirigente actual, aún al altísimo costo y compromiso de su significado, fue el «Somos Continuidad», seguirán de victoria en victoria agrandando su propio fracaso, gracias profesor por esclarecer oportunamente que se vuelven a quedar cortos.

  2. El CONTRA GOLPE contra el GOLPE frustrado de López Callejas………..
    El mercado cambiario implementado a la carrera como una medida para captar divisas, dada la bancarrota del país en medio de una crisis multisistémica a la que se suma el colapso de la matriz energética, más allá de ser una medida mal concebida, de incalculables y terribles consecuencias, resulta un burdo y torpe intento de golpe de Estado financiero a GAESA. Revela que la muerte del general Luis Alberto Rodríguez López-Calleja ha desencadenado una lucha por el poder, y que esta lucha ha comenzado por el sector financiero.

    A juzgar por lo ocurrido en los últimos dos años, el ministro de Economía, Alejandro Gil, e incluso el presidente Miguel Díaz-Canel, pudieran tener los días contados. No sería extraño que ocurra una destitución en cualquier momento. La espiral de errores y torpezas cometidas por estos dos personajes con sus medidas parcheteras, ha hundido al país a una crisis nunca vista en 63 años y puesto a Raúl Castro en una terrible encrucijada, a sus 91 años y sin ganas de tomar el timón de un fracaso que ya nadie puede e

  3. Creo que el autor «se equivoca»: » Al parecer, las autoridades asumen que existe una larga fila de posibles inversionistas esperando por la oportunidad de invertir en Cuba… «.
    Tal vez si la haya, de esas empresas «extranjeras» con dueños de apellidos conocidos, aunque a veces sea difícil llegar a ellos.

  4. El dia 12 de Agosto puse varios comentarios y ninguno me lo pasaron .
    Este lo puse en otro espacio y alli esta. Que pasa con ustedes gente?.
    Publicado en el Toque »
    «Muy buen articulo. Como dice, esos incendios se apagan por profesionales y por eso no hay muertos ni heridos graves. Sin embargo, el tal Rene y el otro, el Gerardo, ya se olvidaron de los muchachos que obligados por el SMO estaban alli a disposicion de los que ahora claman heroismo y triunfos.
    Cada vez que veo los videos de esos muchachos con sus mangueritas inutiles sin que nadie les dijera que se fueran de alli se me parte el alma pero cuando veo a esa pila de bastardos haciendo gala de victorias y triunfalismo me cae una indignacion sin limites. Solo saber que cuando termina su show despreciable regresan a su barrera de aire acondicionado, banquetes y francachelas sin mostrar ni siquiera empatia por los que padecen la perdida inutil de un hijo .
    Malditos»

    De nuevo, seguro que podran tambien suprimir esta opinion si lo desearan. Es lo que se ha hecho posiblemente con ustedes mismos muchas veces.
    No lo olviden

  5. «…cambiar todo lo que debe ser cambiado…» fue solo una frase vacia mas del gran manipulador Fidel Castro, el y su sistema socioeconomico era lo primero y sigue siendo hoy lo primero que debe ser cambiado si se quiere que Cuba y los cubanos tengamos una vida mejor…El sistema «sucialista» burocratico ha demostrado ser un fracaso economico y social total.

    • No le habra pasado por la cabeza a castro cuando dijo eso que lo primero que debia ser cambiado era el mismo?.
      No estarian metidos en el basurero en que estan hoy.

  6. Hay mucho temor por parte del Estado Cubano a tomar medidas que mejoren la situación del Comercio Minorista para su pueblo, y ese temor está basado en que no sean medidas socialistas Gran error la historia demuestra que no existe crecimiento de la Economía todo es una utopía

  7. es evidente que si,el gobierno cubano quisiera el bienestar del pueblo de cuba,el camino seria facial: devolver los derechos al soberano,permitir la creacion de partidos y movimietos,y mavilizar los mecanismos para una consulta popular donde el pueblo,libremente dijera si quiere seguir bajo la tutela de PCC o prefiere un sistema pluripartidista con division de pderes.A partir de ahi,se podria cambiar la estructura de un pais politica y economicamete dirigido centralmente.Y los cubanos y los inversionistas podrian confiar en el pais.Por el momento,lo que hacen,otra vez,es tratar de salir de una situacion que se les vuelve imposible de resolver,acudiendo,otra vez,a un amago capitalista que sera cortado en cuanto puedan resolver el problema aunque sea a mediano plazo.Seguro encontraran inversionistas,el capital no tiene signo politico necesariamente y todo se reduce a un problema de retorno con ganancia,tipo Sherrit,Cubamax,sol melia,etc,etc.Los sistemas como el de cuba,o el de china,o el de vietnam,Rusia,etc,son sistemas centralmente dirigidos fuente de un poder ilimitado y una falta de transparencia que los hace muy corruptos y apelan a cualquier metodo para ir saliendo del paso.Desgraciadamente,los que detentan ese poder casi de dioses,ilimitado y no sujeto a limtes,no reuncian a ello.Saben que no es eficiente,que no funciona,pero no soltaran el poder.El problema cubano es politico,no economico y aunque son categorias dependientes,primero hace falta una apertura politica,con solo medidas economicas,seriamos a mucho pedir,como el pobre pueblo chino : esclavos con jugueticos………

    • Porqué seguir insistiendo en darle consejos a la Dictadura, cuando ellos van a ser caso omiso a lo que se les dice. Recuerda cuando un día, en un acto de prepotencia, ellos nos gritaron :
      No los queremos, no los necesitamos.
      En mi caso les diría: Llegó la hora de cambiar lo que se tenga que cambiar y ahí van incluídas La Constitución, el único Partido y todo el andamiaje que sostiene a lo que queda de gobierno.
      Esta es sencillamente mi forma de ver las cosas. Buen día tengan todas y todos.

