Por: Roberto G. Peralo
Cien puntos para el periódico Juventud Rebelde por haber publicado el 17 de julio del 2012 esta excelente entrevista realizada por la periodista Mónica Rivero al cantautor Silvio Rodriguez. Mi agradecimiento por aclarar de esta forma los errores y prejuicios que tuvieron que enfrentar aquellos jóvenes del movimiento de la nueva trova y que casi los lleva a su inexistencia como artistas. Todos los revolucionarios de vanguardia corren este peligro. Por su importancia la reproducimos a continuación:
Cantar en Cuba hoy
El próximo septiembre se cumplirán dos años de una presentación del trovador Silvio Rodríguez en el barrio La Corbata, una comunidad periférica de la capital aquejada de complejas problemáticas sociales. Fue el paso que inició la Gira por los barrios, que ha llevado a Silvio y sus invitados a la puerta de quienes viven en más de 30 lugares de los más humildes del país.
Con este pretexto, y en ocasión del aniversario 40 del nacimiento del Movimiento de la Nueva Trova, convidamos al artista a ofrecer su visión sobre qué ha sido de la canción trovadoresca y de su propia obra, entretejida siempre con la realidad cubana.
La Nueva Trova se ha descrito como un movimiento, un lenguaje, una manera de ver la vida, una postura política en el sentido amplio de la palabra. ¿Qué fue en lo relativo a una cultura revolucionaria, o una manera revolucionaria de entender la cultura, particularmente la artística?
No me corresponde hablar por todos los que fuimos parte de aquella Nueva Trova. Pero puedo decir que a mí me marcaron la Campaña de Alfabetización y la creación de la Editora Nacional, el peso de estos dos hechos en la vida cubana. Por el proyecto de educación masiva que se llevaba a cabo, consideré que no se podía seguir cantando igual, que el país adquiría una instrucción creciente y que la canción debía corresponder al reto. Esa fue la filosofía básica que me guió, al menos en mis comienzos.
Por otra parte, se ha dicho que la Nueva Trova tuvo de continuidad y también de ruptura. Lo innovador, la propuesta, suele identificarse con lo revolucionario. Pero en la Nueva Trova esto podría abarcar, además de una posible renovación musical y literaria, algunas maneras de hacer —y puede que hasta de ser— eso que se suele llamar “lo cubano”. La ética del trabajador de la cultura fue parte de las motivaciones de mi generación, porque nos tocó emerger en medio de un proceso revolucionario que aspiraba a una humanidad plena. Eso nos llevó a un cuestionamiento de nosotros mismos, como personas, además de como artistas.
A nivel participante, ser de aquel grupo fue, sobre todo, una gran experiencia humana; y claro que también cultural, entendiendo la cultura como ese todo vivo, diverso y complejo que, si bien es consecuencia, a veces también puede ser incidencia.
¿Qué actualidad consideras que tienen el discurso y el espíritu de la Nueva Trova en la sociedad cubana?
La Nueva Trova, como cada etapa de la trova cubana, surgió porque personas que tuvieron la vocación de hacer canciones se fueron encontrando. El espíritu generacional, como siempre, tuvo mucho que ver con los tiempos que se vivían. En nuestro caso éramos un país en revolución, en rebeldía, y eso despertaba el compromiso social, la conciencia de lo que era el mundo y las aspiraciones de mejorarlo. Por esto la Nueva Trova apareció cantándole con mucha naturalidad a su tiempo.
Al principio, algunos no entendieron nuestra franqueza juvenil. No solo políticamente, aunque también. Nuestra libertad formal bastaba para provocar rechazo, porque por entonces se decía que una canción debía tener 32 compases. Completaba el “escándalo” que planteáramos asuntos que nunca se habían cantado. Y mucho más que opináramos sobre una realidad que solo era cuestionada por los más altos dirigentes. Por estos y otros desenfados, aquel grupo inicial llegó a ser calificado de conflictivo.
Por suerte mentes abiertas (Haydée Santamaría, Alfredo Guevara y otros) nos dieron la oportunidad de continuar trabajando, de estudiar, y con ello de mostrar lo que valíamos.
