La hora política de los empresarios

por Arturo López-Levy
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La pasada semana tuvo lugar en Miami un encuentro de emprendedores cubanos de la Isla y cubanoamericanos. El centro de la conversación fue favorecer el avance de las llamadas mypymes (micro, pequeñas y medianas empresas) como parte importante del proceso de reformas económicas en Cuba. Es probable, aunque el impacto específico está por ver, que de esta conferencia salgan beneficios concretos, de posibles propuestas de negocios. Es también probable que hoy haya más claridad sobre cómo urge reformar los marcos regulatorios cubano y estadounidense para que todo lo que conviene a los dos países desde su comunidad de negocios pueda hacerse. Se trata, entonces, de des-Trumpizar la relación de Estados Unidos con el sector privado cubano. 

Algunos de sus participantes más prominentes han echado a volar las campanas sobre el triunfo histórico del evento puesto que lo promueven como la primera vez que sectores de negocios de ambos países conversan. Eso, simplemente, no es cierto. Por supuesto que es apropiado reconocerlo como un momento de importancia, dado que el sector privado recibió una acogida favorable por parte de una porción de las élites cubanas en Miami, pero no es el primero. Hay varios ejemplos anteriores de empresarios cubanoamericanos que intentaron comerciar con Cuba —tanto con el Estado como con los privados—, en los 90 y los 2000, cuando algunos de los actuales organizadores eran defensores de la ley Helms. 

Claro que es loable rectificar, y nadie debe ser machacado por encontrar la luz, pero justo es recordar a los que primero abrieron los senderos de la distensión, algunos empresarios de la izquierda comunitaria y de Estados Unidos. La verdad debe siempre contar. 

Todo encuentro es potencialmente positivo contra la política de aislamiento

En principio, todo encuentro entre cubanos de diferentes experiencias vitales, visiones ideológicas, y geografías variadas es potencialmente positivo contra la estrategia de aislamiento. Las evidencias aportadas indican que la pasada semana en Miami ocurrió una actualización importante de información entre los participantes. 

Difícilmente alguno de los emprendedores cubanos se lleve peor imagen de Miami que con la que llegó a Estados Unidos, y difícilmente también es que los empresarios de Miami que fueron al evento, incluso los declarados anticastristas, puedan repetir la insensatez de que los dueños de mipymes en la Isla son agentes orientados por la seguridad cubana y el partido comunista, para presentar el supuesto «cambio fraude».  

El encuentro, que es signo de deshielo entre cubanos, ocurrió donde más impacto puede tener: en Miami, una urbe norteamericana, con características peculiares, como la describe en su libro memorable, Joan Didion. Miami no es solo eso, pero ha sido madriguera del anticastrismo antidemócratico más rancio, donde a contrapelo de las leyes estadounidenses, han brillado los bombazos, las amenazas contra eventos como este, la complacencia de las autoridades con el acoso a los partidarios del diálogo y según varias organizaciones de derechos humanos, un ambiente no favorable a la libertad de expresión en la conversación sobre Cuba. 

Encuentro entre empresarios cubanos y cubanoamericanos /

Encuentro entre empresarios cubanos y cubanoamericanos / Foto: OnCuba

Allí en ese Miami, los organizadores montaron un conclave para explorar oportunidades, desafiando a los propagadores del odio, y la imposición a través de la intervención norteamericana por sanciones o hasta militar. Los empresarios cubanoamericanos postularon una política implícita que procura cambios en Cuba, pero con la paciencia de que sean los propios habitantes de la Isla los que se convenzan de las oportunidades que traerían las alianzas entre los sectores privados de ambas orillas. Esto no lo es todo para quien quiere el levantamiento completo del bloqueo, pero ¿es un buen comienzo? Si lo es. ¿Mejor que el estado actual? Seguro.

Vivimos en tiempos de hostilidad, las redes sociales arden con divulgadores agit-prop (propaganda de agitación) de polarizaciones, que han hecho de la defensa de las sanciones contra Cuba un negocio. Por tanto, un encuentro de empresarios fuera de esa ignominia, es un reconocimiento del fracaso de la política de total asfixia. Es un inicio del camino a aceptar lógicas propias de la sociedad civil cubana y las élites que emergen desde 1959 a acá. Ese es el tiempo al que el senador Marco Rubio llama «un accidente» a borrar.  