  8. Es una Locura seguir escuchando las mismas cuestiones una y otra vez, no creo que los dirigentes de cuba estén preocupados realmente por mejorar la situación, es muy evidente la repetición de errores años tras años, además de la soberbia y falta de humildad en sus actores al accionar y pensar en medidas que dichas por ellos puedan salvar nuestra decadencia social, pero la realidad es otra y pensar siempre que tengan la verdad en sus discursos hace la situación aún más difícil, no tenemos posibilidad de lograr un cambio en la situación económica y social los ejemplos de sociedades que presentan como base el socialismo tampoco es considerado un ejemplo viable que nos haga intentarlo, sabiendo inclusive que países como vietnam y china pudieron entender el camino, nosotros desgraciadamente no lo vemos adecuado.

  9. «Estamos peor pero estamos mejor. Porque antes estábamos «bien» pero era mentira. No como ahora, que estamos mal, pero es verdad».
    Mario Moreno (Cantinflas).

  10. el problema de cuba solo se resuelve con sangre, ya lo intentaron los guajiros del escambray, pero cuando aquello los cubanos estaban embobecidos con el flautista de hamelin que les habia caido de la sierra, a ver si ya se dejan de boberias y aunque no tengan armas le dan candela a todo. como en los tiempos de maceo, tierra arrasada.

  11. Estimado Mauricio

    Dos comentarios sobre la noticia de cubadebate
    “González Fraga se refirió a las restricciones de divisas en que operan las entidades estatales con actividades comerciales, lo cual ha provocado un desabastecimiento en el mercado interno de bienes altamente demandados por la población y por los actores no estatales. Ha provocado también el desarrollo de formas espontáneas e informales en las cadenas de suministros, que influyen en el incremento de los precios”

    La Cra Gonzales Fraga, se le olvido decir, que no solo son las restricciones en divisas si no la falta de liquidez que tienen los bancos cubanos, porque hay transferencias de los proveedores de las cadenas de tiendas por pagos recibidos en sus cuentas en Cuba, las cuales no han podido ser ejecutadas desde hace casi un año, esta cifra es por decena de millones de usd. Esto significa que desde hace casi un año el Ministerio de Economía viene asignado divisas sin respaldo, lo que es una evidencia del mal manejo de las divisas del país y afectando la credibilidad de muchas de las nuevas medidas .

    “Otra de las medidas es aplicar a estas entidades un esquema financiero diferenciado que permita garantizar la estabilidad de la cadena de suministros.
    “Dicho esquema debe incluir la autorización para realizar ventas en MLC”, dijo, y añadió que la liquidez que obtenga el país por concepto de impuestos y otros ingresos asociados a estos negocios, se dedicará a estimular la producción nacional, respaldar las importaciones de los productos de línea económica y comercializarlos a la población en pesos cubanos.”

    Cra Viceministra algo parecido hicieron para las ventas en MLC y el respaldo de liquidez se fue a bolina, lo que significó que los pagos a proveedores recibido por ventas al mercado en MLC en sus cuentas en Cuba, se quedó sin liquidez y están a la espera que aparezca esa liquidez.

    Esto significa que todas sus buenas intenciones de Inversión extranjeros , esquema financieros diferenciados y sobre todo el tema de la liquidez , crean muchas dudas entre los posibles inversores por la poca de seriedad de Cuba en el manejo de la liquidez, lo cual se evidencia en la decena de millones pagados a proveedores extranjeros que entregaron mercancías para el mercando en MLC y le pagaron de mentirita.

    Lo mas triste que no hay responsables de esta situacion y los mismos que me recuerdan a los chapuceros siguen haciendo mal las cosas

  12. Sr Parrondo su propuesta es liberal, pero que beneficia al sector capitalista que defiende la propiedad privada y/cooperativa mientras la propuesta del gobierno también es liberal, pero que defiende el sector estatal que es el de la burocracia que ostenta el poder.
    No hay un sector socialista por parte alguna. Pero tranquilo que no se ve en parte alguna.
    El capitalismo mundial colapsa: inflación galopante en todas partes, desabastecimiento de alimentos, guerra, inseguridad, pasee por las calles de los barrios de Cali para que vea, etc etc.

