La victoria de Biden y el odio como fuente de desdicha

por Luis Carlos Silva Aycaguer
victoria

Como a todas las personas que quiero, la derrota de Donald Trump, me ha alegrado la semana. Y el cuatrienio, espero. Pero lo que más me ha gustado es el hecho de que esté dando una patética perreta ante los ojos del mundo. No porque disfrute viendo sus manotazos de ahogado, sino porque ello le desnuda más claramente que nunca.  Después de saber que se ha convertido en un perdedor, su arrogancia le hará difícil convivir consigo mismo luego de recibir una bofetada del tamaño de 4 millones de votos ciudadanos menos y de tener que dar paso a seres más normales y decentes.

De este payaso -un pésimo clown, porque consigue que la audiencia se ría, pero no cuando él quiere; es decir, que se rían de él y no de sus bufonadas-, solo puede rescatarse que ha sido coherente: cada vez que pensamos que tendría una idea racional o un gesto humano, un atisbo de sensatez, un ápice de decoro, una mínima señal de honradez, nos dejó con un palmo de narices. Es cierto que un enfermo no tiene la culpa de serlo, un mitómano patológico no puede dejar de mentir, del mismo modo que un ciego no es culpable de no poder jugar al tenis.

La incógnita de por qué millones de personas le apoyaron febrilmente queda para los especialistas. Porque yo puedo entender la conducta de hipnotizados miembros de sectas evangélicas, de racistas que viven con la nostalgia del apartheid, la de aquellos emponzoñados por su propia malevolencia, la de quienes transitan por el mundo como si la vida fuera un soez reality show y la de los empresarios cuya codicia está por encima de cualquier escrúpulo.  Pero la de las personas que, aún sabiendo que el tipo los ha estafado evadiendo impuestos y predicando la irresponsabilidad ante una mortal emergencia sanitaria, escapa a mi comprensión.

Por los cubanos que residen en EEUU y le apoyaron histéricamente, siento una pena sincera. Bien saben ellos que a Trump solo le importa la cacería impúdica del dinero, y que le interesa un bledo el pueblo de Cuba. Creo incluso que no se trata de que ellos apoyaran la política de Trump y su camarilla contra el Gobierno de Cuba. Estimo que ha ocurrido más bien lo contario: la pandilla trumpista calibró y atizó los resentimientos de los Otaolas criollos para hacerse de ese apoyo.

En cualquier caso, presenciamos la simbiosis entre el rencor de no pocos cubano-americanos y el camaleonismo político que tan bien caracterizara Martí cuando denunciaba, en 1885, «las mañas para obtener votos» en la «nauseabunda campaña presidencial en los Estados Unidos».

Ahora ha emergido en nuestro país una sorda disputa entre quienes sostienen que nada podemos esperar de Biden -contadas las zonas oscuras de su pasado guerrerista y reaccionario- y aquellos que opinan que con él nos esperan tiempos mucho más apacibles y promisorios.  No es que los primeros mientan al caracterizar al nuevo presidente, pero dejan en el tintero algunos elementos esenciales.

En primer lugar, Biden dijo claramente en abril a la cadena CBS 4 News que restablecería la política de compromiso trazada por Obama. Dicha política puede despertar recelos, incluidos los míos, pero sería sin duda mucho menos asfixiante que la sostenida por los halcones que desdeñan el clamor universal contra el asedio imperial. En segundo lugar, es como mínimo miope desconocer que toda victoria política como la conseguida por la campaña demócrata se forjó a través de alianzas que no podrán ser pasadas por alto -con el programa de Bernie Sanders y con la inclusión de Kamala Harris en la fórmula ganadora, por poner dos ejemplos-.

En particular, la carismática vicepresidenta encarna la reivindicación de la multiculturalidad, la oposición al racismo y el rechazo a la xenofobia. Nada garantiza que los compromisos implícitos en esas alianzas sean, a la postre, honrados, pero aquellos que no los perciben, acaso debido a huellas mentales de vieja data, también me apenan.