Los partidarios del cambio de régimen a través de la distensión, tanto como Rubio, saben que en política no hay fin separado de los medios. Han hecho el buen cálculo de romper con las lógicas de los que apoyan al senador. La consolidación del sector privado presenta gigantescos retos para el gobierno cubano que nunca ha lidiado con una sociedad económica independiente. Como la teoría de la modernización alerta, nada hay más correlacionado con aperturas democráticas que un periodo sostenido de crecimiento orientado al mercado, con crecimiento de las capas medias. Todas las democracias —como explicó el gurú teoría democrática en la Universidad de Yale Robert Dahl— son economías mixtas. No es suficiente, pero si una condición necesaria.

Un emprendedor amigo de Posada Carriles

Al final del encuentro hubo una recepción con el connotado terrorista Santiago Álvarez Fernández Magriñá. El programa 23 y Flagler, muy cercano a las posiciones de Cuba Study Group y Joe Garcia, ha confirmado la presencia de varios empresarios de Cuba y Miami en un discurso en el que Álvarez instruyó a estos como trabajar para el fin anhelado de la «dictadura». La actividad y el discurso de Álvarez ha sido bienvenido por el anfitrión del programa, Guenady Rodriguez, pues serviría para convencer a los opositores radicales, como Alex Otaola, que si Álvarez —quien es representante sacrificado del «exilio duro»— lo dice, los demás —maestros de la insurrección verbal— se deben alinear. Todavía está por demostrar cuánto ha funcionado tal razonamiento. 

Santiago Alvarez Fernández-Magriñá

Santiago Alvarez Fernández-Magriñá / Foto: FRJ

Si algo prueba ese «regalito» de los organizadores del evento a la derecha pro-bloqueo y capaz de hacer todo contra su país y la ley internacional —incluso terrorismo contra un barco civil español— es que el cuento de despolitizar las relaciones entre los empresarios es eso: puro cuento. El intercambio entre sectores de negocios de Estados Unidos y Cuba es político, como lo son también los encuentros culturales, académicos, educacionales, y hasta deportivos. Lo sorprendente no es la jugada, sino que la hicieron de forma tan burda. El amigo fiel de Posada Carriles no se coló en el lugar. Fue parte de la agenda de aquellos para los que es más importante quedar bien con el Miami anticastrista, que mover la agenda de reformas y cambios en Cuba.

Lo raro es que estas son las santas horas en las que los emprendedores de allá y acá no se han pronunciado sobre las «recomendaciones» que dio Álvarez y su presencia prominente en algunas de las actividades asociadas al foro. La realidad es que los organizadores que trajeron y defendieron la participación de Santiago Álvarez se la han puesto fácil. Se trata de un condenado por las propias leyes norteamericanas por tenencia ilegal de armas incluyendo un lanzacohetes, y cuya voz se escuchó clara ordenando poner bombas en el cabaret Tropicana. ¿les suena a «nuestros empresarios» el poblado Boca de Samá, el nombre de Luis Posada Carriles, o las «laticas» de C4 para volar Tropicana? Si no pueden tomar distancia de eso….

No obstante, el gobierno de Diaz-Canel no se debe mover un milímetro de la posición estructurada que presentó el viceministro de relaciones exteriores Carlos Fernández de Cossío, en diciembre de 2022. Si el gobierno norteamericano quiere apoyar solo al sector privado, sin levantar las sanciones contra la nación cubana en general, el gobierno cubano no debe oponerse a las ventajas que pueda ganar el sector privado. Son los empresarios participantes en el evento los que deberían pronunciarse de cara al pueblo de Cuba, a partir de su decencia, valores e intereses. 

***

En la superioridad moral del pensamiento martiano a la hora de pensar Cuba se cree o no se cree. Quien crea en ella, como es la premisa de este autor, tiene que criticar cualquier corrupción de las autoridades gubernamentales, pero a la vez defender que los ricos paguen impuestos para garantizar a todos, incluyendo los «pobres de la tierra», una meseta mínima de derechos sociales, económicos y culturales. 