  13. MONGO ULTRAIZQUIERDO, si el capitalismo esta colapsando, como ilusamente Ud cree, mire como están los comunistas: Korea del Norte, comiéndose unos a otros de la hambruna, mientras el Sur es prospero, moderno , solvente y rico. Luego mire a Venezuela colápsada, que da vergüenza que sea el primer productor latinoamericano de petróleo y tiene que importar gasolina de Iran, la madre del imperio del mal. Y de Cuba, el paraíso comunista, mire como esta, supermercados vacíos, apagones de 10 y 12 horas diarios en todo el país, industrias paradas porque no hay luz, hoteles vacíos porque no llegan turistas desde Canada y Rusia. Cuba está cayéndose a pedazos y Ud esta esperanzado que el Socialismo sea la opción para salvar la humanidad. Mire como se sacudieron la URSS y sus satélites en 1991 y 1989 respectivamente: no quisieron mas opresión, mas miseria y mas encierro.
    Ahora si empiezo a dudar de su capacidad para discernir, para analizar objetivamente la geopolítica, pero tambien la economia mundial. Entre mas basura Ud escriba, mas foristas nos vamos a reír de sus barbaridades y sus sandeces.

  14. Si señor quitense responsabilidade de arriba y dediquen el presupuesto a otras inversiones, claro esta estan subvencionando varias cosas pero saquen el dinero del tributo que le tieien que dar todas esas empresas privadas,lo que si no tienen que meter la mano ahí dejen que sean esos privados los que suministren el alimento y muchas cosas más mientras quieran tener las manos puestas ahi no van a lograr nada, si yo invierto todo va por mi de lo unico que tengo que preocuparme es de pagar mi impuesto

  15. Sr Alejandro no se desespere que pronto verá lo que los ingenuos foristas piden hace tiempo: mercados abarrotados de todo, pero para el que tiene mucho dinero. En Cuba sobre 1 o 2 millones de ciudadanos. El resto como en toda la vasta zona periférica de la única división internacional del trabajo la capitalista, nada de nada.
    Ya se consolará usted.
    No se desespere.
    Solo un tonto no ve el colapso capitalista.
    Sri Lanka ha dado el aviso.
    Vendrán más.
    No te vas a salvar. Soy ateo pero verás en el caos capitalista global el armagedón terrestre.

    • Mongo, entétrate! Eso de «el fin del capitalismo está cerca» ya lo dijo Marx hace….unos 174 años, y el capitalismo sigue y sigue… Siéntate a esperar.

  16. Esta es la cita textual de Raul en el congreso:”Otros, esperando hacer estallar el principio socialista del monopolio del Estado sobre el comercio exterior, vienen reclamando que se autorice la importación comercial privada en el ánimo de establecer un sistema no estatal de comercio interior. Son estas cuestiones que no pueden prestarse a confusión y mucho menos a la ingenuidad por parte de los cuadros de dirección y de los militantes del Partido. Hay límites que no podemos rebasar, porque las consecuencias serían irreversibles y conducirían a errores estratégicos y a la destrucción misma del socialismo y, por ende, de la soberanía e independencia nacionales”
    En verdad lo están haciendo estallar pasito a pasito.

  17. Señor Crespo, vaya usted a » La Tizza » que es donde pertenece a seguir propagando sus absurdos de la unica division internacional
    del trabajo existente, el anunciado colapso del capitalismo, y toda la sarta de incongruencias que le conocemos.
    Entiendalo ya señor mio de una buena vez. !
    El socialismo estalinista fue, es y sera un estrepitoso fracaso economico, politico social, ideologico, cultural, etc, donde quiera que se implemente. Es antinatural, enemigo de la familia, la patria y de dios, crea sociedades enfermas y enajenantes, convirtiendo a los hombres en esclavos de una nueva clase parasitaria, expoliadora y antinacional.

  18. Cito: «La discrecionalidad es un poderoso instrumento de la corrupción», y/o más bien un método disimulado de control. Los testaferros serán los primeros en la lista, muy probablemente. Más una vez, crear esquemas ingeniosos para burlar bloqueo externo vs eliminar bloqueo interno. Si al menos contribuyerá para aliviar la escazes de alimentos y bienes esenciales.

  19. Siempre interesantes y atinados estos artículos. A este poder indigno se les caen las máscaras dia por dia. Son medidas tomadas a regañadientes, que incluso podian haberlas tomado hace tiempo pues como inconscientemente demostraron no los impedia nungun bloqueo norteamericano. Un nuevo parche, tan ineficaz como los anteriores.
    Una patetica prueba de que estan desesperados.

  20. Las medidas anunciadas son un claro ejemplo de que el bloqueo mayor no es el de los Estados Unidos, sino el que impone la burocracia en el poder en Cuba. Lástima que llega en un momento en que los inversionistas extranjeros están hartos de los impagos de Cuba. Por otra parte, su carácter discrecional, demuestra también la galopante corrupción existente en personajes cada vez más alejados de la realidad del cubano de a pie.

  21. Sr Alejandro 1 y 2 y 3 y 4 y 5…
    El estadounidense National Bureau of Economic Research recoge 33 crisis sólo desde 1854, una media de dos por década, no habiendo habido nunca un periodo sin crisis por más de 11 años.
    Alguien que no es un economista debería deducir que el capitalismo tiene un serio problema en su maquinaria. ¿no?
    Aunque para el capitalismo no hay nada malo, le sacan dinero hasta la muerte y al sexo con los que lucran, cada vez que se da una son los pueblos, los pobres los que la padecen.

    • Mongo: Te has ganado el sobrenombre esta vez. Sí, en el capitalismo hay crisis porque la economía es un sistema complejo y natural y estas turbulencias son hasta ahora inevitables en su crecimiento. Lo que sucede es que las crisis capitalistas pasan y el sistema sigue creciendo e innovando. En el socialismo, la crisis es permanente y lleva siempre a al estancamiento y ruina.