Por nuestra parte, en vez de acatar las prohibiciones, empezamos a presentarnos dondequiera que nos escucharan. Desde el inicio habíamos tenido buena recepción entre la gente, los estudiantes y algunos intelectuales. Lo normal era que cada día cantáramos en muchos lugares y así fuimos realizando un extenso trabajo de base. El trabajo con el Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC y la difusión de nuestra música a través del cine nos acabó de sacar de la oscuridad. Gracias a colegas latinoamericanos nuestras canciones llegaron a otros países, donde, por supuesto, fueron recibidas como voces de la Revolución.
Ante esto el establishment cultural —que poco antes nos había pedido la cabeza— se reconcilió con nosotros y empezó a difundirnos. Tanto fue así, que se llegó a decir que “primero estuvimos prohibidos y después fuimos obligatorios”. Pero ni aquello empañó nuestras canciones. Por eso puede decirse que la Nueva Trova pasó por la prueba suprema, que no es la del estigma, sino la de la oficialización.
Tampoco es una hazaña excepcional. En muchos tiempos y lugares lo que una vez sufrió marginación después fue aceptado. Pasó con la contradanza, con el tango, con el blues y con otros estilos musicales. Falsos milagros que en realidad fueron logros artísticos.
Creo que muchas canciones de las que hicimos tienen vigencia. Aunque he dicho que hubiera preferido que, al menos algunas de las mías, envejecieran como señal de que la realidad las superaba. Haber cantado con cierta puntería tampoco parece bastar, al menos según ciertos patrones. Los nuevos tiempos también necesitan nuevas voces, nuevos protagonistas.
Ahora mismo parece estarse gestando en Cuba algo prometedor. Está en el aire, para los que lo perciben, y está siendo traducido en canciones, en arte que, aunque parece nuevo, tiene antecedentes.
El público espera de Silvio Rodríguez música y poesía, por supuesto, pero también criterios, puntos de vista. ¿Te concibes como un consejero que se maneja desde la experiencia, o como alguien que comparte inquietudes y plantea interrogantes?
Creo que por fortuna, me atreví a ir más allá de lo que esperaban de mí algunos públicos. Tampoco me esclavicé a los significados que connotaran o no mi forma de actuar.
Me considero la consecuencia de una trayectoria en algunos sentidos exploratoria. Esto me deparó sorpresas, cuando no misterios. Sin embargo, nunca he sido desatento. Prestar atención hacia dentro y hacia afuera es fundamental para el que canta y cuenta cosas. Atentamente fui construyendo mi función. Y creo que esa vigilia es algo innato en mí, porque la tenía antes de elegir oficio. Es el imán que me hizo alfabetizador, y después pescador de alta mar e internacionalista, no por creer que tenía algo que enseñar, sino por las ganas que siempre he tenido de aprender.
Has dicho que siempre te han acompañado «responsabilidad y compromiso». ¿Con qué ánimo asumes esas compañías en la actualidad? ¿Qué es ser responsable y comprometido en Cuba hoy?
En mi caso, eso se pudiera traducir en seguir intentando canciones y acciones que valgan la pena.
¿Cómo discernir entre la coherencia consecuente con los principios y la rigidez o la petrificación?
Por el dolor. Pero eso supongo que lo experimenta cada cual «según su capacidad», como decían los clásicos que debía ser el aporte del individuo al socialismo.
Se dice que la obra es independiente del artista, que es autónoma en su destino. Aun así, ¿qué trascendencia deseas para la tuya?
Algunos libros —palpables y virtuales— dicen que lo que canto ha trascendido «a pesar de sus ideas políticas»… Sinceramente, a mí me suena raro… En cualquier caso siempre puede pasar que alguna canción quede. Si así fuera, ojalá no la cambien… Solo muy al principio, influido por el romanticismo, tuve unos leves sueños de posteridad. Pero enseguida comprendí que solo se trataba de amor por un oficio.
Evocando al Che, en un texto te preguntas: «¿Qué diría el argentino de todo esto?». Traigamos la pregunta a estos días: ¿Cómo se evaluaría desde la aspiración inicial de la Revolución lo que ha resultado o está resultando ser este país?
Creo que la idea primigenia de la Revolución es el afán de justicia social. Así que «el argentino» posiblemente hubiera hecho un análisis crudo de nuestra realidad y estuviera impulsando cambios, como trata de hacerlo nuestro Presidente, que también es uno de los fundadores de la Revolución.
