Hace la fruslería de unos dos mil trescientos años, el general Pirro de Epiro, quien llegó a ser rey de Macedonia y de quien se afirma que fue uno de los mejores estrategas de su época, obtuvo una gran victoria contra los romanos.
Pirro era inteligente, estaba seguro de cuánto valía, y hasta tenía sentido del humor; al contabilizar las bajas y conocer el costo del triunfo, exclamó: “Otra victoria como esta y estoy perdido”.
Evidentemente, no era cubano. Jefe cubano que se respete solo conoce victorias.
La situación del cubano de a pie es desesperada. Sufrimos una guerra económica de más de sesenta años, impuesta por la nación más poderosa del planeta. Su aliada ha sido una conducción económica en cuyo aval se cuenta estatalizar limpiabotas, barberos y zapateros remendones; emprender la zafra de los Diez Millones sin logística adecuada; deforestar el país; desmontar la industria azucarera, y muchas otras iniciativas igualmente victoriosas. Que no se entere Pirro.
Gracias a esa Santa Alianza, la mayoría de la población carece hasta de lo más elemental para una vida (y hasta una muerte) decente. En ese contexto se realizó el proceso electoral cubano.
La propaganda oficial insiste en que, en otros países, los candidatos y sus partidos invierten grandes sumas en campañas para convencer a los ciudadanos de elegirlos. Una salvedad: Ese dinero sale de sus bolsillos, o de donativos de simpatizantes y asociados. Les pertenece.
Negar la existencia de la campaña electoral en Cuba es no oír radio, no ver televisión, no andar en las redes sociales, no leer prensa y ni siquiera caminar por las calles, pues está presente en todas partes, para convencer a los electores de que elegir es aprobar la propuesta de las comisiones electorales. O para proclamar la “victoria de la patria”.
La campaña cubana se diferencia de las demás porque, en tanto en otros países el dinero gastado proviene de los partidos o los candidatos, aquí las campañas, electorales o de otro tipo, se pagan con los fondos del tesoro público.
El tesoro público es lo recaudado por el gobierno, mediante impuestos y otras vías, para atender a las necesidades de la población y cubrir sus propios gastos.
El combustible utilizado en traslados desde la capital hacia los más lejanos rincones del archipiélago para que los diputados vieran el lugar al que estaban asignados hubiera servido mejor, por ejemplo, para que los niños de cierta zona puedan asistir a la escuela con regularidad (¿recuerdan, diputados por Santa Clara?), para que los trabajadores acudan a sus centros laborales a producir riqueza para el país, o para que en los hospitales haya insumos de limpieza y desinfección, y no mueran niños en ellos por falta de higiene, como ocurrió recientemente.
Los números de Pirro
En definitiva, según el Consejo Nacional Electoral (CNE), la campaña electoral (cuyo objetivo fue convencer a las personas de que el “voto unido” siempre ha existido y conviene a la patria) ganó, por obtener el 72,10% de aprobación. Una gran victoria de la patria, y una derrota más de la manipulación mediática enemiga.
¿Es exacto?
No es objetivo del presente artículo discutir la validez de los datos del CNE, que varias voces impugnan. Parto de ellos por ser los únicos disponibles, no porque los legitime. En definitiva, como expongo más adelante, las propias cifras oficiales demuestran que la mayoría de la población en capacidad de votar se pronunció contra el proceso electoral o el llamado “voto unido”.
Es indiscutible que 72% es un margen amplio en cualquier pugna entre fuerzas políticas. Pero en estas elecciones no hubo “contienda electoral”, ni alternativa por la cual votar. Ni siquiera hubo representantes de la fuerza política única entre quienes elegir. Votar en blanco, proclamado como muestra de libertad de elección, anulaba la boleta. Por tanto, no hubo elección, sino ratificación de lo propuesto por las comisiones electorales. Si no hay contra qué comparar, las cifras de la “victoria” carecen de valor.