    • Señor Izquierdo: Debería recordar que el sistema de producción capitalista tiene claras tendencias cíclicas. Y las crisis industriales suelen estar asociadas al fin de renovación masiva del capital fijo, aunque las crisis contemporáneas se han vuelto más complejas y en gran medida se han mezclado con crisis financieras. Sin embargo, de alguna u otra forma el sistema ha retomado la seda del crecimiento porque el mercado tiene los incentivos suficientes para ello. En la Gran Depresión, el mercado no fue suficiente y por eso necesitó del impulso del Estado. Por eso en 2009 antes de que la economía se hundiera al nivel de los años 30’s, el Estado acudió en «ayuda» del mercado, con medidas de intervención. En el caso de las economías centralmente dirigidas, el Estado ha sido un freno al desarrollo del emprendimiento y el control asfixiante ha sido responsable de que el sistema económico no pueda satisfacer las necesidades crecientes de la sociedad que, por ahí en los manuales de economía política del socialismo se definía como la ley económica fundamental del sistema que, dicho sea de paso al no realizarse plenamente hace el sistema inviable. A diferencia de las crisis cíclicas del capitalismo, la crisis económica cubana es estructural y lleva más de treinta años y eso es insostenible no solo económicamente sino también políticamente.

  22. Son estúpidos los del Partido Único-Estado-Gobierno o se hacen??
    Siguen clamando por la inversion extranjera – como bien dice el autor- simulando que hay miles extranjeros interesados en invertir en Cuba y es una más de los cientos y Miles de mentiras y demagogias que alimentan a este Partido Único-Estado-Gobierno.
    Acaso olvidan o no quieren decir que decenas de inversores extranjeros que han invertido mucho dinero en Cuba, se han retirado porque no pudieron retirar su dinero de retorno porque el Estado no se lo permitió y enterraron su dinero en Cuba y eso todo el mundo afuera de Cuba lo sabe??
    Saben que contra el Estado en Cuba no pueden y aquí no hay Estado de Derecho que garantice el cumplimiento de la ley.
    Acaso están omitiendo deliberadamente que las inversiones extranjeras en el comercio mayorista se viene ofertando desde hace más de10 años y nadie ha querido invertir aquí en ese rublo por las restricciones y prohibiciones que acostumbra el Partido Único para esos extranjeros aquí en Cuba??
    Todas esas «medidas»,como las emergentes precedentes, son un nuevo Bluff para seguir entreteniendo y esperanzando al pueblo para tratar de contener el descontento y la agonía en la que viven, sin esperanzas, nuestro pueblo.
    Si el Partido Único-Estado-Gobierno tuviera un apice de civismo, honestidad y honradez, habrían abandonado el poder y control omnimodo sobre la sociedad, la economía y el pueblo en lugar de hacer realidad en nuestras Patria la novela «1984» de George Orson Welles.

  23. Perdon Tony. No me refiero a usted. Me refiero a Mongo Izquierdo, el alias del sr Crespo, el de » La Tizza «. Que ni es zapatista, ni guevarista, ni la cabeza de un guanajo.