Por eso ahora se está pidiendo, desde el socialismo, otra mentalidad, una evolución que deje atrás conceptos obsoletos y prácticas erróneas. Ante esta autocrítica que, creo yo, se la está haciendo lo mejor del Gobierno (actitud muy guevariana por cierto), me crecen ganas de ayudar.
En 1989 realicé una gira que llamé Por la Patria, que empecé en la cima del Turquino y llevé por todo el país con Afrocuba; hacía algunos años que la venía concibiendo. Y es que en los 80 se veían acercar sucesos que nos afectarían. Sin embargo, por entonces Cuba no estaba tan deprimida como ahora. Por eso esta Gira por los barrios me parece que no tiene fin; es la gira interminable. Acaso acabaría si regresara a La Corbata, que fue por donde la empecé, y viera que las condiciones de vida han mejorado. Quisiera tener esperanzas fundadas para pensar así, aunque la esencia de algunos de nuestros problemas yace bajo mucha basura acumulada.
Esa basura traspasa el mal funcionamiento y llega a la indolencia. Y la indolencia es un profundo problema humano. Si la generosidad del socialismo (aun con sus errores) no ha podido con ella, cómo sería con las políticas liberales y su culto a los ricos. No es necesario defender una ideología, basta con ver el mundo.
23 comentarios
Tambien he leido sus pronunciamientos en la Actividad de Hermanos Sainz. La última y está colgada en su blog Segunda Cita.
Admiro a silvio y lo ví por primera vez en angola, en la casa del General en Viana, Luanda. allí en un rincón del portal de la casa, muy joven y con su guitarra en la mano.
En ocasión de la visita de Pablo Milanés a Miami y la controversia que suscitó dentro y fuera de Cuba ese concierto, escribí esta carta a Silvio Rodríguez, por venir a colación con este post sobre Silvio, con permiso de LJC la reproduzco nuevamente:
Señor Silvio Rodríguez, le escribe una persona que durante toda su vida ha sido admirador de sus canciones, me crie escuchado su música y admirando su poesía. Hace 6 años emigre a los EEUU porque aunque me considero un hombre de centro izquierda no comparto muchas de las cosas que suceden en Cuba, soy un defensor de la democracia y la libertad individual de cada ser humano y considero que en nuestra patria esas dos cosas se han secuestrado en aras de intereses personales para mantener un régimen que por más de 50 años ha demostrado su ineficiencia en la inmensa mayoría de los sectores económicos y sociales de la nación. Creo que se ha pagado un precio muy alto por los logros que se han alcanzado en materia de salud o educación, creo que para que un país tenga salud y educación gratuita no es necesario mantener una dictadura sobre su pueblo y Ud. que ha viajado y conocido medio mundo lo debe saber muy bien.
Le escribo este mensaje porque me duele que una persona que he admirado y defendido en muchas ocasiones dentro y fuera de Cuba, que considero sumamente inteligente y con una opinión respetada por todos los cubanos este tomando una posición tan sumisa y poco contestataria ante un régimen que se le ha agotado sus posibilidades, se está quedando sin argumentos y hasta las figuras más representativa de la izquierda mundial, muchos de los cuales pertenecen al círculo de sus amistades, han reconocido públicamente que es hora de un verdadero cambio en Cuba. No tome mis palabras como la de un defensor del imperialismo ni la de una persona pro capitalista o mercenaria, le aseguro que nada de eso tiene que ver con mi personalidad, soy 100% cubano y jamás deseare que mi patria sea gobernada por nadie con intereses anexionistas, creo que la solución de los problemas del pueblo cubano están en las manos de los propios cubanos de dentro y fuera de la isla, no de ninguna potencia extranjera ni de congresistas cubano-americanos aliados a los intereses personales o partidistas que llevan años lucrando con el sufrimiento de la familia cubana.