(Foto: EFE)
(Si quienes contabilizaron los votos en Cuba hubieran informado a Pirro de las bajas propias y enemigas, no existiría su famosa afirmación: Hubiera ordenado a las tropas cantar “Estamos ganando”, como repite constantemente la TV nacional).
Veamos los números ofrecidos por el CNE, y recordemos preguntas no formuladas en la conferencia de prensa informativa.
Primera pregunta: ¿El 72,10% de qué total? No del total de votantes. Tampoco del total de asistentes a las urnas. ¿Entonces, de qué? Veamos:
Padrón electoral actualizado: 8 129 321 votantes. De ellos:
- Se abstuvieron: 1 964 445
- Acudieron a votar: 6 164 876. De ellos:
- Anularon el voto: 215 920
- Votaron en blanco: 383 316
Esto significa que 2 563 681 electores registrados rechazaron el sistema electoral, y lo expresaron de la única manera posible: abstenerse, votar en blanco o inutilizar la boleta. Ese 31,53% del total de ciudadanos en capacidad de votar rechazó las elecciones, a pesar de la millonaria campaña desplegada.
Están además los votantes que acudieron a las urnas, marcaron algún “candidato” para que las boletas fueran válidas, pero tampoco aceptan el “voto unido”:
Votos “válidos”: 5 565 640. De ellos:
- “Voto unido”: 4 012 864
- “Voto selectivo”: 1 552 776
Un dato que Pirro tomaría en cuenta, pues indica que el “voto unido” tampoco fue aceptado por más de un millón y medio de quienes ejercieron el “voto válido”.
En total, 4 116 637 ciudadanos mostraron de una forma u otra su inconformidad con las elecciones o con el llamado “voto unido”. Si esto es así, ¿qué más hace falta para aceptar que el pueblo no siguió el llamado gubernamental a votar por todos? El alegado 72,10% de apoyo al “voto unido” no indica la realidad de las boletas, sino la manipulación de las cifras:
No lo es en relación con el número de asistentes a las urnas (6 164 876). En tal caso sería el 65%. Mucho menos lo es en relación con el número de electores empadronados (8 129, 321). En tal caso sería el 49,36%.
Esta es la realidad de la “victoria”: El 70,10% proclamado es en realidad el 49,36% de las personas con derecho al voto en Cuba.
El gobierno debería enfrentar la realidad: Sin opositores en las boletas, y luego de una millonaria campaña en su favor, menos de la mitad de los electores aprobó el “voto unido”.
Para ese resultado se desperdiciaron miles de litros de combustible. Se invirtieron cientos de horas de transmisión por televisión y radio. Se consumieron miles de raciones de alimento, incontables kilowatts de electricidad y de insumos variados, salarios y toda la gama de elementos que componen la logística de la transportación de personalidades importantes del país, escoltas incluidas, desde la capital hacia los municipios, no una ni dos, sino muchas veces
Súmese que el primer mandatario se trasladó desde su residencia en La Habana, junto a su esposa y el correspondiente séquito, para votar en Santa Clara, lugar al que está asignado como diputado.
¿Cuánto costó su voto al país?
Tanto gasto sirvió para obtener un supuesto 72,10% que, en realidad, esconde que solo el 49,36% respaldó completamente la elección de la Comisión de Candidatura, como se pedía en los medios de comunicación.
Aquí Pirro habría repetido su frase. No quienes nos dirigen. Para ellos ha sido una contundente victoria.
Otra pregunta: ¿Y en cuanto a los “colegios electorales”? Los especialistas en procesos electorales harían bien en estudiar su caso.
Los artículos 22.1, 178 y 195 de la ley electoral establecen que en los municipios con más de cien mil habitantes se pueden crear distritos electorales, los que se reparten a partes iguales los “candidatos” del municipio. Por ejemplo: Si al municipio X, de 120 000 habitantes, le asignaron cuatro “candidatos” (Josefa, José, Juana y Juan), se crean dos distritos, A y B. Los votantes del distrito A no pueden “elegir” a los candidatos del distrito B, y viceversa.