  24. Ministro de Liquidación
    Por Juan Orlando Pérez septiembre 30,

    El Ministro de Economía y Planificación de Cuba, Alejandro Gil, es hermano de Vicky, la de «De La Gran Escena». Este importante dato biográfico no explica, sin embargo, por qué Miguel Díaz-Canel lo escogió para dirigir la economía cubana en los meses finales antes de la clausura definitiva del país y el traslado de los últimos remanentes de su población a otros territorios. Vicky, o María Victoria Gil, es cómplice de la transmisión televisiva de «Memory», el himno de Grizabella en Cats, interpretado por Elaine Paige en la producción original del New London Theatre, 1376 veces y media (hubo un apagón en el ICRT durante la emisión de «De La Gran Escena» el miércoles 25 de agosto de 1993, justo cuando Paige ascendía a las notas más altas, «Touch me, it’s so easy to leave me!…»). Durante las décadas en que Vicky presentó ese programa, los cubanos fueron expuestos también a 874 retransmisiones de «Barcelona», con Freddy Mercury y Monserrat Caballé, a 549 de Barbra Streissand en Yentl («Papa, can you hear me?»), y lo que es mucho peor, algo casi imperdonable, a la obra pictórica de Cosme Proenza. Nada de eso justifica lo que le han hecho a su hermano.
    La contribución de Vicky, del director de «De La Gran Escena», José Ramón Artigas, y de su perenne escritor, Orlando Quiroga, a la educación sentimental de varias generaciones de jóvenes homosexuales cubanos, es incalculable, podría decirse que «De La Gran Escena», junto con el seminario de San Carlos y San Ambrosio, los videos de Madonna que ponían en «Contacto», y la mera existencia de César Évora, fue uno de los factores más importantes que explican la supervivencia de la comunidad gay de Cuba en los oscuros años que median entre la llegada del SIDA a la isla y el estreno de Fresa y Chocolate. Algún día se pondrá una placa de homenaje al equipo de «De La Gran Escena» en el corazón del barrio gay de La Habana, la franja de ruinas y escombros entre Prado y Galiano que incluye sitios sagrados como la casa de Lezama, los restos del Teatro Musical, antiguo Alhambra, el lugar donde fue velado Alberto Yarini en Galiano entre Ánimas y Lagunas, y el parque Fe del Valle. Pero Díaz-Canel no designó ministro al hermano de Vicky Gil como homenaje a su programa. Si el presidente de Cuba quería tener un gesto hacia los admiradores de Barbra y Freddy en la isla, lo único que tenía que hacer era impedir que sus genízaros cargaran contra la pequeña, inofensiva marcha gay en La Habana en mayo del año pasado. Pero no hay quien entienda a Díaz-Canel, un día va a un concierto de Laura Pausini, divino él, y otros días, la mayoría, se comporta como un sargento de las UMAP.
    En realidad, no se sabe por qué Díaz-Canel nombró a Gil ministro. Quizás porque Gil fue el único de los candidatos sometidos a consideración que no tuvo tiempo de buscarse un certificado médico para evitar ser escogido. Se sabe muy poco de él, de su pedigrí académico, de su experiencia administrativa, de su filosofía. Cuando Díaz-Canel anunció su promoción a ministro en la sesión de la Asamblea Nacional del 21 de julio de 2018, no dedicó ni un segundo a explicar la razón. Aquel día, los ministros de Cuba fueron presentados a la Asamblea como si fueran los peloteros del equipo nacional escogido para participar en el torneo de Haarlem. «Solicito que se pongan de pie en la medida en que los mencione», dijo Díaz-Canel, y uno por uno los ministros se levantaron de sus escaños al oír su nombre, aupados por los aplausos brezhnevianos de la Asamblea. Ramiro Valdés, el primero en ser llamado, escrutó a los diputados desde su escaño en la presidencia, haciendo una lista mental de los que estaban aplaudiendo con menos entusiasmo. Ricardo Cabrisas, nombrado viceprimer ministro, parecía sumamente contrariado, como si lo hubieran obligado a posponer nuevamente su jubilación, que solicitó por primera vez cuando todavía existía el CAME. Ulises Rosales del Toro no parecía saber dónde estaba, se cuadró como si esperara que Fidel apareciera por un lateral del escenario a pasar revista. Cuando Díaz-Canel terminó de leer su lista, y todos los ministros quedaron de pie, la Asamblea pudo ver algo insólito, una colección de mediocridades comparable sólo al equipo de béisbol cubano que una semana antes de aquella sesión en el Palacio de las Convenciones se las había ingeniado para perder 5 a 4 en el torneo de Haarlem con Alemania, los teutones del diamante.
    No es que los gobiernos de Fidel o Raúl Castro se hayan distinguido por su altura intelectual o política, basta recordar que Guillermo García fue ministro de Transporte, el Gallego Fernández de Educación, Ulises Rosales del Azúcar y Felipe Pérez Roque de Exteriores, pero el de Díaz-Canel es el peor gabinete, el menos calificado, el menos competente, en la historia de Cuba. El propio Díaz-Canel debe haber advertido qué pobrecitos eran los currículos de la mayoría de aquellos ministros, y prefirió no leerlos. «Ustedes recibieron la síntesis de las compañeras y compañeros mencionados», le dijo a la Asamblea, «lo que les ha permitido apreciar que todos poseen una amplia trayectoria y experiencia como cuadros». La Asamblea asintió, y hubiera asentido con igual sinceridad si en vez de Alejandro Gil hubiera sido su hermana la escogida para Ministra de Economía y Planificación. La economía nacional no se habría afectado con el cambio de hermanos, pero al menos el Consejo de Ministros hubiera tenido una mujer más. Sólo ocho, el 23% de los 34 ministros anunciados por Díaz-Canel, eran mujeres, una proporción ligeramente inferior a la del consejo de ministros del mariscal El-Sisi en Egipto, que también tiene ocho mujeres, pero menos carteras. Solo nueve de los ministros presentados por Díaz-Canel eran «negros y mestizos», el 26%, aunque no está claro por qué el resto de los ministros, los que no marcaron «negro» o «mestizo» en la planilla, se creen que son teutones. A primera vista, lo más notable del gobierno cubano presentado por Díaz-Canel en el verano del 2018, además de estar formado por una amplia mayoría de hombres supuestamente blancos, era que nadie tenía la menor idea de dónde habían salido la mayoría de ellos.