Le pido que reflexione sobre su posición en determinados asuntos, su opinión es una de las pocas que no puede ser censurada y siempre va hacer escuchada dentro y fuera de Cuba, no deje pasar este momento histórico para el pueblo cubano, como bien Ud. a dicho tenemos más cosas que nos unen entre todos los cubanos que las que nos dividen. Si llego a este punto de mi carta, gracias por leerme, soy un cubano de “a pie”, no soy famoso, más bien soy alguien irrelevante sin el poder y el nombre que Ud. tiene, pero créame que lo he admirado siempre y es por eso que no entiendo que se enfrente a otro ídolo mío que es Pablo Milanés, juntos Uds. hicieron que creyera en grandes cosas y ayudaron en la formación de mis valores, por favor siga siendo revolucionario en todo el sentido de la palabra, ayude a cambiar todo lo que tiene que ser cambiado en nuestra patria y no se detenga en el tiempo como lo han hecho esos octogenarios dirigentes que todavía gobiernan Cuba.
Rey David:
No me pareció una forma inteligente de llegar al destinatario el acusarlo de sumiso. Fue una ruptura un poco brusca con el resto de la carta, de cuyo contenido se puede discrepar pero está escrita en tono respetuoso hacia él.
De más está decir que dudo que Silvio se sienta sumiso. Ni siquiera los que realmente lo son lo aceptan, y millones coincidirán conmigo en que el de Silvio no es el caso.
Carlos:
En este punto te me declaro en “la oposición”. Con el talento que tiene Silvio estuviera viviendo en Hollywood, en un barrio exclusivo, forrado de millones y escribiendo cuanta música pagara bien. Generalmente los que necesitan acogerse al oportunismo lo hacen para compensar por su incapacidad, o si son talentosos terminan con el que más puede ofrecerles.
Silvio es admirado por varias generaciones de cubanos de a pie, y escuchado por compatriotas en toda la diversidad de la sociedad cubana. Es un hombre que dice lo que piensa y no tiene un discurso para Cuba y otro para el exterior. No creo que se hubiera ganado esa admiración si la gente hubiera visto en él el vicio del oportunismo.
Qué pasa hermano Carlos. Si respeto el derecho de otros a expresar su opinión como no voy a respetar el tuyo. No hay lío.
Es natural. Siempre que alguien se convierte en una personalidad como Silvio y se lanza al ruedo como él habrá quienes lo vean de distinta manera. De eso se trata este espacio. Respetar la diversidad de opiniones.
Un fuerte abrazo de vuelta.
Tengo unos buenos amigos chilenos emigrantes como yo , cuando hablas de Cuba , viene la musica de Silvio Rodriguez en primera clase. No se si a Silvio le gustaria volver al barrio de La Corbata , yo regreso cada ano a Jobabo (Central Peru) en Las Tunas , pueblo cubano senalado con un circulo rojo por sus problemas sociales que han crecido como ese pueblo con su nuevo hospital y nuevas escuelas y su central azucarero destruido por desicion nacional. me hace recordar algunos plueblos recientemente visitados del oeste norteamericano que el mas poderoso capitalismo existente ha sido incapaz de sacar adelente. me gustan algunas canciones de Silvio , algunas de sus posturas sociales , pero al igual que Carlos de New….su poetica y fama a superado al hombre incorfome con su tiempo . Ser parte de la realidad y mostrarse inconforme con ella …..no basta .
Aclaracion… debi escribir ……….pero al igual que Carlos de New…..pienso que su poetica y fama(la de Silvio) a superado…..
Usted me ha sacado un susto tremendo!!! Yo creia que eso de “la poetica y la fama” era referido a Carlos de New York!! Ya to estaba preparandome para el siguente comentario de su admirado amigo!!
Todo tiene su momento y su lugat, se pierden los papeles cuando se trate de ir en contra de la realidad y perdurar en lo imposible. Las medicinas tienen fecha de vencimieto y los humanos tambien. No es que vayamos a desaparecer pero perdemos efectividad.
Como andas elisabeth. Gusto en saludarte.
No sé, pero a juzgar por la recepción que Silvio está teniendo en su hermosa gira por los barrios de Cuba no estoy seguro de que todavía haya alcanzado su fecha de vencimiento. También lo demostró con la gira en las cárceles.
No te guies por eso. MIguel Bosse y cucu Diamante no son estrellas ni en el patio de sus casas asi como tampoco Olga Tannon y compannia y llenaron la Plaza. Los cubanos si es gratis…..
Sansón:
Está cómico el final, aunque podías decir: “Todo el mundo si es gratis….”
