Analizar dinámicas globales y su impacto en la preservación de la soberanía y los intereses de los pueblos desde el ángulo de las relaciones internacionales
El Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX) publicó este martes una Declaración sobre la trata de personas con fines de reclutamiento militar. El texto refiere que el Ministerio del Interior (MININT) «detectó y trabaja en la neutralización y desarticulación de una red de tráfico de personas que opera desde Rusia para incorporar a ciudadanos cubanos allí radicados, e incluso algunos procedentes de Cuba, a las fuerzas militares que participan en operaciones bélicas en Ucrania».
El pronunciamiento se da luego de que salieran a la luz testimonios de cubanos que fueros captados en la Isla desde Rusia, presuntamente engañados, para participar en la guerra a cambio de remuneración económica. Por tanto, las acciones de autoridades cubanas para desarticular la red de trata, cobra mayor importancia debido al grave daño que implica para la seguridad nacional y las nefastas consecuencias para las familias cubanas.
Destaca en la declaración el uso de la palabra «mercenarismo», un término hasta ahora reservado exclusivamente a las actividades de sectores opuestos al gobierno cubano, y que, en el caso de esta forma de combate en las filas del ejército ruso, era referido bajo el eufemismo de «empresa militar privada» por los medios estatales en la Isla.
Muchas veces resulta difícil desentrañar qué se esconde detrás de escuetos comunicados diplomáticos, sobre todo teniendo en cuenta la tradición de las instituciones cubanas de ser sumamente parcas a la hora de transparentar información sensible a la ciudadanía, lo cual es cada vez más contraproducente en un país ya interconectado, donde la desinformación y las conjeturas llenan los vacíos de información.
La Joven Cuba comparte la voluntad expresada por el Estado cubano de oponerse a cualquier forma de mercenarismo y manifestarlo así en foros multilaterales. Por otro lado, reconocemos la reiteración del MINREX de que «Cuba no forma parte del conflicto bélico en Ucrania». Esto, no solo es congruente con la posición justa de oponerse y desaprobar cualquier guerra de agresión que viole la integridad nacional de un Estado o afecte a sus ciudadanos, sino que es una forma concreta de contribuir a la paz y el derecho internacional.
Sobre la afirmación del MINREX de que «se han neutralizado intentos de esta naturaleza y se han iniciado procesos penales sobre personas involucradas en estas actividades», La Joven Cuba considera imprescindible que el tema sea abordado con transparencia por los canales y medios de comunicación nacionales, en aras de explicar el modus operandi de la red de tráfico, quiénes eran sus contratistas en Rusia, sus facilitadores en el territorio nacional, qué posiciones y/o cargos ocupaban en ambos casos, así como el destino final de los cubanos que se encuentran actualmente en zona de guerra.
Una comunicación que aporte claridad sobre lo sucedido, no solo sería una forma de garantizar el derecho de la ciudadanía a tener información sobre hechos tan graves que comprometieron la seguridad del país y la vida de varios cubanos, sino también de generar conciencia sobre los peligros que pudieran implicar acciones similares en el futuro.
Por otro lado, si bien la Declaración del MINREX no se refiere al asunto, observamos con suma preocupación reportes de la visita a Kiev de un opositor cubanoamericano de extrema derecha, partidario de una invasión militar a la Isla, con el aparente propósito de incrementar la participación de los migrantes cubanos en el conflicto europeo, así como intentar tensar la relación de Cuba con Ucrania y sus aliados. Esta acción está lejos de contribuir a una solución pacífica del conflicto y podría traer graves consecuencias políticas, pues, a pesar de las obvias alianzas geopolíticas del gobierno cubano con Vladimir Putin, La Habana nunca ha roto las relaciones diplomáticas con su contrincante ucraniano.
Apoyamos toda gestión encaminada a esclarecer lo sucedido y detener la red de tráfico, a la vez que insistimos en la pertinencia de mantener la no intervención cubana en el conflicto. Asimismo, resulta imprescindible que las naciones involucradas, particularmente Rusia, tomen medidas con quienes cometan delitos de tráfico humano relacionados con la contratación de ciudadanos cubanos en la guerra.