Hace unos pocos días, Pepe Mujica decía que no sentía odio hacia nadie, ni siquiera hacia quienes lo habían mantenido en una mazmorra durante 11 años, 3 de ellos en estricto aislamiento con su propia mugre. Y aconsejaba -como en su momento hizo Mandela- a quienes preferían empobrecerse recreándose en ese odio, que se sacudieran esos autodestructivos sentimientos.  Me alegro por Mujica. Me duelo por aquellos que permanecen atenazados por el rencor. Ojalá comprendieran que el torvo deseo de que en Cuba pasemos hambre o privaciones, los hace a ellos más infelices que a nosotros.

20 comentarios

dario45666 10 noviembre 2020 - 8:18 AM

me suena un poco surrealista que un cubano,patriota,leal,revolucionario hable atacando los sentimientos de odio.Como allano,allana la Revolucion el camino a la perpetuidad ??Fue inspirando sentimientos de amor entre los cubanos ?? Fue siendo inclusivo con los cubanos que pensaban diferentes ? fue siendo moral y justo dejando tuvieran voces los que no piensan igual ?? No debe hablar de odio,el que vive en un pais de odio institucionalizado.En los EEU ,como en todas partes que hay una democracia,la gente oyo los mensajes,se alineo a su preferido,lo defendio y, voto .Dentro de la ley,el proceso sigue su curso y no ha habido senales de odio,todos nos seguimos tratando,todos hablamos poco de politica y,nada cada cual va a observar con ojos criticos el desarrollo del gobierno.Los cubanos de este lado queren,sencillamente que su pais sea gobernado por el que elija el pueblo,que las personas tengan derechos,que no este su pais regido por “los mejores” ,que,en fin,Cuba sea para todos. Mandan dinero,medicinas,viajan a cuba,en su mayoria ,como una obligacion,dejandose robar y humillar,por cumplir con su familia.No crea,senor autor que los cubanos de Miami (al menos) son estupidos llenos de odio,sencillamente son cubanos libres,que piensan,contrastan y toman desiciones.Muy diferente,como vera a sus hermanos en la Isla.Y para terminar,en Miami,con Trump,hubo trabajo,bajaron los impuestos,se pudo progresar economicamente y ningun derecho fue conculcado.Ademas,presiono al gobierno cubano,no para que no haya socialismo o lo haya,sino para que respete el derecho de los cubanos!!! La independencia de Cuba,esta asegurada para los EEUU,desde la resolucion Conjunta,alla por el 18 de abril de 1998…….

Javier 12 noviembre 2020 - 12:58 PM

Primero que todo : La resolución conjunta fue una justificación patriotera de la adminstración Mc Kinley para intervenir en nuestra gesta independentista, intervención militar que por cierto no garantizó la libertad politica ni económica; lo otro, en el 59 la oposición se puso la soga al cuello y comenzaron desde el comienzo a boicotear el proceso revolucionario, ypor tanto fue necesario detener a esos asesinos, pero núnca se reprimió ni asesino a nadie , cosa que si hicieron Machado, los gobiernos Auténticos de Prío y Batista, aprenda un poco más de Historia.

Alex Garcia 13 noviembre 2020 - 8:59 PM

Batista era Autentico?…..”con estos bueyes hemos de arar”.

Arturo Menéndez 10 noviembre 2020 - 9:10 AM

De acuerdo con Silva Aycaguer y de acuerdo con nuestro Presidente que en Twitter expresó: “Reconocemos que, en sus elecciones presidenciales, el pueblo de EEUU ha optado por un nuevo rumbo. Creemos en la posibilidad de una relación bilateral constructiva y respetuosa de las diferencias”. Reconozco en este Twit de nuestro Presidente respeto al pueblo estadounidense, fidelidad al principio de no inminscuirse en los asuntos internos de cualquier país, y un mensaje pragmático de la posibilidad, que es una necesidad para ambos pueblos, de una relación civilizada, de respeto y beneficios mutuos. Creo firmemente que eso es posible, y espero que la vida me conceda la oportunidad de ser testigo de ese sueño de los cubanos decentes de diferentes credos e ideologías, que construyen puentes y no barreras.

Jagger Zayas Querol 10 noviembre 2020 - 10:21 AM

Concuerdo con el sentido del artículo, pero para construir puentes con el exterior, primero hay que saber y construir puentes en el interior, porque lo que al interior sobran son las trabas para construir estos puentes al interior de Cuba y también los imprescindibles puentes con la parte de nuestra nacionalidad en el exterior, con el débil diálogo de la nacion y la emigración. Por parte de las autoridades del país, debían derogar medidas que lejos de tender puentes, los derriba, como son los precios y duración de los pasaportes, el pago vergonzoso de las prórrogas, las discriminaciones sobre nuestros emigrados en múltiples aspectos incluida la inversion y la ojeriza de verlos como “enemigos”. Hay que sumar, no restar.