De todos modos no subestimes el poder de convocatoria de los conciertos por la paz que ha promovido Juanes. Todos han llenado espacios. Es natural.
“Mea culpa”. Me pongo en primer lugar de los cubanos que le atraen las cosas gratis.
Cuando no los ponian en Cuba, ya tenian fama en Chile, Argentina y Uruguay donde la gente gusta de cogerse de las manos y cantar, (patones a matarse) por lo que unos izquierdosos grennudos gustaron. En la parte de los gallegos patones, por supuesto, gustaron tambien. Las canciones son melodicas, con acordes sencillos y como Bob Dylan y Simon y Garfunkel no se ponian casi, los jovenes empezaron a adaptarse a esa musica que les permitia dejar un poco la “cheada habitual”. Aunque el casineo estaba algo dormido y la pepillada preferia Rock y Feliciano en las fiestas, pronto volvio a la carga y acabo con la boberia de “fusil contra fusil” y la “era esta pariendo”. Por eso Silvioyomemuerocomovivi dijo eso de “mejor no vengan a mis conciertos” a sus compatriotas.
Nunca supe porque les decian cantantes protesta al principio.
Samson ……los latinoamericanos ainque pueblos que aspiran a la paz y la unidad son diferentes en su indiosincracia , tribus diferentes , culturas diferentes , influencias europeas diferentes no olvides la composicion poblacional de paises como chile , argentiba , Bolivia ,etc
?????
Argentiba y Bolinabia! A gozar con la Marimbia!!
//Yo me muero como vivi//
Aquí me declaro un gran admirador de la poesía de Silvio,creo que tanto afines como no afines, de la ideología que pueda tener una persona, si es un artista o un intelectual debemos que medirlo por su obra,no por su forma de pensar,creo que los dos extremos siempre caen en ese fatal error,el arte es arte,negar el talento de Vargas LLosa es tan patético como negar el de Silvio.
Y si no les gusta no vengan mas a mis conciertos…..vaya, mamey.
El cantautor perdio la tabla con su pueblo.
@William
Es una pena que no hayamos intercambiado un poco más y hasta podríamos habernos visto… Ahora mismo estoy en Cornellà ¡¡¡¡¡
Quería comentar acerca de esto que leo: “William febrero 27, 2013 en 5:50 am · · Responder →Veo que Calvet la tiene cogida con Alina y siempre se sale del tema.”
Para nada la “tengo cogida” con esa chica de la que he escrito que creo que es una buena chica. Pero…. cuando leo lo poco objetiva que es y siempre diciendo lo mismo, por ejemplo: ”
Leo: Alina febrero 24, 2013 en 7:24 pm · · Responder →
Armando muy acertado lo que has dicho, aqui los mercenarios son los que están al servicio del gobierno cubano”, veo normal decirle de vez en cuando algo.
En el tema Cuba por supuesto que hay mercenarios y gente que no lo es, pero la palma se la lleva quienes siendo cubanos o cubanas andan cogidos de la mano del Mal Vecino del Norte. Si éste les paga, por colaborar con ellos, el adjetivo correcto es “mercenario”, es decir extranjero al servicio de un país que agrede a otro. ¡Agrede¡
Respecto a salirse “del tema”, es muy opinable. El tema es único, sólo hay un tema: Cuba y la agresión desde el exterior para impedir que el pueblo cubano elige su sistema social.
Para J Calvet.
Vivo en la Calle Cadaqués,3 del Prat de Llobregat, muy cerca de Cornellá.
Mi telefono es 689524207, si quieres te acercas y seguimos hablando del tema Cuba.
Yo me refiero a no salir del tema que aporta el Post de LJC para poder adentrarno en ello que son muy interesantes ya que el tema Cuba es mucho mas amplio
@William
Si que siento no haber visto este comentario. Te hubiera llamado seguro. Me venía a Alicante ayer pero con el mal tiempo cambié el billete a hoy y ya estoy en casa. Como voy bastante a Barcelona, nos veremos en otro momento.
Lo de apartarme muchas veces del tema del post, es cierto, y trato de que no sea norma, pero muchas veces deseo hacerlo porque trato de compensar otra información, otro comentario.
Saludos
Mejor no vengan a mis conciertos. Si yo lo que estoy loco por retirarme. Patetico.
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