Siguiendo el ejemplo, cada distrito tendría 60 000 electores. Para facilitar las cuentas, imaginemos una quimera: Todos acudieron a votar y apoyaron el voto unido. ¿Cuántos votos obtuvo cada “candidato”? Evidentemente, 60 000. Pero 60 000 es solo el 50% del padrón electoral del municipio. Por tanto, en relación con el municipio, ninguno resultó “electo”, pues nadie alcanzó el 51% exigido.
Así lo entiende usted. Para el CNE los cuatro obtuvieron el 100% de los 120 000 votos del municipio que “representarán” en la Asamblea Nacional. Estamos ante el milagro de los distritos y las boletas.
Eso es con un ejemplo simplificado, pero difícilmente existe un único colegio sin abstenciones, votos en blanco, anulación de boletas o “voto selectivo”; en la realidad el porcentaje fue mucho menor, ni siquiera alcanza el 50%.
En conclusión, en este caso hipotético, ninguno de los diputados “elegidos” en distritos electorales alcanzó el mínimo de votos establecido, 51%, y deberían ir a nueva votación.
Pero para el CNE todos están legalmente elegidos.
Surgen entonces nuevas preguntas, soslayadas por los periodistas en la conferencia de prensa:¿Cómo la comisión electoral legitimaría a esos diputados? ¿Cómo alcanzarían el 51% exigido? Solo con sofismas se podría responder. Como afirma la sabiduría popular: El que hizo la ley hizo la trampa. Y aquí se muestra sin tapujos.
Para concluir
Aceptar que “Cuba ganó”, como afirma la propaganda, es realizar un acto de fe religiosa, y la fe no exige demostración. Se acepta, aunque los datos demuestren que solo el 49,36% de los cubanos con capacidad para votar siguió la convocatoria de la campaña oficial por el “voto unido”. Pero Cuba pierde dolorosamente si el gobierno no extrae las enseñanzas de este proceso, que no son pocas. El vano triunfalismo con que se enfrentan los resultados no me da muchas esperanzas.
La victoria, si quieren creer en ella, ha sido pírrica, y el triunfalismo no borra la realidad: A nadie escapa el despilfarro que significó alcanzar tan magros resultados. Tampoco se debería tomar a la ligera el desgaste en la imagen de figuras públicas.

(Imagen: Brady Izquierdo)
Me gustaría creer que el optimismo mediático es para consumo público, y en privado quienes dirigen el país estudian las enseñanzas del proceso para hacer las rectificaciones necesarias. Pero estoy escéptico.
Algunas de esas rectificaciones deben tomarse sin dilación, lo demuestra el rechazo al “voto unido”; empecinarse en pasarlas por alto es peligroso. La primera es prerrogativa del presidente de la república (artículo 128 constitucional), quien puede decretarla cuando lo desee. Las otras deben esperar por una sesión de la Asamblea Nacional. Veamos:
- Declaratoria de una amnistía general para los presos por actividades políticas y revisión de las causas seguidas contra participantes en las manifestaciones públicas de los últimos tiempos. Disminución de las penas en todos los casos en que la amnistía no sea aplicable.
- Elaboración de la norma que garantice el cumplimiento del artículo 56 de la Constitución sobre libertad de manifestación pacífica.
- Abolición de la pena de muerte, por ir contra la letra del artículo 46 de la Constitución, y porque en su aprobación se produjeron irregularidades, como la omisión intencional de una parte fundamental de dicho artículo 46. Inicio de un proceso de revisión integral de la ley.
- Eliminación de las trabas al libre ejercicio de la ciudadanía a las personas por sus ideas políticas. Elaboración de una norma que penalice severamente la violación de ese derecho, en particular del artículo 38 de la Constitución. Erradicación y penalización de la práctica de expulsar ciudadanos del país.
- Abolición de la actual ley electoral o modificación radical de su contenido, para eliminar del articulado sus elementos antidemocráticos y garantizar el derecho de los ciudadanos de escoger libremente, entre varias opciones, a sus representantes.
- Garantía para los ciudadanos cubanos residentes en el exterior de participación en la vida política y económica del país, con posibilidad de nominar y elegir libremente a sus representantes en la Asamblea Nacional. Extinción de cuanta normativa institucional limite esos derechos.
Haber tomado estas medidas con tiempo, en lugar de gastar millones del pueblo en la campaña electoral, hubiera sido la verdadera victoria de Cuba.
22 comentarios
Interesante articulo, solo quiero mencionar algo que me parece tiene peso en los resultados. No se hablo de que muchas de las personas votaron en sus respectivos centros de trabajo y lo digo por experiencia propia, allí se organiza un ambiente que pone en peligro la privacidad y se respira el temor de perder el trabajo, situación que se acentua más a los del sector del turismo.
Muy buen artículo. Es cierto que el
sistema electoral es indigno y deshonesto en toda su concepción e implementación, que garantizan su absoluto control por parte del poder; no obstante lo peor y más triste es que un número importante de la propia ciudadanía se torna cómplice de esa farsa al renunciar a hacer uso del voto castigo; acción que no implica riesgos y que pudiera haber tenido mayor impacto en los resultados. Ya sea el descarado método de llevar las boletas a las casas de los electores sin incapacidad motora que no hubieran votado, o extender por una hora el horario de cierre de los colegios sin razones mayores, la notable reducción del padrón electoral sin aclarar las causas u otras posibles irregularidades, las cifras obtenidas pudieron haber reflejado más el indudable descontento y rechazo entre la población.
También debemos estar conscientes que fuera cual fuera el resultado, la victoria iba a ser proclamada por el régimen: su cinismo y manipulación no conoce límites. Es una actitud coherente mantenida tanto ante la paliza de 14-2 sufrida por el Team Asere en Miami como ante el dictamen del Tribunal de Londres sobre la deuda a CRF. El artículo publicado de inmediato en Cubadebate adjudicandose una tremenda victoria en ese fallo es la prueba máxima de toda falta de escrúpulos de ese poder, que distorsiona totalmente el dictamen y oculta que CRF fue reconocido como legítimo acreedor de la deuda y desestimó todo el tinglado de soborno, ilegitimidad y violaciones que Cuba presentó para tratar de destruir los alegatos de quien pretendió tildar de fondo buitre. Ahí están al descubierto las pezuñas inmundas de ese poder: en ese proceso electoral, en la manipulación del Team Asere, en su desempeño e interpretación del juicio de Londres, y lo seguiremos viendo en el desfile del 1ro de Mayo y en el dia a dia del desempeño de esta mafia repugnante, ya definitivamente imposible de regenerarse, no solo por propio deseo sino también por lo putrefacto de su estado.
Muy de acuerdo con el artículo del señor Rodolfo Alpízar Castillo. Esa estratagema de la Dictadura de tratar de convertir los reveses en victorias ya es harto conocida. A lo mejor nos quieren hacer ver qué Pitágoras se equivocó.
Se derrocha el dinero, que es del pueblo, a manos llenas y sin embargo en muchos lugares no hay una ambulancia para transportar con urgencia a los hospitales.
Sencillamente más de lo mismo, pero cabe preguntar: ¿ Hasta cuándo ?
Excelente artículo con el cual coincido plenamente. Ya yo había sacado mis cuentas también.
Cumpliendo con sus mismas idas, voy a tener un acto de FE, esa que no exige demostración aun con tantos años de unanimidad y silencio cómplice al poder, y esperar que sus lista de rectificaciones finales que comparto con ambas manos, sea planteadas y aprobadas entre los primeros asuntos que se traten en la próxima asamblea del nuevo parlamento en solo unos días. Pero recordemos que “El ruido de las carcajadas pasa. La fuerza de los razonamientos queda” así que razonando como me enseñaron desde chiquito, nada cambiara Sr. Rodolfo siguiendo la máxima Fidelista de convertir los reveses en victoria y hacer más con menos, cuando hasta en matemática, ciencia exacta apolítica, es MENOS, pues seguiremos escuchando llamados a la resistencia por el futuro luminoso por venir, ese que como el horizonte se mueve en cada paso que demos hacia la oscuridad lograda, mi única esperanza que “la noche es más Oscura justo antes del amanecer”, la realidad que se vive y el muy precario desenvolvimiento del recambio generacional de La Continuidad me tiene esperanzado que la nueva Cuba ya esta en camino.
Comparto íntegramente tal articulo…
“Aceptar que “Cuba ganó”, como afirma la propaganda, es realizar un acto de fe religiosa, y la fe no exige demostración”. No es de extrañar profesor Alpizar que acabamos de “ganar” el jucio de Londres donde fallaron en nuestra contra en 3 de los 4 aspectos que se dirimian y además tenemos que pagar más de 3 millones de libras esterlinas por los costos del juicio (los costos de ambas partes involucradas). Al general Pirro le encantaría tener de compañeros de lucha a nuestros “iluminados” y así al menos no tendría que reconocer publicamente cuan perdido estaría por todas las victorias obtenidas. Excelente análisis de su parte, muchas gracias.
Es el mejor artículo que he leído, donde se demuestra como el gobierno acostumbra a manipular las cifras a su antojo. Perro ha estado presente en todas las batallas políticas y militares porque incluso en la llamada victoria en Angola, la cantidad de muertos llevaría a Pirro a aceptar su derrota, lo malo es que fuimos educados desde la zafra de los diez millones a convertir el revés en victoria y nos engañaron desde la famosa reunión de 5 palmas donde el propio Raul Castro dijo que Fidel estaba loco al decir que con 12 fusiles ganaría la guerra, nuestro error fue, no hacerle caso a Raul desde esa fecha.
Absolutamente de acuerdo, ya había llegado a la misma conclusión. Cada vez que leo la palabra victoria con relación a las elecciones o cualquiera de nuestras “victorias” recuerdo la frase célebre : “Cuba avanza y eso les duele”………
Una puntualización: en muchos países la administración aporta dinero a los partidos políticos para financiar las campañas electorales. En España el 80% de la financiación de los partidos políticos viene de los presupuestos del estados, lo cual supone 200-300 millones de euros al año. El porcentaje recibido por cada partido es proporcional a los votos recibidos y al número de escaños.
Se hace así para que los partidos que reciben ayudas privadas no tengan una ventaja injusta.
Me cuesta trabajo comentar unos resultados electorales que no me acabo de creer. Recordemos que en estas elecciones no hubo observadores internacionales ni se permitió que los opositores comprobasen el recuento de votos.
Alguien debería de examinar con atención los resultados en cada colegio electoral para hacer un poco de ingeniería de datos para detectar fraudes.
En mi zona, te daban un lápiz para votar. Cuando les expliqué que yo llevaba bolígrafo, me dijeron que no, que con lápiz. Finalmente y después de decirles que me iba sin votar, me lo permitieron. Eso da idea, del fraude que hubo.
Gracias profesor por su excelente y objetivo análisis de la situación que estamos viviendo. Ojalá la frase “nunca fue la noche más oscura que antes del amanecer” se haga realidad más temprano que tarde. Saludos.
Falto la libertad de asociacion.. ¿por que si yo no soy comunista no puedo asociar con alguien a fin y ponerme a disposicion del electorado con mi propuesta y con acceso a medios de comunicacion para hacerla saber a la gente?
Alpizar el articulo es muy serio
Las cifras evidencian tus argumentos, y las falacias de la victoria
Excelente artículo, Rodolfo. Te felicito. Ya lo compartí en mis redes.
Según cuentan ganaron en Londres, pero van a apelar la sentencia. Se están haciendo los guapos de barrios, pero cuidado les puede salir el tiro por la culata. En Cuba pueden hacer de la justicia lo que mejor les convenga, total el pueblo aguanta sin ninguno tipo de contemplación; pero en el exterior la cosa es al duro y sin guante. Pueda ser que quieran convertir otro revés en victoria, total, ya estamos acostumbrados
Creo que el artículo es muy bueno y explica y ejemplifica como se manipulan las cifras y los porcientos, por supuesto siempre a favor del gobierno.
Ahora bien, como simple ciudadana, mi pregunta siempre ha sido la misma: elegir, es escoger entre 650 a 470, por ejemplo pero cuando la única opción es elegir de 470 a 470, no existe ninguna elección. Ya desde el momento mismo, en que las personas son Candidatas, pues automáticamente serán después Diputados. No hay elección alguna. La otra cosa es que mientras sigan existiendo los “Candidatos” propuestos por las famosas Comisiones formadas por Organizaciones de Masas, (Comisiones que nadie sabe por quienes están formadas, y mucho menos quienes las eligió) y que solo garantizan que todos los Candidatos no salgan de los propuestos directamente en la base. Ahí mismo comienza la antidemocracia. Eso de que el 50% de los propuestos en las Asambleas de Base, sean sustituidos por otros, que no han sido propuestos por la población, demuestra la degeneración del Sistema Electoral, porque cada Candidato, debe ser elegido por la población, en su Circunscripción, sin más. Por otra parte también estoy en contra de que los altos dirigentes ( Ministros, Viceministros, Gobernadores y demás) sean Candidatos o sea, Diputados porque ellos están para rendir cuentas al pueblo. Luego éste mismo proceso de “depuración” se aplica en las Provincias, anulando así prácticamente a los elegidos por votación popular, y quedando entonces por mayoría, quienes al gobierno les conviene y les les place, de ahí que no representan para nada los intereses preocupaciones y aspiraciones de la ciudadanía y menos de la sociedad. Precisamente ésta fué una de las causas por las que yo vote NO a la Constitución en el 2019, porque no creo que éste Sistema Electoral sirva para otra cosa que no sea perpetuar al sistema y al gobierno en el poder. Lo peor es que ellos mismos se están engañando y además se creen sus propios engaños.
Pena de muerte para asesinos, violadores y secuestradores. El juego electorero no tiene ningún sentido y todos, absolutamente todos lo sabemos. La deslegitimación y la falta de confianza popular es algo conocido. El problema es que no hay en la oposición tampoco nada que valga la pena. País de corcho.
Se afirma que Stalin dijo que “…en las elecciones, los que votan, no deciden nada. Los que cuentan los votos, lo deciden todo…”
Elecciones? No. Ratificación de los escogidos, sí! Y vaya Ratificación sin transparencia ni auditorías en la transmisión y compendio de las votaciones desde las comisiones electorales de Distrito, Municipio, Provincia y Nación para garantizar la impunidad en la falsificación de los datos. Parece que Stalin tenía razón!
Apreciado Rodolfo: Excelente texto. Lo compartiré en un rato, porque no quiero que un nuevo post le quite protagonismo a mi condena más firme contra la detención de Jorge Fernández Era, que acabo de hacer pública hace unos minutos. Tu texto es clarificador y lo considero muy útil para seguir ofreciendo claridad hacia muchos que aun mantienen la fe ciega en un sistema que evidentemente ha traicionado las bases mismas de lo que un día pudo llamarse Revolución Cubana.
Amigo, como bien dices, no fue nisiquiera, una victoria pírrica
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