    Las biografías oficiales de los ministros, que la Asamblea pudo leer, no fueron publicadas en Granma, y los periodistas que trataron de averiguar algo sobre Gil sólo pudieron encontrar algunos pocos datos. Su hermana salió a defenderlo en Facebook, dijo que era un hombre «brillante, sencillo, dedicado, estudioso, inteligente y sacrificado», y reveló que había «cambiado su vida de privilegios en Inglaterra como gerente de la compañía mixta Seguros Caudal para regresar a Cuba a trabajar de sol a sol sin prebendas ni comodidades». Con eso de los «privilegios», Vicky probablemente no quiso decir que su hermano tenía una mansión en Belgravia y una mesa reservada todas las noches en Le Gavroche, un palco en Covent Garden y una amante rusa, ex modelo y letal agente del FSB, con la que se encontraba todos los martes en una suite del Mandarin Oriental en Hyde Park, sino solo, probablemente, que podía acceder a los lujos de los que disfruta la clase obrera británica pero que a los cubanos les pueden parecer tan fantásticos como los tesoros de Alí Babá, picadillo de Tesco, pulovitos de H&M, internet, paracetamol, agua corriente, el metro. Al parecer, Gil, ingeniero en Explotación del Transporte, fue Gerente de Cargas de Intermar S.A., una «agencia internacional de inspección y ajuste de averías y otros servicios conexos», que forma parte, en efecto, del grupo Caudal, una entelequia que, en la oscura terminología económica cubana, funciona como una «organización superior de dirección empresarial», una OSDE, un invento de Raúl Castro para tratar de darle más autonomía a las empresas de la isla y hacer que la toma de decisiones sea menos lenta y torpe. La introducción de las OSDE ha tenido resultados asombrosos, como cualquiera puede observar en Cuba, y Caudal S.A., en particular, recibió en 2019 el título de Colectivo Distinguido Nacional en una emocionante ceremonia celebrada en el Museo de la Clandestinidad, después de la cual hubo un motivito.
    Un colega de Gil en Intermar recuerda «la profundidad de su razonamiento y la claridad de su discurso, carente de retórica y altamente profesional». De acuerdo con ese colega, Gil «todos los días hacía honor a su reputación de jefe inteligente y afable… todos lo queríamos».
    Pero, también observó ese testigo, la «subordinación» de Gil «al mando superior» era «total y completa, sin disidencias». Esa doble combinación, cierta competencia técnica y obstinada docilidad política, parecen haber impulsado la carrera de Gil en el Ministerio de Finanzas, donde escaló posiciones hasta llegar a viceministro primero. Cambió de ministerios, de Finanzas y Precios a Economía y Planificación en el 2017. Un año después era ministro y responsable de completar la liquidación del país y la venta de sus últimos bienes en el mercado mundial antes de la llegada de los nuevos habitantes de la isla. Gil no es siquiera miembro del Comité Central, una señal de lo rápido que ha sido su ascenso. En el último congreso del Partido, en 2016, Marino Murillo era todavía Ministro de Economía y vicepresidente del Consejo de Ministros, y a él sí lo incluyeron en el Comité Central. Ahora Murillo, a quien se le ve en público cada vez menos, es todavía jefe de algo llamado «Comisión Permanente de Implementación y Desarrollo» de los célebres «Lineamientos» de la Política Económica y Social del Partido, una posición desde la que inevitablemente ascenderá, quizás después del retiro o la muerte de Raúl, al puesto de profesor auxiliar de Economía Política del Socialismo en la Universidad de Granma, en Bayamo. Si es listo, y logra que nadie lo culpe personalmente de la hambruna que diezmará la población cubana a inicios del 2021, dejando algunas provincias completamente deshabitadas, Gil será arrastrado al Comité Central en el próximo congreso, a menos que consiga por fin ese dichoso certificado.
    Algunos observadores han descrito a Gil como un tecnócrata, pero el Ministro de Economía de Cuba no es tal cosa, sus decisiones, las pocas que puede tomar él solo, no están primariamente basadas en la ciencia, sino en la necesidad política, su tarea más importante no es reconstruir la economía cubana, sino impedir un estallido social, que una tromba de gente entre al Palacio de la Revolución, arrastre a Díaz-Canel y se lo ponga de sombrero a Martí en la plaza. El gobierno de Cuba no tiene tecnócratas, esa figura no existe en un sistema político diseñado para impedir, no controlar, el disenso, incluso aquel que esté basado en el conocimiento y la experiencia. La técnica es la técnica, Teófilo Stevenson dijo sabiamente una vez, y sin técnica no hay técnica, pero los líderes cubanos sólo aceptan aquellos dictámenes técnicos que no contraríen acciones políticas vistas como necesarias o convenientes para su supervivencia, o incluso, en el pasado, meros caprichos y ocurrencias de Fidel. Ningún ministro de Cuba tiene autoridad para proponer acciones que puedan mejorar significativamente la vida de la gente a costa quizás de abrir grietas en el monopolio de poder del diminuto grupo que decide todo lo importante. Ninguno se atrevería siquiera a sugerir tímidas medidas de liberalización de la propiedad, la producción, los precios y los mercados si no reciben primero una indicación clara, inequívoca, de que pueden hacerlo. Y quizás incluso si Raúl Castro en persona los invitara a construir el capitalismo, los ministros de Díaz-Canel creerían que les han tendido una trampa y balbucearían una consigna contra el imperialismo, o arrancarían a cantar la «Marcha del Pueblo Combatiente», o cualquier otra verracada.
