La Novena Cumbre de las Américas, organizada por el presidente Biden la semana pasada en Los Ángeles, estaba en problemas incluso antes de que se convocara. La planificación fue errática, sin un tema claro o una agenda establecida hasta el último minuto. Las invitaciones se enviaron solo unas semanas antes del evento, retrasadas debido a una controversia pública sobre si se incluiría a Cuba, Nicaragua y Venezuela. Al final, no fueron invitados.
Altos funcionarios estadounidenses insinuaron desde el principio que la Cumbre estaría restringida a «líderes elegidos democráticamente». Eso provocó el rechazo de varios latinoamericanos, entre ellos el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador. Aunque la nación anfitriona es quien envía las invitaciones a la Cumbre, algunos latinoamericanos consideraron la decisión de excluir a los tres gobiernos como un abuso de las prerrogativas del anfitrión.
Para apaciguar a López Obrador y otros que expresaron preocupaciones similares, la Casa Blanca jugó con la idea de invitar a Cuba a enviar un funcionario de menor nivel o participar como observador. No es sorprendente que Cuba rechazara esta invitación de segunda clase incluso antes de que se la ofrecieran. López Obrador se negó cortésmente a asistir a la Cumbre y envió en su lugar a su canciller. Los presidentes de Honduras, Guatemala y El Salvador también declinaron. En la Cumbre, otros jefes de estado criticaron abiertamente a Washington por no invitar a todas las naciones de las Américas.
La migración irregular fue un tema principal, pero entre ellos, los países excluidos y aquellos cuyos presidentes se quedaron en casa representaron el 69% de los migrantes encontrados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estado Unidos en abril: casi 180,000 personas. Intentar formular una estrategia para detener la migración irregular sin involucrar a los gobiernos de los países de origen de los migrantes es una receta para el fracaso.
Otras temáticas de la agenda de la Cumbre —la protección del medio ambiente y el cambio climático, la salud pública, el crimen organizado— también son problemas transnacionales que no pueden abordarse eficazmente de manera unilateral. Ahí radica la falla en la disposición wilsoniana de Biden de comprometerse solo con las democracias. A veces tienes que comprometerte con gobiernos que no te gustan para poder lidiar con problemas urgentes. El presidente Obama entendió esto; durante sus últimos dos años en el cargo, su administración firmó 22 acuerdos bilaterales con Cuba en temas de interés mutuo. Trump cortó el compromiso diplomático real con Cuba, y Biden aún no lo ha reanudado en ningún tema además de la migración.

Intentar formular una estrategia para detener la migración irregular sin involucrar a los gobiernos de los países de origen de los migrantes es una receta para el fracaso. (Foto: Télam)
Biden tiene una fe de larga data en la democracia. Al igual que el presidente Woodrow Wilson antes que él, cree que Estados Unidos tiene la misión de apoyar y fomentar las democracias en el extranjero. Para promover esa causa, convocó una Cumbre por la Democracia en diciembre de 2021, con delegaciones de más de cien países (excluyendo nuevamente a Cuba, Nicaragua y Venezuela, junto con El Salvador, Guatemala, Honduras y Bolivia). Allí, anunció nuevos programas de asistencia exterior destinados a promover la democracia en todo el mundo. «La democracia necesita campeones», dijo en la sesión de apertura, y calificó su defensa como «el desafío definitorio de nuestro tiempo».
El compromiso de Biden con la democracia es loable, pero Washington siempre ve la democracia a través del prisma de su propio interés.
No es casualidad que los tres países que Washington excluyó de la Cumbre de las Américas estén gobernados por gobiernos autodenominados de izquierda. Biden, después de todo, es un político que alcanzó la mayoría de edad en el apogeo de la Guerra Fría, cuando Washington racionalizó las alianzas con los autoritarios de derecha como necesarias para luchar contra el comunismo. Brasil, Colombia, El Salvador y Haití, gobiernos de derecha con credenciales democráticas cuestionables, líderes autoritarios y malos antecedentes en materia de derechos humanos, fueron invitados a la Cumbre de las Américas.
La controversia en torno a la exclusión de Cuba, Venezuela y Nicaragua recuerda inquietantemente a la controversia sobre la exclusión de Cuba de la Cumbre de 2012 en Cartagena, Colombia. En ese entonces, los jefes de estado latinoamericanos regañaron públicamente al presidente Obama por insistir en que se excluyera a Cuba, y advirtieron que boicotearían la próxima Cumbre a menos que se invitara. Esa rebelión contra el liderazgo estadounidense contribuyó a la decisión de Obama de comenzar a normalizar las relaciones con La Habana en 2014. ¿Biden sacará una lección similar?
En todas las Cumbres desde la primera en 1994, el presidente estadounidense ha exaltado las virtudes de la cooperación, asegurando a sus homólogos latinoamericanos que Estados Unidos quiere una nueva sociedad basada en la igualdad. Pero la perenne demanda de Washington de que se excluya a Cuba, a pesar del abrumador consenso latinoamericano en sentido contrario, desmiente ese hermoso sentimiento. Para los latinoamericanos, la exclusión de Cuba, Venezuela y Nicaragua es un símbolo de la continua «presunción hegemónica» de Washington, como lo expresó el académico Abraham Lowenthal.
Al anunciar su decisión de saltarse la Cumbre, López Obrador calificó la insistencia de Washington en controlar la participación como «una continuación de la vieja política de intervencionismo [y] de falta de respeto por las naciones y sus pueblos».
El problema de Biden es que Estados Unidos ya no disfruta del dominio político o económico que le permitía dictar los términos de las relaciones hemisféricas, y los latinoamericanos no están dispuestos a aceptar simplemente las prioridades de Washington como propias. Reconstruir el liderazgo de EE. UU. en el hemisferio requerirá que consulte con sus vecinos y los escuche genuinamente en lugar de ordenarles. De vez en cuando, será necesario que dé el paso desconocido e incómodo de ceder ante ellos.
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Publicado originalmente en Responsible Statecraft y traducido con permiso del autor.
11 comentarios
A pesar de sentirme apabullado ante el curriculum mostrado por el Autor,con el mayor respeto y la aun mas grnde humildad,me atrevo decir mi punto de vista,que siempre ha sido el mismo : la izquierda se conformaria con las dictaduras tipo cuba,nicaragua,venezuela, o,se conformaria con gobernantes corruptos e ineficaces ?? Hasta las cuatas del discurso “antimperialista ” ?? Que mperialismo es ese que mntiene a paises enteros que si se les dejaran solo,se comerian uno a los otros sus habitantes ?? El pais del Imperio aloja a mas de 10 millones de ilegales mexicanos y las remesas mexico se vuelven parte importante de su Ingreso total….que decir de cuba,que exporta a sus ciudadanos para vivir de las rentas ?? En fin,el cuento es largo y ya aburre….pero si los izquierdistas decentes alzaran la voz y condenaran al ostracismo a los paises totalitarios,reclamaran derechos para sus ciudadanos,la cosa seria distint…por e momento,al “Imperialismo” del que todos disfrutan,se quedara solo como unico que reclama derchos para los desgraciados rehenes de los regimenes totalitarios !!!! La izquierda mundial,es ,sin duda,complice de los verdugos totalitarios….Gracias profesor,por dejat que eafirme mis convicciones,aunque se que no se molestara en leerme,hace tiempo otro “izquierdista” me catalogo : “Gusano” y…a los gusanos ,no se les lee !!!
La mayor dictadura del mundo es la de EE.UU.
sin ofenderse,pero ese concepto lo descalifica como persona seria…Gracias.
Es a la dictadura que todos quieren emigrar incluso ustedes los mexicanos, porqué será señor Ramón Izquierdo Delgado ?
Muy de acuerdo con Ramon izquierdo, pues olo personas muy confundidas por la propaganda pueden ver en USA una democracia que tiene el derecho a dictarle a los demas como deben gobernarse y que sistma politico y economico es aceptable para que ellos no le “lleven la democracia” a sus paises. O como dice Manuel, la dictadura a la ue todos quieren emigrar. Si, porque sus paises estan gobernados por politicos que le entregan el pais a las corporaciones norteamericanas y le pagan ominosos intereses al Fondo Monetario a costa de sus trabajadores y todos quieren huir porque no se puede vivir sin atencion medica, sin comida y bajo precarios techos de Zinc. ?Cuantos dictadores fuero impuestos en la America por los USA? Por eso, cuand se invadio de mnera ilegal y criminal a Irak, se decia: Be nice to Ameroica or we’ll bring democracy to your country>
bueno,,a ramon,lo perdono,el quiere ser diferente y que se note,aunque sea diciendo disparates de “rebelde sin causa” y ademas,no vive en el pais que odia y eso dice algo loable en el..Pero a usted no lo perdoo,pues el odio le nubla su percepcion de lo real.Los EEUU son tan antiguo como mexico,brasil,argentina,etc,etc…los problemas no resultos de los paises no pueden ser acacados a los EEUU,pero es mas facil hacerlo.Sin duda usted odia a los EEUU y sus simpatias,sospecho por donde van….Si usted no ve democracia en la sociedsd norteamericana,donde la vera ?? Claro,estamos hablando en un mundo real,no se habla de poesia…donde haay dmocrcia,donde se respeta el estado de derecho,donde es fuerte la sociedad civil ??
Supongo que para ser coherente con lo que dice, no haya ido jamas a ejercer su voto en las elecciones del pais donde inexplicablemente vive.
Sacando la cuenta de que usted es cubano supongo que la experiencia de votar por un gobierno o un gobernante le sea totalmente desconocida.
Esta IX Cumbre estuvo signada por la impericia de sus organizadores que dio lugar a la inasistencia de varios líderes a partir de que no fueron invitados los tres paises que incumplen diafanamente la Carta Democrática. Al final esos paises fueron definitivamente excluidos, como creo que debió haber sido y el resto de los treintitantos paises decidió asistir con el nivel de representación que soberanamente quiso, exponiendo en sus discursos lo que quisieron decir al respecto y firmando o no los acuerdos estratégicos que se tomaron, en un marco de soberanía y democracia que la Cumbre permitio en su escenario oficial.
No pueden compararse paises que hacen farsas de elecciones de un solo candidato o con varios con minima representatividad y máxima subordinación al poder reinante, curiosamente todos de “izquierda” con otros que si respetan y aceptan elecciones libres aunque en sus gobiernos asuman posiciones impositivas, discriminatorias, etc.
No me queda muy claro si Cuba rechazó la propuesta de asistir con una delegación de menor rango. Por un lado, sería lógico, aunque no se haya visto su reacción airada clásica por su ADN solariego y su concepto de nación ombligo del mundo; por otra parte no encaja su reiterado interés en participar en los debates que hubiera permitido la negociacion de AMLO que se sabia llevaba implícita la no asistencia de Diaz Canel. Eso hace confuso e incoherente la definitiva no asistencia y exclusion de Cuba, quizas asumida para no dejar colgadas de la brocha a Venezuela y Nicaragua. Diaz Canel dijo pocos dias antes del evento que EL no asistiría en cualquier circunstancias, no que Cuba no asistiría.
Pero ya eso es historia. Para los firmes antimperialistas yanquis (que no rusos ni chinos, que para eso hay matices y conveniencias), queda el consuelo de curarse en salud con la CELAC que excluye en su convocatoria a EU y a Canada, aunque nunca llegará a ser tan robusta y vital como la desprestigiada OEA y sus multiples instancias especializadas que de alguna manera han contribuido al progreso de esos treintitantos de paises, a pesar del siempre denunciado mecanismo de expoliación y sometimiento yanqui y el menos divulgado desempeño corrupto de muchos gobiernos. El propio metodo de consenso de CELAC asegura su inoperatividad y eficacia como organismo, a la medida de los NOAL, que ya no se sabe a que no se alinean.
Para los que olvidaron o eluden desconocer como terminó la era Obama en las relaciones Cuba-USA, o para decirlo mejor como fue desdibujándose, al margen del acceso de Trump, les queda pendiente asumir una posición más racional ante lo inaceptable de avalar y apoyar una dictadura.
El autor con el mayor respeto sabe de las cumbres de las Américas lo que yo se de flujo de cohetes, en mi modesta opinión ningún país donde se pisen los derechos más elementales de sus ciudadanos debe ser invitado a dicho foro más allá de la perreta que puedan armar.
Vamos a analizar un poco que habría pasado de haber invitado a los grandes “ausentes” de la Cumbre.
Primero hay que mencionar que se trata de 3 DICTADURAS bajo el dominio de 3 zátrapas que (salvo Canel que fué designado a dedo), llegaron ahí de forma legítima y después han hecho lo imposible por evitar ser removidos del poder. Desde cambios Constitucionales hasta el silenciamiento de la oposición por toda vía posible (asesinatos de reputación y físico incluídos). Son 3 Sociedades FALLIDAS 2 de ellas estuvieron en sus tiempos entre las mas avanzadas de América Latina. Hoy en día tienen sociedades sumidas en la miseria, sin esperanzas y con una altísima migración masiva.
¿Que es lo que normalmente hacen estos países en esas cumbres? Pues se dedican a hacer Cumbres paralelas para plantearse sus malcriadeces unos a otros, formar escándalo y pretender que hay una parte de la Sociedad que no es escuchada o mandan a sus “diplomáticos” con instrucciones claras de estorbar de cualquier manera posible cuando se está diciendo la verdad sobre ellos. Por ahí hay varias ejemplos de misiones “diplomáticas” cubanas haciendo lo que mejor saben: ¡Escándalos!
Por eso creo que está muy bien que los hayan dejado fuera. Ya no se trata de que se pueda lograr un acuerdo en alguna materia con ellos. Se trata de que van a las Cumbres a entorpecer lo mas posible los resultados.
Los presidentes que decidieron no ir a la Cumbre para apoyar a los dictadores han de saber que no se puede estar bien con Dios y con el Diablo. Hay que escoger bando y ser coherente con eso. La influencia que pueda perder EEUU en los países del area como consecuencia de su desición no es mas importante que su compromiso con la democracia. Hago la salvedad que esto podria extenderse a muchas otras Dictaduras en el Mundo de las que ellos son amigos. Dictadura es Dictadura sea quien sea.
El autor tiene un magnífico CV, pero justo por gente como él es que cada día se cree menos en los CVs extravagantes. Tener un gran CV, no es garantía de pensamiento coherente en contra de las Dictaduras. Para muestra un botón.
La proxima vez pueden invitarlos y cuando lleguen los llaman y les dicen “comen y se van” como le dijo Fox a castro que solo atino a balbucear como un ninno cogido en faltas.
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