Sin un estado de bienestar mínimo, las libertades políticas son cuando menos incompletas. Para que el estado pueda garantizar esos mínimos y un ambiente en que los negocios privados cubanos prosperen con acceso al mercado norteamericano y su sistema financiero, es imprescindible repensar y por lo menos reformar seriamente las medidas de Trump, la injusta presencia de Cuba en la lista de países promotores del terrorismo y el bloqueo mismo. Si los funcionarios del gobierno de Biden, que participaron en el evento a nombre de los departamentos de Estado, Comercio y Tesoro, no se percataron de ese detalle, no estaban haciendo su trabajo. Ponerlos frente a esa realidad en la que la separación en Cuba de lo estatal y lo privado es una quimera, y fue uno de los principales méritos del evento. 

10 comentarios

Adams Rawling 4 octubre 2023 - 8:44 AM

Una nube de polvo, sin mayor trascendencia que el viaje, la novela y la polémica. Estar en el foco y hacerse visible como la “vanguardia empresarial” de la Cuba cambiante.
Si formarán menos bulla y menos teatro (de ambas partes) quizás los acercamientos fueran más orgánicos y por ende darían un mejor resultado en todos los sentidos.
Pero todos sabemos que ninguna de las partes realmente quiere eso. Hay mucha gente (de ambos lados) a las que le funciona el negocio del bloqueo, las sanciones, el terrorismo, la represión, la escasez y todo lo demás que nos machuca como pueblo.
Un dato interesante, estados unidos importa un % elevado de todo lo que ahí se consume, incluso sus mayores marcas y conglomerados producen fuera de USA, luego importan el producto… los costos de producción son tan elevados que no es negocio producir muchas cosas ahí, incluyendo alimentos. Por ende nuestros empresarios no tienen mucho que buscar ahí, empresarialmente hablando. Fueron a dejar el precedente para cuando se apruebe el “cheque del crédito”.
Si el motivo de la visita fuera realmente empresarial, se organizaría viajes a países como China, Vietnam, Indonesia, India, Turkiye, Malasia o Rusia. Países en los que USA produce (o producía) sus artículos de consumo. Y donde el costo del mismo producto es 3 veces inferior, aún pagando flete marítimo.
Saludos!
AR

Gerardo Francisco 4 octubre 2023 - 9:09 AM

Primero usted dice que la reunión con los nuevos empresarios es “parte de importante del proceso de reformas”, y luego usted mismo se contradice diciendo que; “aún está por ver” los beneficios que salgan de esta conferencia. Lo anterior demuestra que ni usted está convencido que este nuevo “jarabe ideológico” (como lo catalogara el cantautor Silvio Rodriguez) surta efecto alguno.
Esto es parte de la acostumbrada retórica para mantener entretenido al pueblo cubano con las falsas expectativas de lo mismo con lo mismo. A las cosas hay que llamarlas por su nombre y no formar parte de la desinformacion a que nos tienen acostumbrado.

JORGE TAMPA 4 octubre 2023 - 10:54 AM

¿Cuáles son los orígenes de Santiago Álvarez Fernández Magriñá, señor Lopez Levy? ¿Le suena una organización llamada Movimiento 26 de Julio? ¿Cuáles son los orígenes de Posada Carriles, señor Lopez Levy? ¿No existía una sección dentro del M-26 llamada “Acción y Sabotaje”? ¿Nunca oyó hablar de la noche de las mil bombas en La Habana? Acaso los “heroicos combatientes antibatistianos” (que luchaban por la libertad y la democracia, por lo menos eso es lo que decían. ¿O no?) no pusieron bombas en tiendas, hoteles, cines, estaciones de policía, parques públicos, estaciones de servicio y electricidad, depósitos de gasolina? ¿Acaso no secuestraron, llegando incluso al secuestro de un avión civil en pleno vuelo? Entonces, Santiago Álvarez Fernández Magriñá es un terrorista. Claro, de aquellas aguas vinieron estos lodos..… La historia es muy compleja. Esta es la nación cubana, señor Lopez Levy. Todos mezclados. Y hay que lidiar con lo que tenemos, porque así será la única manera de evitar que la nación desaparezca.

Luis David Almeida Famada 8 octubre 2023 - 4:37 AM

Jorge Tampa…porque justificas lo malo con malo?

José Luis 4 octubre 2023 - 11:47 AM

¿Por qué complicaron la forma de enviar un comentario?

JORGE TAMPA 4 octubre 2023 - 12:21 PM

El gran problema de los López Levy y compañía es que se para algunas cosas son muy académicos, muy profesores y muy intelectuales, pero rechazan un debate abierto y sin prejuicios de los acontecimientos históricos. Se trancan a cal y canto en su versión sectaria, los “buenos revolucionarios” que pusieron bombas y mataron a civiles inocentes no son terroristas, los terroristas son los otros, porque eran los contrarrevolucionarios y son los malos.
La violencia y el terrorismo, desgraciadamente, forman parte integral de nuestra historia. (No somos el único país con esos antecedentes, por cierto.) El grupo que, en unas circunstancias extraordinarias e irrepetibles, tomo el poder en 1959, lidereados por Fidel Castro, uso y abuso de la violencia y el terror sin ningún tipo de remordimientos. Aplicaron el principio de que el fin justifica los medios y se aprovecharon al máximo de la confrontación con los Estados Unidos. ¿Entonces, a quien van a dar lecciones?

Yoelito 4 octubre 2023 - 5:06 PM

Yo me pregunto: Los miembros de la ANAP no son parte del sector privado? En un país agrícola como el nuestro por qué se les da tanta relevancia a los revendedores de pollo y cerveza, mientras se opaca a los campesinos que son hoy día prácticamente los únicos que producen en Cuba?
Alguien en su sano juicio cree que Cuba puede seguir mucho tiempo viviendo como hoy? Vamos de experimento fallido en experimento fallido y siempre culpando a otros y esperando que otras naciones financien nuestro caos económico. Tengo la sensación de que nuestro gobierno quiere convencernos de que EEUU tiene obligaciones con nosotros, como si fuésemos su hijo bobo o algo así, mientras a lo interno no se hace nada medianamente sensato. Al final, el mensaje que yo recibo es: mientras no nos quiten de la lista negra y nos abran líneas de crédito (sin importar que seamos mala paga y lo gritemos a los 4 vientos) vas a seguir dependiendo de la ración cada vez más menguada, sin electricidad, sin transporte, medio sucio, mal vestido y expuesto a morir hasta de un resfriado.

Taran 4 octubre 2023 - 11:19 PM

Buenas, ?alguien podria decir a cual libro de Joan Didion se refiere el autor del artículo?, Gracias.

Karina 5 octubre 2023 - 12:52 AM

„Miami“

Gerardo Francisco 5 octubre 2023 - 4:53 AM

Muy de acuerdo con la reflexión de Yoelito. El ejemplo de la ausencia de los campesinos miembros de la ANAP en estas reuniones es la prueba de que el gobierno cubano no ha tomado en serio esta oportunidad para el desarrollo del país. Estas nuevas Mypimes son los empresarios de pacotilla que un día denunció el propio Fidel. A mi personalmente me recuerda cuando los colonizadores traían bisutería baratas para sacarles el oro a los indios, y tenerlos contentos con pacotilla y gangarrias. Llama la atención que no hay nuevos empresarios dentro de los sectores que más lo necesitan para el desarrollo del país. La construcción de viviendas, el acueducto, el bacheo de las calles, la recuperación de pequeñas industrias, hoy paralizadas por falta de recursos como Planta Mecánica, los talleres de reparación de equipos electrodomésticos, el ensamblaje de ómnibus y de equipos necesarios para la agricultura, y todos aquellos sectores que tienen un papel determinante en lograr un desarrollo sostenible del país y no depender de la venta de insumos que si bien son necesarios no influyen en la industrialización de ningún país. Esta es la prueba de que las nuevas Mypimes no es más que “el mismo jarabe ideológico” a que nos tienen acostumbrados (parrafaseando a Silvio Rodriguez).

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