    Gil ya no tiene que guiarse por los dogmas marxistas, estalinistas o maoístas que inspiraron las políticas económicas cubanas en otras épocas, esos dogmas han sido despedazados por la realidad, cien mil copias de los Fundamentos de la Filosofía Marxista de F. V. Konstantinov (Gozpolitizdat, Moscú, 1958, 688 pp) valen ahora menos que un kilo de pollo en el mercado mundial. Pero por más equivocados o absurdos que fueran esos dogmas, al menos proveían una guía, dotaban a los directores de la economía cubana de una hoja de ruta, un destino, un punto al que llegar, la ilusión de que estaban ejecutando un plan de desarrollo económico y social que terminaría cuando Cuba fuera más rica que Holanda. De esos dogmas sólo queda la áspera retórica de la superioridad del socialismo sobre la economía de mercado, y los clichés de la gloria de la Revolución, la resistencia antimperialista y la justicia social, que los ministros de Cuba son obligados a repetir en Twitter, una vez al día por lo menos, tarea que Gil cumple con notable disciplina. A pesar de lo que dicen los ministros en sus tuits, y de los cacareados «lineamientos» de Murillo, ya no hay plan, se vive al día, los ministros de Cuba están completamente dedicados a la intrincada contabilidad de la miseria, cuántos jabones se pueden repartir en Pinar del Río este mes, cuántos kilómetros de tuberías hay que reparar urgentemente en La Habana para que media ciudad no se quede sin agua, cuántos pacientes de asma en Camagüey no han recibido todavía sus inhaladores, cuántos kilómetros de tripas de res y cerdo se pueden «recuperar» para alimentar a la gente. Ya era así antes de la pandemia, ahora sólo es infinitamente peor. Al gobierno de Cuba no le hacen falta tecnócratas, lo que le hacen falta son magos.
    En un gobierno que incluye al Ministro de la Industria Alimentaria, Manuel Santiago Sobrino, al de Educación Superior, José Luis Saborido, al de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, y a unos cuantos más que dan pena, que no serían escogidos ni para dirigir un almacén en un país normal, el pobre Alejandro Gil parece una lumbrera, un corredor de bolsa de la City de Londres que Díaz-Canel encontró un día en Searcys at the Gherkin, almorzando con la rusa, Tatiana, filete de res Hereford cocido a la brasa con setas y nabos, acompañado de trufas fritas y una botella de Château Latour 1999, y trajo a Cuba con la misión de encontrar un comprador para la isla. Pero en comparación con otros ministros de Economía y Finanzas, ya no de Europa, sino de Centroamérica y el Caribe, la experiencia y las calificaciones de Gil, las que se conocen, son muy modestas. El Ministro de Finanzas de Jamaica, por ejemplo, Nigel Clarke, tiene una maestría y un doctorado de Oxford, y ha dirigido o presidido veinte empresas públicas y privadas, incluyendo el banco central y la autoridad portuaria de su país. El profesor Miguel Ceara Hatton, Ministro de Economía de la República Dominicana, estudió en la Universidad Nacional Autónoma de México, trabajó para la UNICEF y el PNUD, ha impartido clases de macroeconomía y teoría del desarrollo durante décadas en varias universidades de su país, ha sido columnista de los principales diarios de Santo Domingo y ha publicado once libros. Victoria Hernández Mora, Ministra de Economía, Industria y Comercio de Costa Rica, que no estudió en Londres ni en Massachusetts, sino en San José, es una experta en cooperativas y pequeñas empresas, ha sido durante muchos años profesora universitaria e investigadora y fue directora del Banco Popular y de Desarrollo Comunal de su país. El Ministro de Desarrollo Económico de Honduras, Arnaldo Castillo, hizo una ingeniería en Taiwán y un MBA en Hong Kong, habla mandarín e inglés y fue gerente de distribución de Fruit of the Loom en China. El Ministro de Economía y Finanzas de Panamá, Héctor Alexander, que tiene una maestría y un doctorado de la Universidad de Chicago, y ha sido ministro y viceministro varias veces, fue al inicio de su carrera subgerente de la Zona Libre de Comercio de Colón, el más importante centro de distribución de mercancías del hemisferio.
    Esos ministros tienen distintas ideologías políticas y principios de administración económica, y algunos críticos podrían describirlos, groseramente, con lenguaje y estupidez konstantinovescos, como meros administradores del subdesarrollo y la dependencia de sus países, pero nadie podría alegar que no están ampliamente calificados para sus puestos, mucho más que cualquier ministro de Díaz-Canel. No hay ninguna razón para pensar que Gil era, al principio de su carrera, menos inteligente o capaz que sus colegas del arco del Caribe y el Golfo de México, pero su formación y su experiencia, como la de los otros ministros diazcanelistas, ha estado fatalmente limitada por la galopante mediocridad de la enseñanza de las ciencias sociales y económicas en las escuelas y las universidades cubanas, el aislamiento internacional de la sociedad y la economía del país, el contagioso oscurantismo ideológico del Partido, y la falta de libertad política e intelectual que exprime el cerebro de los funcionarios de Cuba hasta sacarles las últimas gotas de imaginación, creatividad y coraje. Por supuesto, en Cuba quedan, en cada campo o especialidad, decenas de miles de brillantes profesionales que podrían, si los elevaran al Consejo de Ministros, a la dirección de las empresas, a