Eva 10 noviembre 2020 - 4:15 PM

Buenísimo comentario , coincido 100 % con lo que afirma.
Sobre el texto habría que ver si los cubanos de aqui, los que estamos dentro viendo cómo se reprime a los que manifiestan su opinión pacíficamente, no sentimos el odio intrínseco del gobierno hacia ellos y hacia cualquiera que quiera ver en hechos la tan cacareada revolución y no la visible involucionarios de un país sumido en la miseria , un país que no es capaz de ofertar ni siquiera papel sanitario 🧻 para secar el llanto por tanta mierd…

Livio Delgado 10 noviembre 2020 - 11:03 AM

A ver Cubanos todos, si la felicidad y el lograr prosperidad en Cuba esta tan interrelacionado con el gobierno americano de turno estamos jodidos, si aprietan porque nos ahogan, si sueltan porque tenemos que desconfiar, y como resultado para todos, seguir hipotecando el tiempo y las pocas oportunidades que nos van quedando para lograr algo diferente.
Porque no probamos por unos meses dejar de mirar para afuera y despejemos las dudas de lo que se puede lograr si enfocándonos en lo que necesita ser cambiado, se intenta que las calabazas crezcan, los boniatos alcancen y el mamífero nacional deje de estar en búsqueda y captura. Volver a poner a debate si la emigración cubana es política o económica es desconocer aquella palabras del discurso de Engels ante la tumba de Marx cuando dijo “Así como Darwin descubrió la ley del desarrollo de la naturaleza orgánica, Marx descubrió la ley del desarrollo de la historia humana. El hecho, tan sencillo, pero oculto en la maleza ideológica, de que el hombre necesita en primer lugar: comer, beber, tener un techo y vestirse antes de hacer política, ciencia, arte o religión, etc. “ así que económicamente hablando el resultado de esa revolución ha complicado muchísimo para su pueblo el comer, el beber, y ni que hablar de tener un techo y vestirse, por tanto, todos somos primeramente emigrados económicos pero resultante de esa política que se ha seguido el partido comunista único en el poder que ha llevado a que seamos un pueblo desperdigado por el mundo.
Entiendo que a usted el proceso electoral y la victoria del partido demócrata le impulse a ser optimista en que algo va a cambiar, pues la posible alternancia de poder es una realidad en cualquier democracia de hoy, en cambio a mi Cubano emigrado, parte de esos alrededor de dos millones de Cubanos que no pueden participar del “proceso electoral cubano” como simple aspiración ciudadana legitima, parte de ese nada despreciable aprox. 20% de cubanos que tenemos negados a elegir por quien nos ha de representar a todos, inclusive Martí si viviera hoy no podría votar y elegir en la Cuba actual, pues el proceso de selección que desde el poder real de Cuba, ese círculo íntimo de los históricos que dominan el PCC, y que han designado, un presidente, un primer ministro y esa Continuidad como política para seguir en lo mismo, me confirma que seguiremos oyendo berrinches y promesas de ambos lados de la tragicomedia Cubana y el pueblo ese que tanto supuestamente les interesa seguirá esperando por recargas y remesas.

Pedro Lorenzo 10 noviembre 2020 - 11:57 AM

No todo debe verse a través del prisma Cuba-USA. Ya con regresar a los acuerdos de Kyoto y la OMS nos beneficiamos todos.

Marcia Leiseca 10 noviembre 2020 - 11:57 AM

Muy interesante el artículo

Marcia Leiseca 10 noviembre 2020 - 12:06 PM

Muy interesantes los artículos, hoy de LCS y ayer de Mario, así como el comentario en Facebook de Harold. En la LJC descubro día a día personas con un “criterio” ,compartido en ocasiones, que me refuerzan la confianza en el futuro de la Patria. Marcia

Observador 2020 10 noviembre 2020 - 12:38 PM

Bueno, siguen los artículos sin partir de que se está ante una elección sui generis y todavía en discusión. Artículo de opinión que hay que respetar pero que se agradecería con una mejor base objetiva de sustento.

Por supuesto que a estas alturas todos conocemos la personalidad de Trump, que en algunos aspectos (intransigencia, obsesion con sus preceptos, luchador hasta el último minuto) es similar a la de otros líderes, incluso venerados y trascendentes en la historia, aunque lo contraponen insalvables posturas ideológicas, métodos y comportamientos. La perreta es magnificada por los antitrumpistas y apoyada por sus seguidores, que quizas no reconozcan que le hayan dado al lider una bofetada de 4 millones de votos menos que su contrincante sino un beso de 8 millones más que en su elección anterior. Que realmente pone muy en entredicho que mas de 70 millones de ciudadanos sean tan estupidos de elegir a un estafador.

No coincido que los cubanos favorables a Trump se desentiendan per se de sus familiares en Cuba y desean lo peor para el país. Conozco personalmente a varios que han sido y siguen siendo apoyo y protección de su gente y por el contrario, de quienes apoyan a Biden que se han desentendido de los suyos. Quizas la explicación esté en la vivencia personal de cada cual, en el grado de odio y polarización que aun conservan en su pensamiento de tanto ejercicio y adiestramiento en Cuba (hay incluso muchos extremistas que cambiaron de trinchera) y en la propia radicalización que ha desatado esta elección. Tampoco confundir a estas alturas del campeonato aversión al gobierno con aversión al país.

De la misma manera, tampoco es para tenerle pena solo a esos cubanos trumpista. Tenemos base material de sobra en nuestro país para apenarnos y mucho con los que acosan y agreden hoy en dia a sus compatriotas por motivos políticos. Aunque sean agresiones inverosímiles como las de intentar excluir a Antonio Pacheco del reconocimiento popular sobre el dogout del Guillermon Moncada.

Uno añora y admira tanto el legado desde el poder de Nelson Mandela, de Mujica y del propio Obama que se conduele de esta realidad que vivimos. Fomentar el odio y el resentimiento, incluso de pretendidas posiciones progresistas, es lo mas lamentable e indigno que puede pasar.

Un análisis profundo de lo que se vive con las elecciones en USA quizas escapa hasta de la academia. Esta ha demostrado demasiada contaminación, prejuicio e incompetencia . Desde las supuestamente infalibles encuestas escandalosamente equivocadas, de los analistas socio políticos también merecedores del choteo popular, parece mas confiable oir tranquilamente al ciudadano común, dueño de su criterio y de su conciencia, blindado de todo tiroteo mediático y académico.

Joaquin Benavides 10 noviembre 2020 - 2:00 PM

Luis Carlos Silva, muy bueno tu articulo. Estoy de acuerdo contigo.

Rodrigo Rosales Escalona 10 noviembre 2020 - 2:24 PM

Los cubanos y venezolanos en USA, viven en el sueño falso de la libertad. Jamás comprenderán que si Cuba no tuviera el cerco económico y político norteamericano, será otra y con mejores condiciones de vida. Nuestros países subdesarrollados, tamb padecen por la voracidad del capitalismo gringo.
HOY, Estados Unidos,eestá enla encrucijadade su historia quien se devora así misma.
Trump sembró falsasexpectativas .

Carlos 10 noviembre 2020 - 2:49 PM

Si muchos cubanos que viven fuera de Cuba, muchos en los Estados Unidos … antes apoyaron a Obama, y no funciono, lo que se formo fue la gozadera, el viajecito, la mulita, el paquetico, la recarga, el envio de dinero etc, el país estaba un poco mejor, pero al final el sarten lo tiene cogido el gobierno, al pueblo las migajas. Para el 2030 se le dara el derecho a participar en la economia a los cubanos.

La represión, la cárcel para los opositores, los caros precios del pasaporte, la repatriacion que es una total aberracion del régimen. Bueno dígame usted, había que probar otra cosa, y Trump los ha hecho lucir mal, esos rosaditos dirigentes han dicho en los últimos meses los disparates nunca antes pensados.

Oxigeno al gobierno de Cuba, asi en el 2029 le dicen al pueblo … ahora estamos pensando que la cosa mejorara en el 2050.

Si usted quiere saber cuales son las prioridades de los que mandan en la finca, llame a la policia y diga que hay dos hombres cayéndose a machetazos y después pues llame y diga que hay alguien gritando abajo algo y vera cual llamada recibe prioridad. Lo mismo para alguien que necesita una ambulancia o una urgencia medica. Los recursos para reprimir y oprimir a los opositores son infinitos.

La culpa de tanto extremismo e intolerancia es de los 61 años que hemos vivido bajo una dictadura totalitaria

Rafael Perez 10 noviembre 2020 - 7:04 PM

Como usted dice, mientras el régimen tenga cogida la sartén por el mango determinará el alcance y amplitud de los cambios, existan o no relaciones con Estados Unidos. De hecho vietnam, al terminar la guerra, no tuvo relaciones con Estados Unidos y sufrió penurias hasta que, la cúpula del Partido decidió cambiar el rumbo y en lugar de andar llorando por los rincones diciendo qué malos eran los americanos, abrieron la economía, estrecharon relaciones con otros países y empezaron a desarrollarse hasta el punto que un país importador de arroz se convirtió en el segundo exportador mundial. No cambiaron su ideología marxista y no es que esté de acuerdo con eso. Pero ese ejemplo demuestra que cuando un gobierno está interesado en lograr resultados, aplica las medidas que tiene que aplicar. el régimen cubano está bien lejos de preocuparse por la suerte de su pueblo o al menos eso me hace pensar la postura rígida e intransigente que ha mantenido siempre en materia de aperturas. El problema no está enWashington, el problema está en la Habana. 

Carlos 11 noviembre 2020 - 8:57 AM

Comparto su comentario Rafael. No existen deseos de avanzar y que el pueblo tenga una vida mejor. El único camino que no han dejado es el de la emigración. Seis décadas de experimentos, y aun siguen tratando de hacer lo mismo y obtener un resultado diferente.

manuel 10 noviembre 2020 - 3:07 PM

Los cubanos parados en la frontera de mexico mayormente por las politicas migratorias aplicadas pôr Trump y que quieren entrar a EE UU y no regresar a Cuba , se demandan en mayoria como hay muchos cubanos que votaron por Trump…..en ese misma aparente mayoritaria unidad de los cubanos en votar por Trump porque continuria aplicando medidas mas restristivas contra los cubanos de la Isla y que pondrian al gobierno en condiciones mas dificiles de gobernanzas se veian situaciones de risas por sus antagonismos : ex:programas de television y programas de internet en miami llamando al voto por Trump mientras tienen PATROCINADORES….. que sus negocios con Cuba se verian afectados por las politicas trumpistas.
En Cuba tambien se ven cosas de risas ……mientras Rene Gonzales brinda por la derrota de Trump ….pues Yusuam Palacios dicen que se va a sentar en la silla imperial que huele a azufre . El presidente fue mas comedido sin felicitar a Biden exponia que las relaciones podian ser mejores sobre la base de la diferencia .
Y ahi es donde esta el problema…….son dos paises con sistemas diferentes , politcas internas y organizativas diferentes , economias con orientaciones diferentes e ideologas politicas diferentes .
Querer por los emigrados cubanos que todo el sistema cubano se vuelva similar o igual al de estado unido es pedirles manzanas al cocotero .
Pretender que el gobierno americano y los emigrados cubanos acepten la organizacion y las bases en que se funda la Revolucion cubana es pedirle cocos al manzano.
El mejor camino para ambos paises es el respeto desde sus diferencias .
Para Cuba no queda duda para nadie que hay que cambiar el Frankestein que tenemos hoy: sin economia no hay facilidades sociales sustentanbles , sin participacion real de pueblo a todos los niveles de la vida social , productiva y politica…….. la Revolucion cubana habra desaprecido .
Es la hora de aplicar el pragmatismo politico y ese no esta en ningun libro conocido , es la hora de mirar hacia adentro, hacia las bases sociales que hicieron posible la Revolucion a los trabajadores y la clase media que desaparecieron , es la hora de eliminar todas las trabas ideologicas y apoyar con todos los recursos al desarrollo de la pequena y mediana economia PRIVADA y que se funda con la economia estatal en sociedad .
Es la hora de buscar formulas de rendir a los funcionarios de cualquier nivel en servidores del pueblo y rendidores de cuentas que pueden ser sustituidos por el pueblo y no solamente por el partido.
Hay que dejar bien claro de forma legal que el PCC no esta por encima de la Constitucion .
Hay que avanzar y rapido en la reformas pertinentes para el tratamiento respetuoso a la emigracion cubana, chocante aqui que el emigrado cubano pague la prueba de COVID mientras el turista su prueba es pagada por el Ministerio de Turismo.
La del cubano debia estar pagada por el Ministerio del exterior , ya comprendida en el pago excesivo del pasaporte cubano.
Si son muchas las diferencias entre los dos paises pero los derechos humanos no son selectivos como lo aplican los gobiernos de EE UU Y CUBA , son universales.

Eva 10 noviembre 2020 - 4:18 PM

Ojalá en Cuba se pudiera elegir quien gobierne “por Cuatro años” y la libertad y la dignidad plena del hombre fueran respetadas como principio primero de ley de leyes

Carlos 10 noviembre 2020 - 4:59 PM

Eva, todavía hay quien cree, que la etapa de la república fue mala. Si el embargo es malo, peor fue lo que le toco al país después que salio del yugo colonial. Aun así el país prospero, a diferencia de lo que ha sucedido en las ultimas seis décadas. La democracia no es perfecta, pero si es mucho mejor que lo que tiene Cuba actualmente.

Los españoles chuparon a la isla todo lo que pudieron, y Cuba fue uno de los últimos países de América en declarase libres de la colonia española. La reconcentracion de Weyler ha sido un acto criminal, eso si fue un bloqueo de verdad, asesino y totalmente inhumano que casi elimino un 25 porciento de la población de Cuba.

Necesitamos un país libre como soñó el Apostol, sin ninguna familia que se enrosque en el poder y elimine a los que se les opongan. Donde se pueda disentir sin miedo a perder el trabajo o ser apresado. Cuba vive bajo un régimen de terror implantado por una feroz dictadura que no permite otro punto de vista.

luis carlos silva aycaguer 11 noviembre 2020 - 7:32 PM

No figuraba en mis planes responder a ningún comentario sobre mi nota. Pero “Dario 45666” modifica mis planes con sus adjetivos sobre mi persona: cubano, patriota, leal y revolucionario, y continúa con una serie de falacias para impugnar el consejo (de Mandela, de Mujica, mío y el más vanvánico, “Deja la ira”) de abandonar el odio. Sobre los adjetivos, sí, me honro de ser esas cuatro cosas. Soy además marxista, y me valgo de ese recurso para analizar la realidad. Los que pensamos de ese modo no somos una “surrealidad”, guste o no a quienes quisieran que no existiéramos. No solemos firmar con seudónimos y tenemos la necedad de no tener precio, que dijera Silvio. Y por encima de tantos agoreros vaticinios, somos también continuidad, aunque sepamos que hay muchas cosas que enmendar.

Sobre las falacias no me extenderé. Pero diré que las varias veces que he visitado Miami he respirado un ambiente muy tóxico. Allí tengo algunos amigos entrañables, que lo son precisamente porque ni ellos ni yo cultivamos el odio, aunque en algunas cosas no pensemos igual. Lo que allí he observado y sentido es a muchísimos cubanos que apoyan el bloqueo. A fuer de sincero, diré que entiendo que algunos se puedan sentir justificadamente agraviados, pero no que deseen ardientemente que pasemos hambre y desesperación, y se alegren de cada dificultad, omitiendo toda alusión a los avances conseguidos pese a ese bloqueo que defienden. Obviamente, no lo desean para sus familias sino para todos los demás: una expresión más de la pobreza de espíritu que anida en el rencor de que hablamos. También los rezagos de resentimiento que tenemos aquí contra quienes emigraron deben ser superados; pero lo cierto es que jamás he escuchado en Cuba a alguien deseando que un ciclón arrase con las viviendas de Miami o que la epidemia de COVID19 aumente su tenebrosa capacidad de estrago en aquel enclave. Como contraste, no he apreciado al Nuevo Herald ni al Diario de Cuba resaltando nuestra capacidad de enfrentar los desastres naturales, ni la de mantener la epidemia en los niveles más favorables de toda América Latina. Chico, Dario45666, daría la impresión de que eso les molesta. Que cada cual saque sus propias conclusiones en este pasaje a lo conocido.

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