Constitución, represión y ciudadanía

Todos somos hijos de la patria (Museo Nacional de Bellas Artes)

I

Constitución

La Constitución cubana del 2019 contiene una contradicción irreconciliable entre determinados derechos que reconoce a la ciudadanía y dos artículos que son esgrimidos por la burocracia gobernante para no permitir que tales derechos sean ejercidos.

La incongruencia fue pública tempranamente. Recordemos la expresión de José Luis Toledo Santander -presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP)- cuando, en una intervención televisada, ante la propia Asamblea y durante el proceso de debate del proyecto de Constitución, afirmara: «la Constitución no le puede trazar directrices al Partido».

Así lo estipula el controvertido artículo 5: «El Partido Comunis­ta de Cuba, único, martiano, fidelis­ta y marxista-leninista, vanguardia organizada de la nación cubana, sustentado en su carácter demo­crático y la permanente vinculación con el pueblo, es la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado (…)».

En aquel momento dediqué al tema un artículo, «El talón de Aquiles», donde exponía que el referido proyecto tenía un punto que se convertía en su principal debilidad: «Es quizás de lo menos visible pues no se trata de una parte específica del articulado o la estructura y sí de una cuestión conceptual que ronda el campo de lo filosófico y atraviesa el Proyecto en su totalidad: la actitud del Partido Comunista de Cuba ante un pretendido Estado Socialista de Derecho».

El talón de Aquiles

El imperio de la ley solo puede existir en el caso de que todos los ciudadanos e instituciones tengan las mismas posibilidades de ser protegidos por las leyes que de ser castigados por ellas si las incumplen. Al dejar entonces a una institución como el Partido Comunista fuera de esta posibilidad, creamos una especie de demiurgo político que escapa al imperio de la ley, ya que se sitúa por encima de ella.

Aquella preocupación demostró muy pronto tener fundamentos. El 16 de diciembre de 2019, el ministro de Educación Superior, José Ramón Saborido Loidi, que intervenía en una emisión de la Mesa Redonda, levantó un ejemplar de bolsillo de la Constitución que se había aprobado apenas unos meses atrás e invocó el artículo 5 para apoyar las declaraciones de su viceministra primera, que había desatado una ola de críticas y una carta pública -firmada inicialmente por catorce intelectuales y luego por miles de personas-, motivadas por un texto en el que dicha funcionaria justificaba la discriminación por razones ideológicas en los claustros universitarios. La actitud de ambos dirigentes era anticonstitucional, pues desconocían el carácter público y no discriminatorio por ley de la enseñanza en Cuba a todos los niveles.

El ministro de Educación Superior invoca la Constitución de 2019 en apoyo a la actitud discriminatoria enunciada por su viceministra en un artículo publicado hacía poco tiempo (Foto: TVC). Si quiere leer el texto en cuestión, aquí puede encontrarlo (http://www.cubadebate.cu/especiales/2019/08/20/ser-profesor-universitario/comentarios/pagina-2/)

Desde entonces, cualquier inconformidad, crítica o demanda en pro de una democratización de la política y el sistema electoral cubanos -muchas se hicieron en el proceso de consulta popular- son demeritadas por ideólogos y políticos oficiales que se refugian, además de en el susodicho artículo 5, en dos argumentos: primero, que el artículo 4 del texto constitucional establece que «El sistema socialista que refrenda esta Constitución, es irrevocable»; segundo, que la Constitución fue aceptada por una mayoría significativa de la población con derecho al voto y eso la legitima.

Considero discutibles ambos argumentos. Sobre los contenidos pétreos, o cláusula de intangibilidad, escribí el texto «Crónica de un meteorito», en el que analicé el contexto que condujo, en mayo del 2002, a la convocatoria del gobierno para una iniciativa de modificación constitucional. Entre las inconsistencias de aquella invitación estuvo el hecho de que el voto no fue secreto, sino plasmado en libros abiertos en 129 mil 523 puntos de firmas, la mayoría en cada CDR del país.

Tampoco se exigió, como ahora, que las firmas para encaminar una iniciativa de esa índole fueran registradas ante notario. No se produjeron debates ni explicaciones de juristas y especialistas en derecho constitucional que advirtieran a la ciudadanía qué repercusiones futuras tendría el hecho de incluir contenidos pétreos en la Ley de leyes. Ni siquiera se habló de contenidos pétreos.

Fue una convocatoria política. La gente entendía que se le pedía apoyar al socialismo como sistema y firmó. En tres días, 8 millones 188 198 personas mayores de 16 años, según cifras oficiales, rubricaron en respaldo a la iniciativa de modificación constitucional.

Crónica de un meteorito

En 2019, diecisiete años más tarde y en medio del proceso de reforma total de la Constitución, pudimos comprobar que el agotado modelo de socialismo burocrático se amparaba en la cláusula de intangibilidad para eternizarse. Estas fueron algunas de las valoraciones que hice a la sazón:

«Los representantes de ese modelo no aceptaron numerosas propuestas generadas en la consulta popular que abogaban por un socialismo verdaderamente participativo, con mayor control sobre los cargos públicos. Los que así opinaron no rechazan la inclusión de la propiedad privada y cooperativa, pero necesitan mayor comprometimiento con el cambio y palpables resultados económicos, reforma general de salarios y unificación monetaria.

Dado que es imposible conseguir trasformaciones reales en la esfera económica y social sin formular asimismo cambios políticos, la lección es harto elocuente, y dramática: a quienes clausuramos en verdad el camino fue a nuestros hijos y nietos. Muchos de ellos no habían nacido en el 2002 o no tenían edad para firmar, pero ahora tienen que acatar una decisión que los afecta.

 Otras preguntas pueden ser esenciales: ¿Cuántos de los firmantes ya no viven?, ¿cuántos viven fuera de Cuba?, ¿cuántos desean residir en otro país?, ¿cuántos, de haber sabido la implicación futura, estarían dispuestos a retirar su firma? Ahora, en tiempos de la red de redes, son indagaciones que se pueden realizar».

Respecto al argumento que emplaza la legitimidad de la Constitución en el voto mayoritario de la población cubana, tengo los siguientes criterios: 1) en el proceso de consulta previo, los medios oficiales solo presentaron el punto de vista de la burocracia política e impidieron que el debate que se suscitó en las redes sociales, y que contó con análisis informadísimos de especialistas, juristas, historiadores, economistas, entre otros, fuera de dominio público y permitiera una mayor y más profunda reflexión popular. Así lo apunté en el artículo «Mundos paralelos». 2) Que Cuba debe actualizar no solo su economía, sino modernizar su proceso de votaciones. El mismo continúa en condiciones que no garantizan una confiabilidad mayor que el lápiz y la boleta de papel. 3) Si la cantidad de personas que apoyan una decisión electoral fuera siempre sinónimo de una buena decisión, no podríamos criticar, por citar un ejemplo, a Jair Bolsonaro, elegido por el voto mayoritario en Brasil.

Mundos paralelos

La contradicción irreconciliable que existe entre los derechos que enuncia la Constitución del 2019 y la imposibilidad de ejercitar los mismos a partir de la invocación de los artículos 4 y 5, se percibe con nitidez en la violación del plazo que su disposición transitoria decimosegunda estipula: «La Asamblea Nacional del Poder Popular, en el plazo de dieciocho meses de entrada en vigor de la Constitución, aprueba las modificaciones legislativas requeridas para hacer efectivo lo previsto en su Artículo 99, referido a la posibilidad de los ciudadanos de acceder a la vía judicial para reclamar sus derechos»[1].

De acuerdo a esta disposición, y por mandato constitucional, todas las leyes que influyen en el ejercicio de los derechos constitucionales debían haberse dictado ya, pues ha trascurrido poco más del plazo estipulado, si contamos que la Constitución entró en vigor en abril del 2019.

Es cierto que la pandemia ha creado graves dificultades en el funcionamiento de la ANPP, pero ni siquiera se reporta que los diputados estén estudiando -por teletrabajo- documento alguno sobre el asunto. Todavía queda la sesión ordinaria de diciembre, pero estamos casi en noviembre y el tema es demasiado peliagudo como para restringirlo a un brevísimo tiempo de análisis. 

A pesar de que es un mandato constitucional, aún esperamos porque los derechos y garantías sean «habilitados jurídicamente para defenderlos y concretar el Estado de Derecho», afirma el Dr.C René Fidel González García, profesor expulsado de la Universidad de Oriente de manera ilegal y arbitraria.

Esa demora injustificada es peligrosa, pues la sociedad cubana se encuentra hoy en una crisis extrema potenciada por diversos factores: la mala administración de la economía por la misma clase política que lleva décadas haciéndolo; el aplazamiento de un proceso de reformas aprobado hace más de diez años; la dolarización de una parte significativa de las ofertas en medio de una escasez generalizada, que enfatiza las diferencias sociales entre los que poseen dólares y los que no; la agudización extrema del bloqueo, la hostilidad y las presiones financieras por parte del gobierno de Donald Trump; las tensiones derivadas de la pandemia global y el choque que derivará de la inminente unificación monetaria, paso necesario, pero que se dará en el peor de los momentos posibles por haber sido postergado una y otra vez.

Este complejísimo contexto, de no eliminarse los factores condicionantes mencionados arriba -o al menos varios de ellos-, podría derivar en un escenario de confrontación que entenderíamos lógico si se tratara de un país capitalista, pero que en Cuba, donde el sistema de Partido único ha creído posible un pensamiento único, será presentado, como habitualmente se hace, cual una agenda financiada desde el extranjero con el fin de subvertir el sistema.

Entonces, la grave contradicción implícita en la Ley de leyes y la no habilitación de los derechos y garantías, podría desencadenar una escalada de represión sin que los ciudadanos estuvieran protegidos legalmente. 

II

Represión

Es absolutamente legal que los estados se protejan de una oposición organizada y financiada desde el exterior. Varios argumentos para fundamentar esa aseveración ofrecí en el artículo «Castigar y proteger». En el caso de la Isla, con mayor razón, la hostilidad tradicional de las administraciones norteamericanas, reforzadas por el actual presidente, le confiere absoluta validez a una legislación que penalice a quienes se presten a recibir órdenes y financiamiento de EE.UU. para oponerse al gobierno que, guste o no, es el legalmente establecido.

Castigar y proteger

Y ahí entrarían a desempeñar un rol estratégico los órganos de Seguridad del Estado, cuya naturaleza encubierta y los resultados que tuvieron en otros tiempos para infiltrar a grupos de la CIA y conspiraciones dentro de Cuba con base en el Norte y en otros países los hizo famosos. Pero desgraciadamente no es la economía lo único que muestra señales de decadencia. En el referido artículo razonaba:   

«¿Qué ocurre con nuestros órganos de inteligencia? Tenidos por muchos entre los mejores del mundo, parecen jovencitos inexpertos en un juego peligroso por lo que supone esta época, en que las redes sociales visibilizan, a través de fotos y videos, su actuación.

Apostados a las puertas de determinadas viviendas para impedir el libre movimiento de personas que no están sujetas a proceso legal alguno […] o saliendo de hogares donde han ido a “conversar”; son retratados, las chapas de sus motos o autos reveladas y, a veces, incluso los nombres, apellidos, seudónimos y cargos en el aparato de inteligencia. Si los fundadores del antiguo G-2 resucitan, creo que se suicidan de la vergüenza».

Por algún tiempo fue posible hacer creer a la opinión pública que toda oposición en Cuba carecía de raíces propias y solo cumplía órdenes. Ya no es verosímil esa perspectiva. Muchos de los que hacemos análisis políticos críticos e independientes sobre la realidad cubana hemos recibido con facilidad la etiqueta de mercenario del imperio y otros calificativos como para que seamos ingenuos al respecto.

La cuestión no es que rechacemos el socialismo, sino que cada día que pasa los que dirigen el país se ubican, en la práctica, más lejos de ese sistema y pretenden silenciar por igual a los que desean una vuelta al capitalismo y a los defensores de un socialismo democrático.

La unanimidad nunca existió entre nosotros, pero ahora es posible verificarlo por la entrada de internet y el papel de las redes sociales. Numerosas personas aspiramos a trasformaciones económicas y políticas profundas, sin las cuales la nación está condenada al inmovilismo y a una crisis eterna. Por otra parte, la propia Constitución del 2019 garantiza libertades de expresión, movimiento, asociación y manifestación pacífica.

En opinión del abogado cubano José Ángel García Veloso, residente en la provincia de Ciego de Ávila: «Someter a las personas a una ideología determinada es incorrecto; hacerlo por medio de las leyes, peor; en contra de las leyes, utilizando para ello la fuerza pública, es un crimen. La libertad de expresión consiste, precisamente, en poder manifestar lo que es contrario al criterio general u oficial; para cantar vivas no se necesita libertad alguna».

La cuestión entonces es que no se trata de tener derecho a ser iguales, sino de tener el mismo derecho a ser diferentes. Por esa razón me preocupa sobremanera, como intelectual y como ciudadana, el modo en que se reprime a los grupos de oposición y a las personas que han decidido manifestarse pacíficamente en nuestro país. Así lo expresé en los artículos «Segundas lecturas de una decisión», y «El tiempo que vivimos en peligro».

Segundas lecturas de una decisión

La función de los órganos de seguridad, a mi juicio, debería orientarse a develar tramas conspirativas, recabar pruebas concretas y verificables de la subordinación a un gobierno extranjero y presentarlas a los órganos judiciales competentes para que estos instruyan los casos respetando todas las garantías del debido proceso.

El tiempo que vivimos en peligro

Eso no es lo que está ocurriendo en Cuba. Estamos cansados de ver a personas que son llevadas a interrogatorios forzados, arrastradas por la fuerza, retenidas horas o días sin comunicación con su familia o con abogados, a las que les son incautados sus celulares y otros medios, para ser liberados después sin acusaciones ni proceso legal en su contra. El límite que existe entre la Seguridad del Estado y la violencia o terror de Estado es precisamente el respeto a los procedimientos y normas legales por parte de los órganos de seguridad.

La violencia o terror de Estado consiste en la utilización de métodos ilegítimos por parte de un gobierno, orientados a producir miedo o terror en la población civil.

El artículo «El terrorismo de Estado como violación a los derechos humanos. En especial la intervención de los agentes estatales», de la autoría de Raúl Carnevali Rodríguez[2], fundamenta que a través del Estado se pueden cometer delitos y menciona entre ellos a «Organismos del Estado o grupos paraestatales que actúan sin contrapesos institucionales -asegurando así su impunidad-, imponiendo su autoridad a la ciudadanía, a través de actos violatorios de los derechos humanos, pues es vista como una especie de factor de riesgo que es preciso controlar».

Puede afirmarse que en Cuba se manifiesta claramente lo que Carnevali Rodríguez denomina «grupos paraestatales». Es decir, aquellos «que actúan sin contrapesos institucionales». Solo basta apreciar el modo en que son convocadas y estimuladas personas que por su carácter civil no poseen prerrogativa alguna, con el fin de golpear, gritar, ofender e impedir el libre movimiento de los opositores, y que estas personas actúan violando la ley impunemente ante la mirada de los oficiales de la Seguridad del Estado que desconocen así, entre otros artículos de la Constitución, al 47: «Las personas tienen derecho al libre desarrollo de su personalidad y deben guardar entre sí una conducta de respeto, fraternidad y solidaridad».

La violación fragrante y pública de la Constitución, comprobada en la demora en habilitar los derechos que ella declara, y en el trato que se da a los que deciden ejercitar la libre expresión y la manifestación pacífica como modo de disentir, debe influir en que la ciudadanía asuma un rol más activo y comprometido con el texto constitucional que fue aprobado el pasado año. 

III

Ciudadanía

El revolucionario marxista Antonio Gramsci, que perdió la salud en una cárcel fascista de Italia de donde salió para morir, nos dejó un reclamo que personificó con su ejemplo: «Quien verdaderamente vive, no puede dejar de ser ciudadano y partisano. La indiferencia y la abulia son parasitismo, son cobardía, no vida. Por eso odio a los indiferentes».

Soy de una generación que fue educada en el rechazo a la injusticia. Desfilamos contra la guerra imperialista en Vietnam. Condenamos las matanzas de Soweto y Sabra y Chatila. Gritamos de horror ante los crímenes de las dictaduras militares en Latinoamérica. Miles lucharon en una guerra lejana como la de Angola…

Ese internacionalismo revolucionario venía de una tradición solidaria que, en la vieja república, organizó brigadas para apoyar a los republicanos españoles, que denunció las intervenciones de EE.UU. en Nicaragua, República Dominicana y Haití. Pero, a diferencia de los revolucionarios del treinta que condenaban por igual la injusticia en Cuba y en cualquier lugar del mundo, los educados tras 1959 fuimos cerrando los ojos poco a poco a nuestro entorno, mientras los manteníamos abiertos hacia otros.

Como resultado, no marchamos en apoyo a los reprimidos en las UMAP o a los parametrados tras el 1er Congreso de Educación y Cultura. Permitimos, y/o participamos en actos de repudio donde fueron golpeadas y ofendidas muchas personas que decidieron residir fuera de Cuba. Hemos llegado a naturalizar el uso de fuerzas de choque formadas por ciudadanos que deciden mantener dentro de sus viviendas a otros ciudadanos porque no les parecen suficientemente revolucionarios para que transiten, como es su derecho pleno, por las calles.

El historiador romano Tito Livio decía en sus discursos una frase que retomaría Maquiavelo siglos más tarde: «La patria se debe defender siempre con ignominia o con gloria, y de cualquier manera estará defendida». Se equivocaba: si la Patria se defiende con ignominia, se la ofende. Y es ignominia gritar, humillar e injuriar al que piensa diferente y quiere reivindicar sus derechos contenidos en una Constitución que, por muchas limitaciones que tiene, los consagra.

Pero no solo incurre en descrédito el que se presta a participar en esos actos viles, sino igualmente el que observa sin tomar una postura cívica al respecto.

Por suerte, la posibilidad de contrastar opiniones en los medios digitales y redes sociales va dando frutos. Así veo con satisfacción que importantes intelectuales comprometidos con el proceso revolucionario han manifestado una crítica a los hechos de represión ocurridos hace pocas semanas. Carlos Alzugaray, analista político y por muchos años diplomático, apoyó en su muro de Facebook la postura de la profesora y psicóloga, Carolina de la Torre, que rechazó los actos de repudio. Estas fueron las palabras de Alzugaray:

«Nuestra Constitución proclama que Cuba es un estado de derecho socialista. Pues, entonces, hay que cumplirlo. Cuestión de principios y ética. Pero también es una cuestión de claridad y probidad política. La imagen que estos hechos y otros más proyectan es de intolerancia hacia las opiniones críticas. No es la imagen que más conviene y está en interés del país. Es necesaria una reflexión y una rectificación. Con todo el respeto para todos los involucrados».

Muchos pensamos así. Vivimos momentos complejos en Cuba. La Constitución del 2019 fue elaborada por una comisión que perpetuó un modelo político que contradice en la práctica una gran parte del articulado que garantiza los derechos de las cubanas y cubanos. La ciudadanía aprobó con su voto un Estado Socialista de Derecho, pero solo en la letra; en la práctica y en el espíritu se mantiene un Estado Partidista de Derecho.

Esa situación, vinculada con el escenario actual, propicio para que se produzcan hechos de confrontación, con la consiguiente respuesta de los órganos de Seguridad del Estado y sin la habilitación de los derechos y garantías ciudadanas, requiere de madurez y compromiso por parte de la ciudadanía. Debe ser obligación nuestra exigir a la ANPP la habilitación de los derechos y garantías a que están obligados por la Constitución, reclamar a los órganos de seguridad el cumplimiento de los procedimientos legalmente establecidos y advertir que nadie está por encima de la ley. De continuarse el camino actual, las consecuencias podrían ser infaustas.

[1] Algunos de los derechos que la Constitución de 2019 garantiza en sus artículos: Art. 40. La dignidad humana es el valor supremo que sustenta el reconocimiento y ejercicio de los derechos y deberes consagrados en la Constitución, los tratados y las leyes. Art. 41. El Estado cubano reconoce y garantiza a la persona el goce y el ejercicio irrenunciable, imprescriptible, indivisible, universal e interdependiente de los derechos humanos, en correspondencia con los principios de progresividad, igualdad y no discriminación. Su respeto y garantía es de obligatorio cumplimiento para todos. Art. 42. Todas las personas son iguales ante la ley, reciben la misma protección y trato de las autoridades y gozan de los mismos derechos, libertades y oportunidades, sin ninguna discriminación por razones de sexo, género, orientación sexual, identidad de género, edad, origen étnico, color de la piel, creencia religiosa, discapacidad, origen nacional o territorial, o cualquier otra condición o circunstancia personal que implique distinción lesiva a la dignidad humana. Todas tienen derecho a disfrutar de los mismos espacios públicos y establecimientos de servicios. […] La violación del principio de igualdad está proscrita y es sancionada por la ley. Art. 51. Las personas no pueden ser sometidas a desaparición forzada, torturas ni tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes. Art. 52. Las personas tienen libertad de entrar, permanecer, transitar y salir del territorio nacional, cambiar de domicilio o residencia, sin más limitaciones que las establecidas por la ley. Art. 56. Los derechos de reunión, manifestación y asociación, con fines lícitos y pacíficos, se reconocen por el Estado siempre que se ejerzan con respeto al orden público y el acatamiento a las preceptivas establecidas en la ley. Art. 55. Se reconoce a las personas la libertad de prensa. Este derecho se ejerce de conformidad con la ley y los fines de la sociedad.

[2] Constitucionales, vol. 13, no. 2, Santiago, 2015 , disponible en https://scielo.php

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38 comentarios

Luis Alberto 2 noviembre 2020 - 8:05 AM
Magnífica la reflexión, muchas gracias Alina por mostrarnos una vez más hacia donde nos dirigen. En un artículo reciente alguien exponía la incapacidad de la Contraloría General de la República para acceder a los registros de GAESA, o sea las FAR están por encima de la carta magna, resulta que el PCC también está por encima de la Asamblea. El primer secretario del partido es el militar con mayor graduación del ejército. Verde con puntas: Guanábana. El totalitarismo sigue tristemente asociado al socialismo.
Observador 2020 2 noviembre 2020 - 10:36 AM
Excelente artículo. Este tema medular de la supeditación de la constitución y el Estado a la voluntad de un Partido y aun peor de una casta, es de preocupación de larga data para tantos cubanos dentro y fuera de nuestra nacion. Siempre me gusta referirme a la homilia de Monseñor Pedro Meurice en la Misa Papal en Santiago de Cuba a raiz de la visita de Juan Pablo II en Enero de 1998, sin dudas la única ocasion en que por cadena nacional de TV se tocó el tema de una manera tan diafana y contundente, con una ponderada exposición de la realidad de la sociedad cubana. Cuando dirigia el pais el lider de la revolución y no existian redes. Han pasado 22 años de ese dia y tristemente comprobamos que persiste esa situación, agravada la ignonimia y el desprecio a la genuina voluntad del pueblo por el blindaje institucional y el manejo por parte del poder, a su antojo y conveniencia de la constitución y sus leyes. Con el nausebundo e indigno apoyo de aduladores, oportunistas y siervos del poder en todas las ramas y estratos de la cultura, la jurisprudencia, la educación, la economía y minuciosamente todo el engranaje vital del pais. Sumado a ello, la permanente tarea de desacreditar y estigmatizar a toda persona opositora utilizando todos los metodos posibles, impiden la identificación de la población con alguno de ellos y la generación de lideres. Claro que oportunistas y mezquinos militaron en la oposición, pero muchos hombres integros y patriotas también y los anularon en el empeño. El miedo, la desconfianza y la falta de civismo de la ciudadanía devienen las principales fortalezas del régimen. La esperanza en que la dignidad y el decoro se impongan de nuevo en Cuba no se puede perder. Tanto oprobio y abuso de poder no puede ser eterno. La sangre y el sacrificio de quienes dieron sus vidas no podemos dejarlas olvidadas. Al menos nuestras conciencias y nuestro quehacer deben permanecer alertas.
Azul 2 noviembre 2020 - 8:16 AM
Profesora : Si a alguien le quedaba alguna duda de sus cualidades ,espero que después de esto recoja y parta. Ahora bien, después de esto artículo, me imagino que hoy las directrices en ciertos lugares se refieran única y exclusivamente a atacarla, es decir, matar al mensajero. E incluso aquí,en este sitio, aparezca uno que otro de los que se llaman de mente abierta,pero en realidad están listos al ataque. Ayer , lastimosamente, se reafirmó con el resumen semanal. Toda mi vida he visto como algo natural el que se acusara de mercenarios y pagados por el "imperio y la mafia anticubana ( recurso muy utilizado por este sistema, acusar al que disiente del gobierno de estar en contra del pueblo, jugar con el patriotismo y/o nacionalismo a su favor)". Pero a la vez negarle, mediante sus mecanismos,el derecho a ganarse un salario decoroso. Ir a buscar trabajo , después de manifestar su desacuerdo con el sistema, es , cuando menos, una gestión baldía. Todos hemos sufrido eso " Oye,vinieron a verificarte al CDR ". Imagino se sume a esto las verificaciones en las redes sociales y se les dé más importancia. Hoy los CDR son una burla a la inteligencia del cubano. Pero resulta que una gran parte de las familias cubanas, producto de tantos años de este sistema, tienen integrantes viviendo fuera del país, y muchos de esos emigrados, residen al frente,en el " monstruo ". Y entonces sucede, que ud recibe la ayuda necesaria de parte de su familia, sea en efectivo o en especies, y ya le está dando la patente de Corso a los fiscales para ser acusado de mercenario, de mantenido del imperio y de ser títere de la "mafia anticubana". Pero todavía estoy por ver que esos mismos" fiscales " renieguen de los dineros que se gastan en las tiendas en MLC por parte de los llamados contrarevolucionarios.
tony 2 noviembre 2020 - 9:20 AM
Brillante.
Nelson Lopez Gomez 2 noviembre 2020 - 9:50 AM
Luis Alberto, a qué Socialismo sigue asociado el Totalitarismo? En Cuba no hay socialismo. Solo totalitarismo con vocación paternalista y no puede por fuerza de la Historia, durar mucho. La Constitución, aunque lastrada por el nefasto Artículo 5 que es su principal anti Constitución, como bien y brillantemente explica la profesora Alina es una buena Constitución. Pero como dice Pepe Mujica, las buenas constituciones que han habido solo quedan en las intenciones. No van más allá y a esta no le espera mejor suerte: Es letra muerta sobre papel y solo sirve para propaganda. El tiempo y la Historia que son el mejor juez, dirá la última palabra. Mientras, mucho sufrimiento y agonía.
Eva 2 noviembre 2020 - 9:51 AM
Excelente artículo y sus enlaces ilustrativos. Gracias siempre profesora, es Ud.muy valiente y muy acertada siempre. Hace falta una carga para matar bribones!!! Hasta cuando aguantaremos tanta demagogia y tanto descaro Maquiavélico este gobierno!Han acabado con las alegrías y armonías en millones de hogares. Entre el miedo y el tiempo buscando que se puede encontrar para llevar a sus casas no queda tiempo apenas para vivir con tranquilidad en este país Cuanta hipocresía de unos 600 comodines del PCC que muy bueno sería verlos en campos llenos de marabú sembrando viandas y hortalizas para que así parezca que les importa el pueblo. La única ley de la autoridad es el amor , dijo el Apóstol que lejanía Creciente el de su ideario con lo que están haciendo con el pueblo. La gente se está cansando, los cubanos están hartos de las mentiras de las imposiciones. Pocos en esa asamblea muestran respeto y amor a su pueblo y a su patria. Ninguno de ellos es comunista.Ni socialista son burgueses y plebeyos acomodados. Vivan como vive el pueblo, gánense ese derecho. El pueblo no está orgulloso de ellos. No hablen como pueblo porque quien reprime y abusa de la libertad y la dignidad de un solo hombre no tiene Derecho a hablar de leyes y menos aprobarlas. Dejen de buscar justificaciones que si estamos así es por lo ineptos y falsos que son!
Joaquin Benavides 2 noviembre 2020 - 10:25 AM
Estimada Alina, Una larga refleccion en la que es dificil opinar pues tratas varios temas, alguno de los cuales controvertidos y que requeririan un debate particular. Si te aseguro que hace pensar, por lo menos a mi. Es verdad, en mi opinion, que la implementacion de la Constitucion va a ¨paso de jicotea¨ tanto en sus aspectos eonomicos como los de derechos ciudadanos, que permite, entre otras cosas que el Ministro de Educacion Superior decida expulsar a un profesor sin ajustarse a derecho y solo acudiendo a un articulo de la Constitucion que no es el quien tiene derecho a interpretarlo, pues el no es un tribunal, sino solo un ministro. Pero tengo una opinion que quizas no coincida con la tuya: mientras nuestro Pais este permanentemente presionado por un vecino que es la mayor potencia militar y economica del mundo, que se arroga el derecho de de cuestionar su independencia y soberania desde hace mas de 60 anos, siempre habra un limite constitucional para que la libertad sea plena. Pensar distinto es utopia. Y mientras el enemigo real y no inventado por Cuba, piense que es posible dividirnos politicamente, intentara tener aqui un gobierno afin a sus intereses politicos. Es lo que ha hecho en todo el mundo, a las buenas o a las malas, y mientras seamos debiles economicamente no dejaran de intentarlo en Cuba. Estoy convencido que hay que perfeccionar nuestras instituciones, tambien con el famoso articulo 5 de la Constitucion, pero yo al menos, mientras viva, opinare que eso transcurra en un proceso, en que estemos seguros, que la otra parte este obligada legalmente en terminos internacionales a respetar nuestra independencia y soberania. Mientras tanto sere de opinion de que tendremos que fortalecer la economia para que nuestro pueblo vaya superando sus condiciones de vida y exigir a los gobernantes que cumplan las leyes. Liberalizarlas mas. pienso yo, dependera a mediano plazo, de nuestra fortaleza interna y de la actuacion de nuestro vecino. Tu que eres historiadora sabes que en la larga historia del mundo, solo han sobrevivido cono nacion, los que han actuado asi.
Alina Lopez 2 noviembre 2020 - 10:51 AM
Estimado Benavides, gracias por comentar. Reconozco la existencia de una relación histórica entre Cuba y EE.UU. en la que este último ha sido una amenaza para nuestra soberanía real, pero supeditar la aplicación de NUESTRA Constitución a una mejoría en la relación con el gobierno norteamericano es demostrar que jamás hemos sido independientes del Norte y que este es quien traza las pautas de la política interna de Cuba, esa sería la mayor constatación del fracaso del proceso revolucionario. Usted pide con razón que hay que exigir a nuestros gobernantes que cumplan las leyes, le pido que me explique cómo hacerlo. En la casi generalidad de los países las presiones de la sociedad sobre el Estado para obligarlo se realizan a través de vías pacíficas reguladas por ley y por tanto perfectamente legales: manifestaciones, huelgas, divulgación a través de medios de difusión, etc.; en Cuba ello no es permitido, muchas veces contraviniendo lo establecido en la ley, entonces es imposible lograrlo. No se puede cerrar los ojos a esta realidad. Saludos y afectos.
Bruno 6 noviembre 2020 - 7:34 PM
Doblemente brillante, Alina.
LeoVega 2 noviembre 2020 - 1:05 PM
Sr Joaquín creo francamente que pasar la vida entera mirando lo que hace el vecino para luego decidir cómo vivir yo, es una cobardía. Es como si mi vecino que vive a sus anchas, me tuviese coaccionado a mis hijos y estos no pueden salir de casa por el miedo. Hubiquese en lo suyo, no martirice y limite a los suyos, no le dé el pretexto para que el resto le rechace y lo tilde de dictador. Nuestras vidas están presas en esta palangana en el medio del mar hace más de 60 años y al parecer quiénes gobiernan lo hacen desde allá, hasta las elecciones de ellos nos tienen nerviosos. El emprendimiento y el conocimiento Cubano, transformó la Florida desde que miles fueron casi forzados a emigrar, aquí al parecer retornaremos al paleolítico y todo se vuelve cuento y consignas, los jóvenes preparados, para ver aque buen postor le trabajan fuera del país y todavía estamos enredados en 2 o 4 monedas y esperando la debacle económica y sanitaria entre otras muchas.
Alex Garcia 2 noviembre 2020 - 4:44 PM
El gran problema que tienen los que subscriben, en el caso cubano, la teoria de, "cambios solo si cambia el otro", es que ignora una realidad fundamental y mas visible que una Palma; ellos no tienen necesidad alguna de cambiar, mientras a nosotros, nos va la existencia en ello. Ya, como no me canso de repetir, ha quedado demostrado (Vietnam) que ellos solos vienen a la mesa de negociaciones, a conversar como iguales, cuando la situacion es atractiva. Que quede claro, no soy admirador de Vietnam, quiero para mi pais mucho mas que bienestar economico, pero debo reconocer que sus dirigentes comunistas fueron, y son, astutos y tambien patriotas, al menos hasta el punto de no tolerar que su pueblo viviera en la miseria por apego a un control mas ferreo de la sociedad, que no es otra cosa que miedo y desconfianza hacia el pueblo que dicen representar. En cuanto al desenlace, mientras mas tiempo pase, mas se alejara la posibilidad de una correccion del rumbo desde la izquierda. Cuando no paras de tensar la cuerda, esta termina rompiendose. Y ahi, escondido tras el miedo, hay mucha ira contenida. He visto de primera mano como reaccionaron los pueblos del Este de Europa; la primera correcion de rumbo es un bandazo violento hacia la derecha y, en el peor de los casos (Rusia), un bandazo aderazado con toda esa corrupcion que fermenta debajo de los editoriales triunfalistas del Granma; o ya se nos olvido quien era Yeltsin en tiempos de la URSS? He visto con mis propios ojos como, de la noche a la manana, muchos de los mas "intransigentes" y puritanos "cuadros", se convertian en los nuevos barones del sistema que decian aborrecer, utilizando, desvergonzadamente, los fondos malversados, las influencias, la informacion y los contactos acumalados durante anos de "fiel" servicio a la causa. Tambien he visto como miles de cubanos educados durante La Revolucion, pioneros y antiguos militantes, con vidas de Escuelas al Campo y Trabajos Voluntarios a las espaldas, desarrollaron una aversion tan grande por lo que dejaron atras . En cuanto cruzan fronteras no les puedes volver a hablar de pertenecer a un sindicato o una asociacion vecinal aunque, ahora si, sea lo mas conveniente para ellos. Alguien comentaba ayer que no le gustaria ver cambios que tengan lugar fuera de la "institucionalidad', por los peligros que, segun el, esto entranaria. Yo me pregunto; cuando los canales solo funcionan de arriba hacia abajo; cuales, aparte de emigrar, y la nacion sigue desangrandose de muchos de sus mejores hijos que en su mayoria no retornaran , son las soluciones a mano?
Jagger Zayas Querol 2 noviembre 2020 - 10:35 AM
Pls, revisar papelera para publicar
Jagger Zayas Querol 2 noviembre 2020 - 10:17 PM
Por favor, continuan yendo hacia la papelera comentatcom que se quedan sin publicar. Pensé que el cambio de formato de LJC también resolveriaede problema, pero evidentemente, no. Si fueran amables y revisaran la papelera...
Cuba: Constitución, represión y ciudadanía - CódigoAbierto360° | CódigoAbierto360° 2 noviembre 2020 - 12:04 PM
[…] La contradicción irreconciliable que existe entre los derechos que enuncia la Constitución del 2019 y la imposibilidad de ejercitar los mismos a partir de la invocación de los artículos 4 y 5, se percibe con nitidez en la violación del plazo que su disposición transitoria decimosegunda estipula: «La Asamblea Nacional del Poder Popular, en el plazo de dieciocho meses de entrada en vigor de la Constitución, aprueba las modificaciones legislativas requeridas para hacer efectivo lo previsto en su Artículo 99, referido a la posibilidad de los ciudadanos de acceder a la vía judicial para reclamar sus derechos»[1]. […]
Luis Enrique 2 noviembre 2020 - 1:49 PM
Estoy convencido de que necesitamos otro tipo de diputados en la asamblea. Verdaderos diputados. Cubanos interesados en el bien común, en lo bien hecho y no en hacer loas a la dirigencia o a ideología alguna. Ojalá tuviéramos al menos una Alina allí...
Livio Delgado 2 noviembre 2020 - 3:00 PM
Le reconozco esa capacidad suya muy reconfortante de sacar a la luz los temas más controversiales y casi siempre menos cuestionados de la encrucijada Cubana actual, usted ya nos precisó que el socialismo burocrático estaba acabado ahora nos introduce en la dicotomía discursiva de la constitución es de todos, pero el pensamiento político valido es solo uno. Le voy a dar mi opinión personal y quizás no esté de acuerdo, lo del partido único y plenipotenciario es la forma que el grupo de los históricos encontraron para implantar desde la institucionalización del país allá por los 70 y sin fecha de caducidad una dictadura del proletariado, que desde hace mucho tiempo no creo tenga proletarios alguno en el poder, y aceptemos como proletario las persona que no dispone de medios propios de producción y vende su fuerza de trabajo a cambio de un sueldo o salario, me gustaría ver una foto de alguno de los “altos proletarios en el poder” forrajeando comida para alimentar a sus hijos y nietos. Sobre eso que usted llama contenidos pétreos, y la irrevocabilidad del socialismo es la forma de asegurarse que como dijera Fidel han de mantenerse únicos como única forma de sostenerse absolutos en el poder, la única solución a la Cuba actual ha de llegar cuando se tenga más de una opción de posible gobierno, y por ende se tenga que rendir cuenta periódicamente por el resultado de tu decisiones como gobierno y desgraciadamente José Luis Toledo Santander tenía y tiene toda la razón al afirmar: «la Constitución no le puede trazar directrices al Partido», porque el partido o mas bien ese grupo de octogenarios y nonagenarios que tienen el poder real desde el partido nadie les cuestiona lo que hagan en su feudo.
Ivette García 2 noviembre 2020 - 3:19 PM
Felicidades Alina. Como siempre, un texto oportuno, bien fundamentado y valiente. Creo que siempre que existan los EEUU como potencia mundial y estando Cuba más cerca de ellos que de Dios, la relación será difícil y Cuba siempre tendrá que estar luchando por su soberanía e imponiendo límites a su postura. Eso demuestra la historia y eso lo sabemos todos porque el anexionismo nunca ha desaparecido en nuestro patio, pero nunca ha sido preponderante. Por eso creo que es preciso acabar de invertir el catalejo. Habrá que medir también a nuestros dirigentes por la capacidad y creatividad que tengan para diseñar políticas de beneficio para el país, a pesar de los EEUU. Claro, para eso tendríamos que conocer el programa de gobierno en Cuba, que nunca hemos conocido, por lo tanto nos hemos conformado al cabo de 4, 10, 20, 60 años, con que nos digan que el enemigo externo es el responsable, y ya no solo de lo económico por el bloqueo, sino de que no podamos ser un Estado de derecho y haya democracia. !Por favor! Si casi siempre que tienen que definir prioridades, las últimas, para frustración de muchos, son las verdaderas prioridades. Con perdón de Benavides, ese rejuego político ya no nos convence, es imposible asumirlo porque significa inmolarnos. Está sumamente fácil para los gobernantes y demasiado lesivo para el pueblo. La primera responsabilidad de todo gobierno, máxime en un país socialista, debe ser cumplir la voluntad popular, transformar el país para beneficio del pueblo, de acuerdo con lo que el pueblo, que es el soberano, demanda, no de acuerdo a lo que considere adecuado una élite de poder, en la cual, por cierto, evidentemente está predominando el segmento más conservador, lamentablemente. Si la élite no concuerda con esas demandas, es la élite la que está mal puesta porque su deber es SERVIR.
Alex Garcia 2 noviembre 2020 - 4:53 PM
De acuerdo con ud. punto por punto. Ya lo he dicho antes, astucia y pragmatismo son las claves para una relacion, exitosa y conveniente, de la nacion cubana y los sres. que viven enfrente. Siempre habremos de tener un ojo puesto en ellos, pero ello no quiere decir que dejemos de vivir (en el sentido mas amplio de la palabra).
Observador 2020 2 noviembre 2020 - 5:44 PM
La inminente agresion y el permanente acoso de EU en nuestros destinos es el gran pretexto de la elite que nos gobierna para controlar su poder. Ni el Partido como tal es la fuerza motriz indispensable y derivada del decursar de nuestra historia ni la nacion cubana desaparecerá si ellos abandonan a las buenas o a las malas el poder. Sin extendernos en argumentos e incluso acogiéndonos a una simple constatación de la realidad, la vitalidad y fuerza de la identidad y la nación cubana a pesar de su breve existencia histórica han sobrevivido a las permanentes agresiones e intentos de destruirlas desde dentro y desde fuera. La cultura cubana, como expresión aglutinadora de ello, es suficiente ejemplo y bajo su sombrilla cabe tanto la expresión artistica, el pensamiento constitucionalista y el legado intelectual de nuestros patricios por citar solo algunos. Realmente no hay vileza mayor que escudarse tras el acoso estadounidense para mantener de rehen a todo un pueblo, negándole su criterio y su derecho a decidir su futuro pretextando ser su eterno interlocutor y máximo defensor. Lastima de empeño que en un inicio nació enaltecedor y demasiado pronto se enlodo de ambición, soberbia y engaño.
TERE 2 noviembre 2020 - 7:59 PM
Creo que solo se mantendrá en el tiempo como partido único el PCC si fuera capaz de brindar bienestar material y espiritual a todos los cubanos. En 60 años no han podido. Hoy creer que podrá es cuestión de fe. Ya no vale todos los canales de tv en cadena para trasmitir el discurso oficial. Internet es visitar el mundo sin salir de casa, es leer, oír y ver casi el infinito, se consumen los megas según interés y gustos particulares. La juventud actual no es la juventud de mis tiempos. La presión política ideológica que se aplicaba en mis años de estudiante no es procedente en la actualidad, ahora hay más plazas en la universidades que estudiantes, cualquier joven con pre aprobado o similar puede optar por una carrera, aunque muchos no quieren estudiar y no quieren trabajar para el estado, en estos tiempos los muchachos manejan más dinero que los padres, con internet y los pasaportes a su alcance se independizan desde edades tempranas y palpan en carne propia otras realidades - cosa impensable para mi época-. Dra Alina a mi entender en las manos de ellos estará la irrevocabilidad o no del sistema socialista en Cuba. Al paso del tiempo los jóvenes de ahora serán los adultos No hay garantía en las letras por muy constitucionales que sean que se mantengan eternas en el tiempo.
Javier el otro 2 noviembre 2020 - 8:40 PM
Concuerdo con Teresa. Las clausulas "petreas" pueden ser revocadas. El role del PCC como esta escrito en la Constitucion puede ser eliminado. La historia muestra que muchos paises ex-socialistas un dia "apoyaban" una cosa y un mes mas tarde, la cambiaron totalmente. Si existe una masa critica que presione por estos cambios a traves de in referendo o una peticion popular, puede que comience ya. No se si tendremos que esperar a que esperar a que los pinos nuevos desplacen a los viejos para que eso suceda. Desafortunadamente, si ese "pueblo" tiene un su mira la supervivencia y las 3 comidas diarias, poco esfuerzo queda para dedicarse a otras cosas.
José Angel 2 noviembre 2020 - 9:11 PM
Teóricamente, el contenido del artículo 5 de la Constitución, no debe causar problemas al funcionamiento del Estado. El partido es guía político - ideológica, no órgano de poder estatal, no debe participar en la actividad funcional u operativa del Estado. Me voy a valer de un recurso utilizado por una profesora de Derecho Constitucional para explicar esto tal y como se concibe en la Constitución, imaginemos que tenemos un tren, este tren es el Estado, el maquinista es el Gobierno, el aparato estatal está formado por todos los miembros de la tripulación y el pueblo son los pasajeros, ahí no está el Partido, el Partido es la línea férrea, entonces el tren está montado en la línea, la línea permite ir al tren solo por ahí, pero no influye en la velocidad o el sentido del movimiento, ni en cuantos pasajeros se permite subir o bajar, o en las paradas, no influye en la operatividad del tren. Esto es teóricamente, en la práctica no sucede así, porque definitivamente el Partido sí influye en el movimiento operativo del tren, pero esto ya está fuera de la Constitución o, mejor dicho, en contra de la Constitución. En 2013 el Buró Político acordó crear un grupo de trabajo, presidido por Raúl Castro, para estudiar los posibles cambios a introducir en el orden constitucional; el 2 de junio de 2018, la Asamblea Nacional conformó con algunos de sus diputados una comisión bajo la dirección de Raúl Castro, con el objetivo de preparar un anteproyecto de Constitución, de mas esta explicar la influencia del Partido en todo esto, porque resulta evidente que todas estas transformaciones fueron gestadas en el seno del Partido. El resultado de este trabajo dirigido por el Partido, después de todo el proceso realizado, fue aprobado en referéndum por el pueblo de Cuba y quedó la Constitución que fue proclamada el 10 de abril de 2019. En este momento la Constitución, y con ella el Estado, salió de la influencia directa y permanente del Partido, cuya ascendencia se tiene que sujetar, necesariamente, en lo tocante al Estado, en guiar la discrecionalidad de sus militantes que ocupan los cargos y funciones en el aparato estatal. Esta Constitución es un pacto entre el Partido – Estado, de una parte, y el pueblo de la otra (a los juristas le explico que no me estoy afiliando a la teoría del contrato social, traigo un fin ilustrativo), el Estado que propuso el pacto y su contenido, se compromete reiteradamente a lo largo del texto constitucional a garantizar el ejercicio de los derechos comprendidos en el instrumento jurídico, al cual se adhirió la mayoría del pueblo, por tanto, está obligado a respetarlo punto por punto, toda contradicción u oscuridad debe ser resuelta en su perjuicio y en favor del adherente, en favor a la mayor protección de los derechos y libertades que consagra y a su más expedito ejercicio.
Jagger Zayas Querol 2 noviembre 2020 - 10:06 PM
Sin ánimo de ofender, es ridiculo y simplista el simil de país como un ferrocarril y el Partido la linea FÉRREA. Y deja muy mal parada a la profesora de Derecho Constitucional. Pero bueno, admitamoslo! Lo que nos viene sucediendo desde hace 60 años es que en muchas ocasiones el chucho lo han cambiado hacia diversas lineas muertas, que no llevan a ningún lado. Entonces el tren da marcha atrás y cambian el chucho para otra línea muerta y así, sucesivamente. En ese p'alante y p'atras las ruedas se desgastan y los coches se desvencijan y no llegamos a ninguna estación. Estamos en el.mismo punto. Mientras, muchos saltan del tren buscando nuevos horizontes y otros no pueden saltar porque ya no son tan jovenes y cargan con impedimenta familiar, pero el envejecimiento dentro de los vagones también hace que queden menos en el tren. El Partido nunca ha tenido una propuesta de derrotero para el país: todas han fracasado y se continua con improvisaciones como en 1968, 1976, 1986, 1994, 2000, 2007, 2010, 2019, 2020 ....2021? Y la supuesta luz de la Estación ferroviaria del 2030 poco a poco se va apagando como otras luces fantasmagoricas en todos esos años. No, el Partido no es la linea férrea, porque ni tiene línea, ni es férrea, más que para impedir otras propuestas que nunca ha querido oír. Y si diganle a esa profesra(?) de Derecho Constitucional que puede sustituir al Jefe de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos de la ANPP. Son iguales!
José Angel 3 noviembre 2020 - 6:22 AM
¡Allá va, como introducción, el alegato ad hominem! “Sin ánimo de ofender” dice el señor iluminado y superior, y ofende, en vez de tener un poco más de empatía y comprender que no todos somos sabios y que si hemos llegado hasta aquí, como estamos, es porque nunca hemos sido capaces de dialogar con respeto, sin entender que ni el dicente, ni la profesora - por lo menos ahí no se revela – son apologistas del papel del Partido; sin preocuparse por tratar de entender el fenómeno, comienza por calificarlo; pero yo, conocedor de mis limitadas capacidades intelectuales, en vez de ofenderme y ofender, tengo que saltar por encima de eso. Lo que a mí me parece equivocado, para otro no lo es, en mi proposición quedó claro, que sé que no funciona así, en ningún momento dije que estaba bien, pero esa Constitución, con su artículo 5, no nació de una mata de mangos, detrás de ese artículo 5 hay una teoría, mala o buena, que lo sustenta, que esa profesora de Derecho Constitucional, encontró esa manera “simplista y ridícula” de explicarlo a personas legas, pero comprensible, a tal punto de que hasta un idiota como yo, lo llegó a comprender. Que uno no esté de acuerdo con algo, no quiere decir que este mal, ese símil explica como argumentar que el Partido, aun con el artículo 5, no puede inmiscuirse en la operatividad del Estado, por lo menos, oficialmente; que si la línea está mal, que si conduce a destino inciertos, que si nada sirve, esa no es la discusión, por ahí no van las cosas, aunque entiendo que hay personas que no pueden comprender nada que no sea exactamente lo que ellos piensan, vivir en Cuba, todo los días te trae ejemplos. Ahora, detrás de ese razonamiento, está la estructura mental de un abogado en ejercicio, porque el Derecho positivo, o sea, el que está vigente, es parte de la realidad objetiva, cuando un abogado va a defender a una persona, cuando un abogado va a exigir el respeto a los derechos de una persona, no puede comenzar por decir, no puede ni siquiera decir, que la norma jurídica está mal, eso es un absurdo, si uno no utiliza las herramientas jurídicas disponibles para conseguir ese resultado que busca y, en cambio, comienza a decir que esas herramientas no sirven, simplemente fracasa. Los iluminados luchadores cubanos por la democracia, llevan 60 años dándole patadas al aguijón, a nadie se le ocurre rodearlo. Si me pongo a pensar que el articulo 5 impide el ejercicio de mis derechos constitucionales pierdo la oportunidad de ejercerlos; si no sitúo adecuadamente la explicación en la que se sustenta ese precepto, pues me quedo con la explicación de Saborido, que está mal, aun con el artículo 5; si comienzo por dar por sentado que el Decreto 370, es inconstitucional y que hay que derogarlo, que me impide ejercer el derecho de libre expresión, no escribo nada más en contra del criterio oficial, en mi muro de Facebook, y me acuesto a esperar que los iluminados luchadores por los derechos humanos, logren que se derogue el Decreto Ley, modifiquen la Constitución o tumben el gobierno, por 60 o por 120 años más. Por último, me importa un pepino si la profesora puede sustituir a Toledo, en definitiva Toledo, está ahí, hace no sé cuántos años, y ningún inteligente ha podido impedirlo, mientras tanto, se nos va la vida.
Carlos Alzugaray 2 noviembre 2020 - 10:13 PM
Gracias, Alina. Excelente texto. Enjundioso y argumentado.
Alina Lopez 2 noviembre 2020 - 10:25 PM
Yo no considero al Partido como vanguardia o guía ideológica, no lo es ni por su membresía, cada vez menor; ni por su competencia para orientar, claramente fallida si vemos los enormes errores estratégicos y tácticos que ha cometido a lo largo de sesenta años; y mucho menos por su insistencia en defender una postura unanimista que menoscaba y penaliza cualquier otra opinión que no sea la propia para construir una sociedad socialista.
Camacho 3 noviembre 2020 - 7:25 AM
Muy buen articulo, yo solo fuera más específico y en lugar de “ Estado Partidista de Derecho” lo llamaría “ Estado Unipartidista de no Derechos” todos los derechos los tienen y pasan por el Estado-Partido Comunista, los demás estamos desprotegidos y sin derechos.
Ramón Izquierdo 3 noviembre 2020 - 7:57 AM
Señora Alina En los países de Europa del Este anteriormente socialista, ninguno de los sectores liberales burgueses que lucharon contra aquellos regímenes, al llegar al poder hicieron una Constitución modelo, como la que usted ingenuamente quiere. El tema es que más se trató en la pasada discusión sobre la Constitución de 2019 en Cuba fue el tema del matrimonio homosexual. el borrador de dicha Constitución era en este aspecto más avanzado que la Constitución que logro votarse definitivamente, y extrañado en su artículo una mención ha dicho retroceso, cuya causa es el conservadurismo de la sociedad cubana, en contra posición a los ilustrados gobernantes. La base social del sector liberal burgués que usted representa es más conservador que la base social que sustenta al otro sector también liberal burgués que está en el gobierno. Solo le voy a poner un ejemplo: el gobierno cubano subirá el salario aproximadamente 4.9 veces a todos los trabajadores vinculado a el: funcionarios y trabajadores de empresas estatales. Vamos a ver cuántas veces sube el salario el sector liberal burgués vinculado a la propiedad privada que usted representa, veremos si es tan popular, y si ese sectorestá a favor de mejorar las condiciones de sus trabajadores, porque hablar en abstracto de una futura Constitución es muy complicado, vamos a ver los pasos que el sector vinculado a la propiedad privada da con sus trabajadores y su salario en los próximos meses, esperemos que también le suban el salario a sus trabajadores 4,9 veces de la misma forma que lo hará el otro sector. esto nos dará una pista de cómo será su comportamiento en la elaboración de una nueva Constitución si un día alcanzan el poder. Saludos y que tenga feliz día
Alina Lopez 3 noviembre 2020 - 9:50 AM
Estimado Ramón Izquierdo, infórmele al sector conservador y dogmático al que usted representa que en la discusión de la Constitución fue una comisión de personas "confiables" la que "filtró" los planteamientos realizados, por eso aseverar lo que usted afirma es riesgoso por falso, más cuando viene de una persona que solo ha visitado Cuba en plan turístico y demuestra constantemente un total desconocimiento sobre la Isla y su historia. Tenga un buen día también.
Raúl desde Costa Rica. 3 noviembre 2020 - 10:17 AM
Un excelente artículo de la profesora Alina. Notable el cuestionamiento de la propia legitimidad de la constitución actual al referirse al hecho incuestionable de que fue aprobada en un pleisbicito donde se negó toda actividad publicitaria de la opción contraria a su aprobación. Cuando Pinochet aceptó llevar su gobierno totalitario a un pleisbicito, la opción del NO a su estadía en el poder tuvo garantizada el mismo tiempo de propaganda en los medios masivos de televisión y radiodifusión. Los contrarios a la dictadura tuvieron la oportunidad de proclamar públicamente sus argumentos y al final el pueblo votó en contra del dictador y este no tuvo otro remedio que aceptar su derrota. En Cuba los gobernantes convirtieron la votación de la constitución del 2019 en un pleisbicito sobre el socialismo y se negaron rotundamente a aceptar que fuera posible una opción negativa a la propuesta y aquellos que trataron de oponerse fueron reprimidos duramente por los órganos del poder del estado. Ante tales circunstancias, pongo en duda la legitimidad de dicha constitución aunque hubiese sido aprobada por 100% de los votantes registrados.
Alex Garcia 3 noviembre 2020 - 3:51 PM
Sin contar con que la Constitucion vigente en ese momento prohibia todo tipo de campana politica previo a una votacion. La unica pregunta que, personalmente, hice previo a la votacion fue la siguiente: Viene la Constitucion acompanada de un mecanismo (Tribunal Constitucional independiete del estado o partidos) que yo pueda utilizar para reclamar mis derechos constitucionales? La respuesta fue, no. La Constitucion nacio muerta.
Joaquin Benavides 3 noviembre 2020 - 10:29 AM
Estimada Alina, con relacion a la independencia y soberania de Cuba y la Constitucion y sus limites, no voy a polemizar. Coincido con lo expresado por Ivette. Yo tengo una experiencia vital que usted no tiene. Yo vivi 22 anos antes de 1959 y puedo comparar. En politica, y creo que estamos debatiendo sobre politica, no se puede ser ingenuo. Le repito, busque en la historia, Con respecto al otro aspecto, no se porque Ivette me dice que la perdone. Yo pienso exctamente igual que ella. Yo soy economista y ademas me considero revolucionario, que es una condicion que nadie me la ha regalado, y he estado luchando por mis ideas y defendiendolas siempre. Y sigo haciendolo. Nunca me he considerado derrotado, aunque el Poder haya decidido distinto. Esas son las reglas que hay que aceptar. Lo que no se puede es dejar de luchar y defender tus puntos de vista. Como he vivido los 61 anos de esta revolucion, que mientras este cambiando sera revolucion, puedo aquilatar todo lo que ha cambiado, en la vida de nuestro pueblo, y tengo mucha confianza en lo que se podra seguir haciendo y transformando. Reconozco que hay retrancas, no solo lo reconozco, sino que conozco a algunos, pero estoy convencido que no tienen futuro. El futuro esta en los nuevos que luchen. Y las vias para los que luchan y no se cansan, aparecen.
Alina Lopez 3 noviembre 2020 - 2:50 PM
Estimado Benavides, como historiadora le digo que no hay que vivir el pasado para comparar, de hecho, ni usted ni yo vivimos cuando las luchas por la independencia del XIX y nos sentimos herederos de aquellas gestas. Mi padre cumple 80 años el 24 de noviembre y vivió parte del capitalismo como un niño y un joven muy pobre, de los que se acostó sin comer muchas veces, de los que miraba los juguetes y las confituras desde las vidrieras, así que, aunque por su experiencia, puedo comparar, pero ello no resta nada a mis argumentos. Ingénua sería si me quedara callada.
Rolopez 69 3 noviembre 2020 - 12:03 PM
Como decía un humorista nuestro en Alegrías de Sobremesa,¡ Ay Ramón, Ramón! Ya me extrañaba que no hubiera venido de nuevo con sus palabrejas. Qué buena respuesta de Alina, como siempre, ya que él la etiquita, pues ahora él se lo buscó. Ayer comenté y no me publicaron, ¿será que estuve demasiado adulón? No importa, todo mi aprecio para LJC y en especial para Alina.
Rolopez 69 3 noviembre 2020 - 1:59 PM
Ayer comentaba que no comprendía el artículo de la nueva Constitución que dice que no podíamos abusar de nuestros derechos, que no veo como podemos abusar de ellos, en todo caso hacer uso o no de ellos. Que quienes serían los facultados para determinar en qué momento abusábamos o no. Que tal vez serían racionados como los productos en los mercados. Ahora me gustaría expresar que no estoy de acuerdo con la frase que creo mas se repite en la Carta Magna, 'El Estado trabaja....' dando por sentado algo de dudosa credibilidad, pienso que debería decir 'El Estado está obligado a trabajar....' También veo una contradicción cuando afirma que los hombres y las mujeres gozan de iguales derechos y a continuación dice que 'El Estado proteje a las mujeres ante todo tipo de abusos' ¿No debe acaso protejer a ambos por igual? Por último, no estoy de acuerdo con la frase de que sea un Estado Marxista y Martiano a la misma vez. O se es una cosa o se es la otra. Es mi opinión y si estoy equivocado los invito a todos a que me den sus valoraciones. Muchas gracias.
Charito 3 noviembre 2020 - 4:13 PM
Ramón Izquierdo ese sector de trabajadores que serán beneficiados por el estado, lleva años maltratado y abandonado a suerte, pero le digo más, suben también los productos, es el mismo perro con diferente collar. Le sugiero que si quieres saber un poquito más de la realidad nuestra venga a Vivir en este Paraíso o lea la Columna Acuse de recibo de nuestro periódico Juventud Rebelde. De lejos todo se ve más bonito.
Atilio 3 noviembre 2020 - 10:30 PM
Alina, este no es solo uno de los mejores análisis de la situación nacional que he leído en los últimos años; creo que también es fundamental. te lo agradezco y te saludo con admiración, como siempre.
Amauris 7 noviembre 2020 - 9:07 PM
Exelente, como todo lo que escribe...

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