las columnas de los periódicos y a los decanatos universitarios, revertir la ruina del país, quizás al final los cubanos no tendrían que abandonar la isla, podrían quedarse. Pero a esos talentos los han obligado a callarse, y a hablar sólo cuando los llaman, a sólo dar consejo cuando se lo piden, que es casi nunca. La degradación intelectual de los círculos de mando y administración del gobierno cubano, su desprofesionalización, la inhabilidad o desinterés de los líderes del país para identificar, formar y promover a las estructuras de mando individuos con la capacidad de pensar y crear libremente, y a la vez, la renuencia de los profesionales más calificados del país a ser elevados a puestos de dirección, en el Consejo de Ministros, las provincias y las empresas, es uno de los síntomas más claros de la descomposición del sistema político que ha regido Cuba durante seis décadas. El otro síntoma de que ya esto no da más es el equipo nacional de béisbol. En comparación con estos alcornoques de ahora, Carlos Lage, el pediatra que administró la isla durante el período especial, parece Angela Merkel. Roberto Robaina, Obama.
    Al menos Gil estuvo algún tiempo en Londres, que es como estar en todo el mundo a la vez, uno se imagina que el Ministro de Economía de Cuba ha visto los frisos del Partenón en el Museo Británico y ha comido hamburguesas en el McDonald’s de Leicester Square. Ha comprado en Boots, en Primark y, nos hacemos la ilusión, también en Waterstones. Ha caminado entre las torres de los bancos de Canary Wharf, entre los turistas del South Bank, y entre los bears, los twinks y las drag queens del Soho. Ha visto a los batallones de la policía desfilar en la Marcha del Orgullo Gay, no asaltarla. Ha visto a un ciudadano llamar mentiroso al Primer Ministro del Reino Unido en Question Time en la BBC, y a los demás miembros de la audiencia estallar en aplausos. Quizás, siguiendo la recomendación de su hermana, de Vicky, vio en el West End El Fantasma de la Ópera y Les Misérables, otros dos favoritos de «De la Gran Escena» (el programa ya ha puesto 248 veces a Sarah Brightman cantando el aria del Fantasma, y 156 veces a los estudiantes revolucionarios de París rugiendo «Do you hear the people sing, singing a song of angry men?»). A diferencia de otros ministros de Cuba, que sólo han visto brevemente el mundo exterior cuando han ido de «visita oficial» o «de trabajo», o «como parte de una delegación», Gil ha vivido y trabajado allí, y quizás, sólo él en ese esperpéntico gabinete de Díaz-Canel, tiene una idea de cómo podría ser Cuba, no como Inglaterra, y mucho menos como Holanda, pero, quizás, echando a volar la imaginación, un país donde no haya colas de días para comprar comida y el paracetamol esté regalado en las farmacias.
    A lo mejor Díaz-Canel lo escogió para Ministro de Economía porque era el único de los candidatos considerados que tenía una remota idea de cómo funciona el capitalismo, había leído alguna vez The Financial Times, había comprado pacotilla en Amazon y podía hablar inglés con ministros extranjeros. Cuando a Cabrisas le llegue finalmente el retiro, habrá que sustituirlo con alguien que pueda ir al Club de París a suplicar, y al menos Gil es relativamente presentable. Pero si hay alguien en ese Consejo de Ministros que sabe que la Cuba de Raúl Castro y Díaz-Canel no tiene arreglo, es él. Por eso su función, que no puede declarar abiertamente, y que disimula tuiteando tonterías, no es planificar el futuro, como indica su título, el futuro ya no existe. Su tarea es cerrar Cuba, para siempre, desalojarla, y dejar que los sobrevivientes puedan comenzar una nueva vida en cualquier otra parte. Él tiene pensado volver con Tatiana.
    Juan Orlando Pérez
    Es, tercamente, el que ha sido, y no, por negligencia o pereza, otros hombres, ninguno de los cuales hubiera sido tampoco particularmente estimado por el público. Nació, inapropiadamente, en el Sagrado Corazón de La Habana. A pesar de la insistencia de su padre, nunca aprendió a jugar pelota. Su madre decidió por él lo que iba a ser cuando le compró, con casi todo el salario, El Corsario Negro. Él comprendió, resignadamente, lo que no iba a llegar a ser, cuando leyó El Siglo de las Luces. Estudió y enseñó periodismo en la Universidad de La Habana. Creyó él mismo ser periodista en Cuba durante varios años hasta que le hicieron ver su error. Fue a parar a Londres, en vez de al fondo del mar. Tiene un título de doctor por la Universidad de Westminster, que no encuentra en ninguna parte, si alguien lo encuentra que le avise. Tiene, y eso sí lo puede probar, un pasaporte británico, aunque no el acento ni las buenas maneras. La Universidad de Roehampton ha pagado puntualmente su salario por casi una década. Sus alumnos ahora se llaman Sarah, Jack, Ingrid y Mohammed, no Jorge Luis, Yohandy y Liset, como antes, pero salvo ese detalle, son iguales, la inocencia, la galante generosidad y la mala ortografía de los jóvenes son universales. Ahora solo escribe a regañadientes, a empujones, como en esta columna. La caída del título es la suya, no le ha llegado noticia de que haya caído o vaya pronto a caer nada más.

    https://revistaelestornudo.com/alejandro-gil-ministero-economia-cuba/

  25. Verdad que Parronda es un sabio. Te recordamos mucho Humberto Diez y Amado.
    Tu apoyo incondicional contra Maza y Herrpinark mostró tu valía.

Deja una respuesta

Mauricio De Miranda Parrondo
Mauricio De Miranda Parrondo
Economista cubano. Doctor en Economía Internacional y Desarrollo. Profesor Titular e Investigador de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali, Colombia.

Más de este autor

Descubre más desde La Joven Cuba

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo